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12 aor gins dos dan gu ra por mein de
‘omuninctn y que acmmpabron el lime ep el eal ea "tocar
Keema, Para un nis rico dea "ern deo do demon ae ck
‘© son ulna por slgunes store expccos. ata oberacsa cx
ocr yeconoce por supuesto unas exeepions, como I ova La
‘Slane nen 368, Gel 22 de dcirae de 1902, ue tepredce una ga
pti de so as Du Un, foi,
[ie crortan agen, Pewee monn cc tno chs.
‘reas clones da ucla evolucionai previa iadEEE eee Eee EEE
28 DEMOCRACIA, HORA CERO
para intentar nombrar algo que se percibe como disruptive
-yexcepcional. Esto no sorprende: segin el andlisis de Landy
Gonzélez Bombal (1995), esta primera etapa posdictatoril
se caracteriza por una fuerte tensién entre la explicacin de
Jos militares, hecha en clave de “relatos de guerra, y la na.
srativa de una parte de la sociedad civil, hecha en clave de
“violaciones a los derechos humanas”.* Sin embargo, latng
4s atencién, primero, que esta segunda clave esti casi ausene
te de relato periodistico de esos meses; y segundo, hasta que
punto pareciera dificil, en estas notas perioisticas,instaloy
Inidea de que hubo un acontecimiento englobante de todos
los hechos que se nombran, Nuevamente, os desparecidos,
Jas torturas, a exstencia de centros clandestinos, los “cada,
‘eres Nv" se incluyen en la informacién como tems rlacio.
nnados de algtin modo entre si, pera de manera fragmentarta
-ysin explicaciones abarcadoras.
Eneste marco, se invierten la responsabilidad y la culpa
‘al mostrar los represores como “acusados”, al mismo tem.
po que sus victimas 0 os jueces que investigan sus easos son
presentados como “acusadores". En estos artculos los “acu,
sados” no son presentados como responsables de una acciGn
propia, sino como receptores inermes de les acuisaciones
Drovenientes de otros, Sus figuras son construidas, de cate
‘modo, con una mirada benevolente y pasible de eausar em.
‘patiaen el lector. Al mismo tiempo, las “acusaciones” no tie.
zen valor de verdad comprobado y siguen presentandose en
el terreno de ls versiones y las conjeturas.
Por ejemplo, tulos como “Tres torturadas y sus actsa:
dos frente a frente" 8 "Habla el juez que intenogd a Camps?
{ts denancis en lve huraitaradatan desde privipos de die
sd, cuando Ta dency demands por ileclones de derecon hoses
Zeus Spey una cntrenSonds por
‘Gant, a. 69,16 de febrero cde 1984 (el énass me pertenece
“ Gent, ns, 963, 5 de enero de 194 (l nish me ponobecd
[LAFRENSA DE LA TRANSICION, ae
“camps, segin uno de sus acusadores” o diversas frases
dentro dels nos
Ena mayor de os casos este rl “scusadoselesasig-
saa las vietimas cuando los meds de prensa focllzan enka
Historia de los represores(Astiz, Camps, por ejemplo). En
cambio, en algunas notas en que se les da drectamente la
palabra alos sobrevivientes de centrosclandestinos de deten-
Gans familar de especies a estate ara
ignarlos es ota: no se pone tat el acento en los horro-|
testis yor elo cna sao ls deecos
foams que se cometieron en su contr, sino en la historia
pula anterior de esas personas:
‘veces, on es sobrevivcatesmismoe Ios que se presen+
tan relatando su miltanca politica, como un mod de hacer
intligible sa historia y relvindlear su ideologia.” En esta
autoprerentaciGn de los exdetenldoe-desaparecldos, la isto-
‘ia pollea previa forma parte de ls datos bésicos de la-
‘on efdentifcacién y no pareciera invalider su positon de
tfotimas ante los crimenes cometdos. Mas ain, le miltane
{aparece como una informactén a tener en cuenta para con}
tara verdad sobre lo padecido en los centrosclandestinos
de detcncién
Por ejemplo, uno de los tetimoniosreproducides en La
Semana, algunos as después de la asuncién del gobierno
constnclonal,comienza af
© sobre estioaio de Aledo rao, en Get, 966, 26de enero
de 1904 p98 (lent me pees)
{Frejemplo una etre repro Levenson pbladaen Gee
si O65, Gl 9 decors dee a lass confrons dt pe de
or eemplo, vse a prosentacion de Lisndro Rat Cubes, sobre
te eeu ern ets pads por Go, ie 3
hero de 1988, as presenacones dear sober Susana Bingo.
‘hs ara marty Sar Slr de Oana on Com im, 90, 16 def
freoae nee20 DEMOCRACIA, HORA CERO
Mi nombre es Horacio Guillermo Cid dela Paz nai en la Re-
piblice Argentina el 28 de marzo de 1987. Soy casadoy tenga
luni de dos aos. Estudiéen el Colegio Nacional dela ciudad
‘dela Plataendonde en elao 1973 petenecaa la Unin de Bs
tudianes Secundarios (ues) dela cua fu dirigente,y embl
Peronismo Montonero activo en agua entonces en las esculas
secundaria. Después del goe ltr de 24 de marzo de 1976
‘4 domicile mis padres es allanado en dos oportunidades. El
15 demoviembre do 1977 fa secestrado por miembros def
teligencia del Policia Federal Argentina, en las calles de Bue-
os Ales. Fu condido al Cub Alétic dende fui torurado,
Mi nuevo nombre fue X-8."
[Ahora bien, esto es lo que los sobrevvientes dicen de s mis-
‘mos. Sin embargo, en ese contexto y en el conjunto més am-
plio de las notas de prensa, el discurso periodistico presenta
«sia historia politica generando un efecto de sentido contra-
rio: el de asignar alos actos de los mismos desaparecidosal-
ain tipo de responsabilidad por los erimenes cometidos en
Este argumento no es nuevo y no se ha dado solo en el
J4mbito castrense, sino que tuvo que ver-con el apoyo de la
sociedad civil a las accfones represivas.®! Sin embargo, ee
razonamiento, que seria rebatide de manera sustancial en
lun momento posterior por las investigaciones de la Comi-
sin Nacional sobre la Desaparicién de Personas (cowane?)
y por el jucio alos excomandantes,tenfa gran pregnancia,
Implicita o explicitamente, durante los meses que estamos
analizando, Por lo tanto, en estos testimonios de sobrev
a Semana, im. 368, 2 de diciembre de 1983, . 36 (elas me
peteecr
"Tse apoyo hs queda condesad en ses populares emblems
como “er alo sero “algo hab heen ua spt te
onside de los draareldo en popi desperion,
{A PRENSA DE LA TRANSICION, 21
sientes publicados al mismo tiempo que las declaraciones de
‘muchos represores, la reivindicacién de la miltancia termi-
1a daindole argumentos ala justficacion de los crimenes
dictatorales, en tanto los militares presentan a la “subver:
sn" como causa original que provocé la represi6n. En los
relatos posteriores (Nunca Ms, juicio) quedaron enfrenta
dos ambas narrativas de manera excluyente (insistimos en
‘que para los sobrevivientes que daban testimonio durante
Jos primeros meses de la transicién no necesariamente lo
xan): porn lado, la de la victimizacién, en la que se ponta
el acento en las violaciones padecidas, os derechos manci-
Ilados y, sobre todo, en el sufrimiento corporal y psicol6gico
de los detenidos-desaparecidos; y, por el otro, la de la mili-
tancia politica de los seeuestrados, que sievis por ejemplo de
angumento a los abogados defensores de los militares en el
juicio de 1985.
EL “DESTAPS MEDIATICO" CHICAS DE APA, PICANAS ¥ AVIONES
wa de las caracteristicas salientes del denominado “show
tiene que ver con el contexto en el que los me-
dios, especialmente las revistas de interés general, presenta-
ron las informaciones sobre los desaparecidos.
El llamado “destape medistico", que se produjo cuando
seempezaron a tratar aquellos temas que la dictadura habia
prohibido, incluy6, ademés de la politica, todo lo que era |
percibido como “amoral” por los militares el exo, las “ma: |
Jas palabras", los cuerpos desnudos, ete.» Las revistas de!
© Soe enfetaienode exis dos naratvs ener mismo mimes:
operant contest ferent del dens nota de res ase Crea
iio,
La dlctadura ilar puso en marca un poeroso mecansao de ce
sum es medio de comical, pereeuion series interven
‘eal de tevin hers y apres de dios Vesa lepe2m DEMOCRACTA, HORA CERO
‘ctualidad exhibieron las imagenes a todo color de esos
‘cuerpos provocativos, mezcladas con las informaciones so.
bre los responsables de la represién y sus victimas. De este
‘modo, en las tapas de las revista, junto.con las fotos de mo.
ddelos que posaban en minitangas, mostrando sus partes pos-
teriores en el escenario de una playa veraniega, se incluye-
ron titulares que hablaban sobre los desaparecidos, El mis:
‘mo tono sensacionalista que cubria paginas enteras de los
dlarios con noticias acerca de hallazgos de Xn se utilizaba
también para mostrar, en las revistas de actualidad, “las eo.
Ins del verano’.
Al mismo tiempo, algunas revistas recién inauguradas,
‘como Libre, creada por la editorial Perfil el 17 de enero de
1984, construfan su bastién de originalidad en la desnudez
provocativa de sus “chicas de tapa” y en Ia manera —segtin
ellos~ *audaz” con que trataban el tema de los desapareci-
dos, De este modo, el primer niimero de la revista Libre pro-
‘puso, con un avién alquilado y muntecos de pléstico, recons-
truir “paso a paso cémo tiraban a los dessparecides de los
aviones"* y en su terver ntimero publicé una serie de folos
de una persona colgada, maniatada, vendada y tendida en un
‘camastro para recibir descargas de picana eléctrica, con el
"to Imlay Goce (202) y Aellneds (1986), Alloa Ia censura 8
‘arr de 19821983, s0 inicio lsmadndestape” Elantccdente ned
‘odeestefendmeno fuel destape” dela unas expo fies dels
ios stat, centrado sobre todo en la produciénenenstogricn te
‘posraba pofsmentecesps destudor, en plc elas sn as
beard consrs ang,
"Ent tos espn Gen nm 56,26 de eneode 1984, queen st
tupac, uncon afte de te ets en ang Lane mesa
Iatols dana cry ens inter heute pens ee
‘Rana Camps, lds “Ars Campy Gane. 96 de er
4194, cer ed sto ni dee men en cao et
‘sun playa: "Yo a Hidalgo Sa ons Esta de Mec dea Aaa?
(tessa ees as Cabs) y Toda Pata Mar dl Paige
[Spalenica defn ar
"Siren 1.17 de enero de 1984, ae tps pp. 6
[LAPRENSA DE LA TRANSICION. 2
tttulo “As torturaban a los desaparecidos en los campos de
tconcentracién” Estas tapas eran ademds publicitadas a ps-
gina completa en diarios como Clarin y exhibidas en los
{guioscos de revistas, con lo cual Ia vsién de las imégenes
‘excedia ampliamente al conjunto de los lectoresefectivos de
estas publicaciones.
La evista Libre no solo incluye fotos de muiecos arroje
‘dos al mar com Ia cabeza cubierta por bolsas de plistico, sino
también lade una persona flotando en el ro de la que se ve
solo un brazo, Las fotos hiperrealistas, acompafiadas con ti-
tus como “Ast azrojaban desde el aire alos detenidos desde
aviones", “Como reconocer un cadaver" y “Flotando en la
barbarie” (figura 3), son contextualizadas por un relato (“no-
velado", segin las palabras del periodista que lo eseribi),
ceuyo punto de vista estésituado en las percepeiones de un
secuestrado que fue tirado al ro, y que termina as:
‘Los cuerpos fueron arastrados uno ¢ uno hacia la rampa. Cast
ro hubo resistencias. Slo alguno que otro gto aplacado por
Cl glpe de gracia ques arojaba al vacto. Juan Carlos quiso
Tlevarse la mano a fente Incr la seal del ruz- No two
tempo para completarla. St cuerpo estallé contra el agua.”
nun recuadro de esa nota, Ia revista narra en detalle c6mo
realizaron el “operativo",es decir, "la producci6n fotogrfica
de simular la inyecei6n de per-naval [sic] y trastadar al ma-
nigui encapuchado™*
1 Libre, ns. 3,31 deere de 198
iba. 1,1 de enero de 1984.9.
2 Pi ead “Cn ios elpert (fe perez
vigil) Al aalisr oy ete materi real nudes yrencia au
‘Pod qu vo laren 199, eran el cantante de eek Charly Garin
‘fu rela un hoeaj lor doaparcie rend a maner en a2
{Er arojben dave von tlzando para ello helpers 9 utc al
Salinas presescn seal ana foe npg or Habe de Bont24 DEMOCRACIA, HORA CERO
rou 3. Lire, nde. 1,17 de enero de 1984.6
Algunas paginas después, tras una nota sobre el nieto de un
desaparecido, luego de otra en la que Susana Giménez seente-
‘aba de que al picana le decian “Susanita, porque hacia shocl,
xydeotra més que analizabala cuestin de a impanidd para los
solpes de Estado, la revista mostrabaa Leonor Benedetto posal.
do completamente desnuda en una playa de Mat del Plat,
Sila dictadura se habia ensaalo con los cuezposjovenes y
‘actives de miles de miltantes, ahorala prensa resolv su propio
“destape” con imagenes insistentes de aquellos cuerpos mucog
Y de estos otros cuerpostransformados en objeto semual. Ene
oximoron que se halla en Ia expresién “show del horror” se ex:
resaba esa inquietanteconvivencia de espanto y goce visual.
ky no seria ase Pin, 1 de dcemre de 1999). Sin ebro,
‘de record en gu! momento qin jucsin cn ese parca
‘ca mucho anes ene marc del show el oor pornos ee
{LA PRENSA DE LA TRANSICION. 25
[EL DEBATE SOBRE "COMO REPRBSENTAR”
neste marco, a principios de 1984 se desarrllé wn dleido
debate sobre los modios adecuados y convenientes para ro-
presentaren los medios de comunicacion a experiencia imi
try la desaparicign de personas. Este debate involucré 3(
intlectuales, artistas, periodistas, poitins y miembros de
Jos organismos de derechos humanos, tuvo como escenario
algunas revistas de debate politico (como BI Porto), tras
{de humor erica (como Humor y Satiricén), ademés de edi
torialesynotas de opinin en daros de crculacién nacional.
En términos generales, strats de una acusacién al perio: |
imo, 04 cert tipo de periodisme, que confront6 alos medios
de comunicacién argentnos con sus propios limites y res-
pponsabilidades ala hora de tocar estas temsticas, ademas de
dejar al descubierto ceras permanencias y pesistencas en
Jas visiones del pasado de estos mediosypeviodstas
“Aunque ls vanes & mencfonar, no pondremos el acento
cen los actores ni en el desarrollo cronolégico del debate
“ue se dio principalmente entre los meses de enero yFebre-
rode 1984, sino en los argumentos que lo estructararon.
Sintetizando los dstintos argumentos, hubo al menos
cinco cuestiones que se criticaron con respecto ala caberti-
‘a petiodistica sobre la desaparicion de personas y que hicie-
ron al cleo de lo que se dio en lamar “show del horror”.
{as deseribiremos sucintamente
1. La observacion de que el tratamiento periodistico no
‘respetaba el dolor de los familiares de las victimnas
Ante el ya referido “episodio de los sn", las voces que se le
vantaron para pedir a los medios cierta mesura y respeto
por el dolor de los familiares provinieron tanto del earnpo
politico como del de los derechos humanos. Los rasgos cr296 DEMOCRACIA, HORA CERO
ticados en este eje del debate tienen que ver con lo morbo-
so y lo truculento en el tratamiento medistico de las
exhumaciones.
En ese marco, el de enero, el presidente del bloque de
‘iputados del radicalismo, César Jaroslavsy, hizo "un rue
20 de piedad hacia el dolor'de los afectados por la victimas
no identifcadas que se exhuman en distintos cementerios
dl patsy reclamé que ‘el ejercicio de Ia ibertad de prensa
dberfa alejarse de los centros tenebrosos y mucullentos” >>
Esa misma semana, Hebe de Bonafini reclamé ante el go.
bernador de la provincia de Buenos Aires, Alejandro An
rmendériz, “el mayor respeto en los trémites de exhumaciéa
dde cadveres enterrados ilegalmente"
Lo interesante en este aspecto del debate es que Jaros-
lavsky, al mismo tiempo que hace el mencionado pedido,
aclara que “desde el punto de vista de a libertad de prensa
ue ahora rige no encuentro nada objetabe’ en las informa.
ciones que son difundidas™*' En ese sentido, uno de los
elementos que enmarcaré todo el debate radicaré en discu-
tir en qué consiste la tan mentada libertad de prensa y cud-
les son sus limites. El delicado equilibrio que en ese contex-
) 10 sigue el discurso de los politicos ligados al gobierno ra-
| dlical es, por un lado crticar este tratamiento periodistico,
| ero, por otro, no levantar ninguna sospecha de interferit
| ena libertad de prensa ni mucho menos de ejercer alguna
‘censura. Por es0, Jaroslavsky termina aclarando que “desde
cl punto de vista humano y politico debo decir que consti-
| tue un hecho lamentable a utlizacin de esta tragediaen
nombre de esa libertad”.®
£2 Tompo Argentine, 3d ne de 1984p.
La Nac de enero de 198, 9.
{Tempo Argent, 9c nar i 304, p7
‘Tempo Arpt, 3d ener S988, p.7
[LA PRENSA DE LA TRANSICION. a
2. La denucia de que muchas publicaciones que antes
{avorectar al régimen se rerientarom politicamente para
‘acoplarse a los nuevos tiempos “democraticos
Enel marco de una incipiente discusién sobre la “democra~
tizscién’ de la prensa yel rol que tuvieron los medios duran-
tela dictadura, muchos articulos acusan a las revistas de las
igandes empresas periodistcas de haber colaborado con el
Fégimen publicando temas ligeros en sus tapas en los mo~
Inentos de mayor represién, celebrando los triunfos de la
‘guerra contra la subversi6a” y ocultando la informacién s0-
bre los desaparecidos. En el contexto que estamos analizan-
do, tal como hemos dicho, esas mismas revistas empezaron,
fa dedicar paginas enteras a a tortura, los ‘eadaveres Nos
represores y los centros clandestinos de detenciOn, Por Io
tanto, otras publicaciones que tuvieron un papel més critico
tn el periodo dictatorial comenzaron a fustigar duramente
estas posiciones. Entre otras, Humor, Satiricdn y El Porte-
fo. Si bien, en su mayor parte, la prensa durante la dicta-
‘dura (Blaustein yZubieta, 1998; Schindel, 2012; Diaz, 2011),
tcinclaso en los aos anteriores (Franco, 2012), habia tenido
flrol de naturalizare incluso avalar Ia violencia represiva,
teste argumento no fe esgrimido por las notascritieas que
faparecieron en los primeros meses de 1984. Las principales
‘csaciones nose dirigieron tanto alos grandes diaros (Cla
rin, La Nacién) como a estas revistas y alas grandes edito-
Tiales que las publicaban, que habfan actuado sin dudas
‘como importantes propagandistasy aliadas de la dictadura
ssn diese scat dennis show el barr 8 28
shlong const eds merce ew
ren anno pane pet Vase pea
seer ee eee 19 Satieon nam: 30, Fee 98,
Baer ee db Bea Sr Une incon pe28 DEMOCRACIA, HORA CERO
en especial, editorial Atléntida (véase Gago y Saborido,
2011: 337).
En ese contexto,en febrero de 1984, Humor, Saircén y
1 Porteno dedican un espacio considerable (y las itimas
dos, sus tapas) a critica el “show del horror? 0 el "show de
los Na” (figuras 4 y 5). La critica hacia el “cambio de cami.
setas” convive con la acusacin sobre el tratamiento morbo.
0, sensacionalista y superficial dado por estas revstas a la
temtica
Alles donde se repli una vex mds el repugnante it del cam
bio de camisetas, a mutacin delas careas, la aparicidn de los
svivados de toda la vida, los profesonsls “peroditicos” des
«speculcidn los inocentes hombres de prensa que — Oh, Dios
santo! deseubrieron, redepente—como dirs el Chavor-que
cexstian horrpilantes verdades que ser informadas J rede.
ente Pérez Esquivel dejé de ser n subversivo premiada con
Nobel dela Paz para ser simplemente el “argentino entero”
LA despecho de los millones de compatriots que wotaron
Dorel retomnoa una cotidaneldad qe loseencontrara cot los
sgn del vida la justia y el respeta los zares de Ia “infor
‘acién’ se dedicaron a colgar en lo Kiosks racinos de culos
Y senos, as pantalla de televisin habiitaron el show" dela
‘epugnancla, algunas revista desebrieron que los tole y tor
tas existen només en estos sues, yates reslveron exmbiar
‘lramo de"Iaplida” por el el “eviente" ©
**Devominaloninsugurada por Bl Foren, fbrco de 1988 Gabe
esas, diet det Poo, rata que we oes a ees“
al ero" ara poner en a tapa de a revit par tre dose de
Feber de 198, en referencia ncomedia mata! de humor nega Th
ociy Homor Show eens en lo ae stencn, Bnei on Gabe
evn, eld 1 90d eben 3013
‘Denomincin zat por Sain, febrero de 198,
César Hermosa Spa, "Peseta a benef coal -
Sco de caveres™ en I Porro, tam 24 erode 198 pa
LAPRENSADELA TAMSIN, o
neste marco, aunquc as acscones om caramente pl
tens las nota noprofndizan demasiado sobre asfondo
alice sobre sonst"
Ui de sgn sonacions a pstodintas single, camo
Envgue Wiequr publadas en spins de Bl Porc
See
‘rouna 6. El Porteio, nim. 26, febrero de 1984
dol epi "Baigan Vinge yee vient’ x Pore
to amas nn Be, erro O84 pp SH, Laer oe hy
Gin: nr wcunning (len re
‘irs forse ec de ia rose Soon
fone dete eva ch ana) oe Vngos ea
igo’ un str mili qu en momenta oper paliamente
Sinica conace es nformsicsienvepsan yoendo oa e
‘{Retnars ks sv pars evar nsiniocones A reec, Levis
to ans presets irs pe Entei
Ch Levin eal 20d oer 208,500 DEMOCRACIA, HORA CERO
Frou 5. Satricdn si, 30, febrero de 1984
1a sobreactuacién por parte de algunas de las revistas acu-
sadas ens petendido papel de portadoras de as verdes
antes ocultss, evidencia Ia intensidad de ese propsito de
‘eacomedamiento”. Un ejemplo es el ya mencionado caso
de La Semana (dirigids por Jorge Fonieveechia) en su pre-
sentaciOn de las entrevistas a Vilarino:*
‘Lunes 23, Hora 12. Legs Ral Vili, sesino y secuestrador
confeso, Lo espera Ragnar Hagelin, el hombre que hace sete
+ tina nnn ein enn re
cn etna t“ansguocan S e
selec Gastar
tun snp aero gceae
eros aa i ee agen et
‘edad ote aa a a
4 doen bsl ID dccnrodeotep best me pnines)
EAPRENSA DB LA TRANSICION, 0
aos lucha por encontrar su hija Dagmar balesda poreleapl-
tan Astizy desaparecda en 1977. Habian tenido dos dislogos
dlesgarradores que ts seu publics. Vlrio dio prucbas,«
partir de elas eabrié una nueva causa la primera conta eles
pit Asti. En ess causa vino a declarar Vilarino La Seuawe
Consigui eercersucuarto poder Todavia hay una vie en je
‘0. Todavis hay mucho por hacer!”
Es necesario decir que, en el clima de denuncias y bsqueda
de responsables sobre lo ocurrido en el pasado inmedisto
fque caracterié ala etapa que estamos analizando,” la pren-
{a no fue vista como un actor fundamental entre los acusa-
ddos de complicidad con Ia dictadura. Tal vez porque en ese
‘momento.no eran visibles 0 claramente delimitables las res-
ponsabilidades civiles tal vez porque el ejercicio de “reaco-
modamiento” de los grandes medios fue eficaz, ya que las
{enuneias de complicidad com la dictadurs tardaron muchos
‘afios en emerger hacia la superficie del debate politico.
3, La acusacién de que los meios hablan transformado
la cuestion de los desaparecidos en material para la venta
Muchas de las anteriores acusaclones van acompatiadas de
tuna invectiva hacia esos mismos medios en el sentido de que
tal tratamiento periodistico se debe, fundamentalmente, al
desco de “vender”, 0 sea, de convertir en mercancfa period:
tica la informacidn “candente” y novedosa que empezaba a
surgir en ese momento en torno a la represién.
“Ademés de los mencionados articulos de Humor, El Por
tefo y Satiricdn, el lésofo José Pablo Feinmann publica una
nota de opinién en Claréx que critica este aspecto, no sin re-
1 La Samana i. 373, 26 de enero de 188, 3.
* Vee lato de Maries Franco en ese volumes,an. DEMOCRACIA, HORA CERO
‘ordar el rol encubridor de los medios durante la dictadura
¥yeel tipo de tratamiento de la informacion que los medios
hhacfan para lograr convert “nuestras grandes desdichas na.
Cionales” en material para la venta:
ese atanto dolor an pareidolos bites del esti macabro.
ténagut, entre nosotas, dese lo quosos de eit exe ay
|mpucicia. Son os meradere de a muerte.) Cero perdi
mo queatravestentrelacbseevencs, a rivlidad yl slencees
sosnegros del Argentina sehalanzad area una desmesie,
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