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La evaluación educativa es el proceso por medio del cual aplicamos un juicio sobre unos

elementos para determinar si se ha alcanzado aquello que se había propuesto en los objetivos
de aprendizaje y sirve para mantener el mismo rumbo o cambiarlo de acuerdo a las necesidades
del programa de curso.
Si la educación es el proceso por medio del cual el ser humano transmite sus conocimientos a
las nuevas generaciones, entonces la evaluación viene a ser algo así como el control de calidad
de esa misma educación.
Has distintas formas de educar y también las hay otras tantas de evaluar; desde el mismo
momento que el hombre apareció sobre la faz de la tierra y tuvo un hijo; en ese momento
comenzó la educación; las experiencias de este ser humano, primitivo o no, fueron transmitidas
a los hijos, y estos a su vez a los que siguieron; poco a poco el conocimiento a transmitir fue
haciéndose más extenso, ya no era solo formas de caza o cultivo, de pronto empezó a
transmitirse elementos básicos de cada sociedad, que, rudimentaria o no empezaba a formarse
en la figura de aldeas, pueblos y hace unos miles de años atrás naciones.
En algún momento de la existencia humana, el hombre o mujer se dio cuenta que era imposible
trasmitir todo lo que sabía por medios orales; así que se dieron a la tarea de usar jeroglíficos
como los egipcios o textos completos como Hammurabi. Sin embargo y para quienes hemos
tenido el privilegio de visitar las imponentes pirámides egipcias, al verse frente a estos testigos
del tiempo uno no puede sino imaginar lo que tal vez tenían en mente aquellas
personas. ¿Querrían perpetuar su memoria o querían pasar el conocimiento a sus hijos? ¿El
creador de la Esfinge, pensaría que su monumento duraría más de cinco mil años?
No podremos dar contestación a estas preguntas; no tenemos las respuestas; sin embargo, lo
que sí es muy seguro es que en algún momento el arquitecto de una de estas pirámides o de la
esfinge misma debió aprender a construir, a medir, a calcular, a dirigir a sus colaboradores o
esclavos; a construir y seguramente dejar un legado. Pero, cuando este nuestro personaje
estaba aprendiendo, de alguna forma debió demostrar a su maestro que ya había aprendido,
por lo tanto y como un profesor dijo alguna vez a sus alumnos: “El conocimiento no se
construye de una sola vez; se va formando poco a poco.”
Ese legado que todo ser humano quiere dejar; es un anhelo de cada persona en su interior, de
alguna forma nuestros hijos o nuestros alumnos adquieren algo de lo que sabemos y luego ellos
lo mejoran y multiplican. En las películas de artes marciales ocurre una escena que nos parece
familiar: Un maestro entrena por mucho tiempo, a veces años a un discípulo, en eso llega el
momento cuando el discípulo llega a estar a la altura del maestro o lo supera; en ese momento
se marcha del lugar y va, enfrenta unos cuantos enemigos y se convierte el mismo después en
un maestro de otro discípulo.
Esa es la esencia y maravilla de la educación, quienes nos dedicamos a la tarea de enseñar
sabemos que la evaluación es, como ya dijimos, el control de calidad de la educación. Por
medio de la evaluación sabemos si hemos enseñado como se debe, todo lo que se debe y si
nuestros discípulos están preparados para moverse al nivel siguiente o debemos terminar la
tarea.
La evaluación tiene muchos usos, es útil para los administradores, autoridades educativas,
padres de familia, alumnos, comunidad y por supuesto a quienes la imparten pero lo más
importante es que debe servir para beneficio del estudiante.

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