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Flexión cervical.
Extensión Craneal.
Estiramiento del músculo
Un correcto estiramiento del músculo esternocleidomastoideo es importante en cuanto
a estética corporal, pues es muy marcado en el cuello, generalmente se alude como
signo de belleza, en una persona con perfil atlético. Además en función unilateral
el esternocleidomastoideo ayuda a inclinar tu cabeza, con tu mentón hacia el lado
contralateral, cada uno en el lado contrario al otro. Cuando éste realiza la
contracción bilateral, es capaz de mantener la cabeza en posición sobre el cuello,
hace extensión de la misma y automáticamente elevación del mentón. En la región
esternocleidomastoidea, que está debajo del músculo como tal, se encuentra toda la
región compuesta por los músculos, allí se ubica el paquete basculo nervioso del
cuello que corresponde a la arteria carótida externa, el nervio vago y en último
lugar se encuentra ubicada la vena yugular. El estiramiento del
esternocleidomastoideo es fundamental para el tratamiento de muchos problemas
cervicales como la [[cervicalgia⒱ y cervicobraquialgia. Existen variedad de
ejercicios para el estiramiento del músculo esternocleidomastoideo, que permite
mantenerlo en un estado saludable.
Afectaciones
En ocasiones el dolor del cuello se asocia a contracturas de músculos distales por
donde pasan nervios que también inervan las estructuras adyacentes al cuello, estas
contracturas a la vez irritan a los nervios o los inflaman, provocando entonces un
gran dolor. Cuando la contractura se presenta en el músculo esternocleidomastoideo,
la persona queda inhabilitada para voltear su cabeza hacia un lado específico, y a
esto es a lo que se le conoce como tortícolis. También el dolor de cuello puede
asociarse a problemas vertebrales o de compresión nerviosa o puede irradiarse a la
región de los músculos trapecios, a los hombros, al pecho, las axilas o a las
escápulas.
Torticolis
La patología más común del músculo esternocleidomastoideo es la tortícolis. Muchas
veces se habla de tortícolis como sinónimo de dolor de cuello, pero esto es un
error: la tortícolis es la contractura del músculo esternocleidomastoideo, que
generalmente es unilateral, afecta a un solo músculo. Si el esternocleidomastoideo
izquierdo es el afectado se acorta colocando la cabeza en posición de rotación
derecha, inclinación izquierda y aproximación al pecho. Las causas de la tortícolis
habitualmente son las malas posiciones o malas posturas, corrientes de aire, está
muy relacionada con el consumo de café, una almohada inadecuada, movimientos
bruscos, entre otros. Los síntomas de la tortícolis son el dolor, especialmente
intenso cuando la persona intenta estirar el esternocleidomastoideo (por ejemplo,
poner la cabeza recta, pero también se hacen especialmente dolorosas las rotaciones
de cuello). La persona solo siente alivio cuando coloca el esternocleidomastoideo
en acortamiento, es decir en rotación contralateral, inclinación homolateral y
flexión de cuello, acercando la barbilla hacia la clavícula del lado contrario al
esternocleidomastoideo afectado. Es muy habitual que exista un nódulo palpable e
incluso visible en el músculo esternocleidomastoideo, como una especie de aceituna,
en el cuerpo del músculo.
Tortícolis congénita
Un caso especial de tortícolis es la tortícolis congénita, que afecta a niños
recién nacidos. La tortícolis infantil o tortícolis congénita se produce en la
mayoría de los casos por un parto difícil en el que el músculo
esternocleidomastoideo se estira bruscamente (como sucede en el caso de aquellos
partos donde hay presentación de nalgas por parte del niño), pero también puede ser
causa de un desarrollo anormal o deficitario o por malas posiciones del feto en el
útero durante la gestación. El tratamiento de esta tortícolis es muy importante, se
intentará solucionarla lo antes posible para evitar problemas en el desarrollo
psicomotriz del niño y también para evitar que las fibras musculares se fibroticen
y el músculo esternocleidomastoideo permanezca acortado para siempre.
Ejercicio
Ubicado en una silla cómoda que permita conservar una posición erguida, de manera
lenta, inclinar la cabeza hacia uno de los laterales y con la mano contraria
tomarla y sostenerla en esta posición durante unos segundos, cuando se sienta una
leve presión respirar profundo y regresar a la posición inicial, este ejercicio se
podrá repetir entre dos y tres series cada una constando de cinco o seis
repeticiones dependiendo de la capacidad y resistencia.