1) Creen en ti: Confía en tu talento y en tus capacidades, y analiza lo que te
motiva para evitar detenerte o retroceder. Sé valiente para seguir creciendo. 2) Piensa como una persona ganadora: Recuerda que los pensamientos producen sentimientos, y según como te sientas, actuarás. Siéntete ganador para poder actuar con determinación y con la firme convicción de que triunfarás. 3) Responsabilízate: Toma conciencia de cada paso que das y asume las consecuencias de ello. 4) Aliméntate de ideas positivas: Olvídate de aquellos pensamientos que te restan energía y que te limitan. 5) Mantente alerta a las oportunidades: La capacidad de ver claridad donde otros ven oscuridad, es lo que hace que una persona se diferencie y sea exitosa. Recuerda que las oportunidades no sólo son cuestión de suerte, sino que son producto de una actitud sensible al entorno y a los cambios. 6) Celebra pequeñas victorias: Trabaja todos los días con objetivos claros y definidos. 7) Piensa en soluciones, no en problemas: Para obtener resultados, concéntrate en las vías para mejorar la situación. 8) No seas conformista: Pon un gran esmero en las metas que te traces. 9) Sé persistente: El secreto está en la acción. 10) Da sin esperar nada a cambio: La energía que dispersas cuando actúas de esta forma, te llena de una actitud positiva y te fortalece. ¡Ve lo mejor en los demás!
Finalmente, tener una mentalidad ganadora te ayudará a no tener miedo y a no
sabotear tus intentos; además, te condicionará a detectar mejores oportunidades, a actuar de forma proactiva y en la dirección indicada. Así que ¡cambia el chip!