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Friedrich Engels

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Friedrich Engels

Información personal

Apodo El General

Nacimiento 28 de noviembre de 1820


Barmen, Reino de Prusia

Fallecimiento 5 de agosto de 1895   (74 años)


Londres, Reino Unido

Causa de la
Cáncer
muerte

Nacionalidad Prusiano
Lengua
Alemán 
materna

Religión Ateísmo

Familia

Padre Friedrich Engels 

Cónyuge Lizzie Burns (1827-1878)

Pareja Mary Burns 

Educación

Educado en Universidad Humboldt de Berlín 

Información profesional

Ocupación Empresario, científico social, escritor, teórico


político, filósofo

Conocido por Desarrollar el socialismo científico, el comunismo


moderno y el marxismo (con Karl Marx), por
contribuir a la teoría marxista de la alienación, a la
teoría de la lucha de clases, y a la concepción
materialista de la historia

Obras notables Manifiesto del Partido Comunista, La ideología


alemana, El origen de la familia, la propiedad
privada y el Estado,  Contribución al problema de la
vivienda

Miembro de Primera Internacional 

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Notas

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Friedrich Engels (Barmen-Elberfeld, Prusia; 28 de noviembre de 1820-Londres; 5 de


agosto de 1895), fue un filósofo, sociólogo, periodista, revolucionario y
teórico comunista y socialista alemán.
Engels era hijo del propietario de una importante fábrica textil en Mánchester, Inglaterra.
Amigo y colaborador de Karl Marx, fue coautor junto a este de obras como La situación de la
clase obrera en Inglaterra (1845) y el Manifiesto del Partido Comunista (1848), fundamentales
para el nacimiento del marxismo y de los movimientos comunista, socialista y sindical. Fue
dirigente político de la Primera Internacional (1864) y de la Segunda Internacional (1889).
También ayudó financieramente a Marx para que publicara El capital en 1867, y tras la muerte
de este, editó el segundo y tercer volumen. Además, Engels organizó las notas de Marx para
componer Teorías sobre la plusvalía, que luego publicó como «cuarto volumen» de El capital.

Índice

 1Orígenes y juventud

o 1.1Aprendizaje mercantil y primeros escritos en Bremen

o 1.2Intelectual radical en Berlín

o 1.3Industrial en Mánchester

 2Colaboración con Marx

o 2.1En Mánchester y Bruselas

o 2.2En París contra Proudhon

o 2.3Las revoluciones de 1848

o 2.4Industrial en Mánchester, el sostén de Marx

o 2.5Londres, la Internacional y de nuevo con Marx

 3Después de la muerte de Marx

o 3.1Muerte

 4Influencias

 5Obras principales
o 5.1Obra después de Marx

 6Legado

 7Eponimia

 8Véase también

 9Notas

 10Bibliografía

 11Enlaces externos

Orígenes y juventud[editar]
Nació el 28 de noviembre de 1820, en Barmen, hijo de Friedrich Engels y su esposa Elise
Marice,1 prósperos industriales textiles renanos.2 La familia, asentada en Renania desde
finales del siglo XVI, había comenzado a prosperar en tiempos del bisabuelo de Engels, quien
se había instalado en Barmen y creado una industria de blanqueo de hilados. 3 El padre de
Engels había perdido el negocio familiar por disputas familiares y había fundado uno nuevo de
hilatura de algodón con nuevos socios holandeses en Mánchester, Barmen y Engelskirchen.4
La familia —formada por el matrimonio y sus ocho hijos, la mitad mujeres y la otra mitad
varones—1 mostraba una religiosidad cercana al calvinismo muy extendida en la época en la
región,5 caracterizada por un cierto puritanismo, ascetismo, reserva e industria, que la familia
inculcó al joven Engels.6
Tras estudiar en la escuela local, a los catorce años se le envió al gimnasio de Elberfeld —uno
de los mejores de Prusia—, donde se alojó con un pastor luterano de la localidad. 7 Allí y
gracias a sus lecturas de antiguos mitos y romances germanos, se vio influenciado por el
nacionalismo romántico alemán.7 El patriotismo cultural que adquirió en esta época le
acompañó toda su vida.8 A pesar de sus buenas notas y su deseo de continuar sus estudios y
quizá dedicarse a la poesía, su padre lo sacó del instituto para que comenzase a aprender
sobre el negocio familiar.8
Aprendizaje mercantil y primeros escritos en Bremen [editar]

Autorretrato de Engels con diecinueve años, durante su periodo de aprendizaje mercantil en Bremen,
meses antes de trasladarse a Berlín a cumplir el servicio militar. En el puerto hanseático comenzó a
escribir en diversas publicaciones, aún con pseudónimo.

Después de acompañar a su padre en un viaje de negocios a Gran Bretaña en el verano de


1838, se instaló en Bremen para aprender sobre la industria textil.8 Aunque útil para su carrera
futura, este aprendizaje sobre el funcionamiento del capitalismo mercantil resultó tedioso para
el joven Engels, más interesado en aprovechar el ambiente —más liberal que el de su
localidad natal— del gran puerto.9 Duelista, bailarín, viajero y aprendiz de canto además de
importador de literatura política prohibida, compensaba con estas actividades el aburrido
trabajo en las oficinas mercantiles.9 Pronto mostró sus simpatías por los «jóvenes alemanes»,
movimiento que exigía reformas políticas radicales basadas en el patriotismo progresista,
opuesto al feudalismo y a las monarquías que dominaban en aquel momento Alemania. 10
Engels simpatizaba entonces con el republicanismo antirreligioso y liberal que había
expresado Percy Shelley años antes.10
Llegado a Bremen, se había mostrado cada vez más insatisfecho con la religión de
predestinación y condena de su región natal y había adoptado una posición cada vez más
crítica y racionalista.11 A finales de 1839 e influido por las críticas a la religión establecida y al
cristianismo de David Friedrich Strauss entre otros, abandonó la fe religiosa y se interesó cada
vez más por las teorías de Hegel.12
Comenzó además a publicar con pseudónimo —para evitar disgustos familiares— en algunos
periódicos.13 Especialmente destacable, entre artículos críticos escritos para burlar la
censura,13 fueron sus Cartas desde Wuppertal en las que realizó una aguda crítica de las
misérrimas condiciones de vida del proletariado de la región, que había visitado para obtener
información de primera mano con que redactarlas.14
Intelectual radical en Berlín[editar]
A comienzos de 1841, se había cansado de su trabajo en Bremen y regresó al hogar
paterno.15 Pocos meses más tarde, en septiembre, harto también del ambiente en su localidad
natal, decidió realizar el servicio militar en una compañía de artillería en Berlín.15 A pesar de
que se trasladó a la capital prusiana para servir en el Ejército, dedicó todo el tiempo que pudo
a asistir a la universidad donde, a pesar del ambiente reaccionario, se mostró partidario
de Hegel, por entonces atacado por Schelling por encargo16 de la corte prusiana.17
Orgulloso de su uniforme pero aburrido pronto de la vida militar y gracias a su holgada
situación financiera, pasaba sus días en conferencias, salas de lectura y tabernas. 18 En estas
se unió a otros jóvenes intelectuales radicales que renegaban de la religión y de la moral y
convenciones burguesas.19
En noviembre de 1842, tuvo su primer encuentro, desagradable, con Marx, en las oficinas
del Rheinische Zeitung, del que este era redactor.20 Marx reprobaba los artículos extremistas
de los intelectuales radicales entre los que se contaba Engels, pues creía que podían poner
en peligro el periódico, propiedad de unos comerciantes liberales de Colonia.21 Antes de su
traslado de Berlín a Mánchester —decidido por su padre para tratar de introducirle en la
gestión del negocio familiar y de que abandonase su radicalismo político una vez acabado su
servicio militar de un año en octubre de 1842—, 22 Engels, como parte de los «jóvenes
hegelianos», comenzó a sentir la influencia del análisis social del capitalismo de Moses Hess,
que orientó al grupo del reformismo político al comunismo. 23 Visitó a Hess poco antes de partir
a Gran Bretaña, lo que acentuó su inclinación hacia las teorías comunistas de este. 24
Industrial en Mánchester[editar]
En Mánchester Engels se interesó por los movimientos socialistas locales, los owenistas y
los cartistas.25 Forjó amistad con George Julian Harney, miembro extremista de los cartistas y
con James Leach, antiguo obrero y azote de los industriales. 26 A pesar de continuar trabajando
en la fábrica paterna, abandonó la compañía de la burguesía en su tiempo libre y comenzó a
frecuentar los ambientes obreros, empezando por las sedes owenistas. 27 Por otro
lado, Thomas Carlyle, sabio reaccionario pero único intelectual británico admirado por Engels,
le influyó por su dura crítica del capitalismo, que comparaba desfavorablemente con el pasado
medieval que idealizaba.28 En algunas de sus obras, Engels utilizó citas literales de las obras
de Carlyle contra el capitalismo.29

Niño en un telar industrial. Engels conoció la miseria de la vida de los obreros industriales en el gran
centro textil británico de Mánchester, donde trabajaba en la fábrica paterna.

La guía de Engels en el mundo obrero de Mánchester —complemento esencial a las teorías


filosóficas aprendidas en Alemania— 30 fue su amante y primer gran amor, Mary Burns,
trabajadora de origen irlandés nacida alrededor de 1823 y a la que conoció a comienzos de
1843.28 Ella le introdujo en la dura vida de la inmigración irlandesa y le hizo conocer las
condiciones de vida de la clase trabajadora de la ciudad. 31 El conocimiento de los dos mundos
que se encontraban en la ciudad (el de los industriales y el de la clase obrera) tuvo una
notable influencia en su evolución de la filosofía a la economía política, que se reflejó ya en
una primera obra de comienzos de 1843, publicada en el Deutsch-französische Jahrbücher de
Marx: el artículo Elementos de una crítica de la economía política.31 En esta, analizaba las
contradicciones económicas y las crisis sociales europeas, utilizando tanto su conocimiento de
las teorías filosóficas alemanas (el concepto de alienación de Feuerbach) como su experiencia
de la vida obrera de Mánchester.32 Para Engels en esta obra, la raíz del proceso de alienación
que sufrían los desfavorecidos del sistema capitalista era la propiedad privada, tesis influida
por la obra de Proudhon de 1840 (¿Qué es la propiedad?), que debía desaparecer.33 Con el fin
de esta debía llegar el de la avaricia y el de la explotación humana. 33 En 1845,30 publicó una
obra más amplia y dura sobre la miseria del sistema capitalista tal como se reflejaba en las
fábricas de Mánchester: La situación de la clase obrera en Inglaterra.34 Mezcla de historia,
estadísticas —muchas de ellas extraídas de documentación oficial— y aceradas críticas, este
libro era una acusación a la burguesía británica por sus métodos. 34 El escrito —el último de
teoría socialista de Engels en solitario en treinta años— sirvió para forjar la estructura
del socialismo científico gracias a la unión del concepto de alienación heredado de Hegel con
las observaciones sobre la situación material de la población obrera de la urbe industrial. 35
Muchas ideas marxistas como la naturaleza de la división en clases, la inestabilidad intrínseca
del capitalismo industrial, la creación por la burguesía de su clase antagonista y lo inevitable
de la revolución socialista, se encontraban ya en esta obra de Engels. 35
Acabado su aprendizaje en Mánchester, regresó a la casa paterna en el verano de 1844, no
sin antes realizar una corta visita a Marx en París, donde este le recibió cordialmente, a
diferencia de su anterior encuentro.35 A partir de entonces, Engels se entregó a la colaboración
con este.35

Colaboración con Marx[editar]


En Mánchester y Bruselas[editar]

Marx y Engels en la Gaceta Renana

La amistad con Marx, al que reconocía una superior capacidad teórica y mayor originalidad en
las ideas,36 duró cuarenta años de estrecha colaboración. 37 En adelante Engels se convirtió en
el sostén de Marx, al que mantuvo junto a su familia, durante los años en que se dedicaba a
elaborar El capital. Su primera obra en común fue un opúsculo, Crítica de la crítica crítica:
contra Bruno Bauer y compañía, conocida por el título La sagrada familia, en el que los
autores atacaban a los restos de los «jóvenes hegelianos» idealistas y oponían a este el
materialismo que habían adoptado.36
El Manifiesto Comunista, libro escrito por Engels y Karl Marx.

En la primavera de 1845, con Marx viviendo precariamente en Bélgica, después de que se le


deportase de París por su actividad política, a punto de ser detenido por la policía prusiana y
sin desear empeorar la relación con sus padres con un arresto, se reunió con aquel en
Bruselas.38 Juntos se trasladaron casi de inmediato a Mánchester para documentarse para
una nueva obra y regresaron a Bélgica a finales del verano. 38 De esta primera colaboración
surgió un libro, La ideología alemana, que abandonaron sin publicar —se publicó
póstumamente, en 1932—,39 pero que sirvió como etapa de su evolución desde el
hegelianismo al materialismo a través de una dura crítica a Max Stirner, crítico a su vez de
Feuerbach.40 Aunque aceptaban la crítica de idealismo de Stirner a Feuerbach, rechazaban
sus conclusiones individualistas.40 Por primera vez, la obra mostraba la visión de Marx y
Engels de las estructuras sociales —las religiones, los sistemas políticos o las clases sociales
— como derivadas de las condiciones económicas y tecnológicas. 41 Esta interpretación
materialista de la historia les llevó a proponer que las distintas civilizaciones no eran sino
expresiones de los métodos de producción del momento; su ideología, su política o su forma
de Estado —las «superestructuras»— dependían de la base económica en la que se
sustentaban a través de la propiedad —las «reglas de producción»—. 41 La evolución de esta
llevaba inevitablemente a choques con las relaciones de propiedad y las superestructuras
derivadas de la economía basada en las anteriores fuerzas de producción, momento en el que
podían tener lugar las revoluciones.42 El desfase entre la base económica y las
superestructuras que se derivaban de ella, como los sistemas políticos, obligaban, en opinión
de los autores, a que estas se adaptasen a la nueva situación económica, a menudo a través
de dolorosas transformaciones.42 La oposición violenta contra los defensores del antiguo orden
a través de la lucha de clases era, además, inevitable. 42 Para Marx y Engels, el siguiente
conflicto debía enfrentar a la burguesía con el proletariado, la clase que representaba la nueva
economía industrial y que debía asegurar el advenimiento del comunismo y con él el fin de lo
que consideraban alienación del ser humano bajo el capitalismo. 42
Más tarde, en Bruselas, lugar de refugio de muchos izquierdistas europeos, participó
activamente con Marx en la Liga de los Justos, convertida pronto en la Liga de los
Comunistas.43 La organización había surgido en París en la década de 1830 y la gestionaban
unos sastres alemanes exiliados en Gran Bretaña tras el frustrado golpe de Louis Auguste
Blanqui de 1839.43 Marx y Engels trataron de fundar una red de organizaciones comunistas
europeas de la que la Liga debía ser la representante británica. 43 Para coordinar la red,
crearon un «comité de correspondencia comunista». 43 De ese momento hasta 1848,
defendieron la expansión de los regímenes burgueses en Europa como método de eliminar el
poder de la nobleza y como etapa necesaria para la implantación futura del comunismo. 44 La
alianza sería, en todo caso, temporal.44 Para tratar de imponer su visión, tuvieron que eliminar
a los distintos competidores comunistas y socialistas, empezando por el popular Wilhelm
Weitling, que defendía una variante de comunismo con tintes cristianos y milenaristas, más
dado a la acción que a la teoría y análisis que preferían Marx y Engels. 44 Weitling trató en vano
de ganarse el apoyo del comité bruselense, que le rechazó a instancias de Marx y Engels. 45
Este último se encargó de lograr la expulsión de uno de sus partidarios del comité de
correspondencia que había defendido la postura de Weitling entre los inmigrantes alemanes
en Estados Unidos.46 Era la primera vez en la que Engels asumía el papel, que desempeñó
durante las décadas siguientes, de defensor de lo que él y Marx consideraban la ortodoxia
comunista y la disciplina del partido.47 Al mismo tiempo que se enfrentaban a Weitling y sus
partidarios, chocaron con Proudhon y los suyos, a pesar de un tibio intento inicial de
cooperación.47 Para Marx y Engels, Proudhon y sus seguidores defendían una filosofía
pequeñoburguesa incapaz de comprender el papel fundamental del proletariado en la
supresión del capitalismo y la implantación del comunismo. 48 Para aquellos, Proudhon apenas
proponía más que una reforma del sistema capitalista dirigida principalmente a los artesanos
perjudicados por la creciente industrialización.48
En París contra Proudhon[editar]

Pierre-Joseph Proudhon, el rival francés de Marx y Engels al que este trató de arrebatar sus seguidores
entre el proletariado parisino a mediados de la década de 1840.

Para tratar de ganarse el apoyo de las organizaciones parisinas, generalmente favorables a


Proudhon, Engels se trasladó a la capital francesa en agosto de 1846. 48 En competencia con
las diversas variantes socialistas presentes en la ciudad, trató de atraerse a los emigrantes
alemanes del distrito de Saint Antoine, conocidos como straubingers.49 Con gran habilidad
política, mezcla de denuncias, intimidación, amenazas y división de los posibles adversarios,
logró hacerse un hueco en las reuniones políticas de los emigrados, hasta entonces inclinados
a la postura de Proudhon y, más tarde, lograr el apoyo a sus posiciones. 50 Vigilado pronto por
la policía, se dedicó asimismo a satisfacer sus deseos carnales en París, incluso a costa de la
esposa de su antiguo mentor Hess, lo que supuso el fin de su relación. 51
Infringiendo las reglas de la asociación, logró que le eligiesen delegado a la conferencia de la
Liga que se celebró en Londres en junio de 1847. 52 Durante el congreso, la Liga cambió de
nombre y adoptó el de Liga de los Comunistas al tiempo que abandonaba su antiguo lema de
«Todos los hombres son hermanos» por el de «Trabajadores de todos los países, ¡uníos!». 53
Se encargó a Engels escribir un «catecismo revolucionario» que expresase la ideología de la
liga y que aún incluyó una mezcla del socialismo utópico que tanto criticaba y sus propias
posiciones.53 El segundo congreso, celebrado en noviembre en una taberna londinense,
respaldó la posición de Marx, que esta vez había podido asistir. 54 El congreso encargó a
ambos la redacción de un manifiesto que se basó en el «catecismo» y en los Principios del
comunismo redactados para este congreso.55 Publicado finalmente con el título de Manifiesto
del partido comunista (o Manifiesto comunista) llegó a tiempo de traducirse y difundirse por
Europa antes de los movimientos revolucionarios de 1848, pero no tuvo ninguna repercusión
en ese momento.56
Las revoluciones de 1848[editar]

Escena de la Revolución francesa de 1848 en París. Marx y Engels defendieron la cooperación entre


campesinos, obreros y burgueses para eliminar a las monarquías absolutistas y el poder de la nobleza,
opinión que más tarde abandonaron al fracasar las revoluciones europeas.

Al estallar la Revolución francesa de 1848, Marx y Engels trataron de que esta se extendiese
a Bélgica pero el rey Leopoldo cortó de raíz sus planes de agitación expulsando de inmediato
a Marx a comienzos de marzo, al que Engels siguió poco después. 57 Escépticos sobre la
posibilidad de éxito de las bandas armadas de los emigrados alemanes en Francia contra
Prusia, defendieron la implantación de un régimen burgués para eliminar así el poder de
los terratenientes.58 Con una estrategia de propaganda y organización de las fuerzas
contrarias a los terratenientes —burgueses, obreros y campesinos—, crearon una
organización, la Sociedad de Trabajadores Alemanes, que infiltró clandestinamente a unos
trescientos activistas comunistas en Alemania.58 Crearon un nuevo periódico, el Neue
Rheinische Zeitung que, a pesar de su moderación y defensa de objetivos burgueses, no
atrajo a los inversores que esperaban.59 Engels no logró el respaldo de su propia familia o de
la burguesía de su valle natal al diario, a pesar de acudir en persona a solicitar inversiones. 59
La contrarrevolución en Francia, victoriosa en el verano de 1848 y descrita por Engels en el
periódico a pesar de su lejanía de los acontecimientos, facilitó la reacción también en
Alemania, donde las autoridades comenzaron a hostigar la publicación. 60 Tras una gran
manifestación obrera en septiembre, las autoridades proclamaron la ley marcial y la policía
publicó una orden de captura de Engels, que huyó a Bélgica, donde las autoridades le
deportaron inmediatamente a París, en octubre.61 En medio de la grave situación de los
revolucionarios en toda Europa, Engels se dedicó, sin embargo, a dirigirse a pie a Suiza,
disfrutando por el camino de los placeres —incluyendo el vino y las mujeres— de las distintas
regiones francesas que atravesaba, sin preocuparse por la revolución. 61 Alcanzó Suiza a
principios de noviembre y pasó a Berna donde se unió a la asociación obrera local y se puso
al día de los acontecimientos, sin atreverse a regresar a Colonia donde le esperaba una
acusación de alta traición.62 Por entonces se interesó por la Revolución húngara, que defendió
a pesar de su faceta nacionalista y antieslava, que compartía. 63 En esta época expresó en
diversas ocasiones su desprecio por las naciones sin Estado, que consideraba estorbaban el
proceso revolucionario y se aliaban con las fuerzas reaccionarias y un cierto nacionalismo
alemán a propósito de la crisis de Schleswig.64
De vuelta finalmente en Colonia en enero de 1849 y desengañado de su anterior predilección
por la alianza con los burgueses moderados, Engels abogó por radicalizar la revolución y
enfrentarse a las fuerzas prusianas mediante una guerra de guerrilla, inspirado por los
húngaros de Luis Kossuth.65 Marchó a su valle natal a unirse a la revuelta que había estallado
allí contra las autoridades prusianas en mayo de 1849, pero su radicalismo fue mal visto por el
Comité de Seguridad Pública local, mucho más moderado, que le obligó a abandonar pronto
la zona.66 Controlada Colonia de nuevo por las autoridades y clausurado el Neue Rheinische
Zeitung, Marx y Engels se desplazaron a distintas localidades para respaldar levantamientos,
supuestamente a favor de la nueva Constitución pero, en realidad, con propósitos más
radicales.67 Convencido de que el único lugar donde aún podría surgir una sublevación
triunfante era Baden y el Palatinado, Engels se dirigió allí con Marx, a pesar de que las
autoridades de la región adoptaban una actividad fundamentalmente pasiva frente a los
prusianos.67 Desesperado por la falta de espíritu revolucionario, Marx abandonó la zona y
regresó a París.67 Cuando Engels se disponía a hacer lo mismo, un oficial prusiano sublevado,
August Willich, al frente de una columna de ochocientos obreros y estudiantes, le ofreció el
puesto de edecán, que decidió aceptar.68 Participó en diversos enfrentamientos con valentía,
pero los revolucionarios acabaron siendo derrotadas por las fuerzas prusianas, varias veces
más numerosas.69 Los restos de las fuerzas revolucionarias se retiraron a Suiza. 69 Deseoso de
reunirse de nuevo con Marx, que había pasado a Londres, cruzó el Piamonte para tomar un
barco en Génova que le llevase a la capital británica. 70 Engels residió en el Reino Unido los
cuarenta años siguientes.70

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