Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Magdalena: ¡Vivir...!
Un amor apasionado 1
Sábado Santo – Pascua 2010
Marta: Sí, un sueño. Un sueño que muriera y un sueño que
resucitara. Todo lo que ha ocurrido en esta casa en los
últimos meses ha sido un sueño.
2 Un amor apasionado
Sábado Santo – Pascua 2010
mientras esperábamos, se nos marchó la vida. Eso le perdió
a él y me ha perdido a mí: las grandes palabras, las
horribles grandes palabras. Iba a salvar el mundo; Dios era
su Padre; contaba con legiones de ángeles...!Mentiras!
¡Todo una sarta de mentiras! ¿Qué se hizo ahora de su
famosa salvación? ¿para qué le sirvieron sus legiones de
ángeles? Él está muerto, ¡muerto! Y...los dos hemos perdido
nuestras vidas. Yo pude quererle y él pudo quererme. Pero,
no: él tenía que “salvar”. ¿Salvar, qué? ¿Esta porquería que
los hombres somos? Sí, ahora se bien que toda la culpa fue
mía. Un año siguiéndole, sin atreverme nunca a decirle mi
amor, un amor que él mismo provocó al mirarme sin
condena con un cariño que nada sabía de precios, ni
cálculos, un amor que me transformó y que me hizo seguirle
a todos lados pero siempre de lejos , como si al tocar la orla
de su manto hubiera podido carbonizarme. Verle me
paralizaba. Un millón de veces tuve en la boca la palabra “te
amo” y un millón de veces se me congeló sin acabar de salir
de los labios. “Él no es un hombre”, pensaba; “No puedes
quererle como a un hombre. Estás loca, estás loca”. Y sí,
estaba loca, tuve que estar muy loca para dejarle perderse y
para dejar que nuestro amor se perdiera. Esta es la verdad:
Toda la culpa fue mía. Yo debí retenerle, convencerle.
Un amor apasionado 3
Sábado Santo – Pascua 2010
oídos, y las carcajadas, y las blasfemias y las risas, y el
golpe final de la piedra, cerrándose.
¡Qué lejos ahora lo de Belén y aún las pequeñas angustias
de Nazaret cuando él se alejaba! Entonces, ¿Es esto ser una
madre? En la noche no hay nada. Sólo la noche. Y la certeza
de que el sol está al fondo y volverá mañana.
Pero,¿por qué se ha de salvar siempre con sangre? ¿Es que
son tan hondos los pecados de los hombres que sólo pueden
borrarse con manos y frentes desgarradas? No, no le
hubierais reconocido ayer si le hubieseis visto subir por la
pendiente. Las madres sí; olemos a los hijos desde miles de
kilómetros, porque no es verdad que salgan nunca de
nosotros. Están fuera, caminan, lloran, triunfan, viven, pero
no es verdad, siguen estando dentro. Ayer el Calvario
estaba más en mi seno que en Jerusalén, clavaban dentro,
martilleaban dentro.
Por eso no hubo nadie junto a él. Todos estaban sin estar. Y
hasta el Padre se fue y nos dejó solos. Pero hubo algo más
horrible todavía, algo que no he logrado entender, que
acepto a ciegas, sólo porque él lo hizo. ¿Por qué no me
miró? ¿Por qué los últimos minutos no se volvió hacia mí?
Estábamos unidos, sí, pero los dos entramos solitarios en la
muerte. Creédmelo: esperé hasta el último minuto su
mirada. Y no me la dio. Vi doblarse su cabeza y supe que
pensaba en quienes le habían abandonado: El Padre, y los
hombres. Fue entonces, y no cuando los martillazos, cuando
yo di mi vida.
Después de muerto volvió a pertenecerme. Quitando
sangre, espinas, barro, fui reconquistando su cuerpo, y,
cerraba los ojos, podía pensar que le estaba lavando otra
vez como cuando era niño. Le hablé como entre sueños. Y
me pareció como si me entendiera.
4 Un amor apasionado
Sábado Santo – Pascua 2010
María: Si aquello fue un sueño...Sería un sueño que tú y yo
estemos hablando ahora, que el mundo exista, que haya
estrellas allá arriba... ¿Por qué le tenemos tanto miedo a
una verdad tan hermosa?
PARA ORAR:
Un amor apasionado 5
Sábado Santo – Pascua 2010
Puedes escribirle a María, háblale de tus desiertos y
noches, pídele que te de su esperanza y su confianza.
6 Un amor apasionado
Sábado Santo – Pascua 2010
Un amor apasionado 7
Sábado Santo – Pascua 2010
Fue su manera de vivir, de relacionarse con el Padre, de
tratar a la gente… lo que le llevó a la muerte.
8 Un amor apasionado
Sábado Santo – Pascua 2010
Un amor apasionado 9