Manejo conductual, dolor,
miedo, ansiedad y estrés en la
práctica odontopediátrica
Revisión de la literatura
Carmen de la Luz Ayala Escandón
Mg Sc en Odontopediatría. Profesor-Investigador del posgrado en
Odontopediatría de la Unidad Académica de Odontología de la Universidad
Autónoma de Zacatecas. Presidenta del Colegio de Odontología Infantil del
Estado de Zacatecas, A.C., Práctica Privada.
E
Resumen
l objetivo de esta revisión es describir
las técnicas del manejo de conducta
en pacientes infantiles bajo estados de
miedo, ansiedad y estrés relacionada
con la práctica de la Odontopediatría,
el abordaje de la fisiología del dolor
y su manejo, a través de técnicas
farmacológicas y no farmacológicas (psicológicas y
psicoterapéuticas) o combinadas. Generalmente el
niño es susceptible a situaciones de miedo, ansiedad
y estrés que se reflejan en el tratamiento odonto-
pediátrico. Pese a que las técnicas tradicionales
empleadas en odontopediatría pueden ser adecua-
das, existe polémica en el uso de algunas de ellas.
El rechazo por parte de los padres, así como las
diversas implicaciones legales y éticas ocasionan
una revaloración de actitudes y técnicas, sobre todo
las de tipo aversivo, lo cual conlleva intensificar la
investigación en esta área a fin de buscar nuevas
alternativas, tales como la hipnosis, musicoterapia,
distracción audiovisual y aromaterapia. Por ello es
necesario conocer nuevas técnicas en el manejo de
conducta del paciente odontopediátrico y ser capaces
de enfrentar y solucionar estos cuadros emocionales,
en sus distintas etapas de desarrollo.
Palabras clave: Tratamiento dental, ansiedad, dolor,
estrés, psicoterapia, odontología pediátrica, manejo
de conducta, hipnosis, musicoterapia, medios
audiovisuales, aromaterapia.
Introducción
El manejo de conducta es parte esencial en la prác-
tica diaria del odontopediatra, ello implica un entre-
namiento y conocimiento del desarrollo emocional
y sociológico del niño, así como la evaluación de su
grado de comunicación y su entorno social y familiar1,
para crear la confianza con el paciente y desarrollar
una actitud dental positiva a largo plazo.
24 OdontoPediatría Actual / año 2, núm. 6, Junio de 2013
El comportamiento no cooperativo de los niños bajo
ansiedad causada por miedo al dolor o a lo descono-
cido, es un impedimento para proveer un tratamiento
odontológico de buena calidad, ya que además de
requerir más tiempo de atención se corre el riesgo
de producir un daño físico y/o psicológico.
El dolor se considera como una experiencia emo-
cional y sensorial desagradable, producida a través
de complejos mecanismos sensoriales y afectivo-
emocionales2. Este se asocia a la ansiedad producida
por un estado de estrés a nivel de la conciencia
causando un incremento de la percepción del en-
torno con una reacción inespecífica al dolor. Por
ello, debemos prevenir el dolor y con ello evitar la
ansiedad, provocada por la ansiolisis.3
El dolor en bebés y niños ha sido mal interpretado,
diagnosticado y tratado por años. Creyéndose que los
niños muy pequeños no tenían la percepción sensorial
completamente desarrollada4. Actualmente se conoce
que la percepción sensorial del dolor se extiende a
la piel y mucosas del feto desde la vigésima semana
de gestación. Por tanto, las vías sensoriales para
transmitir el dolor ya se encuentran desarrolladas
en los recién nacidos y lactantes.
Niños como adultos experimentan el dolor agudo y
crónico, y desde el nacimiento incluso perciben el
dolor y su alivio es fundamental para evitar problemas
de tipo físico y psicológico. El recién nacido expresa
el dolor que siente por medio de llantos o gestos.5
Las técnicas tradicionales pueden ser satisfactorias,
pero la actitud de padres y odontopediatras hacia
ellas cambia debido a nuevas corrientes tecnológicas
y nuevas técnicas no farmacológicas 6 del manejo de
conducta por la aplicación de métodos psicológicos
y psicoterapéuticos.
Factores asociados al dolor
1. Factores culturales-ambientales. Comprenden
la expresión del dolor, lenguaje del dolor, roles
sociales, expectativas y percepciones sobre
cuidado médico.7
2. Factores genéticos. Expresan una diversidad de
diferencias en el comportamiento humano, tanto
 en las interacciones psicosociales, cognitivas y
procesos psicofisiológicos. La influencia gené-
tica sobre la sensibilidad del dolor, expresan las
interacciones de factores genéticos y factores
ambientales que también son determinantes.
3. Factores emocionales. Poseen una destacada
importancia en la severidad del dolor. El miedo,
la ansiedad y estrés pueden amplificar el dolor.
Las experiencias dolorosas pasadas juegan un
papel importante en la percepción del dolor,
pudiendo aumentarlas, debido a que los niños
tienen recuerdo del dolor principalmente bajo
estados de ansiedad.8,9,10
Fisiología del dolor
En seguida de presentarse una lesión (química,
mecánica, térmica), la transmisión de impulsos do-
lorosos, inician en receptores especiales llamados
nociceptores11, terminaciones nerviosas libres que se
encuentran en diferentes tejidos como: piel, órganos,
vasos sanguíneos, huesos y músculos.
El dolor nocioceptivo tiene tipologías bien conocidas
para el humano. Las sensaciones dolorosas presentan
variaciones que corresponden a un área de tejido u
órgano relacionado con una lesión, sin que pueda
establecerse un área tróncela nerviosa, radicular o
medular12,13.
Por su evolución el dolor puede ser agudo o crónico:
t
Agudo: sucede en niños, durante las enfermedades
infecciosas, intervenciones dolorosas o posterior
a una cirugía con evolución corta en el tiempo. En
ocasiones, el dolor puede restringir la actividad del
paciente, evitando un daño mayor, favoreciendo
su restablecimiento o recuperación, más si es
persistente e intenso puede ser nocivo para él.
t
Crónico: es prolongado en el tiempo, perdiendo
su función de “alerta”, permaneciendo como una
molestia. Es una manifestación habitual durante
la niñez y puede asociarse a un incremento de
ansiedad o depresión, es una restricción del
desarrollo social, físico y provoca ausentismo
escolar. Si el dolor persiste durante la niñez puede
desarrollarse un dolor crónico en la edad adulta.
Según el origen el dolor puede ser:
t
Corporal o somático: este es debido a estímulos
mecánicos (golpe) o químicos (quemaduras). Es
localizado y suele incrementar en intensidad con
el movimiento de esa parte del cuerpo (hema-
toma tras un golpe, fractura dentaria, herida en
la piel, entre otros).
t
Visceral: como su nombre lo indica, es el dolor
que proviene de algunas órganos que tienen sus
propios receptores de dolor; como el corazón o
el intestino. El dolor visceral puede ser referido.
Dolor en odontopediatría
El dolor de origen dental es de tipo somático profundo y
presenta una variedad de efectos excitatorios centrales
que incluyen dolor referido, efectos autónomos y la
inducción de espasmos y puntos desencadenantes
en músculos inervados por el trigémino.14,15
El dolor dental se describe como una sensación
dolorosa, sorda y opresiva que en ocasiones, es
pulsátil, ardorosa o quemante; aunque puede existir
dolor punzante momentáneo.16
Las noxas más frecuentes en la cavidad bucal son
de origen diverso y pueden ocasionar lesiones de
tipo: infeccioso, traumático, autoinmune, carencial o
tumoral. Éstas causan dolor y en la mayor parte de
los casos se asocia a procesos inflamatorios.
t
Lesiones infecciosas. Son producidas por bacterias,
virus u hongos causantes de gingivitis, estoma-
titis, coronaritis, alveolitis, pulpitis, periodontitis,
abscesos dentoalveolares y ulceraciones de
diversa índole.17
t
Lesiones traumáticas. Son de tipo accidental
como traumatismos mecánicos o aquellos que
son consecuencia de intervenciones odontológi-
cas de tipo invasivo como exodoncias, o cirugía
odontológica diversa.
t
Lesiones autoinmunes. Menos frecuentes, ge-
neralmente comprometen todo el cuerpo, pero
algunas veces tienen repercusión en zonas es-
pecíficas como la cavidad bucal.
t
Lesiones por deficiencias. Como avitaminosis
(déficit de vitamina E y del complejo B) que pre-
disponen a lesiones inflamatorias e infecciones.18
Existe otro tipo de dolor no inflamatorio como aquel
relacionado con filtraciones de líquidos en los túbulos
dentinales (teoría hidrodinámica) de diversas sustan-
cias como azúcar o líquidos fríos.
Manejo del dolor en Odontopediatría
El manejo del dolor debe ser individualizado, según
origen, severidad y cronicidad; así como el estado
emocional del paciente pudiendo en algunas situa-
ciones causar incapacidad.
Existen dos maneras de combatir el dolor en la aten-
ción odontopediátrica, por técnicas no farmacológicas
y por métodos farmacológicos.
Técnicas no farmacológicas
El objetivo del manejo no farmacológico (psicológi-
OdontoPediatría Actual 25
 co y psicoterapéutico), es prevenir el desarrollo de
ansiedad y miedo, e influir beneficiosamente en la
experiencia del dolor a través de procesos cognitivos
y emocionales.19 Entre los métodos más usados están:
1. Factores ambientales idóneos o condiciones
óptimas, citas cortas, evitando procedimientos
largos, diseño de sala de espera adecuada para
el niño, colores vivos, motivos infantiles.
2. Factores emocionales negativos y prevenir o re-
ducir ansiedades a través de métodos cognitivos
y terapéuticos.
Métodos farmacológicos
Se emplean cuando el niño es incapaz de tolerar sin
molestias los procedimientos dentales a pesar de una
técnica anestésica adecuada. Aquí se encuentran los
diferentes fármacos utilizados para el alivio del dolor,
tales como: analgésicos, opioides, y AINES, causando
diferentes tipos de sedación: consciente, profunda
y anestesia general.
Manejo de conducta tradicional
La cooperación de los niños durante el tratamiento
dental se logra mediante modificar o influir en su
comportamiento. El odontopediatra debe basarse
en técnicas de manejo de conducta como un com-
plemento a la comunicación con el paciente.
Técnicas comunicativas
Se requiere que el niño haya alcanzado la madurez
suficiente que permita un intercambio entre el mismo
y su dentista, el cual utilizará un lenguaje apropiado
(lenguaje pediátrico) para la edad del paciente.
Estas técnicas son: desensibilización; decir-mostrar-
hacer; modelamiento; manejo de la contingencia
(refuerzos positivos/negativos); y distracción.
Técnicas aversivas
Están orientadas a manejar la conducta de niños que
por diversas razones interrumpen o impiden concluir
el tratamiento odontológico. Con estas técnicas se
busca que el odontólogo pueda manejar la situación
y acondicionar al niño psicológicamente o restringirlo
físicamente.20,21
Éstas son: control de voz; abre boca o estabilizadores
de mordida; estabilización protectiva (restricción física).
t
Activa: control mediado por el odontólogo o
personal auxiliar.
t
Pasiva: control mediado por elemento mecánicos
sábanas, envoltorios, Papoose Board, Macril.
Estas técnicas de enfoque físico, a pesar de sus fun-
damentos científicos y su conocimiento por parte de
los odontopediatras, pueden crear cierta confusión
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en los padres y especialmente en aquellos casos
donde sus hijos hayan tenido experiencias dentales
negativas.22, 23
Manejo de conducta no
convencional en niños
En la actualidad existe controversia sobre las técnicas
de manejo de conducta utilizadas tradicionalmente
en odontopediatría. El rechazo de los padres, así
como implicaciones éticas y legales ha llevado a que
se revalúen muchas actitudes y técnicas, especial-
mente aquellas de tipo aversivo. Debido a esto se
ha intensificado la investigación en este campo con
el fin de buscar nuevas alternativas.
Hipnosis
Es un estado de vigilia inducido por una sugestión,
en la que se centra la atención de la persona lejos
de su entorno y es absorbido por las experiencias
internas, tales como los sentimientos, las cogniciones
y las imágenes. La sugestión no necesita ser verbal
y puede ocurrir en varios niveles sensoriales.
Las técnicas hipnóticas para el manejo del dolor se
han aplicado desde 1980 de manera sistemática a
pacientes pediátricos, ya que éstos son más fáciles
de hipnotizar que los adultos, pues los límites entre
la imaginación y la realidad son menos considerables
en los niños.24
La hipnosis en odontopediatría es empleada para
manejar la ansiedad, fobia dental, control del do-
lor en el tratamiento conservador y extracciones,
obtener mayor tolerancia a la aparatología fija, así
como complemento a la sedación por inhalación y la
modificación de hábitos orales perniciosos (succión
digital, bruxismo, náuseas, empuje lingual, onicofagia).
Musicoterapia
Es la utilización de la música y/o de sus elementos
(sonido, ritmo, melodía y armonía) por un profesional
calificado con un paciente o grupo, en un proceso
destinado a facilitar y promover comunicación, apren-
dizaje, movilización, expresión, organización u otros
objetivos terapéuticos relevantes, a fin de asistir a las
necesidades físicas, psíquicas, sociales y cognitivas.
En odontopediatría, la utilización de música en niños
y adolescentes durante la práctica dental es consi-
derada como una terapia de sugestión en donde el
niño es animado a la fantasía25. La música clásica, es
una técnica para disminuir la ansiedad de los niños
en la consulta. Con esta técnica la reducción de la
ansiedad puede ser atribuida a dos razones: primera,
cuando un niño escucha música tiende a cerrar los
ojos para concentrarse en el sonido por lo tanto olvida
que va a recibir un tratamiento dental; segunda, el
sonido de la música elimina sonidos desagradables
como la pieza de mano y estas dos ventajas unidas
al efecto de la música provoca relajación y permiten
al odontopediatra tratar efectivamente al paciente
ansioso.26
Distracción audiovisual
Método no farmacológico, para la disminución de la
incomodidad frecuente asociada a procedimientos
dentales en niños y adultos, porque toma control de
dos tipos de sensaciones, la auditiva y la visual. Al
mismo tiempo aísla parcialmente al paciente del so-
nido y ambiente médico poco amistoso. Las técnicas
de distracción audiovisual han demostrado reducir
la ansiedad y el miedo durante los procedimientos
dentales.27,28
Se ha demostrado que la distracción audiovisual es
más efectiva para manejar la ansiedad de los niños,
pues al concentrarse en la pantalla del televisor se
distraían del ambiente a su alrededor y el sonido
quitaba los ruidos como el de la pieza de mano. A
partir de 1996 se introdujo la realidad virtual con los
“lentes virtuales”.29
Este sistema puede ser un complemento útil en los
consultorios dentales para ayudar a reducir la ansie-
dad, malestar, aburrimiento y el tiempo para llevar a
cabo procedimientos dentales de rutina30. Para los
pacientes muy ansiosos que ya utilizan técnicas de
relajación autoinducidas para hacer frente al trata-
miento dental no es recomendable usar este enfoque
ya que puede interferir. Los lentes de video no son
apropiados para niños que son altamente vigilantes
e insisten en controlar la situación.
Aromaterapia
Se define como el arte y la ciencia de la utilización de
esencias aromáticas naturales extraídas de plantas
para equilibrar, armonizar y promover la salud de
cuerpo, mente y espíritu. Arte y la ciencia que trata
de explorar el ámbito fisiológico, psicológico y espi-
ritual de la respuesta del individuo a los extractos
aromáticos, para observar y mejorar el proceso de
curación innato de la persona.
Es una modalidad natural, no invasiva diseñada
para afectar a toda la persona no sólo el síntoma o
la enfermedad, y ayudar a la capacidad natural del
cuerpo para equilibrar, regular, sanar y mantenerse
por el uso correcto de los aceites esenciales 31. Los
aromas deben despertar sentimientos positivos, como
motivación, felicidad, bienestar y relajación.
Los aceites utilizados en la práctica clínica deben
ser aquellos cuyas propiedades químicas ayudan a
aliviar problemas específicos. Por ejemplo, lavanda,
salvia, geranio, orégano, neroli, rosa, ayudan a reducir
la ansiedad. Bergamota, orégano, naranja y romero
son efectivos en tratar dolores de cabeza. Orégano,
hierba de limón, menta y romero son beneficiosos
en pacientes con dolor muscular incluyendo el dolor
o molestias asociadas con problemas temporoman-
dibulares.
Se han evaluado los efectos de aceites esenciales en
forma de infusiones para así percibir sus beneficios
como plantas medicinales 32, tales como el efecto del
extracto etanólico de Melissa officinalis (toronjil) en el
manejo de conducta del paciente odontopediátrico33,
y se dice que la ingestión del extracto de toronjil
disminuye la ansiedad en los niños. Las propiedades
de la manzanilla encontradas en preparaciones tanto
en té como en aceite esencial en aromaterapia es
ampliamente usado como un tranquilizante suave y
un inductor del sueño.34
Actualmente, esta rama de la medicina natural sigue
siendo objeto de investigaciones por diferentes es-
pecialistas interesados en los beneficios que aportan
los aceites naturales.
Conclusiones
Manejar las emociones del niño en la consulta
odontopediátrica, es lograr mantener la cooperación
de éste durante el tratamiento, utilizando procesos de
enseñanza-aprendizaje, fomentando en el niño una
actitud positiva hacia el ambiente odontopediátrico.
La técnica aplicada influirá en el estado emocional
del niño. Por ello es necesario evaluar y adaptar al
paciente pediátrico, la aplicación de diversas técni-
cas, manejando las emociones a través del abordaje
psicológico, por medio de un conocimiento y entre-
namiento de la evolución sociológica y emocional del
niño, para crear cambios en su conducta, dado que
es un receptor emocional al que siempre se le debe
hablar, independientemente de la edad, adecuando
el lenguaje y el tono de voz a su estado emocional.
El manejo de los estados de ansiedad causada por
el tratamiento dental es posible mediante la apli-
cación de métodos psicoterapéuticos: psicoterapia
de conducta, desensibilización sistemática, racional
psicoterapia e hipnosis.
Los niños experimentan mayor dolor cuando la situa-
ción odontopediátrica se asocia al miedo o ansiedad.
El mejor tratamiento para el dolor y la ansiedad será
evitarlos, fomentando así la prevención y anticipán-
dose a éstos.
Se requiere emplear nuevas técnicas en el manejo
de conducta del paciente pediátrico que sean afi-
nes a los avances tecnológicos y que a su vez que
promuevan la salud oral como el uso de la medicina
natural o alternativa. Cualquier técnica utilizada debe
aplicarse bajo parámetros establecidos, de acuerdo
con la edad del paciente, tipo de tratamiento, estado
mental y/o físico y un conocimiento claro del estado
evolutivo del niño de acuerdo a su edad.
Se requiere investigar las tendencias actuales en
manejo de conducta del paciente pediátrico, en co-
rresponsabilidad a las exigencias al servicio otorgado.
OdontoPediatría Actual 27

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