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PRIMERA PARTE

1- El espíritu Santo en la Sagrada Escritura

Antiguo Testamento

El término hebreo ruah, griego pneuma, significa soplo, aliento, viento, alma. El ruah se distribuye en tres grupos: Es
el viento, el soplo del air; Es la fuerza viva en el hombre, principio de vida (aliento), sede del conocimiento de los
sentimientos; Es la fuerza de vida de dios por la que él obra y hace, obrar, tanto en el plano físico como en el
«Espiritual»

Si el mundo griego piensa en categorías de sustancia, el judío se mueve en plano de fuerza, de energía, del principio
de la acción. El Espíritu-soplo es el que actúa y hace actuar y si se trata del soplo de Dios anima y hace actuar para
realizar el plan de Dios. (Ex 15,8-10; Sal 33,6) Aliento. Pneuma, viento (Jn3,8; Hch 2,1-4.6). Espíritu de inteligencia
(Éx 28,3). Sabiduría (Dt 31,3). El Espíritu-soplo es, en primer lugar, lo que hace actuar de manera que se realiza el
plan de Dios en la historia. El Espíritu obra efectos y suscita una experiencia de visión y de sabiduría.

En el Antiguo Testamento prevalecen tres líneas de fuerza sobre el Espíritu: la dimensión, creadora, la profética y la
sapiencial

Tres autores: Isaías emplea unas cincuenta veces el ruah, Ezaquiel cuarenta y seis
(Ez 37,1-14). y Joel.
En los evangelios
Es para la salvación porque es la promesa del AT. Mc comienzo de la buena nueva, en ese comienzo escatológico
caracterizado por la donación del Espíritu sobre el pueblo de Dios con vocación universal. Jn la llamada de Juan a la
conversión. En el bautismo Jesús es consagrado como aquel cuya palabra, sacrificio y acción del Espíritu entra en
nuestra historia como don mesiánico y, al menos arras, como don escatológico. Jesús el verbo echo carne, tiene ya el
espíritu y el bautismo del Jordán es sólo una atestación concedida al Bautista.

2- El espíritu Santo en la patrística

Didakhe dedica un gran espacio al ministerio de los profetas, da los criterios que permiten apreciar su autenticidad.
Señala que los obispos y diáconos dignos del Señor ejercen también el ministerio de los profetas y doctores.

Clemente Romana Inspirado en Cor 2,2) les dicta una regla que cada uno respete a su prójimo el carisma que recibido.

Policarpo de Esmirna, es considerado maestro apostólico


San Ireneo reafirma a la vez el evangelio y el espíritu profético. Al concluir el libro III de su gran obra, Ireneo exalta
al espíritu como principio vivificador de la fe y de la Iglesia.

- Hacia una teología y un dogma acerca de la tercera persona.

En el AT predicaba abiertamente al Padre y, de manera más oscura al Hijo. En el NT ha manifestado al Hijo y ha


insinuado la divinidad del Espíritu. En la actualidad, el Espíritu habita en nosotros y se manifiesta a nosotros con
mayor claridad.

Hermes (148-150) el Espíritu Santo es el Hijo de Dios. En san Justino, por el mismo tiempo, existía fórmulas al
menos insuficientes que parecen identificar el Pneuma y el Logos.

Ireneo, Aparece en la confesión de Fe. En primer lugar, ella (la fe) recomienda que nos acordemos de que hemos
recibido el bautismo para la remisión de nuestros pecados en el nombre de Dios Padre y en el nombre de Jesucristo, el
Hijo de Dios encarnado, muerto y resucitado, y en el Espíritu Santo de Dios. Nuevo nacimiento en Dios Padre por
medio de su Hijo en el Espíritu Santo.

En oriente, la herejía de Macedonio y los pneumatómacos, el Espíritu era una fuerza un Instrumento de Dios, creado
para actuar en nosotros y en el mundo.

Atanasio en las cartas a Serapio, (356-362) formula bautismal, que el Espíritu comparte con el Padre y con el Hijo la
misma divinidad en la unidad de una misma esencia.

San Bacilo (+379), Había pronunciado, Gloria al Padre, con el Hijo, con el Espíritu Santo.

Concilio de Constantinopla
Emperadores, graciano y Teodosio I reunió 150 obispos ortodoxos. En la línea de Atanasio y Basilio (381). No se le
decía Dios ni consustancial con el Padre y con el Hijo, sino Señor, vivificador, procedente del Padre, objeto de la
misma adoración y de la misma gloria con el Padre y con el Hijo.

exponían la obra del concilio empleando los términos, una sustancia, la Trinidad increada, consustancial y eterna.

Atanacio (356) Si el Espiritu no es consustancial con Dios, nosotros no seremos divinizados.

Tertuliano (222-223) Se confiesa al Espíritu Santo como un tercero, Trinitas, tres personas, una substancia, que él
forjó y se han convertido en lugares comunes del dogma trinitario, Dios de Dios luz de luz.

Los capadocios en el concilio de Alejandría (365), entendían por hypostasis o tres personas (prosopis).

C. Constantinopla, en el año 533

3- Etapas y formas de una teología de la tercera persona

La doctrina

El Evangelio de Juan 15,26 «Cuando venga el espíritu de la verdad, que procede del Padre .. él dará testimonio de
mí». Este texto es la referencia en favor de que el espíritu procede sólo del Padre.

En el texto se habla, de manera inmediata y explícita, de la misión temporal del Paráclito. Los pasajes del NT que
hablan de relación entre el Espíritu y el Hijo conciernen al verbo encarnado y a la economía de gracia. Por otra parte,
afirman una relación muy estrecha, situada en el plano de lo esencial. Somos hijos y podemos invocar a Dios.
(economía de salvación).

El agua viva es el espíritu (Jn 4,10s; 7,37-39; Ap 21,6). Procede del trono de Dios y del Cordero. Este último término
designa al Hijo en su compromiso en favor de nuestra salvación.

Padres

Ambrosio no fue especulativo. Con s. Agustín, la duda desaparece por completo. No sólo afirma el Filioque más de
una vez y sin ambigüedades, sino que lo justifica partiendo del NT –El Espíritu es el Espíritu del Padre y del Hijo-.

Concilio y Símbolo

En el Concilio de Toledo (440-4747). Las herejías priscilianistas fundían las tres figuras trinitarias en una sola
persona; los arrianos consideraban al Espíritu como una criatura del Hijo, el cual también había sido creado. Debemos
confesar y predicar que el espíritu procede del Padre y del hijo y que es, con ellos, de la misma y única sustancia.

San Máximo, afirma la procesión del Espíritu del Padre. El espíritu procede del inefablemente del Padre.
Consustancialmente por el Hijo.

El añadido al símbolo

Concilio de Nicea (787) había canonizado el culto a las imágenes.

Los padres griegos presentan un esquema rectilinio y dinámico de esta monarquía –del Pdre, por el Hijo, en el
Espíritu- focio adopta un esquema con dos ramas del Padre: Hijo, Espíritu.

4- La Gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión de Espíritu Santo este en ustedes.

Constantinopla (381) afirma que el Espíritu procede del Padre.

Concilio de Toledo III (589) IV (633) añadieron que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo (usa la expresión
de Jn 15,25) contra la herejía de visigodos y arrianos. Más tarde los francos y Carlomagno introducen el Filioque en
su credo. Esta introducción desagrado a los católicos griegos. Los orientales defendían que el Espíritu procedía sólo
del Padre.

En 1014, el papa Benedicto VIII lo introduce en el credo en la misa de la coronación de Enrique II.
Éste será el origen de un conflicto que culminará en tiempos del Papa León IX, que en 1054 excomulgó a
la Iglesia de Constantinopla por haber suprimido el Filioquedel credo Constantinopla, a su vez, excomulgó
a Roma el domingo siguiente.

Aunque fueron muchas las causas no sólo teológicas, sino también políticas culturales de esta
separación de las dos Iglesias, es indudable que el tema del Filioque desempeñó un papel
determinante. Los intentos de la unión de los concilios II Lyon (1274) y Florencia (1439 – 1447) no
prosperaron.

El Espíritu es sin duda Espíritu del Padre, en quien todo tiene su fuente y origen, pero es también
Espíritu del Hijo (Ga 4,6), Espíritu de Cristo (Rm8,9), Espíritu de Jesucristo (Flp1,19), Espíritu
del Señor (2 Co 3,17). El Espíritu, pues, procede del Padre y del Hijo, es el Espíritu del Padre y del
Hijo.
San Agustín, el Padre engendra al Hijo por el conocimiento, como su propia imagen, y el Espíritu procede
del Padre y del Hijo por el amor entre ambos.
El Espíritu procede del amor.
El Padre es el amante, el Hijo el amado, y el Espíritu el amor. Agustín aplicará a la Trinidad las tres
dimensiones del ser humano: el Padre es la memoria, el Hijo la inteligencia, y el Espíritu el amor.
-
El teólogo Ratzinger reconoce que la Iglesia occidental, por su peculiar visión más metafísica de la
naturaleza de la Trinidad, se ha preocupado poco de la intervención de la ésta en la historia y, como
consecuencia, no ha desarrollado una eclesiología pneumáticay carismática, sino una eclesiología
exclusivamente desde la perspectiva de la Encarnación, de forma demasiado terrena, muy centrada
en el poder.
- Los orientales, al afirmar que el Espíritu procede sólo del Padre, lo que quieren evitar es que el
Espíritu se reduzca a un mero lazo de unión entre el Padre y el Hijo, pues ello reduciría al Espíritu a un
lugar meramente terminal en la Trinidad.

- Para ellos el Espíritu procede sólo del Padre, y los textos joánicos en los que aparece que Jesús
comunica el Espíritu son interpretados por ellos como algo que corresponde a la historia de la
salvación (a la “economía”, a la Trinidad ad extra, o “Trinidad económica”), pero no a la vida trinitaria
íntima (a la “teología”, a la Trinidad ad intra, Trinidad inmanente). Cristo y el Espíritu son las dos
manos de Ireneo.

- Pero, según Congar, los orientales al afirmar que el Espíritu procede sólo del Padre, corren el peligro
de configurar una eclesiología carismática pero poco jerárquica.

- La misma formulación doxológica es diversa: Occidente proclama gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu
Santo, mientras que Oriente canta gloria al Padre por el Hijo en el Espíritu Santo.

- Propuesta del teólogo P. EvodokimovEspíritu, procede del Padre y del Hijo (Filioque), también
se reconozca que el Hijo es generado por el Padre y por el Espíritu.

- También de parte católica (F.X. Durrwell) se acepta que Dios es Padre y engendra al Hijo por el
Espíritu.
* En esta visión teológica, el Espíritu no es sólo el término último de la relación de amor entre el
Padre y el Hijo, sino que es también origen; es como el seno del Padre de donde nace el Hijo eterno.
* El Espíritu está así tanto en el origen de la filiación del Hijo como en el término del amor que une al
Padre con el Hijo. Es la acción poderosa y amorosa (no sólo intelectual) que une íntimamente al Padre
con el Hijo.

* Hijo y Espíritu proceden del Padre; uno es engendrado, y otro es el engendramiento. El Espíritu es la
fecundidad de Dios, está al comienzo y al fin, ya que en él el Padre engendra amando al Hijo, y en él
el Hijo expresa su amor y obediencia total al Padre.
* Por eso, junto al esquema Padre Hijo-Espíritu, en la tradición también se encuentra el esquema
Padre Espíritu-Hijo.

SEGUNDA PARTE: SEÑOR Y DADOR DE VIDA: EL ESPÍRITU SANTO ANIMA LA IGLESIA

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