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Ejemplo:
PROCEDIMIENTO
Estrategias de tratamiento
Poner la casa «a prueba de niños», con objeto de reducir el
número de ocasiones en que los padres se ven obligados a decir
que «no». Intentar evitar las situaciones y circunstancias que
puedan ser fuente de frustración o facilitar la aparición de rabietas,
como hambre, sueño, etc.
Permitir que los niños pequeños realicen pequeñas elecciones
frecuentes, todas dentro del terreno de lo aceptable (p. ej.,
«¿Quieres tomarte la leche en el vaso azul o en el rojo?»). Siempre
que sea posible, ofrecer al niño la posibilidad de elegir entre varias
opciones disponibles.
Limitar las frustraciones atendiendo al temperamento del niño
y sus ritmos: entendemos que si nuestro hijo es muy nervioso
necesitará correr cada día, o si se pone de muy mal humor cuando
tiene hambre intentad evitarlo.
Los niños tienden a tener más rabietas cuando están
cansados (por ejemplo, cuando no han dormido la siesta), porque
son menos capaces de hacer frente a las situaciones frustrantes. En
estas ocasiones, haga que su hijo se acueste. El hambre puede
contribuir a las rabietas. Las rabietas también aumentan durante
una enfermedad.
Avisar al niño con tiempo. Algunas de estas rabietas pueden
ser prevenidas dándole a su hijo una advertencia con 5 minutos de
anticipación, en vez de pedirle de repente que deje inmediatamente
de hacer lo que está haciendo.
La negativa debe ser irrevocable. Muchos padres dicen «no»
cuando realmente quieren decir «me parece que no». Cuando el
niño protesta suficientemente, el padre o la madre cede,
recompensando con ello la rabieta. Los niños rápidamente
distinguen entre los «NOes» duros («No se juega con los cuchillos»)
y los «NOes» blandos («no hay galletas antes de cenar») y rara vez
sufren rabietas a causa de los primeros. Es importante establecer
normas razonables, claras y coherentes y no cambiarlas, para que
el niño conozca perfectamente donde están sus límites. Esto es
absolutamente clave: el que algo se pueda o no se pueda hacer, no
debe depender del humor que tengan en ese momento los padres.
Las reglas deber ser siempre las mismas y también
independientemente de que quien esté en ese momento al cuidado
sea el padre o la madre.
MEDIDAS DE PREVENCION:
LAS NORMAS:
- Se enfada frecuentemente
- Miente
- Comete hurtos
• Mantener una buena relación con el niño o chico: conectar con él,
mostrar interés por lo que hace, lo que piensa o cómo se siente.
Ayudarlo a sentirse importante y valioso, ofrecerle pequeñas
responsabilidades que pueda ejecutar con éxito. Al hablar con
él/ella es importante no acusarle; en lugar de preguntar “¿qué has
hecho?” preguntar “¿qué ha pasado?”. Cuando se da un problema
de conducta importante en el aula o en casa hay que hablar en
privado sobre la situación, evitando recriminaciones o humillaciones
en público. Conviene recordar que lo que se pretende es reconducir
la conducta del niño/chico, no que éste se sienta mal. Es importante
fomentar la empatía. Existen estudios que correlacionan la empatía
con la agresividad. Cuanto más empático es un niño menos
agresivo se manifiesta.