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LAS TEORÍAS EXISTENTES SOBRE EL SERVICIO PÚBLICO

CHRISTIAN GUZMÁN NAPUR{


ABOGADO ESPECIALISTA EN DERECHO PúBUOO.
PROFESOR DE LA fACULTAD DE DERECHO DE LA PONTIFICIA
UNIVERSIDAD CATÓUCA DEL PERÚ EN LAS ÁREAS DE DERECHO
CONSTITUCIONAL Y DERECHO ADMINISTRATIVO.
PROFESOR AsociADO DE LA ACADEMIA DE LA MAGISTRATURA.

Sumario: Introducción 1.- La teoría subjetiva 2.- La teoría objetiva 3.- La teoría funcional Los límites de la decisión
estatal 3.1.- El Principio de Legalidad: Origen, La aplicación a la doctrina del servicio público, El uso de decretos de
urgencia 3.2.- El respeto a los Derechos Fundamentales: El contractualismo, El imperativo kantiano, El individualismo
liberal, La teoría de las titularidades 3.3.- La Necesidad pública de la regulación administrativa A manera de
conclusión.

Introducción tado, debía entenderse que el servicio tenecían de manera directa al Estado.
público es tal si es prestado en forma
Las diversas teorías existentes sobre directa por las diversas entidades de la Sin embargo, el hablar de empresa
el servicio público han intentado explicar Administración Pública. Ello tiene su ori- pública implica, de alguna manera, una
la naturaleza del mismo, a partir de las gen en la famosa Sentencia Blanco2, que contradictio in terminis, dado que en prin-
diversas consideraciones que se elaboran a su vez dio lugar a la concepción france- cipio las empresas son entes creados
en relación con el papel que el Estado jue- sa del servicio público, que manejaban para la producción de lucro, entendido
ga en su prestación, la naturaleza de las juristas como Duguif que de alguna ma- éste como la ganancia de sus dueños.
actividades que se realizan y el mecanis- nera se conserva hasta el momento, in- Asimismo, el Estado, por definición, no
mos empleado para su definición. cluso en la jurisprudencia francesa. produce lucro. Tal contradicción, auna-
do al hecho de que los representantes
Lo que ocurre es que la conceptuali- Cuando se hizo patente la aparición del Estado en las juntas de las empresas
zación adecuada del denominado ser- del Estado de Bienestar (y por ende, del estatales carecen de incentivo económi-
vicio público en el derecho público mo- Estado Social de Derecho) se generó, co (los dividendos), incentivo que sí
derno resulta ser sumamente conflicti- como resultado inmediato, la necesidad poseen los socios de una empresa pri-
va, dado el nuevo rol del Estado en la de la existencia de una Administración vada5, ha sido la que ha generado la
economía y las concepciones respecto a Pública prestadora de servicios 4 • Dichos conocida ineficiencia de las empresas
la regulación económica que se mane- servicios debían ser prestados por el Es- públicas en la mayoría de las naciones
jan en el derecho público moderno. tado en forma directa, a través de me- del Planeta6 •
canismos de gestión. Paulatinamente,
l. La teoría subjetiva conforme las necesidades de la pobla- Por otro lado, la empresa pública
ción aumentaban, fue necesario que el genera distorsiones en la economía, al
La tesis inicial sobre la naturaleza de Estado creara entes especializados en la crear entes económicos que no están
los servicios públicos se basaba en la consi- prestación de dichos servicios. sometidos al mercado. En primer lu-
deración de que el servicio público era gar, las empresas públicas utilizan fon-
aquel prestado única y directamente por Seguidamente, y como los mecanis- dos públicos para su funcionamiento,
el Estado, como parte de la función o acti- mos de la administración pública resul- que a su vez se sustentan mediante el
vidad prestacional del rnismo1. De hecho, taban inefectivos para ello, fue necesa- sistema impositivo. Asimismo, no son
algunos autores han afirmado incluso que rio inclusive tomar prestados conceptos susceptibles de incurrir en insolvencia,
toda actividad estatal, de naturaleza admi- de administración privada para hacer efi- dado que el Estado nunca quiebra. Fi-
nistrativa, configura servicio público. ciente la gestión de los servicios públi- nalmente, las empresas públicas em-
cos. Como resultado, aparecieron las lla- plean infraestructura del Estado. Como
Ahora bien, en tanto existe una na- madas empresas públicas, personas jurí- resultado de ello, y aun si las empresas
turaleza prestacional de la labor del Es- dicas de derecho privado, pero que per- públicas operasen en el mercado con-

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curriendo con entes privados, genera- Y es que, la teoría subjetiva a la que sultar indispensables para ciertas socie-
rían competencia desleal, la misma que nos estamos refiriendo no resuelve el dades y para otras no. De hecho, se
perjudica a la economía en su conjunto . problema generado una vez que el Es- puede comprobar que ciertas activida-
tado de Bienestar (welfare estate) entró des (como por ·ejemplo la televisión)
Asimismo, la década de los 50 y 60 se en crisis, cuando el sistema estatal ya no son servicios públicos en algunos paí-
había caracterizado por la existencia de podía mantener los servicios públicos y ses y en otros no.
bonanza económica en los países más estos debieron empezar a ser privatiza-
adelantados y cierta mejoría en los de- dos. Las empresas estatales comenza- Por otro lado, la teoría objetiva su-
más países del orbe, que les permitía el ron a ser transferidas a manos privadas pone erróneamente que el Estado man-
manejo directo de determinadas activi- y ya el Estado no podía establecer meca- tiene la titularidad sobre la prestación
dades, muchas de ellas reservadas al Es- nismos de reserva de actividades econó- del servicio -dada su naturaleza- y más
tado7. Sin embargo, la crisis energética micas, lo cual incluía evidentemente a bien es la gestión la que se transfiere a
de la década de los setenta afectó el ma- los servicios públicos. En este orden de los particulares. Sin embargo, el con-
nejo económico de las naciones, situa- ideas, se hizo posible que los particula- cepto de titularidad estatal ya no se sos-
ción en la cual se comenzó a pensar se- res pudiesen prestar servicios públicos tiene12, dado el nuevo modelo de Esta-
riamente en la necesidad de transferir a de manera directa y estableciéndose es- do regulador que se encuentra vigente
manos privadas el manejo de determi- quemas en los cuales ya no podía ha- en el Mundo, en contraposición con el
nadas actividades, sean servicios públi- blarse de titularidad estatal. estatismo que ha sido dejado de lado,
cos o no. como veremos líneas más adelante.
2. La teoría objetiva
En consecuencia, y como resultado 3. La teoría funcional
inmediato de la ineficiencia de las em- La Teoría Objetiva señala, a diferen-
presas públicas -y del Estado en gene- cia de la teoría subjetiva, descrita en el Ahora bien, la denominada teoría
ral- se generó dos efectos en la econo- acá pite precedente, que la calificación de funcional -o concepción instrumental
mía mundial: En primer lugar, la priva- una actividad como servicio público de- del servicio público- parte del supuesto
tización de aquellas empresas públicas pende de la naturaleza del servicio que de que la determinación o declaración
que no producen utilidades, privatiza- sea prestado. Es decir, no importa quien de un servicio público como tal depen-
ción que también generaría el ingreso sea el ente encargado de la gestión del de del Estado y se genera por la deci-
de importantes fondos para el Estado servicio, sino más bien las características sión del mismo de generar una inter-
para corregir el déficit en el sector pú- de la actividad en particular. vención intensa en la actividad que se
blico y controlar los presupuestos8 • califica como tal. No existen, en conse-
En general, se entiende dentro de la cuencia, servicios públicos per se -como
Por otro lado, se generó también la teoría objetiva que los servicios públi- lo señala la teoría objetiva-, ni se consi-
necesidad de generar inversión en ser- cos son aquellas actividades que resul- dera que solo el Estado puede prestar
vicios públicos, la misma que obligó al tan indispensables para la colectividad servicios públicos, como lo precisa la
Estado a permitir el ingreso de capital al nivel de necesidades primordiales 10• teoría subjetiva.
privado a la administración de fondos El servicio público implica la satisfacción
y bienes públicos y la prestación de ser- de necesidades colectivas de interés ge- Evidentemente, dicha declaración
vicios públicos, a través particularmen- neral y de carácter materiaP 1. realizada por el Estado -denominada
te de mecanismos de privatización y de genéricamente publicatio 13 - debe estar
otorgamiento de concesiones. Como corolario de lo antes señala- basada en el interés público o interés
do, el Estado debe necesariamente re- general, conceptos respecto de los cua-
Lo indicado en los párrafos prece- gular de manera directa la prestación les tenemos importantes críticas, las
dentes se dio mediante diversos meca- del servicio público para asegurar lasa- mismas que señalaremos en su opor-
nismos, en especial los relacionados tisfacción de dichas necesidades básicas, tunidad.
con los permisos, las licencias y las con- a través de la prestación directa o de la
cesiones. Y además generó la apari- regulación de los prestadores del servi- Los Límites de la decisión estatal
ción de los llamados organismos regu- cio, legal y 1o administrativamente.
ladores o supervisores, como lo son, Como toda actividad del Estado,la fa-
en el caso peruano, por ejemplo, OSI- Aparentemente, la teoría objetiva cultad de establecer que una actividad de-
NERG, OSIPTEL, OSITRAN, SUNASS resolvería el problema conceptual que terminada constituye un servicio público
y otros. . se presenta en el ámbito de la posibili- está sujeta a límites evidentes, máxime si
dad de que el servicio pueda ser presta- dicha declaración implica intervención di-
Como resultado, se hizo necesario do por particulares, que podrían o no recta en las actividades económicas por
que los servicios públicos comenzaran concurrir con el Estado. Sin embargo, parte de la Administración Pública.
a ser prestados por los particulares. A la teoría objetiva no explica como es
esto la teoría subjetiva respondió de que distintas sociedades en distintos Ahora bien, la doctrina más moder-
manera indebida considerando que en momentos consideran servicios públi- na considera entonces, en particular, tres
realidad la prestación la seguía realizan- cos a actividades diversas sin que exista límites de particular importancia a ni-
do el Estado, pero de manera indirecta una razón objetiva que justifique la di- vel del derecho público: El principio de
a través de terceros9 • Según esta con- ferencia. legalidad administrativa, el respeto por
cepción, la realización del servicio por los derechos fundamentales y la necesi-
parte de los particulares ocurre como Es posible, en consecuencia, que dad pública de la regulación.
una suerte de delegación. Esta ficción, consideremos que ciertas actividades
sin embargo, nos lleva a la necesidad puedan ser consideradas indispensables 3.1. El Principio de Legalidad
de establecer otro nivel de caracteriza- para toda sociedad. Sin embargo, exis-
ción que resulte más eficiente. ten ciertas actividades que pueden re- El Principio de Legalidad, en térmi-

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LAS TEORIAS EXJSTENTES SOBRE EL SERVJCJO PÚBLJCO

nos generales, establece que las autori- cual el mismo está sometido también a es elegido por el pueblo, y es el primer
dades administrativas- y en general, el la Ley. Hobbes emplea el contrato so- poder dado que la Ley vincula incluso al
Estado como institución - deben actuar . cial más bien para justificar la obediencia monarca, cabe que sea el único elegido
con respeto a la Constitución, la Ley y al al soberano y la asunción de éste del por la voluntad popular. Es evidente, a
derecho, dentro de las facultades que le poder absoluto sobre sus súbditos15 • Y partir de este razonamiento, que el prin-
estén atribuidas y de acuerdo con los fi- es que, para Hobbes, la libertad del so- cipio de legalidad es uno de los elemen-
nes para los que fueron conferidas. El berano, está sobre los individuos y por tos que conforman el Estado de Dere-
principio que venimos reseñando es un sobre las mismas leyes que rigen a los cho, pues sirve de efectiva limitación al
importante componente del Estado de individuos. Cada individuo renuncia a Poder Estatal.
Derecho y es a la vez pivote del Derecho su libertad buscando la seguridad que le
Administrativo, sin el cual éste último otorga el Estado soberano 16 • La aplicación a la doctrina del servi-
carece de sentido. Por otro lado, y a diferencia de lo cio público
señalado por Hobbes, Locke sostiene
Esto implica, en primer lugar, que que los derechos naturales de los hom- Como resultado de lo señalado en
el Estado y la Administración se suje- bres no desaparecen como consecuen- líneas precedentes, el principio de lega-
tan, en especial, a la Ley, entendida como cia del consentimiento dado a la socie- lidad es el pivote del derecho Adminis-
norma jurídica emitida por quienes re- dad: Por el contrario, subsisten para li- trativo. Sin este principio, que debería
presentan a la sociedad en su conjunto. mitar el poder social, y el del Estado. incluso consagrarse constitucionalmen-
En segundo lugar, que la Administra- Este último es entonces tan solo el ga- te, el Derecho Administrativo perdería
ción Pública no goza de la llamada li- rante y administrador de los derechos de inmediato su razón de ser.
bertad negativa o principio de no coac- de las personas, pero no su propietario.
ción (nadie está obligado a hacer lo que la Bajo este criterio, debe entenderse
ley no manda, ni impedido a hacer lo que El sometimiento del Monarca a la que la determinación de una actividad
esta no prohz'be), dado que solo puede Ley genera entonces que el pretender como un servicio público debe ser esta-
hacer aquello para lo cual está facultada que éste elabore también la misma, im- blecido mediante una Ley, dado que la
en forma expresa. La discrecionalidad, plicaría una grave incongruencia, pues misma expresa precisamente la decisión
como resultado, va reduciendo su exis- estaría sometido a sus propios designios, de la colectividad en su conjunto. Máxi-
tencia a límites casi virtuales, lo cual es sin que exista control aparente alguno. me si la calificación antedicha implica
enteramente consistente con la moder- Si el Príncipe absoluto reúne en sí mis- limitación a derechos fundamentales, en
na teoría administrativa. mo el poder legislativo y el poder ejecu- particular, libertad de empresa. El prin-
tivo, señala Locke, no existiría Juez ni cipio de legalidad garantiza que la re-
Asimismo, la Administración, al manera de apelar a nadie para decidir en gulación de los servicios públicos se rea-
emitir actos administrativos -que por forma justa una reparación o compen- lizará de manera permanente y no se
definición, generan efectos específicos, sación si es que el Príncipe generase un someterá a avatares políticos.
aplicables a un conjunto definido de ad- daño o atropello 17 •
ministrados- debe adecuarse a las nor- Ahora bien, existe también una jus-
mas legales y reglamentarias de carác- De la misma manera, señala Locke, tificación práctica de este principio. Los
ter general. Estas últimas evidentemen- "tampoco es conveniente, pues sería una ten- servicios públicos poseen la peculiari-
te deben de respetar la norma legal que tación demasiado fuerte para la debilidad hu- dad de regularse en el ámbito de la Ad-
les da sustento, cumpliendo con regla- mana, que tiene la tendencia a aferrarse al ministración Pública, el prestador del
mentaria de manera adecuada. poder, confiar la tarea de ejecutar las leyes a servicio y el usuario. Ahora bien, a fin
las mismas personas que tienen la misión de de que la regulación resulte eficaz, y a
Origen hacerlas"18 • la vez, equilibrada, se requiere que las
normas en las cuales se basa la regula-
El origen del sometimiento del Esta- Locke explicita que el Parlamento, ción se originen en un organismo en
do en general y de la Administración Pú- dado su poder de Legislar, se convierte en principio imparcial y ajeno a los demás.
blica en particular a la Ley tiene su ori- él primer poder. Es necesario tener en Evidentemente, este no puede ser otro
gen en la doctrina de John Locke. Expre- cuenta que la idea de ser el primer poder que el Poder Legislativo 20 •
sa Locke -a quien se le reconoce casi implica que los demás estamentos del Es-
unánimemente como padre del libera- tado deban someterse necesariamente a El uso de decretos de urgencia
lismo político- que si el Estado ha nacido la Ley emitida por al Poder Legislativo.
para proteger los derechos naturales, que Tan es primer poder, señala Locke, que Finalmente, en nuestra opinión, y
no desaparecen con el contrato social ho- ninguna norma expedida por algún otro dado el razonamiento precedente, no
bbesiano, carece de sentido racional que organismo puede tener igual o mayor cabría emplear decretos de urgencia
desaparezcan fácticamente por la instau- validez que una Ley, si es que dicha nor- para ello, dado que los mismos deben
ración de un Estado absolutista, cuando ma no es aprobada por el Poder Legislati- emplearse en situaciones muy específi-
el contrato social persigue el fin de pro- vo. Como resultado de todo ello, debe- cas, derivadas de hechos excepcionales,
teger, amparar y hacerlos sobrevivir. La mos deducir, tal como lo hace Locke, que en matera económica y financieras y
monarquía absoluta es entonces in- el Parlamento debe tener origen necesa- cuando lo requiere el interés nacional.
compatible con la sociedad civiP 4 • Lo riamente en la elección popular. 19 El efec-
que hay que hacer es limitar el poder to inmediato de esta aseveración tiene re- Sin tomar en cuenta nuestra cierta-
absoluto y ello se logra distribuyendo lación con la preferencia de Locke por la mente radical posición sobre el tema -
las funciones estatales. Monarquía Constitucional, la misma que en nuestra opinión, debería prescindir-
no proviene de la elección popular. se de los decretos de urgencia en el cons-
En contraposición con Hobbes, Loc- titucionalismo peruano-, debemos te-
ke considera al soberano como parte in- El razonamiento anterior requiere ner en claro que un decreto de urgencia
tegrante del Pacto Social, razón por la una explicación. Si el Poder Legislativo no es emitido por el Congreso y en con-

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CHRISTIAN GuzMÁN NArURf

secuencia, no es resultado de la delibe- por parte del Estado y la Sociedad. nos hemos ya referido líneas arriba- se-
ración -en el ámbito de un ente colecti- ñala que el Estado de Naturaleza no es
vo y representativo- indispensable para A este nivel, resulta obvio que, como feroz como señala Hobbes, sino más bien
justificar la limitación a los derechos fun- toda acción estatal, la calificación de una una situación de igualdad y libertad, en la
damentales y la intervención económi- actividad como un servicio público no cual la existencia per se de derechos de
ca directa del Estado en la economía. deberá afectar derechos fundamenta- propiedad justifica la aparición de una
Asimismo, la posibilidad de calificar una les, en el ámbito del desplazamiento de sociedad civil destinada a la conservación
actividad económica como servicio pú- los mismos, es decir, de su sustitución de la propiedad25 •
blico mediante decreto de urgencia des- por otro bien jurídico. Es obvio que los
truye el equilibrio e imparcialidad ne- derechos fundamentales admiten lími- Esta sociedad civil está regida por un
cesarios para el funcionamiento de los tes, pero la limitación que de los mis- Gobierno que debe producir leyes que ri-
servicios públicos, como lo hemos indi- mos puede hacer el Estado debe ser ra- jan inclusive al soberano -lo cual le permi-
cado líneas arriba. zonable y proporcional. En este orden tió a Locke deducir la necesidad de que la
de ideas, existen importantes derechos función de protección y la de emisión de
3.2. El respeto a los Derechos Funda- que pueden ser afectados por la regula- leyes se confíen a distintos entes - y que
mentales ción estatal, como libertad de empresa, no originen perjuicio a los propietarios26 •
libertades contractuales, propiedad, e Las normas legales, entonces, deben ga-
El principio al que hacemos referen- incluso, si las actividades afectadas con- rantizar la libertad y la propiedad de los
cia, que a la vez configura uno de los figuran medios de comunicación, liber- ciudadanos. El Estado existe en tanto y en
pilares del denominado Estado de De- tades de información y expresión. cuanto asegura la protección de los dere-
recho, establece que los derechos fun- chos de las personas.
damentales- dado que configuran lími- El contractualismo
tes efectivos a la actuación del Estado - El imperativo kantiano
son preferidos sobre toda otra conside- Por un lado, las doctrinas pactistas o
ración que no sea tal, aun cuando esta contractualistas justifican la existencia del Sin embargo, el origen directo del
se encuentre constitucionalmente con- Estado en la necesidad de proteger los de- principio materia de análisis puede en-
sagrada. Lo antes señalado implica que rechos de las personas de la vulneración contrarse en el imperativo categórico
los derechos fundamentales deben ser que pueden sufrir, de los otros hombres y kantiano. Y es que, Kant señala que es
preferidos incluso sobre metas colecti- del propio Estado en una situación de au- necesario establecer una norma moral
vas o sobre intereses públicos o mera- sencia de orden social, denominada estado cuya existencia posea un valor absoluto
mente estatales. En consecuencia, no de 1Ulturalez¡¡, en el cual todos los hombres y que pueda ser fundamento de diver-
es posible, desde un punto de vista jurí- son iguales y libres. El pacto social, enton- sas leyes. Ahora bien, dado que el su-
dico, que dichos conceptos puedan des- ces, es el mecanismo que se emplea para puesto de la existencia de las leyes, sean
plazar a derechos constitucionalmente superar el estado de naturaleza y a la vez morales o políticas, reside en el indivi-
consagrados o que poseen la categoría hacer aparecer al Estado como entidad co- duo, el imperativo se traduce en aquel
de derechos humanos. lectiva. que señala que deberá tratarse a la per-
sona humana como un fin en sí mismo y
El principio que venimos comentan- Para Hobbes, el origen del Estado no sólo como un medio27 •
do funciona además como un estándar político es un pacto o convenio en el que
interpretativo de la Constitución Políti- una multitud renuncia al derecho natu- El resultado inmediato de lo señala-
ca21, en el sentido de que cuando se inter- ral a todas las cosas que cada uno posee do en las líneas precedentes, desde el
preta la norma jurídica antes indicada, y y lo transfiere por mayoría a un solo punto de vista moral, implica que toda
ante la posibilidad de variados resulta- hombre o a una asamblea de hombres. acción de los seres humanos debe ba-
dos, se debe estar a la interpretación más De acuerdo a Hobbes, al realizar un con- sarse en el imperativo precisado, que
favorable para el particularll. En caso de trato se hace uso de un derecho, pero a evidentemente se reconoce como ab-
duda en la interpretación de toda norma, la vez, para que eso sea efectivo, es ne- soluto28. Ahora bien, no obstante que
debe admitirse la que resulta más protec- cesario renunciar a otros derechos. Kant parte también de una lógica pac-
tora de los derechos de las personas indi- tista, es necesario señalar que fue el pri-
vidualmente consideradas. La concepción hobbesiana puede mero en justificar la primacía de la per-
considerarse liberal hasta el punto en que sona humana a partir de conceptos mo-
Ahora bien, el principio materia de notamos como las obligaciones sociales rales y a la vez emplear este principio
análisis tiene también su origen en el y políticas se ponen al servicio del indivi- como un imperativo ético.
constitucionalismo norteamericano, en duo. El Estado existe para proteger los
el cual aparece la doctrina de la posición derechos de los súbditos24. Sin embar- El individualismo liberal
preferente de los derechos fundamen- go, la justificación traslada todos estos
tales (preferred position) en relación con derechos al Gobernante, como resulta- Por otro lado, el principio que nos
otros bienes jurídicos. Es decir, los dere- do de la renuncia a la que hemos hecho ocupa parece tener su origen en la con-
chos constitucionalmente reconocidos alusión líneas arriba. El pacto social im- sideración- aparentemente muy obvia
tienen un valor especial en el ordena- plica en realidad la pérdida de dichos de- -de que, salvo ciertas excepciones muy
miento jurídico23 • rechos. Y, como resultado, no es posible puntuales, nadie sabe mejor lo que a
controlar u oponerse al soberano. La uno le conviene sino uno mismo. Dado
A su vez, la doctrina de la preferen- concepción de Hobbes resulta ser más que el ser humano es, por una lado, au-
cia por los derechos fundamentales par- bien una justificación a la Monarquía tónomo por definición, y además ra-
te de la consideración de que por el prin- Absoluta a través de consideraciones cional por naturaleza29, no cabe justifi-
cipio de primacía de la persona huma- aparentemente individualistas. car limitación alguna a sus derechos,
na -individualmente considerada- es aun cuando se suponga que dicha limi-
ésta la que goza de protección especial Por otro lado, John Locke -a quien tación le favorece. Y es que, la acción

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LAS TEORlAS EXISTENTES SOBRE EL SERVICIO PÚBLICO

colectiva es el resultado lógico de la ac- vez que los particulares actuarán en ar- Ahora bien, la existencia de una So-
ción de los individuos que forman par- monía sin intervención alguna. ciedad en la cual no existieran titularida-
te del ente al cual dirige el o los funcio- · des generaría la necesidad de que las per-
narios en cuestión. El Estado es una Lo antes precisado resulta ser un co- sonas que componen la misma deban po-
creación del hombre, y en consecuen- rolario de lo que se ha denominado Teo- nerse de acuerdo para determinar cuales
cia, un instrumento de éste30 • rema de Coase. Ronald Coase, Premio serían las prestaciones de las que goza-
Nobel de Economía del año 1991, demos- rían cada una de dichas personas, a fin de
Del razonamiento precisado en el tró no solo que el celebrar acuerdos cues- asegurar su subsistencia y por ende, la de
párrafo precedente pueden inferirse fá- ta, sino además que en términos de efi- la Sociedad. Hasta aquí, la argumenta-
cilmente los principios democráticos, los ciencia paretiana 32 , el Derecho debe in- ción se asemeja a la que hemos relaciona-
cuales son un resultado directo del prin- tervenir en la sociedad únicamente cuan- do anteriormente con el pactismo. Sin
cipio que venimos esbozando, deduc- do los costos de contratar resultan tan embargo, los costos que generaría que la
ción que fue de alguna forma obvia en elevados que no permiten que el merca- Sociedad en su conjunto pudiese ponerse
John Locke, cuyas ideas hemos referi- do actúe por sí mismo. A los costos gene- de acuerdo resultan ser muy elevados.
do líneas arriba. A su vez, la necesidad rados por la celebración de los acuerdos Como resultado, es necesario que el Es-
de justificar decisiones colectivas a tra- entre las personas se les conoce en forma tado, simulando la solución a la que llega-
vés de la sumatoria de decisiones indi- genérica como costos de transacción. rían los particulares de poderse poner de
viduales supedita el comportamiento de acuerdo, determine las prestaciones que
los entes sociales al acuerdo de las per- El Teorema de Coase se enuncia en- pueden darse en una Sociedad organiza-
sonas y justifica la preeminencia de és- tonces de la siguiente manera: "si los da. Dichas prestaciones, una vez que se
tas sobre el ente colectivo. costos de transacción son sensiblemente han incorporado al ordenamiento cons-
iguales a cero, no importa la solución legal titucional y se les ha dotado de protec-
Ahora bien, si suponemos que es que se adopte, pues siempre las partes in- ción jurídica, configuran lo que el dere-
posible que un funcionario público -o volucradas, a través de transacciones en el cho constitucional denomina derechos
un conjunto de ellos- pueda determi- mercado, llegarán a la solución más eficien- fundamentales.
nar con mayor habilidad lo que es me- te"33. En contraposición, únicamente
jor para otras personas, estamos pre- cuando los costos son muy elevados se Hasta el momento, la teoría de la ti-
suponiendo paradójicamente que nadie justifica la existencia de una solución le- tularidad y el Teorema de Coase pare-
puede determinar, salvo él mismo, que gal -o constitucional - que permita la cieran justificar la existencia de derechos
es lo mejor para su propia persona. En eficiencia social. Por ello, la interven- fundamentales, mas no la pertinencia del
este orden de ideas es necesario preci- ción se restringe únicamente a la asig- principio de preferencia por los mismos
sar que las tesis voluntaristas y colecti- nación de derechos a través del orde- ni de su aplicación al derecho adminis-
vistas - por más modernas que éstas namiento jurídico. trativo económico. De hecho, no puede
sean- no han podido elaborar, hasta el entenderse regulación económica de ac-
momento, una razón consistente que Un ejemplo típico de lo que acaba- tividad alguna -más aun si la misma se
permita reconocer al funcionario públi- mos de plantear resulta ser, por ejem- configura como un servicio público-- si
co (o al soberano) cualidades que el ser plo, el sistema de responsabilidad ci- es que para ello se emplean variables
humano común y corriente no tiene. vil extracontractual. Supongamos que únicamente jurídicas o políticas y se pres-
no existiese en el sistema jurídico un cinde de las económicas.
La teoría de las titularidades mecanismo legal que permitiese, di-
rectamente y través del Estado, un Lo que ocurre es que, dado que di-
Es posible justificar la preferencia resarcimiento a los daños que sufren chos derechos fundamentales (o titula-
por los derechos fundamentales a par- las personas como resultado de actos ridades) permiten obtener eficiencia so-
tir de la denominada Teoría de las Titula- de otros y cuando no existe una rela- cial cuando la misma no puede ser ge-
ridades. El derecho, a fin de conjurar o ción contractual entre ellos, como por nerada por el mercado, los mismos de-
corregir conflictos, asigna determinadas ejemplo en accidentes de tránsito. Si ben ser dotados de la mayor protec-
titularidades para asegurar que dichos dejamos que el mercado solucione el ción posible por parte del ordenamien-
conflictos tengan una solución fluida, problema, nos vamos a encontrar con to jurídico. Dicha protección tiene su
pues a través de dichas titularidades, se altísimos costos como los generados origen en su consagración constitucio-
determina a quien se debe favorecer con por la dificultad de que todos los po- nal, así como en su inclusión en múlti-
la decisión estatal. Evidentemente, la tenciales peatones lleguen a acuerdos ples acuerdos internacionales, denomi-
asignación de titularidades debe cum- con todos los potenciales conductores nados genéricamente Tratados de De-
plir con el principio de eficiencia al cual (máxime si es que los conductores en rechos Humanos34 • Asimismo, la pro-
haremos mención más adelante, de tal ocasiones son peatones y viceversa). tección de los derechos fundamentales
manera que al aplicar la solución no se Y aun en el supuesto negado de que incluye la existencia de cláusulas abier-
genere perjuicio alguno. todos pudiesen ponerse de acuerdo, tas que no limitan su enumeración a lo
la ejecución de los acuerdos resultan- señalado por la norma constitucional
Ahora bien, a fin de que la solución tes una vez ocurrido el daño deviene como podría ser el artículo tercero de
legal cumpla con su finalidad, es necesa- en harto complicada, dados los costos nuestra norma constitucional. Además,
rio conceder preeminencia a dichas titu- de tener que cuantificar éste y de de- se establecen mecanismos jurisdicciona-
laridades, que se conceden a todas luces terminar el nivel de responsabilidad. les sumarios para proteger dichos de-
a personas o entes distintos al Estado -el Estos costos generan que se deba crear rechos, denominados procesos de ga-
mismo que no posee derechos, sino más un sistema normativo que "simule", rantía o garantías constitucionales. Fi-
bien facultades o atribuciones- dado que empleando el Poder Judicial, el acuer- nalmente, y como resultado de todo lo
es éste quien debe resolver los conflic- do al que habrían llegado las partes anterior, el principio de preferencia por
!os31. A falta de conflicto, la interven- de haber sido posible la solución con- los derechos fundamentales resulta ser
ción del Estado resulta innecesaria, toda tractual. una elaboración obvia.

falo )URÍDICO 81
CHruSTIAN GuZMÁN N APURI

El resultado lógico que se deduce acá pite subsiguiente. y el teorema de Coase. Pero la inter-
de lo antes precisado es que los dere- vención estatal más allá de dichos pará-
chos fundamentales se encuentran por 3.3. La Necesidad pública de la regula- metros se justifica únicamente por la ne-
encima de cualquier consideración, ción administrativa cesidad de controhr la sociedad y la eco-
constitucionalmente consagrada o no, nomía y poder reasignar recursos a fa-
que no posee rango de derecho funda- Es necesario, en este orden de ideas, vor de determinadas personas o enti-
mental, aun cuando nos encontremos definir límites objetivos al accionar del dades, sean estás públicas o privadas.
ante un bien constitucionalmente pro- Estado respecto al control que ejerce so-
tegido35. Los derechos fundamentales, bre la sociedad y la calificación de una En este orden de ideas, el concepto
en principio, no pueden ser desplaza- actividad como un servicio público. Ro- de interés público debería reformular-
dos por enunciados que no atribuyan nald Coase, a quien ya nos hemos refe- se4ll. En primer lugar, porque el con-
derechos. Ello se traduce además en rido, demostró, a través de su famoso cepto no se basa en elemento o princi-
que dichos derechos básicos no puedan teorema, !10 solo que el contratar cues- pio objetivo alguno: es el Estado el que
ser compensados a través de ventajas ta, sino además que, en términos de efi- determina, en el momento respectivo,
sociales y 1o económicas36, por más que ciencia paretiana, el Derecho debe inter- que se considera de interés público y
las mismas estén conformadas por ac- venir en la sociedad únicamente cuando que no. Para ello se basa, en el mejor
ceso a servicios públicos. Los límites a los costos de contratar- o de ponerse de de los casos, en consideraciones discuti-
los derechos fundamentales en realidad acuerdo - resultan tan elevados que no bles y que se fundamentan muchas ve-
se encuentran al nivel de otras liberta- permiten que el mercado actúe por sí ces en situaciones de conveniencia polí-
des o derechos básicos, determinados mismo. tica. La definición de que asunto es de
previamente por el orden social. interés público y cual no lo es, dada la
De acuerdo al teorema de Coase, úni- ausencia del criterio objetivo antes pre-
Por otro lado, resulta claro conside- camente cuando los costos son muy ele- cisado, puede caer en la arbitrariedad y
rar que, una sociedad debe conformar- vados se justifica la existencia de una so- permitir ciertas inmunidades al ejerci-
se a partir de un conjunto de institucio- lución legal que permita la eficiencia so- cio del poder político.
nes organizadas a partir de ciertos prin- cial. Por ello,la injerencia estatal se res-
cipios que se consideran básicos, los tringe únicamente a la asignación de de- Además, la inexistencia de criterios
mismos que permiten construir un or- rechos a través de la norma legal y a la objetivos en los cuales el Estado debería
den social. Ahora bien, dichos princi- intervención de la Administración Pú- basarse para englobar en su ámbito cier-
pios deben ser, en primer lugar, inmu- blica y el Poder Judicial a fin de simular tas actividades o prerrogativas complica
tables y en todo caso, formalmente in- la solución a la que llegarían los particu- en demasía la posibilidad de un control
violables. Y dado que los mismos de- lares si es que se pudiesen poner de judicial posterior de sus actos, control ju-
ben ser aplicables a las personas indivi- acuerdo. Ahora bien, en determinadas dicial que es activado por los particula-
dualmente consideradas- no a los en- realidades y en determinados mercados, res41. Ello, máxime si podemos consta-
tes colectivos de derecho público, con- el Estado tiende a intervenir cuando ello tar que, en gran parte de las naciones
formados a su vez por personas natu- no resulta necesario en términos de efi- americanas, la posibilidad del control de
rales-, conforman lo que denominamos ciencia social, porque el mercado podría los denominados actos de direccionalidad
derechos fundamentales. permitir a los agentes del mercado lle- política, a diferencia del caso europeo, se
gar a la solución más eficiente. Cuando encuentra muy restringida.
Algunos autores relacionan lo an- ello ocurre, se genera ineficiencia social,
tes indicado con el llamado principio de puesto que los costos que tiene que asu- Por otro lado, hemos indicado en pá-
inviolabilidad de la persona, el mismo mir los agentes en el mercado -consumi- rrafos anteriores que el concepto de inte-
que implica la imposibilidad de impo- dores y productores- se elevan indebi- rés público que se maneja en la actuali-
ner sacrificios o privaciones a las perso- damente. Como si ello fuera poco, el dad no considera de manera alguna las
nas que no redunden en su propio be- costo de organización o costo adminis- variables económicas que hemos venido
neficio37. Sin embargo, debemos con- trativo -inicialmente imputable al Esta- describiendo en el presente trabajo. Es
cordar debidamente dicho principio con do- es en última instancia asumido por evidente not¡¡r que los conceptos de cos-
el de autonomía, el cual implica que el l'a colectividad a través del sistema im- to social y de utilidad social, de importan-
Estado no debe intervenir en la libre positivo. cia capital en el manejo moderno de los
elección del individuo 38 • Inclusive, el Es- estados - basado en gran medida en la
tado no debería intervenir aun cuando Pero, por otro lado, la intervención eficiencia administrativa-, se encuentran
exista- en su opinión- algún beneficio, estatal en rubros que objetivamente no paradójicamente fuera del esquema tra-
dado que partimos del supuesto de que le corresponden va a generar, en forma dicional que maneja la doctrina.
el dicho ente no puede conocer mejor inmediata, un mayor control del Estado
que el individuo que es lo que a éste sobre dichas actividades, control que El concepto a utilizarse, entonces y
más le conviene39 . puede favorecer a determinadas perso- que debería reemplazar al que venimos
nas o entidades, sean éstas públicas o analizando es precisamente el de utilidad
A este nivel, la aplicación de los prin- privadas. Siendo el Estado quien decide social. La utilidad social a su vez se basa
cipios económicos antes indicados tie- la asignación de recursos -y no el mer- en un concepto empleado por la econo-
ne una importancia capital en la puesta cado, como debería ocurrir- resulta sen- mía moderna, que es de eficiencia social.
en práctica de la intensa regulación eco- cillo que el Estado realice dicha asigna- Es necesario tomar en cuenta, sin embar-
nómica que acompaña, por definición, ción de acuerdo a parámetros estableci- go, que la mejoría en términos paretia-
a los servicios públicos. La regulación dos por dicho ente. nos a veces implica que las personas pue-
económica tiene sentido únicamente si dan, racionalmente, admitir una aparen-
los particulares no pueden ponerse de Es posible justificar la intervención te desmejoría en beneficio de una mejo-
acuerdo, de manera eficiente, por sí estatal en diversos rubros a partir de ría expectaticia. Esta afirmación explica
mismos. De ello nos ocuparemos en el conceptos como la eficiencia paretiana como en ciertos escenarios el particular

82 fORO JURÍDICO
LAS TEORlAS EXISTENTES SOBRE EL SERVICIO PÚBLICO

puede admitir comportamientos redistri- libre competencia se encuentre asegura- por completo su razón de ser. Queda
butivos de naturaleza colectivista42 • da, los organismos reguladores debe- claro que no basta la trascendencia so-
rían, o desaparecer o reducir plausible- cial del servicio a prestar. Es esta una
En otras palabras, y como resultado mente sus atribuciones. Es más, la exis- condición necesaria, mas no suficiente
del razonamiento paretiano, el concep- tencia de entes reguladores, cuando los para justificar el control estatal, en cual-
to de la prevalencia del interés público mismos no resultan ser intrínsecamente quiera de sus formas 46 •
sobre el interés privado, que implica la necesarios, contraviene el Teorema de
posibilidad de obtener un supuesto be- Coase. La existencia de entes regulado- Por otro lado la existencia, en gene-
neficio común perjudicándose a un par- res, no obstante que la tarea de regula- ral, de servicios controlados o regula-
ticular o a un conjunto de particulares, ción puede entregarse al mercado y la dos por el Estado cuando ello no resul-
carecería en los hechos de sustento algu- tarea de supervisión al consumidor pue- ta indispensable para asegurar la pres-
no, dado que semejante situación gene- de elevar innecesariamente los costos de tación y eficiencia del mismo necesaria-
raría ineficiencia social. Y es que, cuan- transacción. mente genera distorsiones en el merca-
do una situación es sustituida por otra do47. El razonamiento usado para acre-
menos eficiente, se produce inmediata- Como resultado de todo lo anterior- ditar ello es similar al que se puede
mente el desperdicio de recursos, con el mente señalado, deberíamos reempla- emplear cuando demostramos que la
consiguiente perjuicio de toda la colecti- zar el concepto de servicio público por existencia de bienes públicos genera dis-
vidad. La ineficiencia social genera pér- el de servicio socialmente útil o social- torsiones. Ello ocurre porque cuando
dida de recursos, los mismos que ya no mente eficiente. Es decir, un servicio es el servicio es «público>> no obstante la
podrían usarse para otros fines. 43 socialmente eficiente cuando el costo so- posibilidad de su total privatización ge-
cial generado por su desaparición o por nera que no exista manera de impedir
Por otro lado, aun en el caso de los una prestación ineficiente del mismo es que la aparición de personas que se be-
servicios públicos, la existencia de va- tan alto que justificaría el costo de la neficien del servicio a menor costo que
rios productores de un bien o servicio supervisión o regulación del citado ser- el que asignaría el mercado. Tal situa-
genera, a través de lo que los econo- vicio. Y esto a su vez justificaría plena- ción, que aparentemente podría resol-
mistas llaman libre competencia, el con- mente la naturaleza instrumental de la verse mediante el sistema impositivo o
trol sobre el abastecimiento, el precio y calificación de una actividad determina- través de subsidios, genera tarde o tem-
la calidad de los productos que existen da como un «servicio público>>. prano la dificultad de proveer el servi-
en el mercado. Cuando existen varios cio eficientemente.
productores, el afán de lucro del em- Asimismo,la calificación de servicio
presario - derivada de su propia racio- socialmente eficiente está íntimamente Asimismo, la existencia de servicios
nalidad económica, que implica la bús- relacionada con el hecho que el Estado prestados directamente por el Estado
queda de maximización de resultados- considera que dejarle a los particulares permite la presencia de lo que la doctri-
lo va a obligar a buscar mejorar lo ofre- íntegramente la facultad de explotación na norteamericana denomina freeriders,
cido por la competencia, a fin que el con- libre del servicio podría elevar los cos- personas o conjuntos de personas que
sumidor lo prefiera antes que a la com- tos de transacción, haciendo muy cos- deben ser subvencionadas por otras,
petencia44. tosa la contratación a ese nivel. Ello jus- contra la voluntad de estas últimas y
tificaría además la existencia de orga- sin que exista una razón objetiva que
Un ejemplo de la aplicación de los nismos reguladores, ahí donde no hay justifique ello.
principios antes señalados, en el caso de competencia, así como la existencia de
los servicios públicos, se encuentra rela- normas legales que regulan la presta- La decisión del Estado, por ende, si
cionado con el servicio de telefonía, en el ción del servicio. empleamos los lineamientos que hemos
caso peruano. Cuando existía un solo reseñado sucintamente, en cuanto a la
ofertante del servicio de telecomunica- Es decir, no existen servicios públi- determinación de que actividades debe-
ciones en el país- es decir, un monopolio cos per se, conceptualizados como tales rá prestarse directamente, regular o su-
público - era necesario crear una situa- en su naturaleza, sino más bien activi- pervisarse, se encontrará basada, ya no
ción que simulara el efecto que genera- dades que el Estado, en momentos de- en lineamientos subjetivos de interés pú-
ría la existencia de libre competencia en terminados, decide prestar directamen- blico, sino en cuestionamientos que tie-
el mercado de telecomunicaciones. Para te, controlar, supervisar, regular y 1o di- nen que ver con la utilidad y eficiencia
ello se creó OSIPTEL, entidad estatal en- rigir. La decisión estatal decide su in- social. Ambos son conceptos objetivos
cargada de regular temas relativos a las tervención, cuando considera que es ne- que podrían incluso cuestionarse a tra-
tarifas de telefonía y la calidad del servi- cesaria la misma. Intervención que a su vés de los mecanismos que la Constitu-
cio que se presta. La ausencia de compe- vez se encuentra justificada, dada la na- ción y las leyes establecen para el efecto.
tencia en el mercado elevaría en dema- turaleza objetiva del concepto a em-
sía los costos de transacción, impidiendo plearse, en el hecho de que el servicio A manera de conclusión
la contratación. no pueda prestarse eficientemente sin
necesidad de la intervención estatal a La existencia de diversas teorías res-
La existencia de un ente regulador través de la regulación económica. pecto al servicio público nos muestran
como OSIPTEL implicaría la solución le- que dicho concepto requiere, para bien
gal que el Teorema de Coase exige. En Hay que tener en cuenta, sin em- del Estado y de los particulares, una re-
general, los entes reguladores- a los que bargo, que aplicando nuevamente el visión. La teoría subjetiva demostró su
hemos hecho referencia con anteriori- Teorema de Coase, queda claro que la ineficacia con la decadencia del Estado
dad - tienen su razón de ser no sola- intervención estatal se justifica única- de Bienestar. A su vez, la teoría objetiva
mente en la "naturaleza pública" del ser- mente a falta de la solución de merca- no tenía sustento alguno en la realidad
vicio a prestarse, sino también en la au- do45. Por ello, una vez que los mecanis- al permitir la existencia de servicios pú-
sencia de competencia efectiva en el mos de mercado se aplican en forma blicos distintos en diversas sociedades.
mercado. Teóricamente, una vez que la directa, la intervención estatal pierde La teoría que resulta más consistente con

FORO jURÍDICO 83
CHRISTIAN GUZMÁN NAPURI

la realidad, en términos jurídicos y eco- través de criterios objetivos, fundamen- Ello, en absoluta concordancia con la
nómicos es la teoría denominada fun- talmente de naturaleza económica. concepción de que la calificación de un
cional, por la cual la declaración de una servicio como <<público>> por parte del
actividad como servicio público -a fin de Un tema adicional proviene de nues- Estado -la denominada publícatío- po-
asegurar su regulación- proviene del Es- tra concepción de que el concepto de see una naturaleza instrumental. Dicha
tado. interés público no es consistente, ni con calificación se encuentra relacionada
la racionalidad económica de la admi- precisamente con la necesidad o utili-
Sin embargo, la teoría funcional es- nistración pública, ni con la realidad em- dad social de la prestación del servicio y
tablece ciertos límites a dicha prerroga- píricamente observable. Es claro que la el costo social que originaría su desapa-
tiva del Estado. En primer lugar, el prin- subjetividad de su determinación impi- rición o la prestación del servicio en for-
cipio de legalidad, por el cual solo pue- de el control del accionar del Estado por ma ineficiente. Sin embargo, la justifi-
de declararse una actividad como ser- parte de los particulares. cación del control o supervisión estatal
vicio público a través de i.lna Ley. En puede encontrarse únicamente en la
segundo lugar, dicha declaración no A su vez, es necesario reemplazar imposibilidad del mercado de asegurar
debe afectar derechos fundamentales. el concepto de servicio público por el la prestación, calidad, y nivel precios del
Finalmente, debe existir una necesidad de servicio socialmente eficiente, basa- servicio considerado socialmente nece-
pública de la regulación, establecida a do en los conceptos de eficiencia social. sario.

Notas

1
Diez, Manuel María- Derecho Administrativo. Buenos Aires, Plus Ultra, 1979, p. 333.

2
La sentencia Blanco permitió definir qué derecho debía aplicarse en un problema de responsabilidad estatal en la
prestación de un servicio público. El Tribunal de Conflictos determinó que la responsabilidad estatal no se rige por las
normas del Código Civil sino por las normas administrativas.
Agnes Blanco fue una joven que sufrió un accidente producido por una vagoneta que circulaba entre dos edificios en la
ciudad de Burdeos. En primer lugar, se determinó que por ser la vagoneta un bien que cumplía un servicio público debía
someterse la controversia a la competencia administrativa. En segundo término, y lo que es más importante, se determinó
la directa responsabilidad del Estado en los daños causados a la joven en mención. Vida! Perdomo, Jaime- Derecho
Administrativo. Bogotá, Temis, 1997, p. 229.
Y es que la concepción francesa a este nivel implicó la determinación de la responsabilidad administrativa sobre bases
distintas a las del derecho civil, incorporando en dicha responsabilidad la noción de servicio público en forma directa.
Ortega, Luis- "La Responsabilidad Civil de la Administración Pública". En: Themis No 32, 1995, p. 18.

3
Diez, Manuel María- Op. cit., p. 334. Kresalja, Baldo,- "El Rol del Estado y la Gestión de los Servicios Públicos". En:
Temis No 39. Lima, PUCP, 1999, p. 40.

4
Sobre el particular: De Val Pardo, Isabel. Administración de Entidades Públicas. Madrid, Instituto de Estudios Económi-
cos, 1999, pp. 49-51

5
Es evidente que la razón por la cual las empresas privadas pretenden obtener ganancias como finalidad intrínseca de
las mismas (sino, no serían empresas) es la propia necesidad o afán de lucro de sus dueños.
6
Al respecto: Ariño, Gaspar; De La Cuétara, J.M.; Martínez, J.L.- El Nuevo Servicio Público. Madrid, Marcial Pons,
Ediciones Jurídicas y Sociales, S.A., 1997, pp. 112 y ss.
Es posible justificar también la ineficiencia de las empresas públicas a través del Teorema de Coase, al que hacemos
referencia en el texto en repetidas oportunidades. La acumulación de funciones en el estado generó que este se administrara
en forma ineficiente. Dicha administración ineficiente, es claro, no se restringía únicamente a la que se realizaba sobre
entidades públicas, sino que también afectaba a las entidades de derecho privado que eran de propiedad del Estado.
Finalmente, encontramos la razón de la tantas veces citada ineficiencia pública en la necesaria rigidez y formalidad del
· funcionamiento del Estado en general. Dicha rigidez impide que las empresas del Estado se adapten rápidamente a la
vertiginosa variación de los mecanismos empresariales derivada del progreso económico y tecnológico en todo el Mundo.
7
Kresalja, Baldo- Op. cit., p. 55.

8
De Val Pardo, Isabel- Op. Cit., pp. 90 y ss. Sin embargo debemos señalar, al contrario de lo que señala la autora, que
no es posible que la Administración pública, en términos de servicios públicos, pueda funcionar adecuadamente sin priva-
tizar los mismos. Tal como lo hemos precisado, la ineficiencia de las empresas públicas resulta ser, en principio, consustan-
cial a ellas.

9
Dromi, Roberto- Derecho Administrativo. Buenos Aires, Ciudad argentina, 2000, p. 627.
10
Linares, Juan Francisco- Derecho Administrativo. Buenos Aires, Astrea, 1986, p. 512
11
Serra Rojas, Andrés- Derecho Administrativo. México, Lib. de M. Porrua, 1965, p. 122.

84 fORO jURÍDICO
LAS TEORfAS EXISTENTES SOBRE EL SER\~CIO PÚBLICO

I
2
Ariño, Gaspar; De La Cuétara, J.M.; Martínez, J.L.- Op. Cit., p. 25.

IJ Ariño, Gaspar; De La Cuétara, J.M.; Martínez, J.L.- Op. Cit., p. 22.

I
4
Locke, John- Ensayo sobre el Gobierno Civil. Barcelona, Ediciones Orbis, S.A., 1983, p. 90.

I
5
Hobbes, Thomas- Leviatán. Madrid, Sarpe, 1984, pp. 181 y ss.

6
I La idea de que los derechos de los particulares se transfieren no a un tercero, sino a la colectividad en su conjunto no

surge de las ideas de Locke, sino más bien de las de Spinoza, quien señalaba que «se puede formar una sociedad y lograr que todo
pacto sea siempre observado con máxima fidelidad sin que ello contradiga al derecho natural, a condición de que cada uno transfiera a la
sociedad todo el derecho que él posee, de suerte que ella sola mantenga el supremo derecho de la naturaleza a todo, es decir, la potestad
suprema, a la que todo el mundo tiene que obedecer, ya por propia iniciativa, ya por miedo al máximo suplicio». Spinoza, Baruch -
Tratado Teológico Político, XVI; traducción de A. Domínguez, Alianza Editorial, Madrid, 1986, p. 338.
La sociedad a la que hace referencia Spinoza equivale pues a la Sociedad Civil señalada por Locke en su tratado. Sin
embargo, Spinoza falleció antes de poder explicitar como esta Sociedad gozaría de mecanismos democráticos para la
determinación de los gobernantes. Por ello distintos intérpretes han señalado, quizás erróneamente, que las formulaciones
de Spinoza hacen pensar claramente más en Rousseau que en cualquier otro autor. Ello pues Locke explicita claramente el
origen popular y democrático del órgano legislativo.

17
Locke, John- Op. cit., p. 91.

I
8
Locke, John- Op. cit, p. 143.

19
"No solamente es el poder legislativo el poder máximo en aquellas manos en la comunidad lo situó una vez. Ningún edicto u
ordenanza, sea de quien sea, esté redactado en la forma en que lo esté y cualquiera sea el poder que lo respalde, tienen la fuerza y el
apremio de una ley, si no ha sido aprobada por el poder legislativo elegido y nombrado por el pueblo". Ibíd., p. 134.
20
Ariño, Gaspar; De La Cuétara, J.M.; Martínez, J.L.- Op. Cit., p. 136.

En la jurisprudencia norteamericana se conocen varios casos muy importantes en los cuales queda clara la aplicación
2
I

del principio enunciado. En la mayoría de los casos, el criterio empleado es el de la prevalencia de los derechos constitucio-
nalmente consagrados incluso sobre principios aceptados por la colectividad, como pueden ser el orden público o las buenas
costumbres.
Ahora bien, la propia Constitución Peruana en su artículo 1° establece claramente el principio que venimos reseñan-
do, al establecer que la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado.

22
Un tratamiento amplio del tema podemos encontrarlo en: Siegan, Bemard- Reforma Constitucional. Lima, CITEL,
1993, pp. 53 y ss. Respecto a la aplicación del principio de preferencia por los derechos fundamentales a la interpretación
constitucional: García Belaunde, Domingo- "La Interpretación Constitucional como problema". En Pensamiento Constitu-
cional. Lima, PUCP, 1994, pp. 31-32.

23
Siegan, Bernard- Op. Cit., loe. Cit.

24
Berns, Laurence- Thomas Hobbes. En: Strauss, Leo y Cropsey, Joseph (comp.) Historia de la Filosofía Política.
México, Fondo de Cultura Económica, 1993, p. 382.

25
Strauss, Leo y Cropsey, Joseph- Op. Cit., pp. 452 y ss. Es necesario precisar que cuando nos referimos a propiedad
en la Locke estamos refiriendo en realidad a diversos derechos de la persona humana necesarios para la vida en sociedad.

Touchard, James- Historia de las Ideas Políticas. Madrid, Tecnos, 1963, p. 295. Locke explicita la naturaleza de un
26

pacto en el cual el Gobierno no es dueño de los derechos transferidos, sino más bien mero administrador de los mismos.
Como evidente resultado, es posible reconocer el derecho de los gobernados de sublevarse si es que el poder perjudica a los
mismos. Dicho derecho de insurgencia no estaba señalado de manera alguna, por ejemplo, en la literatura hobbesiana.

27
Según Kant, no importa con cuánta inteligencia actúe el individuo, los resultados de las acciones humanas están sujetos
a accidentes y circunstancias; por lo tanto, la moralidad de un acto no tiene que ser juzgada por sus consecuencias sino sólo
por su motivación ética. Sólo en la intención radica lo bueno, ya que es la que hace que una persona obre, no a partir de la
inclinación, sino desde la obligación, que está basada en un principio general que es el bien en sí mismo. Como principio
moral último, Kant volvió a plantear el término medio en una forma lógica: "Obra como si la máxima de tu acción pudiera
ser erigida, por tu voluntad, en ley universal de la naturaleza". Esta regla es denominada imperativo categórico, porque es
general y a la vez encierra un mandato. Kant insistió en que uno ha de tratar a los demás como si fueran <<en cada caso un
fin, y nunca sólo un medio>>.

28
Kant, Immanuel- Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres. México, Porrúa, 1975, p. 45 y ss.

29
Torres López, Juan-" Análisis Económico del Derecho". Editorial Tecnos S.A., Madrid, 1987, p. 30-31. Es necesario

fORO JuRÍDICO 85
CHRJSTIAN GUZMÁN NAPUR(

señalar que la racionalidad económica del hombre es aplicable también a otras líneas de su comportamiento, como lo han
señalado teóricos como James Buchanan o Gary Becker.

30
Buchanan, James y Tullock, Gordon- El Cálculo del Consenso. Madrid, Espasa Calpe, 1980, p:39.

31 Sobre el particular: Calabresi, Guido y Melamed, Douglas - "Reglas de la Propiedad, Reglas de la responsabilidad e
inalienabilidad, Un Vistazo a la Catedral". En: Themis No 21. Lima, PUCP, p. 63 y ss.

32
Cuando se habla de eficiencia social, y así será en el presente trabajo, nos referimos a la definición paretiana del
termino. Wilfredo Pareto, economista italiano, define la <<mejora en el bienestar social>> como una situación que se genera
si no se reduce el bienestar individual y por lo menos mejora un individuo. El criterio, basado en el axioma del "hombre
económico", se funda en que el individuo es el mejor determinador de su propio bienestar y que la sumatoria del bienestar
de todos genera el de la sociedad en su conjunto.
Una situación, hecho o política determinada es eficiente si como resultado de la misma se obtiene una mejora en el
bienestar social. La concatenación de situaciones eficientes, que conducen al grado máximo de eficiencia, genera el llamado
óptimo de Pareto, situación que se genera cuando ninguna persona puede mejorar sin que se perjudique a alguna otra.
Sobre el particular: TORRES LOPEZ, Juan- Op. cit., pp. 32-33.
Para una explicación matemático-técnica de la eficiencia paretiana: Kafka, Folke- Teoría Económica. Lima, Universidad
del Pacífico, 1981, pp. 740 y ss. Por otro lado, una interesante descripción de los principios paretianos aplicables a la elección
constitucional puede encontrarse en: Buchanan, James y Tullock, Gordon- Op. cit., pp. 206 y ss.

33
Al respecto: Torres López, Juan- Op cit, pp. 50 y ss. Polinsky, Michell- <<An Introduction to Law and Economics>>.
Boston, Little Brown and Company, 1983, pp. 23-26. Posner, Richard A.- El Análisis económico del Derecho. México, Fondo
de Cultura Económica, 1998, pp. 15-16.

34
Es necesario señalar que desde la suscripción de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados- que fuera
ratificado por el Perú mediante Decreto Supremo N° 029-2000-RE -,los tratados internacionales se incorporan automática-
mente al derecho interno de las naciones que intervienen en el mismo. Ello ocurre puesto que la Convención especifica, en
su artículo 27, que ninguna parte (de un tratado) puede invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación
del incumplimiento de un tratado. De hecho, la Corte Interamericana de Derechos Humanos en sucesiva jurisprudencia ha
hecho evidente aplicación de estos principios, la aplicar la Convención Americana de Derechos Humanos en vez de la
normatividad interna del país que hubiere sido demandado ante ella.

Sobre el particular: Laporta, Francisco- "Sobre el concepto de derechos humanos". En: Doxa No 4, 1987, pp. 36 y ss.
35

Ahora bien, tribunales constitucionales europeos, en particular el español, aun mantienen la tendencia a considerar como
válidas las limitaciones a derechos fundamentales que se encuentren amparadas en bienes constitucionalmente protegidos
(orden público, seguridad nacional, bien común). En puridad, la única limitación lícita que un derecho fundamental podría
admitir es la que genera otro derecho fundamental.

36
Rawls, John- Teoría de la Justicia. México, Fondo de Cultura Económica, 1995, pp. 67-69.

37
Nino, Carlos- Ética y Derechos Humanos. Un ensayo de fundamentación. Barcelona, Ariel, 1989, p. 239.

38
lbíd., p. 204-205.

Evidentemente, existen claras excepciones a esta consideración, derivadas de evidentes limitaciones de la persona que
39

no permiten una elección totalmente racional. Ejemplo de ello son los incapaces.

Sobre el particular: Guzmán Napurí, Christian - "Acerca de los conceptos de servicio público e interés público. Un
40

boceto de análisis económico de los mismos". En: Normas Legales, Tomo N° 292, setiembre de 2000, pp: A-93 a A-102.

41
El control que debe existir entre electores y el Estado se justifica plenamente dada la constatación, en la teoría y
empíricamente, que no basta con los controles al interior del estado (sean intraórganos o interórganos) para evitar que éste
degenere en el llamado <<Estado Leviatán>>. Ello, dado que los gobiernos se encuentran conformados por personas que
buscan maximizar su utilidad, estos procurarán, ante la ausencia de controles efectivos, elevar su cuota de poder.
Al respecto: Buchanan, James- <<From Priva te Preferences to Public Philosophy: The Development of de Public Choice».
En: The Economics of Politics. Londres, lEA, 1978, p. 18.
Lo que ocurre en realidad es que la democracia representativa encuentra su justificación en el hecho que las personas
que fueron elegidas deban, al tomar una decisión política, <<simular>> la determinación a la que habrían llegado los particu-
lares de haberse podido poner de acuerdo. En consecuencia, las normas legales que organizan el Estado, que generalmente
parten de la Norma Constitucional de los mismos, pretenden que las decisiones estatales se tomen de manera que asemejen
lo más posible la determinación a la que hemos hecho referencia.
No obstante lo anteriormente expuesto, por diversas circunstancias, entre las cuales sin duda encontramos las de un
inadecuado diseño institucional o la de la ausencia de una tradición democrática (situación desafortunadamente muy
frecuente países como los latinoamericanos), la elección mediante sufragio y el control al interior del Estado, no bastan en
forma alguna para que la simulación antes señalada se cumpla a cabalidad y la decisión de la autoridad política no se asemeja
siquiera a la postura que en su caso asumiría el electorado. Por ello, resulta indispensable el establecimiento de mecanismos

86 fORO JuRÍDICO
LAS TEORfAS EXISTENTES SOBRE EL SERVICIO PÚBLICO

que permitan corregir esa situación, permitiendo así que el electorado pueda controlar directa o indirectamente, por lo
menos parte de la decisión política que se tome. Al respecto Guzmán Napurí, Christian, - "Una Aproximación a la
Aplicación del Análisis Económico del Derecho al Derecho Constitucional". En: Revista Derecho y Sociedad, Lima, PUCP,
N" 15,2000. Op. Cit., PP· 117 y SS.

42
Buchanan, James y Tullock, Gordon- Op. Cit. pp. 228-229. No obstante ello, y contrariamente a lo que pueda pensarse,
los regímenes impositivos de naturaleza tributaria no forman parte del razonamiento antes precisado. Ello porque el
ciudadano común y corriente, considera los tributos no como una carga redistributiva necesariamente, sino más bien como
la contraprestación que el Estado exige como resultado de la administración que el mismo realiza. A su vez, la racionalidad
del individuo impone un límite a dicha consideración, dado que una vez que el Estado traspone dicho límite, la presión
tributaria es necesariamente considerada injusta.

43
Kafka, Folke - Op. Cit. p. 662.

44
Debemos diferenciar claramente dos conceptos. Uno es el de libre competencia, otro el de libre concurrencia. La libre
concurrencia implica la posibilidad de existencia de diversos productores de un mismo bien o servicio, pero no asegura la
materialización de dicha existencia. Es en consecuencia una situación formal, que deberá estar asegurada por el ordena-
miento jurídico.
La libre competencia implica, necesariamente, la coexistencia efectiva de dichos diversos productores de un bien o
servicios determinado. Implica entonces una constatación fáctica, real. El concepto de libre competencia es más bien
económico y no jurídico.

45
Debe quedar claro que, el Teorema de Coase nos dice que cuando los costos de transacción son muy reducidos, la
asignación de derechos inicial no tiene importancia en términos de eficiencia. Sin embargo, puede resultar medular en
términos redistributivos. Si asumimos que redistribuir no cuesta, notaremos que los Gobiernos emplean la asignación de
derechos para favorecer a determinados sectores de la sociedad, animados también por consideraciones de «justicia» o
«bien social».
Sin embargo, en la práctica redistribuir sí cuesta, en especial si se realiza empleando el sistema tributario o los subsidios
dirigidos. Polinsky, Michell- Op. Cit., pp. 123, 124.

46
En la misma línea de pensamiento: Ariño, Gaspar; De La Cuétara, J.M.; Martínez, J.L.- Op. Cit., p. 88.

47
Kafka, Folke - Op. Cit. p. 671.

FORO jURÍDICO 87

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