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 ESPACIO RURAL O RURALIDAD

 VINCULACIONES ENTRE AMBOS CONCEPTOS Y CUÁL ES EL LÍMITE QUE


MARCA LA DIFERENCIA

 PODEMOS PENSAR LO RURAL Y LO URBANO COMO TRADICIONALMENTE SE


HIZO O SE SIGUE HACIENDO?

 O DEBEMOS PENSAR EN UN NUEVO PARADIGMA? ¿EL MISMO SE


DESPRENDE DE LOS CAMBIOS QUE TUVO EL ESPACIO URBANO O EL
ESPACIO RURAL O DE LA VINCULACION ENTRE AMBOS?

 ¿QUÉ ES LO NUEVO?

 ¿QUÉ ES LO QUE CAMBIÓ?

 ¿QUÉ PERMANECE?

 ¿QUÉ SERÍA IMPORTANTE CAMBIAR? ¿QUÉ MANTENER SIN CAMBIOS?

Del latín rurālis, rural es un adjetivo que hace referencia a lo perteneciente o relativo a la
vida en el campo. Lo rural, por lo tanto, es aquello opuesto a lo urbano (el ámbito de la ciudad).
El término rural está relacionado a la vida y actividad que se desarrolla en un campo, el cual
es un espacio rico en tradiciones que configuran una forma de ser, y que definen en buena
parte la cultura de las naciones, en espacios naturales y en sustento económico para muchos.
Una vieja visión de lo rural la concibe como lo local, autárquico, cerrado, lo atrasado, con
pautas socioeconómicas y valores propios, donde se tendría como implicancias que el
progreso es la absorción de lo rural. Con la revolución industrial se buscó hacer énfasis en los
sectores más productivos, los industriales, apoyando el crecimiento de dichos sectores y
dejando descansar allí la absorción del empleo. Esto conduciría a una disminución del
producto y del empleo agrícola en el PBI como resultado de las diferencias de la productividad
entre la agricultura y la industria.
En los países en vía de desarrollo se viene impulsando también la revalorización de lo
rural, tratando de superar la dicotomía entre sector agropecuario rural y el papel marginal que
se le asigna al sector rural en el desarrollo. Por lo tanto se plantea un nuevo enfoque para
resolver los problemas que aquejan al medio rural, destacando su papel en la contribución al
bienestar para el conjunto de la sociedad.
El medio rural ha experimentado cambios muy importantes en lo demográfico, en lo
económico e institucional. Como principales causas de estos cambios se puede señalar el
declive de la agricultura y la intensa urbanización.
Además, el mundo rural se encuentra ante una difícil conjunción de problemas como por
ejemplo la crisis de la producción y orientación, haciendo referencia a que hoy en día el
agricultor se debate entre la necesidad de asegurar la manutención de su familia, la
competitividad comercial y la diversidad de las orientaciones que recibe. Otra crisis es el de
población y poblamiento, donde la decadencia de lo rural frente a lo urbano ha propiciado un
desprestigio social de las actividades agrícolas, que ocasiona su abandona y dificulta la
incorporación y retención de jóvenes en el campo. Las formas de gestión tradicional, es otra
crisis donde el agricultor habituado a tomar decisiones sobre qué, cómo y cuándo producir
ahora depende de las políticas nacionales e internacionales. La crisis en el manejo de los
recursos ambientales son problemas cuyo tratamiento y solución sólo se pueden abordar
teniendo en cuenta la presencia del agricultor en el medio rural. Por último la crisis de las
formas tradicionales de articulación social donde el papel de las instituciones del mundo rural
y la búsqueda de nuevas funciones genera conflictos de competencia y vacíos de poder.
Todo el modelo de sociedad rural está en crisis no comprendiendo su papel actual y sus
nuevas funciones, no sólo perdiendo su identidad sino también su población, sus modelos de
organización y muchas de sus actividades. Por lo tanto la agricultura del futuro se verá
obligada a enfrentarse con la tarea de satisfacer nuevas funciones en la sociedad y en la
economía.
El medio rural es un conjunto de regiones o zonas (territorio) cuya población desarrolla
diversas actividades o se desempeña en distintos sectores como la agricultura, la artesanía,
el comercio, la ganadería, la pesca, la minería, las industrias, la extracción de recursos
naturales y el turismo. Lo rural trasciende lo agropecuario y mantiene nexos fuertes de
intercambio con lo urbano.
El nuevo concepto de lo rural en América Latina es una meta puesta por el nuevo modelo
de desarrollo. Lo rural ya no es equivalente a lo agrícola, ni lo atrasado, ni la sola expresión
de la producción primaria, sino es el conjunto de regiones o zonas con actividades diversas y
en las que se asientan pueblos, aldeas, pequeñas ciudades, espacios naturales y cultivados.
La agricultura comprenderá una amplia serie de usos de la tierra, que va desde producciones
agrícolas de uso no alimentario hasta el mantenimiento del medio ambiente. El desarrollo rural
debe buscar la equidad territorial, de género y social, en el acceso a bienes, servicios y demás
beneficios del desarrollo. La persistencia de la pobreza es un desafío al modelo general de
desarrollo y el mayor condicionante a la construcción de una sociedad rural estable.
El medio rural es entonces una entidad socioeconómica en un espacio geográfico con
cuatro componentes: un territorio (fuente de recursos naturales y materias primas, receptor de
residuos y soporte de actividades económicas), una población ( que practica actividades
diversas de producción, consumo y relación social) un conjunto de asentamientos (se
relacionan entre sí mediante el intercambio de personas, mercancías e información) y un
conjunto de instituciones públicas y privadas (articulan el funcionamiento del sistema dentro
de un marco jurídico determinado).
En la actualidad los problemas que afectan a los habitantes urbanos son objeto de atención
y llevan a buscar unas nuevas funciones a los espacios rurales, que se constituyan en una vía
posible para su reequilibrio y desarrollo como por ejemplo: equilibrio territorial y ecológico,
producción de agua limpia y conservación de sus fuentes, espacio para actividades de
esparcimiento al aire libre, usos agrarios no alimentarios, sumidero de contaminantes de aire,
agua y suelo.
Las nuevas demandas sociales ponen en manos de los habitantes de las zonas rurales la
posibilidad de conducir su futuro; el reto será superar el rechazo de una gran parte de la
población rural a abandonar o modificar sus actividades históricas. Por otro lado, la población
urbana debe entender que ha de modificar sus pautas de consumo aceptando pagar ciertos
servicios que le presenta el mundo rural. El nuevo modelo de relaciones entre el mundo rural
y el mundo urbano será redefinir los papeles de cada uno de éstos ámbitos llegando a formular
un nuevo “contrato social”. Por lo tanto la revalorización de lo rural sería la cultural, haciendo
referencia a la visión de lo rural como una nueva, aceptable y mejor alternativa de vida. La
contribución de lo rural al desarrollo sostenible, al empleo, a la reducción de la pobreza, al
crecimiento económico es una de las justificaciones importantes, es decir la contribución no
sólo de las actividades agrícolas sino de las rurales en su conjunto que hacen al crecimiento
global.
El concepto de ruralidad no forma parte del diccionario de la Real Academia Española
(RAE). El término, de todos modos, suele emplearse en publicaciones técnicas y científicas
con referencia al conjunto de los fenómenos sociales que se desarrollan en un entorno rural y
que permiten construir identidad.
La ruralidad es un concepto de moda. Tiene dos grandes acepciones y usos. Por un
lado, la primera acepción hace referencia a la ruralidad como “todos los hechos y fenómenos
relativos que s suceden en áreas de baja densidad de población vinculada a la producción de
bienes primario o agropecuarios”. Es una concepción estática que relaciona lo demográfico y
espacial.

2. Lo rural en la Argentina
Por la conformación de su economía y la imagen que de ella se tiene en el exterior, la Argentina
es un país donde lo rural tiene un peso considerable. Más allá de los estereotipos como el
gaucho, la pampa, la carne o el trigo, es verdad que todavía buena parte de nuestra economía
se articula alrededor de la producción agraria, más ahora cuando es cada vez más difícil
separar los eslabones de las cadenas productivas, que se tornan ubicuas. Sin embargo,
todavía en el país no parece que exista claridad sobre el medio y lugar de proveniencia de esa
producción ni sobre el amplio espectro de actores que intervienen en los procesos productivos.
La mayor parte de nosotros relacionamos lo rural con “el campo”, englobando en esto un espacio con imágenes
estereotipadas de paisaje, organización territorial, población y actividades económicas. El paisaje que nos
imaginamos es generalmente bucólico y pastoril; la organización territorial se refiere a un lugar donde la
presencia del medio natural es importante, paralela a una baja densidad de ocupación o “grado de
artificialización”. La imagen de la población rural se refiere generalmente a una persona noble, fuerte, realista,
trabajadora y proclive a levantarse temprano y tener muchos hijos. Finalmente, la imagen de la producción rural
es la agricultura o la ganadería, fuertemente teñida por el ideal del colono o chacarero que trabaja su tierra y
produce granos o el ganadero dedicado al ganado bovino. A poco que se profundice en el medio rural del país,
todas estas imágenes comienzan a desdibujarse y a ser reemplazadas por otras, donde el campo es un espacio
fundamentalmente heterogéneo y lejano a cualquier estereotipo. Y es justamente esta heterogeneidad lo que
hace que las posibilidades de una formalización de “lo rural” sea muy compleja de lograr
http://conceptodefinicion.de/rural/
http://www.fundeu.es/noticia/le-piden-a-la-rae-que-cambie-la-definicion-de-rural-en-el-
diccionario-6510/

http://www.ucar.gob.ar/images/publicaciones/Revisi%C3%B3n%20del%20concepto%20de%
20ruralidad%20en%20la%20Argentina%20y%20alternativas%20posibles%20para%20su%2
0redefinici%C3%B3n.pdf

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