Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas

ISSN: 2007-0934
revista_atm@yahoo.com.mx
Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales, Agrícolas y Pecuarias
México

Castellanos Suárez, José Alfredo

Ecohistoria chichimeca en el posclásico del centro oriente del altiplano mesoamericano
Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, vol. 2, octubre, 2015, pp. 111-118
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias
Estado de México, México

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Ecohistoria chichimeca en el posclásico del centro oriente
del altiplano mesoamericano
Dr. José Alfredo Castellanos Suárez
Centro de Investigaciones Interdisciplinarias y de Servicio en Ciencia, Naturaleza, Sociedad y Cultura (CIISCINASYC). Universidad Autónoma Chapingo.
Introducción
A fines del siglo XII y principios del siglo XIII, con la llegada
de los chichimecas comandados por Xólotl, se reconforma
el territorio de la porción oriental del altiplano de la Cuenca
de México. Los “chichimecas” son tan feraces pero no tan
atrasados como los pintan las crónicas del siglo XVI, pues
son portadores de elementos socioculturales que comienzan
a expresar en la proyección cronotópica y que modifica la
región y con ello el ámbito que ocupan (a la vez que produce
efectos en el ambiente), por eso la velocidad de sus cambios.
Se sirven de sus conquistas y de los pueblos conquistados
para realizar modificaciones políticas, productivas, sociales,
culturales, agrícolas y ecológicas.
Este fenómeno de yuxtaposición los pone no sólo a la par
del desarrollo alcanzado por los pueblos ocupantes de la
zona lacustre, de manera que su proyección sociocultural
superaría con creces a otros pueblos. Las maquinaciones
políticas frenaron de tajo su desarrollo cultural y ambiental
del territorio ocupado, la consumación de este proceso
sería el proyecto agroecológico del Tetzcutzingo (que no se
aborda en esta crónica, por implicar un proceso complejo
que requeriría de análisis).
Para romper la visión sistémica que contiene el estudio
ecohistórico se recurre a la triada emplazada por el
historiador Joaquín González (adecuación, yuxtaposición
y modificación), para ensayar mediante estas técnicas
conceptuales la crítica dialéctica a la evolución del sistema
que faovrece los factores poiéticos (de autodesarrollo
y comunicador de desarrollo del sistema). A diferencia
de González no se recurre a la tecnología como factor
Chapingo, Texcoco, Edo. de México 01, 02 y 03 de octubre de 2015 p. 111-118
del proceso diferenciador y motor del desarrollo de la
yuxtaposición, sino que se destacan los valores implícitos
en los afanes de apropiación y poder para reubicar y ensayar
la contradicción como factor fundamental, más allá de los
simples actores constructores o comunicadores de redes,
sino como parte interactiva de contradicciones complejas.
Arribo de los chichimecas
Ixtlixóchitl y Torquemada narran que Xólotl tuvo que
emigrar e iniciar sus andadas hacia el sur debido a que su
hermano mayor, Achcautzin, heredó el trono de su padre
llamado Tlamacatzin, de modo que este dirigente provenía
de una cierta organización socio-política establecida que
manejaba el linaje de castas y que contrasta con el calificativo
de chichimecas, aunque cualquier migración norteña era
calificada con este nombre (Mohar, 1999, p. 15).1 De modo,
como veremos, Xólotl supo manejar magistralmente las
alianzas matrimoniales en favor de confirmar y reforzar la
apropiación violenta o pacífica de tierras.
Los historiadores, los códices y, en particular, los Annales
de Cuauhtitlán se referían a ellos como tribus bárbaras…
…En el año 5–Caña vinieron a acercarse los chichimecas;
vivían como flechadores (cazadores), no tenían casas, no
tenían tierras, su vestido no eran capas tejidas, solamente
Ixtlixóchitl dice que Xólotl salió de Chicomóztoc, de Oyamne. Torquemada
1
asegura que procedía de Amaqueme (en el norte). Provenía de un gobierno
centenario en el que es identificado como cabeza a Icauhtzin, su hijo Mozeloquixtin,
su nieto Tlamacatzin, padre de Achcautzin (hermano mayor) y Xólotl.
112 Chapingo, Texcoco, Edo. de México 01, 02 y 03 de octubre de 2015
pieles de animal era su vestido, y con yerba también lo
hacían. Sus hijos sólo en redecillas, en "huacales" se criaban.
Comían tunas grandes, grandes cactus, maíz silvestre, tunas
agrias. Mucho se afanaban con todo esto ...(León Portilla)
…nómadas rudos que vivían de la recolección de insectos
y de hierbas y vegetales, por ello portaban arcos, flechas,
cerbatanas y cuchillos, moraban en cuevas o rústicos recintos
de varas y hojas de maguey.
La idea en los códices y crónicas era trasmitir y loar su
primitivo pasado y áspero, su afán de lucha que implicaba
fiereza, que gracias a ello el refinamiento postrer –que se
ilustra de manera contrastante- es prueba de su grandeza en
el poder y en la cultura acolhua. Ello se manifiesta, según
Florescano, en el Códice Xólotl, elaborado en 1545, al
simbolizar que no sólo se apropiaron –como otras tribus- de
la tierra para dedicarla a la caza y a la recolección sino que
la convirtieron en suelo agrícola y efectuaron un reparto de
manera ordenada y sistemática entre los familiares de Xólotl
y los nuevos grupos asentados que fundaron el señorío y con
ello la dinastía hereditaria (Florescano, 2006).
Es difícil saber la lengua que hablaban, cronistas e
historiadores apuestan entre el otomí, mazahua o pame. Se
les denominaba popoloca, similar a bárbaro. Aunque las
fuentes mismas brindan elementos respecto a una importante
organización socio-política (Mohar, 1999, p. 13) y de algunas
habilidades como los censos, el manejo de cargos, distribución
de tierras, manejo hidráulico y obras de irrigación y manejo del
parentesco en linajes o castas, permitiendo percibir un mayor
desarrollo que lo ilustrado en las mismas fuentes (Luján).
Según Mohar “se trata de antiguos agricultores sedentarios del
Norte que abandonaban su modo de vida en su retiro forzoso
debido a la sequía. En su migración atraviesan territorios
deshabitados y se vuelven nómadas, se repliegan hacia el Sur,
en el Altiplano central, en Michoacán y hacia el Oeste, sierra
adentro” (Mohar, 1999, p. 13).
Tollan-Xicocotitlán (Tula) cae en el 11602 y con ella el
último rey tolteca Huémac (Janice Dewey), producto de las
incursiones de tribus chichimecas. Desde 1120 merodearon
las posesiones toltecas y llegaron a establecerse en la
gruta de Tepeapulco (Leduc y Pardo), tomando varias
poblaciones del actual estado de Hidalgo. La ruta resaltada
y comentada por las crónicas elaboradas en el siglo XVI
es la que encabezó Xólotl.
2
Florescano atribuye la fecha de 1070. Florescano, El Altépetl…, Op. Cit. Si bien
afirma que Xólotl incursionó en la parte sur y oriental de la cuenca de México en
1244 (siglo XIII).
José Alfredo Castellanos Suárez
El manejo de poder y de linaje se hizo patente durante el
establecimiento de Xólotl en Tenayuca, al efectuar rituales
de toma de posesión del territorio que se da a suponer su
desocupación (debido al abandono que hicieron los toltecas)
y dar a entender que al ocuparlo lo hacen sin resistencia.
El líder iba acompañado de su hijo Nopaltzin y de otros
guerreros principales (Mariano Veytia los define como
caballeros). El acto se hizo en el monte (señal que no sólo se
ocupaba la tierra sino el espacio, del bien común, del altépetl)
y se ordenó que uno de los guerreros disparase cuatro flechas
a cada uno de los cuatro vientos (las flechas daban a entender
que es hasta donde caen o alcanza la vista y el entendimiento);
enseguida cortaron hierba seca que retorcieron y ataron por
las puntas (para unir e involucrar al común, la congregación,
a los macehuales, a los clanes y linajes bajo el compromiso
de defensa) y con ello formaron un círculo en el suelo al cual
pusieron fuego que fue esparcido a los cuatro vientos como
parte de la ceremonia de posesión y comunión de y con la
tierra, que confirma el acto protocolario (de raíz grecolatina
que significa: instrucciones que se fijan por la costumbre
o la norma). A partir de este sitio y de entonces el espacio
regionalmente demarcado se le llamó Chichimecatlalli o
tierra de los chichimecas (Florescano, 2006).
Durante su incursión en la Huasteca Xólotl conoció y se unió
con Tomiyauh, mujer noble de Tamiagua de la provincia
de Pánuco (Mohar, 1999, p. 15), permitiéndole la alianza
de los huastecos o tohueyos. Ocupó Xaltocan por breve
tiempo (Mohar, 1999, p. 16),3 hasta que se estableció en un
lugar que le puso Xoloc (actual municipio de Tepotzotlán)
y cambió su residencia a Tenayocan Oztopolco (lugar de las
muchas cuevas), donde estableció la cabecera del señorío
(actual municipio de Tlanepantla), en lo que hoy se llama
Sierra de Guadalupe (Omar Tinajero, 2014). La pirámide
hallada en Tenayuca fue utilizada y se le agregaron nuevas
estructura, para ser aprovechada como recinto de la corte
de los chichimecas (León Portilla). Hasta aquí el proceso de
adecuación corría para los propios chichimecas.
Las alianzas mediante matrimonios de sus hijos y parientes
con mujeres de ascendencia tolteca, no sólo legitimaron
su linaje sino también adquirieron nuevas posesiones.
El casamiento de Nopaltzin con Azcaxóchitl, que era
hija de Póchotl, nieta del rey tolteca Topiltzin (Ce Acátl,
Quetzalcóatl, según Veytia), significaba el reparto de tierras
y la adquisición de otras más, de manera que a través del
poder el valor significa el control de tierras para implicar la
tributación, había control del territorio pero no modificaba
3
Enrique Florescano establece la llegada de Xólotl en el 1242.
Ecohistoria chichimeca en el posclásico del centro oriente del altiplano mesoamericano
el mismo. La adecuación también mantiene las viejas
tradiciones al momento de afirmar la posesión de la tierra,
ya que Xólotl ordenó que se cercaran grandes extensiones
dedicadas a la caza, suceso que dieron fe los mapas de los
códices Tlotzin y Quinatzin (Florescano, 2006).
Mohar misma destaca el papel central que –en la adecuación-
juega el tributo desde las primeras acciones decretadas por
Xólotl, primero en las entregas de guajolotes por parte de los
toltecas a los chichimecas, enseguida en la disposición para
cercar una considerable extensión de bosque en Texcoco al
que introdujo venados, conejos, liebres, así como un templo
para venerar al dios sol, dejando como encargados del cuidado
y vigilancia a los pueblos de Tepeapulco, Zempolhualan,
Yolantzinco y Tolcuachiocan, reconociendo la condición
tributaria en especie o en servicio al líder chichimeca
(Mohar, 1999, p. 18-19). Los chichimecas apenas se pusieron
a la altura de las circunstancias ambientales.
En el año 1 tecpatl (52 años han transcurrido desde la
destrucción de Tula y 47 después del establecimiento en
Xóloc) hacen su aparición los que se les denomina acolhuas
representados por los caudillos Acolhua, Chiconcuah
y Tzontecomatl, quienes reciben este gentilicio –según
Motolinía- debido a que el primero de los personajes era un
hombre muy fuerte y hombrudo que en náhuatl se le nombra
aculi, a quien se le adjudica la fundación de los acolhuas de
Acolman. Se decía que procedía de Michoacán. Les concede
las manos de sus hijas y territorios. Sería Tzontecomatl,
casado con una princesa tolteca llamada Cihuatetetzin,
quien recibe tierras para establecerse en Cohuatlychan
Acolhuacan, quedando vinculado a Coatlinchan.
Yuxtaposición4 chichimeca en el Acolhuacan
En el códice Xólotl el personaje aparece en el cerro de
Tenayuca, aparece su mujer en el cerro de la parte alta y en
la parte baja aparecen sus hijos, que simboliza, juntos con los
pies, el reconocimiento de territorio y la toma de posesión
de las tierras que realizó junto con su hijo Nopaltzin. Tal
territorio llegaría a conocerse como el Chichimecatlalli, que
quiere decir la tierra Chichimeca (hoy comprende la parte
de Cuautitlán, Tlalnepantla, Ecatepec, Cempohualtepec,
Tepepulco, Oztotepec, Tecpactepec, Tonantepec, Cahuac),
Nopaltzin se va más al este y toma Oztotipac y Tepetlaoztoc,
lo que hoy es Nezahualcóyotl, Tzinacanoztoc, Cuahyacatl,
4
“La filosofía y la sociología, por último, suelen hablar de yuxtaposición para
hacer mención a un tipo de relación que pueden mantener dos culturas (una cultura
se superpone a otra sin que se produzca una alteración).” http://definicion.de/
yuxtaposicion/ Asociación de individuos o cosas sustanciales.
113
Tezcutzingo, Huexotla, Techacalco y Texcoco, regresando
a Xoloc para reunirse con su padre (Mohar, 1999, p. 16,
Tinajero). Hasta el momento Xólotl no hizo más que
acompasar y reordenar los recursos y la tributación al avance
chichimeca.
Tanto los hijos de Xólotl como las numerosas tribus
chichimecas fueron distribuidas hacia los cuatro puntos
cardinales, con lo cual tuvo que entrar en alianzas
matrimoniales que le permitieron establecer los señorío de
Xaltocan y el que a la postre resultaría célebre, nada menos
que Azcapotzalco, sometiendo a buena parte de los pueblos
del altiplano bajo su mando (en los siglos XIV y principios
del XV). Con lo cual se da comienzo a la integración imperial
que caracteriza al periodo posclásico (Enrique Nalda, 1975).
Ya sin la ayuda del padre, Nopaltzin (quien gobernó de
1232-1263)5 se dedicó a recorrer más tierras hacia el oriente
y sur del altiplano, en lo que se conocería como Acolhuacan,
con lo cual descubre y somete a su dominio directo el
Valle de Teotihuacan, Culhuacán, Texcoco, Coatlinchán,
Chimalhuacán, Chalco e incluso Cholula (con sus canteros
y orfebres-metalúrgicos) y sus zonas y pueblos adyacentes
(como Tecalli). La zona lacustre les atrae por su fauna, pesca
y caza, sus bosques, los fértiles campos y los sistemas de
irrigación (León Portilla).
Estas nuevas conquistas se agregaron al Chichimecatlalli,
que antes de la muerte de Xólotl acaecida en 1232, éste
ordenó dividirlas en 4 provincias localizadas al Norte
de la Cuenca de México, que llegaba hasta el Nevado de
Toluca, al sur llegaba al actual estado de Moreslos, Izúcar y
Atlixco, incluso hasta el Cofre de Perote, al nororiente hacia
Tulancingo, Huachinango, Meztitlán y Cuetzalan, hacia el
suroriente en las estribaciones del Pico de Orizaba. Estas
mismas huestes se desplazan hacia lo que es hoy Puebla
y Tlaxcala y fundan las poblaciones de Cuauhtinchan y
Totonihuacan (León Portilla).
A la llegada de nuevos grupos chichimecas éstos son
asimilados, ubicados y dotados de tierras, entre ellos
sobresalen los tepanecas, que consolidarían la poderosa
ciudad-estado de Azcapotzalco, también los otomazahuas
y los acolhuas (López Luján). Se establecen varias alianzas
matrimoniales con mujeres toltecas de ahí se establece el
linaje Tolteca-Chichimeca, es gracias a ello que Nopaltzin
5
Las referencias de fechación de los periodos de mandato son tomados de: Pueblos
Originarios (de México). Dinastías. http://pueblosoriginarios.com/norte/suroeste/
chichimeca/chichimeca.html
114 Chapingo, Texcoco, Edo. de México 01, 02 y 03 de octubre de 2015
–asentado en Tenayuca- se casa con Atotoztli, princesa
culhuacana de linaje tolteca, y tienen a un hijo que le llaman
Tlotzin Pochotl (gobernó de 1263 a 1298), primer heredero
y luego gobernante mestizo por la línea tolteca materna
(León Portilla).
Éste es educado bajo las enseñanzas toltecas que pretende
diseminar en su pueblo, por ello funda su gobierno y mando
en Coatlinchán y toma como residencia Tlazalan-Tlallanóztoc
(en las tierras y en las cuevas que están junto a ellas, nombre
que toma el territorio), manteniendo ciertas tradiciones
como el vivir en cuevas (como Tepetlaoxtoc, Oxtotipac y
Tzinacanóztoc. León Portilla). Bajo este giro los chichimecas
al mando Toltzin son forzados mediante instructores chalcas a
practicar la agricultura, actividades religiosas y culturales, de
este modo se obliga al uso de la lengua náhuatl, lo cual provocó
varios descontentos y desacuerdos del común y de capitanes,
lo que valió que se les obligara a emigrar o que decidieran por
voluntad propia medida semejante a Metztitlan y Totepec y
a otros lugares del norte de donde provenían (López Luján).
Es bajo el mando de Tlotzin que se comienza el giro que hoy
denominamos yuxtapuesto de los propios chichimecas, pues
si bien el valor es puesto en el tributo, ahora los gobernantes
impelen a su pueblo a que no lo obtengan por conquista, sino
que la conquista es en su propio pueblo mediante la imposición
tributaria, lo que significa imponer el valor de la agricultura
aldeana y con ella todo el cambio cultural, social, religioso,
político, ambiental, territorial, la vida rural sedentaria, la
urbana y palaciega que significa y contrae.
Mediante los chalcas, Tlotzin puso mucho énfasis en enseñar
a los suyos a cultivar la tierra, por la importancia que tenía el
maíz, otros cultivos y en particular las legumbres. “En el códice
Tlotzin se destaca el intento de realizar los primeros cultivos.
Aparece una milpa de maíz que crece sobre los agujeros
hechos por tuzas. El códice Tlotzin muestra la manera en que
los chichimecas siembran en hoyos de tuzas. Los chichimecas
preferían dedicarse a la caza, recolección y pesca, por tanto
arrojan granos de maíz en hoyos de roedores, a modo de
ahorrar esfuerzo, ya que aunque las alimañas se comieran los
granos alguno había de prosperar” (León Portilla). Pese a los
esfuerzos Tlotzin y mediante leyes que prohibían sembrar en
hoyos de tuzas no pudo cambiar del todo a su pueblo.
El códice Tlotzin da a entender el contraste entre la vida
agreste de los chichimecas, marcando el tiempo y espacio
en la parte superior, mientras que el proceso de desarrollo
agrícola se hace visible en la parte baja que resulta en la
consumación de los centros urbanos, como el de Culhuacán
José Alfredo Castellanos Suárez
y Azcapotzalco (León Portilla). Este es el tratamiento
discursivo que ofrece el referido códice en el que durante
una correría de caza en la parte de Coatlinchán se halla con
un personaje chalca de estirpe tolteca, de nombre Tecpoyo
Achcauhtli (chalca cuitlateca, del Peñón de Xico), quien le
pide a Tlotzin que le deje estar a su lado, aunque el soberano
no entiende palabra alguna acepta que esté con él. Tecpoyo
transporta la caza de venados, conejos, serpientes y aves
a cuestas y después le asa y cocina los alimentos, ya que
los chichimecas comían carne cruda. Después probó los
tamales y el atole. Aprendió las ceremonias religiosas, pues
los chichimecas tan sólo veneraban al padre Sol por la caza
que obtenían gracias a él, para ello cortaban la cabeza de
las presas de caza y hacían agujeros en la tierras y en ellos
rociaban la sangre lo mismo que en el pasto, acción que
permitía venerar al madre tierra (León Portilla). De esos
encuentros Tlotzin no sólo aprendió el náhuatl sino que
conoció a Pachxochitzin (Forecita de Heno),6 mujer de linaje
tolteca e hija de Cuauhtlápal, uno de los señores de Chalco. A
partir de entonces se comienza a imponer la vida sedentaria.
Tlotzin se casa con Pachxochitzin, quien concibe un hijo
que llama Quinatzin Tlaltecatzin (1298 a 1357), quien es
educado bajo los principios toltecas. Al suceder a su padre
decide establecerse primero en Tlazallan Tlallanóztoc, de ahí
traslada la capital de su reino de Oztoticpac a Coatlinchán,
a Huexotla y luego a Texcoco, su residencia definitiva será
este lugar (León Portilla, Mohar, 1999, p. 22).
Los chichimecas son forzados a reconcentrarse y a edificar
poblaciones y ciudades. Es en Texcoco que en 1327 se
radican dos grupos procedentes de la Mixteca y poseedores
de alta cultura, los tlailotlaques y los chimalpanecas, artífices
y –según Ixtlixóchitl- sabios de linaje tolteca, que a la postre
influencian y convierten a Texcoco como el centro cultural
más importante del mundo posclásico (llamada la Atenas
mesoamericana), por sus prácticas, creencias y costumbres
más refinadas (León Portilla, Florescano, 2006).
Con estas acciones Quinatzin retomó las medidas de
su abuelo y ordenó los levantar cercas, que las crónicas
destacaban a través del crecimiento notable del cultivo del
maíz, no sólo en tamaño sino también en producción. Los
chichimecas, ajenos a esta actividad, fueron obligados a
6
“el modo que tenían en la jura y coronación de los emperadores chichimecas
era coronarlos con una yerba, que se dice pachxochitl, que se cría en las peñas, y
ponerles unos penachos de plumas de águila real encajados en unas ruedecillas de
oro y pedrería que llamaban cocoyahualol, juntamente con otros dos penachos de
plumas verdes que llamaban tecpilotl que lo uno y lo otro ataban a la cabeza con unas
correas coloradas de cuero y venado.” Ixtlilxochitl, citado en Mohar, 1999, p. 23.
Ecohistoria chichimeca en el posclásico del centro oriente del altiplano mesoamericano
aprender de sus recientes vecinos. Mediante medidas severas
obligó a los suyos a “poblar y edificar ciudades y lugares,
para sacarlos de sus rústicas viviendas, para adecuarse al
estilo tolteca. Luego ordenó que se hicieran tres cercas,
aprovechando la vieja estrategia de Xólotl y sobre todo de
Noplatzin para delimitar los cotos de caza. Una cerca pasaba
por la porción baja de Huexotla hacia la laguna. Otra cerca en
la ciudad de Texcoco, recién fundada. Ambas cercas estaban
destinadas a la siembra de maíz y otras semillas. La tercera
cerca la puso en el pueblo de Tepetlaoxtoc destinada para
ser habitada por venados, conejos y liebres. Los encargados
fueron los caudillos chichimecas Ocótoch y Coácuech.
Cuidar el coto de caza no fue difícil, pero les resultaba una
tarea terrible hacerse cargo de las otras dos cercas destinadas
a sementeras, pues no estaban acostumbrados. La idea era
dar igual importancia a la caza y a los cultivos, los cotos eran
para hacer más fácil las tareas, pues al disponer de plantas y
frutos se libraba de la penosa recolección de frutos y yerbas
silvestres, en su lugar podía producir y consumir el maíz,
el frijol, el chile y la calabaza” (León Portilla). Justo los
encargados del cuidado de las cercas iniciaron una violenta
rebelión, en otros casos la gente huyó para volver al norte y
mantener su estilo de vida.
Los tlacuilos “descritores” del códice Quinatzin contrastaron
de manera simbólica este proceso al poner a este Soberano
sentado en una estera real alta y ataviado con pieles y
portando el imprescindible arco y flechas. Su soberanía la
patentaba igualando a sus súbditos, a quienes iba dirigido el
mensaje simbólico. Si bien la incorporación de los toltecas
en su reino y gobierno implicó un cambio –yuxtapuesto-
importante pues su vestimenta ahora aparece de algodón
(condición que mantuvieron su hijo Tochotlalatzin y su
nieto Ixtlixóchitl), se dejan de lado los paisajes hostiles
por el ámbito urbano y palaciego, el altépetl desarrolla su
significado pues ya no sólo es vinculante con las cuevas y
el deambular solitario, la populosa e inquieta urbe, ahora la
tierra de los chichimecas se torna en un control soberano que
se va configurando en imperial (Florescano, 2006).
El cambio fue tal que aumentó la población y la riqueza.
Se requería de un giro en el gobierno, en la administración,
en el control tributario y en la policía. Quinatzin dejó de
relacionarse con el común y la vida cotidiana. Se concentró
en los asuntos palaciegos, lo que obligó a adoptar las usanzas
toltecas, de modo que sus desplazamientos se hicieron en
andas, que eran confeccionadas por los recién venidos,
que resultaron costosas por ser ricamente labradas (León
Portilla).
115
La aldea agrícola y artesanal ya no era el punto vinculante,
la sustantividad dio un violento y veloz giro ya que la vida
principal de la población acolhua se desplazó al centro
urbano, con sus desarrollos artesanales y administrativos.
El tránsito sorprendió a los chcichimecas que apenas se
adiestraban a la agricultura cuando tenían que hacerlo con
la artesanía, de ese modo surgía una cruenta separación con
las castas dominantes y el soberano. La yuxtaposición ya
apuntaba al proceso de modificación sustantiva en el proceso
chichimeca que apenas se adentraba al mundo del posclásico
y ya tenía que confrontar las aspiraciones imperiales de cada
centro sociocultural dominante en el valle central.
El sucesor de Quinatzin fue Techotlala Coxcoxtzin (vale
señalar que fue criado y educado por una nana culhua). Como
Soberano gobernó de 1357 a 1409 y durante su mandato
impuso con severidad varias medidas, como idioma único el
náhuatl, al igual que su padre obligó la agricultura para que
ésta se hiciera con procedimientos culturales y religiosos y
no en hoyos de topos y serpientes, de tal manera que por estas
medidas amplió la superficie de las tierras cultivadas. Impuso
las creencias, usos e instituciones de gentiles (abandonando
las del común), al punto de que quien ocupase cargo público
debía de hablar náhuatl (Forescano, 2006). Al respecto
comenta Chimalpain Cuauhtlehuanitzin:
Pero a él lo crió una mujer noble de Culhuacán, llamada
Papaloxochitzin, "Pequeña flor de mariposa", persona noble
de lengua náhuatl. Ella lo crió ya, en una cuna. Pronto le
enseñó la lengua náhuatl, la lengua de los toltecas. También
lo vistió con su tilma, con su braguero. La lengua que primero
hablaban los tezcocanos era el idioma chichimeca, hablaban
como popolocas, y por primera vez, él llegó a hablar bien
el náhuatl, Techotlala Coxcoxtzi. (León Portilla, Apud en
Chimalpain, Tercera Relación).
Como soberano se distinguió en dictar leyes, concertar
alianzas y lograría expander los dominios de Texcoco.
También protegió a los perseguidos que convenían al
desarrollo de su reino y a sus planes, como fue el caso de
los que huían de la ira de Coxcox, Señor de Culhuacán, que
se trataba de cuatro barrios toltecas del cerro Huexachtécatl
(mar, 1999, p. 33). Al protegerlos y darles cobijo en Texcoco
a estas personas de linaje tolteca (culhuas, que en ese
entonces se usaba como similar a tolteca, por el desarrollo
alcanzado por Culhuacán se le consideraba la heredera
directa de tal linaje), les destinó la protección y ayuda de su
gobierno, los asentó en cuatro barrios: le brindó un barrio
116 Chapingo, Texcoco, Edo. de México 01, 02 y 03 de octubre de 2015
encabezado por Ayocuan de la familia de los mexitin; los
colhuaques dirigidos por Naúhyotl recibieron su barrio; el
tercer barrio fue para los huitzimahuaques representado por
Tlacomihua; el último fue para los panecas liderados por
Achitómetl (León Portilla). Techotlala tomó como esposa
a Tozquentzin, hija del Señor de Coatlinchan (Mohar,
1999, p. 32). A partir de entonces fue obligado para quien
ejerciera cargo administrativo o un oficio hablar náhuatl,
los lugares comenzaron a ser identificados en esta lengua
(León Portilla).7
Techotlala se casó con Tozquentzin con quien procreó
su primer hijo que le llamaron Ixtlixóchitl Ome Tochtli,
a quien le concedió pueblos para poderlos gobernar en
edad adecuada: Tepetlaoztoc, Teotihuacan, Tezoyocan,
Tlalaxapan, Tizayocan Ahuatepec, Axapochco y
Quauhtlatzinco (Mohar, 1999, p. 33). Destaca la campaña
militar para controlar Tulancingo, población otomí, que
constituía el paso de los pochtecas o comerciantes hacia la
Huasteca, con ello dominaba el comercio con poblaciones
tan importantes como Huauchinango y Xicotepec (Mohar,
1999, p. 34).
Ixtlixóchitl intentó frenar las ambiciones tecpanecas
casándose con Matlachihuatzi, hija del que fue segundo
tlatoani mexica Huitzilihuitl, y hermana de Chimalpopoca,
en ese momento Huey Tlatoani o Señor de México-
Tenochtitlan (Alva Ixtlixóchitl anota que Ixtlixóchitl se
negó a desposarse con Tecpaxóchitl, hija de Tezozómoc,
quedando en condición de concubina, asunto que sirvió
de pretexto no sólo para iniciar la guerra con Texoco, sino
para objetar la descendencia y legitimidad de Ixtlixóchitl
y de su descendencia. Santamarina, 2006, p. 18). Del
matrimonio entre Ixtlixóchitl y Matlachihuatzi crecieron
dos hijos, uno fue Netzahualcóyotl Acolmiztli, y la otra fue
Atotoztzin o Tozcuentzin (Santamarina, 2006, p. 36). Si
bien Ixtlixóchitl procreó con Tecpaxóchitl del cual nacería
Yancuiltzin (o también llamado Tilmatzin, medio hermano
de Nezahualcóyotl, que después fue empleado para gobernar
Texcoco puesto desde Azcapotzalco, Santamarina, 2006, p.
18). Tezozómoc convence y obliga a Chimalpopoca, Señor
de México-Tenochtitlan, y a Tlacatéutl, Señor de Taltelolco,
para que eviten el reconocimiento de Ixtlixóchitl; a la vez
que logra que se rebelen los pueblos sometidos a Texcoco
para que dejen de pagarle tributos(León Portilla).
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León Portilla apunta que el florecimiento agrícola es parejo al cultural y artístico
del Acolhuacan, que se convirtió en centro irradiador. Si bien no todo fue terso,
pues se tuvieron que enfrentar inconformidades, al igual que su padre, y rebeliones
como la Huetzin que en el año 1 Pedernal ataca aYácamex.
José Alfredo Castellanos Suárez
La expansión imperial de Quinatzin en pos de tributación,
sobre todo en ánimo de controlar el rico comercio proveniente
del mar del este (el actual Golfo de México), implicó que
la población del Acolhuacan ocupada en la transformación
de productos en artesanías, fuese reclutada en las aldeas
agrícolas, ocasionando una modificación de la yuxtaposición
mucho más intensa, de manera que se convirtieron en
milicias conquistadoras. Si bien el Acolhuacan llegaba a
punto importante, el proceso fue intervenido e interrumpido
por Tezozómoc.
Antes de su muerte, Techotlala le advirtió y previno a
Ixtlixóchitl de las ambiciones que movían a Tezozómoc
(Santamrina, 2006, p. 36), pero no fueron suficientes los
consejos ya que Tezozómoc, líder de los tecpanecas de
Azcapotzalco, se autoconsideró descendiente de Xólot –
incluso adoptó su nombre, según se expone en los Annales de
Cuautitlán- para pelear y ganar la sucesión en Tenayuca, se
apoderó de Xaltocan, de Coyoacán, Chalco y Amecameca,
obligando el pago tributario de Culhuacán, sometía la lejana
Ocuita, Malinalco (al occidente de la cuenca) y Cuauhnáhuac
(al sur) para intentar formar y consolidar su imperio (León
Portilla). El proceso comprendió de 1375 a 1428 al nuevo
imperio se le conoció como Tlaltocáyotl, que a la muerte de
Tezozómoc en 1426 lo continuó su hijo Maxtla hasta 1428
(año en que tuvo que enfrentar la Triple Alianza de México-
Texcoco-Tlacopan.Santamarina, 2006, p. 9). Texcoco no
quedó fuera de las pretensiones tecpanecas y fue objeto de
guerra e ocupación del trono de Ixtlixóchitl (gobernó de 1409
a 1418). El nuevo rey fue destronado en 1418, perseguido y
asesinado por las huestes de Tezozómoc.
La guerra estalló y duró cuatro años en los que Ixtlixóchitl
logró someter a varios pueblos: Xaltepec, Otompan,
Axapochco, Aztaquemeca, Temazcalapa, Tollan, Xilotepec,
Citlaltépec, Tepoztlan y Cuautitlán (mohar, 1999, p. 38).
Tezozómoc fingió reconocer a Ixtlixóchitl y desactivó sus
ejércitos, lo cual fue aprovechado para que Chalco y Otompan,
además de la traición de los chimalpanecas, abrieran el paso
a la persecución y asesinato de Ixtlixóchitl, ante los ojos
expectantes y horrorizados de su hijo Netzahualcóyotl que
fue oculto en la copa de un árbol. Su cuerpo fue amortajado
y quemado, las cenizas fueron recogidas por un macehual
de nombre Chichiquil, de Tlailotlacan.
Los aliados de Ixtlixóchitl, de los pueblos de Ixtapalocan,
Zohuatepec, Cohuatepec, Cohuatlinchan, Huexotla,
Tepetlanexco, Texcoco, Tezapan, Chiautla, Tepetlaoxtoc y
Xalatzinco tuvieron que huir con rumbo a Huexotzinco y
Tlaxcala. Tezozomoc se reservó para sí el botín y los tributos
Ecohistoria chichimeca en el posclásico del centro oriente del altiplano mesoamericano
y dejó que el Señor de Cuatlinchán se encargara de acopiarlos.
Tlatelolco recibió la parte de Huexutla y Chimalpopoca
recibió Texcoco, también se benefició el Señor de Acolman
(Santamarina, 2006, p. 11). Después de la conquista Tezozómoc
se reservó el derecho a ser reconocido como Chichimatecutli,
o señor de los chichimecas (Santamarina, 2006, p. 10).
El dominio tepaneca de Azcapotzalco que pesó sobre el
Acolhuacan pospuso la toltequetización creciente, que fue
sacudida hasta 1428 con la derrota de los tepanecas por la
triple alianza, en la que participó México-Tenochtitlan,
Tlacopan y Texcoco acaudillado por Netzahualcóyotl
(gobernando de 1418 a 1472. Lujan).
Una vez retomado el poder en el mapa Quinatzin nos muestra
en sus icpalli a Netzahualcóyotl (a la derecha) y a Netzahualpilli
(a la izquierda), el monarca y heredero. En la parte baja del
laminar del códice se van mostrando los diversos planos del
Palacio Real que ahora es asiento político del Acolhuacan,
se aprecia el patio central con los 14 tlatoques, las cuatro
estancias laterales del edificio destinadas a la sala de jueces
encargados de las leyes políticas y morales decretadas por el
Soberano, al almacén para la guerra, la sala de los mercaderes,
el salón de música y cantos, la recepción para los integrantes
de la Triple Alianza y salones que sirven como despachos
administrativos. Rodeando el palacio se hallan los 20 signos
de los pueblos sujetos (Florescano, 2006). La modificación
ocasionada por la yuxtaposición se estabilizó en la adecuación
del mundo del llamado posclásico tardío que después de las
modificaciones urbanas pasa a centrarse en el valor central
de la vida palaciega que controla el diseño ambiental de
sementeras organizadas en un proceso metódico de tributación,
las artesanías ocupaba el tiempo de la población, las milicias
estacionadas en centros urbanos ocupaban un lugar central que
desplazaba las funciones religiosas, resultando favorecidas los
procesos burocráticos-administrativos, que diseñan nuevos
procedimientos de control de poblaciones lejanas sometidas
a la tributación y en ellas recaía la adecuación del sistema, las
urbes también se desarrollan por la intensa actividad comercial,
de modo que la nueva etapa alcanzó su punto culminante en el
gobierno de Nezhualcóyotl.
Conclusiones
La irrupción chichimeca no generó una modificación
sustantiva en el proceso general, sino que lo reforzó. Su
proceso de yuxtaposición en la etapa de Xólotl tan sólo
117
significó que los chichimecas se adaptaran al proceso del
mundo posclásico, será con Quinatzin que la adecuación
es superada y su lugar ocupado por un proceso de cambio
sustantivo en los propios chichimecas para ser sometidos a
tributación a través del proceso agrícola.
Tlotzin es quien da un verdadero giro a la modificación
sustantiva (yuxtaposición intensa) al desarrollar la aldea
agrícola sedentaria y obligar el sedentarismo, con prácticas
sociales, políticas, culturales, religiosas e ideológicas en la
vida urbana. Pero Techotlala consuma este giro al imponer
todas las costumbres toltecas y nahuas.
El tránsito al mundo imperial caracterizado por la vida
adminsitrativa-buracrática palaciega y la imposición de
tributación a pueblos sometidos que caracteriza la fase
de adecuación del sistema le tocaba a Ixtlixóchitl pero su
proceso fue irrumpido por los tepanecas, cuestión que es
retomada por Nezahualcóyotl en el momento en que recupera
el trono al acaudillar la Triple Alianza. Las ciudades-estados
avanzaban tendientes hacia la conformación plena del
Estado (que después toparon con los españoles).
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