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EL REINO DE DIOS, LA ESCATOLOGIA Y LA ETICA SOCIAL Y POLITICA EN AMERICA LATINA PONENCIA Samuel Escobar La prueba de fuego de la validez de toda reflexién teolégica viene cuando ésta ha de concretarse en planeamientos al nivel de la ética. Una vez que se ha escuchado con claridad la Palabra de Dios para hoy, la tarea teolégica es empezar a articular el camino de la obediencia. Es en ese punto donde el pueblo de Dios decide si adoptard la dificil practica de la verdad tanto como ha aplau- dido Ta belleza y la légica de la teoria. Y es en ese punto donde el otestantismo conservador (eso que en inglés llaman “‘evangeli- calism”), que parece ser el que habla mas alto dentro del protes- tantismo latinoamericano, muestra su flanco més débil. mismo celo con que se lucha por la integridad del mensaje evangélico no se observa en el esfuerzo por articular una aplica- cién integral de ese mensaje a todas las_dreas de la vida.' Hay momentos en que la prdctica de la verdad de la Palabra de Dios significa para el pueblo de Dios la revision y el cambio de practicas y estructuras eclesidsticas, pastorales y misioneras. Practica, revisién y cambio tienen que ver con obediencia, arre- pentimiento y conversién, como bien lo demostraria un breve estudio etimoldgico. De alli su dificultad y de alli las resis- tencias: “dura es esta palabra, gquién la puede oir?” Tanto Yoder como Miguez apuntan en sus trabajos del presente volu- men a las demandas éticas que una vision renovada del reino nos imponen, y a las dificultades que encuentran entre nosotros para su aplicacién. Dos factores, entre otros, condicionan la resistencia a una reflexién valiente sobre las dimensiones éticas del evangelio en América Latina. Por un lado, la urgencia de la tarea evangeli- 127 128 EL REINO DE D105 zadora y la misién entre las vastas masas paganizadas de nues tras repablicas, ha Ievado a algunos al delirio cuan hasta el punto de que consideran ocioso e innecesario todo esfuerzo de autocritiea de la iglesia a la luz de la Palabra, Por otro lado, la situacién de minorfa en ascenso social ha creado preocupacién por “ocupar el terreno ganado” o mantenerlo. La reflexién ética bien podria hacer peligrar las posiciones adquiri- das. En este contexto la tarea teolé; afirmar con dad y firmeza que més que el criterio de “eficacia”, para el creyente en Jesucristo el Sehor, prima el criterio de “obedien = d El presente trabajo se limita a bosquejar lo que su titulo enuncia. Hemos creido necesario que mds que simplemente leer pronunciamientos éticos, el lector reflexione un poco sobre los diversos condicionamientos histéricos y sociolégicos que le impi- den aplicar hoy, en el contexto social y politico latinoamericano, la verdad del Sefior Jesucristo y de su reino. I. EL REINO DE DIOS EN AMERICA LATINA Larga data tiene la nocién de reino de Dios en nuestra reali- dad iberoamericana, Esté presente en sus mismos orfgenes como bien los atestiguan estas palabras de Bartolomé de Las Casas: De manera que toda la potestad 0 poderio que Cristo dio a San Pedro y a sus sucesores, se refiere, como tltimo fin, al reino de lor ciclos, es decir: es ordenado al gobierno y direccién del mundo de tal manera que los hombres alcancen el reino de los cielos para que se consiga la salvacion de las almas por las que Cristo murié, ...y jen manifiesto es que esta potestad se refiere w los biencs y cosas espirituales y sobrenaturales, dentro de los cuales no estin com. prendidas las posesiones y bienes y estados temporales que, por consiguiente, no eatin bajo la autoridad de San Pedro y sus sucesores de un modo absoluto, sino en cuanto pueden ay desayudar a la consecucién de lo espiritual y eterno, Por esto en la promesa del Sumo Pontificado dijo a San Pedro Nuestro Redentor: “A ti te daré las aves del reino de los cielos no dijo “de los reinos de la tierra”. Luego queda manifiesto que el Sumo Pontifice puede juzgar y ordenar y poner su hoz sobre las micses de las cosas temporales y lon estados y hienes seglares tanto y no més de lo que pareciere, segiin la recta raz6n, que es necesario y conveniente para guiar a los hombres por el camino de la vida eterna! Estén en germen aqui las nociones teolégicas y misioneras gue se entrelazan con las politicas en la conquista de Améric La particular forma que habia de adquirir el constantinismo catélico en América esté determinada en este momento inicial enel que la nocién de reino de Dios juega un papel importante. Y AMERICA LATINA 129 Tea tas palabras de Las Casas se advierte la visiGn histGrica de San Agustin, en Ta que reino c iglesia sc han equiparado, y la forma en que Espaia-adopta-cl-conceptoal intentar articular las razones de su: presencia en el nuevo mundo. “Dos estudios recientes interpret perspectiva histérica. Ambos son de especial interés porque mas que simplemente ceder a la tentacién de usar la leyenda negra Jo que intentan es esclarecer la realidad con miras a entender mejor el presente del cristianismo en el contexto revolucionario en que nos toca vivir. Ambos Ilaman también la atencién a las especiales circunstancias que vive Espafia en esa época, las cuales agregan una nota particular de beligerancia y sentido de misién al constantinismo que se instala en América. En primer lugar el 0 Enrique Dussel nos dice: estructura del “mundo” intencional del hispano era la del hom- bre medieval curopeo, més ciertos elementos del “mundo” érabe. Uno de estos elementos ex esa tendencia a unificar indisoluble: mente los fines del Estado y de la iglesia. Es necesurio observar que Ia doctrina del Califato exigia esta unidad, este monismo religioso- politico, pero ese mismo monismo era propuesto por las diversas escuelas regali En Espaiia existia entonces algo asi como un “Mesianismo temporal” por el cual se unificaba el destino de Ia nacién y de la iglesia, siendo la nacién hispénica el instrumento clegido por Dios para salvar al mundo. Esta conciencia de ser la nacién clegida ~tentacién permanente de Israel esta en la base de de Carlos y Fel a en América tiene un sen- tido de “Cruzada”, lo cual da a algunos de sus promotores més insignes una combatividad que los acerca més a Mahoma que a Cristo. Pasado el periodo inicial esta religiosidad sirve de cobertura ideolégica a la instalacién de un orden social que se traslada desde el viejo mundo. El colombiano Fals Borda inter- preta el proceso de la siguiente manera: De los elementos hispénicos trasladados a la Am: mayor trascendencia que el aparato politico-religioso disefiado a raiz del descubrimiento... La religion dejaba de ser una experiencia mi: mente espiritual, para adoptar una ideologia especifica traducible a elementos de organizacién social. Esta es la de un nuevo mundo cristiano con una “ética colonial eneolé y con derechos y doctrinas como ocurre con las ideologias seculares. Asi es un conjunto de ideas practicas tanto como un con, tos y creencias lo que se trasplanta a la Amérien para crear al nuevo orden... Sila meta final era la for macién de una “Ciudad de Dios”, las metas reales resultaron ser la traslacién y reproduceién de ana ideologia con condiciones, susti- tuciones y adopciones: esto es la de la sociedad seftorial que regia en la peninsula ibérie 130 EL REINO DE DIOS En el seno de un orden social que ha perdurado luego por més de cuatro siglos y que perdura todavia en sus estructuras hasicas, la religién se ha hecho facilmente acreedora al titulo de “opio del pueblo”. Hoy ya no hace falta ser anticlerical o protes- tante “ultra” para reconocerlo. El sentido escapista de la escatologia dentro de la religiosidad popular latinoamericana es objeto de estudio y preocupacién en el seno de los especialistas catélicos en pastoral popular. Describiendo la implantacién de dicha forma de escatologia, Fals Borda sefala en el proceso de la conquista de Colombia Io que vale también para el resto de Améric icramundo fue uno de los antivalores que mas enfatizaron neros espafioles. En esto aleanzaron impresionante é 10 de la imposicisn de los ritos y la liturgia de la igles elementos que... estaban mas al aleance de la mentalidad indi. gena. No hay indicacién alguna de que hubiese habido esta actitud ultramundana entre los chibehé jonante negative de cultura. como escape a su condicién de pueblo subyugado, sublimando su tedio vital en las visiones de otro mundo que lex presentaban los curas doctrinere: itado se advierte todavia en nuestra década, cuando iosidad popular, un espccialista catélico nos la falta de relacién entre la moral y la creencia religiosa. y pacidad de la moral catélica popular para enfocar lo tem- Pasando examen a los diversos datos de la religiosidad popular concluye: En resumen: Ia visién de Ia otra vida es més apocaliptics que cea: toldgica. La vision escatologica (verdaderamente cristiana) de la salvacién y del otro mundo. juzga ambos a partir de este mundo y idades_ tempor ‘apocaliptica juzga Io vida actual a través de los novisimos.* jicos latinoamericanos nunca hemos sido tardos © perezosos para reconocer estas diversas facetas del constanti- nismo catélico romano en nuestras tierras. Antes de entrar a reflexionar sobre nuestra propia presencia, tal vez valga la pena recordar que la concepcién de la propia empresa politico-mil temporal y Los evang ce del reino de Dios no ha sido monopolio de Rom Los extremistas puritanos en la historia de Inglaterra, los lam dos hombres de la Quinta Monarquia, esperaban implantar un reino milenial de los santos mediante el fuego y 1a espada. Como sefiala Coad, tal vez el origen de esta esperanza milenial se pueda ubicar en las siguientes palabras de Cromwell, en su discurso de apertura del Parlamento en 1653: 4Por qué habiamos de tener miedo de deci Puede ser In puerta que nos conduce a las cor 0 de pensar que esta 2 qite Dios ha prome- iene npn are A LA Y AMERICA LATINA 131 y que él ha puesto como tido, que habian sido profetizad: esperanza en los corazones de su pueblo? ... Estamos en el umbral... Y algunos de nosotros hemos pensado que es nuestro deber abrir paso a este camino y no limitarnos a contemplar lo que Ia profecia de Daniel sefala: “El reino no sera entregado a otro pueblo.” Para muestra un botén. Il, EL RETO DE LA PRESENCIA EVANGELICA go del _constantinismo catélico en nuestro cont nente y su cristalizacién en estructuras religioso-politicas, deter- miné el complejo curso de nuestra ruta histérica. En el seno de un aparato social de tal magnitud Ia teologia xc volvié un_ejer- 0 escoldstico e ideoldgico. Casi la Gnica pertinencia que tenia “para ia realidad cra In de explicar Tee tafces “naturales” del ss- ‘tema_y_el “derecho divino™ de Tos poderosos. Por fuerza la escatologia devino Gnicamente fuente de consuelo, valvula de escape de las frustraciones de las masas. Como se ha senalado repetidamente, hasta se dio un proceso de neutralizacién del Cristo presenta ndolo sobre todo como figura vencida, sufriente, indefensa; frente a la cual s6lo cabia la misma compasién sen- timental con Ia que se tranquilizaba la conciencia dando imosna una vez por semana En este contexto aparece la presencia protestante, digamos mejor la presencia evangéliea, Por fuerza toma un cardcter polé- mico, una nota de abierto desafio al statu-quo. No esta todavia “laro el proceso de desarrollo teolégico que acompana la expan- sién evangélica en América Latina. Hay aqui una vasta investiga: cién a la espera de un especialista consagrado. Digamos simple mente que,obse! sierta altura. de su 9 gru pos_evangélicos que més se extienden en nuestras_tierras Protestantismo mas respetal > ‘a emprender obra misionera en el seno de esta “cristiandad establecida. Tal es el sentir de Edimburgo 1910, aquel gran pri mer cénclave ecuménico del siglo. Y sin embargo, el impulso misionero rompe el dique de esos csertipulos teolégice-politicos, y se lanza a la evangelizacion de estas tierras. p desde las filas mismas del protestantismo histérico. Llamo la atencién de nuevo a este hecho por la i Para nuestra reflexion teolégica, Hemos hecho referencia a adquirir un talante anabautista. Con ello ex necesario aclarar que aunque muchos evangélicos de Amérien Latina tienen su origen en misiones que no eran anabautistas en doctrina u origen historico, por su cardcter de 132 EL REINO DE o10s minoria dentro de una cristiandad establecida adquirieron una manera de ser semejante a la de los grupos de la llamada Reforma Radical del siglo XVI. Veamos. En el seno de una cristiandad nutrida més de lo politico que de lo espiritual, los evangélicos afirmaron la naturaleza de Dios. En el seno de un cristianismo cons- Tentinienscon iglesia oficial” lon_exa vangélicos afi absoluta separacién entre el trono y el E Fresencia en el éifasis en la experiencia transformadora de la conversion perso- tal} contelontesmade que de la tredieién Gautloral Ge oplisr erie presencia, oe dirigié por fuersa a scfelar la “caida” histériea de la Iglesia Romana. Es decir tenemos una serie de elementos teoldgicos que sefialan a la tradicién anabau- tista, ‘al vez debido a la toma de conciencia del post- constantinismo en la sociedad anglosajona y debido también ala aparicién de un fermento revolucionario que alcanzé grados de intensidad inesperada en la segunda mitad de la década pasada, os ojos de los estudiosos se han vuelto de nuevo hoy en dia hacia la llamada “ala radical” de la Reforma. Quien lee algunas de las muchas obras publicadas sobr 0 puede dejar de notar Ins semicjansas entre los grupos anabautistas del siglo XVI y el protestantismo del primer momento en América Latin: Al enunciar este fenémeno, sin embargo, conviene recordar Ivedad que hace uno de los principales especialistas en his- nabautista: Hoy hablamos por conveni pero debemos evitar el adsci (del siglo XVI) una coherenci to que ninguno de ellos posefa sino hasta después que pay algunas apasionadas controvers Lo mismo puede decirse del protestantismo latinoamer cano. ¥ aunque s6lo parcialmente, se aplica también a nosotros la siguiente afirmacién, que conviene recordar cuando se habla del tema: El problema bésico de los radicales, podemos afirmar con certe- 2a... fue reunir y disciplinar un movimiento, a fin de efectuar un razonable entre el fuerte spiritual fresca y lozana y una comunidad que vive en el mundo y en | .y-aclaraciones, sin embargo. de “la esencia del_anabaptismo” Ileva a Littell a teoldgicas cuyo enunciado resumimos tinuacién. En_pri ier lugar lo que se denomina “una forma de primitivismo de un “movimiento anabautista”. los reformadores y a los radicales | Y AMERICA LATINA 133 tiang”. Es decir, la nocién de que el Nuevo Testamento no ‘sdlo proporciona el contenido de la fe cristiana, sino también el modelo de organizacién y prdctica de la comunidad c Ello Heva inmediatamente a destacar el caricter de asoci voluntaria que tiene la comunidad eristiana, asi como su cardc- ter minoritario en un mundo hostil. cristiandad establecida y oficial representa una iglesia que se dio en un momento determinado (Constantino), y el cristiano de hoy que se esfuerza por ser obediente al Nuevo Testamento, viene a tener una conducta “radical geclén de oaida” dela iglesia viene la noci6n de “restitucién”. ianos_radicales_sienten, entonces, que_ellos_son_el téntico cristia- sida da rosliacidn llevan forsosatrents a ani disubéa ds la historia en etapas. Hemos Ilegado asi a la escatologia, a la vision de las Gltimas cosas y al papel de la comunidad elegida en la El reino viene y su vanguardia Sobre la base de las actitudes culturales y de su periodizacién de la historia se concluye con claridad en que para entender a los radicales ea necesaria una buena medida de concentracién sobre su escatologia. Su actitud no fue una desvaida interpretacin hist meramente cuestién histérica de hecho; su actitud compreniia més bien una doctrina acerca del poder motor de la ia misma. Hay diferencias de opinién en cuanto al grado en los otros reformadores y los anabautistas segufan los mismos patrones de pensamiento histérico en sus interpretaciones, pero lo que resulta evidente es que los anabautistas se vefan_a si'mi fomo los portadores de la Nueva Era, como el sentido seereto de ‘Fico que no es prominente en los otros grupos. La hist ‘e una historia de los clegidos, de la vangi que Dios obra por medio de esa vanguardia y su capacidad pa disciplina y el sufrimiento. En Ia Nueva Erase invierte la “caida” y para la comunidad de los creyentes quedan atras las viejes corrupeiones y compromises." Estamos aqui frente a nociones escatolégicas que deter: pertenece icada y disciplinada, Esa capaci- ded para el sacrificio y la disciplina provienen de la conviecién de que uno es el portador del reino venidero, Ia avanzada de la accién divina en el mundo. La disciplina crea un grupo notable- mente diferente de la eristiandad corrompida mayoritaria y ofi- 134 EL REINO DE Dios cial, El espiritu de sacrificio es necesario justamente para sopor- ar Ja persecucign, cl asedio y el desprecio de xa cristiandad En este sentido, es necesario, por supuesto, distinguir entre el Hamado protestantismo “de transplante” en América Latina, que surge de ciertas comunidades étnicas en los paises de inmi: gracién, y el protestantismo fruto del fervor misionero y evangelizador de las diversas misiones denominacionales y no- denominacionales que se extendieron aqui. Este tiltimo esté también relacionado con el pentecostalismo. en el ethos anabau- tista. a que hemos hecho referencia.” Uno de los pocos tinoamericanos, quizés el tinico, que intenté reflexionar sobre el sentido de identidad de los evangélicos latinoamericanos fue el mexicano Alberto Rembao. Las palabras con que culmina su Discurso a ta Nacién Evangélica tienen claras reminiscencias de Miinzer o de algtin otro anabautista del siglo XVI: La chispa primero, después Ia Flama . presencia del espiritu por Ia virtud de le limpieza de los cristianos. Y de tal modo el incendio irrumpira seguramente. al igual que la justeza del reino, por afadidura-.. La conflagracién continental depende de las pequenas lumbradas locales, de los fuegos como de fragua que Fequicren mantenimiento muscular, es decit, fuetle ademés de - Fuelle y pabulo, sustentadores de la Flama santa. Pro- mocién de hombres comunes y corrientes pero diferenciados de lox dems en esto: en Ia voluntad de entrega, en la rendicién absoluta del que de su libre gana se hace eselavo de una vision y servidor de Hamado ... Ellos y ellas, los incendiarios profesionales, los téc- nicos del Espfritu Santo, la caballeria de nuestro Sefior, los adelan- tados de su reino, los conquistadores del mundo incrédulo, los fieles discipulos de Jestis, los “hermanos” comunes y corrientes . Ia tropa del maiiana prometide que avanza triunfante a paso de carga, que ex paso de vencedores « Teta saan conte, liga ainradiongeasincnnctlectle que la presencia evangélica es en si misma la presencia del reino del protestantieme ericano hoy en dla, Y_pareci erderse la [ad escatoldgica, se Fa perdido tab n et dinaniamo. brevemente To que ese dinamismo = momento. IM, EL_SIGNIFICADO SOCIAL Y POLITICO DE LA PRESENCIA EVANGELICA INICIAL Como hemos senalado en otros trabajos, para muchos obser- vadores latinoamericanos el protestantismo resulté primero visible por su dindmica social y politica. En 1927 se publicaba en el Per un libro importante: Tempestad en los Andes," por Luis hombres, ya no son caracteristi gnificé en su_ S ; V AMERICA LATINA 135 E, Valcdrcel. El autor presentaba escenas de las transformacio- nes que se iban operando entre los indios peruanos, victimas durante mas de tres siglos de la codicia y Ia explotacién espafiola y mestiza. Como uno de los elementos que sirve a las necesidades de los indios y contribuye a su liberacién aparecen en sus pégi nas los misioneros adventistas. Y aunque parcialmente equivo- cado, es interesante lo que afirma en 1928 el pensador marxista al final de su estudio sobre el problema poder espirit (YMCA, miciones motodistas de la Particularmente en el campo de la educacién, la medicina rural y la integracién del indio, los protestantes fueron _pre- Bresbiterianas _y metodista ;cuelas y colegios que resultaron un desafio al dominio see ja educacién y un Jncentivo a la modernizacién de Ia educacidn estatal, ‘Todavia hay lugares del _continente donde ni el esfuerzo estatal ni le itiva privada han conseguido superar los servicios médicos ofrecidos por los evangélicos. No existe, que el autor sepa, un estudio que dé cuenta de todos estos esfuerzos y de su impacto en la vida latinoamericana. Pero es importante tener en cuenta esta obra Ilevada a cabo por una minoria muchas veces perseguida y que no contaba siempre ni con el favor oficial, ni con los vastos recursos materiales e institucionales de la iglesia oficial. Ex_posible que precisamente como.remitada de. impacto veh la vide ptblica como en la actividad de la iglesia ofisial, algunos de estos servicios deban_ser_revisados, sustituidos, 0 transformados. Lo que nose pucda odmitir ea que los téenicos del “crecimiento numérico” resten valor a este testimonio de mor_y servicio con que el protestantismo se inicié continente. No esta de mas sefialar de paso que segun las estadis Uicas reunidas por Monterroso, Read y Johnson en su libro sobre crecimiento numérico de las iglesias, la denominacién no- pentecostal que manifiesta cl mejor caso de crecimiento con- tinuo y equilibrado es la adventista, que preci caracteriza por su extensa red de servicios sociales. L misiones no-denominacionales, entre las que se encuentran los enemigos declarados de la obra social, son las que tienen uno de los porcentajes mds altos de misioneros (32,4 por ciento del total porcentaje mas bajo de 1.5 por ciento del total de miem- ‘en América Latin de misioneros en América Latina) y miembros de iglesias (apen: bros de iglesias evangélic 196 EL REINO DE D108 necesario un mayor esfuerzo de reflexién para captar la significacin politica del protestantismo inicial. Una_minoria vigorosa, sacrificada y disciplinada, se constituyé en factor que desafiaba el orden establecido politico-religioso. El mejor andl is de este proceso se debe a José Miguez Bonino. Aqui sélo personal dentro del contexto religioso-social catélico es signifi tive iberacién de la estructura religioso- incon Tae nde un pate a, del campo a la ciudad o alguna otra ificaba romper social. Fre curopeo a América Lat ny ‘“upuesto inmutable.” que el. protestantismo a comienzos del siglo ienvenida de cuantos luchaban por un cambio del orden feudal heredado de la colonia y que las guerras de inde- ndencia no habian_cambiado. Como hemos sefalado en otra ron la bienvenida de quienes eran evangélicos recil los revolucionarios de entonces. Miguez resume su andlisis en esta tesis: El protestantismo constituyé para nuestros paises, en el momento en que lentamente emergian de su pasado colonial y buseaban sit integracién en el mando moderno, un llamado al cambio, Ia transformacién centrado en la esfera de la religion, pero con efecto sobre la totalidad de la vida y Ia sociedad.’ Las'alternativas politico-sociales han cambiado en nuestro continente. El cambio que més nos interesa, sin embargo, es ¢l que se ha dado dentro de la comunidad protestante misma. iera que el crecimie ia de un nuevo papel social im: cada y disci poder y prestig al han reemplazado al discipulado. Se ha Fpandanado la esperanza y In dinamicn excatolopicas. No esti de més aclarar otra vez el sentido de nuestra reflexion hasta aqui. ELprotestantismo inicial, fruto de la labor se_ubica en América Latina, socialmente, como i \imica. Teolégicamente adquiere énfasis que lo ucer- can al anabautismo. A veces el elemento anabautista viene en el mensaje que el misionero trae. A veces se adquiere como forma de explicar la propia existencia minoritaria, dentro de un con- texto de cristiandad nominal. En cualquier caso, el protestan- tismo juega un papel social y politico, muchas veces de manera imtonaciente ¢ involuntaria. Al cambiar de ubicacién social y al haberse liberalizado la sociedad como ‘istérico, practicamente en aM Y AMERICA LATINA 137 todos los paises latin; fas notas caracterist explique el surgimiento y & mo.” El hecho es que en la presente década Ia iglesia evangélica promedio en ‘América Latina, no se ve a si misma como elemento que desafic cl orden establecido, rechaza cualquier identificacién con “revolucionarios”, y por lo general evita cualquier pro- nunciamiento que la haga aparecer como critica del gobierno de turno. Para esta nueva actitud parece por ello muy apropiada una escatologia inofensiva que al momento es la de mayor popularidad en Norteamérica, donde el protestantismo conser- vador juega un papel semejante. Debemos hacer referencia a ella por la influencia que tiene entre nosotros. Casi todos los libros sobre el tema publicados en castellano siguen la misma linea. IV. UNA ESCATOLOGIA CONDICIONADA POR LA HISTORIA El_ protestantisme_co 1és “evan- gelicalism’”, que es el que tiene influencia entre los evangé a i @_mantenido ciertas nota’ propias del . Las denominaciones han mantenido firme- testante pierde Quizis ello tico de de los Estados Unidos. Por otra parte, han tenldo_une_escatologiaen Ins que predomina el dlepen- act mo _y el premilenialismo. A pesar de ello, el modo de Fide norteamericano, el eapitaliemo, a Hamada libre empresa y la democracia liberal, han venido a ser para los evangélicos algo asi como la manifestacién social y politica del reino de Dios en la tierra. En los dltimos afios, la guerria fria y el temor al comu- nismo han acentuado esta identificacién hasta el punto de hacerla incondicional, Hay vastos sectores para los cuales no es una exageracién lo que dice Jerald C. Brauer en el sentido de que ha habido " constantes presiones deade dentro y fuera de las iglesias para sistar tode lo que coneuituye la vide amertenne (de loo Estados Uni dies)» silence gerada lo confirma un reciente editorial de la revista Christianity Today, en el cv ataca a los evangélicos que se han atrevido ac norteamericano, acusandolos de conformarse a “la moda”. El or su parte, que dicha revista no ha adop- tado csa actitud critica y termina: “nos complace pensar que ello se debe a que tenemos una actitud critica més alerta y menos conformista”.” ral gobierno 138 FL REINO DE DIOS Todo esto se trac a colacién porque muchos evangélicos latinoamericanos se sienten obligados a adoptar exactamente la misma actitud, no solamente en cuanto a sus propios gobiernos, sino también en cuanto al gobierno de los Estados Unidos y su politica exterior. Esta actitud, sin embargo, revela una contra- diceién bésica entre la teologia y la ética social de los evangéli- Una teologia dispensacionalista_y_premitenial supone la visién de un mundo caido, cuya pecaminosidad se refleja en sus estructuras y forma de vida. El reino de Dios irrumpira en el futuro, Por'ello ningun reino de este mundo puede ser con- siderado como el reino de Dios. La consecuencia de esta ereencia deberia ser una actitud critica frente a los reinos ys oposit reino de Dios. Pero el protest dor ha reducido su concepto de la mundanalidad a cuatro o alcohol, tabaco, ciertas formas de vestir, ‘© se critica, peor atin, se aceptan y defienden las Practicas sociales del capitalismo, el espiritu de Iucro como fac- tor determinante de la vida, la manipulacién de las nei por los medios de comunicacién masiva, Ia corrupeién poli del_gobierno de turno, etcétera. Algunas voces aisladas aqui y alla estén empezando a dar una sefial de alarma. Son combatidas y silenciadas por los gra; pos cclesidsticos conservadores més poderosos, pero a pesar dé ello son sintomas de una nueva mentalidad y actitud. Resulta notable que en todas ellas se da un nuevo descubrimiento de lat dimensiones del reino de Dios." Un ejemplo histérico mostraré la dificultad de ordenar la vida segin la doctrina que se profesa. Es conocida la diferenci entre los evangelistas Finney y Moody, respecto al mileni Finney era postmilenialista. Tenia la certidumbre de que como resultado de su esfuerzo evangelizador el milenio vend iglesia cumple su deber el milen ent de tres afios a este pais." Finney compartia la fe en ol progreso de su pais y del mundo, y veia el avivamiento religioso como una etapa de dicho progreso. Ni él ni sus seguidores en Oberlin admitian el pesimismo de los predicadores premilenialistas para quienes las cosas iban de mal en peor. Finney vivié antes de que la Guerra Civil sacudiera a su pais. D. L. Moody, por el con- trario, era premilenialista. Afirmé muchas veces su_certeza de que el mundo iba de mal en peor. “Hablan de que el mundo va mejorando rapidamente, me gustaria verme con quienes dicen eso...Miro a este mundo como a una nave que se hunde, Dios Y AMERICA LATINA 199 me ha dado un bote salvavidas y me ha dicho: Moody, salva a todos Ios que puedas’.” ‘Ambos evangelistas eran fuertemente individualistas en su concepto de la salvacién, y ambos entusiastas por la tarea cvangelizadora. Quizds el desengafio y el pesimiamo que siguieron a la Guerra Civil Norteamericana, expliquen la popularidad del premileniatismo entre las masas que acudian a escuchar a Moody. Este ereia que nada podria como el mile- nialiemo “sacar a ios hombres de este mundo con sus bonos y facciones”, es decir su materialismo. Vale la pena transcribir aqui la observacin de un eapecialista: No fue sorprendente que Moody descubriera que “esta enseftanza (cl premilenialisme) no se predica ni se erecen ciertas iglesias rices Y que estan de moda”. A los hombres de negocios no les hace nin- guna gracia la idea de perder sus bonos y aeciones. Aquellas perso- nas cuyo status se habfa elevado junto con aus entradas no podian Ver virtud alguna en ereer que el mundo iba de mal en peor. ‘Gabe preguntarse respecto a algunos de los que apoyaban a Moody, laamismo que respecto a algunos evangélicos de hoy. dHasta donde hay consecuencia entre una afirmacin Premilenial acerca de la bancarrota del_mundo mismo tiempo una defensa conservadora de las instituciones, Valores y costumbres de ese mundo, cuando se ven amenazados? No resulta extrafo, entonces, que ractiva en el momento sea esa especie de ciencia fie procura encontrar en versiewlos biblicos. aislados predicciones acerca de Rusia, China, el Mercado Comin Europeo y el Consejo Mundial de Iglesias. Un ejemplo de ello es la popularidad del libro The Late Great Planet Earth, del cual se ha vendido mas de un millén de ejemplares. El libro interpreta el mundo de hey con los ojos de la prensa republicana de les Estados Unidos, ataca a los enemigos del conservatismo, y exté permeado de un nacionalismo ingenuo pero agresivo.”” Este libro cs una versiGn moderna de esa tendencia a interpreter la profecia que se remonta a los primeros siglos, y que se caracteriza porque siempre interpreta a la propia époea como “los altimos tiempos”, y porque generalmente coloca ala propia situacién hist6rica social y religiosa como la que refleja fideli- dad a Dios. Axi los primeros apologistas vieron al Emperador romano como el Anticristo, pero después de Constantino, se aplicé a los enemigos del imperio el mote de Anticristo. Los reformadores vicron al Papa como cl Anticristo y actualmente el norteamericano Lindsay nos dice que el Aniicristo seré un europeo, probablemente vinculado con el Consejo Mundial de Iglesias y otras organizaciones ecuménicas similares. La virtud 140 EL REINO DE DIOS més grande de este tipo de literatura es que entretiene y ador- mece. Sus especualciones se prestan muy bien a la descripeién de “opio del pueblo” evangélico. Una escatologia como ésta, condicionada més por la cién Histérica y social que se qui ensefia Ia Palabra de Dios, hi smo. Tal omg la vemos hoy en América Latina, no puede resistir ni res. Ponder al reto de la escatologia marxista V. EL RETO DE LA ESCATOLOGIA MARXISTA El punto de ataque del marxismo a la esperanza cristiana el desu caracter de opio que adormece al hombre y lo ineapacita para la accién. Como bien lo demuestra Helmut Gollwitzer, sin embargo, este andlisis marxista de lo religioso ha sido tomado de otras fuentes, entre ellas fuentes cristianas. Ya en 1761 se puede encontrar frases como ésta: ibn os el arte de pri lea ocuparae de los m: Con Ia ayuda de poderes invisibles, con has que se les 1¢ les fuerza a sufrir en silencio | poderonos: se lex h Ni este tipo de ataque ni el que después articula Marx habria sido posible en la época apostéliea, en la Edad Media o en la época de la Reforma. Corresponde a un momento dado de la vida religiosa de Europa, ex decir, presupone una forma de reli- gién y teologia que cs precisamente aquella con la que Marx parece dialogar continuamente. Esto lo express Berdiaev de manera clocuente en su temprana critica del marxismo que, por consiguiente, fue también Ia prédica de otro tipo de cristia- nismo. Después de comentar los argumentos que especialmente Lenin tomé prestados de los clasicos escritores antirreligiosos, Berdiaev concluye De toda esta fraseologia un solo argumento parece esencial y oderoso, y pucde, por la impresién de verosimilitud que 0% Conta, comvencer = low seres, poco, interesadow en el. probleme religion en general. yen particular la religion cristiana, desprecie la actividad humana, predica el estado pasivo, In sumisién al des tino, la resignacién ante la injusticia social, y ensefia a entregarse & la voluntad de Dios para todo, justificando de esa manera la ope nn del hombre por su semejante.” ¥ Iuego, con pasion y elocuencia Berdiaev lanza el reto: Ja humillacién del hombre fue una deformacién humana del mo. Porque en realidad, cuando la doctrina cristiana no ido ninguna alteracién nos ensefe ante todo a respetar le Y AMERICA LATINA 141 dignidad humana, y lejos de rebajaria In eleva a una altura sin pre- Eetlentes. La eeencia del evangelio se condenea en estas palabras: SBuscad ante todo el reino de Dios.” De ah el punto exencial del cristlanlamo, El evangello nos dice que a ese reine hay que forzarle, ro que su conquista significa Ia realizacién de una vida perfect Te una plenitud, la cual comprond. cia. No puede desig far la sumision a la impostura y Ia injusticia so pretezto de que la humana naturateci ex pecadora. Porque el pecado serd vencido por Ia biiequeda del mejor, mas per- fecta, més cum| no es un eterno revolu cual _no Hega a satisfacer ningtin género de vida, fuss busca al rein de Dios y su justicla y pretende la transforms Sion mae radical del hombre, de la sociedad y del mundo. anélisis de Berdiacy es también un esfuerzo por desmiti- fie ae oe ae oe ee a an eteonee ‘en la cual Ja esperanza juega un pape . Ex el mesia- nismo proletario y la vision de un reino de felicidad quevieneal cabo de la revolucién lo que alimenta la fragua de la militanci arikin. Ea una eeperansa arrebstade sl'cristisnismoy seculart- tada, pero que tiene la marca indeleble de la herencia judeo- ctistinna que Marx no pudo rechaser por complet En las paredes de varias ciudades argentinae hemos visto pintado un slogan del Che Guevara: “Qué importan los sacri- fielos de un hombre o de un pueblo ol lo que esta en Juego ee el destino de la humanidad.” Frase con reminiscencias paulinas, pero con una innegable carga de dinamismo historic. Hay aqui tina fe on el dato revelado por la teoria marxista: el futuro de la, humanidad. Hay una esperanza en el gozo de cee futuro que ayuda al sacrificio en el precente. Hay una forma de amor! la revolucién, que puede implicar precisamente el sacrificio de una generacién o de todo un pueblo. Como bien lo ha demostrado Rosemary Radford Ructher, cl marxismo, al igual que tantos otros movimientos sociales radicales, se altmenta de un esquera cscatolégico cristiano al cual se le ha dado nuevo contenido. Es idolatrica de los. El rechezo deun Dios que Slevaipor: fueraa-a” oto rger caine infalibilidad a eiertas doctrinas hum considerar que el sacrificio de vidas humanas esta justifi hombre del'advenimiento del reino revolucionario. ~ La necesidad que empuja en esta direccién demanda hoy la atencién del cristiano latinoamericano, para ver n_espiritual de las revoluciones. Nétese la peli asimilacién de categorias teolégicas y politicas encerradas en estas palabras de Fidel Castro: en este punto donde radica la potencialidas movimientos radicale: actia ho} 142 EL REINO DE DIOS Cheseha convertido en un modelo de hombre no sélo para nuestro pueblo sino para cualquier pueblo de América Latina... . sangre suya fue vertida en esta tierra cuando lo hirieron en diversos com: bates ... sangre siya por la redencién de los explotados y los opri: midos, de los humildes y los pobres, se derramo en Bolivia. Y esa sangre se derramé por todos los explotados, por todos los oprimi- dos... . por exo, elevemos nuestro pensamiento y con optimismo en el futuro, con optimismo absoluto en la victoria definitive de los pueblos, digamos al héroes que combatieron y Cayeron junto con él: .... jhasta la victoria siempre! jpatria 0 muerte! jvenceremos!” Més elocuente todavia es 1a exposicién de consecuencias de una identificacién entre fe cristiana y marxismo revolucionario que nox ofrece otro documento salido de Cuba, y preparado por un grupo de miembros de denominaciones cristianas dediversos paises latinoamericano: La revolucién ex un imperativo cristiano, porqute ya ex hora de quc loc creyentes on Jesucristo, inspirdndose en lan verdades de mucstra fe, que si es legitima serén siempre verdades para vivirlas y no s6lo pare confesarlas, definamon nuestra posicion ante el fenémeno Politico-cconmico-social de la revolucién cubana, y declaremon Piblicamente, consecuentes con el cxpiritts te revolucie- hario del evangelio de Cristo, que nos identificamos con nucstra revelucién socialista... Denunciamos asi toda accién contra: sevolucionaria come anticvangélica, ¢ ide mos como. del jo” necesitade de arrepentimiento y conversion, lo que puede haber, y si que adn lo hay, de contrarrevolucionario en nose- tron como iglesia, grupos © individuors.™ La dimensién escatolégica del marxismo se da en la visin de uh orden nuevo que adviene con la revolucién. Todo intento de reformar la sociedad capitalista (dentro de la cual surge el marxismo) es utépico mientras no se tome en serio el origen econémico del mal social. La dinica manera de tomar en serio ese mal es reconocer la existencia de la lucha de clases que progres vamente Hega ala frase revolucionaria: la toma del poder por el proletariado.-Los esfuerzos por acudir en auxilio de los necesita- dos y los pobres, vienen a ser “paliativos”. Hay que curar el “gran mal” y no solamente los sintomas, se dice. Muchos evangélicos que hoy estan embarcados en formas diversas de ser- vicio social son criticados porque al proporcionar “paliativos” lo ‘inico que hacen ex postergar el advenimiento de la revolucién Lo que cabe hoy es luchar a favor del proletariado, por la via revolucionaria, les dicen. Los diversos tipos de marxismo varfan en cuanto a la forma que debe tomar esta lucha, pero hay un acuerdo basico en cuanto al d “hombre Y AMERICA LATINA 143 Para hacer un “mundo nuevo" hace falta algo més que plegarias. Actos. Mas que actos de detalle, actos universales: actos polit Cos... el amor moderno, o es politico o noes... Es posible amar a los hombres hoy sin euestionar el Capital, cuando de él provienen jantos sufrimientos? ‘amor religioso ha dado suficiente test monio de su impotencia .. . Deseu terminar con Ia violencia, y cree en forma migiea que cl deseo ha de provocar el efecto descado. Pero la magia nunca tuvo efecto sobre la realidad, La violencia per: mancee triunfante-.. 7 al fin los creyentes la consicnten aunque wo lo digan. Qué religién pone om causa la existencia micma del Estado? {Qué religion nega de mancra prictica a guerra gién ha renunciado de hecho « In abolicisn de la violonci Jorma con curar las llagas. A veces con abnogacisn, hay que odmi ilo. Poro existe un amor mucho mar grande quel restanar are, y es ol de impedlir las heridas, ol de detener la mano que gol Sele fa esperanza de un_cielo,un mundo sin violencia y hasta sin jinos de la humanidad”, como decia el Che un papel dindmico en el marxismo. Ella tam- bién explica la intolerancia maniquea en la lucha contra los que se oponen a la revolucién una vez que ésta queda instaurada. Ambas funciones de la esperan: 1a son dos caras de una misma herencia escatolégica. En las formas extremas de disp. un fenémeno similar. El “hacer cl bien al pr. en Ta teorfa y en la préetic Ugente la predicacion del ev: evangelio, mas se “apresura su establecimiento del reino milenial. Las demandas é1 reino, tal como estan, por ejemplo, en el Sermén del monte, alirma el dispe: ismo extremista, no son para fos erist nos de hay. $e a Los pitulos 5 a 7 de Mateo son “ley”: no son para la época de la ‘gracia”. Asi marxismo y futurismo apocaliptico coinciden al deteriorar teéricamente la validez del acto de bondad 0 compa- sién en favor del préjimo con su necesidad inmediata.” La critica cristiana del marxismo debe reconocer en primer lugar las deformaciones heréticas de la fe cristiana que se pres- tan a la acusacién de “opio del pueblo”. En segundo lugar debe desmitificar la escatologia marxista. El marxista también pro- cede a la accién a partir de la esperanza. En particular en aquellos paises donde todavia es una minoria que lucha por el poder, el marxismo en sus diversas expresiones ilustra la verdad de que “si sufrimos aqui reinaremos allé”. Los jévenes que se entregan a la lucha guerrillera creen que, como resultado de su se posters i» porque se considera que angelio. Cuanto mis se ext 144 EL REINO DE bI0s sufrimiento de hoy, vendré un mafiana mejor. ¥ constituyen Selo a que el cristiano deseubra la verdadera naturaleza de wu Fropla dyperansa, lo que quiere decir "sufrir aqui”. y loque vag PrP etne alié". En otras palabras debemos recobrar lag dimensiones del reino de Dios en nuestra vida, ins VI. LAS DIMENSIONES DEL REINO EN NUESTRA VIDA Los capitulos precedentes en este volumen, y particu! ene Sev eder. apantan altinpacto que pucds tener sobee Protestantismo, latinoamericano el volver a descubrir ly Protestidad del mensaje del reino en la Palabra de Dios, Este seattbrimniento resulta particularmente importante por el con texto que se ha descrito en lo que va de este ensayo. En cierto tnodo 4 ello apunta Cullmann, en un sentido més universal, en Ie apretados capitulos de su libro mae reciente sobre el tema, Nuestra época Hama al descubrimiento de la verdadera ¢: rd tologia biblics ace? Es preciso imponernos la disciplina exegética . .. la cual nos exi preseindir de las ideas que estén hoy en boga. El mi ibe religion ‘opio del pueblo” no ha de eaccensr Canes ae as ensenanzas de Jentis independientemente de la perspectiva esea. edule del reine future. Berlo demo, como todos lov slogaray es contrario a la verdad, la cual noes tan simple. La espera del reino future. que noes de este mundo, no alejaa Jesis dela acciénen exe mundo y por este mu! que pasa, sino que por el contrario la eetimale tanto ee suai que sus normas no pertenecen a este undo que Dios hara desaparecer. La escatologia crlstana auten- “TENG fivorece cn abvoluto el inmovilismo.” - Este descubrimiento impone una tarea autocritica. Lamen- tablemente, para muchos el avance del reino de Dios en América Latina ha sido s6lo el avance en el niimero de personas perte- necientes a las iglesias evangélicas en el continente. Este con- cepto lo expresa bien Peter Wagner en un reciente articulo en el que critica la obra social de las misiones en el pasado: Es diffcil hacer gencrelizaciones en cuanto a la efectividad de la obra institucional dentro de la estrategi onera. Proyectos tales como las escuelas y hospitales han producido jruto para el reino en algunos lugares, y en ese caso representan una buena metodologia, Sin embargo, en muchos otros lugares las institucio nes han producido muy poco fruto a través de los aites, y come métodos de evangelizacion no pasan Ia prucha del pragmatismo” El error bésico de esta apreciacién consiste en tomar come “fruto para el reino” sélo el niimero de convertidos. Cuando sur gen de corazones sometidos al seitorio de Cristo, institucions como las que aqui critica Wagner, son ya en sf muismas expresi- y america LATINA 148 presencia del reino entre los hombres. No_se puede a sol Prtsencia de Ia “novedad de vida" que trae el reine, Jee Pel mensaje del reinoy Ia converaién de ls hombr dela gato no quiere decir que lus inatituciones misionerat fo deban ser cuidadosamente re adas ala luz de una estrategia 10 SO ei bl decir que el concepto del Tae volver a descubrirse y aplicarse a la comprension de ino derTisionera, Porque.-degpués de todo, el Seiior eritied qaramente a los fariseos que recorrian mar y tierra para hacer ravens y low hacian “dos veces més hijos del infierno” que Fen guizds el mismo Sefor criticaria « misiones, iglesias y cavfas que, olvidindose de los frutos del Espiritu y de lus earac- cores ai'{e los ciudadanos del reino, proponen un proselitismo el cual el Gnico criterio valido ex el cuantitativo. Dentro de tales lineamientos gencrales, procuremos ver, entonces, lo que implicaria esta toma de conciencia de la reali- dad y centralidad del reino de Dios, las dimensiones que ‘éste ha de tomar en la vida y misién de la iglesia evangélica erudo en Una Dimensién Etica Es decir, un sentido preciso para la bas. préctica de lo bueno. Ser ciudadano del reino de Divs no 2° solamente obtener una carta de ciudadania mediante Ta cual pruebo que he dado el paso” que me introdujo en el reino. No es solamente estar convencido de ciertas cosas en cuanto a Jesucristo y cantar tre los hombres, y orar acerca de ellas. Es una forma de vivir entre habiendo descubierto- oe teats To que significa ser Rombre en el designio de Dios. Cuandoquiera que nos preguntamos acerca del tipo de sociedad deseable para el hombre, no estamos realmente pregun= tando acerca del propésito del Creador para sus criaturas, Fn este sentido, la a considerada en su totalidad, entendida como Palabra, en el sentido general de su ensefianza, nos Pip porciona datos acerca de lo que es realmente humane. En |e Enschunze biblica sobre el reino de Dios, la dimensién ética, que enel Antiguo Testamento esti plasmada en instituciones y leyes para el pueblo de Israel, recibe la iluminacién y cumplimiento rine ol ministerio de eats trae, y adquiere una nueva expresion Gn In comunidad cristiona, al nuevo Israel de Does, ey La paz, la justicia y el amor, tienen, je La perspectiva de! reine ees ntdaide preciso, En 1a pedagogia de Dios: ¢l ino de Terncl ee me tolamente el vehiculo para la venida del Mesie.®10 también le presencia de una posibilidad distints de relaciones 146 EL REINO DE DIOS de los hombres entre ai, con Ia naturaleza y con el Creador. Vemos algunos ejemplos. fica que lo est mentor de destruccién en instrumentos para el de Dios a su pueblo para que disfrute Ta suma de los de él provienen.# Hay que orar por ella® porque es dest ir al cabo de una lucha por La jus! " pora el sentido biblico 1a paz esté Ja serdety no ve-dele mang con la o al fin; ssosiade som_Ie jet jad_e injustici La esperanza mesidnica de paz" y de la Hegada del Principe de Paz ha empezado a cumplirse con | a de Cristo. Come bien lo demuestran los trabajos de Pa ‘Yoder en este volu- men, el Nuevo Testamento no espiritualiza estas esperanza: Cristo trac la paz entre Dios y el hombre que se refleja en una lad donde la paz entre hombre y hombre, mas allé de raciales y sociales, es un hecho. tilo de Cristo debe ser te guardian de la paz no s6lo en el seno de la comunidad cristiana™ sino en sus relacio- nes con todos los hombres; es, en suma, un hacedor de paz, un or,” un instrumento del Principe de Paz entre los hom- Ahora bien, entre la paz de la que habla el Antiguo Tests como realidad social para la cual ciones orde- por Dios, y como esperanza con un contenido concreto, por un lado; y la paz de que habla el Nuevo Testamento, por otro Indo, no hay un salto espiritualizante. La paz entre los hombres es una nueva relacién visible entre quienes antes eran enemi- £03." Visible no s6lo para los creyentes sino para todos los que “Asi alumbre vuestra luz delante de los hombres para que vean vuestras obras buenas y glorifiquen a vuestro Padre...” El Nuevo Testamento da instrucciones precisas io de este nuevo tipo de rela- bio basico de concepto y actitud,* una superacin de los prejuicios sociales,” un cambio de conducta que va contra las normas socialmente aceptadas (Filemén). ‘Como era de esperarse, Ia presencia de una comunidad con estas caracteristicas radicalmente nuevas afecté el mundo antiguo, y lo transformé. Comenzé por ser una alternativa nueva en lo social" y ello de por si constituye un factor de cambio. Hoy en dia més allé de los limites de la comunidad cristiana, los miembros de ésta, en la medida de sus posibilidades, pueden contribuir a la paz de la comunidad civil en la que viven. Ello es un resultado légico de su vocacién, su practica y su esperanza. Comparten con los utopistas el anhelo de paz mundial. Esperan Y AMERICA LATINA 147 ecn que los hombres por si mismos producirén un estado de paz mundial, Sin embargo, procuran contribuir a que los hom- bres no se destruyan més pronto, y oran para que Dios guie a los responsables de la paz social.” ‘En_América Latina la paz social esté amenazada por la iglos en cl orden establecido, y por Ia revolucién no puede contentarse con desear “paz Cerrando los ojos a la injusticia que ali- Jnenta la guerra social, muchos cristianos se han limitado a ala- bar las dictaduras que han trafdo “paz, In paz del cementerio, taba a revolucionaria. La pregunta evangélica ‘desarrollo”. tiene que ser quiénes y cudntos se bene- desarrollo, Porque desde la época de la conquista y la colonizacién espafola, las mejores muestras del avance tec- nolégico del viejo mundo estuvieron siempre a la disposicién de la reducidisima élite que detentaba el poder. ¥ hoy la paz social est amenazada no s6lo por agitadores comunistas a sueldo, sino por esa escandalosa diferencia entre masas y élites, frente a las cuales las clases intermedias han optado por el silencio o se han nado con las élites. Se dird que la paz social permite la evangelizacin, pero esa cvangelizacion tendré que ser, por la fuerza _del ambiente, completamente desprovista de toda al pecado de | tes, y completamente indiferente a las posibilidades del cambio. Es deci le_al-evangelio toda lo que tenga ol que volverlo una receta para “ser fel jar amigos sin nadie”. ¥_es0 no es el evangelio de Jesu El mejor correctivo contra ese “evangelio™ recortado y aco- modado al ambiente es volver a descubrir el mensaje del reino que Cristo vino a vivir y proclama: Otro ejemplo es el de la justicia.” El desarrollo del concepto de justicia en la Palabra de Dios parte del concepto de un Dios justo y va enriqueciéndose con la revelacién de las demanda: especificas de ese Dios a sus criaturas, su provisién para su pueblo, y la provisién de una justificacién para cl hombre. Dios da leyes justas y exige integridad en quienes las aplican.%* Nues- tro Dios no acepta culto ni ofrendas si van acompaiad injustivia.” Cuando en medio de una sociedad que progresa y se desarrolla hasta cl refinamiento" los pobres son echados a un lado, Dios levanta su voz a favor de los olvidados." Por medio de Jesucristo Dios nos justifica. Jesucristo es el Justo" y su justicia y rectitud son visibles no sélo a los ojos de eso para un dia futuro, pero a diferencia de los utopi 148 £L REINO DE DIOS Dios sino también de los hombres. La vida del discipulo es la practica de la justicia.”” Un ejemplo preciso de esto: la justicia Proveniente de Dios que su pueblo refleja se concreta en la page del salario justo a los obreros del Sciior."* Es interesante el argu. mento de Pablo en estos pasajes: ni ra aun animal se le trata con injusticia.”” Los amos deben ser justos” en su trato a gus servidores, y cuando en la comunidad de creyentes no se page €on justicia, hay que hablarle bien claro al culpable.” ~ No se trata, digdmoslo una vez mas. de que cl Nuevo Testa. mento espiritualice lo que es social y politico en el Antiguo. La justicia es una forma conereta de conducta en el seno de la com nidad cristiana, que por fuerza tendré repercusiones en el xeno de la sociedad dentro de la que la comunidad cristiana vive. Mas aan, al impulso de una clara nocién de la voluntad de Dios para la vida del hombre, el discipulo de Cristo evangeliza y vive el evangelio del reino de Dios. Por ello no puede ser diferente a lox anhelos de justicia de quienes lo rodean. Ve en el orden social y sus lacras la expresién de la pecaminosidad humana. Toma una nueva practica social dentro de la comunidad cristiana y procura ser levadura, sal y luz en la esfera mas amplia de la comunidad civil, Al anunciar el evangelio de un Dios justo y un Jesucristo justo. esta poniendo al descubierto todas las dimensiones de la i ve las de la sociedad en que vive. aspecto particular de las. relaciones istas y proletarios, en Ahora bien, entre obrerox y patrones, cal América Latina, las simples cifras sobre distribucién del ingreso y el consumo muestran una realidad escandalosa. ¢Habré hom bres de Dios que hablen por los pobres, o se dejar esa empresa a los hombres de Marx Gnicamente? {Cudntos evangélico: tentados a simpatizar con una politica de “mano dura obreros”, a fin de atracr el capital extré de estos paises? {Tenemos sdlo en lo espii justicia”? Los ejemplos de'la paz y la justicia, que hemos bosquejado apenas, muestran la necesidad de un avivamiento y una reforma profundos en el seno de la comunidad eristiana. Estos tendrin una innegable repercusién en Ia sociedad latinoamericana, por la proclamacién y la vivencia del reino en su dimensién étiea, y la presencia evangélica con esa ealidad, en todos los niveles dela vide de nuestros pafses. -En-cada pais existen fuerzas polfticas en juego, que propo: nen_un programa. Cualquier programa es relative desde la pers ctiva del reino de Dios. No creemos que se deba aplicar el adje dano a ningtin programa.en particular, ni ercemos que y AMERICA LATINA 149 la simple asociacién de los evangélicos en un partido produzca Gutomaticamente una opcién politica mejor. La tarea de andlisis “fe Ta realidad politica y validez de las opciones supone por lo menos tres pasos, enunciados por Ellul: 1. Elcristiano parte de la revelacién de Dios en cuanto a la persona humana y procura descubrir las con y politicas en las cu persona puede vivir y desarrollarse de acuerdo al orden de Dios. 2, Elorden dentro del cual Ia persona se desarrolla, es limitado, ex simplemente Ia via de su preservacién, dentro de realidades sociales y politicas. El cristiano trabaja para q 3. Para el cristiano el orden de preservacion dela yoluntad de Dios de que el hombre legue eso las instituciones sociales deben quedar abiertas a la posibi dad de anunciar el evangelio, no deben volverse absolutas e idolatricas, El cristiano debe estar alerta en este sentid La tarea dei pueblo de Dios en este sentido esta recién por iniciarse en América Latina. La toma de coneiencia y Ia accién politica de los evangélicos, no puede pasar por alto el hecho de que constituimos una minorfa, lo cual puede significar una voca- cién_a funciones politicas menos espectaculares aunque no menos efectivas. Dos modelos histéricos ilustran posibilidades. En los comienzos de la era industrial en Francia, Daniel Le Grand, un industrial cristiano, vio venir Ia guerra de clases entre patrones maginé creativamente nuevas formas de relacién con sus obreros. Sus experimentos tomaron nuevas dimensiones, Ilegando con el tiempo a constituir lo que hoy se conoce como la Organizacién Internacional del Trabajo (OIT). Aunque frgil y sujeta a la critica, ésta es una muestra de ‘ecién del reino en el campo de la justicia y In paz en las relacio- nes obrero-patronales.” En escala mayor, dadas sus repercusiones, tenemos Ia aceién en medio de la Revolucién Industrial en Inglaterra. La historia social de este pais reconoce Ia labor de los “no- . es decir, los pastores de iglesias diferentes al, la anglicana. Su abierta participacién en la lucha por la jornada de diez horas, por ejemplo, les valié la eritica de la prensa. En determinado momento, habia 700 pastores en la pla- taforma de una gran manifestacién en contra de lax leyes laborales injustas. Hablando de esta lucha de Ia que surgié el movimiento obrero en Gran Bretafa, el historiador Halevy dice: Desde la época de Wesley, todo inglés que haya organizado una 160 EL REINO DE Dios campafia de propaganda, ha copiado, con o sin intenciin, modelo wesleyano.” Mencionando a los socialistas cristianos como Kingsle Maurice y otros, los historiadores Cole y Postgate dicen: Junto con los pastores de iglesias no conformi responsabl Ia hostilidad i6n organizada, que -rsal ey el continente europeo. Siempre hubo wn pequeno por: centaje de pastores con una genuina simpatia por el socialismo y le misoria de la clase obrera, cuya influencia previno el que le igheie y lax capillas fuesen consideradas como enemigos. Del micme modo, una corriente de religiosidad y pietismo corrié poderoca mente en el seno del movimiento obrero (laborista)y vino ser por toriormente un obstéculo cfective al avance de la. filosolta Sten América La’ bien que queremos a no damos contenido social y politico al y compartir con los demas, nos estare mos limitando a aceptar pasivamente lo que el grupo social en el cual nos movemos considera “bien™ y nuestra justicia no ser segundo y fariseos. Fsto nos ileva mayor que la de los escrib: punto. Una Dimensién Critica Ya que sabemos que lo perfecto no _ha venido vendré simplemente por medios humanos, jamés un orden determinado, identificandolo con el reino de Di advertencia vale tanto para los partidarios del status quo, como para los partidarios de la revolucién, que son los dos polos en lot cuales Ia tendencia a absolutizar una realidad politica es mis marcada. Ya Miguez Bonino ha senalado las tremendas dificul- tades del anilisis y de la opci6n. Creemos que a partir de la ensefianza del reino, no cabe frente al mundo una actitud pasiva e incapaz de articular una critica. Para el cristiano siempre es urgente la doble tarea de entender el mundo y transformarlo. La tarea de la teologia aqui es descubrir como la teologia evangélica puede articular una visién critiea del mundo y de Ia realidad politica y social de cada pais. La dimensién critica es mas que s6lo proclamar la sentencit de muerte de las falsas esperanzas humanas. Es el esfuerzo por construir lo deseable a la luz de lo que Dios ha venido haciendo desde que lo hizo al hombre. Pero es también la negativa a darle 4 ese esfuerzo un cardcter que s6lo corresponde al reino del Seftor Jesucristo. La tarea de obrar dentro de 12 circunstancias en que s¢ y AMERICA LATINA 161 sive, en el campo de la politica, exige una paciencia ¢ imagin Gén incretbles. “La politica es el arte de lo posible.” Nosotros que lo sabemos en la pequeia medida de politica eclesidstica en que andamos metidos, deberfamos evitar juicios faciles acerca de os gobernantes. Es facil decir: ‘ni conservadorismo extremo ni revolucién violenta”. Pero precisamente esa transicién dentro de la cual se mueven varios de nuestros paises hoy debiera ser. un incentive para orar y actuar si Dios nos Hama. Este “actuar diverso: predicar iluminando la situacién, ministrar pastor mente a quienes estén activamente involucrados, colaborar en las tareas inmediatas en que la comunidad cristiana pucde hacerse presente, presionar por medios legales para que la ley se_ cumpla, demandar ciudadanos informados como sefial de mhadurez cristiana. ~ Un médico cristiano cura a un enfermo aunque sabe que al final de cuentas un dia el enfermo moriré. Cuando el cuerpo social esté enfermo, la actitud del cristiano que espera un reino imperecedero no puede ser otra que mostrar que los remedios humanos son imperfectos y falibles. Pero todavia puede y debe contribuir, como médico, enfermero o simple acompaiante compasivo, la curacién parcial del enfermo. Y convengamos en que, conociendo la salud del reino, pronto detectaré las enferme- dades del cuerpo social en que vive, y no se engafaré con La ila. sién de una salud que no existe aqui abajo. La historia reciente de América Latina tiene dos casos notables de participacién en lucha revolucionaria. Slo podemos decir que estos cristianos Hegaron a un momento en que su rechazo del orden de cosas estableeido los lev6 a la accion. No caben juicios faciles. Frank Pafs, lider juvenil bautista de Cuba, se unié a Fidel Castro. Llegé a ocupar un puesto de importancia en la revolucién, sin perder su contacto con su iglesia y sus tareas en ella, Murié antes del triunfo." Tal vez hoy est Cuba 0 exilado como tantos otro: millo, lider del agrarisme mexicano que luché junto a Emiliano Zapata, mantuvo una actitud vigilante adn después del triunfo de la revolucién mexicana y finalmente cayé “villanamente ate- sinado junto con su familia por fuerzas del ejéreito”” en 1962 Una Dimensién Apologética 4 Qué ha hecho el cristianismo por el mundo? es la pregunta que muchos nos lanzan como bofetada al rostro. Resulta asom- broso y emocionante pasar revista a la historia y notar que algu- nas de las mejores instituciones y rei tuvieron fervientes cristianos como prect: la escuela popular, la universidad, la Cruz Roja, la lucha por la 152 EL REINO DE DIOS alfabetizacion, Mas cerca atin: las escuelas normales en Argen- tina, Brasil y Chile; la medicina rural en el Peri; la proteccién a los indios en varios paises, tienen raices evangélicas. Algunas de estas realizaciones no tienen valor a los ojos de los apocalipticistas del marxismo. Para ellos hay més valores humanos en Espartaco que en Henry Dunant y en el Che Guevara que en los médicos briténicos y americanos que se han hundido a trabajar entre los indios del norte argentino 0 los leprosos de la selva brasilena, Pero no para nosotros, ciudadanos del reino. Tampoco estas realizaciones tienen valor para algunos apocalipticistas evangélicos. Para ellos valen mis los predi cadores fogosos que reunen masas y “producen resultados Pero yo doy gracias a Dios por las maestras briténicas y peruanas cuya visién del reino inclufa la responsabilidad de dar buena educacién a un pufado de niftos peruanos en un rincén del sur peruano. Por ello y en nombre de mi fe y mi esperanza en el reino rechazo las teorfas misioneras que condenan los hos- Pitales, escuelas y proyectos sociales que brotaron de corazones deseosos de servir al Rey. En una dimensién més histérica y profunda se pueden tr: zar las sefiales del reino en la historia.” Nos toca conocer su curso para responder, sin necio orgullo y sin vacilaciones, a quie- nes nos piden saber qué ha hecho el cristianismo en el mundo. Pero esta apologética sélo puede terminar para nosotros como la pardbola: “Ve y haz ta mismo.” Una Dimensién de Esperanza Tomar opciones politicas. se ha dicho ya, es apostar a algo que no es totalmente seguro. Obedecer al Rey d demandas no es garantia de éxito, ascenso social o “‘eficacia™. Es méis facil conformarse que ser transformado, y siempre se puede encontrar una teologia que lo justifique. ero si arde en nosotros el fuego del Espiritu que hace nacer ciudadanos en el reino, nos sentiremos presionados (constreii- dos) a expresar con alegria y entusiasmo la presencia de lo nuevo, de lo diferente en el seno de las viejas estructuras. No importaré entonces “sufrir aqui” porque “reinaremos all”... iY de hecho ya reinamos! Un porfiado politico evangélico holandés, que resistié por afios al invasor espafiol dijo: “No es necesario esperar para emprender, ni tener éxito para per- severar.” Lo Hamaban Guillermo el Taciturno. El perseverd y tuvo éxito. Pero sus palabras brotan de esa combinacién de esperanza y obediencia al Rey, que es necesaria para vivir la vi cristiana. Es verdad que no podemos desperdiciar nuestra vida Y AMERICA LATINA 163 “comprada por Cristo”. Hemos de vivirla con realismo y lu Pero hemos de llevar a cabo nuestras tareas de todos los dias, uz del reino que ha venido, de la consumacién que ha de venir y de la fidelidad al Rey que les da valor y sentido. Cuando el conformismo pasivo, disfrazado de realismo o cspiritualizado, nos diga que de nada vale intentar cambiar el mundo, podemos responder que por el solo hecho de ser fieles a Cristo ya lo estamos cambiando, que vivimos nuestra accién social y politica, como toda nuestra vida, a la luz de la esperanza del reino: Y esta esperanza no nos desilusiona, porque Dios ha Uenado nuestro coraz6n con su amor, por medio del Espiritu Santo que nos ha dado. ' Un representante del Nevang damentalitma porque, entre otras razones,"descuida Im inter-relaciones orgén ‘as de la teologia y la aplicacién de le revel jana a la cultura y la vide social” (Evangelical Reaponsibi jemporary Theology, Grand Rapids, 1957, p. 36,) Pero cuando hoy en alu leemos las paginas de le revista que este mismo tedlogo funds, advertimos in abismo entre la teologia que elles deue- rrollan y la superficialidad de sus editor social y polities. ‘vangelio y la Violencia, seleccién de eseritos anne Mahn-Lot, Madrid, 1967, p. 141 Letina, Barcelona, 1967, pp- 38, 39. “Orlando Fals Borda, Subversién y Cambio Social, 2da. Bdicién revisaday Bogota, 1968, pp. 39-41. * Op. cit, p. 49. * Instituto Pastoral Latinoamericano (IPLA), Catolicismo Popular, Quito, 1969, p. 63. ¥. Roy Coad, Prophetic Development, CBRF, Middlen Borda, op. Cristo Espatiol, México, Gonealo Baez Camargo, capitulo en Espiritu y Mensaje det Protesiantismo, Buenos Aires "Franklin H. Littell, The Origins of Secterian Protestantism, New York, 1964, p. Lit I 9,y olros. Un ejemplo de su uso pu Iglesias det Trasplante, ed. Waldo Luls Vi a. % Buenos Aires, 1949, pp. 95. 96. ‘verse en el primer eapftalo de Las pando, Buenos Aires, 1970, pp. = 154 1) 2a edisign, Lima, 1969 St REINO OF orgy ove Carlow Mariategut 8 Perwaria, Lima, 195% pa tgye St Eneayos de Inter srg, Huma. Tasty or Prolactin de typ Amerien Latina, Bi Panoc 19h ger 39; Be A: Tohoon, Avan, a rien Latina, Bl Pao, 37, 3. + Avance Evan Latina” ere fone'agile cls ACMA Pollen de to Pros sea Latinas norton Migues Bonn states PLon evangth licos y ta pott Miguer Boniner op eit ante lo que dice un tocidioge ce Sie ies estudios sobre el tem: Don canes sem jontro del persuosmel el catolicitmos tor mosh tee que predican le salvaclog ae ce Ishin nnn pone” mais Controt and Modornisotion in Lotsa eerso(t an Valli, Cath * Ver el excelente eatudio de Charles F. Denton See eo te: un enfoque socioldgico”, en Fe Cristiana y Deg Padiila, Botnoe Airere 1973, na ne " Me parece que no esté desca: pinay, al interpretar parte del surgimi Willems, como “la rebelién de los fieles mientos politicos de la ‘oliciam, Social 70, pp. 58, $0). protester i in Lalive D'E- Chile, citande « E. es populerts con. leas y formas culturales propias Santiago, 1968, p. 41) irober en Religion and the New nto pentecorta ex tra una iglesia cuya religién se transcribia en =i de las iases medias” (EI Refugio de lar Mer ‘ado por L. D. Streiker » G'S Majority, New York, 1972, p. 108. # “Simon Says”, comentario editorial en Christiantty Today, 19 Jan..197. pp. 278 * Ver, por ejemplo los trabajos de Tom Skinner y Myron Aushurger ene libro Christ the Liberator, Downere Grove, 1971. Varior grupos de origen Reto mado eatin trabajendo intensamente en este sentido: Entre elles destaca equipo del Instituto de Es snot om el Canad, a revieta Venguord. a revista The Reformed Journal, y otros. Una muestra reciente de este grupo ct Kibro. Will all the King’s Men, Toronto, 1972, : % Citado por William G. McLoughlin Je Modern Revivaliem, Finney t ly Graham, N. York, 1959, p- 108. Las citas y comentarios qe sien © 8 este autor. McLoughlin, op. cit. p. 258. aiclia eats * Hal Lindsay y lag The Late Great Planet Berth, Ue. ne sién, fob. 1972. La version castellana de eate libro se titula Le Ago Planeta Tierre, Maracaibo (Venezuela), 1972. cenmaels “pt foleto Prophettc Developrarits de Rey Cond a Ment ti antes, ofrece una excelente sintenis histérice que refleja seer Uupencacioneliomey del profetismo tipo inlay: Conde di lar llamadan Acamblose de Hermanon Libres (Pymextl 6 ‘ajo histérieos Io hacen una autoridad sobre Darby, Seo psiet, Mfelmut Gollwitser, Critter Marsista de ta Religion. La cita corresponde a un I Th. Holbachs. Gollw! mente cxte origen religioso del anticriatianiamo marxiater tf Nicolas Berdinet, El Cristianiamo y el Probleme d 1968, p. 41 ‘bid., p. 42. ‘Coad e« miembre uniamo, Mari % b ‘ 156 ierica LATINA istas, Buenos Aires, + Bxtremistas, = Radford Ructher, Bt Reino de tot or pre 18 de 1967. » ema, et i a an subg See 1 ete come del discures en La Fidel nai ge Nuevo, cuaserne 2 ve enoe Aiees, weit de ite ug cranium y Rovoluc A Ekado por le Fe Buenos Aires, 1965, pp. 146, 712, vereet, Los Marsiates 3 ta Religirs vs peat 55 pe maconalime sm hit Sem A peri ruil Quen 1 ind Rapids, 1957) y em om and Ladd (ere cand Repide, 1957). Ambor autores o Gon respecte. la Biblia. Saale 1 POs CO tor Revolucionarios desu Tiempo.» spammed Kingdom inangélicos CO- nsacionalismo George $sec viv dee 1Ntdoree on eeu Callan Christianity Missions-Carnal or Consecrated! ‘ado nuestro. “speace” on New Bible Dictionary, ed. J. Douglas, London, 1962. ta 8 © Lev, 26:1-6 © Sal, 122:6.0, Jer. 29:10 y 11 ‘Sal, 85:10; Ts. 48:18-22. ote S719-21 1s-9; Ba aaeetery SRE ads Rom, 14:19. % Rom. 12:18; Heh. 12:4, Mat 8:9, ™ Ef 286, % Mat, 5:16. Certeza, No. 44, p. 1 Tim. 2 * Al respecte véaie Denton, op. cit. pera neda soapechoso de eomunista, Parisi Aiba, México, 1968, © Unie excelente sint fen el articulo “Sustice’™s Douglas, London, 1962, S Deut. 1:16: 16:18 Amés 5:21.24 Ams 3:15; 6:86 Amos 4:1; 5:11, Meh. 3:14: 7.53) 22.14, Mat. 5:20; 2 Gor. 6:1t; BE 4:24 10:7, 1 Cor. 9:18; 1 Tim, Sit8, una vibrante denuneia de un autor itos, Mitos y Sordomudos, por Vietor erin del desarrollo de este cor por J.B. Packer, en el Ni ncepto biblico la tenemos ‘ew Bible Dictionary, ed. }- 20; Lev. 19:18, 35, 36, 156 &L REINO DE DIOS “ Deut. 25:4. ™ Seguimos aqui muy de cerca el anélisis propuesto por Jacques Ellul, pen- sador laico reformade francés, en su libro Présence Au Monde, cap. 11 (Versin inglesa, The Presence of the Kingdom, New York, 1967.) * Citade por John Wesley Bready en England Before and After Wesley, Londres, 1938. Bready es un erudito que se especializé en el tema de la repercu- sién social y politica del avivamiento metodista. ** Ver Certeza, No. 38, pp. 171-173. * G. D. H.Coley R. W. Postgate, The Common People 1746-1946, citado por Edward Rogers, A Christian Commentary on Communism, London, 1959, p. 56. Este libro es una excelente sintesis sobre el tema cristianismo y marxismo, y en su cuarto capitulo ofrece un panorama hist6: de la accién y pensamiento evangélicos antes de Marx. * Ver el libro Instrumento Escogido, por Sara Pais de Molina, La Habana, 1959, pp. 128-140 y suplemento. 7 Frase de Gonzalo Béez Camargo en ‘Los Protestantes en la Revolucién Mexicana”, Certeza, No. 48, p. 234. Ver el libro Jaramillo, un Profeta Olvidado, por Raul Macin, Montevideo, 1970. ™ Ver Certeza, No. 43, “La Biblia, fermento de revolucién”, pp. 63-69.

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