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El mito finés de la creación, según el Kalevala

Introducción, las palabras se atascan en la garganta, en los dientes, la lengua se enreda. Recojo las
palabras de la hierba y el pasto, de las aguas de los ríos, de la corteza de los árboles; y con ellas
hago un macuto y lo llevo en mi espalda y luego lo pongo sobre la mesa y lo abro y las palabras
salen, y la garganta se desatasca, y los dientes las dejan salir y la lengua se desenrreda,

Al principio está Ilmatar la hija virgen del creador. Se siente sola y lamenta su soledad. Comienza
a llorar y las lágrimas forman un océano en torno a ella. Viene un viento del este y la embaraza. Se
siente feliz por la vida que crece en su interior, Vainamoinen. Luego empieza a sentirse adolorida
y se lamenta, cuando la barriga crece y crece durante 100, 200, 300, 400 años. Reza a los dioses
del cielo Ukko, dios del trueno, libérame de este tormento, prefiero volver a estar sola.

Entonces llega un pato, y el pato trae vida en su interior también. El pato busca un lugar para
poner sus huevos, alguna suave colina. Ilmatar lo sabe y se apiada, levanta su rodilla desde el
fondo de las aguas y ahí el pato pone seis huevos, y un séptimo de hierro. El pato calienta los
huevos, tanto, tanto, pero tanto, que la rodillas de Ilmatar se calientan también, y esta, sintiendo el
dolor de la quemadura, retira la pierna y el pato sale volando y los huevos caen y se rompen todos
al caer al agua del océano, excepto el de hierro, que se hunde hasta el fonde marino. Pero nada se
desperdicia de los huevos rotos. Del primero sale la tierra, del segundo el cielo, del tercero la luna,
del cuarto el sol, del quinto las estrellas ¿del sexto las nubes? El mundo se crea de esta forma.
Luego Ilmatar con sus cotorsiones crea las islas.

El vientre continúa hichándose y llega hasta el cielo, pasan 500, 600 años. Luego Vainamoinen,
dentro de su madre, comienza a rogar para salir. Ruega al sol y este le ignora. Ruega a la luna y
esta le ignora. Ruega a las estrellas que marcan el camino del norte y estas le ignoran. Entonces
nace por su propia cuenta. Se desliza a través de la vulva de su madre, sale y cae a las aguas. Ahí
es llevado y traído por las olas, mecido durante 50 veranos y 60 inviernos. Durante 70 años. Hasta
que un día las aguas lo llevan a la playa de una isla. Ahí Vainamoinen se pone en pie y canta.

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