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El sexo comienza por la boca

El acto sexual como algo mecánico y fisiológico, es un impulso

estimulado por las hormonas. Existen cosas que preparan al organismo a

estar listo para una relación sexual. Algunos estímulos que comenzaron a

actuar hasta que ya es demasiado tarde como para detenerte. Por

ejemplo:

La forma de hablar, las palabras, el tono de voz y la forma de mover los

labios son una gran arma en el arte de seducción y conquiste con una

idea sexual. Lo qué se dice y cómo se dice prepara a todo nuestro

cuerpo, nuestras emociones y sentimientos para una posible relación

sexual. Tanto a la mujer como al hombre se le conquista con lo que se

dice.

La estimulación provocada por los besos es sorprendente, los besos en

los labios predisponen al resto del cuerpo para una relación sexual,

debido a los cientos de terminales nerviosos  que allí se encuentran.

Alguien dijo: “Cuando nos besamos soltamos un cocktel de químicos que

gobiernan el estrés humano, la motivación, las uniones sociales y la

estimulación sexual.”

En nuestro cuerpo existen muchos puntos erógenos o que son los que

estimulan nuestro deseo sexual; un beso en el cuello, detrás de las

orejas, en la espalda, en la panza u ombligo puede parecer algo

romántico o inocente, pero nuestro cuerpo no lee esa información de esa

manera, sólo lo ve cómo al momento biológicamente propicio para unirse

sexualmente a alguien.
Lamentablemente, casi el 90% de lo que sabemos de sexo, lo hemos

aprendido por nuestros amigos y eso, no siempre es de la mejor manera.

La sobrecarga de información que tenemos del sexo, están basadas en el

morbo, los chistes subidos de tono, y cierta música. Por eso, no tenemos

una óptica correcta de lo que es el sexo y cuál es la forma  adecuada de

vivirlo, de los riesgos emocionales, físicos y espirituales que tiene. No

solo las mujeres son afectadas con estos temas, también los hombres

son afectados por ello

La biblia dice que debemos tener cuidado con lo que conversamos y con

los que escuchamos, porque esas obras te llevan por un camino lleno de

dolor y remordimiento, aunque, ninguno de tus amigos te hablan de ello,

jamás te dicen del dolor y la desconfianza, de la vergüenza y del

remordimiento que sienten los que se aventuran a una relación sexual

fuera del lugar y del momento que Dios ha establecido.

Por ello, es mejor  cuidar tu mente, no la alimentes con chistes, cuentos,

historias, música y cosas que tengan una connotación sexual. Que lo que

hables con tu pareja no sea con tonos insinuadores o sugestivos a lo

sexual. Que todo lo que digas pueda ser digno del Señor y que puedas

hablarlo sin sentirte avergonzado de hablarlo delante de otras personas.

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