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El departamento de apoyo nutricional cumple sus objetivos mediante las siguientes

actividades:
Valoración nutricional a pacientes hospitalizados. Se realiza una evaluación
global objetiva a todos los pacientes hospitalizados para detectar oportunamente
el estado nutricional de cada uno de ellos y asignar un plan alimenticio
adecuado para su alta hospitalaria.
_ Interconsulta a pacientes hospitalizados solicitada por el médico adscrito.
_ Consulta externa de nutrición. Se valora a cada paciente que acude a la consulta
y se le indica la dieta adecuada conforme a su patología.
_ Revisión de dietas indicadas a cada paciente hospitalizado. Se verifica que
la dieta indicada a cada paciente concuerde con su patología y cubra su requerimiento
calórico.
Una buena nutrición y el mantenimiento de la misma son cuestiones básicas para
la salud.

La meta es prescribir de forma oportuna a todo paciente que requiera apoyo


nutricional adecuado y exacto, contribuyendo a disminuir la incidencia de complicaciones,
morbimortalidad, costo y estancia hospitalaria, con el fin de mejorar
su calidad de vida.
La nutrición adecuada es importante para el bienestar y recuperación de los pacientes.
Hay alimentos adecuados para la edad y las preferencias culturales y alimenticias
del paciente, las cuales deben estar disponibles de manera regular. El
paciente participa en la planificación y selección de alimentos y la familia del paciente
puede, cuando sea adecuado, participar en el suministro de alimentos en
forma coherente con su cultura, religión y demás tradiciones y prácticas.
Basándose en las necesidades evaluadas y en el plan de atención del paciente,
el médico u otro profesional calificado ordenarán los alimentos u otros nutrientes
adecuados para el paciente.
Cuando la familia u otras personas suministren alimentos al paciente tienen
que ser educadas respecto a ello, conociendo las contraindicaciones conforme a
las necesidades y planes de atención del paciente, así como la información del
medicamento, sobre todo si está asociado a interacciones con alimentos. Cuando
sea posible se le ofrecerá al paciente una variedad de opciones de alimentos de
acuerdo con su estado nutricional.

Los elementos medibles del estándar COP.4 incluyen:


1. Los alimentos o la nutrición adecuada están regularmente disponibles.
2. Todos los pacientes tienen una dieta indicada en su expediente.
3. La indicación se basa en el estado y las necesidades nutricionales del paciente.
4. Los pacientes cuentan con una variedad de opciones de alimentos, según su
estado y atención.
5. Cuando los familiares suministran los alimentos están educados sobre las
limitaciones de la dieta del paciente.
6. Existe un proceso para identificar errores en la indicación de alimentación.

La cartera de servicios de la clínica de nutrición incluye:


_ Evaluación nutricional.
_ Asignación de riesgo para desnutrición.
_ Cálculo de dieta hospitalaria.
_ Cálculo de dieta parenteral parcial.
_ Cálculo de dieta parenteral total.
_ Evaluación de necesidades de terapia nutricional.
_ Asignación de tratamientos nutricionales.
Los requisitos de evaluación para interconsulta del servicio incluyen estudios
preoperatorios completos (biometría hemática, química sanguínea, examen general
de orina, pruebas de coagulación, albúmina, perfil de lípidos, pruebas de
función hepática).
La condición médica para la aplicación de nutrición parenteral total incluye:
_ Estados de malnutrición antes y después de la cirugía, síndrome de mala absorción,
enfermedad inflamatoria intestinal, disminución del intestino delgado,
pancreatitis, etc.
_ Pacientes con grandes pérdidas de nitrógeno y quemaduras severas.
_ Pacientes con sepsis, trauma múltiple e insuficiencia renal.
Los nutrientes administrados en la nutrición parenteral son los siguientes:
_ Carbohidratos (dextrosa hipertónica): cubre los requerimientos calóricos y
permite que los aminoácidos sean liberados para síntesis proteica (no energética);
se encuentra disponible a 5, 10 y 50%.
_ Proteínas: son esenciales en la construcción, conservación y reparación de
los tejidos del organismo; intervienen en las funciones hormonales y enzimáticas.
_ Grasas: además de ser fuente de energía son necesarias para la absorción de
las vitaminas liposolubles.
_ Electrólitos (potasio, calcio, magnesio y cloruro de sodio): proporcionan el
equilibrio hidroelectrolítico apropiado, transportan glucosa y aminoácidos
a través de las membranas celulares.
_ Vitaminas: elementos que carecen de valor calórico, precursoras de coenzimas.
_ Oligoelementos: coadyuvan en el metabolismo corporal.
La valoración del paciente debe incluir:
_ Peso de base del paciente observando la presencia de edema.
_ La historia clínica del paciente.
_ La evaluación de las proteínas séricas del paciente.
_ El control de las concentraciones de triglicéridos y lípidos.
Las características de los accesos vasculares para nutrición parenteral incluyen:
_ Catéter venoso central.
_ De abordaje periférico (epicutáneo); nutrición parenteral de duración corta
intermedia (inferior a cuatro semanas).
_ Acceso a una vena central por venopunción periférica.
_ Menor riesgo de infección respecto a los catéteres venosos clásicos.
_ Inserción con escasas complicaciones.
_ Se colocan al pie de la cama.
_ Requieren personal de enfermería experimentado para su colocación.
_ Requieren anticipación a su inserción antes de la pérdida de vías periféricas
por punción.
_ Se obstruyen con facilidad.

Complicaciones metabólicas
A corto plazo:
_ Déficit de nutrientes.
_ Exceso de nutrientes.
_ Peroxidación lipídica.
_ Relacionadas con errores en la preparación o en su conservación.
A largo plazo:
_ Complicaciones óseas.
_ Complicaciones hepatobiliares.
_ Complicaciones renales.
_ Déficit de nutrientes.
Complicaciones metabólicas
_ Hiperglucemia.
_ Cese de la infusión.
_ Liberación lenta de la insulina y respuesta disminuida de los tejidos. Inmadurez
enzimática, velocidad de infusión rápida y concentración elevada de
glucosa.
_ Convulsiones, daño cerebral.
_ Diuresis osmótica, deshidratación, riesgo de hemorragia intracraneal.
_ Hipercapnia, hiperosmolaridad e hígado graso.
_ Glucosurias y glucemias diarias.
_ R/ con las proteínas.
_ Tasas de nitrógeno ureico y creatinina elevadas.
_ Excesiva ingesta de N2.
_ Falta de fluidos.
_ Sobrecarga osmolar.
_ Función renal.
_ Aminograma.
_ Balance nitrogenado.
_ R/ con los lípidos.
_ Hiperlipidemia.
_ Hiperbilirrubinemia.
_ Cambios en la función pulmonar.
_ Oxidación de los lípidos.
_ Inmadurez hepática.
_ Recién nacido con síndrome de dificultad respiratoria.
_ Exposición a la luz.
_ Riesgo de kernicterus.
_ Disminuye los niveles de PO2.
_ Hidroperóxidos tóxicos para el recién nacido.
_ Gasometrías.
_ Función hepática.
_ Triglicéridos, colesterol.
_ R/ con las vitaminas y los oligoelementos.
_ Excesivas pérdidas por diarrea, vómitos, heridas, secreciones.
_ R/ con los electrólitos.
_ Hiponatremia.
_ Hiponatremia.
_ Hipercalcemia.
_ Hipocalcemia.
_ Hipercalcemia.
_ Escasa ingestión de sodio.
_ Pérdida excesiva de agua, ingesta inadecuada de sodio.
_ Ingesta escasa de potasio.
_ Escaso aporte, mayores pérdidas.
_ Acidosis, falla renal.
_ Consumo escaso de calcio o vitamina D.
_ Exceso vitamina D, ingestión inadecuada de fósforo.
_ Debilidad, hipertensión arterial, oliguria, elevación de la frecuencia cardiaca,
convulsiones.
_ Edema, hipertensión arterial, sed, convulsiones.
_ Distensión abdominal, alcalosis, trastorno ECG.
_ Debilidad, parestesias, arritmias.
_ Tetania, raquitismo, convulsiones.
_ Falla renal, íleo paralítico, arritmias, calcificación ectópica.
_ Controles del equilibrio ácido–base y bioquímica (Na, K, Cl, Ca, Mg, P).
_ R/ con la NPT prolongada.
_ Trastornos hepáticos.
_ NPT prolongada (> 6 semanas), inmadurez hepática, ausencia de estímulo
enteral, infecciones de repetición.
_ Exceso de hidratos de carbono.
_ Colestasis, cirrosis hepática, falla hepático.
_ Evitar la sobrealimentación.
_ Tasas adecuadas de dextrosa.

Alimentos para la curación de huesos


fracturados
Violetta Nutrición 88 Comentarios


Índice [ocultar]

 1 La leche
 2 Yogur
 3 El pescado
 4 Brócoli
 5 Naranjas
 6 Las verduras verdes
 7 Nueces y semillas
 8 Frijoles
 9 Cereales
 10 Productos de origen animal

La salud de los huesos es un factor importante en tu vida, independientemente de la


edad que tengas. Las medidas preventivas se deben tomar para asegurar que sus huesos
sean fuertes y estén bien nutridos. La dieta juega un papel clave en la construcción de
la densidad ósea y la fuerza. Esto puede ser un factor importante en la velocidad de tu
curación y la sanación del hueso. Los alimentos pueden ayudar a acelerar el proceso.

Puedes ayudar al cuerpo a sanar los huesos rotos con el consumo de cantidades
adecuadas de proteínas, calcio, antioxidantes y vitamina D y K. El cuerpo necesita
proteínas y calcio para construir y reparar los huesos. Para absorber el calcio
correctamente, necesitas una ingesta adecuada de vitamina D. Para ayudar al cuerpo a
hacer uso de la proteína, es necesario consumir suficiente vitamina K.

La leche
La leche es muy beneficiosa para los huesos, especialmente si necesitas un proceso de
curación. La leche es una buena fuente de calcio, vitamina D y proteína. La Dra. Susana
Brown publicó un articulo que destacaba la importancia de la proteína y la vitamina D
en la velocidad de curación del las fracturas óseas. Además la leche tiene otras
vitaminas que se necesitan para reparar los huesos rotos.
Yogur
Un yogur sin grasa tiene alrededor de 415mg de calcio por servicio. Este alimento alto
en calcio ayudará a la formación de huesos y construir la formación de callos en toda la
zona de la fractura. Esto es necesario para ayudar a fortalecer el hueso después de una
fractura. El calcio no sólo es importante como método preventivo, ya que también es
importante en el desarrollo de los huesos. Los aminoácidos que se encuentran en el
yogur, como la lisina y la glutamina, aumentan la absorción de calcio, lo que aumenta la
masa ósea.

El pescado
El atún, el salmón y las sardinas son pescados buenos para aumentar la curación del
hueso. Estos tres pescados tienen una buena cantidad de vitamina D que es responsable
para permitir la absorción de calcio. Una buena recomendación es combinar la ingesta
de vitamina D con la de calcio para tener los mejores resultados.

Brócoli
El brócoli está lleno de vitamina C y vitamina K. La vitamina K es necesaria para fijar
el calcio a los huesos, así como la preservación del calcio. La vitamina K se une con
otros minerales para ayudar a formar la masa ósea. La vitamina K puede acelerar la
curación de un hueso roto, ya que está involucrado en el proceso de mineralización de
los huesos.

Naranjas
Beber zumo de naranja puede acelerar el proceso de curación de los huesos, y
proporcionan nutrientes uenos para la zona de la fractura. El zumo de naranja contiene
vitamina C, un antioxidante importante que sintetiza correctamente el colágeno y ayuda
a la curación. Este zumo de naranja pueden tener más de 300mg de calcio para ayudar
en el proceso de formación ósea. La vitamina C, actúa como un agente anti-
inflamatorio, reduce el dolor así como fomentan el crecimiento de masa de los huesos.

Las verduras verdes


Las frutas y verduras son ricas en antioxidantes, que ayudan al cuerpo a combatir los
radicales libres que retrasan la curación de los huesos. Una porción de verduras al día
son suficientes para satisfacer las necesidades de vitamina K. Las verduras de hojas
verdes y el brócoli también proporcionan cantidades significativas de calcio y
antioxidantes.

Nueces y semillas
Las nueces y las semillas como la almendras, avellanas, nueces de Brasil, semillas de
girasol, semillas de sésamo y pistachos son ricos en calcio, magnesio y fósforo. Los
frutos secos y las semillas también pueden proporcionar dosis de vitaminas A y C.
Frijoles
Los garbanzos y frijoles negros y pinto contienen abundante calcio y fósforo. Si tu
cuerpo tolera la soja, puedes probar productos de soja como el tofu, para aumentar la
ingesta de calcio.

Cereales
El amaranto, quinoa y el arroz integral contienen calcio, magnesio y fósforo. Además el
mijo, la cebada, el trigo y el centeno contienen dosis de vitamina A, beneficiosa para la
absorción de calcio y así tener unos huesos fuertes.

Productos de origen animal


Si comes productos de origen animal, tenga en cuenta los ricos en calcio y vitamina D.
Esto incluyen las sardinas, yogur, leche, salmón, queso fresco, huevos, pollo, carne de
res molida y caballa. Tenga en cuenta que los excesos de proteína en su dieta,
especialmente la carne, en realidad pueden inhibir la absorción de calcio.

mar 2015

La nutrición, una herramienta más para


recuperarse de una lesión

Todos los
deportistas tienen claro que para recuperarse de una lesión se debe recurrir a
tratamientos médicos y fisioterapéuticos, además de someterse a un programa de
rehabilitación. Abordar el aspecto emocional, en según qué casos, también adquiere una
gran importancia.
Pero hay un aspecto que también es importante y que casi siempre se pasa por alto: el de
la nutrición.

Es lógico, porque al margen de unas cuantas generalidades, hasta hace escasos años
apenas teníamos conocimiento de cómo podía interferir la alimentación y ciertos
nutrientes en el proceso de recuperación de una lesión.

Sin embargo, actualmente los estudios han constatado que poniendo en marcha ciertas
medidas nutricionales se puede favorecer el proceso de curación.

Algunas estrategias nutricionales de las que hablaré en este post* adquieren más o
menos importancia en función del tipo de lesión, gravedad de la misma, tiempo de
recuperación y grado de inmovilización requerido.

Por ejemplo, ante una micro-rotura fibrilar en un músculo isquiotibial el deportista, pese
a tener que dejar de hacer algunas actividades, puede seguir estando más o menos
activo. Evidentemente, no podrá correr a un ritmo elevado, durante una par de semanas,
pero sí podrá hacer bicicleta estática, elíptica, nadar, realizar ejercicios de musculación,
entre otras cosas. Algo parecido ocurre si se sufre una tendinopatía. Se debe cambiar la
actividad, pero no ‘parar’.

Ante este tipo de lesiones -que permiten mantenerse activo- es poco probable que el
atleta engorde o aumente su porcentaje de grasa corporal y, además, siguiendo un buen
plan de rehabilitación, tampoco existe demasiado riesgo de que pierda masa muscular.

Por tanto, las intervenciones nutricionales, en estos casos, deben ir básicamente


dirigidas a bajar la inflamación y favorecer la formación de nuevo tejido y a la
cicatrización. Lo cual pasa por incrementar el aporte de proteínas de alta calidad
biológica como veremos más adelante.

En cambio, ante una fractura ósea, una operación de ligamentos cruzados o ante una
enfermedad que obligue a permanecer en la cama -por poner unos ejemplos- el
deportista se verá obligado a pasar un periodo más o menos largo de inmovilización y
una vez superada esta fase, su actividad seguirá siendo limitada durante una temporada.
Por ello, en estos supuestos, si no se interviene nutricionalmente lo más probable es que
el deportista gane grasa corporal, a la vez que pierde masa muscular y funcionalidad por
la ausencia de los estímulos causados por el entrenamiento.
El lateral del Bayern de Múnich, David Alaba, recién operado de menisco

Debemos tener en cuenta que solamente con una inmovilización de más de 5 días ya se
produce una pérdida de fuerza, además de una atrofia muscular. Eso ocurre porque ante
la falta de estímulos musculares, aumenta rápidamente la degradación de proteínas
musculares, a la vez que disminuye su síntesis, tanto basal como tras la ingesta de
alimentos. Por tanto, se pierde masa muscular, fuerza y también funcionalidad. Algo
parecido ocurre con la sarcopenia (Wall et al., 2013).

En un solo día de inmovilización, se pueden llegar a perder hasta 150 gramos de masa
muscular, lo que equivale a perder un kilo en una semana (Wall & van Loon,
2013).¡Cuántas veces hemos visto a personas que tras un periodo de inmovilización se
quedan con la pierna como un palillo!

En siete días también fácilmente se puede ganar un kilo de grasa corporal. Una ganancia
que no es baladí.

MEDIDAS NUTRICIONALES

Ante esta situación, ante todo hay que evitar que el deportista engorde debido a la
inactividad (o menor actividad física). Evidentemente, si está ‘parado’ o más inactivo
gastará menos energía (menos calorías) y si sigue comiendo igual que antes de la lesión
e ingiere las mismas calorías, engordará.

Aquí la estrategia es clara y conocida: comer menos de lo habitual para reducir el aporte
energético de la dieta del deportista lesionado.

Algunas medidas a adoptar son: eliminar los alimentos y productos que aportan
azúcares libres** (dulces en general, bollería, zumos envasados, refrescos, alimentos
preparados…); reducir el consumo de grasas, especialmente las saturadas; menguar
también la ingesta de hidratos de carbono, especialmente los refinados (pasta, arroz
blanco, pan blanco, cereales, patatas) y si se consumen que sean integrales. Hay que
tener en cuenta que si el deportista está inactivo sus requerimientos de hidratos de
carbono serán menores.

Evidentemente, lo recomendable es que la dieta esté pautada y sujeta al control de un


nutricionista deportivo.

En segundo lugar, y muy importante, hay que procurar que mientras el deportista está
inmovilizado y/o inactivo su organismo mantenga la formación (síntesis) de proteínas
musculares que como he comentado anteriormente se reduce durante la inactividad.

El objetivo es evitar que no pierda masa muscular o que pierda el mínimo posible, a la
vez que regenerar el tejido dañado por la lesión.

Lo podemos abordar desde dos flancos:

Trabajo de rehabilitación de tobillo en el agua

1.- Mediante trabajo físico y ejecución de determinados ejercicios -acordes al tipo de


lesión y posibilidades de ejecución del paciente- en busca de estímulos musculares que
permitirán estimular la síntesis proteica. Por ejemplo: realizando contracciones
isométricas; sometiéndose a sesiones de electroestimulación; haciendo MAT o técnicas
de activación muscular; ejercicios de estabilización lumbopélvica o CORE; trabajo en
medio acuático; propiocepción, etc. En definitiva, ejercicios de rehabilitación que serán
más o menos exigentes según sea la evolución del paciente.

2.- Incrementando la ingesta de proteínas de alta calidad biológica, que son las que
tienen más cantidad de un aminoácido llamado ‘leucina’, que ayuda a frenar la
destrucción de proteínas que está habiendo a causa de la inactividad, a la vez que
favorece la formación de nuevas fibras muscular. Es decir, tiene un efecto anabólico.
La ingestión de 3 gramos de leucina, sea aislada o contenida en proteínas, es capaz de
activar la síntesis de proteínas musculares.

Los alimentos que nos aportan proteínas de alta calidad biológica son: todo tipo de
carnes (pollo, conejo, pavo, ternera…); pescados, tanto blancos como azules (las grasas
del pescado nos aportan ácidos Omega 3 que también son interesantes porque bajan la
inflamación); huevos y lácteos.

La recomendación es realizar de 4 a 6
comidas al día, separadas por un intervalo de 3 a 4 horas y que éstas aporten den 20 a 35
gramos de proteínas de alta calidad biológica, de los cuales 3 gramos sean de leucina.

Podemos obtener estos requerimientos comiendo por ejemplo: 140 gramos de pollo,
pavo o ternera; o 170 gramos de pescado.

O si optamos por un suplemento comercial, lo obtenemos tomando una ración de 25 a


30 gramos de preparado de suero de leche o Whey.

Otros nutrientes interesantes

Omega 3: Solo por su efecto antiinflamatorio estos ácidos grasos deben estar presentes
en la dieta de un deportista, y con más razón si está lesionado. La ingestión de 3 a 4
gramos al día de ácidos grasos Omega 3 (podemos encontrarlos en un filete de 200
gramos de salmón) puede actuar sinérgicamente con la leucina, aumentando la síntesis
de proteínas

Fuentes de Omega 3 son: el pescado azul (atún, salmón, sardinas, anchoas,


chicharro…); los frutos secos (nueces), aguacate o aceite de oliva.

Por el contrario, se deben evitar las grasas saturadas (embutidos, carnes grasas, quesos,
mantequilla, patés…) y las grasas ‘trans’ (margarinas, alimentos procesados, bollería
industrial) y no abusar de los Omega 6 (aceite de girasol, maíz, soja).

Vitamina D: Es muy importante garantizar los niveles adecuados de esta vitamina para
garantizar una buena calcificación ósea y la síntesis de proteínas musculares. La
vitamina D parece ejercer una función en la capacidad regenerativa de los músculos y
mantenimiento de la fuerza.
La principal fuente de vitamina D son los
rayos solares. Si es posible, tomar un rato el sol es una buena medida para un deportista
lesionado, pero hay que tener en cuenta que las cremas protectoras dificultan su síntesis.

Alimentos con vitamina D se encuentra en algunos alimentos, pero de forma limitada:


aceites de pescado (aceite de hígado de bacalao); pescados azules; yema de huevo, leche
y cereales fortificados, setas shitakey.

Puede resultar difícil obtener suficiente vitamina D solo de los alimentos. Por ello,
algunas personas posiblemente necesiten tomarla en forma de suplemento.

Vitaminas grupo B. Las obtenemos comiendo carnes de todo tipo, pescado, huevos,
legumbres, verduras hortalizas, legumbres, cereales integrales tenemos garantizado el
aporte de este grupo de vitaminas. La B6 (piridoxina), concretamente, contribuye al
metabolismo de las proteínas y de los glóbulos rojos, factores básicos importantes para
la recuperación de lesiones musculares, tal es el caso de una rotura fibrilar.

Vitamina C: Asegurar su ingesta es importante por su contribución en la síntesis del


colágeno, una proteína fibrilar que se encuentra en abundancia en la piel, huesos,
cartílagos y tendones.

Consumiendo frutas y verduras tenemos garantizado su aporte. Entre los alimentos más
ricos en esta vitamina tenemos: fresones, naranjas, mandarinas, kiwis, perejil y en
general todo tipo de frutas, verduras y hortalizas.

El nutricionista deportivo debe valorar si la dieta basta por sí sola para cubrir las
necesidades nutricionales del paciente o si es necesario recurrir a algún suplemento.

La Creatina se postula siempre como un suplemento eficaz para prevenir la pérdida de


masa muscular y favorecer su crecimiento, especialmente cuando se realizan ejercicios
de fuerza, pero también se ha constatado su eficacia durante la fase de inmovilización al
reducir la degradación bioquímica y estructural de la musculatura esquelética.

También se ha constatado su eficacia para combatir la sarcopenia, es decir, la pérdida


degenerativa de masa muscular y fuerza que se produce con el envejecimiento o al
llevar una vida sedentaria.

MIENTRAS SE DUERME
Tomar, antes de acostarse, un alimento que contenga proteínas de digestión lenta, como
puede ser la caseína, permite tener estimulada la síntesis proteica durante el sueño. Es
una práctica común entre los culturistas.

La caseína es una proteína que se encuentra en la leche (representa el 84% de las


proteínas lácteas) y tarda mucho en digerirse. Por tanto, nos va aportando aminoácidos
durante varias horas.

Alimento más ricos en caseína son el queso, requesón, cuajada, yogur… pero también
existen suplementos formulados para tal fin.

VUELTA A LA ACCIÓN

Cuando el deportista ya se somete a sesiones más o menos intensas de recuperación, sea


para recuperar la funcionalidad, ganar fuerza y masa muscular, mejorar la elasticidad,
recuperar la agilidad… y vuelve de forma paulatina a los entrenamientos, su dieta debe
también ir progresando y adaptarse a su gasto energético y realizar ingestas acordes a
sus horarios de entrenamiento, tipo de sesiones, horas de recuperación, etc.

Al pasar a tener un mayor gasto energético, deberá incrementar su ingesta diaria en


hidratos de carbono y también cuidar su hidratación.

Tras las sesiones de ejercicio es recomendable realizar un tentempié que aporte de 20 a


25 gramos de proteína junto a 50 gramos de hidratos de carbono, sea en forma de
suplemento (bebida o batido) o con alimentos.

Ejemplo: Un bocadito de pan integral (100 gramos) con pechuga de pavo (80 gramos) y
un yogur desnatado.

Es conveniente realizar esta ingesta inmediatamente después del ejercicio o durante la


hora posterior con el fin de aprovechar la llamada ‘ventana metabólica’, un estado
fisiológico en la que el organismo está especialmente receptivo a captar los nutrientes,
lo cual favorece la recuperación energética y la reparación muscular.

*Este post es la transcripción y traducción de la sección de radio ‘Esport i Salut’ del


programa En Joc emitido en La Xarxa Radio el 17/01/2015

** Las azúcares libres son los añadidos a los alimentos por los fabricantes, los
cocineros o los propios consumidores, así como los azúcares presentes de forma
natural en la miel, los jarabes, los jugos de fruta y los concentrados de jugo de fruta.
No lo son los que se encuentran en las frutas y las verduras enteras frescas.
Referencias

– Sport Science Exange (2014) Vol. 27, Nº 132, 1-5. INJURY PREVENTION AND
NUTRITION IN FOOTBALL. Daniel Medina, Antonia Lizarraga and Franchek
Drobnic

– J Physiol. 2008 Dec 15;586(Pt 24):6049-61. doi: 10.1113/jphysiol.2008.160333.


Epub 2008 Oct 27

– Nutrición y suplementación en Crossfit. Toni Solà y Mireia Porta

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