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FACULTAD DE INGENIERÍA
DIVISIÓN DE CIENCIAS BÁSICAS
13 AL 15 DE ABRIL DE 2016
RESUMEN
Los resultados muestran que casi la totalidad de los estudiantes universitarios entrevistados,
revelan deficiencias en el discernimiento para comprender el uso y significado de las letras
como incógnitas de valor especifico, números generalizados y como variables. Lo cual nos
permite concluir que en el contexto de esta investigación, algunos errores algebraicos
persisten a través de los distintos niveles educativos.
ANTECEDENTES
participantes y sus rendimientos con base en sus respuestas y de acuerdo a las carreras a la
cuales pertenecen y a su sexo.
A partir de esos hallazgos nos planteamos la siguiente pregunta de investigación como hilo
conductor de este trabajo:
¿Qué sucede en la introspección cognitiva del estudiante cuando se enfrenta a tareas que
conscientemente sabe que no puede resolver, como es el caso de algunas tareas de álgebra,
donde se involucran los distintos usos y significados de las letras?
De acuerdo con lo anterior, en este trabajo se realiza un análisis de dichas fuentes de errores
con base en los hallazgos encontrados en las entrevistas realizadas a 12 estudiantes
participantes en ese estudio con el objetivo de confirmar las inferencias realizadas acerca del
origen de las dificultades que se manifiestan como errores en las producciones de los
estudiantes cuando resuelven tareas relacionadas con los diversos usos y significados de las
letras en álgebra.
ANÁLISIS
Este trabajo se basa en la metodología propuesta por Küchemann (1980)[2]. El marco teórico
de Küchemann combina la interpretación de las letras con la complejidad estructural de las
tareas relacionadas con los niveles de pensamiento concreto y formal de Piaget.
La investigación de Küchemann se llevó a cabo como parte del proyecto denominado “The
Concepts in Secondary Mathematics and Science” (1976,2008). En este trabajo Kücheman
considera el álgebra " como la aritmética generalizada" (Hart 1981) [3], y la interpreta como
" el uso de letras para la escritura de enunciados generales que representan operaciones y
reglas aritméticas”.
1. Letra evaluada. Es la asignación de valores numéricos arbitrarios a las letras; por ejemplo
ante la cuestión, Si e + f = 8 ; e + f + g = ? algunos estudiantes expresan como resultado, e
+ f + g = 12, asignándole valores arbitrarios de 4 a cada una de las incognitas, 4 + 4 + 4 =
12.
3. Letra como un objeto. Las letras pueden ser utilizadas como abreviaturas de nombres de
objetos o como objetos en sí mismos, por ejemplo: 4p + 3e, podría representar el enunciado
4 profesores y 3 estudiantes.
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4. Letra como una incógnita específica. Los estudiantes perciben que las letras tienen un valor
específico pero desconocido. Por ejemplo, la expresión E + B + C nunca será igual a E + D
+ C, porque B no es igual a D (aunque ambas sean reconocidas como variables que deben
ser siempre con valor diferente una de la otra), ya que son representadas por diferentes letras
del alfabeto.
5. Letras como números generales. Los estudiantes perciben que las letras representan
valores, o por lo menos son capaces de tomar varios valores en lugar de sólo uno. Por
ejemplo, los estudiantes, si se les pide que elaboren una lista de todos los valores posibles
para la expresión a + b = 20, presentan generalmente una lista con varios números enteros
que satisfacen la condición. Sin embargo, tienden a no darse cuenta de que deben expresar,
de manera obligatoria, todos los números que satisfacen la condición.
6. La letra como variación de cantidad (variable). Aquí los estudiantes ven las letras como la
representación de un rango de valores no especificados, incluyendo todos los números
racionales e irracionales. Los estudiantes también comprenden que la variable se define por
su relación con otros términos en la expresión. Por ejemplo, en la expresión f + g = 10 el
valor de f es dependiente del valor de g.
Una vez aplicado el cuestionario, se realizó estudio cualitativo en el cual pudimos indagar
acerca de los procesos cognitivos que siguen los estudiantes en sus producciones, así como
ahondar en la aceptación por parte de ellos de los distintos significados y usos de las letras
necesarias para resolver diferentes tareas algebraicas. La entrevista semiestructurada se
aplicó a doce sujetos de estudio, ubicados los niveles de entendimiento I, II y III propuestos
por Küchemann (1980) [2]. Los estudiantes ubicados en el nivel de entendimiento IV no
fueron tomados en cuenta para la entrevista debido a que no presentaron errores atípicos en
sus respuestas.
Estas características son las que justifican nuestro estudio cualitativo: perseguimos
interpretar de manera correcta los significados que los estudiantes les dan a las letras cuando
resuelven tareas algebraicas, así como explicar esas actuaciones. En la investigación que
realizó Palarea (1998) [5] centrada también en álgebra, señaló que al aplicar una entrevista,
se pretende analizar con algunos estudiantes en particular, los elementos conceptuales,
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cognitivos y metacognitivos, con el fin de registrar la observación del mayor número posible
de hechos en algunos individuos específicos. Además, sostiene que estas indagaciones son
importantes, ya que no siempre lo escrito responde a todo lo que es capaz de hacer el alumno
y sobre todo porque interesa que él mismo sea consciente de por qué actúa de una u otra
manera y del efecto que produce su actuación.
Partimos del supuesto de que los estudiantes de este nivel educativo, cuentan con una
formación matemática previa que ha sido adquirida en los distintos cursos de los niveles de
secundaria y del bachillerato. Antes de iniciar las preguntas de la entrevista, se informó al
estudiante del motivo de la misma, así como su carácter de confidencialidad, tratando con
esto de crear un ambiente de amabilidad entre el entrevistador y el entrevistado, buscando
con esto, que el estudiante cooperara de la mejor forma posible en este trabajo.
Para iniciar la entrevista se utilizaban frases como “observé tu respuesta pero no alcancé a
comprender bien lo que haces, ¿me puedes comentar un poco acerca de cómo obtienes ese
resultado?”. Una vez que el estudiante tomaba la palabra se empleaban frases orientadoras
como ¿esa información no te daba una idea? ¿No creíste, al momento de responder, que eso
estaba incompleto y deberías interpretarlo de alguna otra forma para obtener una respuesta
más general? ¿No te llamó la atención? ¿Por qué? Lo que se buscaba con ellas era estimular
a los estudiantes a desarrollar aclaraciones explícitas de sus respuestas escritas. Además, se
les daba la libertad de expresarse sin estar sujetos a un guion rígido, logrando con esto una
interacción cordial entre el entrevistador y el entrevistado.
Respecto a las observaciones de resultados del análisis cualitativo con base en las entrevistas
semiestructuradas. Nos interesa destacar los hallazgos encontrados en las respuestas de los
estudiantes relacionados con los tareas de mayor nivel cognitivo en el manejo y compresión
de los distintos usos de las letras en álgebra presentes en el instrumento de evaluación
aplicado, de esta forma a continuación detallamos los resultados encontrados al resolver
algunos tareas relacionados con el uso y significado de las letras como variables y números
generalizados.
LE : letra evaluada
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Para la evaluación de las respuestas encontradas se consideraron por una parte las soluciones
esperadas y por otra las soluciones encontradas. En la tabla 1 , se presentan las respuestas de
los 12 estudiantes entrevistados, los ítems evaluados (con el uso de la letra esperado para
resolverlo de manera correcta entre paréntesis), así como las respuestas encontradas.
Ítem evaluado
# Estudiante 3 5c 7d 9d 10a 13b 14 16 17a 18 19a 20
(LNG) (LNG) (LNG) (LNG) (LNG) (LVE) (LVE) (LNG) (LNG) (LNG) (LV) (LNG)
Los resultados obtenidos de las entrevistas nos indica que casi la totalidad de estudiantes
identifican las iniciales de las letras como objetos con características propias y esto los lleva
a omitir información lo cual a su vez les impide plantear o interpretar una expresión
algebraica de manera correcta, algo inesperado para el nivel académico de los estudiantes
participantes en esta investigación. Consideramos que este error puede estar ocasionado
porque en la formación académica previa de los estudiantes es frecuente el uso de las iniciales
de los nombres de los objetos presentes en los enunciados de los problemas contextualizados
por lo que una propuesta para minimizar estos errores sería el que los profesores utilicen
letras distintas en dichos problemas. Booth (1999). [6]
Este ejercicio estaba diseñado para evaluar la capacidad de los estudiantes en el manejo y
comprensión de las letras como números generalizados y la mayoría de las respuestas fueron
como la que se muestra en la figura 2.
De esta forma para corroborar nuestras hipótesis acerca de las posibles fuentes de estos
errores, se realizaron preguntas en las entrevistas dirigidas al esclarecimiento de esta
situación, un ejemplo de las preguntas realizadas en una entrevista, se muestra a
continuación:
Así pues, los resultados obtenidos de las entrevistas para este caso en particular nos indica
que casi la totalidad de estudiantes entrevistados identifican las iniciales de las letras como
objetos con características propias y esto los lleva a omitir información lo cual a su vez les
impide plantear o interpretar una expresión algebraica de manera correcta, algo inesperado
para el nivel académico de los estudiantes participantes en esta investigación. Consideramos
que este error puede estar ocasionado porque en la formación académica previa de los
estudiantes es frecuente el uso de las iniciales de los nombres de los objetos presentes en los
enunciados de los problemas contextualizados por lo que una propuesta para minimizar estos
errores sería el que los profesores utilicen letras distintas en dichos problemas.
Otra tendencia encontrada en las respuestas de los estudiantes, corresponde a los casos en los
cuales los estudiantes son incapaces de pasar de un entorno particular a uno general, como
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en el caso de las respuestas encontradas en las cuales los estudiantes en lugar de interpretar
las letras como números generalizados emplean las letras asignándoles valores arbitrarios
que cumplan parcialmente las condiciones de las expresiones algebraicas, pero son incapaces
de establecer respuestas que generalicen los resultados. Este tipo de respuestas fueron las mas
frecuentes en los tareas diseñados para evaluar el uso de las letras como números
generalizados.
Así mismo, en las respuestas al ejercicio 19b, el cual está diseñado para evaluar el uso y
comprensión de las letras como variables, en la mayoría de los casos los estudiantes
presentaron dificultades para identificar este concepto, limitándose a evaluar las letras con
valores arbitrarios y expresando la respuesta en base a esa valoración, así mismo
manifestaron desconocimiento del concepto de variable. En este ítem, la totalidad de
estudiantes entrevistados, solo fueron capaces de sustituir el valor proporcionado como dato,
lo que inicialmente nos dio a pensar que los estudiantes no conocían el concepto de variable
Los resultados obtenidos del análisis de las entrevistas a estudiantes en este ítem nos
confirmaron nuestra hipótesis que nos hacía suponer que los estudiantes universitarios no
han superado la etapa de conceptualización del concepto de variable tal como lo sugería
Harper (1981) [7], quien además sostiene que esto pudiera estar ocasionado porque los
estudiantes usan los términos literales mucho antes de que sean capaces de conceptualizarlos
como variables.
Por otra parte, varios de los estudiantes entrevistados manifestaron su incomodidad para
trabajar con letras, argumentando que el operar con números es mas sencillo que hacerlo con
letras. Consideramos que la madurez cognitiva de los estudiantes universitarios, les permite
resolver algunos tipo de problemas por medio esquemas mentales, los esquemas pueden
concebirse como agrupamientos de información relacionada con las experiencias previas de
los individuos que les permiten realizar actividades mentales de comprensión a gran
velocidad y casi sin problemas (Tijero, 2009) [11], ya que en dicho problema, se les requiere
el planteamiento algebraico de un problema a partir de un enunciado en donde se les
proporcionan como datos las letras para representar cantidades desconocidas.
CONCLUSIONES
A partir de las entrevistas se obtuvo información del análisis total de las entrevistas
realizadas, a manera de resumen podemos concluir que:
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Se recomienda hacer una valoración de la conceptualización del álgebra escolar que poseen
los profesores de los niveles educativos previos a la universidad, puesto que consideramos
que algunas de las causas de los errores que tienen los estudiantes para comprender el uso y
significado de las letras en álgebra, pueden encontrarse en deficiencias relacionadas con la
interpretación de los distintos enfoques del álgebra que pueden tener sus profesores.
1. García, J., Segovia, I., y Lupiáñez, J. L. (2014). El Uso de Las Letras como
Fuente de Errores de Estudiantes Universitarios en la Resolución de Tareas
Algebraicas. Bolema: Boletim de Educação Matemática, 28 (50), 1545-1566.
2. Küchemann, D. (1980). The understanding of generalized arithmetic
(algebra) by secondary school children. PhD Thesis, University of London.
3. Hart, K. (1981). In children’s understanding of mathematics.In Hart, K.M. et
al. (Ed.). John Murray Publishers, London, 11-16.
4. Cohen, L. y Manion, L. (1990). Métodos de investigación educativa. Madrid:
La Muralla
5. Palarea, M. M. (1998). La adquisición del lenguaje algebraico y la detección
de errores comunes cometidos en álgebra por alumnos de 12 a 14 años.
Tesis doctoral. Departamento de Análisis Matemático. Universidad de la
Laguna.
6. Booth, L. (1999). Children’s difficulties in beginning algebra. In B. Moses
(Ed.), Algebraic Thinking, Grades K-12 (pp. 299–307). Reston, VA: NCTM.
7. Harper, E.W., 1981. Psychological changes attending a transition from
arithmetical to algebraic thought, en Comiti y Vergnaud, (eds.), pp. 171-176.
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8. Matz, M. (1982). Towards a Process Model for High School Algebra Errors.
In D. Sleeman & J.S. Brown (Eds.), Intelligent Tutoring Systems (pp. 25-50).
New York: Academic Press.
9. Wagner, S. y Parker, S. (1999). Advancing algebra. In B. Moses (Ed.),
Algebraic Thinking, Grades K-12, (pp. 328-340). Reston, VA: NCTM.
10. Kieran, C. (1992). The learning and teaching of school algebra. In D. A.
Grouws (Ed.), Handbook of research on mathematics teaching and learning
(pp. 390-419). New York: Macmillan.
11. Tijero, T. (2009); Representaciones mentales: discusión crítica del modelo
de la situación de Kintsch .Onomázien: 1(19), 111-138.
12. Chi, M. T. H., & Roscoe, R. D. (2002). The process and challenges of
conceptual change. In M. Limon& L. Mason (Eds.), Reconsidering
conceptual change: Issues in theory and practice (pp. 3-27). Dordrecht:
Kluwer.