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CLAUDIA FELD Y MARINA FRANCO: (directoras) DEMOCRACIA, HORA CERO Actores, politicas y debates en los inicios de la posdictadura FONDO DE CULTURA ECONOMICA Mésaco -ARGTD- Baas. -CoLOMMA CHILE - FSB Esrapos Usos be. Anica - GuarEaara- PERO ~ VENEZUELA Primes eon, 2015 Demnacraca hora cto: actre, politics y debts en lor [nister de posdcndura/ Marna Pra. (tal) dingo or Clad Feld trea ane." -Citdad Aso 2: buenos Ares: Fro de Cala Honan 2015, ‘itp sik 2laléen-CHistr) ssa s7e967-719.068-7 1. tora Polit Argeting I. Franco, Maina "Feld luda ds I. Franco Marna di, Cb 320988, Anat dep Herma Morse 28.0015 fond dal zoned Agent, SA Sande Sas Cie Bees An esta finesse Gr ach ate Neo De ISBN: 978-997-719.0687 Comentarios y sugerencae: etree comar otocoplr brs ext pens parla ey, Proibida su repre total opel por cunlgler med deimpreion o dita en fon ate entrada noid, en espaol oen cualquier oto tcmn, ‘Slauorisedn xpress dela stra Tress 2 Ancoer- Pane Ancearion ‘eho cl depast que mare ey 11728 es iantecid INDICE Inivoduecin, Claudia Feld y Marina Franco 1. _La “teoriadelos dos demonios" en la primera etapa de la posdictadura, Marina Franco wn. Th Ideas y estrategias de justicia ante la violencia politica y las vilaciones alos derechos humanos en la transicidn polltica en Argentina (1982-1983), Emilio Crenzel . IL Las lites de a justcia. La casa por las tumbas de nv del cementerio de Grand Bourg, Juan Gandulfo 7 7 IV. Guerra, subversivas y muertos. Un estudio sobre las declaraciones de militares en el primer ano de democraca, Valentina Sal... V. Certezas, incertidumbres y blsquedas: el movimiento de derechos humanos ‘orl transicién, Elizabeth Jelin VL Los discursos sobre la econciliacion: variaciones en torno al perdén, la verdad ‘ylajustiia, Juan Eduardo Bonnin. VIL. La prensa dela transicin ante el problema de os desaparecidos: el discurso del "show del horror’, Claudia Fel. VIN. La violencia politica en la mirada de La Gaceta de Tucuumén davante la transiciin democrdtica (1982-1984), Diego Martin Nemec... Democracia 9 derechos hummanos en 1984, choracero?, Claudia Feld y Marina Franco... 23 a us 153, 195 225 . 269 317 359 Los autores dndice de nombres DEMOCRACIA, HORA CERO INTRODUCCION Claudia Feld y Marina Franco Er 10 pe picmanae pe 1983, en el Congreso dela Nactén, con Jas calles de Buenos Aires repletas de gente y en un clima poll- tico de entusiasmo y optimismo, asumi6 su cargo presidencial adil Alfonsin, Se trataba del primer gobierno consitucional surgido de elecciones libres ras siete afios de una feroz dic- tadura y varias décadas de ciclos de violencia politic, repre sin estatal restrcciones electorales y golpes de Estado. Sin embargo, més allé del acontecimiento histérico, de la fecha, ‘que luego se volvi6 emblemtica y del hecho de que ese acto daria inicio a treinta afios ininterrurpidos de gobiernos de- ‘mocriticos en Argentina, es dificil saber qué terminaba y ‘qué comenzaba exactamente ese dia. Este bro retoma como ‘punto de partida este interrogante! para revisar los primeros tiempos del nuevo gobierno constivicional,focalizando la ‘mirada en las maneras en que fue visto dscutido, procesado y encauzado en ese momento el problema de inmediato pa- sado dictatorial y sus erimenes aberrantes. Se trata de revisar Ia concepeldn, bastante comtin en las ‘memorias yen gran parte dela historiografia, que considera, la etapa alfonsinista como un todo relativamente homogé- * Elprobea dela nature del proceso que sabia part das sleclnesdetoerten ra sn pant de ada fader de ste fo dei esiin” ("Donel Scher 2010), aunque bien pare de los certern electives dee prosexo gu se coneret como "wanton bc a democraci”ho parer de vst la nportanca dees observa ‘ine. esgetlinens ent que tae a a epesentaions de epoca ye ‘een atl sobre ei. ° 0 DDEMOCRACIA, HORA CERO rneo—al menos entre diciembre de 1983 y hasta las leyes de Obediencia Debida (1986) y de Punto Final (1987)—en lo ue respecta a las representaciones circulantes sobre el pa- sado dictatorial y a las politics tansicionales de revision de ese pasado. Como parte de ello, esta vision percibe un inme- diato cambio de valores, a partir del inicio mismo del gobier- no democritico, que se asocia al alfonsinismo y que supan- dra que con la nueva democracia se habria producido la condena masiva e inmediata ala represion y a las violacio nes a los derechos humanos, el repudio undnime alas Fuer zas Armadas, la emergencia de la justia como factor de transformacin la aparicién de la figura de los dessparecidos como victimas inocentes, la "teorfa de los dos demonios", el amado “pacto de silencio militar, etc. El objetivo de este libro fue poner en cuestién esos supuestos y, para ello, cen- tramos la atencién en un perfodo breve pero significativo del nuevo gobierno radical: el que se extiende entre la asuncién de Alfonsiny Ia publicacin de informe de la Comision Na- cional sobre la Desaparicién de Personas (CoxADsP) como libro, en noviembre de 1984. A pesar de a brevedad de esta etapa, al analizarla detenidamente hemos encontrado que, en lo que respecta al procesamiento del pasado dictatorial, se traté de un momento particular, con caracteristicas espe cificas que deben ser diferenciadas de lo que vino poce des- pués. En efecto, en una etapa posterior partir del impacto rogresivo del informe Nurica Més —producto de las inves- Ugaciones de la conapEP, cuyos resultados arojaban la cifra decasi nueve mil desaparecios y 340 centros clandestinos de detenci6n instauradas porla dictadura en todo el patsy del Jiuicio a los excomandantes de 1985 —que probs la natura- Jeza criminal de las acciones represivas ejecutadas por las juntas militares e hizo pbc los testimonios de cientos de sobrevivientes y familiares de desaparecidos—, proba- blemente comenzaron a consolidarse sentidos y miradas sobre el terrorismo de Estado que son los que en buena me- rnsrropucciox ” dda llegan hasta hoy, pero que no necesariamente estaban instalados con esa claridad antes de esos hitos, Ambos he- cchos, la aparicién del Nunca Mads el juicio alos excoman- ‘dantes, pueden considerarse momentos clave en el proceso de construccién de cierts sentidos sobre el pasado. El in- forme Niotca Mds cristalizé y establecié sentidos sobre la violencia extrema desatada porla represin dictatorial que ‘marearon la memoria social hasta el presente (Crenzel, 2008), El juicio puede ser considerado un hito en cuanto {mplicé la instalacion de los datos de la historia en verdad “oficial y judicial sobre las volaciones sistemticas de los de rechos humanos y el establecimiento de la escemza de la ley como espacio de resolucién del tema (Acuna y Smulovitz, 1995; Vezzett, 1998). ‘Acontrapelo de ls imagenes més crstalizadas que tien dden a homogencizar la primera etapa democritica al identi= ficar la reconstruccién institucional del 10 de diciembre con cl cambio en los valores sabre Ia violencia del pasado, el con- junto de investigaciones que se incluyen en este libro indaga| ‘en actores, prictcas debates y sentdos de esa primera ets | ‘dela posdictadura para alambrar una imagen més compleja.| En efecto, los diversos textos muestran que esos primeros tiempos dela Iamada “transicién ala democracia” constitu yyeron un momento mucho més abierto, incierto, ambiguo y eno de continuidades y dilemas cuya resolucién no era ob- via ni evidente, Ast, el momento que queda bajo lahuz de esta nueva mirada parece estar muy lejos de esa memoria que recuerda “el gran paso del autoritarismo a la democracia” ‘como una etapa de transformacién casi inmediata de valores 9 sends también con respec a voll epresv del [pasado y los crimenes militares. En todo caso, s el signo de Tos nuevos tiempos fue antiictatorial, eso no signifies un cambio de percepcién inmediato y masivo sobre eémo debia ser pensada esa dictadura y su violencia, cules habfan sido Jas eatsas de ese proceso politico y qué debia hacerse frente I 2 DEMOCRACIA, HORA CERO a cllo-Si esas construcciones alternativas venian elaborin- ose desde hacia tiempo en el seno del movimiento de dere- hos humanos, de algunos actores politicos y de otros secto- res sensibes al tema, ello no implica que ese diseurso tuviera lun aleance o una aceptacién general en 1984. En esta linea, Ia investigacién conjunta se aboo6 al pe ‘odo acotado de los comienzos del gobierno alfonsinista con el objetivo de desarticular las periodizaciones més usvales, basadas casi exclusivamente en el cambio institucional. Des: de luego, este eje temporal no estéaislado de un discurrir historico y, por lo tanto, se examinan procesos que se venfan aestando desde mucho antes de ese primer afio de gobiemo Consttucional y que se consolidaron un tlempo después, Por esa razon, la etapa estudiada se inscribe, a su vez, en el mar- code una coyuntura més larga que va desde el aceleramien- to del proceso de apertura politica al finalizar la guerra de Malvinas, en junio de 1982, hasta el final del juicio alos ex- ‘comandantes en diciembre de 1985, Una serie de eventos, producidos después de la guerra de Malvinas, sirve como inicio alos distintos artculos de este libro, segtin la temética ylos actoresindagados:el "Documento final dela unta Mi lita sobre la guerra contra la subversiéa y el terroismo", de abril de 1983, con el que a dima Junta Militar quiso cerrar ls cuestién de los desaparecides afrmando que se hallaban ‘muertos o en el exlio pero sin dar explicaciones concretas sobre os erfmenes cometidos; la ley de Pacificacién Nacio- nal, de septiembre de 1983, conocida también como “ley de sutoamnistia", ya que impedia I persecucién penal de los militares implicados en violaciones a los derechos humans; las elecciones presidenciales de actubre de ese afi; el deba- te previo a la asuncién de Alfonsin, que tuvieron tanto la Union Civica Radical (ucR) como otros actores politicos acerca del tratamiento judicial del pasado, Por su parte, el eje tematico de este libro —definido como las alternativas del procesamiento del pasado inmedia- _nvTRoDUCCION B to enla primera etapa dela posdictaduray, en particulay, las representaciones sobre ello— implica un recorte amplio pero bien delimitado, Ello incluye cuestiones vinculadas a Ips distintos actores y problemas del perfodo que tuvieron relevancia decisiva en la escena politica nacional en relacion fon ese pasado, como el discurso y la politica alfonsinista, las intervenciones militares ylas aceiones de los organismos de derechos humanos, por citar algunos ejemplos. Se han texcluido en ese recorte, por lo tanto, otros aspectos que si bien son fundamentales para la época no han estado ligados centralmente a la tramitacién del pasado, como la politica teconémica, la inestabllidad militar, a cuestin social yedu- Catv, la accion sindica, entre otros temas. [EL FROCESO DE CONSTRUCCION DE ESTE LIBRO Y SUS APORTES. ste libro se origins en un proyecto de investigacén cole {om com Gnaniamente del Consejo Nacional de Kvesi=- Stones Clenttiasy Tenias (cote), yo objetivo era {ndagar sobre el proceso de trasicin, Si bien no eras in tence! ranges del trabaj de varios ais os Integrates del grupo fume descbriendo gus l primers rae del gobs de Alfonsin mostra slgunas particle Since inonpechadas w lvdadae po los lates as me nora en cela, Por jeplo Que, contaramente dra tan instaldadeun pac de sen mia rae los pimeros ems os nepranes elas Perras Armadaseran todavia score con lied para interven en aera + pryecnr 1220901003 foc orl ney, ado Eo- clejani us a ‘Roaring sor lt Eade win pln a sri deco de Gaus Fel, veins epoaes Enis ESSE rn rca, dr arcs Jib aren ‘leo ted marcode ene pore “ DEMOCRACI, HORA CERO |, Pablica,y sus recurrentes tomas de palabra estaban muy le | Jas del silencio que se les ha adjudicado. 0, por citar un se- | gundo ejemplo, la figura de la “victima inovente” no estaba claramente establecda en el espacto pablico,y los desapare- | cidos eran nombrados de diversas maneras que no siempre callaban la militancia y atin estaban més cerca dela nocién de subversivo y terrorista que de Ia de victim. En funcion de es0s primeros hallazgos, se convocd a otros investigadores especializados para que indagaran en. diversos temas del perfodo con la premisa de descubrirsiha- bia alli particularidades que pudiesen sefalase y que dstin- ‘guicran ese momento de lo que vino después, o que analiza ran si podia pensarse en cierta homogeneidad de la etapa alfonsinista (al menos, la provia a las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que se inicia a fines de 1986). Dado ‘que sobre el perfodo “clisico" del alfonsinismo, que abarca ls hitos del Nunca Mads y el juicio alos excomandantes, exis- te abundante bibliograffay reflexién intelectual, optamos Por profundizar la investigacion empirica en la etapa previ, {que es casi desconocida desde el éngulo aqut propuestoty, a la. vez, intentamos descentrar el enfoque de la historia de «30s hitos. Par ello, como ya dijimos, se seleccionaron acto- res y temas clave: las politicas del nuevo gobierno radical frente al pasado, el proyecto dejustcia de Alfonsin, ls orga- nismos de derechos humanos, las Fuerzas Armadas, la prem sa nacional y local, la Iglesia, el Poder Judicial. Una vez ele- ido el recortey realizada la indagacién empirica para cada tema, el proceso colectivo implies dos afios de trabajo para laclaboracién conjunta de los problemas a diseutiren cada > conse Boma (1999), Nn (1977 eld 8), Creme 208, No- ‘varo (2010), entre muchos otros, 7 sae “i mn enrages cnstiyendo asta hoy wn efecin fundamental celta de Atay sm (98) sola seat ‘sruer edo san ‘nvTRODUCCION contribu yen iro en general El cond suces- ste es un ejemplo claro dela inestabilidad ala que acta :mos alsin ms arriba: la defniién de la “tora” varia segin {qué contenido le asignemos como el més relevant o si parti- ‘mos definiendo quién es su autor (Alfonsin, el Nunca Ms, tte) para determinar Inego sus contenidos: y varia de nuevo ‘sgn cusindo fijemos su origen o, fundamentalmente, desde ‘qué presente y construccién memorial intentemos defini + Solo mado de empl, vanelo autor tds saben nota 2. ‘Stu conto al socked tm argues a des dea desprteein, cloncare emer d gu euguler, ornerete qu foese,pudee eat eh ‘Seinfnacon de is poder de slgnos el miedo sobecogsr $e ton, unm tndeaca cement oneoneente a jutiesr Horo jor ago set (emtr, 19618), Sole ean constccln dela neces | SEM ay, dace rena (2008-10552). Aun fesse | ‘Tfpado de noel para ascend gue planes eta se i = DEMOCRACIA, HORA CERO ‘Todo ello pone en evidencia la inexistencia histérica de la “teorfa” como enunciado definido positivamente y, en cambio, deja ala vista que a posterior aribucion de sentido ‘on intenciones objetivantes se produjo a los fines de su de- anuncia yrechazo. En esta situacién, no habiendo definicion estricta posible de objeto, desde el presente asumimos que investigardicha “teorfa” implicaria una serie de operaciones soesivas. Primero, explorar la eirulacién en el pasado de las variables representaciones que hoy usualmente se asocian & ella cuando se le adjudica una definicion y unos autores unt- voces. En ese sentido, esta investigacién sobre la “teoria de Jos dos demonios en los aftos ochenta” esta defnida de ma- neta anacrénica y es primordialmente un estudio de memo- via, Segundo, deberia abordarse el proceso de su construc- cidn progresiva como "teoria" por parte de sus detractores es decir, stu proceso de objetivacion—, Tercero, contrastar ‘c6mo Ia memoria de rechazo de la “teara de los dos demo- nos" ha ido modificandose eon el tiempo y emo los supues- tos que hoy se le adjudican y los argumentos que la refutan hhan ido varisndo al calor de las luchas politicas por la me- mori y las relaciones de fuerza de los actores intervinientes. Dado que esto corresponde a un programa de Investigacion ‘as amplio de lo factible en estas paginas, nos abocaremos ‘aquf a la primera etapa: la cireulacin histrca de algunas representaciones que hoy se asocian con ella como un con- tenido de exstencia univoca y definida. A través de ello po- sdremos ver los sentidos y las representaciones del violencia ‘en pugna en esos primeros aflos posdictatoriales. Para con- cluir aunque noes el objetivo de este trabajo, presentaremos algunos indicios sobre su proceso de cristalizacién como ‘enunciado de denuncia en la esfera de las luchas por los de- rechos humanos en los alos achenta, Los objetivos especifics son, por lo tanto, identiicar la circulacién de esas epresentaciones sobre el pasado inmedia- to durante los afios 1983 y 1984 ya la vez, reconocery datar {LA"TORIA DE LOS DOS DEMONIOS" ENA PRIMERA... 29 alae aael tails oes eae Se amano tas feterepaere rapper rene oer sieaeoenes erccorecstenaean es sees so taeenareaieasee) Se De pehomos ¥ viotENctas De lista de elementos enrnerados més arriba yusualmen- tcasociados al entnciaco “tora de los dos demonios, ono de los mas faertesy presents en los primeros tempos de- ‘mocrtios fe, sn dda, a explicacén de lo sucedidoen los, tow etenta como responsbiliia yrenuado do dos vie las enfetadas. Como se vers n lo fos ochena fee pico fndementl y més visible para expicr la violenia del pesado y crculé como un enunclado cual natural y obvi tncl espacio pablice yen los debates dela época sobre qué polices para qué pasado, Como analzarmos mis adelante, Sicha explicacign binaria no fie una constrain enters, mente novedoss de la posdetadura, sino la reemergenca Feactalizada yresemantizada, de un esquema interpreta instalado en el diseuro politico daminante de los aos so tenta prevos a dictadue. Desde 1983, l radicalismo fut el portador més vibl de esa lecrra binariadebido | sicién en el juego politico y poraue transformé esa vision del] pasado en objeto de politica de gobiemo* | Eno ao signin gue odors scores tran una formulas o- ‘mopine del amo caincnde lore el abajo mosrarmos los Py DEMOCRACIA, HORA CERO En junio de 1983, laescena publics estaba ocupada por Ia distustOn del proyecto militar de ley de aranistia, ala que no solo se resistia buena parte del arco polico pirtidario, sino también un importante sector de la institucién castren- se, porque consideraba que la norma inclufa la amnistia de los “subversivos" y, por lo tanto, igualaba a las Fuerzas Ar ‘madas actuando en nombre dela ley con los delincuentes terroristas” En ese contexto, el jefe de Policia de la provincia dde Buenos Aires, general Fernando Verplaetsen, declaré pi- blicamente que no habia “didlogo posible’, ni "renuncia- ‘miento", ni “alto el fuego” en la lucha contra la subversion, y ratiic6 sus intenciones de "huchay” “hasta las tltimas Consecuencias"S Escasos dias después, en una conferencia de prensa de ribetes cémicos, con corte de electrcidad y alumbrado por una linterna, Alfonsin leyé un documento escrito en respuesta a Verplaciseny present6 su programa de gobierno afirmando que “st la cuestién de las responsabill- dades" militares en la “lucha antiterrorista noes resulta, no hhabra democracia posible en Argentina”. Puntualmente, res ‘pondié al jefe de Ia Policia bonaerense: Estas ideas nos hacen regresar 1976, [..] En ese momento ‘quienes esttbamos por la democraca y contra la subversion ‘firmamos que nose la poda combat aplieando sus mistnos métodes. ilimes que al prescindi desley y dela justia qu 285 se destryera la subversia pero que también se sacrifice "an inocentes se destrusan las instciones del pais. Pero se * Was I prensa de union septiembre de 1983 sobre ia, De hehe ‘a amiss demons ros meer en promulgacien, por os dessert. os ntrariitaes (vac, pr ejemplo, Sons 29 de lode 1983 a Pre 8 de agosto de 198; Clan y a Nai, 12 cde get de 1983; Clary 3 sy Seargiiegd 9 aea inanet rsa or on Asus Leglatvs de Prossa como ley 2984 oly de Pacicaion Ne ‘Sonal del 27 de apie de 943 (aac, 208), * Vise lari de jn de 1983 |A“TEORIADELOS DOS DEMONIOS" ENLA PRIMERA... 3 combatié sl demonto con las armas del demonio.Ysuced lo inevitable: Argentin fue un inferno ® Su fuerza expresiva —por su cardcter sintético y metaféri- co otorgaria larga vida a la imagen demontaca utilizada, pero mi la metéfora ni la interpretacién del pasado que ella tvocaba sorprendieron a nadie en ese momento, Las reaccio- nes que desperts Ia intervencién de Alfonsin se centraron en leadvertencia clara de que debfa haber un castigo legal por Jas vilaciones a los derechos humanos, Como ha mostrado Emilio Crenzel, a asociaciGn de la violencia extrema y de la desaparicién de personas con lo demoniaco ya circulaba du rante la dictadura, especialmente en los relatos de los sobre- vivientes y en las denuncias internacionales, pero sf era hueva la introduccién de Ia figura demontaca para referise tanto a las guerrillas de izquierda como al Estado dictatorial por igual (Crenzel, 2013). Con la doble imagen, el futuro pre Sidente radical evocaba un esquema bipolar de responsabili- dades para explicar la violencia del pasado, que tampoco era ‘muevo en 1983, pero su asociacién con la metifora demonis- cca st implicaba algunas novedades. La referencia diabilica ‘otorgaba un plus de sentido que permitia ubicar lo sucedido fuera del mundo de lo humano y de Io real imaginable. Con cllo, Alfonsin buscaba referirse ala atrocidad, es decir a la dimensién de lo acontecido, que sin duda le era conocida ya fen 1983 debido a su lugar de miembro de la Asambles Per- manente por los Derechos Humanos (aPo1).!° Ala vez, la imagen también le permitia tomar distancia rotunda de auellocondenado y ubicarse en el otro extremo, un extremo ‘que no era politico, sino eminentemente moral. Por tltimo, eLhecho de que la metéfora colocara esa dimensién atroz en * chara, 26 de unio de 1983 ‘wgradenco 4 Claudia Feld el sealamient sobre la cvstion dea dimers ambos “demonios" remitfa a un esquema binario de larga data que el procesamiento social de la experiencia del terro- smo de Estado atin no habia modificado. Lo interesante es ‘que este primer contexto de enunciacién de la metéfora bi naria y demonfaca, en 1983, estaba claramente dirigido con- tra el proyecto de autoamnistia castrense y su objetivo primordial era la denuncia de la eriminalidad militar; Sin embargo, su formulacion basada en la equiparacin de res ponsabilidades contenia ya una tensién y una ambivalencia aque se potenciarian en su derrotero posterior. ‘Alfonsin retomaria aquella expresin sucesivas veces, en. particular en una importante conferencia de prensa a media- dos de enero de 1984, que @ menudo es recordada como la fuente original de la frase. En esa ocasi6n, la imagen demo- rfaca fue portada del diario oficialista Tiempo Argentino, ‘aunque no fue igualmente destacada en otros medios, que ‘optaron por recortes diferentes de la noticia.” En ese con- texto, flamante presidente sintetiz6: ‘Los argentinos hemos tenid lecionesdurisimas, ahora tne ‘mos que madirar, tenemos que comprender qu lo que n0s ha ‘ourtde es precieamente que desde diverse ectores se procla ‘i le violenela como el inio camino para resolver probe ‘mas. Unos pocos fluminados hicieron sentra la juventud ‘movida poransiay de juriela que ete eae camino. ¥ otros po- ‘cos tambien dieron a respuesta en el marco dela velenla, He vando a esa stuacién a muchos. [J Debemos procurar més qu castgar,curary para cuar esa enfermedad dela sociedad argentina [Jl forma de salvarns entre todoses[.Ja través 2° Meanseloe tae Tempo Argent: "Por combat al dewoaio con 1 demon eps conver en ner” (13 de enero de 1984) ‘Glarr La stuscio eredadaes re, lj lfonta (13 de enero de 1980, {Nace *Denisones plas dl Goctor Aone ener de 19605 {Pra “Alasin lectus un ais) anno” (13 de ener 198). {A"TBORIADELOS DOS DENONIOS"ENLAPRIMERA... 33 ‘dea aplicacisn de leyes importantes, con permenencia en el, tiempo. [..] Recuerdo que hace sgunos meses, frente a quien pretedin defender a paitea con que se baba atacado a a sub- ‘ers, die que se habia pretendido combatiral demonio con tl demanio, yen deniivahabiamos convertido el pais en un {nflemo, Parecleron exageradas esas palabras, pero ahora nos estamos dando cuenta de todo este horror y es necesario que todos aprendamos la necesldad de superar todo eto, Yo creo ‘que debemos pensar en terminos de reconellacién, directa ‘mente vnculada también con a verdad yl Justicia. Estoy per stundide por otra parte [de] que no podemos responder ala limpledad con imped." a frase, que en este caso reintroduce la metéfora, deja ver nds claramente las connotaciones que el propio enunciador adjudica al universo de lo demoniaco, es decir lo pone espe- cificamente en relacién con la dimensin de la violencia su- frida, que por entonces, en el contexto dela investigacin en ccursoen 1984 y de a exhibicin sensaclonalista de hallazgos ‘macabros, parecia darle —al menos para el enunciador— ‘mayor justficacién a la misma imagen de lo sobrenatural y terror. Por otro lado, a pesar de esa mayor dimensién del "horror" que empieza a conacerse en 1984, que claramente se refiere ala violencia militar perpetrada, se mantiene aqut la ‘equiparacién de demonios. Estos son presentados como con junto de individuos: “unos” y “otros”, sin ninguna construc: cin de sentido en torno al elemento diferencial de que uno de os demonios era el poder de fuego del Estado portando la legitimidad propia de la institucién de defensa de la nacién. Por otra lado, ya como presidente en funciones, la metéfora de Alfonsin presenta con mis énfasis que antes la contraposi- ‘in que opone la violencia e impiedad del pasado (Ja generada ‘Por ambos demonios) ala justicia ylas leyes, la enfermedad a "lah 13 deenere de 1984 4 DEMOCRACEA HORA CERO Ta Salud, como garantias de reconciliaci6n." Por dltimo, no- {ese queen este caso la estructura binaria nose apoya en un concepcién de la sociedad como inocentey ajena a lo sucedi do, sino como un cuerpo que debe aprender, madurar, pasar de etapa, sanazse. Escasos dias después, el propio Alfonstn repetira la ex- presion en una conferencia de prensa en Estados Unidos ‘cuando se le pregunts por el problema de los desaparecidos. All firme que la cfra superaria los diez mil reiteré la ne- cesidad de “investigar lo sucedido”. Més tarde introdueta ‘nuevamente la misma interpretacién recurrente: “La violen- ia se instal6 en nuestro pats a través de grupos terrorists y origin6 lamentablemente una reaccién del gobierno que es ‘tuvo vinculada directamente alos mismos métodas utlizén- {dose el accionar mis deleznable tanto de uno como de otro lado". Como es evidente, en estas primeras dectaraciones de Alfonsin se insite sobre la equiparacién de métodos —al gual que otros muchos actores de la época—; son ellos los due habrian conducido al inferno, Esta variacién de la me- tifora, en que la responsabilidad recae més en los instr ‘mentos que en Ios actores, implde constnuir una imagen ela- 2 Sobre luo dea nosis de resol, wae el rab de Juan "Eduardo Bona en xe mismo volun, "Deheho, ena dpa puede rasteaaiterenclonss de ads tan ‘ovesos como Temp Agena (Se ebrer de 198) ya Pena G9 de ‘ayo de 1983) armanco et par de epontbliad dela sce con espe bo siceido. Uns vex mi cte ecociiento de ropa Aides sociales ene dar dea dpa india ln neces anatca © hist de separa consrsclonesdasuias cand a emeleams que onsrgeretrspectvareate sets uniieador be slg lama “eo, ‘Side os dou damonine ' Vase lr, 23 deere de 1964 Este cso, a seferenci al cin to evga y po efi astos reine diatrl como el gbirso eons previ. Ener amo de st scr, Ales hac alsin fo “ltistos nis de responsatiided par jnpamienn mit uf un sto ineductbl de ss poston dee nerd sry guerra ‘Sconsolidrscon aly de Obeieni Debida en uo de 18 {LA"TBORIADELOS DOS DEMONIOS"ENLA PRIMERA... 35 ramente diferente de la criminalidad militar y, al igual que les otras formulas, no logra diferencia a las instituciones del Estado y sus responsabilidades de los agentes particulars. Una ver més, en estas palabras aparece esa disyuncién que ‘no puede poner en relacién, explicita ylégicamente, la equi- paraci6n narrativa de ambos demonios y la importancia, dada a ambas violencias en relacién con el énfasis efectivo desu gobierno en las politicas de investigacién de los erime- res militares ye objeto de la entrevista centrada en los desa- parecidos, Es decir, hay un hiato y una omisign tensa entre hablar de los subversivos como demonios y luego directa: mente de los desaparecidos como el problema fundamental de investigacion y justicia, porque gquiénes eran finalmente Ja mayor parte de ios desaparecidos? Legado este punto, se impone la pregunta especfica por luso especial de metaforas. :Por qué el recurso a esta figu- ra discursiva? Como dijimos, la metéfora demoniaca tenia amplios antecedentes para referise al crimen militar, y los sobrevivientes hablaban en esos trminos de la experiencia vivida (Crenzel, 2013), pero la cuestin es por qué el recurso alas metaforas en particular. De manera evidente, una me- téfora dela vida cotidiana, y asociada al universo de To po- pularreligioso, facilita su decodificacién inmediata y la divulgacion de una idea, Al mismo tiempo, funciona porque "da sentido ala experiencia” de los sujetos, destacando algu- nos aspectos y ocultando otros, y construye loreal (Lakoff y Johnson, 1995). En este caso, esa decodificacion implicaba, lacondena rotunda de algo ubicado en el extremo de la mal- dad (‘el demonio") y la construccién del nuevo presente por ‘oposicién; pero adems se trata de una maldad ubicada fue- 12 de toda racionalidad explicativa —y, por ende, fuera de toda historicidad y posibilidad de comprensién—. En ese sentido, la figura demontaca también contribuye a expresar —por la extrafiacién y ajenidad que conlleva Ia apelacicn a lo irracional y lo supranatural- el hiato de la comprension, 36 DEMOCRACIA, HORA CERO (ie implica una masacre. Ast Ia evocacién de una masacre bao este tipo de figuras contribuye a sefialar el “quiebre ra- dical de la racionalidad histérica que ella ha producido” (Burueda y Kwiatkowski, 2012: 22). Por otro lado, como figura del discurso, la metéfora se define por no designar las cosas por su nombre; aqui entonces permite condenar sin ‘dentifcar concretamente aquello que se condena y sin re- curt a otros enunciados definidos, con carga ideoldgica 0 politica, cuyo uso calificaria al propio enunciador. Sin em: bargo, como hemos visto, Alfonsin no dudaba en definir de ‘manera altemativa a esos demonios como subversin y te rorismo, de un lado, y como militares, algunas miembros de las Fuerzas Armadas, del otro. Porlo tanto, podria supo- nerse que la metéfora cumple aqut ls funcién de simplificar esas figuras y construir su alterdad moral como enunciador frente a ellas: alos demonios del pasado se opone la demo- cracia; ala larga noche, Ia Iuz de la buena politica; a la en: fermedad, la curacién; a la iracionalidad del pasado, la racionalidad del presente; al pasado infernal, el presente- futuro regido por la ética. En otros términos, la metéfora demontaca no solo intenta explicar el pasado, sino, en par- toular, separarlo del presente y construir por qulebre y opo- sicién, un horizonte de expeciativas colectivo. ‘La PoufTca be TUSTICIADeL RADICALISMO lotro ambito fundamental de afirmacién de la interpreta- cin binaria fueron las polticas de justicia implementadas ‘durante los primeros tiempos de la gestion radical. La cam- aa electoral habia estado fuertemente centrada en el tema, ° Las sugurecis de xtor utores pra pensar is mass ere Sentai son mucho marine de oq na tenemos expt pars cao ‘ar Asadenco a Esteban Potrero pr reardartea relerenci LA“TEORIADE LOS DOS DEMONIOS"ENTAPRIMERA... 37 de los derechos humanos, y muchos de les temas y os em- blemas de esa reivindicacién especiica habian permeado el discurso radical. El simbolo de ello fue la expresién alfonsi- nista "somos la vida" que, septin sefiala Gonzélez Bombal (1995: 202), era una resignificacién de las consignas bésicas del mensaje del movimiento de los derechos humanos. ‘Als poces diss de asus, Alfonsin anuncié un paquete de ‘medidas que sintetizaban su politica de justcia y de derechos Jhumanos: derogacién por ley dele autoamnistia militar; de cretos de persecucién penal de las “cdpulas terrorstas" y juzgamiento de las primeras juntas militares; creacién por ecreto de una comisién ad loc para la investigacién de lo sucedido con los desaparecidos; ley de reforma del Codigo Ge Justicia Militar para juzgar los delitos militares por sus propios tribunales con posibilidad de apelacién a la justicia civil; reforma del Cédigo Penal para fijarla tortura como de~ lito con penas méximas similares al homicidio; reforma del Cédigo de Procedimientos para modificar el régimen carce: lario; derogacicn de ls leyes represivas de la dictadura, y un | proyecto de ley de "Defensa del Orden Constitucional y a | Vida Democritics!” En la presentacién del paquete de me- didas, Alfonsin enmares sus propuestas en estos términos: Lo dees 15 y 158 de procesamint de ae cpalsguerelessy de pence onal desis Mares Reon emiase 13 de en ted 198. Hse mismo ins preston al Parlento os sigentes [oyetos ego tanafommador en lee: derozacion dela ey de amas Portulidd (aprobac como ley 2300, del 22 de dcembre de 1983); de ‘dias del Cogn de Justia Mita (nlnente anionad como ey {Bt dal 9 de fteero de 1984); de moafieacon del Caigo de Procell Inlets para cen nacaninns de inpugnacin de eoens dds ‘ovenales tare (apron eomoley 2082 dell deenero de 194) ‘Bsns del Cihgn Peal epatedo come ey 2307, del 77 de agosto de ‘bi, de sprtamleno de pense por elt de arta (arobado como ley 23087, dl 29 de acu de 98+) ye proeso de ey dePrtcctn dt Orden Conscionaly dels Vide Democrats inalmente proba ono Tey 28088, de 9 de agosto de 1960, Dias despts de asumit también se 38 DEMOCRACIA, HORA CERO I pasado gravta sombriamente sobre nvestro porvenir ss olacones extremadamenteaberrantesdelos derechos que he cena esencia deladignidad humana en queincurreran lt: rrorismo y larepresidn de se terrorismo no pueden quedar Impunes sa mpunidad sgicariselaudiear frente princi los tics fundamentales, oniendo en peligro a preven ‘de fururas volaciones. La convieeon de que es necsari hacer Justicia con quienes desde uno yotr lado, han tomado a los hombres como merosobjtosmanipulables para obtener cer tosfines implica que debe derogarse[..laey defacto lamada {de pacificscin ode amnistia. Esta ley, dems de ser mora mente inaceptable, resulta polticamente irresponsabe al ex tender sobre toda la nsincisn mitra culpa quesolodeberia recaer sobre algunos de ss miembros." |Aqut ros encontramos con el marco discursive que parece sostener todo el proyecto dejusticia del radicalismo: las me- didas son presentadas como necesaris frente alas “violacio- res aberrantes" contra la “dignidad humana” cometidas por ‘ambos bandos’, y la amnistia debe ser derogada porque debe hacerse justicia sobre “uno y otro lado”. En este caso, en cada pasaje del discurso completo donde se evocan la vio- lencia y los erfmenes del pasado se insisteen la equiparacién yy nose introducen elementos diferenciadores; mientras tan- to, la mayoria de la politicas de justicia que ese mismo dis- ‘curso anunciaba atanian fundamentalmente ala criminalidad del actor militar Deniro del paquete de medidas inauguraes, los decretos 157 y 158 del 13 de diciembre ordenaron la persecucién pe- nal de las cipulas de la guerilla y el procesamiento judicial de las primeras juntas militares del Proceso (en ese orden) romnlg al decreto 157 de reais de a Comin Nacional sobels Ds Di de Personas (onan) (15 de febrero de 198), Tmo Ageing, 18 de dcembre de 1983. {A"TEORIADE LOS DOS DEMONIOS" EN LAPRIMERA... 32 los eran claramente portadores de esta misma lecture y por vo mismo suelen ser visto, de manera retrospectiva, como tuna de las muestras mas acabadas de la “teoria de los dos ddemonios".” Mis allt de lo que las voces opositoras quisie- ron ver construido ali, en el decreto 158 se intentaba dstin- ‘gir entre “los verdaderos teraristas", los “mevos disidentes” Jy Taquellos que se limitaban a eritcar los métodos emplea- dos” por Ia dictadura, pues todos ellos habian sido “confun- {didos” por el poder militar bajo el rtulo de “subversién”. De festa manera, emergia af un punto ciego que ya vimos pre- sente en el plano discursivo también: la figura dela vctima dela accion militar se construfa suponiendo una ‘confusion de ‘parte del poder represivo entre subversvos einocentes, 0 €x- plicando acciones represivas realizadas sobre la "mera sos peck” o sin procedimiemto legal. Por lo tanto, se estaba su- pponiendo que una parte de las victimas eran culpables de subversion (y/o su culpabilidad no habia sido probsda), pero ‘que el resto habria sido objeto de una “confusion”. Ast lo que discurso y accién politica no podian expliitar con claridad es que la vctimas para las que se pedia justicia—los desapa- recidos—eran, en su mayor parte el demonio mismo, ade- mds, el demonio primigenio: Ia subversién. Por dltimo, lamativamente, la referencia explicita al lu- tar de “la sociedad’ en relacién con la violencia militar yla violencia guerzillera aparece solo en el primer caso (decreto 157), cuando se sefiala que esa accién "sumié al pats ya sus hhabitantes en la violencia y en Ia inseguridad”. Por ende, la socledad es presentada como victima de la violencia, pero particular y especialmente de la violencia originavia de las "Por empl, eso despareiotorg tls “exis els doe demo os el texto de ambos dereton, Dll (1999 Vere (2002) eb ‘ean lcs dei ent Yara detoe ds demenice’o una erin {ral yeas decrets. Creme! QOIE 58) ecurda que dics tera foe ‘Socia con amber decreoe por su fasion I eponscidad de as ‘Sips ylnistimiscn de una voids sera, ” DEMOCRACIA HORA CERO ‘guerillas. Se podria suponer que "la sociedad” aparece au- sente del relato debido a la funcién penal especlica de los decretos, sin embargo, en el unico intento de explicacion historia que ofrece Ie normativa se introduce a “ls habitan- tes" como victimas de la guerrilla y no se lo hace en el caso dels Fuerzas Armadas, Por todo ello, pareceria que la isin del pasado que com- tenian estos decretos fundacionales entraba en cierta tensidn. on una parte central del programa radical enfaticamente di- rigido a esclarecer “Io sucedido con los desaparecidos” y a sancionar lo actuado por las Fuer2as Armadas. Dela misma, ‘manera, esa vision parecia entrar en tension con las propias seclaraciones previas de Alfonsin, quien fue el politico presi- denciable que en forma mas rotunda habia impugnado la amnistia militar especticamente por su carécter de autoam- nistia (y no por ser una amnista para ambos bandos); y, en Sobre et hina hpotss, ase boy Carts (2001, [LA"TEORIA DELOS DOS DEMONIOS"ENLAPRINERA... violencia del pasado. En este enfogue, la condena de las Cuptilas de ls organizaciones armadas —y todo el marco {iscursivo analizado— seria un mero epifendmeno, una es- trategla para hacer aceptable el juzgamiento militar Podria lnducirse que, en efecto en el contexto de la transicin y de fograr poner en marcha dichas politcas de Justicia, el ad ccalismo tenia por delante un juego complejo de presiones militares eintereses diversos de los cuales dependia directa- mente la legitimidad y la continuidad real de su gestion. Pero aun entrando en {a Logica della estrategla y reconocien- gel peso decisivo de ese juego v de ese conflict tal expi- ‘cacin resulta insuficente, primero, porque debe ser mirada, fla luz delas otras politicas de Alfonsin, que veremos a con~ tinuscién, Segundo, por lo que socialmente estaba dejando tnevidencia: 2por qué habia que condenar ala guerilla para poder “hacer pasar” socialmente la condena militar? Solo porque de antemano aquella era culpable probada de algo eno solo para las Puerzas Armadas— Para confirmar la dificultad de cualquier interpretacion, aque reduzea a superficial la condena dela guerilla el paque- te legislative anunciado por Alfonsin tres diss después de asumir inclufa dos medidas significatvas, una en relacién on el pasado y otra como programa a futuro, La primera , tstaba vinculada a la decisin de no liberara los presos po- Iitcos que poblaban las cérceles en 1983, El argumento gu-/ ‘bemnamental —que sin duda debe tomarse en serio—era que el poder militar ain era muy fuerte yque una Uberacién co- lectiva tendria efecto desestablizante (Eduardo Rabossi, ci- tado en Garafio y Pertot, 2007: 276) Sin embargo, también 21 Agregan estos autores qu et gala de responsbles slo era “eres paban tambien deny proces tox gurls, Cal ‘Secomsguicon la extrailon yim condena de Fmeneh (Aca Sanlo- ‘ia 1995 5, Una interprencon sine puede ese en Novaro alee tno lees fra gu pct rola argentina de 198 Tos ertmenes Shi Renin eran ean ban quedado purgados (003-43) } | 2 DEMOCEACTA, HORA CERO estaba presente el recuerdo de la amnistia de 1973 y la preocupacién por desactivar cualquier posibilidad de reap Ficién de grupos milltantes armados." En ese sentido, lapri- ‘mera medida tomada implies la reforma del Codigo de Pro- cedimientos en lo Penal para la revsién de las decisiones tomadas por tribunales militares sobre detenidos (incluso con sentencia firme), pero la disposicién no suponta la anu- lain de las penas ¢ incluso contemplab la posibilidad de ue el juez evil continuara el proceso penal sobre el deteni- dio silo consideraba necesario.® En los meses siguientes, la decisién motivé importantes huelgas de hambre y manifes- taciones de protesta de organismos de derechos humanos j hasta que, finalmente, se establecié por ley Ia conmutacié | depenas.a condenados y a detenidos procesados en el perf. } do comprendido entre el 24 de marzo de 1976, el 10 de dt ciembre de 1983 (es decir, solo durante la dictadura) > Esta "medida permitié la lberacién de una mayoria de los presos, ‘aunque recién en 1986 fueron liberados los atmos. De he. cho, en octubre de 1985, alfonsin justfiaba la prisién de los restantes diciendo: “Son detenidas comunes por motivacio: nes politicas, que tienen delitosrealizados durante el itimo ‘gobierno constitucional sumamente graves, como homict «ios, por ejemplo” (citado en Garaito y Pertot, 2007: 286) La segunda medida fue la nucva ley de Defensa del On en Constitucional y la Vida Democrética.® La normativa ‘enfa una historia previa, pues desde los dltimos meses del 2 Veanse alguna laren al sen Aonstn (1980) yen el ecto 157.0198, 2 Ley 23082 (11 de enero de 1980, 2% Ley 23070 (de jlo de 989). {= Ena misma line, las polls de Alona no lvataron las abs | textes pas ern des enlladas que enfants or, rio odes cont la sepuriad aconal eke odes que os ca iar operand con fos mor pastor cess sito poe Jocual muchos eados fern detordoe a su segreal pata "Ly 23088 (9 de sented 1985), {A“TEORIA DE LOS DOS DEMONIOS"ENLAPRIMERA... 43 emo dictatorial est distil necestdad de una “ey de “fence de la democraca” para prevnirunrebrote subver Sivo, cays apobacion estaba previa cn blonve con la a- foamnista.” Finalmente, la Junta Militar I sncions como leyde Enjlciamieno de Actividades Terorstasy Subvers- ts pocos dias después dela ey de Paificacion Nasional y {he duramentecuestonada por =u contenido represivo." Bl politico radical Ferando de In Ra declare aquel mo- onto que el radicalism preva ens patsforma el reem- ‘lvo de ln actual legilacon antsubversva por ots defon- fo forma que constnuya una herramlenta efcaz para que fl Bstado democrético pueda combat este tipo de delincuencia"® in efecto, tres das después de snumin Ale fonsinenié al Congreso el mencionado proyecto de ley cayo objetivo era reprimir los “taques al orden constiticional” y tnrantizar le defensa dela democracia” rene l terrorism b frente cuslguier tipo de sect glpist, mar ode ot taturaleza, En consonancia con ls decretos de perecucion peal s los responsables dela violencia del pasado, en la fneva ley quedabe igualada toda forma de sgreson orn Zada frente al orden constinicional, sungue con parteular Gnfasisy preocupacién porresguardar lx garantie el de- recho al debide proceso para quienes deingsiean. Ate 2 Ve Claris drat edo ge de 198. Ya onl conte de dtc y ade prc ee or eos isms Alana gwen eon bi ee. ‘Sade depose aca cons ror ante ang” (lar, dering) (Ca ep Cl, 2p tony dsp, Ey esto Sane pane sed hpece caine rar elise bre, dando ‘So nrpn ett cs ery fess eng pra try deselect ten er dor sume se etn Sle rr satan pcr Che ‘Sa dap ngs co tana, pico Gk de ‘eet 0p 8) “ DEMOCRACIA, HORA CERO “antiguo delito de rebelion era remplazado por le figura de “atentado al orden constitucional, dejando en claro la natu raleza estructurante del nuevo horizonte de expectativas de- ‘mocriticoe insttucionalista de la politica radical En sintesis, las poiticas del nuevo gobierno exhibfan la convivencia de acciones congruentes con la lectura binaria sobre la responsabilidad de los conflictos del pasado con otras, las de mayor impacto, exclusivamente centradas en revisar la responsabilidad militar en las violaciones a los de- rechos humanos. Esta convivencia no habria resultado ne- cesariamente problemética sil azo que unia ydiferenciaba «sas polticas hubiera sido explicito. Es decir el argumento recurrente de la responsabilidad indistinta de los dos demo nios sobre la violencia del pasado no permitia entender como un desprendimiento “natural” la politica de justicia de ‘mayor impacto centrada en el actor militar ni construir una figura clara de las victimas. En efecto, ain en sus propios ‘términos, la ecuacién entraba en tensién ante la evidencia, empirica flagrante de la asimetria y la naturaleza radical- mente diferente de las dos violencias identificadas; de he- ccho, la propia firme voluntad presidencial de un castigo ppara los crimenes militares vistos como “violaciones a los derechos humanos” mostraba esa asimetria. Sin embargo, Por un lado, laexistencia de los desaparecidos, que hubiera ppermitido dejar en evidencia esa asimetria, era incorporada dde manera disociada del esquema bipolar, tal como vimos enel andlisis diseursivo. Por otro lado, la naturaleza estatal de los erfmenes militares y de sus implicancias como algo ‘cualitativamente distinto estaba presente en la voluntad po. livia de revisar los erfmenes pero, al mismo tiempo, ai sudo era soslayada o negada por la insistencia en el esque ‘ma binario. Por ello, en este primer perfodo, anterior al ‘Nunca Mas, la politica radical encontré enormes ambivalen« El programa estaba elaborado sobre el canon interpreta tivo que luego consolidaria el informe Nunca dla despa ricién como crimen atroz sobre victimas inocentes, om especial j6venes ynifios,arasadas por la violencia miltan Desde luego esta Iectura no irrumpis sabitamente en esa ‘casidn; vena creciendo desde hacia vatios afios en el dmb. 10 de las organizaciones de vietimas de la represién,§ y eo. ~ ‘menz6 con mucha lentitud a hacerse visible en algunos ‘medios y voces de aleance piblico en los primeros meses del ‘huevo perfodo democrético. Asi, por elemplo, en enero de 1984, en pleno “show del horror”, algunas cronicas de Clarn sobre el hallazgo de tumbas nx ya contribufan a constr la representacién de los cuerpos como "inocentes’,en particu lar si se trataba de nino, y el propio Sabato venta enfatizan do ese aspecto en relacién con los nifios desaparecidas desde los tempranos aftos ochenta.>” 2 para eta rola, vase rene (208), Para alguns ans sobre ol programa, Wns abi Sarl (1988), [Conse Boal (1995), Tel (2004), Crna! (2006) y Feld (2013, % Vase Creare (2010) Franco (2008) pn 1 Saat, 13 de cembre de 1981 (ado an Nowe 9 Palermo, 2005 48), Vea lara del 27d enero de 198 soe hlaags de oe ‘zabjo de los spulueosconeiys cone macabre halegs fal ec dela pean tide, de 6 meses. Alvemover later seals eos 113s que bari ves a peque esl momento deface ee fess perteaeze alginate rel lio y eects pra del te ‘Apes de ls nocenca des victims, totmoe qual nod nerds sf ueln aa halla como nv habia sdo stars Rese {A"TBORIA DELOS DOS DEMONIOS" ENLA PRIMERA, 42 a ont ain oni sworn dbs do doen porta decor on tuputa Sooltsacin deena ynctnation en parla po Glencoe concep qo xan ave Sd yao yen cao dens ean, png oni] St projets eentades policn* No ostarteapesa Soi sehvovacon que cctnament impli ees binarn cen vlenca dl odo elementos por Ios snr: anon mis denver cmon nig orca soon on Jutaent por ne plied, luce protein lar no pdr cabin oa poli, ino Tow ever en tant vstinas (dak lor expec tha) Porson ltempen consul dole dap rey camo ec el scare nl caro brio bea oponsblie dn Slventtoyon cms ene clos deren de agin “elpble deiner, podn sr onsen oma we imu or ult impaled? Por qua ven cr pia dels rinenes toes ne aloe pooh inal rl bnartoy eupmor de roponarlidas? a endn del prpeana evamente tad) r= colin yor un inurentn de mins Antonio Tea, cove enon euloe de losin que foe coed eas pers rls fun del programa ee det ants de oe Soda prtue nus ence pins econo sabe ‘eprd dra ach eben. pro go oe el co esc copes mu nen “iis er {Semele ages enable pen corer perience ‘Saco dos ue nane Tenge fess cede chs a mmenidbente endeared Dahl (95 167 ya) Torture Mase oa adn net ee de pin Se cmp area 0 3H DENOCEACIA HORA CERO Eno que utde a a er elo un aspect da drama dea violencia en Argentina Ls orc to ape ents Conndo rele ls ple retina rn de ‘erin yl emorlt linentadoe dfs mer ‘de enotas sega, on un puta de hones que a twjando un rgeto polic otro poy nel ene con tna prounds vrai mele, quran ocipar el poder brett dla fry Glan ro de na oa desanae de moet persons el emo, El niolengsjecra el del fuego yl dela mute. aca tei suber ead chun Insta histrco eames prs cla una oid debited, que no tela canes ea eecpactn spades lamar pon) Me ‘has peers iron als por exes pojeton mesa Cosy terminarn slendoenpujdae ol engraae aco dea muerte el tre Deboosentnces ser que las Gidad argentina fu conmovdaysrpenda orl rapa ‘ubveniv, peonola arpa, ola coi ensuseno. Tala ‘ontario a arin, asl y ead fa eaten dea viens Di cals nequiocas que habia que teria Con xe bot subversive rea l Esado el rca dela atoiad alos efectos de poneres punt naa stasce lamidades init storia del pl er lo qu ens df poner eta soled eau propo Estado fh Adtar metas dl miso sgn tan sbereantes come las que waa de ipa ye hablan sido was por la subvesin yl eroramo, st es oq estamos jung, tna metodlogi borat, azn de proces ‘etidos con lhe lero dl sea police dele con ‘encia ene losargentine, slots dedrinilosconle. tesylasconendas en bas say lajustlPoreae gue sccritumos renal uganda la response Sede qe este vison aves pe Insubvesién, como lade qe aqullo esponsabies de haber doptado un canine, debaberilizado une nolo she {A*TEORIA DELOS DOS DEMONIOS'ENLA PRIMERA... St ante yno haber cimplido con el deber de vigilncia pars ev {arlos exceos [de los] ue ahora estamos conmovids por ss as reaceiones piblicas al programa no se hicieron esperar: Jos organismos de derechos humanos, intelectuales y parti- dos politics de izquierda, asi como la prensa cercana a tos, lo cuestionaron par el silencio sobre los nombres de los perpettadores.° Por su parte, la intervencién del ministro Fac especificamente objetada por esos mismos sectors al in dicar que el funcionario habia intentado “tergiversar” el tiensaje de la coNADEP com "su consabida teorfa dela guerra entre demonios que en definitiva sive de jutificacion alas ftroeidades cometidas por la dictadura" ‘La prensa de esos dias destacé que la intervencién mi nisterial en el programa se debfa a presiones de ttimo mo- fneto y a desacuerdos internos en el gabineterespecto de st temisién y de los efectos posibles sobre las Fuerzas Arma- das.# De hecho, en los dias subsiguientes circul6 Ia versién 2 antonio Tcl, programs Nunca Mi, 4 eu de 1988 ‘Puree ceca prs sure del mencin de os represores, vase aoe de uo de 1984.5 La Nac, 79 deli de 1984, ia tor do lode 1984, Ente or cuestonaron I eouiparcion evilenes Nexo Veete Dez Cristiana) yet de Bora Were 8y 7 ela de 985; Madre Abulas de Maza de Mayo (Co (eid 1988), Veet Zo Lea la Yor, 8 dello de 198 a Coa Sdn Perontsta polos Deve Humana (at Ye 14 de juli de 1984) ‘amare de Deteldory Deaprecdos or Razones Policas Ys 18 Asjulode 198. Desde lego no arn voces los parts de dere {Gr cutsonaron a parle del programa (lar, dello de 199. ‘Erkan por ado pes como sn rogram ste cha cuts {i asinerignyelan a itrvenein de Tececal (6 de inde 198)» (eae sobrela acon de nick cota el errr en ‘and a Nac deja de 1988), ‘Dn esses destrolaa en mila vinclad leew del “ele del totado Mayor del Eco, general Arundel Ade, uranic [Resin del proprsss explo tna bombs en los techos de Canal 13 Ino trtuos ta acl de Mecca dela Armada (si), iene Clr 2 DEMOCRACIA, HORA CERO {de que el gobiemo haba autorizado Ia realizacién de un pro- ‘gram similar sobre "Tos erimenes del terrorisno” y “los ex- ‘esos de la subversion”, que nunca se realiz6," En cualquier ‘250, tanto la circulacién de la noticia como la no conere- «én del segundo programa dan cuenta de las tensiones ya ‘mencionadas entre el discurso consagrado de las "dos vio- lencias” y la polttca radical centrada en la Investigacion de los crimenes de la violencia estatal Elefecto final del programa televisado resulta ambiguo ‘por la tensién entre lo dicho por el ministry el contenido espectico armado por la consber, dirigido a construir la di- ‘mension inenarrable del horror militar, Al conciuir la exi- sin televisiva, el propio Sabato setialé: ‘Todos los prineipos an sido espantosamentevoledos. Estos ‘un monstruoso crimen de lesa humanidad; est noes un pro- blems politico, sun problema éicoyrelgtoso. Personalinen- te, reo que ha sido el reinado del demon sobre a tera, no temo decir estas palabas, lo cre fervientemente son actos de. ‘moniacos los que se han cometdo, no ya contra los presuntos reales ulpables de algo, sino contra Is inmensa mayori de ino. ‘centesabsolutos, chic, adolescentes, mchachos idealist, parte de a mejor juventud argentina, que fue secuestreda de ‘maners horrible delante de sus padres... ara ser llevado ot !ntros de suplicio ¢Qué eran esto chicos? 2Eran criminales atyoes? En as grandes cillzaiones nun oe crimineles ms Teoces son sometidos a semejantes echo, [1 Debo alarar sin embargo, que la cowABED en ningtin mo ‘mento pretende —porquea aces se ha insinuado-—hacerel elo ‘rls 5 de lode 1984, Sobre lox deacerdon interns ene aint ars emis ys presooes, ean Clr, Se jbo 1984} Za Vos Sea de 1904, ‘© Vase Tempo Anetnn 5d lode 1984 y peda de Fanilaresy “Aanigns de Muertos por la Sabversn (nt), Card 1 lode 18 LA-TeORIA DELOS DOS DEMONIOS"ENLAPRIMERA... 53 io dele subversin que precedis al terorismo de Estado. Fersonalments, yo lo he dicho reiteradament, y todos los nics de nuestra coasién comparten este punt de vst: {leerorismo, ls rimenes cometidos por el terorism desde 1a década del sesenta, prepararon el camino y dleron el pretex: to par el desencadenaimient de este oto terrorismo,quees tice que podemos, nowotos como comin, jugar: mo zea presentaren este momento. ‘ 6 suinforme del programa leis, la conanen present nal Alfonsin el 20 de septiembre de 1984, En la informa- ijn entepada ala prensa la comisin sefalabe: “Los dere- Cho humanos fron lads eo fora orca sata ia epresgn de as Fuerzas Armada, de manera istems- ‘es, con tuna metodologta planifeada por los altos mands” Gitado en Aboy Carls, 2001: 193). Char peat semanas desput,e informe se publed como li- bro, En su prlogo aparece una de sus construcciones més chads ydiscutidas: Durante la dead del 70a Argentine fue convulsonada por un terror que provenia tanto dese Ia extema derecha como dela ‘serene zguirda, endneno que ha ocurd en muchos otros pales [J No fede esta manera en nuestro pas: los delitos {eles terrors, las Fuerza Armadasrespoileron con hte rrorsmoinfnitamente peor quel eombatido (Comoe, 19847). [A pesar de los matices, podria decirse que estamos ante la misma operacién en todas las instancias —programa, infor ime y libro—. En este eltimo caso en particular, todo el im- jpacto del horror dela violencia estatal es contextualizado en Ia explicacion que intenta “equilibrar la balanza” —mucho edo, 4 de “Ernst but, programa Nona Mas interven ‘node 184 (a dengan yl fase presen) s DEMOCRACIA, HORA CERO ‘mas moderada y dscretamente que en el programa—y des- ligar a la sociedad de ello. El hecho es que el prologo del ‘Nunca Mas no gener6 entonces las reacciones ni las conde- nas con las que hoy se lo suele identificar de manera auto iitica, es decir, como el icono de la “teoria de los dos demonios”. Si bien despert6 reacciones y algunas de ellas ‘mencionaban la interpretacién del pasado que implicaba el Drélogo, el énfasiscrtico se concent en otros aspectos.** Como ha mostrado Emilio Crenzel (2013), en el Nunca ‘Mas Ia figura de lo demoniaco e infernal estaba presente pero solo referida a la represién estatal y Ia accidn de las Fuerzas Armadas. Lo interesante es que en las intervencio. nes citadas, la conADeP yo Sabato condenan fundamental y troncalmente a las Fuerzas Armadas por la implementaciéa {Seg relevamienwo de prensa cote aa publesin dt Nice és esgic de dos anon ose ep for 80 Iles de a sts de represre, pero no pastarenabjesones lnmediis nt menconeespecs sobre el content de! pélogoren odo «0, 0 ral un coesion objec en rier insane Seen Emo (reszel (2013, estas mas surgleon poco despues do prt de iguras !ntelestules emo Ostaldo Bayer ys elndoemgotins cn Barelons cians de 198 en relacon con fa eulparscion de viens ola inter -Betcin de ds terorismos, Las esa de seer de Made de irs de Mag shondaban en tos cements com el sod dat por meta ‘on desparectos, aunque na dejar de Cusine a eaparacion de "do terme” porqu estaba fle elacion use leeoen css foal glpe de Exo (aul Angel Made de ls de Mayo ao i, 2,enrode 198), Snemargo, mas de inte ses deputy en 2006 Heb 4: Bonafin hact ctr ltr: “Sabato ant a rca cron ene eda Dita de dos demonlos (a Nain 26 de nao de 2008), Ea reve {hte inode seize darantla psn de Nestor Kirin porgoe ‘cose, como lo nie la sseveracin de Boa gu longed ‘concen de aquel interpreta del psn La stn 9 de ago 12006), Seala el neva prlogo agzegado: “Es lnaceptbl preter hs. ‘ar elteovsme de Extado cots une suerte de fan de cleneae or, "mapuestas como si fer poste buscar ua siete lstifestoria a aten departures fete l apartament dels nes proion dels Ne, ny del Estado qu son irene” (Serta de Derechos Haran ‘ela Nei, Ana, 2006, [A“TEORIA DE.LOS DOS DEMONIOS'ENTAPRIMERA... 55 ‘io iblecen una diferenciacién que no estuvo nunca tan ceri era nel dscuso radial de est period nicl Seep tae dome sincera igs ate ieee mr cng tri Sieh oe Yeisen eet Seti lca pl in Se ee a aca wien cncmnts emanate eee mes sro ee ine orate et ae dire cose oe i ee Soa ntrnra or Seamnrnrcea rane eigen ante Se ait Farrer ona ln aabversén y el terrorism’ (abril de “rat connec sobre meson isa taal tc cess ab gv yen 188, po ee SEetohtoe dance Sn Verne, an ead geben {SoMitnes meaey smi coma oo ein Tere deta ann lyr ents (cr 1 elo de OB) ‘nage cocdenci ttn io esta por Creel 2008) x DeNOCRACI HORA CHRO 1983), en cua, bajo un sila . set nterpreativo ls Fueras Armada stp nor cone soa Inquerracontrala subversion. Aa nos caconeacs eno, ces con una eoneeplon malta que no puede ser psoas ara pensar los sentdos en citclacion 9 sun relates dk proximidad con la idea de las "dos violencias" enfrent : lenis enfenadas (ene caso ita formilada dese la mats dager) En cunlquir cas, exlca la ntervencion de Tiscali ors tensions dela poles militar) de uta de son Sinismo ~es dele por la coyuntura del nal o del Bogan 0porelimaginarts ber! alamo es eck por su exenciapltca-yc undamentl pen so ve fiente roca habla hecho armaiones cena en squema binario sobre la violencia elteradan veces lee 1885 1884 perm sabe odo as ha eco ul al ue muchas otras voes dla chon, en 1975 al denne a accn dea ile A Lolamati no cI sonldenca cursva en is vor de Treat sino la permane del esquema binario. ° S ee ‘LA TRAVECTORIA DE UNA MATRUZ DE ISTERPRETACION Esto nos conduce a un aspecto sustancial: una explicacién similar del violencia extrema de los aos setenta co sultado de dos fuereasenfrentadas— os ios terrorismos", “dos rene ty 23 eae 198397 dene 184 ‘ergo tn de ero ie vce es as Sa [Soe ncn ace ane upc deseo rar es nmvins aeaRe i 1 Sati itt ra iil eee en sping cron dca oon Sr LA“TEORIA DE LOS DOS DEMONIOS"ENTAPRIMERA..._ 57 violencia", “los extremos de a ultraizquierda y a ultradere abla estado plenamente insalada en el espacio pi- Glico como clave de decodificacion de la conflictividad votticn argentina durante los ais previ a la tikima dicta- Bea militar. Entre 1973 y 1976, bajo las presidencias cons firucionales de Juan Domingo Pern y en especial de su Vicepresidenta y viuda, Marfa Estela Martinez de Peron, esta Tragen de dos fuerzas, la ultraizquierda y la ultraderecha, ‘abe presente como manera de explicar los altfsimos nive- Ibs de violencia desatados por los comandos de extrema de- fecha que habrian “resceionado” a la violencia de las ‘rganizaciones revolucionarias, en particular después de la huerte de Perdin en julio de 1974. Porentonces, la expresién {icotmica haefa referencia alos actores del enfrentamiento fnire las guerillas de izquierda y las Fuerzas parapolciales, ‘apecialmente la Triple A. Sin embargo, tenia una funciona Iidad similar a la que anslizamos para el contexto de 1984: doftecer una lectura de aquel presente (1974 y 1975) que co- Tocaba el conflico como responsabilidad de dos fuerzas en- frentadas, no diferenciadas, y externas a la sociedad, 2 1a ‘nacion”, que de esa manera se situaba en el espacto de lo no violentoy se autoconstitufaen victima amenazada. En aquel foment, el recurso a la estructura binaria para denunciar flagelo de la violencia” parecta un lugar obligado, pero dentro de ella Jos énfass podian variar sil objetivo puntual fer denunciar uno w otro extremo. As, por ejemplo, en agos- tode 1975, la appx, varios de cuyos integrantes pasaron lue. toa integrar la CoNADEP en 1984 —y entre los que estaba el propio Alfonsin—, no dejaba de denunciarel“terorismo de ilaizquierda” para condenar, fundamentalmente, “la bar- barie terrorista y represiva” (de la derecha).* También por entonces la responsabilidad mayor de la izquierda como ori- ‘aro, en Za Onn, 29 de agosto de 1975 (cad en Franco, 212 222) Alfons no garnets mani 3s DDEMOCRACIA, HORA CERO 2en y provocaciom de las reacciones de la derecha era cons- titutiva de la mayoria de las interpretaciones binarias de la violencia. En este punto es importante recordar que muchas interpretaciones de este tlpo —pero no todas— proventan de sectors dela izquierdacrticos de las guerillas, as como de los lrupos de ratz-demderata-liberal como el radicalism (Vezze~ {ti 2009: 117). No obstante, en otras lecturas basadas en el «squema binario, pero més favorables a la salida represiva, {que se generalizaron en la prensa de los afi previos al golpe de 1976, ese enfrentamiento entre ambos terrorismos debia ser superado por una intervencién superior y legitima, la Sinica capaz de imponer orden: las Fuerzas Armadas y en nombre del Estado." ?Porsi fuera poco, la interpretacién binaria, ya con otras ‘onnotaciones, fe reforzada por la propia insttucién milf. {ar como justifcacién de su experimento refundacional en 1976; se trataba de una “guerra sucia" entre la subversin y las Fuerzas Armadas como defensoras de la patria. Més tar. de, en 1983, la ley de Pacificacién Nacional, al proponer el lvido de los delitos de militares y guerrilleros, replicaba aquel esquema, y a Io largo de ese aio y de los intensos de- bates que acompattaron la aprobacién final de l ey, muchas de las voces que se le opusieron denunciaron su caréeter de autoamnistia, pero vari lo hicieron articulando esa critica Yun pedido de “usticia” genérico con aquel esquema bina Flo: se reclamabs técita o expicitamente la investigacion de ‘ambos tecrorismos" 2 He mostra esos antecedents en cunt alec nai a ‘lescaen Franco (208 2012) Hugo Vere 2005) bu prcechcnde unos aspeson epecteos er rec con ashy esc des ‘ers progesia, 5 Agu debe conserr que no ad setae tars epic an eqepsracin decomendentes, de hecho muchos mltasca pete sceio espa en su crdeter de fra nglconmocada pore eee ‘limped ods egipracion ~il com mt Valen Sate 2s avroxioaLosnosoeuoar LAPEER. 198, dnt largo snr tion te 923 194, atl so eShops or ars Co a ues mre de maser ae tn Sloe dros ares sc nnn nano mr er cin quem ha conrad FE nn es ect enaguos na srs snd torn ee 9 oe ‘icon sie fect” pae sn Ansa lah on eres pre doc ear Soi ca ct est de Ends sSie eine vn renin sar aon we semreskamatea ym set ie bin cit ce ae nemaro do bell Sa ese amen alma te nn Foals eum doe oe Sree entre ei Dn Gs Rs Lis nannies Es aos nents Ge a lpraria¥ CEI pm cnn ego Deo : soo ance scape a So nin dese ego ssa today Svan sil.» aoe ee ert a peonome Sea Sa yt ct Sra ey teen ect ‘Sinan, como len dee ocr si yl Frat i See Tn a ce oor qutnewiannct ee Src “eens Serums gassed pate nee re ttdal accom medlane enorme de Estate (Cri, 2 do es © DEMOCRACIA. HORA CERO herder de aqul ovo de los ao stent. * Peden aregarse {to oas oes ie estan al ema ipl nis ca Go: sl caso de In inervenin dela pes es dese document" chon: la cone jlo de 83 Concbide comolamade arene atonal tex 0 denunciaba “a locurs del sabversiongucrl y adopcién de “sinlaresmetodoe para su epson De luego, la prensa de la época no constituyé una eneepetsn, sin0 ms bien uno dels principales multiplicadores de este cro aunque con fas may econo: ne nl inmedita posta fa dens viene ita demise tena cs cones tanto mas atroces que permitian —al < para Alfons je permitfan al menos parm Aonsth calieaaqulo defers a ditrenca olga mo fcarlacoenca de a expan qu se anteni co ‘su estructura bipolar: dos violencias extremas enfrent das “ catenads, mer roociors de a seinds ifr comers lo conjnto Lo qu sin dua variab erm el contnide de sauellaesrctrabinaria ncaa as Paeras Arata » sr nn ub pein cog ats am cra See wos tae conan ation ‘ubversivay condenaban sus métodos y exoeeas (Carin, 2 de clube de Teng lene risieg mete wt ey inte moe Sear ieiny!tentateanteo Soest dey a rasbaci ara ntud Peronists, que rechazaba toda amnlstia de los etmencs ‘prion aura 8 Sp ane i eda ny eh Se ii PE insane sera mr te ep byersvo yrepresivo” (Clef, 2 de julio de 1983) ai "plone a agepncrin reautegms nema se pc ane r_ LA“TEORIA DE LOS DOS DEMONIOS"ENIAPRIMERA..._ 61 “como demonio, peo esa variac6n an mantenia la response Eiided eolocada en dos males, dos bandos, dos elites, exter eae la sociedad, Al mantenerse la estructura enunciatva, se ib alta la construccién dela violencia de Estado y de eri- cards la desaparici6n como algo radicalmente diferente puaque en el caso de Alfonsin toda su voluntad politica de ‘ajuliamiento militar lo estuvcra dejando en evidencia— Si save dtimo caso la permanencia dela estructura bisica bi Sia podria justificarsedirectamente por la pertenencla pre- Fuencil ala aPpH (Vezzeti, 2008) y el peso del discurso ins~ Sruconalistarepublicano, ello no alcanza para explicar la vi- frncia més generalizada de ese esquems. Esa permanencia Femite ala cirealaciOn de explicaciones sobre la violencia de ‘iversosorigenes, que se mantuvieron, alimentaron y resign ficaron desde mediados de los afi setentaen adelante. Desde ogo, esto no significa linealidad ni que la "teorts de los dos emonios" sea una constante construida en los atts setenta: ee referimos pantualmente a la perdurabiidad de la matriz {erpretativa de dos fuerzas o terrorismos enfrentados. ‘Pocos dias después de asumido el gobierno radical, en el ‘ontexto de la analacién dela amnistia militar, la abrumado- fa mayoria de las voces en el recinto parlamentario estaba a favor de la anulacion dela ley por razones morales, juridicas > poltcas y justamente por su cardcter de autoamnistia. En “We sentido, es verficable una condena mucho més enfitica fe dicha ley que las proclamadas pocos meses antes en el ‘contexto de la dictadura saliente, Sin embargo, aun aceptat~ ‘do este consenso de partida centrado en la nulidad por au- toamnistfa que era mayoritario pero no absoluto— lo que reiteradamente se pedia era, por ejemplo, el “esclarecimiento J sinceramiento” para "los excesos cometidos en Ja lucha Contra la subversion” 2 Incluso en las voces mas claras de 7 Senador Viel, MovinlenadeItegracin yDesavallo (iar de S= sonia Conan do Sade, 2 de dsb de 1981507 m2). Desle a DEMOCRACIA, HORA CERO condena del terrorismo de Estado y rechazo de todo perdén —como las del bloque justicalsta *— no aparecian casi lee. ‘tras alternativas al esquema bipolar ni mucho menos que ‘cuestionaran el principio hsico del carcter legal dele repre sion realizada desde el Estado. Pore contrario,en muchos luego, aco patc tntaraba voces palaeatras como adel Pato Liberal de Corentes yen general edo el Bloque de ares provinces a denota mltar argentina en Ia guerra de Malvinas cand el panorama poco. Tras regresar 2 Buenos Aires, Gaily Nino laments comensaron a dnctr sient son tos clegas: Genao Cad, Bogenio Bulging, Eda Gihaboss Mara Tarely Rico Gusbourgen el marco Ge a Soctedad Argnton de Anne Foxe (4) un ‘Sate seademlo de investiga nel capo de seu hoe lostos del cal fermaban parte Galant, 201: 5 Ot tant hteron con flseos del derecho de preston temactonal, como Ronald Dworkin, Thomas Nagel y Oven Fw (Nino, 199784), Aprtr deel, deciieron entrevista 2 Earevst de Bro ren Inime Malmo Got Buenos Aes. 2 efehere de 207 8 DEMOCRACIA, HORA CERO se con varios candace aa presdencayenenderon gue atl Alfons, precanddato or la Union Clee Radial (ven), compart interés por leva a cabo julio ante ls Violacones los derechos umanor, Desdeines de 1982, Ninoy Mama Got comenzaron a debatiras primera propesas sobre co materalear est objetivo junto Antoni Tcl ature mins del Interior Rad Galv, lego sbsccretato de! terion Ho. ‘aco Jaunarena, nego sesetaro de Defensa Fstas caso. es tomaron curpoen unclia poltce signado pola ag Gizacign de suchas entree ent a Armd ta derrota de Malena, que rexguchajaron ans a prestra Unidad plc de a dictadrs ilar la eclosion dent Sias sobre totus ydesapariiones ye neo de diversas Causes judas por volaciones alos derechos humanos 123d oubre de 982, ces deomncilexienta de fess comunesconcnteares de averest enteral c tr 19763 1979, enclcomentero de Gran Bourg cn pe Vinci de Bueno ies nes ns rd, presets ta de rnc sobre divers procedientos eas odes 1976 y 1983 en la Morgue Jil con Guespos de personas desaparecies Sarabayoise Olin, 2011) Stun sents inilronnvestiaons adler "eiones de fancioatos dela cada, como cl embajador én Veneala Héctor Hidalgo Solty Ela Holmberg. iem to dea emt argentina en Pars, guines haben con Sie ls nepociconen ent el alrante Masry es mom toners ene exo (Novaro y Palermo, 200 300), Dest once prensa, stn la nvorbl als itr, fens on intesia ets fechos exis deforma ena talsa cfs qe noes je pariclarmente enon ios elas ds desaparconsmencionads alas cores pr fsspolicasenrel ecto y armas (Fontana, 198832) “Sobre ste tema, wase en ste volumen lta de us Gandalf = = IDEAS Y ESTRATEGIAS DE JUSTICIA, " ste marco, signa por pra de apoyo ala dc aie cres la Yoluntad cudadana de ue el ema dels a ceids fuse nvesigndo De ecko segin as encus- smn, en ber de 198 el 5% dela poblacion se saat my en desacnerdo y fo 14% en desacuer st poponeén “dcberiros ovidamos de os despa cae a evita nsevosconits eon lo tres” (600- Deimponest la proves de los res niles de spon slide, dos grupo de ators serian inealpadon snes elahoraron ordenaron les moos legos depen gules se “excedieron en el cumplinfento de ls ndenee, Sinan gun aon «cpl tes de ss superiore no seria leva lo, Eate | skin usta que, conta le nocones de endo seve obediencia a Grdenes superiores vertebraba la. estrategia de | Alfonsin antes de ser presidente, por ende- ofc una coe | let ean ord Semana at 98 | sGomsusbemo. ehh apropos er tematvas que su nel de ssesoes data pars pose {uiciiment ls wlacons alos derechos hea cy Campi eector . Ejuenmiento de quienes planicaron y ordenaron los ‘nétodosilegales se basa en tora del attra mene o del “autor ders dl autor, claborada pore potas ‘an Clas Ron (1998) a partir de as eeones urls, itl julio on Tera rial nat Adolf coun SSottcamente la wadecin local de esta teria propona ue las juntas stares, en vs de haber oan on apstato de poder al margen del derecho y del wale desi ba su dominio del hecho estos sucapaidad de epee awe Horio Senate en Arte de Historia Onl de A na Contempocies, insti de livestanciones ine Garson, Paced ds (Glncin Soi dela User de Boece hes ; [DEAS Y ESTRATEGIAS DE JUSTICIA. o tame las consecuencias de sus drdenesy de decidir su cum- iento~ ean 10s autores de delites ejecutados por me ge os autores, ss perpetradoresiameditos, alos que ‘tepsodio muestra las clara la ign yas esicio- Baral aso dal tring subversin”, pro también lane gjgnd de limitar las intervenctones pablicas de los tnt Benjamin Menéndes en Sse Day 18 de enero de 1984 vs DEMOCRACIA, HORA CERO Pero, al mismo tiempo que circulaban estos argumentas, ‘surgié tun elemento novedoso entre los militares: declarar los desaparecidos como muertos. Segtin Gonzalez Bombal (Gitada en Canelo, 2008; 135), bacia 1977 la dictadura node. fa nada acerca del destino de los desaparecidos dada la im. posibilidad historca y politica de darlos por muertos. En ta sentido, dar por presuntamente muertos alos desaparecidos| ces una estrategiatardiamente implementada porel régime ‘con el propésito de cerrar el capftulo sobre ellos y ecu Ia bsqueda de verdad. En un fragmento del “Document final de la Junta Militar sobre a guerra contra la subversién y el terrorism" se afirmaba: Dobe quedar definitivamente caro que qulenes guren en n6 ‘mlnas de desaparecids y que no se eneventran exiadoso en Ja clandestinidad, alos efectos juridicos y administativor se consideran muertos, aun cuando no pueda precsarse hasta et ‘momento a causs yoportunidad eventual del deceso nila ubi- cacién de las sepulturas, Si bien, en igual sentido se dirigian las afirmaciones proferi das por el general () Camps sobre que"Ia mayoria de esos ssubversivos estén muertos" 0 cuando, en el programa de televisién Buenas Noches, Argentina, daba por ‘muertos alos terroristas que se enfrentaron con tropas que dirigfa en el ‘ambito bonaerense”.” Sin embargo, la diferencia fundamen- tal es que en lugar de suponer la presuncién de muerte, ‘Camps hablaba en primera persona y decia: ‘Mientras yo ful jefe dela Policia de Buenos Aires dessparecieron unas cinco ‘il personas. A algunas de ellas yo les di sepultura en tum 2 Somas. 27 de enero de 1984: La revista Somos eprodece extraces de ‘a entrevista a Rama Camps pblceda porn revista Topo, de Mad, cl de noviembre de 1985, que luego se capa de desmente ‘La Nast 21 dec de 19, (GUERRA, SUBVERSIVOS Y MUERTOS vp sess identfcar* Divo 16,20 de ener de 1984, cada en i, 19954). oodemds, el cardcter ambivalente del crimen de la desa- arson yl aor, lacaga emotive poder movli- ‘efor qustusieron ls consgnas "Con vdalosllevaron, con Milos queromos” de 1978, “paricin con vida, de 1980, wie parca por la Vida’, de 1982, de as Mares de Plaza ¥Satayo.” produjeron a siguente respuesta de Camps "E> serene uncaldo de elivo para qu haya sacks, eof haya mis oo, mas encono,arale de qu rela, ans falire eves cuando todo sabernos que en Ar= ran todos los desaparecidos estan muzrcs™ Estas declaracions, formladas aun diario espaol en novembre de 1983, circalaron de manera fragmentada por [prensa nacional durante primer mes del gobieme demo- Creo. Con un tono marcadanentejctancioso el exee de Frolic de a provincia de Buenos Aires se vanagloraba de ‘erreapensble dela "desapericin de cinco ml personas” ‘Sa yursdicin, Sin dar ning tipo de deta sobre s- ttecign de cate, I comin de tortura ye assinto Isto las palabras de Camps confirmaban lo elo rat ‘mos de derethosinumanos venfandencland: I dess- oven sistem de persons, a responsabilidad de as Frerzas Armada de seguridad In comin de tortures, la inhumacion de cadaveres en tuba clandestine ya apro- Pcin de inosecnesrados acon en nivel Ose La cosigns “Anais con vd" surge on 1880, cuando el égimen star ic lop plo par lore aval dos partis plas ‘Bir lo actu prs Pure Arman durant la epresion, En aguel ‘Romeo Ried Ball lider del pars radical, dear poblicarent: "Creo que no hay desaparecde, creo qu ent todas muertos, Aung no Taya oo el een de defuncion de ninguna. No ene vrai. Fue [ef Bente ete ama al slencamieno sure lca consign Ulin, 995115. "char 5 de nviece de 1983 0 DEMOCRACIA, HORA CERO ‘ando las prerrogativas de quien se posicionaba en el gar de los “vencedores" y reivindicando lo actusdo en funcién de Ja “victoria militar”, Camps hizo referencia a cada una de e. tas cuestiones en sus dichos: Los nifos fueron entegados @organismos de benefcencia para ‘que encontraran nuevos padres, ya que los padres subverivos ‘educan a sus hij en Is subversén y eso hay que evitaro. ‘Cuando detentamos algunos subvesivos estos hacia una de- claracién que duraba un minatoy no nos sera de nada, Psa declaraeignla repetian mil veces durante 24 horas, Caleulaben ‘que durante 24 hora es daba tiempo los compaieros de Tula para hui Tenfamos que searela informacion antes dels 24hores.Espreferble hablar sin torturae ni childs, per eso, no siemprees posible, ya veces hay que salvar la vida dectda- ‘anos honestesjugando contra el tempo. Desde ego que lo ‘que nunce llg6 exist Fusron exuelas donde se ensefase a tortura (evista Tiempo citado en Mosches, 1997:231), Si bien los medios interpretaban las palabras de Camps como una “revelacién’ o un “descubrimiento” (Feld, 2010: 31), su eardcter fatuo y su tono fanfarrén permitieron tam- bin reforzar e ilustrar el estereotipo de represor que surgia ‘de la teoria de Ios “excesos" en una “guerra sucia" Cierta- Gari, $e novembre de 1985 “Rama Campana ne apr anon de “guru en cc lacs en eso ae cuando expresa “Come aul queers ue ee tcp en la putea conta le suber con velunind scents pts nari debe chapalar en el bara ser poo de a cada tae Poco tuples er entre lines yconlir qotgulachaplen eel aro ‘Sensi el ealndoy no neserraments ss slpcrt lain, ae csc etna que se base salvar H concept de etre en lao san ‘equela gue conta la subversin ene aparends ena metodloga, co ‘Sis nara y putas correspondiente” (Dari 16,20 de enero 184 ‘ado en Gas, 1995408, (GUERRA, SUBVERSIVOS Y MUERTOS. a so, os maios el pes coset series de aa gic ares Vile, Bignoe Wol, a tanyey he poor pe Ne cen tas deans ane, aa on indent lemon aro a ee eile foe Aria bs ga Se a dle qoefa Te en san’ Cesoome de arpa unset once hala src Oe rns Kader deme Ca a ccchanas ancien Cees Sarasa come loset regres oc mas oa ables Bes ae acto oe nn een a Gupta proces See erin d samen ou Soles aoe eee a vides Rast Aon aut i te Ase jee lee a ie cases 20084 fresnel proce ae nat dents clever a ee veciiayaindiecn cade aa ere deere pereneorenlnsussion eee ri cries ia aol de Se tt etoemetee mints se er i dl yovoamion de Cr eee ge nterademene too auc aren ee tes merece de Compas 1 ee secant ne matin docomcn Paral ierenlcin, ears eapeialmete as nots abe el proce siento detencon de Blgnone la Nason 2 de diciembre de 198; Ti lay td de encode 19047 de ftrre de 1980, ta Nak 20 ner de 1988 ‘La Nac, 2d febrero de 985, i DEMOCRACA, HORA CERO la fractura interna entre los mandos del aparato represvo, Por un lado, durante la dictadura, Videla y Viola desatrola. ron tesis de Ia “guerra suca” y de los “excesos” de “grupos sin control (Canelo, 2008: 134); y por ot lado, los coma dantes de zonas y subzonas del aparato represivo preferfan “blanquear los datos de los muertos ydesaparecidos” Cex tamente, las tensiones y las cuentas pendientes entre la con. , consultado el 21 de septiembre de 2010. = @012), Un enemigo para la nacién. 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Borra algunas, resala otras (a menudo, las que estan reforzadas por image pes, por fotografias, por peliculas) Volver revisar momen- tos del pasado, momentos que una ha vivido pero también ‘etudiado, implica descubrimientos, nuevos enigmas y cam- bio en las signficaciones, porque aunque una lo sabia, una revista implica prestar stencidm a detalles que no parectan {importantes antes y cobran nuevos sentidos ahora.! ‘ALrespecto, Paul Ricwur plantea una paradoja. El pasa- doy pas6, es algo determinado, no puede ser cambiado. El futuro, porel contrario, es abierto,incierto, indeterminado, To que puede cambiar es el sentido de ese pasado, sujeto a reinterpretacfones ancladas en la intencionalidad y en las texpectativas hacia el futuro? Ese sentido del pasado es un * Ens fora acu ete ten f esrito on 20132014. Bs rato de ua flees nero ato, pero sobre a bse de atrial dock ‘Benen yIn propa participa eplenela de wid, at ‘Shoda any ie lexioner sobrecl ea gor whan Wo cama ‘Georg de tena adne Este rel fs elaborad en el marc de un Foyer de vesignton Paranal nacido poral ace, Agen "Satu en ecto fos beches son tnbnrbls yo pus dere i loqurac ce lcs ql gut ha medio no sot el endo, frat porel contrarian pada dona er porous Ades de ue ISeaconeciments del pando pueden Interpretarse de otra manera Ie yy. 195 DEMOCRACIA, HORACERO sentido activo, dado por agentes sociales que se ubican en scenarios de confrontacién y hicha frente a otras interpre, taciones, otros sentidos, a menudo contra olvidos y silencio, ‘Actores y miltantes “usan” el pasado, colocando en la esferg pblica de debate interpretaciones y sentdos de 6. La inten, ign es establecer/convencer/transmitir una narrativa que Dueda llegar ser aceptada. Este eercicio de revistarun pe "odo, mirar notas y papeles de época y posteriores,contas, tar con lo que otres han escrito, es un ejercicio de resign cacion, de dar un giro més ala espiral de interpretaciones, de _gulios sobre guiios sobre guifs a la que se refiere Cliford Geertz (1992) en su anlisis dela “descripeién densa’ La historia del movimiento de derechos humanos en dc- tadura y en la transicion ha sido relatada y analizada por varios autores (Leis, 1989; Briysk, 1990; Jelin 1995 y 2008, Siidcink, 1996). Se sucedieron testimonios, descripciones, ‘aga moral vnclaa 2 elaei de de espe al pasedo puedo ‘Gemenarseorebsjre spin tenga pitta acasalon, qs colts "pale ene sentiment dloroso dele eves, ol ped ie ‘ea perspective dea exacon def deta que egal cm one Son dl propio sea el ps. Podemos conser ete fendi de leeinepreacion tanto ene pano moral como el del simple rn ‘imo un eso de seis rsroatn dee itencionaisd del aa ag ‘aprons del pedo” (Renu, 199: 49), “Tambidn Kosleck hace nsportantes sports este tea al sel sucel paso cobra said ns eee cone pete nel ocio Jere ‘Dorsftdae Esto ubie drecment el senile del asad co un pect ‘yen funcién de un fatro desedo El presente conten y conus ‘perenia psa yls expecta fare La epee ran pnd Prtsnte, cos acotcinlnts tan sido incorpo y paca set eet (Stow Rosle, 1993 33) bier tmporlteate a reer sn Ice efeenca al “speci de la experi” enel present Everts del pesado est ncrporado, pro de manera namic, ya gue en ado as experiencing nun torent eterna ple adic en sfodos posters, "Los acontecinientos de 1933 suenieen deitie Ione pro ls expecenciasbasdar en elosputden moors cane co dl iempo, Las experiencia esuperponen, re megan as de bir" Kosala, 1985 3a) (CERTEZAS, INCERTIDUMERES Y BUSQUEDAS 197 Tc deat eee esl a a eee ildaesbtens Sn ttm dnrerdndo cngnade co em rato sumtin dl pet, Snom tery cen tanec an nro dete Toque se spe dps Se re ccoarty ressoisas guess Pere iber pomepi aban papel etd ‘nonios y las investigaciones histéricas de especialistas. Este { ‘hoc orow terpenes ron soars ena pcos, ona | ‘edie dar sentido yenmarcalo que taba sureien | era eeeceeoeacieae ee gato dacs onmiredeterchos | a etsasbe morsener eure ee ae aerate Se re paeetanie osteo en coirncte cr staneooay or | Sires inert pst demviions | a Nae gna conenan elon oka Caen iencare decries neers | Sete ae eae a feantgcnmear acne | aoe Ex BSCENARIO: LA ORGAKIZACION DE LA DENUNCIA La violencia politica y las précticas represivas por parte del Estado no son tna novedad en la historia argentina. Deten- clones ilegales, tortura de prisioneros politicos y de presos comunes, eérceles inhumanas eran datos conocidos y de- runciados por opositores politicos de diverso culo en dis tintos momentos de Ja historia. Tampoco son muevas las organizaciones solidarias dedicadas a defender y protegera _ 4 188 DEMOCRACIA, HORA CERO Jas victimas. La defensa y proteceién de militantes politico perseguidos y maltratados (especialmente de izquierda) ha sido el objetivo de algunas organizaciones, tales como Liga Argentina por los Derechos del Hombre, creada en 1937 por iniciativa del Partido Comunista, y desde sus ta clos las organizaciones de la comunidad judfa han denn. ciado las demostraciones de antisemitismo y han intentadg proteger a victimas potenciales (Veiga, 1985; Leis, 1989), Existian también (aunque de creacién més reciente y con menos fuerza que en otros lugares de América Latina) orgs: nizaciones dedicadas a proteger los derechos de grupos sa. bordinados, especialmente minorias étnicas y grupos indigenas, como el Servicio Paz y Justicia (se), organi. zacidn Isica ligada a la Iglesia catdlica activa desde los aos cincuenta en América Latina, Ademés, desde comicnzos de los afos etenta, la Asociacin Gremial de Abogados agp ‘ abogados de presos politicos, sociales y gremiales (Mem. a Abierta, 2010). Frente a una represién desconocida ¢ inusitada, la de. ‘nuncia y las demandas por violaciones de derechos fnuma- nos fueron asumidas por dstintos actore, centrndose pri mero en la demands por la vida misma, Los organismos preexistentes ligados a la defensa ante la persecuciOn pol tica y social eambiaron su blanco de acciGn, y nuevas orga. nizaciones fueron creadas. Lo importante de este proceso } fue que, a partir del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, la represién estatal fue crecientemente encuadrada ‘en el marco interpretativo de las volaciones alos derechos umanos, marco y paradigma que se consolidé a nivel in- ternacional en la década de 1970 (Keck y Sikkink, 1998 Sikkink, 1996). La onganizacion de la denuncia y la demanda frente al ‘errorismo de Estado durante a dictadura se fue conforman- do. partir de una diversidad de actores. El movimiento na- 16, fue siempre heterogéneo, conformado por dos tipos de CERTEZAS,INCERTIDUMBRES YBOSQUEDAS 199 BT plete abies eee SEs aes Fa dc ba Deepen, jpeibgrrh eee nao Scr, ee ane er erin ee ef em inher een ee ase pein en at essen eve con near Fens Fry te ns nas cater, ero renin enc nen cage uremic, * Ges de accién colectiva en el espacio pablic. Dentro de esta heterogeneidad de paticipantes y organis- amos, los ees fandamentales de la accién del movimiento du rante a dictadura fueron dos: por un ldo, ladifusién yla de. ‘nuncia pablica de las violaciones, en especial la accin en el plano internacional para conseguir solidaridad y apoyo en la lucha contra el régimen dictatorial; por el tro, la solidari- dad y el apoyo a las victimas y sus familiares, La esperanza de recobrar a los desaparecidos y las desaparecidas se man- tuo como prioridad de Ia accién hasta la transicin. La re- resin clandestina eilegal ereaba confusién, ya que no ha- bis informacién certera sobre lo que estaba sucediendo. En ‘se contexto, se expresaba la urgencia de verdad, de saber ‘qué habia ocurrido, y el deseo de reaparicion de la victima (o desu cuerpo). Todas las acciones se levaban adelante pro- curando favorecer, o al menos no obstaculizar, el aleance de Fr 200 DEMOCRACIA, HORA CERO Iacia EL FINAL DE LA DICTADURA En la historia del movimiento de derechos humanos, 1949 fue un atio leno de acontecimientos. A principio de affors} régimen militar inicia el “dilogo politico" con las rigey cias partidarias, con la finalidad de lograr el aval civil alg actuado por las Fuerzas Armadas en larepresion y comenray 1 negociar la "salida” (Acufia y Smulovitz, 1995; Gonzdley Bombal, 1995). Comenzadbos los contactos con los partidos politicos, Ricardo Balbin, lider de la Union Civica Radical (von), realizaen abril decaraciones que tendrin importantes consecuencias politicas: "Creo que no hay desaparecides, ‘reo que estan todos muertos [..]. Aunque n0 he visto elcer lifcado de defuncién de ningun [..].No tiene remedio, Fue asi Alguna vez se escribir el capitulo de las responsabilda: des... No hay desaparecidos sino muertos" Estas declaraciones, realizadas a los medios de prensa en Espafia, coincidieron con la publicacion internacional de informe de la Comisi6n Interamericana de Derechos Huma nos (cnt). Las violaciones alos derechos humanos en Ar sgentina se convertfan en un tema cuya repercusin en el ex terior era cada vez més grande. En octubre de ese aio, Adolfo Pérez Esquivel recibié el Premio Nobel de la Paz ‘acontecimiento cuyos efectos fueron dificiles de controlar por parte del régimen militar: El lider del sexes, en declara iones pablicas, hizo extensivo el Premio Nobel a otros or sanismos de derechos hamanos: ‘ceri, 24. sh be 1980, a Comisi Interamercana de Derecho Harmanos de se Estados Ameianee (a) viel ps septembre de 1979 res Aonales de denunciss de desaperclona forsale, cone slgobierno militar argentino por la represon ys eccnarCanesing A fr de ta cntaba srs xamen eb pobre ‘CERTEZAS, INCERTIDUMERES Y BUSQUEDAS 201 ser un esimlo pars otros movimiento. No s un premio a te persona. Lo cs una organlzacén, como también lo esa eamblee Permanente porlos Derechos Humanos el Mvimien to icaménico, le Maes de Plaza de Mayo, y les campesinos (qu luchan por sos eras. Nuestro mensajes de fe yest “Tugido a todo el mundo. No puede slenciarse esta cuestion* tre ented ‘no tiene emed, e a" om ue Bal sqrt crrar la uestonyellaado a slenelarla sean de Perce Eagle no pola er mayor En ese cima See cecab entre dar por crrado el tema o elamar rs ease produ el acimientopablicn de I consigna resin eon vid en un comaneado qe eboraron ea us Madre que habianaoompanado a Pérez Esq! Meir el Premio Nob! en diciembre de 19807 Se sabia Achabadespareidos con vid: durante fod el peiodo eee, fueron ecuperando ou bertad personas i bi neta desoarclis-nchsive nos que habla sido ‘ctdos junto asus padres habiannecido en cau “inn dcacion fuerte de que no fos extaban muertos ‘Mods st ben habia gulney ser Merde, guard Siento, otros se ocunban de hacer sabere informa sobre tsscondeiones de los campos iandestnos de detencin, * chr, 1 de cembre de 1980. + Torts el movimiento eros humans ae eran tle whan eiberd prevents ona erate elec nibenda en cia= {halt de declarscones gue iran faces la prensa neni sabre ‘setts deaparcdn, Muchos digress Iban asin Ibiodatos cetos bree den on fal de uneroro dessparecies ic {ie ene yrops ps hia fine) satan que ea ipoable ‘Sian inermacion qe nan acerea dest ures, Dea com ‘Sta Mignone, "cunato vei estar de Le Monde, los pecs de Sto, ye pregantaban queso que yo cel so desaparcdos ts nts ruevton ym pose er deshonest 90 squeals estaba Tec" (Mignone entrevista el onto de Eto de ada Soledad ‘Megs 2 de mayo de 1991). Eee reconctnent, sin ember, jos ‘sabe de Caner co lu afiraconer de Bln, Fac en sa sensacion de cetumbre dentro de un cima dein cetidumbre —certumbre de que habia vives; también os gue muchos satan miro Ndr comenaeng lantear Ia demand “Aparcién con vida", consigna qs eh terminosIterales negaba la muerte y que se convetiia oraen de las banderas dea transicion Al plantea esta contgna sa concesiones, las Madres se ubicaban en un etremo del ecto de revindicaciones, Desde entonce los dems orgy: nismos se fueron moviendo a st alrededor, acereindose¢ Alejandose de esa consigna® Desps de Ia entrega del Premio Nobel, que constiuys aunque puted el 30 Junto de 198 lew fecha dl de mayen 4 termin a XL Asumbea Pears des Conerenca Pscopl Are th, exebrndo a Nuestra Storn de Ln, Paton dela Pate “ Conferencia Episcopal Argentina, ‘ils comnided nacional” 198, Lax referencias a documentos episcopal se eliza ctando -elninero de paragraf, ques el mado basta! y permite conta | Fortes en sur vers ellos. x. ns DDEMOCRACIA, HORA CERO clonal elegiria ponerse “bajo Ia advocacién del Lema del [piscopado Argentino ‘la reconeliacién nacional” A partir de la derrota en la guerra de Malvinas, sin em: ‘argo, cuando la democratizacién parecia inminente, la poo. puesta de “reconciliacién" empieza a referirtambicn a un problema juriico-politco: ¢Qué hacer con las violaciones los derechos humanos perpetradas durante la dictadura? Qué hacer con sus vietimas, qué con sus perpetradores? 2émo reconstituir una pretendida fraternidad social des- ‘tuida por la violencia politica? La respuesta del episcopado era la misma que dos afios antes: Es necesario[...]coincdit en un espirita y préctica de reconeiliacin[...] una total y rofunda reconciliacién nacional”? Pero ¢qué significaba “reconciliarse"?! Obedeciendo a la estructural ambigtieded $1 Mutpatdra fe una enn de paroe poltco, conven uo de 1981 po rade Ricardo Balsa om elf de suas ero eter un actor elev capa de epplrcn gicro nana lesen democrticaydevlver a poner sls partdor en el plano des ‘opin pti, Nuces a rgentes dla Unig Ciien Ra! (eck Partido Festal (el Par lnensiene (Fut Deter {Gian (ye Movinlento de Intgracin y Dessrzll (a), arate ‘af mantuiron una nent actividad reunsndas con deoxy ‘sy piano una secede dcameros es portant deo cane fu "Antes que sea aed dikes 1981 En rea de 1582 com fn, jt Ta Goufederain General el Taj Coa mans ‘on pablic, que aes alredtcede cen il personas, tment ‘ele por a represion ala qu dolar Yu con fucnoe proagonan ‘Sead onlin de lvoe ce otal de acide cone Imp dal obiemo Ra Allon ol 10 de dc de 198, ‘hates su tarde amamleao props a Nasi" 16 ctr de 198, * Confteniatpscopal Argeatin, “peta y comunidad nina", 81 § 198 cad en "Democacia, responsblady emer’ 1 de stele 194,520, ‘En tables anteriores (Bonnin, 2009 y 2012) bem examina con Marines docreta prpdon eho arcane Lape com corer egy ‘stores de signa muprencis l bran Sl Decunen fa Fa LOSDISCURSOS SOPRELARECONCILIACION 235 ime al “Documento final’? la mitigada evaluacién de la Comision no podia sino leerse como una “terible declara- Gn [sobre] un documento criminal, descarado, sterrador {Jue les movi a verlo ‘postivo? [.] ;Qué vergdenza!”.!* "El eampo de la politica profesional, en cambio, coineldié ‘encl repudio del “Dacumento final”, apoyindose en muchos, fasos en documentos del episcopado. Esta operacién no es flametiva en representantes del Partido Demdcrata Cristia- ro, como Augusto Conte 0 Martin Dip, quien descalificaba ar Docamento final” porque “no se encuadra en el marco {que la Iglesia catolica ha ofrecido para hacer posible la re- ‘Sreliacion, que justamente ha de estar basada en Ja ver- dad, la justicia y el perd6n.? Sorprende, en cambio, que faera un crterio de evaluaci6n de otros actores, como Rad ‘Afonsin, no explicitamente confesionales y cuya actividad politica decidira los destinos del pais durante la siguiente ‘odavta un ands detallado de ena paripalon, peo los documentos ‘Sinn as alorcines posite presente nf decaraion dea Com ‘Sle Een, Vee Diogo Markaer, Cop la bend dee Sent se [engin 13d lire de 2013 Debo este dato a Clan Fld "spc In Consn Neon Just y Pe, oeanzmo ofl de gins arent, or ejendente de lnics Frain Obie igaco ‘Risin Villa demuniab ques contenido no cumple co i exigecla (rverdod Teta ase verdad tpoo ser pose Sesrubelr ‘Teer oti dla uit]. Las rv. e gr de adopt ‘Site txamente noo’, come scien fs abeps args, ‘Eleva qu sz apeinn ttt ea nsma aera} Nos preven ‘Sima cpl anno Ju pone ey de nin deer {econ a njsiaa tanta nti, y qu sora ura Fr ‘Biponcs aio” (Noe peacapa un far de paz qo es ie avo taco Laren 5 de mayo 6 983). "Aono Puno, ara dn sncerdtecastgnd mons Aran- Saran aor ade ail de 984 De becho, seta de uno dele pcos ‘cusenton dein Comisa jective del cau que po se Ine ens ‘Shanon de Dosunentos empl; ase Bonnin @DIGE), En chair ‘fin mene un alse a detnid qu el fei por Quirops 004 Sal} Novaro Palermo (2005, 50. Po AMamico pic del pal en La Pr, 29 de ari 1983 Bs DEMOCRACIA, HORA CERO ‘década, no solo en temas de derechos humanos. Sus decls- raciones ante el "Documenta final" son llamativas porque adopta una posicion de exégeta episcopal para cuestionaro: Elconsensoimocado (pr el gobierno militar] eto lejos ser fener... son len conocidas las declaraciones de la Isles y de otasinatnuciones representative igual sentido... Je ne. ‘esto sefialar que la reconelaci6n que se pretende no puede apoyarse en un documento como el analzado, donde no Ses verte un genuln propésito de enmienda sino una ead ame. ‘nara de eterarlasactiudes del pasado, desatendiendo incu los ecentesrequrimientos del Bpscopado Esta estratégica apelacién al episcopado como instictén legitimadora serfa sin embargo, poco efieaz en el mediano plazo. Frente alos proyectos de leyes modernizadoras por venir el grueso de los obispos desplegaria una estrategia ex: tremadamente hostil hacia el gobierno de Alfonsin, sobre todo hasta mediados de 1987 (wéanse Bonnin, 2011; Fsqui- vel, 2004; Dri, 1997; Ezcurra, 1988). ‘También diversos organismos de derechos humanos coincidieron en esta defensa de la reconéiliacién al mismo tempo que atacaban el "Documento final a excepcién de Madre de Plaza de Mayo, quienes publicaron una solictada, ‘en el diario Clarin del dia 22 de mayo de 1983 que concluta ‘exigiendo "ni olvido, ni perdén”, en alusion a las condiciones propuestas por el episcopado para la reconciliacin.! Las demas organizaciones, sin embargo, incluias Ia Asamblea Permanente por los Derechos Hamanos (arp), el Movi- ‘miento Eeuménico por los Derechos Humanos (D1), el 2 paspplae nance Preu 2 de ab de 1. * Amadis deo fos nove, de alm desrendera acon de Hijore Has por I dentin yin stn coir Odo lence (Gus Noaidamon no pedonamon, noe ecansamos™ LOSDISCURSOS SOPRELARECONCILAGION 237 centro de Estudios Legales y Sociales (cx1s) o el Servicio Pazy Justicia (stzm) incorporaron la propuesta de reconci- Tacion a sus documentos y eomunicados de repudio al "Do- ceumento final ‘La reconciiacidn no puede hacer sin previamente reconocer Te erstencin de Ia ela y la mis sever, severisima sanein: ‘erdady justlla son prinepios que no pueden ehudirse* En tanto no se nstaure un Estado de derecho toda ley de am- nistfa,o mento de olvido,* consituye un absurd jurdico © Jnsttvelonal porque el perdén lo puede conferir quien ha sido fendi, en este cas el Pueblo y eada uno de los que han vis- to afectadas su persona o 5 fais porlavolacén de sus de- rechos [1 Elcomienzo del camino sl reconcliacion es que ‘nuestro pelo canoaca fondo todo lo ocurido* cameo pear dacs mes de aes stins emtnceen rool ern danse Sl 22 pian nodal tine doo de Conf “CE poco Jame de desta shy pena SCs fs attade tn open eactrte ‘Mrocmes einer eyo ull ln ‘ives letnes oom ea se ios Summing * Aen ale, “Oren us y pa” Pay at 7 Deratin imanto de ovis fe empleda por Quarain en ciembre de 1982, Este po de enpleo son, generale asiones aoe cer hinoy Spica enian consume Te uta eel Sere Psy lst ol nt ae a fy no rt eS Trees elton dele Mir ett hae mirc ed amen 7 a8 DEMOCEACIA, HORA CERO Estas declaraciones muestran, entonces, que dstintos ac. tores dentro del entramad catolicismo politica-derectos hn ‘manos podian asumir posiciones por demés heterogéneas, ‘incluso contradictoras, sin quedar por fuera del arco legit. ‘mador del discurso de la Iglesia. Los organismos de derechos shumanos, muchos de los cuales habfan sido constituides en torno a figuras crstianas (Catogeio, 2013) podian identifcan. se plenamente con el costado critico del comunieado dela Comision Ejecutiva y con Hesayne. Por otra parte, los mil. tares que deseaban una amnistia sobre los erfmenes comet. dos podian quedarse con el costado favorable al “Documento final” en el comunicado de la cea ylas declaraciones de Qua. racino, Detrés dela aparente coneiliacin eclesistica,emer- ian los conllictos teolégico-poiticos de los calico, Esa situacién no cambiaria con Ia ley 22924 de Pacif- ‘acién Nacional (0 “autoamnista"), del 27 de septiembre de 1983. En los fundamentos del proyecto de ley, elaborados por el abogado catdlico Lucas J, Lennon y el entonces minis. tro del Interior, general Llamil Reston, la econcliacin oct pa un lugar destacado: {La reconcliscion nacional ya superacién dé pasadastragetias son os antecedentes necesris pra I consolidacln dela paz, ‘que consttuye uno de os objetivos fundamentals del gobier ‘bo nacional... La prudencia aconsja, pes, ordenamiento ‘aves propone como un ato de gobierno que mira al len ge- neral del pts, e que exige dear aris los enfentamlentos, per ‘meat isnot que at analsamon Estas chereacionts ty pale Serban ene arco de Ines Gores Borba (199) gue cits profane ‘Beni unaeneesta de opintn pbc reanada pre Centr de Eatalios Se Exado ySocitad (ents), bal dzeron de Onc Lan lerien LA PRENSA DELA TRANSICION. ms efecto de sentido consul en pens, a fla de expla Sm sobre lo suceddo igus colocando a desaptiion tro tn interop sin espana, Una de as not Sie pblcaas por oscars de xe pero permite oben ‘Gr que lavolenca, en eto relaton, esta expresnda en In| Lectin dos cterpoe esfigurdo, om as manos tee con ric de bl) sin qu pusdan toda entender inv ecioneseecutadns prevent, ene el momento del ‘Soucy eds examactn, ‘run la pens rata elena como un “descbrimin- tay palabras “halagoy deserts ae eplten de tanta contants en oe dai de sos meses) vinclo Cae los desaprecdoe gue fueron sccvestaden como p= som vias yo que Heron encontrado como euerpox ‘Simntene ene tren ds tndior las confer En ‘Taaro Clary, por empl, ols sobre exumaci Sea ae presenta separaias dean que infrman sabre de unclty relamoe do lo fairs, Las deserplons so allan cnclaes niyo lsc lariat on doe Categorias he y“etnid-desaparecidor teen momento dl “how hoo coments dela cin de 1c Noll sees Dear Pons ou) ana testo 1995 25200) 1 per nad cuando nome al depreciate destererpmtmns de Gerchow manos +s ars you bons Seon delete cone persona rec aoa eatgrs e rteer ‘Stearn cert aps ode Cr tn pad ets cred on aig deat te lass centr Ero orp son dda por ed, 00 ‘Strser dai toon on angus pen eapersnee clon son ee an se ach plc rors una not periintin, Lo ques ‘ine rota oun nas oes iments ‘open i comsati cal onracen dlc Se lr (De ‘in, 20), pserioscarquecx aan cesses ‘Sorgen yl exhmacnes nen cic ameoen gure 0. ‘ite de dco uanortaiabe con oro ana ‘Der uabtlmenotevolume), Scag, mane depen ns DEMOCRACIA, HORA CERO Esta division en el espacio de a pagina parece reproducie ‘llevar al émbito mediétio la esis entre cuerpos ident dades que habia generado el método dela desapateién fore, a, Seg los miembros del Equipo Argentino de Antropolog Forense (saa), el sistema desaparecedor gener “identidaces sin cuerpo y cuerpos sin identidad’ (Olmo y Somiglians, 2002), Por un lado, los familiares podian dar cuenta de lag ‘dentidades de quienes buscaban —mostraban las fotos, ecers bian sus nombres, narraban sus historias de vida-~ pero ny lograban hallarlos; por otro lado, esas mismas marcas identi, ‘arias haban sido sustrafdas de los euerpos enterrads en los cementerios.# Esto significa que, en los primeros meses de ‘transicin demoeritica, la construccién de la figura de los 10 cen la prensa se sitia, muchas veces, en un orden simbélice similar al dispuesto por el sistema represivo. Es cierto que en ese momento no se disponfa de una ine formacion sistematizada que sirviera para comprender de ‘manera global lo sucedido. Bs cierto también que las inves: tigaciones sobre esos cuerpos exhumados tampoco arroja. ron resultados que pudieran traercertezas alas angustiosss Dregiuntas de los familiares.” Pero asimismo es verdad que sa construceién periodistica sobre exhumaciones de NX no logr6 ligar lo que sf se sabia —Ias informaciones que ya se la press ests noticias en forma ecndidey os fc de seo que deren de eta prsentacion bdecen pinctpaimenes Ie ogee ‘nfo y lccone parodied cm nares los besos Los quiches ienttarios que prac Gesmpariia, amt €80 et individ com socal excess omer rechianes Pe soe neces carr qu a "desidentenin de ln desparcios comes ‘mucho anes dew hllasgo enor cemenerascomp'cconla sserspal ‘tutteroen foe centro cde de detec, "epi elu, Tas tees de ees nr nan a eo ‘ect ton cones ules comparrisinfrnin sb elnsrece ‘secs. En conse, como end dela emacs de pran cae ‘estat soe tenn uma nen de denerpsones myo Jes que crecian diners par lar nveigcons enc Cals Soc, 1992: 80) Ve ease ann Canoe el psec rey {LAPRENSA DE LA TRANSICION. am tenian, provenientes dela labor del movimiento de derechos Iumanos— con ls nuevos dato ques averguron enon ces. Por eso, el primer rasgo notorio de esta cobertura me- Gidtica es la construccion de a figura del “cadaver nx" como protagonista dels noticias, al mismo tiempo que se observa tine falta de andlisis y de explicacion sobre el sistema repre- ‘que caus6 Ia exstencia de esos restos an6nimos. ‘Sin embargo, es notoria la fuerza de revelacion que esos ‘cuerpos hallados parecen tener. En las noticias son tratados ‘como evidencia. Como si, por s{ solos, pudieran mostrar y ‘demostrar los crimenes. ‘unto con las iniiales "nv", las efras protagonizan las noticias. Ls utulares de los diarfs dan la idea no solo de una scumulacién, sino también de una progresi6n, Estos titulares Aaparecleron en un solo diario en el lapso ce una semana: Boulogne: hay 81 cadéveres * [Nuevas exhumaclones en Moreno y Boulogne!* Hay 37 cadaveres 1 en Dolores! Prosiguen con la exhumacién dew? allaron 30 en el cementerio de Campana! Hallaron mas cadsveres nx? ‘Morgue colmada de cadavers 02° Mas alla del tono, mas o menos sensacionalista, utlizado por cada diario," la lectura cotidiana de los titulares arroia © can, 29d ered 199.» 8 Se do eed 9p. 8 "Gm 3g aenbe de 98.5. de Reecac ost p de 3 deere 6180p ideo adeeners op Grn Satsnee tp 2 Mm Fresco ch ec utr elo snare dos les es naan pleas Za Nac secon ct ee oot SLSISILE Remo Es pore erences st tan Sn a. : ea DEMOCRACIA, HORA CERO Ta idea de que cada vez hay més cuerpos hallados y exhurma- dos, en mas lugares del pas. Una cantidad incontrolable que colma las morgues y los cementerios. A veces las cifras de. safian lo imaginable, como puede observarse en los sigulen- tes ttulares de Za Razént -Fueron sepultados 482 cadveres como ene cementerio de LaPlats, entre 1976, 1982 240 cuerpos no identificados fueron inumados en dos ce renters de Mar del Pat, entre 1976 y 1983 ‘Echuman mafana cadaveres ni en Grand Bourg, donde habia més de 300 tumbas™ Por otra parte, las fotos que se publican para “lustrar” estas noticias son imagenes de fosas abiertas, de sectores de ce. ‘menterios en los que la tierra esté removida, de policias y funcionarios trabajando alrededor de una tumba o manip lando restos 6seos. En las revistas de actualidad se utlizan ‘muchas fotos y planos més detallados (figuras 1 y 2). jemi, os asgos ae estamos roponiendo acd (igmentacion del 1) ttrmecise,presocs actmuatn dels clas, desergeion dean de \ lee euerpos encontrado) ae batman también ent xe taro. Nene yor spl, La Nactn 6 de enero de 1988, p89 de eava de 1984 p. TOD ‘ener de 1984, p10: “forme de le Musicale de Ls Pts ste ‘adverse, 12d enero de 1988p. Sy Wt neo de 884,95, ‘Aaredeaco a Ese Shinde el habarme stad leer spd clear ne esa sere deseumulcsn decades cnn presa de 198¢ le que tivo lgar en 1975 snes dl polo, nie de le cenada dle “hpi A. La ilrmacn sole halen eaves previ al wpe noe Dl icausn des mute yl presenti dels nora des ‘tunalarlano scandal quo nn derinincin serene dosage ‘es rots de wlencia pie (Seine 2072118). "2a Reson de nero de 1984 2 La Ras, 24 de ner de 19889 = Le Ravn 2 de rade 1994 6, 2+ror ehmpl, Sorin 30d ieee de 19836 de ener de 1984; ‘Gowan de 1988, [LA PRENSA DE LA TRANSICION. ‘Al mismo tiempo que os ttulares construyen una pre- sencia permanente de "los wn’, estas imagenes contribuyen a Jabora una presentackin morbosa y sensacionalista. En sin- fesis, en esta cobertura mediatica las informaciones se dan ide manera fragmentaria e insuficiente, la violencia se hace ‘iaible en las hellas que deja y sigue ovulta en tanto préct {a sistematica, las personas “privadas de su muerte” (Sch- tnucler 1996) no aparecen y alos cuerpos hallados no se les signa una identidad2” oun 1. Somos, nim. 380,30 de diciembre de 1983.12 » Porsupunsto ets ecto deseo no proinen oo dela one eon ran que formu prs Stn cn Spore eel ese sian i gran cata de dacuson depicts de acres dee ‘ipetoen omen ecg mn saan nn wee fcr pei par cine como un tent pollo meet ‘Econo ec ple DEMOCRACIA, HORA CERO Fictma 2. Somes, nim, 381, 6 de enero de 1984, p. 6. BL aminon nt 10s crsros ests be em En esos meses, algunas revises de acialidad de gran trad (Gent ta Soman y Sct Das, rnpaiment)™pubicaron reports a maltares ue vcr tints niles de ree ponsbilidad y diversas atuaiones nel marc dle si6n clandestina, + 2 Bata revistas yore como Libre y Some cnsrayen uns presenta lon tein yest deo ers paso pn ia 9 legac Ea npr cn se ws assy Acarclones diese opera nn nae stan ais LAPRENSA DEA TRANSICION. asi Una neta divisién puede trazarse entre aquellos que pre- sentan un discurso claramente negacionista repitiendo casi sin variaciones muchos de los argumentos expresados duran tela dictadura, especialmente en el "Documento final de la Junta Militar sobre la guerra contra la subversion y el terro- smo", de abril de 1983, y aquellos otros represores de rango nds bajo que relatan en detalle lo sucedido dentro de algunos Centros clandestinos de detenei6n.. En este éltimo grupo de (eelaraciones, que inclufan ciertos detalles sobre el cautive- to y las eliminaciones clandestinas, se produjo una caracte- ‘Heacién més amplia ycompleja de las victimas, que analiza- ré a continuacién a partir de la serie de entrevstas realiza- fdas por Ia revista Za Semana al excabo de la Armada Rail Vilarino, que formé parte del Grupo de Tareas 3.3.2 de la Escuela de Mecénica de la Armada (#54). TELS de enero de 1984, en el nimero 370 de La Semana, se incluyé un largo reportaje a Vilar, con el titulo “Yo se ‘cucstré, maté y vi torturar en la Escuela de Mecénica de la “Armada”, Fue seguido por otra tres entrevistas que apare- tleron el 12y 19 de enero, y el 2 de febrero de 1984 (niimeros 371, 372 y 374, respectivamente). La primera entrevista > Seat, nv mayor parte, de altos cundros de as Pris Armadas _ydaepurided, que en ve omit ean qilener we encntabsn ens cla- ‘vent cs ne de ln acroner de est, Vase, por eempo Ix [Eu eneva al alirante Horacio Zaraegl (Genus, nin 96412 Se neo de 1989), lncoberturs ala detec del geeral Rana J. Cans (Genres ncn 9¢6 26 de euro de 1989) yl delrecloes del general Li (Soto Benjann Mendes ont e965, 5 de enero de 188 y See ‘Dias nm Be 18 de enero de 1984, Para um ands exhaust de ess ‘Ecluatones aus el rt de aetna Sa en ete eumen- "Alenia ecaraciones Visto que snalizamos is eal acne spice eatesta sl exmarin Cla Valles (a Se fmm, 398,26 defo de 1984) yun altar annie gue Bab el ‘uo clandestine a Esrula de Meee de le Ara (sa) (See Diag nim. 86,4 deenero de 1980. Sl Pontccerente le dolarasones de Wiarin fueron dias de ore mance} pada en foi de br: Ral David Vian, "Yo soe Ea DEMOCRACIA, HORA CERO ‘ocup6 veinte piginas de la revista, con varias fotos a pégina completa, Hay tres elementos que se privilegian en estas primeras Aeclaraciones, tanto porlas preguntas que formula el perio. dista como por el espacio que se les da en la nota, Sele de- dlica un mayor espacio a lo mas horroroso (en particulat, « Jas descripciones de torturas),a lo relacionado con el destino e los desaparecides (si se los liberaba o se los asesinaba, au se hacia con los cuerpos, déndeestaban enterrados)"y lo relacionado con los militares inculpados (Vilarit da nombres de oficiales responsables y precisa sus tareas en la sits) En las semanas siguientes, este tltimo tema es el que ‘se va imponiendo en las noticias de los diarios que retoman las declaraciones de Vilarifo. Sobre todo, en aquellas que se refieren alos exjefes de la Armada indagados por la justcia, ‘Si bien Vilarino habla de los secuestros y de las torturas ‘en la Esa, de los asesinatos clandestinos y de la ocultacién de cuerpos, la informacién que da sigue constituyendo un ccimulo de datos aislados que no permite entender, en tanto sistema, los crimenes cometidos. Esta cualidad fragmentaria de Ia informacién es, como ya vimos, una de las caracteris- ticas salientes del tratamiento mediatico denominado “show ‘mato trturar ene Bsc de Mec dela Arad’, Buenos Acs, Pel 1984 La saga de errs ov contend a verdes soe, sos mes de a Sana, desmedo que Visio va cenigurindos cos Peon central de todo a procera de epesion La vevins, pores sre, $ubray su propio ol eric l conseguir eat "conesioey” Le Soman ‘stevbu iarin reunidocon parents de tne lee de Dap ‘Hsin, leh de Haro Con, ycon ots tars como esl Zarate, de mo que conigra una naravs btn comp Hess ests, ayo asi exaust encode ein somera presets, 5a pregunta pore "detn fl de lee denpuetdo ota de as ‘mts importantes del period, La canton de rumores bre defer, os con vids de“hallszpn” deta sy de “deerinlento” de Sots ‘20 adentinns de detencn (to inna einarco ds inopsines 4 aco hizo que a especlacion sobre ooo le despares ‘os avers un amp grea a pons de xe oma r | 1A MRENSA DELA ANION PS det hor” presente en las noticias sobre cuerpo HN YES onde, de roanera mds genera ala falta de marcos inter vos dela epoca En estas ene tal fect de eaido tSroice tain pore tipo de preguntas que ace el pe ‘otis siglendo un orden ete, pasando desde cur ones muy generals a temas punts, dese preguntas ronal tas sobre los hechos que atest. r Por otra parte, la misma revista no parece dar un crédito totl alas declaraciones de lr: bien ls presenta ‘Gino utéieas, dele abicta una dda sobre la veracided Gree tstmoni, En a presenacin de la primera nota, el feria que a fma, Alberto Amato seal gue el est Tonio pucce ser “una meni, e dali den prancio" aro que parece posible uc alglen que mane a infor ‘acion que posce Kat David Vario sea seelamente un fAbiladoe Parc impose que se puedan dar los nombres, Ios deals, as deseripciones que ha dado so sc havi do desde adentrola guera suc" Te entrevista parte dela base de que hay un problema a salar el problema dla verdad delo que pas, pero—en Inrmisma linea que otros medio de prensa dl momento— ‘cube en gar e enancicin que sre sospchas So Srecaalguler pode testimono san estimas, tiaras, jets maltares, te) ya que ninguna declaracin es presen- ths porlos medioe comp sindnm dena verdad ndscu- ‘ble So como una "west" msde los hechos (Fel, 2010) 2 Le Semana $d coer de 90, 35ers partoece al origin. No ns iternarsosaquten a inci sabre mo se conte, «et nmi ioc de Vera's cao tae cid ae ‘scrodamba cone le verdad? Essabido qelas consign everdd ‘Vhs ansformaron su contenido coals fos, de acuerdo co los ‘Llores pllcos que as prtarn, os contests Hits, plies ye Tors cade cape, ee Puna tlie dls cons el movin {ode derechos uneocs hasta a dca de 1990, vase lin (1995). Po= tts sds de eam consign ene momento de ceacin del cone, ‘ase Crem D0 —[_ aa DDEMOCRACIA, HORA CERO Dada Ia extensiin de estas declaraciones y la compleji- dad de este relato, me limitaré a analizar solo uno de los ejes ¥inculados com la caracterizacién de las vitimas: es la cues ti6n de las torturas que, segin sus declaraciones, Vilariso resenci6 en la 23M, Lo primero que llama la atencién, en este aspecto, es la erudeza de su narracién* los cuerpos de las victimas son descritos hasta en sus minimas reacciones, al mismo tiempo gue los métodos de tortura se explican con un lenguaje cast “téenico” que maximiza el horror de lo relatado, ets de sa puerta estabe la cémara de tortures: picana lec ‘ica, un elistico de hiero de una cama conectado 4220, un loetod deceroa serena volts alls, prenss y todo tipo de lementos que pudieran servir para torts: Nose los pide {maginar: elementos cortantes, pnzantes, cimaras de bcc. ‘erllenas de arena para golpear sin dejar actos Esta sensacicn horrorosa se refuerza con el tono irdnico tie lizado por Vilario. En medio de clertos segmentos que na ran situaciones terribles, él inserta algunas ironfas que Aacentian el efecto de violencia de Io que cuenta. Por elem plo, al hablar de una sesién de toreuras a una mujer dete dda, Vilarito dice: “Tomada con mucha delicadeza de los pelos por un individuo y par otro de Iss piernas",” y sigue relatando les tormentos. Dice, por ejemplo, que los detent. 2 Qulier subeayari difulad que ger el hecho de examina eos scars ymeneionsrios sn prolong amo eno, oor eatin Demonte asocndo als Tana ol epsain ya menclona de estore sis delarscone os confrontan al divma de custo csr cnissions {isn ervar el umbrlde por gue eta relia npn, He decid, or lotto, no aseribrextensamnnte reat de Vlasoe Sey Imenconn aus frase refers tema y cara ete ace puna soguie el acpi dl eas, La Semana, nn 3, Se ner de 1984, p38. Ship [LA PRENSA DE LA TRANSICION. as dos del Apostadero Naval se los hata pratear buceo[.] Sinescfura yin tubo" qu no se dejabansobrevivin- ‘Spare cvtar-gue puter coment oe sucess del picnic blan pasado” ; esto se potencia con el lenguaje despectivo ¢ injurioso com eau Vito were deter daprcio {eran "a pba - 12 aor gins dos dan gu ra por mein de ‘omuninctn y que acmmpabron el lime ep el eal ea "tocar Keema, Para un nis rico dea "ern deo do demon ae ck ‘© son ulna por slgunes store expccos. ata oberacsa cx ocr yeconoce por supuesto unas exeepions, como I ova La ‘Slane nen 368, Gel 22 de dcirae de 1902, ue tepredce una ga pti de so as Du Un, foi, [ie crortan agen, Pewee monn cc tno chs. ‘reas clones da ucla evolucionai previa iad EEE eee Eee EEE 28 DEMOCRACIA, HORA CERO para intentar nombrar algo que se percibe como disruptive -yexcepcional. Esto no sorprende: segin el andlisis de Landy Gonzélez Bombal (1995), esta primera etapa posdictatoril se caracteriza por una fuerte tensién entre la explicacin de Jos militares, hecha en clave de “relatos de guerra, y la na. srativa de una parte de la sociedad civil, hecha en clave de “violaciones a los derechos humanas”.* Sin embargo, latng 4s atencién, primero, que esta segunda clave esti casi ausene te de relato periodistico de esos meses; y segundo, hasta que punto pareciera dificil, en estas notas perioisticas,instaloy Inidea de que hubo un acontecimiento englobante de todos los hechos que se nombran, Nuevamente, os desparecidos, Jas torturas, a exstencia de centros clandestinos, los “cada, ‘eres Nv" se incluyen en la informacién como tems rlacio. nnados de algtin modo entre si, pera de manera fragmentarta -ysin explicaciones abarcadoras. Eneste marco, se invierten la responsabilidad y la culpa ‘al mostrar los represores como “acusados”, al mismo tem. po que sus victimas 0 os jueces que investigan sus easos son presentados como “acusadores". En estos artculos los “acu, sados” no son presentados como responsables de una acciGn propia, sino como receptores inermes de les acuisaciones Drovenientes de otros, Sus figuras son construidas, de cate ‘modo, con una mirada benevolente y pasible de eausar em. ‘patiaen el lector. Al mismo tiempo, las “acusaciones” no tie. zen valor de verdad comprobado y siguen presentandose en el terreno de ls versiones y las conjeturas. Por ejemplo, tulos como “Tres torturadas y sus actsa: dos frente a frente" 8 "Habla el juez que intenogd a Camps? {ts denancis en lve huraitaradatan desde privipos de die sd, cuando Ta dency demands por ileclones de derecon hoses Zeus Spey una cntrenSonds por ‘Gant, a. 69,16 de febrero cde 1984 (el énass me pertenece “ Gent, ns, 963, 5 de enero de 194 (l nish me ponobecd [LAFRENSA DE LA TRANSICION, ae “camps, segin uno de sus acusadores” o diversas frases dentro dels nos Ena mayor de os casos este rl “scusadoselesasig- saa las vietimas cuando los meds de prensa focllzan enka Historia de los represores(Astiz, Camps, por ejemplo). En cambio, en algunas notas en que se les da drectamente la palabra alos sobrevivientes de centrosclandestinos de deten- Gans familar de especies a estate ara ignarlos es ota: no se pone tat el acento en los horro-| testis yor elo cna sao ls deecos foams que se cometieron en su contr, sino en la historia pula anterior de esas personas: ‘veces, on es sobrevivcatesmismoe Ios que se presen+ tan relatando su miltanca politica, como un mod de hacer intligible sa historia y relvindlear su ideologia.” En esta autoprerentaciGn de los exdetenldoe-desaparecldos, la isto- ‘ia pollea previa forma parte de ls datos bésicos de la- ‘on efdentifcacién y no pareciera invalider su positon de tfotimas ante los crimenes cometdos. Mas ain, le miltane {aparece como una informactén a tener en cuenta para con} tara verdad sobre lo padecido en los centrosclandestinos de detcncién Por ejemplo, uno de los tetimoniosreproducides en La Semana, algunos as después de la asuncién del gobierno constnclonal,comienza af © sobre estioaio de Aledo rao, en Get, 966, 26de enero de 1904 p98 (lent me pees) {Frejemplo una etre repro Levenson pbladaen Gee si O65, Gl 9 decors dee a lass confrons dt pe de or eemplo, vse a prosentacion de Lisndro Rat Cubes, sobre te eeu ern ets pads por Go, ie 3 hero de 1988, as presenacones dear sober Susana Bingo. ‘hs ara marty Sar Slr de Oana on Com im, 90, 16 def freoae nee 20 DEMOCRACIA, HORA CERO Mi nombre es Horacio Guillermo Cid dela Paz nai en la Re- piblice Argentina el 28 de marzo de 1987. Soy casadoy tenga luni de dos aos. Estudiéen el Colegio Nacional dela ciudad ‘dela Plataendonde en elao 1973 petenecaa la Unin de Bs tudianes Secundarios (ues) dela cua fu dirigente,y embl Peronismo Montonero activo en agua entonces en las esculas secundaria. Después del goe ltr de 24 de marzo de 1976 ‘4 domicile mis padres es allanado en dos oportunidades. El 15 demoviembre do 1977 fa secestrado por miembros def teligencia del Policia Federal Argentina, en las calles de Bue- os Ales. Fu condido al Cub Alétic dende fui torurado, Mi nuevo nombre fue X-8." [Ahora bien, esto es lo que los sobrevvientes dicen de s mis- ‘mos. Sin embargo, en ese contexto y en el conjunto més am- plio de las notas de prensa, el discurso periodistico presenta «sia historia politica generando un efecto de sentido contra- rio: el de asignar alos actos de los mismos desaparecidosal- ain tipo de responsabilidad por los erimenes cometidos en Este argumento no es nuevo y no se ha dado solo en el J4mbito castrense, sino que tuvo que ver-con el apoyo de la sociedad civil a las accfones represivas.®! Sin embargo, ee razonamiento, que seria rebatide de manera sustancial en lun momento posterior por las investigaciones de la Comi- sin Nacional sobre la Desaparicién de Personas (cowane?) y por el jucio alos excomandantes,tenfa gran pregnancia, Implicita o explicitamente, durante los meses que estamos analizando, Por lo tanto, en estos testimonios de sobrev a Semana, im. 368, 2 de diciembre de 1983, . 36 (elas me peteecr "Tse apoyo hs queda condesad en ses populares emblems como “er alo sero “algo hab heen ua spt te onside de los draareldo en popi desperion, {A PRENSA DE LA TRANSICION, 21 sientes publicados al mismo tiempo que las declaraciones de ‘muchos represores, la reivindicacién de la miltancia termi- 1a daindole argumentos ala justficacion de los crimenes dictatorales, en tanto los militares presentan a la “subver: sn" como causa original que provocé la represi6n. En los relatos posteriores (Nunca Ms, juicio) quedaron enfrenta dos ambas narrativas de manera excluyente (insistimos en ‘que para los sobrevivientes que daban testimonio durante Jos primeros meses de la transicién no necesariamente lo xan): porn lado, la de la victimizacién, en la que se ponta el acento en las violaciones padecidas, os derechos manci- Ilados y, sobre todo, en el sufrimiento corporal y psicol6gico de los detenidos-desaparecidos; y, por el otro, la de la mili- tancia politica de los seeuestrados, que sievis por ejemplo de angumento a los abogados defensores de los militares en el juicio de 1985. EL “DESTAPS MEDIATICO" CHICAS DE APA, PICANAS ¥ AVIONES wa de las caracteristicas salientes del denominado “show tiene que ver con el contexto en el que los me- dios, especialmente las revistas de interés general, presenta- ron las informaciones sobre los desaparecidos. El llamado “destape medistico", que se produjo cuando seempezaron a tratar aquellos temas que la dictadura habia prohibido, incluy6, ademés de la politica, todo lo que era | percibido como “amoral” por los militares el exo, las “ma: | Jas palabras", los cuerpos desnudos, ete.» Las revistas de! © Soe enfetaienode exis dos naratvs ener mismo mimes: operant contest ferent del dens nota de res ase Crea iio, La dlctadura ilar puso en marca un poeroso mecansao de ce sum es medio de comical, pereeuion series interven ‘eal de tevin hers y apres de dios Vesa lepe 2m DEMOCRACTA, HORA CERO ‘ctualidad exhibieron las imagenes a todo color de esos ‘cuerpos provocativos, mezcladas con las informaciones so. bre los responsables de la represién y sus victimas. De este ‘modo, en las tapas de las revista, junto.con las fotos de mo. ddelos que posaban en minitangas, mostrando sus partes pos- teriores en el escenario de una playa veraniega, se incluye- ron titulares que hablaban sobre los desaparecidos, El mis: ‘mo tono sensacionalista que cubria paginas enteras de los dlarios con noticias acerca de hallazgos de Xn se utilizaba también para mostrar, en las revistas de actualidad, “las eo. Ins del verano’. Al mismo tiempo, algunas revistas recién inauguradas, ‘como Libre, creada por la editorial Perfil el 17 de enero de 1984, construfan su bastién de originalidad en la desnudez provocativa de sus “chicas de tapa” y en Ia manera —segtin ellos~ *audaz” con que trataban el tema de los desapareci- dos, De este modo, el primer niimero de la revista Libre pro- ‘puso, con un avién alquilado y muntecos de pléstico, recons- truir “paso a paso cémo tiraban a los dessparecides de los aviones"* y en su terver ntimero publicé una serie de folos de una persona colgada, maniatada, vendada y tendida en un ‘camastro para recibir descargas de picana eléctrica, con el "to Imlay Goce (202) y Aellneds (1986), Alloa Ia censura 8 ‘arr de 19821983, s0 inicio lsmadndestape” Elantccdente ned ‘odeestefendmeno fuel destape” dela unas expo fies dels ios stat, centrado sobre todo en la produciénenenstogricn te ‘posraba pofsmentecesps destudor, en plc elas sn as beard consrs ang, "Ent tos espn Gen nm 56,26 de eneode 1984, queen st tupac, uncon afte de te ets en ang Lane mesa Iatols dana cry ens inter heute pens ee ‘Rana Camps, lds “Ars Campy Gane. 96 de er 4194, cer ed sto ni dee men en cao et ‘sun playa: "Yo a Hidalgo Sa ons Esta de Mec dea Aaa? (tessa ees as Cabs) y Toda Pata Mar dl Paige [Spalenica defn ar "Siren 1.17 de enero de 1984, ae tps pp. 6 [LAPRENSA DE LA TRANSICION. 2 tttulo “As torturaban a los desaparecidos en los campos de tconcentracién” Estas tapas eran ademds publicitadas a ps- gina completa en diarios como Clarin y exhibidas en los {guioscos de revistas, con lo cual Ia vsién de las imégenes ‘excedia ampliamente al conjunto de los lectoresefectivos de estas publicaciones. La evista Libre no solo incluye fotos de muiecos arroje ‘dos al mar com Ia cabeza cubierta por bolsas de plistico, sino también lade una persona flotando en el ro de la que se ve solo un brazo, Las fotos hiperrealistas, acompafiadas con ti- tus como “Ast azrojaban desde el aire alos detenidos desde aviones", “Como reconocer un cadaver" y “Flotando en la barbarie” (figura 3), son contextualizadas por un relato (“no- velado", segin las palabras del periodista que lo eseribi), ceuyo punto de vista estésituado en las percepeiones de un secuestrado que fue tirado al ro, y que termina as: ‘Los cuerpos fueron arastrados uno ¢ uno hacia la rampa. Cast ro hubo resistencias. Slo alguno que otro gto aplacado por Cl glpe de gracia ques arojaba al vacto. Juan Carlos quiso Tlevarse la mano a fente Incr la seal del ruz- No two tempo para completarla. St cuerpo estallé contra el agua.” nun recuadro de esa nota, Ia revista narra en detalle c6mo realizaron el “operativo",es decir, "la producci6n fotogrfica de simular la inyecei6n de per-naval [sic] y trastadar al ma- nigui encapuchado™* 1 Libre, ns. 3,31 deere de 198 iba. 1,1 de enero de 1984.9. 2 Pi ead “Cn ios elpert (fe perez vigil) Al aalisr oy ete materi real nudes yrencia au ‘Pod qu vo laren 199, eran el cantante de eek Charly Garin ‘fu rela un hoeaj lor doaparcie rend a maner en a2 {Er arojben dave von tlzando para ello helpers 9 utc al Salinas presescn seal ana foe npg or Habe de Bont 24 DEMOCRACIA, HORA CERO rou 3. Lire, nde. 1,17 de enero de 1984.6 Algunas paginas después, tras una nota sobre el nieto de un desaparecido, luego de otra en la que Susana Giménez seente- ‘aba de que al picana le decian “Susanita, porque hacia shocl, xydeotra més que analizabala cuestin de a impanidd para los solpes de Estado, la revista mostrabaa Leonor Benedetto posal. do completamente desnuda en una playa de Mat del Plat, Sila dictadura se habia ensaalo con los cuezposjovenes y ‘actives de miles de miltantes, ahorala prensa resolv su propio “destape” con imagenes insistentes de aquellos cuerpos mucog Y de estos otros cuerpostransformados en objeto semual. Ene oximoron que se halla en Ia expresién “show del horror” se ex: resaba esa inquietanteconvivencia de espanto y goce visual. ky no seria ase Pin, 1 de dcemre de 1999). Sin ebro, ‘de record en gu! momento qin jucsin cn ese parca ‘ca mucho anes ene marc del show el oor pornos ee {LA PRENSA DE LA TRANSICION. 25 [EL DEBATE SOBRE "COMO REPRBSENTAR” neste marco, a principios de 1984 se desarrllé wn dleido debate sobre los modios adecuados y convenientes para ro- presentaren los medios de comunicacion a experiencia imi try la desaparicign de personas. Este debate involucré 3( intlectuales, artistas, periodistas, poitins y miembros de Jos organismos de derechos humanos, tuvo como escenario algunas revistas de debate politico (como BI Porto), tras {de humor erica (como Humor y Satiricén), ademés de edi torialesynotas de opinin en daros de crculacién nacional. En términos generales, strats de una acusacién al perio: | imo, 04 cert tipo de periodisme, que confront6 alos medios de comunicacién argentnos con sus propios limites y res- pponsabilidades ala hora de tocar estas temsticas, ademas de dejar al descubierto ceras permanencias y pesistencas en Jas visiones del pasado de estos mediosypeviodstas “Aunque ls vanes & mencfonar, no pondremos el acento cen los actores ni en el desarrollo cronolégico del debate “ue se dio principalmente entre los meses de enero yFebre- rode 1984, sino en los argumentos que lo estructararon. Sintetizando los dstintos argumentos, hubo al menos cinco cuestiones que se criticaron con respecto ala caberti- ‘a petiodistica sobre la desaparicion de personas y que hicie- ron al cleo de lo que se dio en lamar “show del horror”. {as deseribiremos sucintamente 1. La observacion de que el tratamiento periodistico no ‘respetaba el dolor de los familiares de las victimnas Ante el ya referido “episodio de los sn", las voces que se le vantaron para pedir a los medios cierta mesura y respeto por el dolor de los familiares provinieron tanto del earnpo politico como del de los derechos humanos. Los rasgos cr 296 DEMOCRACIA, HORA CERO ticados en este eje del debate tienen que ver con lo morbo- so y lo truculento en el tratamiento medistico de las exhumaciones. En ese marco, el de enero, el presidente del bloque de ‘iputados del radicalismo, César Jaroslavsy, hizo "un rue 20 de piedad hacia el dolor'de los afectados por la victimas no identifcadas que se exhuman en distintos cementerios dl patsy reclamé que ‘el ejercicio de Ia ibertad de prensa dberfa alejarse de los centros tenebrosos y mucullentos” >> Esa misma semana, Hebe de Bonafini reclamé ante el go. bernador de la provincia de Buenos Aires, Alejandro An rmendériz, “el mayor respeto en los trémites de exhumaciéa dde cadveres enterrados ilegalmente" Lo interesante en este aspecto del debate es que Jaros- lavsky, al mismo tiempo que hace el mencionado pedido, aclara que “desde el punto de vista de a libertad de prensa ue ahora rige no encuentro nada objetabe’ en las informa. ciones que son difundidas™*' En ese sentido, uno de los elementos que enmarcaré todo el debate radicaré en discu- tir en qué consiste la tan mentada libertad de prensa y cud- les son sus limites. El delicado equilibrio que en ese contex- ) 10 sigue el discurso de los politicos ligados al gobierno ra- | dlical es, por un lado crticar este tratamiento periodistico, | ero, por otro, no levantar ninguna sospecha de interferit | ena libertad de prensa ni mucho menos de ejercer alguna ‘censura. Por es0, Jaroslavsky termina aclarando que “desde cl punto de vista humano y politico debo decir que consti- | tue un hecho lamentable a utlizacin de esta tragediaen nombre de esa libertad”.® £2 Tompo Argentine, 3d ne de 1984p. La Nac de enero de 198, 9. {Tempo Argent, 9c nar i 304, p7 ‘Tempo Arpt, 3d ener S988, p.7 [LA PRENSA DE LA TRANSICION. a 2. La denucia de que muchas publicaciones que antes {avorectar al régimen se rerientarom politicamente para ‘acoplarse a los nuevos tiempos “democraticos Enel marco de una incipiente discusién sobre la “democra~ tizscién’ de la prensa yel rol que tuvieron los medios duran- tela dictadura, muchos articulos acusan a las revistas de las igandes empresas periodistcas de haber colaborado con el Fégimen publicando temas ligeros en sus tapas en los mo~ Inentos de mayor represién, celebrando los triunfos de la ‘guerra contra la subversi6a” y ocultando la informacién s0- bre los desaparecidos. En el contexto que estamos analizan- do, tal como hemos dicho, esas mismas revistas empezaron, fa dedicar paginas enteras a a tortura, los ‘eadaveres Nos represores y los centros clandestinos de detenciOn, Por Io tanto, otras publicaciones que tuvieron un papel més critico tn el periodo dictatorial comenzaron a fustigar duramente estas posiciones. Entre otras, Humor, Satiricdn y El Porte- fo. Si bien, en su mayor parte, la prensa durante la dicta- ‘dura (Blaustein yZubieta, 1998; Schindel, 2012; Diaz, 2011), tcinclaso en los aos anteriores (Franco, 2012), habia tenido flrol de naturalizare incluso avalar Ia violencia represiva, teste argumento no fe esgrimido por las notascritieas que faparecieron en los primeros meses de 1984. Las principales ‘csaciones nose dirigieron tanto alos grandes diaros (Cla rin, La Nacién) como a estas revistas y alas grandes edito- Tiales que las publicaban, que habfan actuado sin dudas ‘como importantes propagandistasy aliadas de la dictadura ssn diese scat dennis show el barr 8 28 shlong const eds merce ew ren anno pane pet Vase pea seer ee eee 19 Satieon nam: 30, Fee 98, Baer ee db Bea Sr Une incon pe 28 DEMOCRACIA, HORA CERO en especial, editorial Atléntida (véase Gago y Saborido, 2011: 337). En ese contexto,en febrero de 1984, Humor, Saircén y 1 Porteno dedican un espacio considerable (y las itimas dos, sus tapas) a critica el “show del horror? 0 el "show de los Na” (figuras 4 y 5). La critica hacia el “cambio de cami. setas” convive con la acusacin sobre el tratamiento morbo. 0, sensacionalista y superficial dado por estas revstas a la temtica Alles donde se repli una vex mds el repugnante it del cam bio de camisetas, a mutacin delas careas, la aparicidn de los svivados de toda la vida, los profesonsls “peroditicos” des «speculcidn los inocentes hombres de prensa que — Oh, Dios santo! deseubrieron, redepente—como dirs el Chavor-que cexstian horrpilantes verdades que ser informadas J rede. ente Pérez Esquivel dejé de ser n subversivo premiada con Nobel dela Paz para ser simplemente el “argentino entero” LA despecho de los millones de compatriots que wotaron Dorel retomnoa una cotidaneldad qe loseencontrara cot los sgn del vida la justia y el respeta los zares de Ia “infor ‘acién’ se dedicaron a colgar en lo Kiosks racinos de culos Y senos, as pantalla de televisin habiitaron el show" dela ‘epugnancla, algunas revista desebrieron que los tole y tor tas existen només en estos sues, yates reslveron exmbiar ‘lramo de"Iaplida” por el el “eviente" © **Devominaloninsugurada por Bl Foren, fbrco de 1988 Gabe esas, diet det Poo, rata que we oes a ees“ al ero" ara poner en a tapa de a revit par tre dose de Feber de 198, en referencia ncomedia mata! de humor nega Th ociy Homor Show eens en lo ae stencn, Bnei on Gabe evn, eld 1 90d eben 3013 ‘Denomincin zat por Sain, febrero de 198, César Hermosa Spa, "Peseta a benef coal - Sco de caveres™ en I Porro, tam 24 erode 198 pa LAPRENSADELA TAMSIN, o neste marco, aunquc as acscones om caramente pl tens las nota noprofndizan demasiado sobre asfondo alice sobre sonst" Ui de sgn sonacions a pstodintas single, camo Envgue Wiequr publadas en spins de Bl Porc See ‘rouna 6. El Porteio, nim. 26, febrero de 1984 dol epi "Baigan Vinge yee vient’ x Pore to amas nn Be, erro O84 pp SH, Laer oe hy Gin: nr wcunning (len re ‘irs forse ec de ia rose Soon fone dete eva ch ana) oe Vngos ea igo’ un str mili qu en momenta oper paliamente Sinica conace es nformsicsienvepsan yoendo oa e ‘{Retnars ks sv pars evar nsiniocones A reec, Levis to ans presets irs pe Entei Ch Levin eal 20d oer 208, 500 DEMOCRACIA, HORA CERO Frou 5. Satricdn si, 30, febrero de 1984 1a sobreactuacién por parte de algunas de las revistas acu- sadas ens petendido papel de portadoras de as verdes antes ocultss, evidencia Ia intensidad de ese propsito de ‘eacomedamiento”. Un ejemplo es el ya mencionado caso de La Semana (dirigids por Jorge Fonieveechia) en su pre- sentaciOn de las entrevistas a Vilarino:* ‘Lunes 23, Hora 12. Legs Ral Vili, sesino y secuestrador confeso, Lo espera Ragnar Hagelin, el hombre que hace sete + tina nnn ein enn re cn etna t“ansguocan S e selec Gastar tun snp aero gceae eros aa i ee agen et ‘edad ote aa a a 4 doen bsl ID dccnrodeotep best me pnines) EAPRENSA DB LA TRANSICION, 0 aos lucha por encontrar su hija Dagmar balesda poreleapl- tan Astizy desaparecda en 1977. Habian tenido dos dislogos dlesgarradores que ts seu publics. Vlrio dio prucbas,« partir de elas eabrié una nueva causa la primera conta eles pit Asti. En ess causa vino a declarar Vilarino La Seuawe Consigui eercersucuarto poder Todavia hay una vie en je ‘0. Todavis hay mucho por hacer!” Es necesario decir que, en el clima de denuncias y bsqueda de responsables sobre lo ocurrido en el pasado inmedisto fque caracterié ala etapa que estamos analizando,” la pren- {a no fue vista como un actor fundamental entre los acusa- ddos de complicidad con Ia dictadura. Tal vez porque en ese ‘momento.no eran visibles 0 claramente delimitables las res- ponsabilidades civiles tal vez porque el ejercicio de “reaco- modamiento” de los grandes medios fue eficaz, ya que las {enuneias de complicidad com la dictadurs tardaron muchos ‘afios en emerger hacia la superficie del debate politico. 3, La acusacién de que los meios hablan transformado la cuestion de los desaparecidos en material para la venta Muchas de las anteriores acusaclones van acompatiadas de tuna invectiva hacia esos mismos medios en el sentido de que tal tratamiento periodistico se debe, fundamentalmente, al desco de “vender”, 0 sea, de convertir en mercancfa period: tica la informacidn “candente” y novedosa que empezaba a surgir en ese momento en torno a la represién. “Ademés de los mencionados articulos de Humor, El Por tefo y Satiricdn, el lésofo José Pablo Feinmann publica una nota de opinién en Claréx que critica este aspecto, no sin re- 1 La Samana i. 373, 26 de enero de 188, 3. * Vee lato de Maries Franco en ese volumes, an. DEMOCRACIA, HORA CERO ‘ordar el rol encubridor de los medios durante la dictadura ¥yeel tipo de tratamiento de la informacion que los medios hhacfan para lograr convert “nuestras grandes desdichas na. Cionales” en material para la venta: ese atanto dolor an pareidolos bites del esti macabro. ténagut, entre nosotas, dese lo quosos de eit exe ay |mpucicia. Son os meradere de a muerte.) Cero perdi mo queatravestentrelacbseevencs, a rivlidad yl slencees sosnegros del Argentina sehalanzad area una desmesie, Porcjemple,en Grand Bourg, Mar del lt y Charts | | | {A VIOLENCIA POLITICA EN LA NORAD 2 algtin caso ratifcada) de que los cuerpos correspondieran a personas desaparecidas. En algunas de estas notas se trans- {ribfan denuncias de organismos de derechos humanos que ‘aban cuenta de un cadaver que tenia disparos a pocos cen- timetros del euerpo, dato que indicaba que la vietima haba sido fusilada, Junto a estos articulos se publicaron otros en Tos que diversos funcionarios estatales ponian en duda algu- nos de los aspectos denunclados —tales como la clandestini- dad o la nocturnidad de las inhumaciones que se sefalaba en las informaciones—, on los que un juez explicaba uno de los decesos como fruto de un “enfrentamiento” entre mi- litares y "subversivos"e identifcaba la figura de la victima con la del combatiente armado (algo lejano, por ejemplo, 8 In explicacion citada mas arriba que daba cuenta de una vi ‘ima fusilada).” Es decir, yaen 1982, en las paginas del diario se daba un ugar importante alas denunclas de organismos de derechos Jumanos, aun cuando estas noticias convivian con otras que ponfan en duda esas mismas denuncias. Sin embargo, este tema —planteado de ese modo— luego desapareci6 de la agenda periodistica hasta los primeros meses de democra~ cia, Emeste sentido, hay que agregar que esta tanda de not tias acerca de los cadaveres N¥ se dio en un marco en el que Jos militares se sintieron irrtads por el rechazo de los prin- cipales partidos a su propuesta de “Concertacion politica”, y porlas marchas de las organizaciones de derechos humanos fen las que se pedian explicaciones sobre las desapariciones. Esto se vio rellejado en el diario cuando se reprodujeron de- claraciones de militares en tono desafiante, como las del go- >> ara eta anda denoising sb caves ana igus sticons do 1982 de La Gast: 3 de cca. 2,24 degre 4:25 {octubre p27 de cx, 4 29d cbr, p 3 12 de movers 4.28 devviacon pds, p 3 de diem, p27 9 Uedccme, 4 See caso de center de Grand Boar. ease ‘Suc de uan Gand nel prevent olen, x0 DEMOCRACIA, HORA CERO bemnador tucumano Antonio Luis Melo, quien sostenta que Proceso militar” no aceptaba "ser entado en el banquillo de los acusados por persona oinstitucién alguna", o la del Jefe del Estado Mayor General del Ejrcito, que afimaba en ‘una nota de tapa que las madres de desaparecidas que inda- sgaban por el paradero de sus hijos eran “madres de terroris- las’, y que se estaban publicando "permanentemente hechos| parcales de la guerra que vivimos contra la subversién’ = Este clima politico fue tratado por el columnista Anaya, {quien sefialé a los desaparecidos y alas “tumbas xn como “Tactoresaltamente perturbadores" del proceso de “normali- zacién institucional’, y alirmé que esas cuestiones estaban actuando como “ingredientes inflamables" que podrian poner en juego el retorno democratico.® Elcolumnista de La Gace- ‘a sefialaba, as, que “la implacable fiebre investigacionista” parecia querer llevar a nuestra sociedad a una “confusidn sui- ida" y que se estaba “enrareciendo el ambiente asta limites cextradrdinariamente peligrosos',y hablaba de un “clima de agitacion publica que no permite garantizar un desenlace fe- lizal proceso de normalizacion constitucional”.* El tono de Anaya parecfa ser de alarma y advertencia con respecto ala conveniencia de poner en el centro dela agenda periodistica ¥y publica estas cuestiones. Consideraba que poddian ser irri- {antes para los militares y que, si se deseaba alcanzar la de ‘mocracia, habla que silenciar postergar el tratamiento de Lo sefialado en el pérrafo anterior acerca de las denuin- cias en la provincia de Buenos Aires, y del clima politico en cl que se desarrollaron, quiza permita entender la manera fen que La Gacetatrat6 informativamente otras denuncias te Gacta, 6 de nove de 198, 9.6 te Gaeta, 7 de orem de 1982p. 21a Gace, 18 denver de 1882p. 2 1A VIOLENCIA POLITICA BN LA RADA, au que enestecas, se eferfanalaenistecia de cadavers wv Shoe cementerios locales. El dao publ al respect al unos artculos de produclon propi, en margoy maye de £965, yes ubiod en sus paginas fale, habitualmente ds- {inna acaba informactones locales. En general ls nota no amplificaron ls denuncia ealeada por los fan Tare de desapaecies, per tele do un har importa tcalasdeclaracionesprovndeates dels Policia o dl apara toad, En ese sen, esta cobertura propia Sos cases ( dh tueumanos dere en forma notoria de a realzada a ) fans de 1982 sobre ls comentarios bonaerenses, parti | dz ardclos de gencas porte, Enel azo de Tucan 1s | frimeros areulos hacen eferencin sn exhamacn de os avers ton el eomentrio de Corl on, lest dela ca pital en marzo de 1983. Ala hora de exper el mtivo del Fallecimiento, se reprodacen ls expliariones de funcon or judicals 9 policiales que hablaban de un “enrent- Trento" armada con as fuerza de spur para asociar | Tn guradel codes soon la del “combatlentearmad’, se Indleabe que une de los eurposexumados"vestla pant lin y cami verde” Por ora parte, en mayo de 1983, el Ginn inform ao argo dence artical acerca de a cx fencin de"106 eadfveres sin ldentifea” en el Cementerio del Nort, dento dea capital, ys roproductan las woes Sucilels que daben event de easton de “normal Gad con respeto a eno se aban realizado la numa Sones en ez ga Sealando gue pian correxponder 4 truerts de Torta natural” #cauna de acldentes,ente tira), En este caso, diferencia de lo dicho sobre el oo Ementerio twcamano, las mucries nose ecudraban ena ura dun enfentamicnto, Aden, se mostrabaa tS de una foo que el reas del comentsio eran ugar ord ado yprolioysesefelaba que el oes estaba siguendo la 25 ta Gece, 20d are de 1983p 1.y 25 de marzo de 188, p10 a2 DEMOCRACIA, HORA CERO “ramitacién normal en estos casos" para, finalment, indi car que no se harfan exhumnaciones, "ya que los farniliares| de desaparecidos no poseerian pruebas o indicis suficien- tes como para justificar tal medida’ > La cobertura perio- distca no acta lugar a declaraciones de los denunciantes, yenella se puede encontrar una tension entre la magnitud ‘numérica informada en la denuncia y la forma en que era smostrada la tramitacién judicial que intentaba dar cuenta dde que no habia nada que estuviera fuera de lo “normal en estos casos”, En sintesis, en estos ejemplos puede verse al esfuerzo de La Gaceta por construir la informacién de ma- nera de encuadrar los casos locales fuera del tema de los desaparecidos. El diario volié a publicar una buena cantidad de notas informativas sobre cadaveres nx entre finales de diciembre de 1983 y principios de febrero de 1984, durante los prime- ros meses de democracia. En comparacin con la tanda de finales de 1982, en esta ocasi6n las notas reflejaron la am- pliacién geogréfica de las denuncias y las actuaciones judi- ciales que abareaban otros lugares del pais. Allo se le agre- 126 un buen nimero de articulos de corresponsales propios ‘que daban cuenta de casos regionales (Salta; Jujuy y Santia- 40 del Estero). La cobertura permitié pereibir un impacto ‘cuantitativo, en el que las estimaciones hablaban de decenas ‘centenas de cadéveres Nn, por ejemplo, en los cementerios de Cérdoba, Mar del Plata 6 Grand Bourg. El corpus docamental analizado abundaba en descrip- ciones que hacen referencia a un nivel de violencia agobian- te (erdneos con orificios de bala, destrozados por golpes © cadiveres decapitados, entre otras descripciones), aunque cera escaso el material fotogréfico con el que el diario refleja cescenas escabrosas (como fotografias de crineos ode huesos [LAVIOLENCIA POLITICA ENLA MIRADA. aa alJado de una foss).” La cobertura periodistica dio un lugar {importante a las voces de los denunciantes, que solfan ses, entre otros, los familiares de desaparecidos 0 los organismos de derechos humanos. ‘En esta tanda noticiosa, muchos de los artfculos daban cuenta de las victimas sin mencionar pertenencia politic, Slgunos de ellos tenfan como volanta la palabra “derechos Jnumanos’, y habia notas que ampliaban el universo de las tfctimas a mujeres embarazadas oa nis y discapacitados. Estos titimos casos sefialaban victimas que no podian ser tadscripia 2 la “subversiGn” o ser identificadas con el com batiente “armado’, y reforzaban la descripeién del horror. No obstante junto a esas notas, aparecen algunos articulos| acerca de cadiveres Nx en los que se habla de “extremistas" (en los que los asesinados son vinculados con alguns orza ihizaciém armeda de Izquierda como el Bjécito Revoluciona- Ho del Pueblo (ex0)2 Asimismo, aunque muchos de los a ffoulos generan la impresion de personas asesinadas en si- fuaciones en las que estaban indefensas, existen algunos ‘tras en Tos que se ubica alos nw como "muertos en enfren- {anfentosmallitares” o en intentos de fugns, dando cuenta de Ta permanenciay la circulacién del encuadre expliativo uti- lizndo habitualmente por los militares y que, en buena me~ dida, ea también el del diario.” En estos primeros meses de democracia, existio escasa cobertura acerca de cadéveres ven el teritorio provincial. En un articulo acerea de una texhumacién hecha en el cementerio de Lules,en la zona del ‘Operativo Independencia, se hizo referencia a que el entero Los casos en ui se mle x ip de fotogratias ane Gata an dediambre de 1983p. 42 de eer de 1984.10; 16 de ere Je {a9 bebe de 984 D3 SSE; Cll ae enero de 1985p. 1,327 de maran de 1984.4 Te Cac, ete de 988, p.3)28 de tre de 1989, 0-45 ar dado de 198. 39 dedcembe de 1983, p02 cD ae9e4 pt 34 DEMOCRACIA, HORA CERO ‘se habrfa consumado durante el ato 1975 (cuando se estaba ta Gaeta, de crue de 1983p. 2 Boi en La Gari, de oie de 1983p. 8. |LAVIOLENCIA POLITICA ENA MIRADA, 2» Bl editorial usaba esta euestion, que desde esa mirada daba cuenta de la autonomfa de algunos jueces frente a los mil- tares, para pedirla continuidad de los integrantes del apara- to judicial que haban actuado durante la dictadura conside- trndo este asunto como “un punto esencial concerniente a qa préxima normalizacién institucional de la Repsblica’. Esto se daba en el marco en el que los organismos de dere- cchos humanos ys faniliares de desaparecidos hablaban de fos “jueces del proceso” para denunciar relaciones de com- plicidad entre los militares y el aparato judicial durante los tiempos dela dictadura.” “Con la llegada al poder del alfonsinismo se abrié una ‘etapa marcada por la anulacion de esta ley, el decreto de juz- tzamiento de las tres primeras juntas militares en el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, y donde las actuaciones {dela justcia civil en las causas por desapariciones y las de- ‘uncias de violaciones a los derechos humanos tomaron un ian impulso, Si bien algunos ofciales ya habfan sido dete- Inidos durante los dltimos dias de la dietadura por este tipo dd causas,el tema pas6 a ser uno de los mas sigificatives en tstos primeros dias de democracia, y eso se not en la super- file informativa del matutino, en la que se sucedfan muchos fartfeulosinformando acerca de citaciones judiciales, proce: famnfentos y detenciones de militares. En este mareo, la €o- Tuma de Anaya se refi a estrategia judicial de Alfonsin sbierta con el uicio sumario contra las juntas militares jun- to al procesamiento de los euadros sobrevivientes de las or tganizaciones armads de izquierda. El periodista setial6 que ‘Ta mayor habilidad del planteamiento es que el presidente ‘ha repartido las cargas en ambas direcciones’,y sefial6 que > Sobre el uso de a ase ce el proces, ve puede er uma nota satu ela qe nue ce ferent lens pra rca ex SERPNio ens Gace 2 de noviembre de 1983, p. 4 Vs l areas (de Tuan Gandolfo en ste volume ss0 DEMOCRACIA, HORA CERO este tipo de decisiones eran vistas satisfactoriamente por los “espirtus democriticos’, oponiéndolos de manera implicta alos sectores de los organismos de derechos humanos y de los familiares de desaparecidos que eran eriticos dela estra- tegia del alfonsinismo. En la nueva coyuntura politica, cuyo objetiva y valdr més declarado era Ia democracia, Anaya desacreditaba a algunos sectores de los organismos de dere chos humanos considerindolos antidemocréticos, del mis- ‘mo modo en el que lo haba hecho bajo el régimen dictato rial cuando los consideraba cercanos ala subversin. En la misma columna, Anaya también sefalé que "Tos represoresilestimos se encuentran en el pals, mientras que Jos que comenzaron esta cadena de horrores y son mencio- nados por los proyectos oficiales permanecen en el extranje- roy han sido, de hecho, alertados para que no regresen”, ‘uestionando la factibilidad de que la estrategiaalfonsinista de juzgamiento de los “dos terrorismos" pudliera ponerse en pictica.” En su columna de fin de fo, el periodsta se rei- i nuevamente a la estrategia judicial del radicaismo y la caracteriz6 como una "reparacién jurfdica y moral de los festragos humanos por la guerra més cruel que la Nacién 30+ ports", sefalando que “lo més comin es que al término de tuna guerra, el vencedor imponga su justicia’, pero que “esta haa sido tna contienda en que amas partes perdieron y un tercero, basindose en la Constitucion y el Estado de dere- cho, se propone juzgarios". Abriendo otra vez un manto de dduda, Anaya afirmaba que la situacién era “inédita en nues- ‘a historia" y se carecfan de ‘presunciones frmes sobre sus resultados”? Por iltimo, mientras varios sectores de fami- llares de desaparecidos, entre otros, cuestionaban la deci- sign del alfonsinismo de que fuera la justicia militar la que juzgara en primera instancia alas juntas militares, Anaya La Guest, 15 ede de 983, p. 2. a Gaeta, 31 de debe de 1983p. 2. {A VIOLENCIA POLITICA EN LA MIRADA. as cseribié otra columna donde se alineaba de nuevo con las tstrategias convenientes alos militares e intentaba conven cer a sus lectores de que los tribunales militares no iban @ ser "blandos” a la hora de juzgar a sus pares.* Como se desarrollé en Ia seccién anterior, el diario cu- brio informativamente las increpaciones hechas por familia- 103 de desaparecidas o miembros de organismos de derechos Jhumanos a los militares que iban a declarar durant los pri rmeros meses de democracia. La cobertura las nombraba, ‘como “agresiones” y La Gaceta les dedioé dos editoriales. En tuno de ellos, el editorialista hablaba de “borrar Ia marca te- rrible del odio” (contraponiéndolo a la “grandeza de la re- Conciliacién’) evitando que el pais reduzca sus dias futuros “ala penosa tarea de escarbar sus pistuls sin otra mira que cl desquite”, senalando que “culpables ¢ inocentes no se di- vviden de manera tajante”y afirmando que se convertiria “a Jas vctimas en victimarios yviceversa” para engendrar "aue- vos resentimientos que alguna vez tendrfan su estallido” LLuego de esos deseos y advertencias, que parectan mostrar ‘una victimizacin de los miembros de las Fuerzas Armadas, tltexto afirmaba su deseo de que la “justicia haga lo suyo".” Fl otro editorial, ya mencionsdo, es el que seftalaba a quie nes increpaban alos militares en fa via piblica como respon- sables de una posible reapertura de la violencia politica y de {que se produjera un nuevo golpe de Estado: En el marco de la citacionesjudiciales que se sucedian en los primeros meses de democracia, el diario public6algu- nas cartas de lectores que reaccionaban frente aestascuestio- nes, Esto es novedoso, ya que durante los dlkimos meses del periodo dictatorial Ia seceén abarcaba, de ianera preponde- ante, cartas que hacfan referencia a temas polticamente me- a Gat, 1° de marzo de 1884 p2 2 ta Gat, 7 de onero de 198.6 "a Gact, 20 de enero de 1984p. aan eennnanne ss DEMOCRACIA, HORA CERO ‘nos signifieativos y muchas veces relacionados con, por «ejemplo, problemas de limpieza urbana o de transporte, El primer par de cartas es de enero de 1984, y en la primera se ‘expicaba lo sucedido en los afos etenta con el ya analizado «encuadreinterpretativo de la "guerra" ocasionada por la "sub- versiGn’, en la que los militares participaron eumpliendo ér- denes del goblerno constitucional. En ese marco, a autora de la carta sefialaba la pérdida de un hermano en manos de los “extremistas’ y decta que frente esa pérdida mantenta “si lencio",pidiendo que “los argentinos sepamos perdonsas” de acuerdo a los ejemplos del papa catélico Al dia siguiente, un lector respondié con una carta titulada "Perdonae” en la {que ponia en primer plano la existencia de desaparecidos, ‘pero no crticaba la teorfa del enfrentamiento armado y cain cidia con la cuestisn del “perdén" cristiano’ El segundo par de caras fue publicado en marzo de 1984, Se presentaron con el titulo "Subversién’ y la argumentacién de fondo era pare- ida a la del primer par! En el momento en que vatios mili- tares eran citados judicalmente, yen medio de la ampliacién de as denuncias vel pedido de un castigo judicial por pare de Jo organismos de derechos humanos y los familiares de desa- parecidos, algunas de estas cartas hablaban de un “perdén cristiano, También sacaban a la luz la explicacion de los en- frentamientos armados y manifestaban que ambas partes bfan sulrido y que todas eran responsables, aunque la subyersién més que los militares, porque habia iniciado la violencia. Ast, también a través de ls cartas de lectores —fue ran auténticas 0 no—, el diario constrafayreafimaba la leg timidad de su posicién general sobre el pasado el presente. 3 Resita rare que la espsade unector «le carta da oto lector eu publics al assented "a Gacta, de mario de 1984p. Ty de mart de 1986, p. 6 [LAVIOLENCIA POLITICA EN LA MIRADA. 3 [En abril de 1984, un exfuncionario de a dictadura en la provincia de Tucumén, el pediatra Emilio Grafa, participé ‘deun acto organizado por Familiares de Muertos por la Sub- ‘ersién (Pants) en la capital tucumana y reivindie6 el golpe ide Estado que dio comienzo ala titima dictadura,sefalando {que los militares habian salvado la reptblica del caos y la snarquia. Grafia atribuia la culpa a peronistas y adicales en la construceién de aquel estado de cosas ycrtieaba el hecho de que alos “vencedores" (los militares) se los estaba some- tiendo a juicio* Estas declaraciones motivaron la aparicion detres cartas de lectores crticando con diferentes argumen- taciones las palabras de Grafia** En la primera carta se re- tomaba la explicacién del enfrentamiento entre dos bandos, al tiempo que se desvinculaba al radicalismo y al peronismo de responsabilidades en relacién con lo sucedido en los ais setenta, La segunda carta evitaba la explicaci6n encuadrada ten el enfrentamiento armado al definir a las victimas de le represién como “hombres de bien” que se opusieron al golpe (por ello "fueron tachados de subversivos"), y no como sue tos armados, y agregaba que las desapariciones y os méto dos de los militares no habfan sido “excesos”, sino “erime- nes’. Por timo, la tercera carta usaba la palabra "genocl- dio” para referise a lo realizado por los militares, dando ‘cuenta de tun universo explicativo que, al gual que el de la segunda carta, situaba a las vitimas fuera del marco inter pretativo de los enfrentamientos armados. Como hemos po- {ido observar el universo explicative de la guerra ya "lucha contra la subversion” yen menor medida— el de “los dos terrorisinos", todos estos incluidos en el marco de los “en- frentamientos armados", era preponderante en las paginas del diario durante el periodo analizado, cuando se hacia re- vse a column “Panorams tcumano” en Le Gao, 16 de abi de "ars cara rom pubis en Le Gata, 1 de bel de 984.6. Tee ee ase DDEMOCRACIA, HORA CERO ferencia a lo stcedido en los aftos setenta. Sin embargo, ‘como muestran estas catas, durante ls primeros meses de ‘democracia comenzaron a fitrarse algunas apreciaciones 0 ‘érminos que discontinuaban aquellos encuadres explicati- vos en tanto que dejaban de asociara los desaparecidos con Ja figura del combatiente armado. No obstante, esto no era Jodominante y se lo podsa encontrar, como hemos visto, en algunos de los artculos sobre cadiveres xo, de manera ain ‘menos comprometida por parte del diario, en algunas cartas de lectores, de hecho eran solo dos de las site misivas que acabamos de comentar Concwustones Como es evidente, durante el periodo analizad, el esquema Interpretativo ms importante que se puede encontrar en el diario para explicar lo ocurrido en los anos setenta es el del enfrentamiento armado originado por la "subversion". Den- tro de este tipo de explicaciones, la que hablaba de a "guerra lucha antisubversiva” con “excesos" era fuerte en las pdgi- nas de La Gaceta, y mas alla de que fuera la explicacion de origen militar lo fundamental es que se constiruyé en la I- rea propia del periédico, También circulo en sus péginas la cexplcacidn de los “terrarismos enfrentados", sostenida por Ins columnas de José Ignacio Lépez, Esta interpretacién era ‘jena al universo explicaivo militar y era de uso ms exten- Deecho, le noi de “rans forma pred scones de go revel comm han hecho alguns autres Vase Vsconsy {uber Gots), Legare (203) sare demcerai, ean (2011) Come = Tan Visncovaky y Ger (2005), ee nosiones fron un hint Geen ‘acd esetcn dele interne dea pny sponta tn ede de ‘scion bnrado en ns expen de revert pofundamete el nciona. tent pollico dl posado. En es seo, "arco or ne exten “aa delosntlectles prs interpetar lo el ua crap cat ydrssonal proeso masque uns renldad Pero espinado lun dere ts sends contin estanto presente en muchos de oe trasjs actuals Poel, enet ext pelos eet l pride de ue mts ete coma penta 9 "poiern democrat” "Sind, edo procs trea x spre bio ndeterminado pao store ett eta iceridmbres lore mee ser ‘lads deus arcane Jase, enue popu sever 2 ‘rte arin con ss carci opis deta momenta Mica DEMOCRACIAY DERECHOS HUMANOSEN 1984... 363, ros, y por eitar solo los ejemplos mas notables, alo largo de 1984 —como analizaremos a continvacién—les desapareci- dos no eran todavia vistos ni como tan inocentes ni como tan jovenes (al menos, no haba un relato generalizado sobre esas cualidades), la “lucha antisubversiva” no parecia ser tan ‘condenable, la denuncia de la represion militar no Iegaba a consttuir una imagen clara sobre la naturaleza radicalmen- te distinta de los erfmenes cometidos, y la “reconeiliacin” cera un horizonte de sentido vido para muchos de los acto- es fundamentales dela escena pablica. ‘Siguiendo estos aspectos poco estudiados por la inves- tigaciones disponibles, el presente texto se propone revisar cl periodo delimitado por dos momentos que hemes tomado como puntos de referencia: la asuncién de Alfonsin como presidente democréticamente electo en diciembre de 1983 y Ja publicacién del “Informe Nunca Mas" como libro en no- viembre de 1984, Aunque ese es el perfodo especifco que hemos analizado, el marco temporal esta dado por un pro- cceso ms largo que obliga a considerar, al menos, desde el fin dela guerra de Malvinas, en junio de 1982, hasta el final del Juiclo a los excomandantes, en diciembre de 1985. Muchas de las paricularidades de la etapa analizada se fueron mo- Glfcando o definiendo en forma progresiva luego, al calor de Jos hallazgos de la Comisién Nacional sobre la Desaparicién de Personas (CONAnE) y de las luchas politicas y judiciales sobre qué hacer con ese pasado atin tan presente. Sin embar- £0, las especifcidades dela coyuntura previa a esos hallaz- ‘20s han quedado invisibilizadas y el perfodo que se extiende entre fines de 1983 y fines de 1984 ha quedado subsumido, ‘camo un todo, en lo que vino despuss. En sintesis, el objetivo de estas lineas es observar ese pe- ‘fod corto can un lente mas cercano y repensarlo como un ‘momento singular en relacién con los problemas centrales vineulados a los erimenes del pasado dictatorial: el proble- ma de los dessparecidos, el rol de las Fuerzas Armadas y las Sliemativas del horizonte de recomposici6n politica y de Justicia deseable y posible.* Aunque se trata de poner el foco en las marcas particulares de la etapa, la hipdtesis de que ‘lla debe ser considerada como tun momenta espectico no implica que sus rasgos hayan exstido yu operado de la mis 'ma manera en todas las dimensiones en pugna en esa coyun tura. Al poner a prucba la idea, encontramos que, efectva ‘mente, para la mayorfa de ls discursos, las representaciones xylos debates vinculados al problema de la dictadura en su facetarepresiva los primeros tiempos postautoritarios fueron, mucho més complejo y diversos deo que se recuerda al aso iar “la transicion democritica” como momento de consol- daci6n del discurso de los derechos humanos y de condena al terrorismo de Estado. As, por ejemplo, hubo una mayor ‘multplicidad de actores legitimos para hablar del pasado ue los habitualmente recordads —actores que se han ol- vidado o que han sido pensados como un todo homogéneo, por caso, las Fuerzas Armadas—; otros actores que luego se consideraron absolutamente legitimos e incuestionables como los organismos de derechos humanos—no lo eran en la época, y las nociones en coniicto sobre lo sucedido eran ms variadas, con sentidos y lenguajes para referirse alos desaparecidos que circularon en forma masiva y que Iuego fueron considerades como inaceptables; hubo una san cantidad de procesos que no cobraron sentido sino ‘mucho después, y que en aquel momento eran pereibidos ‘como confusos ¢ inciertos por los actores en juego: y sobre todo, habfa una gran cantidad de interrogantes sobre el fu- ‘uro que no tenfan respuesta y que causaban temores sobre No sostenemos que ainsi de ete prod corn en me mora eo a produce seams bay sto adrede, qu ersnda se "po dentenconalidsd, sino ques carateica naan it ad {testo proceane periments se mirronyesudlaon 8 una mane ‘mic amoln panerimicn(\gadeetnosaHhzaeth ein su cement 2 steal y esta precsionmetodlepica) DEMOCRACIAY DERECHOS HUMANOSEN 1984... 365 tun posible regreso del pasado, No solo del pasado autorita- rio, sino también, como veremos, del perfodo previo: “La época de la subversi6n”. Por lo tanto, lo que surge a partir de las investigaciones realizadas para este libro es que ese primer momento demo- Critico, especialmente todo el aio 1984, constituyé un perfo~ do con espesor y caracteristicas proplas y no un mero “past~ je" entre dos instancias determinantes. En sintesis, desde ‘nuestro punto de vista se trat6 de una coyuntura con las si- sguientes caractersticas ; 1) fue particularmente abiertae incierta,estuvo atrave- sada por permanentes disputas politicas y de sentido, y en Cll no estaba claro el resultado final que adquiririan ciertos procesos que hoy parecen tan evidentes y hegeménicos: 2) tuvo continufdades muy fuertes con el pasado de la dictadura y del perfodo anterior, que indican que el corte institucional y el clima antidictatoral dela transicin no si nifcaron un cambio inmediato de percepciones publicas so- bre lo sucedido en los afios setenta,y que el gestofundacio- nal de Alfonsin convivié mucho tiempo con esas continuida~ es, tanto en el propio discurso gubernamental como en las pricticasy las nociones sabre el pasado que portaban mu- thos de los actoresy las voces centrales de la épocs: '3) en ese coyuntura también convivieron, en la escena pailica y con absoluta legitimidad, un amplio arco de val res, representaciones del pasado y del presente que estaban fen disputa y que pueden parecer contradictorios entre si, ‘mirados desde los valores actuales; ‘#) Ia jerarquizacién de los problemas politicos y los de- bates en ese periodo fue distinta a la dea etapa posterior, de modo que muchas de las discusiones que estaban presente, fa peser de su relevancia piblica de entonces, no han legado hasta el dia de hoy, y otras que nos han llegado no eran ne- cesariamente dominantes en su origen; 5) los actores se movian en escenarios de prucba y error con respecto a sus posiciones, acciones, concepeiones y de- 6) los limites deo enunciable y escuchable eran mas po- rosos, inciertos y heterogéneos de lo que se sucle recordar, y eran permanentes las disputas por el corrimiento de esas fronteras de lo decible. Como hemos dicho, el objetivo de este trabajo es volver a pensar el perfodo en sf mismo, como un momento seminal en el cual ya podia advertirse el nacimiento de legitimida- des y valores nuevos (quchos dello habian surgi enlos tkimos aos de a ditadura pero ano eran a legtimos 0 indiscutibles como comenzaron a serlo lego), tampoco eraevidente la muerte de lo “viejo. Si bien no sabemos con exactitud c6mo se fueron consolidando esos sentidos nue- ‘os, s{podemos afrmar que debieron ser social y politica- mente dspatados, negociados y construldes, mediante un proceso que sol habriacomenzado a definise n trminos politica y memoriales més tarde, a partir de os resultados ela investigacin de la coxabe®y luego con el julio alos ‘excomandantes, Excede a esta investigacién explicar eémo {ypor qué el Nunca Mas el juicio funcionaron como facto- ‘es progresivos de consolidacin de certs interpretaciones sobre lo sucedido, en tanto comenzaron a instalar tna ver ad oficial socialmente aceptada. Sin embargo, la indaga- in colectvarealizada muestra que es probable que ambos pudieron funcionar como instancias de construcei6n de sentidos reconocidos pablicamente porque las disputas \ prevas se estaban reslviendo en alguna direcidn, Es de- \ci. tal vee ni el Nunca Mas nel uci inventaron sents “incxistemes, sino que esos dos eventos pudieron transfor- ‘marse en hitos porque, mas all de su importancia y su valor como actos legals yo institucional, también permitieron Ja resolucion —siempre parcial, elatva y confitiva de las relaciones de fuerza y los sentidos en disputa de los me- ses previos.® EL PROBLEMA DE “QUE HACER CON EL PASADO ‘Si una realidad y una percepcién de época acompatiaron los primeros meses del nuevo gobierno democritico, para os prin- Cipales protagonistas politicos del perfodo fue que “la demo~ | tracia no estaba asegurada y su continuidad dependia de | ‘eémo se dirimieran los conflicts con las Fuerzas Armmadas y | fe elaboraran los teribles acontecimientos recientes. Por lo | tanto, muchas discusiones y representaciones fundamentales {que comenzaron a tomar forma por entonces no eran meras Iuchas por el sentido y por la interpretacion del “pasado”, cran urgentes problemas de cuya resolucién pottica y simbé- Tica dependia el nuevo orden. Eran problemas de poder reales 'y presentes, aunque la manera de dirimirlos y comprenderios también conllevaba una puja de sentidos y una incertidumbre sobre cules de ellos prevalecerian en el futuro." Elproblema dela justica fue, in dud, uno de los temas ‘roncales del perfodo, porque los actores con responsabilidad politica y la presidn de los organismos de derechos humanos Jo fueron transformando en la escena donde debia resolverse + Por jem, lgnos de los sentido es ontayeron en tor jue Aen ids perdraon bast present ores, como oe ‘Aiea dea mien dene cia qus ha velo carb Sobre ‘Nunc Ms emo tease Creal GDB). Sobe jlo, ease Nino (ia0p y Gonsce Bonita (295) Blo sgn or cant de cofrootcindscursia (rateable yanatzable en fos Socaenton dn per) cae er ditinguid aie Ime elie or scores os rican geil Setters, Pro tno dissed ae Bem pried eta th Stgscloa ne pone servis ses comidera a coo wa ma [Enis deeper por amps cero un densi ston 3s DEMOCRACIA, HORA CERO cl pasado, aunque difrieran sabre cul debia sera construc- cidn de ese escenario judicial" Pero, como sefala Elizabeth Jelin (1995) con respecto a los organismos de derechos hu ‘manos, en 1983 ni siquiera estaba claro en qué podia ni debia ‘consist e castigo por las violaciones a los derechos buma- ‘os, y existia la duda sobre si podrian probarse los crimenes 4 pesar dela voluntad gubernamental de establecer alguna Forma de justicia, Més an, la tension entre averiguar la "ver dad” sobre los desaparecidos a través de las exhumaciones y Ja identificacion de los xx, por un lado, y el “juicio a ls eul- pables’, por otro, hacia que parecieran cosas exclayentes, {dado que se temfa que las exhumaciones indicaran legalmen- ‘eel momento del crimen y porlo tanto, eomenzara a correr el tiempo de prescripeién, En otros trminos, ni siquiera para los organismos estaba del todo asentada la idea de que Ja batalla judicial pudiera ganarse desde la nocién de crime- nes imprescriptibles, tal como sucedid muchos afios? En ese sentido el trabajo de Emilio Crenzel —enfocado nla estrategia global de justicia—, presente en este volumen, ‘muestra la bisqueda de modelos y construcciones jurdicas ‘que caracterizé la primera etapa de la politica alfonsinista, y Jos limites que las relaciones de fuerza y Ia evolucién de la propia escena judicial plantearfan a esas estrategias. Por otra parte, asi como habia mérgenes de incertidumbre amplios, Crenzel también muestra la presencia de un elemento inva lable del perfodo, incluso desde antes de la asuncién presi "to es importante conserve porge,una ver msl pesado pie so habere dition lor ender udcaesy pola no Ibert [stoi et eamiso eepda, como musta lo caro de a reins no roca enor tos pales de rin oem un moment may poster In eague de verad por sobre ade justia eel evo natn, ‘Er un dato flatiementeolidado que lar organiamos de derechos Inumanos haben exo ya desde cere de 1983--la snc de wa Jey qu pias I derapercinfrmada como crnen de essa (Cetrous 3 de cree do 1983), DEMOCRACIA Y DERECHOS HUMANOSEN 1984... 369 dencial la conviceion de Alfonsin y de su equipo de asesores Juridicos de estructurar el proceso de judicalizacion en tor- nno a un esquema de grados y limites de responsabilidad.” En ese sentido, la ley de Obediencia Debida no fue solo un | resultado dela coyuntura ni de los conflicos después de los | ‘alzamientos militares de 1987, sino también parte de la es- ‘trategia previstay de las convicciones politicas del radicals ‘mo en el poder ‘Sin embargo, cuando el ent se desplaza als espacios de la justcia ordinavia y del Poder Judicial como dmbito de la Dburocraciaestatl, emerge otro paisaje: un entramado de rel cones y de estrategas adaptativas que se pusieron en juego en el nuevo escenario politic, All, al analizar Ia causa de las ‘umbas aw en el cementerio de Grand Bourg, Juan Gandulfo| _muestra que los miembros del Poder Judicial actuaron respon- diendo a variables politics y de autoconservacién més proxi mas a la politica dictatorial que ala nueva situacion."* En otros términos, que en esta primera etapa de 1984, el nucvo escenario politico nacional, aun con inédito desafis y trans- formaciones fundamentales en su estructura macropolitica,® no llegé a modifcar sustantivamente las continuidades de la ‘micropolitica del émbito judicial nia incidir de manera tajan- teen las nuevas formas de encarat Ia investigacién de ls cr- ‘menes dictatorial desde la justiciaordinaria. ‘Ademis de esa dimensin politica, el examen detenido del émbito judicial permite ver que la pregunta sobre “qué "La voluntd plead Afooin desde anes eas and, de

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