La triquinosis es una zoonosis causada por la ingesta de carne de porcinos
(cerdos domésticos, salvajes o jabalíes) infectada con larvas del parasito “Triquinella Espiralis” que se encuentran incrustadas en las fibras musculares del animal. A estas larvas las protege una capsula.
El parasito no modifica ninguna característica de la carne del animal y solo
puede ser diagnosticada por un veterinario mediante una revisión del tejido muscular del animal bajo un microscopio.
El porcino puede contagiarse por comer carne infectada, estar entre la
basura o estar hacinados en condiciones insalubres, en contacto con ratas portadoras del parasito. El humano se contagia a partir del consumo de la carne infectada y mal cocinada, ya que en temperaturas superiores a los 70°c el parasito muere pero el consumo sigue siendo riesgoso. Al ingerir la carne la capsula de la larva se disuelve en los jugos gástricos dejando libre así el parasito en el intestino el cual madura y se reproduce en una semana, pasado este tiempo el parasito que está alojado en el intestino libera sus huevos en el torrente sanguíneo y se diseminan por el cuerpo enquistándose en las fibras musculares causando inflamación y rigidez en los musculosa.
Los síntomas se hacen presentes en poco tiempo, dolor abdominal,
diarrea, fatiga, náuseas y vómitos. En un estado avanzado de la infección puede causar fiebre alta, dolor muscular, manchas en la piel, hinchazón en los parpados y dolor de pecho.
El diagnostico en humanos se da mediante biopsias o exámenes de
sangre, entre más temprano se detecte la infección se corre menos riesgos de sufrir una infección completa, si se detecta a tiempo se puede tratar con antiparasitarios, pero en estado avanzado no existe un tratamiento específico. Se aplican corticoides, relajantes musculares y vitaminas por un tiempo hasta que la capsula de la larva se calcifica y la larva muere. Se previene principalmente criando a los porcinos con higiene y control de carne previos a su consumo, en corrales o establecimiento debidamente higienizados, sin presencia de ratones, basura o aguas estancadas. Evitar el consumo de carne de dudosa procedencia, y comprando los productos en establecimientos debidamente habilitados.