YOGUICUENTO: PIDE UN DESEO

Una mañana al salir el sol por la montaña. Mamá águila y su polluelo se

encontraban conversando sobre una mítica flor mágica que concedía deseos. El
bebé águila la quería con ansias.

Salieron a recorrer de norte a sur la montaña, preguntando a conejos, palomas y

cigüeñas que veían al pasar o al volar, pero ni rastros de la flor mágica.

El polluelo comenzó a desesperarse y frustrarse, pero mamá águila le enseñó a

relajarse por medio de una cuenta regresiva (1 al 5 y viceversa). Bebé águila logró
concentrarse y cuál fue su sorpresa a ver frente a él a la flor mágica; enseguida
pidió un deseo, que al bajar el sol ocurriera una lluvia de estrellas, para que todos
los seres vivos desde los más pequeños como la mariposa, hasta los más grandes
como el elefante, tuvieran la oportunidad de pedir un deseo.

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