Está en la página 1de 21

JURISPRUDENCIA Y DOCTRINA SOBRE LA INTERRUPCIÓN DE LAS PRESCRIPCIONES DE

CORTO TIEMPO ESPECIALES

I. Artículo 2518 del Código Civil

a. Jurisprudencia

 El Art. 2518 del Código Civil expresa que la demanda judicial no interrumpe la prescripción
extintiva en los casos enumerados en el Art. 2503, entre los cuales figura “si la notificación de
la demanda no ha sido hecha en forma legal” de lo que se deduce que si no interrumpe la
prescripción la demanda cuando está ilegalmente notificada, menos puede interrumpirla
cuando no está notificada de manera alguna. (C. Suprema, 9 Abril 2001, Rev. de Der., t 98,
Sec. 1°, Pág. 71, 26 Noviembre 1991, Rev. de Der., t 88, Sec. 1°, Pág. 102, En idéntico
sentido, C. Pedro Aguirre Cerda, 10 marzo 1997, Rev. de Der., t 94, Sec. 2°, Pág. 28; C. Punta
Arenas, 29 Agosto 1991, Rev. de Der., t 88, Sec. 2°, Pág. 101; C. La Serena, 7 Octubre 1910,
Rev. de Der., t 9, Sec.1°, Pág. 516).

 “4º …No obstante ello, debe considerarse que si bien el demandante evidenció su voluntad de
ejercer la facultad de acelerar la exigibilidad del crédito al momento de ingresar su demanda a
distribución ante la Corte de Apelaciones de la capital, hecho verificado el 26 de febrero de
2015, sólo notificó la acción a la deudora el 13 de enero de 2016, de modo que a esta última
fecha ya había transcurrido el lapso previsto en el artículo 98 de la Ley N° 18.092 respecto de
aquellas cuotas cuyo vencimiento acaeció entre el 4 de agosto de 2014 y el 4 de enero de
2015, como acertadamente concluyen los jueces, ya que al tenor de lo que disponen los
artículos 2503 y 2518 del Código Civil, la interrupción del término de la prescripción extintiva de
la acción de cobro se verifica con la notificación de la demanda…”(Corte Suprema Rol 55.077-
2016)

 “DECIMOCUARTO: Que de conformidad con lo dispuesto en el inciso tercero del artículo 2518
del Código Civil, la prescripción extintiva o liberatoria se interrumpe por la demanda judicial,
pero – agrega la norma – salvos casos del artículo 2503, precepto que en la segunda parte de
su segundo numeral prevé que sólo el que ha intentado este recurso – entiéndase sólo el que
ha deducido demanda – podrá alegar la interrupción; y ni aún él si se desistió expresamente de
la demanda o se declaró abandonada la instancia;”

“DECIMOSEXTO: Que, en esas condiciones, considerando que la exigibilidad de la obligación


data del 13 de mayo de 2002, mientras que la notificación de la gestión previa de notificación
de desposeimiento tuvo lugar el 17 de abril de 2009, sin que lo actuado en el juicio ejecutivo al
que se viene haciendo referencia haya conservado la aptitud para interrumpir el lapso

Página 1 de 21
liberatorio, puesto que el que pudo haber tenido se desvaneció, la conclusión irredarguible es
que en esos seis años y once meses alcanzó a correr completo, incluso, el plazo mayor de los
tiempos de prescripción que fueron planteados en autos por los demandados, esto es, aquel
de cinco años previsto por el ordenamiento civil común en el artículo 2515 del Código del
ramo.” CAUSA Nº 503-2012 (CASACIÓN). RESOLUCIÓN Nº 37772 DE CORTE SUPREMA,
SALA PRIMERA (CIVIL) DE 14 DE MAYO DE 2012

 33. Sobre si la demanda basta para interrumpir la prescripción o es necesaria además la


notificación de ella al deudor. a) Conforme expresa el artículo 2518 del Código Civil, la
prescripción que extingue las acciones se interrumpe civilmente por la demanda judicial, salvo
los casos enumerados en el artículo 2503, entre los cuales figura en primer término el de la
notificación de la demanda que no ha sido practicada en forma legal, hipótesis en la cual el que
ha interpuesto tal recurso no puede alegar la interrupción.

Relacionando estas dos disposiciones, sólo es dable concluir que para que exista dicha
interrupción civil no basta con la mera interposición de la demanda; también es necesario que
se haga debidamente su notificación y ésta se ajuste a las exigencias que la ley impone para
su validez.

Por lo demás, según fluye de los Títulos VI y VII de Libro I del Código de Procedimiento Civil,
relativos a las notificaciones y actuaciones judiciales, respectivamente, para que tengan valor
tales actuaciones es necesario, salvo poquísimas excepciones, que se lleve a cabo la
correspondiente notificación a la persona a quien se pretende que le afecte la diligencia. Y ha
de agregarse que el artículo 65 del citado Código señala, con más exactitud, que los términos
comenzarán a correr para cada parte desde el día de su notificación. Cierto es que esta norma
se refiere a los plazos procesales, pero no hay duda que patentiza el criterio del legislador en
cuanto a la importancia de ese trámite en los casos de diligencias relativas a las tramitaciones
judiciales, sobre todo cuando está en presencia de la demanda que, si es la primera actuación
en un proceso, debe ser notificada personalmente (C. de Procedimiento Civil, art. 40).

La necesidad de la notificación de la demanda para que haya interrupción de la prescripción es


un requisito que surge, en opinión de la doctrina, de los principios generales, porque la
interrupción no obra sino de persona a persona y, por lo tanto, supone notificación; también
emerge de las reglas de procedimiento, porque toda citación ha de ser notificada. C. Suprema,
16 abril 1991. G. J. Nº 130, sent. 1ª, p. 23 (C. 5º y 6º, p. 25). R., t. 88, sec. 1ª, p. 24.

 3. Demanda judicial, recurso judicial; su inteligencia en la interrupción de la prescripción. a) La


demanda judicial que interrumpe la prescripción y a que se refieren los artículos 2503 y 2518
del Código Civil, no puede ser otra que la establecida en el artículo 254 (antiguo 251) del
Código de Procedimiento Civil. La solicitud de citación a reconocimiento de firma y confesión

Página 2 de 21
de deuda, no es una demanda, sino el principio de una tramitación de carácter previo a una
acción judicial; no basta para interrumpir la prescripción. C. Suprema, 2 septiembre 1938. R., t.
36, sec. 1ª, p. 225.

 DÉCIMOSEPTIMO: Que la prescripción extintiva se interrumpe civilmente, de acuerdo con el


inciso tercero del artículo 2518 del Código Civil, en virtud de la demanda judicial; salvo los
casos enumerados en el artículo 2503. Ahora bien, ya se ha dicho reiteradamente por esta
Corte que para que opere tal interrupción es menester que la demanda judicial sea notificada,
de modo tal que, en realidad, es esta última actuación procesal la que producirá el efecto
jurídico de la interrupción civil. A tal conclusión se arriba, entre otras razones, por lo que
establece el N°1 del artículo 2503 del Código Civil, al disponer que no se produce la
interrupción si la notificación de la demanda no ha sido hecha en forma legal, por lo que, a
contrario sensu, sólo es dicha notificación la que tiene la virtud de producirla. En consecuencia,
el fallo recurrido, al acoger la excepción de prescripción extintiva, opuesta por dos de los
demandados de este juicio, no ha cometido el error que se le atribuye y, antes por el contrario,
ha dado correcta aplicación a las normas que se dicen infringidas. CAUSA Nº 2579/2003
(CASACIÓN). RESOLUCIÓN Nº 7763 DE CORTE SUPREMA, SALA PRIMERA (CIVIL) DE 27
DE ABRIL DE 2005.

II. Artículo 2523 del Código Civil

a. Jurisprudencia

 Que en el párrafo 4º del Título XLII del Código Civil, denominado De la Prescripción, que se
refiere a ciertas acciones que prescriben en corto tiempo, se dispone en el inciso 2º del artículo
2521 que prescriben en dos años los honorarios de jueces, abogados, procuradores, los de
médicos cirujanos; los de directores o profesores de colegios y escuelas; los de ingenieros y
agrimensores, y en general, de los que ejercen cualquier profesión liberal.

Más adelante, en su artículo 2523 se agrega que las prescripciones mencionadas en los dos
artículos precedentes se interrumpen: 2º desde que interviene requerimiento, y que sucede a
la prescripción de corto tiempo la del artículo 2515.

Por su parte, el artículo 2518 del mismo Código señala que la prescripción que extingue las
acciones ajenas se interrumpe civilmente por la demanda judicial, debidamente notificada
como se expresa en el artículo 2503 del Código Civil;

[…] En efecto, tales preceptos [artículos 2518 y 2503] constituyen la regla general respecto de
la interrupción de la prescripción de las acciones ajenas, al tanto que, el artículo 2523 del
Código Civil, es una disposición particular o especial para las acciones cuya prescripción es de

Página 3 de 21
corto tiempo y que se encuentran contenidas en sus dos artículos que le anteceden, los
números 2521 y 2522, incluyéndose en el primero el correspondiente al cobro de honorarios de
quienes ejercen cualquiera profesión liberal. En consecuencia y en virtud de lo dispuesto en el
artículo 13 del Código Civil, debió aplicarse al caso de que se trata en este juicio, la norma
particular, es decir, la del artículo 2523 ya señalado, porque ésta prevalece sobre aquellas
otras generales de la misma ley;

QUINTO. Que, a diferencia del artículo 2518 del Código Civil, la norma especial del artículo
2523 del mismo ordenamiento legal, aplicable a la acción deducida en estos autos, no exige,
para que proceda la interrupción de la prescripción, que la demanda judicial estando en su
inicio válidamente deducida y notificada, pueda después dejar de producir sus efectos
interruptivos por motivos ajenos a su esencia de expresar la oportuna voluntad de quien ejerce
la acción para obtener la prestación de lo que se le debe, en contra de quien está obligado al
pago. En efecto, para operar la interrupción del artículo 2523 del Código Civil no se necesita,
como en la prescripción de largo tiempo, notificación del recurso judicial, sino el simple
requerimiento, o sea, la comprobación auténtica y fehaciente de haberse dirigido el acreedor al
deudor cobrándole la suma adeudada, acto jurídico que puede ser judicial o extrajudicial,
bastando incluso, la presentación hecha ante juez incompetente o, como ocurrió en estos
autos, ante juez que sólo al final del pleito se entendió que se hallaba inhabilitado. (Revista de
Derecho y Jurisprudencia, T.X., pág. 315, sentencia Corte Suprema 14 de julio de 1967).
CAUSA Nº 4550/2003 (CASACIÓN). RESOLUCIÓN Nº 20729 DE CORTE SUPREMA, SALA
PRIMERA (CIVIL) DE 27 DE SEPTIEMBRE DE 2005.

III. Artículo 2503 del Código Civil

a. Jurisprudencia

 “La excepción de prescripción debe acogerse, ya que la notificación de la demanda respectiva,


única forma de interrumpir la prescripción, lo fue una vez vencido el término legal” (C.
Suprema, 19 Mayo de 1983, Rev. de Der., t 80, Sec. 1°, Pág. 34; y fallos del mes 294, N° 13,
pág.192, C. Suprema, 20 Julio 1983, Rev. de Der., t 36, Sec. 1°, Pág. 118. En el mismo
sentido, entiendo que el Art. 2503 exige que la demanda y la notificación se produzcan dentro
del plazo de prescripción, C. Suprema 27 de Mayo de 1997, fallos del mes 462, N°9, Pág. 560).
Fuello y Somarriva.

 50. Necesidad de notificar la demanda legal y oportunamente. a) La prescripción extintiva sólo


se interrumpe civilmente por la demanda judicial debidamente notificada dentro del lapso de
tiempo respectivo, ya que si, conforme al artículo 2503, la demanda ilegalmente notificada no
interrumpe la prescripción, menos puede interrumpirla cuando no está notificada en ninguna
Página 4 de 21
forma. Por tanto, debe acogerse la prescripción extintiva si el plazo había vencido al tiempo de
notificarse la demanda, aunque ésta hubiera sido presentada antes de vencerse ese plazo. C.
La Serena, 7 octubre 1910. R., t. 9, sec. 1ª, p. 516.

 b) Del artículo 2503, Nº 1º del Código Civil se desprende claramente que es la notificación de
la demanda y no su interposición la que interrumpe civilmente la prescripción . C. Suprema, 7
noviembre 1958. R., t. 55, sec. 3ª, p. 17.

 7. Comienzo de la interrupción civil. a) La disposición del inciso 1º del artículo 2503 del Código
Civil no puede interpretarse en el sentido demasiado amplio de que en virtud de la sola
interposición de recurso o demanda se produzca la interrupción civil de la prescripción, sino en
el más restringido de que la interrupción comience desde el momento en que el demandado
sea notificado, tome conocimiento en forma legal de aquel recurso o demanda. C. Santiago, 20
diciembre 1950. R., t. 48, sec. 2ª, p. 3.

b. Doctrina

 Raúl Tavolari O, quien comentando una sentencia antigüa que sostuvo tesis contraria, expresa
que: “Con todo, lo inaceptable es que, por la vía de lo fallado, el artículo 2503 del Código Civil,
resulta parcialmente sin sentido: en efecto: si no hay interrupción de la prescripción cuando “…
la notificación de la demanda no ha sido hecha en forma legal…” lo que supone que ha
existido una notificación imperfecta que, a pesar de haberse verificado no es idónea para
interrumpir, no se devisa de qué manera y bajo qué artilugio interpretativo se podría llegar a
afirmar que la falta completa de la notificación es capaz de producir más consecuencias
jurídicas que una notificación imperfecta realizada…” (Revista de derecho y jurisprudencia, T.
98, sec. 2°, Pág.124.)

IV. Artículo 2524 del Código Civil

a. Jurisprudencia

 6. Acciones resultantes del seguro terrestre; prescripción de corto tiempo; no suspensión. El


artículo 568 del Código de Comercio no contiene ninguna regla especial en cuanto a la
suspensión de la prescripción; luego, conforme al artículo 2º del Código citado, debe acudirse
a las normas generales del Código Civil, y éste, en su artículo 2524, al referirse a las
prescripciones de corto tiempo (carácter que indudablemente tiene la establecida en el art. 568
del Código de Comercio, en atención al exiguo lapso que señala para la extinción del ejercicio
de la acción), dice que corren contra toda persona.

Página 5 de 21
No puede sostenerse, por tanto, que haya estado suspendido el plazo de prescripción. C.
Temuco, 23 marzo 1936. G. 1936, 1er sem., Nº 107, p. 459.

 8. Notificación al defensor de ausentes; interrupción de la prescripción. Aunque entre las


facultades taxativas otorgadas al mandatario del demandado no esté la de contestar nuevas
demandas, si se ignora el paradero del demandado ausente, la notificación practicada al
defensor de ausentes antes de vencerse los dieciocho meses que concede el artículo 1869
para ejercitar la acción de rebaja del precio, interrumpe civilmente la prescripción. Porque el
defensor asume, por ministerio de la ley, la representación del demandado ausente, según lo
dispone el artículo 846 (antiguo 1025) del Código de Procedimiento Civil. C. Santiago, 19
marzo 1932. R., t. 29, sec. 2ª, p. 78 (C. 1º a 4º, p. 80).

 Noveno. Que, a juicio de esta Corte, la tesis propuesta por el arbitrio no tiene sustento en la
interpretación armónica de las normas legales referidas en el considerando precedente. En
efecto, la restricción prevista en la ley respecto de la aplicación de la suspensión de la
prescripción solo afecta a las acciones de corto tiempo que se encuentran dentro del párrafo
cuarto del Título XLII del Libro IV del Código Civil, sin que la norma prevista pueda ser
interpretada en el sentido de incluir a la prescripción de todas aquellas acciones especiales,
toda vez que lo único que refiere la disposición es que aquellas correrán contra toda persona,
reafirmando la regla general en materia de prescripción.

Lo anterior resulta lógico si se atiende a la circunstancia de que las acciones previstas en la


referida norma se relacionan con el cobro de impuestos (3 años), honorarios de profesionales
(2 años) y cobro de ventas al menudeo (1 año), razón por la que la ley hace inaplicable la
suspensión de la prescripción en virtud de la necesidad de consolidar en el menor tiempo
posible las relaciones jurídicas que originan las obligaciones cuyo cobro se pretende y que, por
regla general, se presuponen pagadas, sin que tal razón pueda ser trasladada a otras acciones
especiales previstas en nuestro ordenamiento jurídico. CAUSA Nº 35764-2017 (CASACIÓN
FONDO). RESOLUCIÓN Nº 14 DE CORTE SUPREMA, SALA TERCERA (CONSTITUCIONAL)
DE 8 DE MARZO DE 2018.

 NOVENO. Que, en concepto de esta Corte, la disposición del artículo 2523 del Código Civil
que trae a colación el letrado del ejecutante en su escrito de fojas 24, resulta inaplicable en el
caso de la especie, ya que del tenor literal de su último inciso, aparece palmario que la
referencia a la prescripción del artículo 2515, que sigue a las de corto tiempo cuando estas se
han interrumpido, está referida únicamente a los casos de los artículos 2521 y 2522 del mismo
estatuto sustantivo, resultando inaplicables a las normas sobre cuentas corrientes bancarias y
cheques y a las de las letras de Cambio y pagarés que le son supletorias. Así lo dice por lo

Página 6 de 21
demás el artículo 2524 del Código Civil al precisar que las prescripciones de corto tiempo a
que están sujetas las acciones especiales que nacen de ciertos actos o contratos, se
mencionan en los títulos respectivos, y corren también contra toda persona; salvo que
expresamente se establezca otra regla.

Por lo tanto, tratándose la prescripción de normas de orden público, deben aplicarse


restrictivamente y no existe disposición legal alguna que ampare la conclusión del fallo de
primera instancia. CAUSA Nº 530/2015 (CIVIL). RESOLUCIÓN Nº 12572 DE CORTE DE
APELACIONES DE COPIAPO, DE 20 DE NOVIEMBRE DE 2015

b. Doctrina

 Una sentencia señaló que “la acción... es de corto tiempo cuando su duración no es la general
fijada para las acciones ordinarias en el artículo 2515 del Código Civil, esto es, 5 años”. (C.
Santiago, 7 julio 1988, Rev. de Der., t. 85, sec. 2ª, pág. 63). Y participamos de ese criterio, de
forma que todas las prescripciones especiales de corto tiempo que no están tratadas en los
arts. 2521, 2522 y 2523 caben en la regla general del art. 2524. Por lo mismo a ellas no se les
aplica el art. 2523; cuando de su interrupción se trate, a falta de norma especial en el propio
texto que la establezca, no quedará sino recurrir a las prescripciones del art. 2518. 1

Además, a estas prescripciones no les son aplicables las reglas contenidas en el artículo 2523,
debiendo sujetarse, en cuanto concierne a la interrupción y su efecto, a las reglas generales de
los arts. 2518 y 2519, salvo que expresamente se establezca otra regla. Así lo han entendido
los autores1069 y es la doctrina de la jurisprudencia.

En consecuencia, no se les aplican las normas sobre interversión de la prescripción, ni


tampoco admiten suspensión.2

V. Artículo 100 de la Ley 18.092

a. Jurisprudencia

1
DOMÍNGUEZ ÁGUILA, Ramón, “La prescripción extintiva, doctrina y jurisprudencia”, Editorial Jurídica de
Chile, Santiago (2009), p. 363.
2
DOMÍNGUEZ ÁGUILA, Ramón, “La prescripción extintiva, doctrina y jurisprudencia”, Editorial Jurídica de
Chile, Santiago (2009), p.364.
Página 7 de 21
 “Quinto: …Lo anterior resulta también acorde, por cierto, con lo que se estatuye en el artículo
100 de la Ley N°18.092, aplicable al cobro de letras de cambio, de pagarés y asimismo al de
cheques (por remisión del artículo 11 de la Ley sobre Cuentas Corrientes Bancarias y
Cheques), en orden a que "La prescripción se interrumpe sólo respecto del obligado a quién se
notifique la demanda judicial de cobro de la letra, o la gestión judicial necesaria o conducente
para deducir dicha demanda o preparar la ejecución", norma que, si bien trata sobre otros
instrumentos mercantiles, diversos al perseguido en este litigio, aborda idéntica situación a la
que se prescribe tratándose del título fundante de la presente acción, escenario éste que lleva
a colegir que si existe la misma razón, resulta procedente arribar a idéntica conclusión para el
caso de haberse iniciado un pleito con la gestión previa de NOTIFICACIÓN DE FACTURAS,
esta es, que la notificación de la gestión preparatoria interrumpe la prescripción de la acción
intentada.

Sexto: Que del análisis previo resulta indefectiblemente que el plazo de prescripción aplicable
en la especie que contempla el artículo 10 de la Ley N°19.983 y que debe computarse a partir
del vencimiento, se ha interrumpido con la notificación efectuada del mismo al obligado, es
decir, con la notificación de la gestión preparatoria de la ejecución .” Rol No 7309-2010.
Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema.

 CUARTO. En consecuencia, de acuerdo con los antecedentes allegados a la causa, y que


sirven para resolver la contienda sometida a conocimiento de esta Corte, aparece que el
protesto de los cheques que se cobran en autos se efectuó el 1° de Abril de 2012, que la
notificación de la gestión preparatoria se efectuó con fecha 1° de Abril de 2013, según consta
de fojas 17 del cuaderno respectivo y que la demanda ejecutiva a que estos dieron lugar sólo
fue notificada el 11 de Noviembre de 2014, según consta de fojas 8 de autos, de todo lo cual
se desprende que al notificarse la acción ejecutiva que emana de los cheques, ésta ya se
encontraba prescrita. CAUSA Nº 638-2015 (CIVIL). RESOLUCIÓN Nº 45126 DE CORTE DE
APELACIONES DE LA SERENA, DE 19 DE OCTUBRE DE 2015.

 NOVENO: Que, en mérito de lo señalado, considerando especialmente los términos de la


referida convención, el plazo de un año de prescripción extintiva de la acción cambiaria
emanada del pagaré, que establece el artículo 98 de la Ley 18.092, ha de contarse desde el 8
de junio de 2012, fecha en que el acreedor manifestó su intención de acelerar el vencimiento
de las cuotas no devengadas, por lo que al 29 de mayo de 2013, cuando se practicó la
notificación de la demanda, el referido término no se encontraba cumplido, produciéndose así
la interrupción de la prescripción, conforme al artículo 100 de la Ley 18.092, respecto de las
cuotas no devengadas que se hicieron exigibles por efecto de la aceleración, razón por la cual
procedía, rechazar la excepción prevista en el número 17 del artículo 464 del Código de

Página 8 de 21
Procedimiento Civil; CAUSA Nº 21768-2014 (OTROS). RESOLUCIÓN Nº 267405 DE CORTE
SUPREMA, SALA PRIMERA (CIVIL) DE 18 DE DICIEMBRE DE 2014

 51. Interrupción civil del artículo 100 de la Ley Nº 18.092. No basta para que opere la
interrupción civil del artículo 100 de la Ley Nº 18.092, la que prevalece sobre las que señalan
los artículos 2503, 2518 y 2523 del Código Civil, un mero recurso o un simple requerimiento.
La ley exige que se trate de la notificación de la demanda judicial de cobro del pagaré, o de
gestiones judiciales necesarias o conducentes para deducir dicha demanda o preparar la
ejecución, carácter que no puede tener una medida prejudicial precautoria.

La interrupción civil que puede producirse por el ejercicio de "gestiones judiciales necesarias o
conducentes para deducir dicha demanda o preparar la ejecución", se está refiriendo a
aquellas cuestiones propias de los procedimientos especiales, como lo es la preparación de la
vía ejecutiva o en el caso de la acción hipotecaria la notificación previa a que se refiere el
artículo 758 del Código de Procedimiento Civil, porque esa gestión tiene por objeto "hacer
efectivo el pago de la hipoteca", o sea, cumple con ser una gestión necesaria conducente o
preparatoria de la ejecución, la cual no puede asimilarse a una medida prejudicial precautoria
que tiene otras finalidades, distintas a preparar una ejecución. C. Santiago, 6 diciembre 1993.
R., t. 90, sec. 2ª, p. 170.

b. Doctrina

 Se recordará que el inicio de la prescripción suscita controversia en los pagarés con


vencimientos sucesivos que contengan cláusula de caducidad o aceleración (vid. Nº 39.2). Y
además, que la prescripción cambiaria tiene regla especial sobre el alcance relativo y personal
de la interrupción (vid. Nº 61.1). Se recordará que el art. 100 de la Ley Nº 18.092 manda que la
interrupción se produzca sólo respecto del obligado a quien se notifique la demanda judicial de
cobro de la letra o pagaré o la gestión preparatoria para deducir esa demanda, por mucho que
haya solidaridad entre los varios obligados por ser sus firmantes, haciendo así excepción a la
regla que para los codeudores solidarios se contiene en el art. 2519 del Cód. Civil.

Como esta prescripción de un año es para la acción cambiaria sin otra calificación, poco
importa si se trata de la acción ejecutiva o de la ordinaria, desde que no hay distinción en la ley.
Por lo mismo, no cabe aquí la interversión de la prescripción, según la regla del art. 2523 del
Cód. Civil.1175.3

3
DOMÍNGUEZ ÁGUILA, Ramón, “La prescripción extintiva, doctrina y jurisprudencia”, Editorial Jurídica de
Chile, Santiago (2009), p. 403.
Página 9 de 21
VI. Artículo 10 de la Ley 19.983

a. Jurisprudencia

 SEXTO. Que del análisis previo resulta indefectiblemente que el plazo de prescripción
aplicable en la especie, que prevé el artículo 10° de la Ley 19. 983 y que debe computarse a
partir del vencimiento, se ha interrumpido con la notificación efectuada del mismo al obligado,
es decir, con la notificación de la gestión preparatoria de la ejecución.

SEPTIMO. Que el efecto propio de la interrupción civil es la pérdida de todo el tiempo de


prescripción que hubiere alcanzado a correr, produciéndose el resultado de esta institución al
notificarse el cobro de las facturas con fecha 29 de enero de 2007, esto es, antes de que -en
cuanto se refiere a la factura No. 04925 de fecha 31 de enero de 2006- hubiere transcurrido el
plazo de un año que establece el precepto referido en el motivo anterior. CAUSA Nº 871/2008
(CASACIÓN). RESOLUCIÓN Nº 7391 DE CORTE SUPREMA, SALA PRIMERA (CIVIL) DE 17
DE MARZO DE 2009.

VII. Prescripción se interrumpe con la notificación de la demanda

a. Jurisprudencia

 11°.- Que desde la fecha referida en el número anterior y el 11 de mayo de 2005, cuando se
tuvo a la parte de don Jorge Enrique Sepúlveda Sepúlveda por notificado de la demanda de
autos, transcurrió con creces el lapso de prescripción de cinco años establecido en el Código
Civil para las acciones ordinarias por cuyo motivo la prescripción de la acción alegada por el
demandado debe acogerse. CAUSA Nº 1494-2007 (CIVIL). RESOLUCIÓN Nº 137450 DE
CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO, DE 29 DE JULIO DE 2009.

 DUODÉCIMO. Que encontrándose demostrado en el presente caso que la mora o simple


retardo en el pago de la obligación que se demanda se produjo respecto de la cuota con
vencimiento el 24 (sic) de abril de 2006, atendidos los términos imperativos de la cláusula de
aceleración pactada, lleva a entender que el retardo se produjo a partir de dicha fecha,
oportunidad desde la cual corresponde computar el plazo de prescripción, el que transcurrió en
exceso al día 20 de marzo de 2008, en que se hizo la notificación de la presente demanda al
deudor, por lo que resulta evidente que la acción ejecutiva proveniente del pagaré que se
cobra en el pleito se hallaba a esa data íntegramente extinguida por el transcurso del año que
previene el artículo 98 de la Ley N° 18.092; CAUSA Nº 2206-2011 (CASACIÓN).
RESOLUCIÓN Nº 55048 DE CORTE SUPREMA, SALA PRIMERA (CIVIL) DE 12 DE
DICIEMBRE DE 2011.

Página 10 de 21
 Aclarado pues que existiría una responsabilidad aquiliana relativa a cada pago o devolución en
particular y precisado también la fecha de inicio del cómputo de la prescripción, resulta
necesario analizar a continuación de qué manera la prescripción liberatoria de ella se habría
interrumpido. Sobre el punto este Tribunal estima que si bien en la demanda se solicita
condenar a los demandados solidariamente al pago de una cantidad de dinero, fundándose en
la regla del artículo 2317 del Código Civil, no existe tal solidaridad mientras no exista sentencia
condenatoria ejecutoriada que declare la existencia de la responsabilidad solidaria, razón por
la cual la interrupción civil de la prescripción en los términos establecidos en el artículo 2503
del Código Civil ha de considerarse que obra independientemente para cada uno de los
demandados.

Así, atendida las fechas de notificación de la demanda ya señaladas y lo dispuesto en el


artículo 2332 del Código Civil, este Tribunal, acogiendo la excepción de prescripción
considerará extinguida por ella la acción para hacer efectiva la responsabilidad
extracontractual respecto del señor Lorenzo Villalón Gonzalez en relación a los actos
realizados con anterioridad al 17 de noviembre de 2007 y respecto de los demandados Garcia
y Sepulveda en relación a los actos realizados con anterioridad al 9 de diciembre de 2007,
como se dirá en lo resolutivo de esta sentencia . CAUSA Nº 4461-2014 (CIVIL). RESOLUCIÓN
Nº 50581 DE CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO, DE 19 DE ENERO DE 2015.

 Sexto: Que los sentenciadores, al proceder del modo relacionado en el considerando tercero,
establecieron erradamente que el plazo se debía contar desde la inhumación ocurrida el año
1966, porque, conforme se razonó previamente, debe entenderse que el interés jurídicamente
protegido existió sólo cuando los actores tuvieron conocimiento del hecho que les produce el
daño, lo que ocurrió al intentar ejecutar la exhumación autorizada y al constatar que los restos
de su padre no se encontraban donde debían estar. Por lo tanto, teniendo presente que la
demanda fue notificada el 3 de septiembre de 2013 ha tenido el efecto de interrumpir la
prescripción y se debe concluir que la acción se encuentra instaurada y notificada dentro del
plazo a que se refiere el artículo 2332 del Código Civil. CAUSA Nº 42433-2016 (CASACIÓN).
RESOLUCIÓN Nº 114880 DE CORTE SUPREMA, SALA TERCERA (CONSTITUCIONAL) DE
23 DE MARZO DE 2017

 d) Sólo la presentación de la demanda, siempre que ésta haya sido legalmente notificada (C.
Civil, art. 2503), es apta para producir la interrupción de la prescripción. C. Santiago, 15 julio
1937. R., t. 37, sec. 1ª, p. 179 (C. 7º)

 14. Casos en que la demanda no se notifica en forma legal. Dirigida una demanda contra
varias personas, no se produce la interrupción de la prescripción si se deja sin notificar a
algunos de los demandados o se notifica a un incapaz en vez de hacerlo a su representante
legal, ya que en ambos casos la demanda no está notificada en forma legal. La interrupción
Página 11 de 21
sólo se produce cuando todos los demandados quedan debidamente notificados. C. Santiago,
26 septiembre 1932. R., t. 31, sec. 2ª, p. 33.

 15. Notificación de la demanda; interrupción de la prescripción; ley posterior que acorta los
plazos de prescripción; derecho adquirido. La interrupción civil de la prescripción se produce
con la notificación de la demanda, único hecho que la ley exige para que obre la interrupción.
Esta constituye un derecho adquirido para el acreedor que ampara su crédito y que no puede
lesionarse por una ley de vigencia posterior que acorte los plazos de prescripción. No cabe,
pues, considerar la circunstancia de que la excepción de prescripción se formule después de la
vigencia de esta nueva ley. C. Suprema, 3 junio 1942. R., t. 40, sec. 1ª, p. 41.

 8. […] De esta manera, para clarificar la extensión del término en que se produjo la interrupción
de la prescripción deberá, entonces, determinarse la duración de la instancia procesal
respectiva, precisando para estos efectos su comienzo o el momento en que se produjo el acto
interruptivo -a través de la notificación de la demanda- y la fecha en que aquella concluyó.

9. Que, en consecuencia, corresponde necesariamente colegir que el plazo de prescripción


aplicable en la especie, que prevé el artículo 34 de la Ley de Cuentas Corrientes y Cheques, y
que debe computarse a partir de la fecha del protesto del documento mercantil invocado, se ha
interrumpido con la respectiva notificación sobre esta situación en particular efectuada al
girador, es decir, con la notificación de la gestión preparatoria de la ejecución; CAUSA Nº
5911/2010 (CASACIÓN). RESOLUCIÓN Nº 32020 DE CORTE SUPREMA, SALA PRIMERA
(CIVIL) DE 1 DE SEPTIEMBRE DE 2010.

 PRESCRIPCIÓN. ACCIONES. INTERRUPCIÓN. La prescripción que extingue las acciones


ajenas puede interrumpirse, ya naturalmente por el hecho de reconocer el deudor la obligación,
ya expresa o tácitamente, ya civilmente por la demanda judicial, y que ni aún así se interrumpe
en este último caso, si la notificación de la demanda no ha sido hecha en forma legal ; o si el
recurrente se desistió expresamente de la demanda o se declaró abandonada la instancia; o si
el demandado obtuvo sentencia de absolución. RECURSO JUDICIAL. Para que pueda operar
la interrupción de la prescripción, es menester que el recurso judicial, cualquiera sea, denote el
ejercicio por parte del actor, de la acción respecto de la cual la prescripción se encuentra
corriendo. CAUSA Nº 2860/2003 (CASACIÓN). RESOLUCIÓN Nº 8845 DE CORTE
SUPREMA, SALA PRIMERA (CIVIL) DE 27 DE MAYO DE 2004.

 79.3. Sentencias que exigen requerimiento judicial. Se ha sostenido que “el vocablo
‘requerimiento’ usado por el Código Civil en el número 2 de su artículo 2523 involucra una
acción en movimiento, concepto que al referirse a la interrupción de la prescripción abarca dos
aspectos: uno previo, de petición, y el otro, consecuencia de aquél, que es poner en
conocimiento de la parte afectada aquel petitorio, o dicho en otras palabras: la demanda y la

Página 12 de 21
notificación de la misma”. Esa doctrina ha sido reiterada en otras sentencias. (1038 C.
Santiago, 31 diciembre 1990, Rev. de Der., t. 87, sec. 3ª, pág. 193; 5 diciembre 1990, Rev. de
Der., t. 87, sec. 3ª, pág. 188.)4

Por ello se ha resuelto que “la interrupción de la prescripción, según el artículo 2523, opera
mediante requerimiento al deudor, que implica la notificación de la demanda dentro del plazo
previsto por la ley”, (1040 C. Santiago, 5 diciembre 1990, Rev. de Der., t. 87, sec. 3ª, pág. 188.
En igual sentido, 31 diciembre 1990, Rev. de Der., t. 87, sec. 3ª, pág. 193; C. Talca, 18 mayo
1951, Rev. de Der., t. 48, sec. 2ª, pág. 12. argumento que se ha aplicado a una prescripción
de corto tiempo. En sentido similar, se ha fallado que “la expresión requerimiento refleja la
exigencia de dar noticia al demandado y eventual prescribiente de lo solicitado judicialmente.
Corrobora esta afirmación el significado que a esta expresión le otorga el Diccionario de la
Real Academia Española, según el cual ‘es el acto judicial por el que se intima que se haga o
se deje de ejecutar una cosa’ o ‘el aviso, manifestación o pregunta que se hace, generalmente
bajo fe notarial, a alguna persona exigiendo o interesando de ella que exprese y declare su
actitud o respuesta’. Como es evidente, sólo se puede intimar la ejecución de algo o exigir una
respuesta o actitud, cuando el requerimiento correspondiente ha sido puesto en conocimiento
del requerido” C. Suprema, 26 marzo 1993, Fallos del Mes, 329, Nº 3, pág. 175, contra esta
sentencia se interpuso recurso de queja, y la Corte Suprema lo desestimó). 5

VIII. No procede la interrupción de la prescripción si el plazo ha vencido

 8. Oportunidad para interrumpir la prescripción. a) Para que una prescripción se interrumpa


es necesario que esté corriendo el plazo legal exigido para producirla. Después de vencido
el mismo, no cabe interrupción. C. Suprema, 5 marzo 1945. R., t. 43, sec. 1ª, p. 2.

 9. La interrupción de la prescripción exige que ésta se halle en curso. La interrupción de la


prescripción sólo procede cuando ésta se encuentra corriendo y no cuando el plazo de
aquélla ha vencido. 1. C. Suprema, 6 octubre 1988. F. del M. Nº 359, sent. 12ª, p. 670 (C. 7º,
p. 672). G. J. Nº 100, sent. 2ª, p. 14 (C. 7º, p. 16). R., t. 85, sec. 1ª, p. 168 (C. 7º, p. 169). 2.
C. Suprema, 16 abril 1991. G. J. Nº 130, sent. 1ª, p. 23 (C. 7º p. 26). R., t. 88, sec. 1ª, p. 24.

 10. No procede interrupción de la prescripción consumada. El reconocimiento tácito de una


obligación de pagar una deuda no constituye elemento que permita fundar una interrupción a
4
DOMÍNGUEZ ÁGUILA, Ramón, “La prescripción extintiva, doctrina y jurisprudencia”, Editorial Jurídica de
Chile, Santiago (2009), p. 355.
5
DOMÍNGUEZ ÁGUILA, Ramón, “La prescripción extintiva, doctrina y jurisprudencia”, Editorial Jurídica de
Chile, Santiago (2009), p. 355.
Página 13 de 21
la prescripción extintiva alegada si a la fecha de presentación de los documentos en el juicio
el plazo de prescripción había vencido con anterioridad.3 1. C. Suprema, 27 septiembre
1990. F del M. Nº 382, sent. 10, p. 492 (C. 13 y 14, p. 494). 2. C. Santiago, 29 agosto 1990.
G. J. Nº 122, sent. 2ª, p. 38 (C. 11, p. 39).

 b) La prescripción extintiva no puede entenderse interrumpida por la demanda, si la


notificación de ésta no se hace en forma legal, antes de vencer el respectivo plazo de
prescripción. Por tanto, para que la demanda interrumpa la prescripción de cuatro años de la
acción derivada de un delito o cuasidelito, es necesario que aquélla se notifique antes de
expirar dicho plazo. C. Suprema, 20 julio 1938. R., t. 36, sec. 1ª, p. 118.

SENTENCIAS PERJUDICIALES

 4. Inaplicabilidad del artículo 2518 a la prescripción de las acciones de corto tiempo. Si bien el
artículo 2518 aplica el artículo 2503 a la interrupción de las acciones judiciales, en él no están
comprendidas las acciones que prescriben en corto tiempo, materia de otro párrafo. C. Tacna,
14 noviembre 1907. R., t. 6, sec. 2ª, p. 18 (C. 6º).

 60. Desde cuándo se cuenta la interrupción civil de la prescripción; presentación de la


demanda; notificación. a) La interrupción civil de la prescripción se cuenta desde la
presentación de la demanda o del recurso judicial. Ella, aunque sin su notificación, carece de
significado procesal, una vez realizado este trámite, sus efectos se retrotraen a la fecha de
aquella presentación.

La presentación de la demanda, vale decir, el acto por el cual el acreedor reclama o persigue
su derecho en juicio, constituye el evento público y ostensible que pone de manifiesto el
propósito del titular del derecho de instar por su resguardo poniendo en conocimiento de la
justicia su pretensión en tal sentido.

Los efectos de la interrupción no pueden quedar expuestos a las artes y maniobras del deudor.
Este, una vez presentada la demanda interruptora, podría dilatar o dificultar la práctica de la
notificación más allá del plazo del vencimiento de la prescripción, evitando de esta manera que
ella quedara interrumpida con el recurso judicial del acreedor que precisamente tiende a
impedir su curso. C. Santiago, 29 octubre 1963. R., t. 60, sec. 2ª, p. 130.

 Si bien la primera postura ha sido acogida mayoritariamente por la doctrina y la jurisprudencia,


en favor de la segunda alzó su voz, muy tempranamente, don J.C.F., quien sostuvo que “Si la

Página 14 de 21
prescripción se interrumpe con cualquier recurso, no debe contarse la interrupción desde la
fecha de la notificación de la demanda, sino desde la fecha en que se entabló el recurso o la
demanda. Es cierto que sin la notificación no surte efecto la demanda, pero efectuada la
notificación se retrotraen sus efectos a la fecha en que se interpuso la demanda o el recurso.
De aquí ha nacido la práctica de poner “cargo” a los escritos” (Instituciones de Derecho Civil
Chileno, tomo II, Imprenta y Librería Ercilla, 1902, pág. 446). En la doctrina actual se inclinan
por esta interpretación los profesores D.P.A. (ob. cit., pág. 415) y R.D.A. (“La Prescripción
Extintiva. Doctrina y Jurisprudencia”, Editorial Jurídica, año 2004, pág. 260 y ss.), sin perjuicio
de otros autores que también han manifestado su conformidad con ella, como don R.A.M.
(citado por D., en ob. cit., pág. 264, nota 784).

Esta Corte, en un fallo reciente cuya línea adoptaremos, se ha inclinado por dicha
interpretación, sentando el criterio de que “la correcta doctrina es que la mera presentación de
la demanda interrumpe la prescripción, siendo la notificación de la misma una condición para
alegarla, debiendo circunscribir su efecto al ámbito procesal, pero no como un elemento
constitutivo de la interrupción de la prescripción”. (considerando 6°). Para llegar a esta
conclusión argumenta, fundamentalmente, que se han confundido los efectos procesales de la
notificación y los aspectos sustantivos en que descansa la prescripción, lo que ha llevado
erróneamente a exigir que la voluntad interruptiva se haga depender de su conocimiento por el
deudor, a pesar de que ella no tiene por qué tener un carácter recepticio; que el artículo 2503
N°1 del Código Civil no señala que deba notificarse dentro del plazo de prescripción para que
ésta se entienda interrumpida, sino sólo que para alegar la interrupción la demanda debe
haber sido notificada, sin indicar la época en que debe realizarse ni que deba tener lugar antes
de expirar el plazo; que la notificación no es un acto que se encuentre en la esfera única del
acreedor, por lo que queda supeditado a los vaivenes del receptor y no siempre fácil ubicación
del deudor; y que la sola presentación de la demanda parece satisfacer de mejor manera el
requisito de manifestar la voluntad de reclamar su derecho, socavando el fundamento mismo
de la prescripción, que estriba en sancionar la desidia o negligencia del acreedor en la
protección de su derecho. El fallo invita a variar el criterio mayoritariamente sostenido sobre el
punto hasta la fecha, sosteniendo que contradice el fundamento mismo de la prescripción y
privilegia una interpretación que no tiene asidero legal (Corte Suprema, 31 de mayo de 2016,
rol N°6900-15).

En complemento de las anteriores argumentaciones cabe agregar, en primer término, que


como la interrupción de la prescripción consiste en la cesación de la pasividad del sujeto en
contra de quien se prescribe, quien sale de su inactividad y acude al tribunal a manifestar su
interés por mantener su derecho, pedir el conocimiento del poseedor o deudor –que equivale a

Página 15 de 21
exigir se le notifique– es añadir una exigencia que los textos no piden y que, en definitiva, no
hace a la esencia de la institución. En tal sentido se debe considerar que la interrupción es un
acto no recepticio. (P., ob. cit., pág. 415). Por otra parte, no es posible desentenderse del tenor
literal de las normas que rigen la interrupción, sea en el ámbito de la prescripción extintiva
(artículo 2518), o de la adquisitiva (artículo 2503); en el primer caso, se señala que la
prescripción se interrumpe civilmente por “la demanda judicial” y, en el segundo, que la
interrupción civil es “todo recurso judicial intentado” por quien se pretende verdadero dueño de
la cosa. Ninguna de las dos disposiciones exige que el recurso o demanda deba ser notificado
para producir el efecto interruptivo, y el hecho que el artículo 2503 en su numeral 1° –al cual se
remite también el artículo 2518 citado– establezca que no se podrá alegar interrupción “si la
notificación de la demanda no ha sido hecha en forma legal”, no quiere decir, sino, que para
producir efectos procesales y dar inicio al proceso, la demanda debe ser notificada, lo cual no
está en discusión, pero eso no significa, como advierte el profesor D., que la ley exija que la
notificación dentro del plazo sea el instante de la interrupción, sino la simple constatación de
que la nulidad de la notificación borra el efecto interruptivo que haya podido producirse (ob. cit.,
pág. 263). Interesa reiterar, también, que la interpretación que exige la notificación antes del
vencimiento del plazo parece haber surgido de la confusión o no distinción entre los efectos
sustantivos y procesales de la demanda, por lo que es útil tener presente, que ésta,
“sustantivamente, constituye la protesta ante el tribunal por custodiar el derecho;
procesalmente, inicia el juicio respectivo; con la notificación queda trabado el juicio y cobra
eficacia el acto interruptivo, pero que ya quedó configurado al presentarse la demanda” (ob.
cit., P., pág. 415). Desde esta perspectiva, estimamos que se pone en su justa dimensión el rol
de la notificación, que si bien es condición para que opere la interrupción, no determina el
momento en que ha de entenderse verificada. Esta distinción, fortalece la conclusión de que
basta que la demanda sea presentada dentro del plazo, aunque la notificación se practique
eficazmente después que este se haya cumplido. En cuanto a los aspectos prácticos que
contribuyen a dar sustento a la postura analizada, hay una antigua sentencia de la Corte de
Valparaíso que resume bien las distorsiones que se pueden producir de exigir la notificación
como condición previa, al advertir que “los efectos de la interrupción no pueden quedar
expuestos a las artes y maniobras del deudor, quien una vez presentada la demanda
interruptoria podría dilatar o dificultar la práctica de la notificación más allá del vencimiento de
la prescripción impidiendo de esta manera que ella quedara interrumpida con el recurso judicial
del acreedor que tiende precisamente a impedir su curso” (29 de octubre de 1963, RDJ; secc.
2°, pág. 130). Cabe consignar, además, que las dificultades en la ubicación del deudor,
efectivamente, generan una situación de desigualdad en los plazos reales a que el acreedor o
poseedor está sometido, lo que no resulta razonable. (Ver voto en causa Rol N° 47.649-2016,
que destaca este aspecto, señalando que al estimarse que para interrumpir la prescripción
basta que la demanda sea presentada antes de cumplirse el plazo, “todos los acreedores (y
Página 16 de 21
dueños en su caso) quedan en igualdad de condiciones para disfrutar del plazo que la ley les
confiere, con prescindencia de las diferentes dificultades que comparativamente tengan para
notificar a sus respectivos adversarios”).

En fin, para concluir, parece necesario recalcar que la tesis que se viene analizando es la que
más se aviene con el espíritu de la institución, ya que es la presentación de la demanda, esto
es, el acto de reclamar o perseguir su derecho en juicio por parte del acreedor, el evento
público y ostensible que pone de manifiesto el propósito del titular del derecho de instar por su
resguardo, poniendo en conocimiento de la justicia su pretensión en tal sentido.

Cuarto. Que, comentando la sentencia de esta Corte de 31 de mayo de 2016, rol N° 6900-15,
el profesor H.C. –que, en lo fundamental, manifiesta estar de acuerdo con la doctrina sentada–
advierte que “esta podría prestarse para abusos, porque si bien la gestión de notificación de la
demanda puede demorar por circunstancias ajenas al control del demandante, lo cierto es que
la omisión o retardo también puede deberse a su negligencia o incluso su mala fe”, a
consecuencia de lo cual se pregunta si habrá de entenderse que la prescripción podrá
permanecer indefinidamente interrumpida, bajo la condición de que llegue a notificarse, lo que
desde luego, iría contra los fundamentos de la prescripción.(“Interrupción Civil de la
Prescripción; ¿giro jurisprudencial”,en Derecho y Academia;
https://corraltalciani.wordpress.com/2016/06/26).

El problema planteado por el profesor Corral es real y pareciera ser aquel que inhibe a algunos
para entender que la interpretación que aquí se adopta es la correcta. Desde esa perspectiva,
resulta evidente que soluciones normativas como la prevista por el Código Civil de Québec
(artículo 2892) y destacada por el profesor P., conforme a la cual la demanda presentada antes
de cumplirse el plazo interrumpe la prescripción, siempre que se notifique dentro de los 60 días
siguientes al cumplimiento del plazo, serían deseables en nuestro ordenamiento (ob. cit., nota
618, pág. 414). Sin embargo, la ausencia de una salida de esta naturaleza, no impide que el
juzgador o juzgadora evalúe, en su momento y enfrentado al caso que preocupa, alguna
interpretación que permita encauzar la institución de la interrupción a la finalidad buscada,
como el mismo autor citado propone en el comentario en cuestión, al sugerir un alcance del
artículo 2503 N°1 del Código Civil que estima podría cumplir con ese objetivo.

[…]

Acordada con el voto en contra de la ministra Chevesich y de la abogada integrante


Etcheberry, quienes fueron de opinión de acoger el recurso, por las siguientes
consideraciones:

Que la interrupción civil del curso del término legal necesario para declarar la prescripción
extintiva, según lo señala el artículo 2518 del Código Civil, se produce por la demanda judicial,

Página 17 de 21
salvo que concurran los casos enumerados en el artículo 2503 del mismo cuerpo legal, que
son los siguientes: 1° si la notificación de la demanda no ha sido hecha en forma legal; 2° si el
recurrente desistió expresamente de la demanda o se declaró abandonada la instancia; y 3° si
el demandado obtuvo sentencia de absolución.

Pues bien, a juicio de las disidentes, la interpretación correcta de dichas normas es aquella
que postula que es la notificación judicial de la demanda efectuada en forma legal la que
provoca el efecto de impedir que se complete el plazo de que se trata, porque pretender que
es la sola presentación del libelo, pero supeditada a su notificación judicial posterior,
significaría, en primer lugar, que quedaría al arbitrio del demandante la determinación de la
época en que la interrupción se consolidaría, lo que ocurriría sólo cuando decida que se lleve a
cabo la notificación, efectuando el encargo al ministro de fe competente, en segundo lugar, no
se entendería la excepción del número 1 del artículo 2503 ya que si no se produce la
interrupción en el caso de notificación ilegal de la demanda, menos se entenderá que la
interrumpe si no ha sido notificada de modo alguno y, en tercer lugar, porque con dicha postura
se estaría dotando a la referida actuación judicial de un efecto retroactivo que la legislación
nacional no le otorga ni reconoce, pues, en definitiva, habría que entender que si una
demanda, v. gr., se presentó con la data de la presente sentencia y se notifica el 25 de julio de
2028, la interrupción civil se produjo en la primera fecha, esto es, casi once años antes;
situación que sería plenamente factible, porque nuestra legislación no consagra una norma
similar a la del inciso primero del artículo 94 del Código General del Proceso colombiano, que
señala, lo siguiente: “La presentación de la demanda interrumpe el término para la prescripción
e impide que se produzca la caducidad siempre que el auto admisorio de aquella o el
mandamiento ejecutivo se notifique al demandado dentro del término de un (1) año contado a
partir del día siguiente a la notificación de tales providencias al demandante. Pasado este
término, los mencionados efectos solo se producirán con la notificación al demandado”, o a la
del artículo 2892 del Code Civil du Québec, que establece que el plazo para notificar una
demanda presentada antes de expirar el plazo de prescripción, es de sesenta días contados
desde el vencimiento de dicho término legal. Lo señalado, en opinión de las disidentes, se
traduce en desconocer el modo de extinguir las acciones judiciales a que se hace referencia,
con ello, sus instituciones afines, por las razones que se señalarán.

Además, no notificar la demanda constituye un obstáculo insalvable para que se inicie el juicio,
que no puede imputarse sino a la desidia del demandante, pues no es posible que se invoque
como argumento la imposibilidad de practicarla, por ser inubicable el demandado, dado que
existen herramientas procesales para superar dicho escollo –la notificación de que trata el
artículo 54 del Código de Procedimiento Civil y la designación de un defensor de ausentes-, y
es precisamente la pasividad o indolencia del acreedor el fundamento de una de las
situaciones a que alude el número 2 del artículo 2503 del Código Civil, a saber, el abandono de
Página 18 de 21
la instancia hoy del procedimiento, con la diferencia que ésta institución de naturaleza procesal
sanciona la negligencia del demandante por no realizar las gestiones útiles para hacer avanzar
el procedimiento hasta su conclusión normal. Tratándose de las otras situaciones que señala
dicha norma legal -desistimiento de la demanda y dictación de una sentencia absolutoria-, que
presentándose del mismo modo obstan a que opere la interrupción civil, implican,
necesariamente, que al demandado se le dio noticia que se interpuso una demanda en su
contra para obtener que cumpla su obligación y, obviamente, no puede provocar el efecto a
que se hace referencia por la actitud voluntaria asumida por el actor, ya que el desistimiento
genera, conforme lo establece el artículo 150 del Código de Procedimiento Civil, la extinción de
las acciones a que él se refiere, con relación a las partes litigantes y a todas las personas a
quienes habría afectado la sentencia del juicio a que se pone fin. En lo que concierne al
segundo caso, porque el actor no logró acreditar los presupuestos de su pretensión.

A lo señalado, se debe agregar la postura asumida por el legislador en el artículo 100 de la Ley
N° 18.092, que dispone “…que la prescripción se interrumpe con la notificación judicial de la
demanda…”. Obviamente, hay diferencia en la terminología que utiliza, en relación al artículo
pertinente del Código Civil, lo que no autoriza concluir que sólo en este caso el legislador
exigió la notificación judicial de la demanda, pues la utilización de una precisa y directa lo fue
para confirmar su criterio en orden a la necesidad de noticiar de la demanda para que se
interrumpa el término legal necesario para declarar la prescripción. Arribar a una conclusión en
sentido contrario, significaría que el legislador habría establecido una situación de excepción
respecto de aquellos deudores cuya acreencia consta en una letra de cambio o en un pagaré,
en relación a los cuya deuda está atestiguada en una escritura pública o privada, particularidad
que de igual forma se debería hacer extensible a los acreedores, según sea el título en que se
consigna el crédito. Asimismo, corrobora lo que se sostiene, en el sentido que es la notificación
de la demanda la que interrumpe el curso legal de la prescripción, los claros términos del inciso
2° del artículo 18 de la Ley N° 17.322, que establece normas para la cobranza judicial de
cotizaciones, aportes y multas de las instituciones de seguridad social, en la medida que
señala “…pero los plazos de prescripción se considerarán interrumpidos en todo caso por la
sola presentación de la demanda…”; pues significa que el legislador tratándose del cobro de
cotizaciones previsionales, alteró, dado el bien jurídico protegido, expresamente la regla que
estas discrepantes asumen que es la correcta, de lo contrario no se divisa la razón de sus
términos;

4. Que, no entenderlo de la manera como se postula, significaría que serían letra muerta las
disposiciones que consagran la interrupción natural de la prescripción y las obligaciones
naturales, como también la que autoriza al deudor a renunciar al derecho a alegar la

Página 19 de 21
prescripción extintiva, pues no obstante tener pleno conocimiento de la oportunidad en que
empezó a correr el término legal necesario para que opere la prescripción como medio de
extinguir las acciones y derechos ajenos, que no es sino a contar de la época en que la
obligación se hizo exigible, desconocería la oportunidad en que el plazo se interrumpió
civilmente, al entenderse que ello ocurre con la mera presentación de la demanda, por lo tanto,
nunca podría interrumpirlo naturalmente, ni tener la certeza si está solucionando una
obligación natural, menos renunciar al derecho a alegar en juicio el medio de extinguir a que se
hace referencia. Tampoco deducir una demanda en juicio ordinario solicitando que se declare
la prescripción extintiva, por haber transcurrido el término legal.

Lo anterior conduce a una situación paradójica, la instauración de instituciones que, en


definitiva, es muy difícil o imposible que se configuren; sin perjuicio de que podría llegarse a
una situación extrema, que nunca transcurra el plazo de que se trata si llegada la época de
vencimiento de la obligación o el hecho que la genera, el acreedor deduce de inmediato la
respectiva demanda, sin notificarla. Y lo más grave, es que no aplicarían solamente para
aquellos insolventes cuyas deudas no constan en letras de cambio y pagarés, porque
figurando en dichos instrumentos, aplica lo que dispone el artículo 100 de la Ley N° 18.092,
con ello, toda las instituciones relacionadas con el modo de extinguir a que se hace referencia;
contexto que autoriza colegir que el estado de incertidumbre que la prescripción extintiva
pretende derrotar afectaría únicamente a los primeros y a quienes consintieron responder por
aquéllos constituyendo una garantía real o personal, pues el artículo 2516 del Código Civil
señala que “La acción hipotecaria, y las demás que proceden de una obligación accesoria,
prescriben junto con la obligación a que acceden”; CAUSA Nº 7407/2016 (CASACIÓN).
RESOLUCIÓN Nº 283255 DE CORTE SUPREMA, SALA CUARTA (MIXTA) DE 7 DE JUNIO
DE 2017.

 Octavo. Que, en primer término, corresponde determinar cuándo se produce la interrupción de


la prescripción de la acción indemnizatoria. En otras palabras, se debe dilucidar si la
presentación de la demanda y su notificación constituyen elementos constitutivos de la
interrupción, o, al contrario, si la notificación de la demanda sólo resulta una condición para
alegar la prescripción en la instancia respectiva.

Como esta Corte ha señalado en sentencia de 31 de mayo de 2016, dictada en causal rol N°
6.900-2015, la correcta doctrina es que la mera presentación de la demanda interrumpe la
prescripción, siendo la notificación de la misma una condición para alegarla, debiendo
circunscribirse su efecto al ámbito procesal, pero no como un elemento constitutivo de la
interrupción de la prescripción. El artículo 2518 del Código Civil indica que: “Se interrumpe
civilmente por la demanda judicial; salvos los casos enumerados en el artículo 2503”. Desde ya
Página 20 de 21
es posible sostener que, excepción hecha de las hipótesis mencionadas en el artículo 2503, la
demanda judicial interrumpe civilmente la prescripción. Si se repara en el distingo entre el
efecto procesal y el sustantivo de la demanda, no parece adecuado exigir para la interrupción
la notificación de la demanda, la que si bien debe dotarse de consecuencias en el ámbito
estricto del derecho procesal al configurar el inicio del procedimiento, no cabría estimarla un
elemento constitutivo de la interrupción civil. Esto se refuerza si se considera que la
notificación no constituye un acto dentro de la esfera única del acreedor, pues queda
supeditada su realización a los vaivenes del acto procesal del receptor y la no siempre fácil
ubicación del deudor. A esto cabe agregar que el fundamento de la prescripción estriba en
sancionar la desidia o negligencia del acreedor en la protección de sus derechos o en el
reclamo de los mismos. La presentación de la demanda parece satisfacer este requisito dado
que ahí aflora la voluntad de hacer efectivo un derecho mediante la acción respectiva, sin que,
para ese menester, haya necesidad de notificarla. Según D.Á., “Habrá de reconocerse sin
embargo, que en el estado actual de la jurisprudencia ya es regla la que obliga a notificar la
demanda antes que el plazo de prescripción haya transcurrido; pero no porque tal sea la
jurisprudencia dominante podemos aceptar la doctrina sin otra consideración. Ella proviene
más bien de la confusión que generalmente existe entre los efectos procesales de la
notificación y los aspectos substantivos en que descansa la prescripción, y no separar unos de
otros determina aquí que se pretenda exigir que la voluntad interruptiva se haga depender de
su conocimiento por el deudor, a pesar que aquella no tiene por qué tener un carácter
recepticio. Es verdad que el Código exige luego para mantener el efecto interruptivo que haya
una notificación válida; pero no la pide para que ese efecto se produzca inicialmente” (La
prescripción extintiva, Santiago, Jurídica, 2004, p. 263). Queda todavía por considerar que el
artículo 2503 Nº1 no señala que deba notificarse dentro del plazo de prescripción para que
ésta se entienda interrumpida. Sólo indica que para alegar la interrupción la demanda debe
haber sido notificada sin indicar la época en que deba realizarse ni tampoco que deba tener
lugar antes de expirar el plazo.

Atendido lo reflexionado, cabe concluir que la mera presentación de la demanda produce el


efecto de interrumpir el período de prescripción de la acción.

De esta manera, se varía el criterio mayoritario que ha sostenido que la interrupción de la


prescripción requiere la presentación de la demanda y además su notificación aun
devengándose el plazo de prescripción, toda vez que esta posición doctrinal y jurisprudencial
contraviene el fundamento mismo de la prescripción que sanciona el descuido, desidia y
negligencia de quien tiene un derecho y en cambio privilegia una interpretación que no tiene
asidero en los artículos 2518 y 2503 Nº 1, ambos del Código Civil. CAUSA Nº 58985/2016
(CASACIÓN). RESOLUCIÓN Nº 33 DE CORTE SUPREMA, SALA CUARTA (MIXTA) DE 11 DE
ENERO DE 2018.
Página 21 de 21

También podría gustarte