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Obsolescencia Programada
Obsolescencia Programada
Edison puso a la venta su primera bombilla en 1881. Duraba 1500 horas. En 1911 un
anuncio en prensa española destacaba las bondades de una marca de bombillas con una
duración certificada de 2500 horas. Pero, tal y como se revela en el documental, en 1924
un cártel que agrupaba a los principales fabricantes de Europa y Estados Unidos pactó
limitar la vida útil de las bombillas eléctricas a 1000 horas. Este cártel se llamó Phoebus y
oficialmente nunca existió pero en Comprar, tirar, comprar se nos muestra el documento
que supone el punto de partida de la obsolescencia programada, donde se
intercambiaban patentes para controlar al consumidor, logrando así hacer la bombilla
obsoleta pero útil económicamente para los integrantes del cartel. Para que la nueva
duración de 1000 horas de la bombilla se cumpliera se hicieron rigurosos registros donde
por cada producción de bombillas se tomaba una muestra significativa para ser probadas,
en caso tal que la norma de las 1000 horas no fuera cumplida se aplicaban una serie de
multas para los productores de las bombillas; para esto se creó la tabla d multas en 1929
donde se evidencia el valor en suizos de deberían pagar los miembros del cartel si sus
bombillas duraban más de las 1000. Para los años 40 el cartel ya había cumplido su
objetivo de vida útil de 1000 para la bombilla, de ahí en adelante se patentaron muchas
bombillas más, pero ninguna se llegó a comercializar. A medida que pasaba el tiempo el
cartel cambiaba de nombre evitando así dejar la más mínima evidencia de su existencia y
se dice que en la actualidad este cartel sigue existiendo.
En 1929 llego a los estados unidos una recesión económica que freno de cierta manera el
empleo para las personas debido a que las maquinas empezaron a reemplazar la mano
humana en las labores dentro delas diferentes industrias, a raíz de esto surge en new
york lo que se podría llamar solución para la actual crisis de 1929, el señor Bernard
London quien dijo que se debía hacer obligatoria la obsolescencia programada, donde se
pedía que todos los productos tuvieran una vida limitada teniendo así una fecha de
caducidad haciéndolos así “muertos” después de esa fecha de caducidad y serían
devueltos a una agencia del gobierno para su respectiva destrucción. Con este método se
busca equilibrar trabajo y capital, logrando así que siempre haya mercado para nuevos
productos, pero esta idea no se materializo sino hasta los años 50, pero con un enfoque
distinto, donde ya no se obligaba al consumidor a comprar sino que este era sometido al
método de seducción. Esta estrategia ha llevado a los diseñadores a un cambio de
valores éticos que personalmente considero una disyuntiva entre ofrecerle al cliente lo
mejor y vender mayor mercancía que es la finalidad de todo negocio.
A partir de los años 50, obsolescencia programada ha ido a un rito desmedido poniendo
en riesgo el medioambiente y en cambio habiendo crecer el consumismo de manera
desmedida creciendo junto con ella el crédito, la publicidad y el consumismo; de estos el
crédito ha sido el que más ha crecido debido a que a diario se piden más créditos para
comprar más cosas que no son necesarios. La obsolescencia programada consigue El
deseo del consumidor de poseer algo un poco más nuevo, un poco antes de que se
rompa y cumpla su ciclo útil de lo necesario, por lo tanto, los productos hoy en día tienen
su fecha de caducidad y su durabilidad es mucho menor. Esta obsolescencia programada
ha sido evaluada por muchos expertos a raíz que se ha creado consumos ilimitados en n
planeta donde los recursos son limitados. Debido a la tecnología que nace día con día,
nuevos productos salen al mercado reemplazando a los anteriores, además que con la
ayuda de una excelente estrategia de marketing bombardeando con publicidad cada
rincón del mundo, las personas se ven obligadas o mejor dicho convencidas de que su
producto no seguirá funcionando y necesita uno nuevo, esto ocurre también por una
nueva mentalidad o estrategia económica, “La obsolescencia programada” por Bernard
London, que consiste en reducir la calidad y tiempo de vida de los productos para que
fallen y el consumidor tenga que comprar uno nuevo, convirtiéndonos en una sociedad
consumista a pesar de la crisis económica que se vive, naciendo así el crédito, Otro punto
importante replanteando el uso de los productos y su reutilización quizá no como su
función inicial si no como otro medio para otra acción, dejando de lado la obsolescencia
programada.
En el inicio de la era industrial se buscaba vender productos ofreciéndolos como los más
duraderos, con el paso del tiempo las empresas de dieron cuenta que hacer un producto
era mejor hacerlo bonito que duradero ya que eso vendía más, La obsolescencia
programada ha definido nuestras vidas desde los años 20 con las bombillas en los años
cuando duraban por lo menos 2000 mil horas o 3000 mil horas era algo impresionante,
Los fabricantes de las bombillas se dieron cuenta que si le mermaban a las horas de
duración por lo menos mil horas de durabilidad podían vender más y más ganancias para
la compañía, Pues antes las cosas se hacían duraderas, pero ahora las hacen para que
se dañen y así comprar uno nuevo Es una técnica para hacer que la persona compre un
nuevo modelo integro, una técnica totalmente planeada por el empresarios y este es
conocido como obsolescencia programada.