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EJERCICIO

1.- ¿Quién es el hombre de la gabardina? 2.- ¿A quién va dirigido el sobre? 3.- ¿Qué hay en el sobre?
INCLUIR 2 PALABRAS: 1.- Ceniza. 2.- Puerta.

Ves al tipo que acaba de llegar y te preguntas: ¿Quién es el hombre de la gabardina? Se queda parado en la puerta
abierta, buscando con la mirada a alguien. En la mano derecha lleva un sobre; piensas que se encuentra en ese sitio
para entregarlo. ¿A quién va dirigido el sobre? ¿Qué hay en el sobre?

Sobre la barra están varios ceniceros colmados de colillas, la ceniza se esparce con la ola de viento provocada por el
ventilador de pared. Tras el mostrador, el cantinero manipula botellas de licor y vasos de cristal, que tienen destino en
las mesas distribuidas alrededor de la pista. En el escenario alguien realiza contorciones, deslizándose en un brillante y
erecto tubo, al ritmo de una música.

La puerta que se acaba de abrir aún no se ha cerrado.


El espejo refleja un ambiente tenuemente iluminado con destellos multicolores que llegan del techo. Hombres y mujeres
charlan, beben y fuman, sentados, al parecer cómodamente, sobre minúsculos bancos redondos. Los más ebrios, con
mirada lasciva y baba escurriendo de lujuria, están concentrados junto a la pista, pendientes de cada nueva evolución en
el excitado tubo.

Tu ubicación en el bar, te brinda el privilegio de observar más allá de lo que sucede. En la calle ha estado lloviendo,
adentro hace calor. La lluvia no se escucha, la puerta ya se cerró, pero la gabardina mojada, que porta aquel sujeto, lo
prueba. Lo observas caminar entre las mesas, con la mirada —supones— fija, en los parroquianos, para quienes pasa
desapercibido. Supones, porque no puedes ver sus ojos, una misteriosa sombra cubre por completo las líneas de su
cara.
El espejo es otro bar dentro del bar. Te miras, y te das cuenta del paso del tiempo. La lozanía de la juventud ha quedado
muy lejos, crueles arrugas permean tu rostro. Pero, ¡qué te importa!, tu mente sigue siendo joven. José Cuervo Especial,
tomada directamente de la botella, con limón y sal, te lleva a otra dimensión.
Una mesera con el tipo del sobre, señala hacia la cantina. ¿Te ha señalado a ti? No eres el único en la barra. Sin duda
Gloria te conoce, pero tú no conoces al sombrío personaje, que ahora clava —literalmente— su mirada en tu espalda. Te
estremeces.
Vez la pista en el espejo, las lámparas principales están encendidas, bajó el volumen de la música y el tubo, impaciente,
espera el turno de la siguiente bailarina.
El humo del tabaco irrita tus ojos, el cantinero lo sabe, tus propinas valen que dirija el ventilador hacia ti, también un
plato con semillas picantes, variadas, que comes de a poco, después de cada trago.
Sientes una cálida mano sobre la espalda. Te hace voltear —la intensidad de las luz ha disminuido, la música tiene más
volumen—, es Gloria, señala con el índice, te dice que el sujeto de la gabardina, sentado en la mesa más alejada de la
pista, te llama.
Le dices que no lo conoces. Se aleja. Regresa con el sobre que llevaba el tipo. Te lo da. Sientes y hueles el papel húmedo
y miras hacia la penumbra, donde el misterioso desconocido está expectante por ver tu reacción. Con un gesto, te indica
que lo abras.
Dudas en hacerlo… la ardiente y hermosa razón por la que inviertes tu tiempo en ese bar, está por salir.
Con premura, rasgas el sobre, dentro hay una solitaria nota, la diriges hacia donde hay más luz en la barra y lees. Solo
contiene dos palabras.
¡No lo puedes creer… es verdad! Relees. ¡Es verdad!
Entonces, es cierto…
No sabes cuánto tiempo llevas en ese bar. Nunca logras verla bailar. El José Cuervo siempre permanece en el mismo
nivel. Gloria no está, tampoco el cantinero. No hay nadie en el lugar. Todo es polvo, suciedad y telarañas. El espejo está
hecho añicos. Carcomido por el óxido, el tubo, impotente, es triste presente de lo que sucede.
Cabizbajo, le das otro trago al José Cuervo y sigues al hombre de la gabardina que, con un ademán, pasando su mano
por la garganta, te confirma lo escrito en la nota:
“Estás muerto”.

FIN
MARIANO ACOSTA DEL VALLE
TALLER DE LITERATURA “EPIGRAMA”
CASA DE CULTURA “JOSÉ VASCONCELOS”
LÁZARO CÁRDENAS, MICH.
04 DE MARZO DE 2019

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