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¿PASANTE, EL ADOLESCENTE ?

Marie-Jean Sauret

La inscripcióó n en un víónculó sócial supóne la salida de ló sócial. El


ninñ ó estaó incluidó en un sócial que ya estaó ahíó: su deseó es el deseó del
Otró, su relacióó n cón el Otró estaó reglada pór el entórnó. Las óntólógíóas
que hasta Kant y Freud interpelarón al hómbre desde el exteriór,
manteníóan esa sumisióó n óriginaria al Otró simbóó licó1. La uó ltima vez
recórdeó la próximidad de esta estructura cón la del discursó del amó que
instituye al sujetó, y cón el incónsciente: puestó que carece del saber
fundamental sóbre su ser, perdidó en el habla, el sujetó se ve empujadó a
reclamaó rseló al Otró. Peró, sóó ló hay sujetó separadó de su ser de góce: el
discursó del amó ló próduce cómó perdidó, en lós líómites de ló sócial que
eó l cónstituye. Pór el advenimientó de la ciencia móderna la degradacióó n
de las óntólógíóas ha llevadó a lós sujetós a sónñ ar cón una familia patriarcal
que sin duda nó ha existidó nunca y a interiórizar la funcióó n paterna cómó
óntólógíóa dómeó stica. Falsa salida, la neurósis cómó religióó n privada nó
permite prescindir de la religióó n universal sinó pórque perpetuó a la
alineacióó n al Otró pór el medió maó s sutil del padre simbóó licó.

Sin duda, nó debe subestimarse la neurósis infantil que cónsiste en


el pasó de una neurósis a ótra, de una religióó n a ótra: en efectó, supóne el
encuentró cón ló real del góce cuyó alejamientó del sujetó hace la
vócacióó n del Otró. En este casó, este góce es el que hay en juegó entre
padre y madre ó aquel del que el ninñ ó es testigó cómó síóntóma
irreductible en la pareja parental. Pierre Brunó, en su textó Emballage,
móstróó cóó mó la fóbia indica a la vez el lugar pór el cual ló real excluidó
pódríóa vólver, y pór dónde el sujetó puede imaginar una salida.

Marie describe una infancia asfixiante en un universó religiósó. Se


cónfesaba varias veces al díóa de su deseó de pónerse en cóntactó cón ese
“puntó ceró” –hasta que el cura se móstróó inquietó pór sus escruó pulós
ante su madre. Esta fóbia del pecadó aclara en queó el superyóó es el de lós
padres, cóntribuyendó a expulsar fuera del espació maternó el góce que
1
Dufóur, Dany-Róbert (2007) El arte de reducir cabezas. Sobre la servitumbre del hombre liberado en la
era del capitalismo total, Buenós Aires: Paidóó s.
amenaza. Peró Marie cóncluye que precisamente pór ló sexual, al
cónsentir el pecadó, ella encóntróó una salida... intróduciendó nuevas
cómplicaciónes cón el Otró. El sujetó pide esó que el Otró hace relucir
cómó óbjetó del deseó, peró nó accede nunca a ninguna ótra cósa de ese
deseó que a pónerse a merced de su demanda. Tal es el universó del que
Lacan restituye la tópólógíóa de lós dós tórós entrelazadós del deseó y de la
demanda2.

Sólamente la revelacióó n de una alteridad castra al Otró en el cual el


sujetó estaó incluidó, intróduciendó al ninñ ó en el tiempó para cómprender
las cónsecuencias de su descubrimientó: períóódó de latencia que
desembóca en un mómentó de cóncluir en el que tendraó que verificar, en
el encuentró sexual, tantó el valór de su fantasma cómó el de su síóntóma.

II

A cóndicióó n de tóparse cón el padre real cómó castradór del Otró, la


alteridad femenina –la que sópórta ó la que despierta su deseó- da al
sujetó el valór de liberarse de lós líómites del Otró familiar ó maternó: de ló
sócial primitivó. La adólescencia cómó mómentó lóó gicó es esó, inicia la
lucha cón ese próblema que ya nó abandónaraó al sujetó: ¿Cóó mó hacer
encajar su singularidad en un “vivir juntós”, sin ceder en cuantó a su
singularidad apenas entrevista, ni en cuantó a la exigencia de una
“cómunidad” que ló retenga? El adólescente tiene ópórtunidad de
escóger: apóyarse en esta alteridad irrecónciliable cón el Otró –la de su
síóntóma despertadó pór el encuentró cón el deseó sexual- para sustraerse
al incestó cón el Otró, cómó agente de un tipó nuevó de víónculó cón lós
ótrós.

Ahóra bien, la adólescencia parece caracterizarse pór un dóble


móvimientó: a) el del rechazó a incluirse en la masa, aunque sea al preció
de su “es-carcelacióó n” a traveó s del suicidió (primera ó segunda causa de
mórtalidad); b) el de su inclusióó n, aunque sea al preció de la reduccióó n de
2
El 56% de lós jóó venes de 18 a 29 anñ ós ven en la mundializacióó n maó s bien una ventaja (cóntra el 49%
de lós de 30 anñ ós en adelante), el 85%, tiene una imagen pósitiva del órden, el 79% de la autóridad,
seguó n diversas encuestas realizadas pór el Centró de Investigacióó n para el Estudió y la Observacióó n de
las Cóndiciónes de Vida. Cf. Reó gis Bigót et Claire Piau, “Les jeunes sónt aujóurd’hui favórables aà la
móndialisatión”, Consommation et modes de vie, nº 168, Septiembre de 2003.
tóda alteridad: el 54% de ellós piensan que “la familia es el uó nicó sitió
dónde unó se siente bien y distendidó”, muchós maó s se adheriríóan a la
ideólógíóa de la glóbalizacióó n (¡la gran familia!) –¡cósa que explicaríóa, sin
duda, que el 73% declaren nó estar interesadós en la pólíótica,
cónfirmandó, sin saberló (leur insu), que el incónsciente es, pór enteró,
pólíótica!

Ahóra bien, el víónculó sócial cóntempóraó neó se caracteriza pór el


dóminió de la tecnóciencia. Desde este puntó de vista, el saber estaó al
mandó del víónculó sócial. Estó nó puede llevar maó s que a cónsiderar al
ótró cómó un incultó, reducieó ndóló a la simple cóndicióó n de ser viviente, a
esa “vida desnuda” de la cual se própóne hacer un sujetó que le sirva. A
partir de aquíó Fóucault y Agamben definen la “bió-pólíótica” 3.
Afórtunadamente, nó estaó a manó de ninguó n discursó reducir la alteridad
del sujetó a la del significante. Es pór elló que óíómós auó n la prótesta del
sujetó histeó ricó, salvó que clame pór un amó que próduzca un saber maó s
implacable auó n. Y ló hace sin tener en cuenta ótra caracteríóstica del
víónculó sócial cóntempóraó neó: el dóminió del mercadó que sustituye al
amó para respónder al histeó ricó y usa el saber cómó una maó quina para
reciclar el góce en óbjetó de la demanda, para amputar tódó próductó y
hasta al mismó sujetó de su sustancia gózante: el discursó capitalista
cónsigue cónectar el deseó sóbre la demanda, en una tórsióó n que elimina
su real (cf. El matema própuestó pór Lacan). Y henós aquíó en la era de la
dróga blanda, del cigarrilló sin tabacó, del cafeó sin cafeíóna, del quesó al
ceró pór cientó, de la cómida aseó ptica, de la cerveza sin alcóhól, de la
guerra sin muerte, de la sexualidad virtual, hasta la tentativa de
próduccióó n de sujetós sin síóntómas 4 –a lós que Hannah Arendt cónsidera
preparadós para el tótalitarismó. ¡Un estadó incómpatible cón la neurósis!

En cónsecuencia, ¿nó deberíóamós mirar cón ótrós ójós al


adólescente que se aferra a lós peóres góces (drógas, experiencias líómites,
anti-culturas) tantó cómó a ló que pueda asegurarle que nó seraó reducidó
a la masa? Ciertamente, este góce cuya presencia sóstiene cóntra el
aburrimientó de un mundó reducidó a las dimensiónes de una aldea sin
3
Cf. Michael Fóucault, “Les mailles du póuvóir”, et “La technólógie pólitique des individus”, en Dits et
écrits, tómó IV 1980-1988, Paríós, Gallimard, 1994, p. 193-194 y 826; Giórgió Agamben, Homo sacer I (Le
pouvoir souverain et la vie nue, Paríós, Seuil, 1997) et II (L’Etat d’exception, Paríós, Seuil, 2003).
4
Slavój Zizek
extranjeró, es decir, sin ótrós reales, estaó cónstruidó seguó n su fantasma:
necesitaraó auó n maó s un mómentó para aceptar el hechó de que el sujetó es
siempre un exiliadó, y que su extranjeríóa es la cóndicióó n para el víónculó
sócial.

Sin embargó, estó indica que la salida de la infancia exige la


emergencia del discursó analíóticó: ló que hómólóga la adólescencia cón un
mómentó de pase (pasaje). Constatamos que para él no se trataría en
absoluto de un fin. Peró, lejós de ver en eó l un deshechó de nuestra
sóciedad, lós psicóanalistas estaríóan mejór inspiradós viendó ahíó unó de
lós lugares de resistencia de la subjetividad de nuestra eó póca, ¡de la
resistencia que, a veces, les falta a ellós mismós!

III

Si la infancia funcióna en el discursó del amó ó en el discursó


universitarió, si el víónculó sócial cóntempóraó neó privilegia el discursó
universitarió, si el sujetó nó tiene ótras salidas que la prótesta histeó rica
para hacer valer su singularidad, entónces el advenimientó del discursó
capitalista es ineluctable.

EÉ sta es la jugada del discursó psicóanalíóticó: acóger la alteridad y


darle la ópórtunidad de servir a ótró víónculó sócial. Es pór esó que su
inclusióó n en ótró cualquiera nó puede sinó transfórmarló en prómesa de
“bienestar” y finalmente rebajarló a una psicóterapia: en ella, las
fórmaciónes autórizadas pór las asóciaciónes de psicóanaó lisis,
apróvechandó algunós mânes 5 del estadó, bajó la apariencia de fórmacióó n
permanente, y que hacen ver que fórman a psicóanalistas ¿nó han
preparadó acasó el terrenó para la enmienda Accóyer 6? Para el educadó,
5
Divinidades.

6
El 8 de óctubre de 2003 la Asamblea Naciónal, izquierda y derecha indistintamente, vótóó pór
unanimidad la enmienda 336, tercera módificacióó n, del Cóó digó de Salud Puó blica, cónócida cómó
“enmienda Accóyer”, y estó sin próceder previamente a un debate puó blicó, sin audiencia a lós
prófesiónales interesadós, y sin dispóner de datós esenciales, entre ellós la funcióó n que el Ministró de
Salud se própóníóa hacer desempenñ ar al “plan de accióó n” Clery-Melin. Es una vótacióó n que cónstituye en
síó una “patólógíóa de la demócracia”. El Cómunicadó y la enmienda són las dós caras de un mismó
próyectó, cuya realizacióó n impóndríóa órden en la salud mental en Francia en benefició de las clíónicas
privadas, y sómeteríóa al psicóanaó lisis y a las psicóterapias en benefició de lós labóratóriós
farmaceó uticós; nuestras prófesiónes són, en efectó, lós principales óbstaó culós para el triunfó tótal de lós
psicófaó rmacós, ya que lós franceses són ya lós primerós cónsumidóres en el mundó. (Jacques-Alain
Miller, 15 de nóviembre de 2003).
una “fórmacióó n universitaria” repósa estructuralmente sóbre la privacióó n
de su cultura própia, es decir, de su eventual relacióó n cón el psicóanaó lisis.
La puntualizacióó n de Lacan, seguó n la cual nó hay maó s fórmacióó n que la del
incónsciente, ¡era una interpretacióó n dirigida a la “infancia generalizada”!

Es maó s verdad que nunca que, desde que Hans instruyóó en lós
parajes de ló real y del discursó analíóticó a Freud y a su padre, ¡“lós
analistas tienen miedó”! Peró, a falta de mantenerse ahíó, de ser un pócó
“adólescentes”, pódríóa ser que perdieó semós de vista hasta el íóndice de la
fóbia.

Nota de Traducción: dice el autór que utiliza el teó rminó franceó s “passant” teniendó en
cuenta el equíóvócó pór similicadencia entre “passant” que traducimós pór pasante, y
“pas sans” que remite al óperadór lóó gicó de lós estóicós “nó-sin”, utilizadó pór Lacan.

Nota de Traducción: - Maâ nes: cuerpós de muertós cónsideradós divinós. 1. Dióses


infernales, cónsideradós beneó vólós, que purificaban las almas de lós difuntós. 2. Almas
de lós muertós.

Referencia de la cita 5 al pie de esta paó gina:

Jacques-Alain Miller (2003, 15 de nóviembre) Psicoanálisis y estado [en líónea]


Cónsultadó el 5 de junió de 2016, dispónible en
http://www.psicómundó.cóm/fórós/psa-estadó/manifiestó.htm

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