Al principio del libro blanco se nos menciona como los distintos gobiernos en el mundo deberían empezar a optar más por las energías naturales actuales, tales como la energía que nos brinda los rayos del sol. Se menciona que en años anteriores no se podía optar por usar las energías renovables ya que era muy costoso hacer un generador que transformara cualquier tipo de energía renovable en energía eléctrica y por eso siempre se utilizaban los combustibles fósiles. Sin embargo en la actualidad ya es más sencillo usar estas tecnologías para así aprovechar las energías de la naturaleza y que usando únicamente la energía solar se podría alimentar al menos a 40 países al 100% con energía solar sin falla alguna. Los gobiernos la mayor parte del tiempo optan por ocultar o no invertir en los recursos y tecnologías renovables pues ellos prefieren no gastar dinero innecesario en estos proyectos y siguen optando por los combustibles fósiles. Actualmente se tratan de proclamar leyes y normas para los piases para que traten de normalizar y regular el uso de combustibles fósiles y se opten por utilizar energías renovables. El hecho de no querer optar mayormente por las energías primarias, radica en que los distintos gobiernos en el mundo están en una lucha constante por el poder político que los energéticos derivados de los combustibles fósiles les dan, así como el dinero que este puede llegar a generarles si su país cuenta con más de estos recursos, es por eso que la transición hacia otro tipo de energético se ha retrasado por más de 30 años. Algunos pocos países optan por utilizar la energía nuclear como principal fuente de energía, sin embargo esto es rentable por tiempo limitado ya que el combustible que se utiliza para las plantas nucleares es muy limitado, y aparte el mantener una planta de este calibre es muy costoso y peligroso pues los residuos que esta genera son un riego para el planeta y tarda muchos años en quedar libre de radioactividad las zonas donde se pongan las plantas. El propósito de este libro es ayudar a dar los primeros pasos hacia la transición de energías renovables, desde el punto de vista económico, hacia el punto de vista político y que esta transición sea segura y ordenada para que en futuras generaciones las energías renovables predominen ante los combustibles fósiles. En los últimos años el exceso de combustibles fósiles ha hecho que el calentamiento global se incremente a pasos agigantados, pues el calentamiento global ha generado una serie de cambios en el clima del planeta tierra haciendo que este se altere de tal forma que este ha generado múltiples desastres naturales y estos provoquen grandes pérdidas de recursos en los países donde se vive más presente los efectos del calentamiento global y los recursos sean más limitados. Las pérdidas deterioran la economía, las nuevas tecnologías la refuerzan. Continuar invirtiendo en las viejas maneras de generar electricidad no reduce los riesgos sistémicos en los sistemas masivos y centralizados. Invertir en nuevas formas de producir y distribuir la energía en escalas más pequeñas con sistemas descentralizados puede reducir en gran medida los grandes riesgos y la posibilidad de futuras pérdidas económicas por fallas en los sistemas.
La evidencia muestra que cuando el desarrollo de la energía
renovable es acompañado se acompaña de metas y jugosos programas de eficiencia energética, se puede lograr confiablemente la reducción de las emisiones de gases de invernadero en las naciones industriales con poco o ningún costo neto a largo plazo para sus economías. Una de las principales fuerzas que impulsa la expansión de las energías renovables en el mundo, son los compromisos nacionales e internacionales para así alcanzar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y las cuales son tratadas en el acuerdo de Kioto. Con este acuerdo se mantienen objetivos firmes y fijos que ayudan a cada país, dentro del acuerdo, a que sus transición a las energías renovables sea más posible y más viable y que se vaya reduciendo de poco a poco las emisiones de CO2. A cada nación se le da a cumplir un objetivo para así poder reducir sus emisiones de CO2. Sin embargo algunos pocos países se adentran más en sus objetivos y los hacen mucho más lejanos y ambiciosos a tal grado que quieren llegar a cierto año ya con su emisión de carbono a lo más mínimo posible. Estas metas a largo plazo impulsan a las industrias de energías renovables, induciéndolas a que se planteen metas mucho más ambiciosas para la generación de energías renovables más a futuro.