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La característica común que presentan los autores cuando hablan de enseñanza es que para ellos
la enseñanza implica transmitir contenidos, conocimientos a otra persona que carece de él.
Para Zabala y Basabé, cuando hay enseñanza se produce un aprendizaje. Mientras
que Gvirtz y Jackson difieren en que la enseñanza es un medio de comunicación y para que
se dé tiene que existir un gobernante.
2. Funciones del docente:
Laura Basabé y Elena Cols
La enseñanza/enseñar: está orientada al logro de finalidades pedagógicas, esta es la base
en las acciones del docente orientada hacia otros y realizada con el otro.
Docente como sujeto biográfico y actor social: supone el reconocimiento de intenciones que
dan sentido y dirección a sus reflexiones y decisiones relativas a qué y cómo enseñar. Es acción
situada porque transcurre en un contexto histórico, social, cultural e institucional.
Desempeña un papel mediador entre los alumnos y determinados saberes: los docentes son
los encargados de hacer accesibles a los alumnos unos saberes que fueron construidos por
otros actores en otros contextos sociales.
Disponen de importante acervo de conocimientos, creencias y teorías personales: a través
de estos interpretan y atribuyen a las situaciones cotidianas. Lo que los docentes piensan y
conocen es relevante para comprender sus decisiones y acciones en clase. Sus saberes son
plurales y heterogéneos, provienen de diferentes fuentes y se adquieren a través del tiempo
mediante un proceso en el que convergen factores de orden biográfico, cultural y social.
Philip W. Jackson
El docente actúa como un regulador que controla el flujo del dialogo en el aula: cuando un
alumno desea exponer algo durante un debate, es tarea del docente invitarle a que formule su
comentario, decidirá quién habla y en qué orden.
Servir como proveedor: el espacio y los recursos materiales y debe distribuirlos
juiciosamente, esto se ve relacionado con otorgar privilegios especiales a los alumnos que los
merecen.
Servir como cumplidor oficial del horario: él es quien se encarga de que las cosas comiencen
y acaben a tiempo.
Ser fuente principal de la evaluación en el aula: se le exige al docente que continuamente
formule juicios sobre el trabajo y la conducta de los alumnos y que los comunique a estos y otras
personas.
La autoridad del docente: es prescriptiva como restrictiva, se preocupa por fijar tareas a los
alumnos y no se limitan a poner freno a una conducta indeseable. La esencia de su autoridad
radica en un dominio de la atención de los alumnos.
Zabala, A.
Planificar la actuación docente de manera flexible para permitir la adaptación a las
necesidades de los alumnos.
Contar con aportaciones y conocimientos de los alumnos.
Ayudarlos a encontrar sentido a lo que están haciendo para que conozcan lo que tienen que
hacer, sientan que lo pueden hacer y les resulte interesante hacerlo.
Establecer retos y desafíos a su alcance que puedan ser superados con el esfuerzo y la
ayuda necesarios.
Ofrecer ayudas adecuadas a los progresos que experimenta y a los obstáculos con los que
se encuentra.
Promover la actividad mental autoestructurante que permita establecer relaciones con el
nuevo contenido, atribuyéndole significado y fomentando los procesos de metacognición.
Establecer un ambiente y unas relaciones regidas por el respeto mutuo y por el sentimiento
de confianza, promoviendo la autoestima y el autoconcepto.
Promover canales de comunicación que regulen los procesos de negociación, participación
y construcción.
Potencias la autonomía del alumno en el establecimiento de objetivos, posibilitando que
aprendan a aprender.
Valorar a los alumnos según sus capacidades y su esfuerzo, teniendo en cuenta el punto
personal de partida y el proceso a través del cual adquieren conocimientos, e incentivando
la autoevaluación como medio para favorecer las estrategias de control y regulación de la propia
actividad.
Las relaciones que se puede establecer entre los autores es que el docente es el principal mediador
entre el saber y el alumno haciendo accesibles los saberes.
3. Las teorías del aprendizaje son necesarias, pero no suficientes para explicar lo que sucede
en el aula porque:
Dan una información básica acerca del modo en que las personas aprenden; esto no es
suficiente respecto de que, como y cuando enseñar.
Pretenden explicar y comprender los hechos.
Las teorías psicológicas del aprendizaje son modelos explicativos que han sido creados en
situaciones experimentales y solo en forma parcial pueden explicar el funcionamiento real de
los procesos de aprendizaje en el aula o en la vida cotidiana.
Se ha centrado la atención sobre el individuo como sujeto de aprendizaje, olvidando que el
aprendizaje se produce con y en grupo.
C- Según Basabé, la enseñanza supone una práctica reflexiva debido a que enfrenta al
docente a un flujo de constantes situaciones inéditas, complejas, que tienen lugar en escenarios
relativamente inciertos. La enseñanza es una actividad de naturaleza práctica concreto u operativo.
Por el contrario, es el carácter propio de aquellas circunstancias que exigen reflexión y deliberación
porque no se resuelven fácilmente mediante la aplicación de un patrón de acción derivado del
conocimiento teórico.
La enseñanza se presenta como una profesión en la que los sujetos deben tomar decisiones de
manera rápida en el marco de situaciones poco definidas (actuar en la urgencia).
Según Jackson, la enseñanza supone una práctica reflexiva, y al mismo tiempo es
profesionalizara, trata entre otras cosas, de identificar y remover aquellos obstáculos que se
interponen en la obtención de valores educativos bajo los que organizan su práctica, por los que
planifica y desarrolla un determinado curriculum. En esta tarea es preciso integrar la teoría y la
práctica dentro de un mismo progreso, no como dos momentos separados, y mucho menos, como
el segundo exclusivamente subordinado al primero, sino en una situación de diálogo e intercambio,
capaz de fructificar una nueva cultura educativa que convierta en interesante y formativo el paso
obligado por las aulas de los alumnos.
E- Según Zabala, en el aula confluyen una trama de intereses, historias y variables que
ponen de manifiesto la complejidad de los procesos de enseñanza y de aprendizaje: La condición
activa de los contenidos procedimentales y el hecho que los chicos realicen el aprendizaje con
estilos diferentes, pero sobre todo con ritmos diferentes, obliga a incluir, en primer lugar, actividades
suficientes que permitan realizar es que comportan estos contenidos tantas veces como sea
necesario y, en segundo lugar, formas organizativas que faciliten las ayudas adecuadas a las
necesidades de cada uno de los alumnos.
Para poder ofrecer esta ayuda y apoyo según las características particulares de cada
alumno, habrá que adoptar, medidas organizativas y medios materiales que faciliten una atención
lo más individualizada posible.
El aprendizaje de los contenidos actitudinales todavía requiere una reflexión más profunda
al respecto a las relaciones interactivas que se deben promover.
Para el aprendizaje de los contenidos actitudinales sea preciso articular acciones formativas en las
cuales dichos contenidos sean vividos, por los alumnos obliga a plasmar en el aula no solo tareas
concretas, sino principalmente formas específicas de llevarlas a cabo en un clima y relaciones
adecuadas entre profesores y alumnos, y entre el mismo alumnado. El ambiente en general, las
valoraciones que se transmiten y las relaciones que se establecen tienen que traducir los valores
que se quieren enseñar.
Querer que los alumnos asuman como valor la tolerancia hacia los demás y la aceptación
de la diversidad, sus opiniones, su manera de ser y sus creencias, exige la presencia en el aula de
un clima en el cual actúe bajo estos principios. Se requiere un conjunto de actividades y situaciones
en las que se producirán conflictos y se deberá renunciar a la imposición de los propios puntos de
vista.
Los debates, la expresión de las ideas, los diálogos, el trabajo en equipo o la convivencia
son instrumentos tan necesarios como los que se desprenden del clima institucional que existe, de
la manera de resolver los conflictos que puedan producirse a nivel de equipo por parte de los
profesores, de cómo se relacionan entre ellos y con otros profesionales y padres, etc.
Educar en la libertad es educar en los criterios que hacen posible su ejercicio responsable y
respetuoso hacia los demás.
La complejidad del trabajo de las actitudes y los valores en la escuela viene determinada por
diversos factores.
Se desprende de la contradicción que a menudo se pone de manifiestos éntrelo que hay que
trabajar en el aula y lo que está presente a nivel social, en los medios de comunicación, en los
interés de los grupos de presión, en los otros sistemas donde viven los alumnos. El segundo es la
consideración que dichos contenidos necesariamente deben impregnar las relaciones
institucionales en su conjunto. Y el tercero, la dificultad para hallar procedimientos claramente
establecidos para trabajarlos y evaluarlos, también lo que supones desde el punto de vista del
docente: reflexionando sobre la vista, valores, adoptado puntos de vista y opciones, y ser
beligerantes cuando es necesario.