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Según (INTA, 2018), el terreno debe prepararse a una profundidad de 25-30 centímetros.
El surcado se realiza cada en el las calles de los cultivos de maíz y frijol, considerando
una densidad relativamente alta y la época seca y una densidad baja en época lluviosa.
La siembra es directa en las calles, depositando de dos a tres semillas por postura, cada
dos metros, para luego raleara una planta y la distancia entre surco en el sistema milpa
depende de la distancia a la cual se establezcan los cultivos de maíz y frijol.
Las distancias recomendadas en el sistema milpa son de 2.0 m entre plantas y entre 1.0
m y 1.5 m entre surcos para los cultivos como el ayote, la chilacayote y la calabaza los
cuales son cultivos con tallos rastreros (Instituto de Investigaciones Agropecuarias de
Panamá, 2003).
Se debe escoger suelos con buen drenaje, bien estructurados, fertilidad media, pH entre
5.5 y 6.8 y con buena concentración de M.O. Los suelos muy arenosos no les favorecen
ni los que contengan gran cantidad de arcilla que impide el rápido movimiento del agua
en el perfil. Los primero porque no retienen la humedad, y los segundos porque impiden
el movimiento del agua en el perfil, provocando encharcamiento.
La fertilización se hace junto con la de los demás cultivos del sistema milpa, esto para
evitar hacer fertilizaciones individuales por cultivo, aplicando en fertilizantes ricos en
nitrógeno, fósforo y potasio y algunos elementos menores como el calcio y boro.
Manejo de Malezas