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Oportunidades para productores mexicanos de exportación según el tratado

de libre comercio en Japón

Uno de los países con los que México ha buscado entablar relaciones comerciales
es Japón, país que después de la Segunda Guerra Mundial vivió un cerco
económico que lo limitaba en cuanto a intercambio comercial. Fue justamente
México el primer país que estableció vínculos comerciales con Japón en esta época.

Japón es conocido por ser uno de los países con mayor capacidad de creación de
tecnología, muy cotizada en todo el mundo por su precisión y precios. En el acuerdo
que México ha celebrado con Japón se establece una preferencia para la
adquisición de maquinaria pesada, productos de alta tecnología, algunos productos
químicos y maquinaria de precisión.

Este punto beneficia principalmente a las empresas mexicanas que hacen


investigación o que necesitan adquirir maquinaria que no se fabrica en México y que
de otra manera les resultaría excesivamente cara. Las principales ventajas son que
los precios serán más bajos y, además, las tasas arancelarias serán inferiores que
las ofrecidas a otros países. (Tokoro, 2006)

El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, y la


embajadora de México en Japón, Melba Pría Olavarrieta, sostuvieron una reunión
de trabajo para arrancar la segunda etapa del plan orientado a ampliar la oferta de
productos mexicanos a esa nación y fortalecer la cooperación científica y
tecnológica.

En la reunión, se subrayó la importancia de iniciar los procesos protocolarios


sanitarios con intercambio de información técnica para incluir 10 productos al
paquete de exportaciones a Japón, como son café y plátano orgánico, piña, vainilla,
nuez, miel, mezcal, camarón, abulón y pulpo, que tienen alta demanda en esa
nación y países de Asia. (Santos, 2019)

En la actualidad se observa un alza en la tendencia de exportación de bienes


agroalimentarios hacia este destino comercial, la cual se prevé se mantenga y
fortalezca, debido a la demanda que generan los productos mexicanos entre los
consumidores japoneses, lo cual presenta una gran oportunidad para comenzar a
comercializar estos productos exportándolos a japón. (Rural, 2017)

Actualmente en México la única industria que registró niveles substanciales de


contenido local en las maquiladoras fronterizas fue la de productos alimenticios
(58.8%). Los otros sectores registraron niveles muy bajos de integración nacional:
químicos (6.8%), maquinaria en general (2.1%), equipo de transporte (0.9%),
maquinaria eléctrica/electrónica (1.8%), componentes eléctricos/electrónicos
(1.7%) etc. (datos proporcionados por SECOFI) (Solís, 2000)

Esto significa que los proveedores que ya están introducidos en mercados de los
productos con bajo porcentaje de exportación hacia japón ya sea maquinaria en
general, equipo de transporte o componentes electrónicos, aprovechen y
comiencen a innovar en sus productos y aumentar sus exportaciones para abarcar
el mercado de aquella zona.

Debido a que el artículo mexicano de exportación más importante, (maquinaria


eléctrica/electrónica) representó sólo el 0.28% de todas las importaciones
japonesas eléctricas/electrónicas en 1997 conviene desarrollar una estrategia más
promisoria, la cual sería promover la IED japonesa en México ya que el comercio
intra-compañías es predominante en la importación japonesa de maquinaria.
Existen compañías japonesas que venden a Japón automóviles o productos
electrónicos manufacturados en México. Sin embargo, es difícil anticipar que la
reversión de las importaciones de México a Japón crecerá en proporciones
importantes. La producción en México de multinacionales japonesas tendría que
competir con la manufactura de otras fuentes de producción japonesa en Asia, en
donde los costos de transporte son inferiores y las industrias de soporte son más
desarrolladas. (Solís, 2000)
Uno de los países con los que México ha buscado entablar relaciones comerciales
es Japón, país que después de la Segunda Guerra Mundial vivió un cerco
económico que lo limitaba en cuanto a intercambio comercial. Fue justamente
México el primer país que estableció vínculos comerciales con Japón en esta época

El AAE entró en vigor el 1 de abril de 2005. En su momento representó un acuerdo


de vanguardia, y ha sido fundamental principalmente para otorgar certidumbre a las
inversiones japonesas en nuestro país.

El AAE incluye cuotas para algunos productos mexicanos que ingresan al mercado
nipón con menores aranceles. Para Japón, el AAE permite a sus compañías
establecidas en México competir en igualdad de condiciones con las empresas
europeas y estadounidenses que operan en México. Asimismo, les permite tener
acceso preferencial a sus exportaciones de insumos para la industria mexicana tales
como: equipo de cómputo, componentes automotrices, semiconductores, bienes de
capital e insumos químicos, que sirven a su vez para fabricar productos que luego
se exportan al mercado de América del Norte o los países latinoamericanos.

Se tratan temas como turismo, desarrollo de proveedores para la industria pesada


y de alta tecnología para los sectores automotriz y electrónico, infraestructura,
medidas sanitarias y fitosanitarias, propiedad intelectual, seguridad, asuntos
fiscales y aduaneros, normas, certificación y trámites migratorios.

El AAE ha sido instrumental para impulsar las exportaciones mexicanas y las


inversiones niponas al país, en diversos sectores. Los productos mexicanos, en
particular los agropecuarios, han ganado importantes porciones del mercado
japonés. Cabe destacar que se ha logrado ampliar los cupos para los productos
mexicanos como carne de cerdo, res, pollo y jugo de naranja mexicanos con la firma
del Protocolo del AAE en abril de 2012.

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