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Magistrado Juan Rafael Perdomo, compilador

Sala de Casación Social

DOCTRINA
DE LA SALA
DE CASACIÓN
SOCIAL
AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Tribunal Supremo de Justicia


Colección Doctrina Judicial No 29
Caracas / Venezuela / 2008
2 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

KHW1789
D637
2007

Doctrina de la Sala de Casación Civil agosto-diciembre


2007 / Juan Rafael Perdomo, compilador. Caracas: Tribu-
nal Supremo de Justicia, 2008.

200 p. - (Colección Doctrina Judicial, Nº 29)

1. Derecho Laboral -- Venezuela. 2. Casación -- Vene-


zuela. 3. Jurisprudencia Laboral -- Venezuela.

© República Bolivariana de Venezuela


Tribunal Supremo de Justicia
Colección Doctrina Judicial - Nº 29
Fernando Parra Aranguren, Director
Depósito Legal lf:
ISBN:
Depósito Legal lf:
ISBN:
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 3

Sala de Casación Social


Magistrado Juan Rafael Perdomo, compilador

DOCTRINA DE LA SALA
DE CASACIÓN SOCIAL
AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Tribunal Supremo de Justicia


Colección Doctrina Judicial, Nº 29
Caracas/Venezuela/2008
4 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

SALA CONSTITUCIONAL SALA POLITICOADMINISTRATIVA

Dra. Luisa Estella Morales Lamuño Dra. Evelyn Margarita Marrero Ortiz
Presidenta del Tribunal Presidenta de la Sala
y Presidenta de la Sala Dra. Yolanda Jaimes Guerrero
Dr. Francisco Antonio Carrasquero López Vicepresidenta de la Sala
Vicepresidente de la Sala Dr. Levis Ignacio Zerpa
Dr. Jesús Eduardo Cabrera Romero Dr. Hadel Mostafá Paolini
Dr. Pedro Rafael Rondón Haaz Dr. Emiro Antonio García Rosas
Dr. Marcos Tulio Dugarte Padrón
Dra. Carmen Zuleta de Merchán
Dr. Arcadio Delgado Rosales

SALA ELECTORAL SALA DE CASACIÓN CIVIL

Dr. Luis Alfredo Sucre Cuba Dra. Yris Armenia Peña Espinoza
Segundo Vicepresidente del Tribunal Presidente de la Sala
y Presidente de la Sala Dra. Isbelia Josefina Pérez Velásquez
Dr. Luis Martínez Hernández Vicepresidenta de la Sala
Vicepresidente de la Sala Dr. Antonio Ramírez Jiménez
Dr. Rafael Arístides Rengifo Camacaro Dr. Carlos Oberto Vélez
Dr. Juan José Núñez Calderón Dr. Luis Antonio Ortiz Hernández
Dr. Fernando Ramón Vegas Torrealba

SALA DE CASACIÓN SOCIAL SALA DE CASACIÓN PENAL

Dr. Omar Alfredo Mora Díaz Dra. Deyanira Nieves Bastidas


Presidente de la Sala Primera Vicepresidenta del Tribunal
Dr. Juan Rafael Perdomo y Presidenta de la Sala
Vicepresidente de la Sala Dr. Eladio Ramón Aponte Aponte
Dr. Alfonso Rafael Valbuena Cordero Vicepresidente de la Sala
Dr. Luis Eduardo Franceschi Gutiérrez Dra. Blanca Rosa Mármol de León
Dra. Carmen Elvigia Porras de Roa Dr. Héctor Manuel Coronado Flores
Dra. Miriam del Valle Morandy Mijares
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 5

Palabras Preliminares

El Nº 29 de la Colección Doctrina Judicial difunde, bajo el título


Doctrina de la Sala de Casación Social Agosto-Diciembre 2007,
la compilación preparada por el Vicepresidente de la Sala, Magistrado
Juan Rafael Perdomo. Es digna de encomio la labor actualizada por el
compilador con miras a divulgar los criterios sostenidos por dicho ór-
gano colegiado.

En esta oportunidad, ha clasificado –en veinticuatro acápites y sesenta


y tres máximas– la doctrina que considera más resaltante de la Sala,
contenida en cincuenta y seis de las sentencias dictadas entre Agosto y
Diciembre de 2007. Las máximas –relacionadas, entre otras, con dos
importantes ramas del derecho social: el del Trabajo y el de la Seguri-
dad Social– cubren una amplia gama de temas, entres los cuales pueden
señalarse, a título enunciativo, accidentes de trabajo, enfermedades pro-
fesionales, presupuestos de admisibilidad del recurso de casación, con-
trol de legalidad, casación de oficio y tema de la remuneración.
6 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Esta nueva compilación del Magistrado Perdomo persigue facilitar su


conocimiento a quienes se ocupan de esta materia y preparar –con base
en la doctrina expuesta– la senda a futuras modificaciones normativas,
sustantivas y procesales, tanto de primero como de segundo plano de
legalidad, según el caso.

El Alto Tribunal que presido espera que esta obra, por su contenido
jurídico sea de gran utilidad para su destinataria: la comunidad nacional
integrada por operadores de justicia, justiciables, docentes y, especial-
mente, para quienes, cualquiera sea su etapa de formación profesional:
pregrado, especialización, maestría o doctorado se preparan para el ejer-
cicio del derecho.

Caracas, primero de julio de 2008

Luisa Estella Morales Lamuño


DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 7

Índice General

Índice de Artículos ....................................................................... 13


Índice de Sentencias .................................................................... 19
Abreviaturas ................................................................................ 23

Capítulo I
ACCIDENTES Y ENFERMEDADES PROFESIONALES 25

1 . Incompetencia de los Tribunales laborales para conocer de-


mandas de cobro de indemnización por accidente laboral
donde estén involucrados niños, niñas y adolescentes ........ 25
2 . Carga de la prueba de la responsabilidad subjetiva o hecho
ilícito del patrono causante del accidente o enfermedad pro-
fesional ................................................................................ 27
3 . Accidente de trabajo ........................................................... 29
3.1 Parientes Beneficiarios de la Indemnización por Muerte
o Accidente de Trabajo que Cause la Muerte ............ 29
4 . Enfermedad profesional ...................................................... 32
4.1 Comienzo del lapso de prescripción ........................... 32
8 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Capítulo II
CASACIÓN PRESUPUESTOS
DE ADMISIBILIDAD DEL RECURSO 35

1 . Cuantía para Recurso de Casación ..................................... 35


2 . Cuantía en casos de conexión impropia .............................. 41
3 . Decisiones recurribles ......................................................... 42
3.1 Inadmisible el recurso de casación ejercido contra au-
tos en ejecución de sentencia ..................................... 42
3.2 Sentencias interlocutorias recurribles con la definitiva . 44
4 . Interés para recurrir ............................................................ 46
5 . Técnica de formalización ..................................................... 47

Capítulo III
CASACIÓN DE OFICIO 49

1 . Noción de Orden Público .................................................... 49

Capítulo IV
CASACIÓN POR DEFECTOS
DE FORMA DE LA SENTENCIA 51

1 . Vicios de la sentencia .......................................................... 51


1.1 Indefensión ................................................................. 51
1.2 Inmotivación ............................................................... 54
1.2.1 Concepto ....................................................... 54
1.2.2 Contradicción ................................................ 55
1.3 Indeterminación Objetiva ........................................... 56
1.3.1 Concepto ....................................................... 56
1.3.2 Principio de autosuficiencia del fallo ............. 63
1.4 Incongruencia ............................................................. 64
1.4.1 Incongruencia negativa ................................. 64
1.5 Silencio de Pruebas .................................................... 67
1.5.1 Obligación de la recurrida de valorar todas las
pruebas .......................................................... 69
1.5.2 Silencio parcial de pruebas. ........................... 70
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 9

Capítulo V
CASACIÓN POR INFRACCIÓN DE LEY 73

1 . Máximas de experiencia ...................................................... 73

Capítulo VI
COMPETENCIA 75

1 . Nulidad de actos administrativos emanados de INPSASEL . 75

Capítulo VII
CONDICIONES DE TRABAJO 81

1 . Jornada efectiva de Trabajo (pilotos y auxiliares de cabina-


personal de tripulación) ....................................................... 81
2 . Salario base para el cálculo de prestación de antigüedad,
caso de trabajadores con sueldo variable ........................... 83
3 . Salario mensual (feriados y días de descanso) .................... 84

Capítulo VIII
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA 87

1 . Carga de la prueba .............................................................. 87

Capítulo IX
CONTROL DE LA LEGALIDAD 91

1 . Lapso para interponer el recurso ......................................... 91


2 . Sentencias en procedimientos de estimación e intimación de
honorarios profesionales ..................................................... 93

Capítulo X
EFECTOS DEL PROCESO 97

1 . Costas en el Recurso de Apelación ..................................... 97


2 . Oportunidad para intimar costas y honorarios de inci-
dencias ............................................................................... 99
1 0 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

3 . Carácter de cosa juzgada de la sentencia de segunda instan-


cia definitivamente firme .................................................... 100

Capítulo XI
ESTABILIDAD 103

1 . Participación de Despido. Requisitos y Efectos. ................. 103


2 . Lapso para el cómputo de los salarios caídos ..................... 107

Capítulo XII
NORMAS FUNDAMENTALES 111

1 . Principios y Derechos Constitucionales y Legales .............. 111


1.1 Derecho a la defensa, al debido proceso y la tutela ju-
dicial efectiva .............................................................. 111
1.1.1 Desorden Procesal ........................................ 115
1.1.2 Reposición Inútil ............................................ 117
1.2 Principios de derecho a la defensa y al debido proceso 119
1.2.1 Falta de representación de la parte apelante 119
1.2.2 Lapso para recurrir ....................................... 122
1.3 Intereses moratorios ................................................... 125

2 . De las personas en el Derecho del Trabajo ........................ 127


2.1 Trabajador de dirección .............................................. 127
2.1.1 Concepto ....................................................... 127
2.2 Trabajador de confianza ............................................. 131
2.2.1 Concepto ....................................................... 131
2.3 Porcentaje de trabajadores extranjeros ...................... 134
2.4 Contratistas. Inherencia y conexidad ......................... 138

3 . Prescripción ......................................................................... 143


3.1 Interrupción de la prescripción por implementación de
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo ........................ 143
3.2 Renuncia a la prescripción ......................................... 147
3.3 Interrupción de la prescripción en los procesos la-
borales ....................................................................... 150
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 1 1

3.4 Citación anulada no causa interrupción de la pres-


cripción ...................................................................... 152
3.5 Interrupción de la prescripción mediante cartas misivas 153
3.6 El lapso de prescripción no corre durante la pendencia
del proceso ................................................................. 157

Capítulo XIII
OFERTA REAL Y DEPÓSITO 161

1 . Procedimiento ...................................................................... 161

Capítulo XIV
PRIVILEGIOS Y PRERROGATIVAS PROCESALES 163

1 . Empresas del Estado .......................................................... 163

Capítulo XV
PROCEDIMIENTO EN INSTANCIA CONFORME A
LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO 167

1 . Generalidades ...................................................................... 167


1.1 Rectoría del Juez en el proceso. Iniciativas proba-
torias .......................................................................... 167
1.2 Medios probatorios ..................................................... 169

2 . Audiencia Preliminar ........................................................... 170


2.1 Despacho Saneador y falta de cualidad del demandado 170
2.2 Notificación del demandado ....................................... 177
2.2.1 Notificación por correo certificado ............... 177

3 . Procedimiento de Segunda Instancia ................................... 180


3.1 Apelación contra acta que declara admitidos los he-
chos ............................................................................ 180
3.2 Incomparecencia del apelante a la audiencia de se-
gunda instancia ........................................................... 181
3.3 Efecto del desistimiento de la apelación ..................... 184
1 2 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Capítulo XVI
PRUEBAS 185

1 . Valoración de la prueba de testigos ..................................... 185

Capítulo XVII
RECLAMO 189

Capítulo XVIII
RELACIÓN DE TRABAJO 193

1 . Presunción de existencia de la relación de trabajo .............. 193


1.1 Parte demandada demuestra que la relación no es la-
boral ............................................................................ 193

Capítulo XIX
REMUNERACIÓN 197

1 . Carácter salarial de bono trimestral y salario de eficacia


atípica ................................................................................. 197
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 1 3

Índice de Artículos

CÓDIGO CIVIL
Artículo 4° ............................................................. 134
Artículo 1.269 ....................................................... 153
Artículo 1.277 ....................................................... 125
Artículo 1.363 ....................................................... 153
Artículo 1.371 ....................................................... 153
Artículo 1.374 ....................................................... 153
Artículo 1.746 ....................................................... 125
Artículo 1.954 ....................................................... 147
Artículo 1.957 ....................................................... 147
Artículo 1.964 ....................................................... 143
Artículo 1.965 ....................................................... 143
Artículo 1.969 ....................................................... 153, 157
Artículo 1.972 ....................................................... 150, 152, 157

CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL


Artículo 3° ............................................................. 35
Artículo 9° ............................................................. 35
Artículo 12 ............................................................. 27, 69
Artículo 15 ............................................................. 119, 122, 163
Artículo 17 ............................................................. 170
Artículo 51 ............................................................. 115
1 4 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Artículo 52 ............................................................. 115


Artículo 150 .......................................................... 119
Artículo 152 .......................................................... 119
Artículo 154 .......................................................... 119
Artículo 170 .......................................................... 170
Artículo 173 .......................................................... 119
Artículo 208 .......................................................... 122
Artículo 212 .......................................................... 122
Artículo 220 .......................................................... 171
Artículo 221 .......................................................... 171
Artículo 243 .......................................................... 56
Artículo 243 ordinal 5° ......................................... 65
Artículo 249 .......................................................... 100
Artículo 272 .......................................................... 100
Artículo 284 .......................................................... 99
Artículo 312 .......................................................... 35, 42
Artículo 314 .......................................................... 189
Artículo 316 .......................................................... 189
Artículo 320 .......................................................... 153
Artículo 398 .......................................................... 67
Artículo 508 .......................................................... 185
Artículo 509 .......................................................... 27, 69, 70
Artículo 823 .......................................................... 161
Artículo 824 .......................................................... 161
Artículo 825 .......................................................... 161

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE


VENEZUELA
Artículo 21 ............................................................. 163
Artículo 24 ............................................................. 35
Artículo 26 ............................................................. 65, 115, 117
Artículo 49 ............................................................. 115, 122
Artículo 87 ............................................................. 134
Artículo 89 ............................................................. 134
Artículo 92 ............................................................. 125
Artículo 257 .......................................................... 111, 170
Artículo 259 .......................................................... 76
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 1 5

DECRETO CON FUERZA DE LEY ORGÁNICA DE LA


PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA
Artículo 66 ............................................................. 163
Artículo 74 ............................................................. 163

LEY DE ENERGÍA Y MINAS


Artículo 13 ............................................................. 134
Artículo 18 ............................................................. 134

LEY ORGÁNICA DE PREVENCIÓN, CONDICIONES


Y MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO
Disposición Transitoria Séptima .................................... 75, 76

LEY ORGÁNICA DE LA PROCURADURÍA GENERAL


DE LA REPÚBLICA
Artículo 38 ............................................................. 117

LEY ORGÁNICA PARA LA PROTECCIÓN DE NIÑOS,


NIÑAS Y ADOLESCENTES
Artículo 177 .......................................................... 26

LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL TRABAJO


Artículo 6° ............................................................. 122
Artículo 11 ............................................................. 65, 115, 122, 152
Artículo 57 ............................................................. 100
Artículo 59 ............................................................. 52, 97, 163
Artículo 60 ............................................................. 97
Artículo 62 ............................................................. 119
Artículo 64 ............................................................. 163
Artículo 69 ............................................................. 169
Artículo 70 ............................................................. 169, 193
Artículo 73 ............................................................. 193
Artículo 78 ............................................................. 153
Artículo 123 .......................................................... 170
Artículo 124 .......................................................... 170
Artículo 127 .......................................................... 177
1 6 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Artículo 129 .......................................................... 117


Artículo 130 .......................................................... 181
Artículo 131 .......................................................... 180, 181
Artículo 134 .......................................................... 170
Artículo 151 .......................................................... 181
Artículo 158 .......................................................... 180
Artículo 159 ..........................................................56, 100, 125, 180
Artículo 160 .......................................................... 56
Artículo 164 .......................................................... 119, 181
Artículo 165 .......................................................... 180
Artículo 167 .......................................................... 35, 41, 42
Artículo 168 .......................................................... 47, 56, 119, 122
125, 138, 152
153, 177, 185
Artículo 168 ordinal 1° ......................................... 117
Artículo 168 ordinal 3° ......................................... 27, 54, 55, 69
Artículo 173 .......................................................... 181
Artículo 175 .......................................................... 49, 52
Artículo 177 .......................................................... 100
Artículo 178 .......................................................... 35, 91, 93, 181
Artículo 179 .......................................................... 107
Artículo 185 .......................................................... 125
Artículo 186 .......................................................... 42
Artículo 190 .......................................................... 107
Artículo 197 .......................................................... 122
Artículo 201 .......................................................... 184
Artículo 202 .......................................................... 184
Artículo 203 .......................................................... 150

LEY ORGÁNICA DE TRIBUNALES Y DE PROCE-


DIMIENTO DEL TRABAJO
Artículo 68 ............................................................. 87

LEY ORGÁNICA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE


JUSTICIA
Artículo 18 ............................................................. 35
Artículo 29 ............................................................. 189
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 1 7

LEY ORGÁNICA DEL TRABAJO (1990)


Artículo 27 ............................................................. 134
Artículo 28 ............................................................. 134

LEY ORGÁNICA DEL TRABAJO


Artículo 3° ............................................................. 197
Artículo 10 ............................................................. 49
Artículo 20 ............................................................. 134
Artículo 27 ............................................................. 134
Artículo 40 ............................................................. 193
Artículo 42 ............................................................. 127
Artículo 45 ............................................................. 131
Artículo 47 ............................................................. 127, 131
Artículo 50 ............................................................. 177
Artículo 51 ............................................................. 177
Artículo 55 ............................................................. 138
Artículo 56 ............................................................. 138
Artículo 57 ............................................................. 138
Artículo 61 .............................................................. 143, 147, 153, 157
Artículo 62 ............................................................. 32
Artículo 64 ............................................................. 143, 153, 157
Artículo 65 ............................................................. 193
Artículo 102 .......................................................... 103
Artículo 108 .......................................................... 83, 125
Artículo 116 ........................................................... 103
Artículo 126 .......................................................... 107
Artículo 133 .......................................................... 83, 197
Artículo 146 .......................................................... 83
Artículo 189 .......................................................... 81
Artículo 216 .......................................................... 84
Artículo 217 .......................................................... 84
Artículo 370 .......................................................... 81
Artículo 509 .......................................................... 131
Artículo 567 .......................................................... 29
Artículo 568 .......................................................... 29
Artículo 570 .......................................................... 29
1 8 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

LEY DEL TRABAJO (1936)


Artículo 18 ............................................................. 134

REGLAMENTO DE LA LEY DEL TRABAJO (1973)


Artículo 27 ............................................................. 134
Disposiciones Fundamentales .............................. 134

REGLAMENTO DE LA LEY ORGÁNICA DEL TRA-


BAJO (2002)
Artículo 22 ............................................................. 138
Artículo 47 ............................................................. 103
Artículo 74 ............................................................. 193

REGLAMENTO DE LA LEY ORGÁNICA DEL TRA-


BAJO (2006)
Artículo 12 ............................................................. 134
Artículo 23 ............................................................. 134
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 1 9

Índice de Sentencias

Sentencia N° 1774 de 09-08-07. Exp. 07-435 .............. 25

Sentencia N° 2134 de 25-10-07. Exp. 07-805 .............. 27, 64, 67, 69

Sentencia N° 1716 de 02-08-07. Exp. 07-0362 ............ 29

Sentencia N° 1937 de 01-10-07. Exp. 07-532 .............. 32

Sentencia N° 1658 de 26-07-07. Exp. 06-2197 ............ 35

Sentencia N° 2268 de 13-11-07. Exp. 07-1913 ............ 41

Sentencia N° 1595 de 19-07-07. Exp. 07-583 .............. 42

Sentencia N° 2067 de 18-10-07. Exp. 07-628 .............. 44

Sentencia N° 2200 de 01-11-07. Exp. 07-592 .............. 46, 56

Sentencia N° 2202 de 01-11-07. Exp. 07-397 .............. 47

Sentencia N° 1666 de 30-07-07. Exp. 07-193 .............. 49, 131

Sentencia N° 1786 de 09-08-07. Exp. 07-433 .............. 51

Sentencia Nº 2307 del 15-11-07. Exp. 07-883 .............. 54


2 0 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Sentencia N° 1668 de 31-07-07. Exp. 07-283 .............. 55

Sentencia Nº 2469 del 11-12-07. Exp. 06-1936 ............ 63

Sentencia N° 1895 de 25-09-07. Exp. 06-2254 ............ 70

Sentencia N° 2257 de 09-11-07. Exp. 07-376 .............. 73

Sentencia N° 1770 de 07-08-07. Exp. 07-1067 ............ 75

Sentencia Nº 2326 del 20-11-07. Exp. 07-180 .............. 81

Sentencia Nº 2376 del 21-11-07. Exp. 07-758 .............. 83, 84

Sentencia N° 2193 de 30-10-07. Exp. 07-685 .............. 87

Sentencia N° 1657 de 26-07-07. Exp. 06-2021 ............ 91

Sentencia N° 2083 de 18-10-07. Exp. 07-1674 ............ 93

Sentencia N° 1786 de 09-08-07. Exp. 07-433 .............. 97

Sentencia N° 1543 de 17-07-07. Exp. 07-747 .............. 99

Sentencia N° 2148 de 25-10-07. Exp. 06-2040 ............ 100

Sentencia N° 1806 de 09-08-07. Exp. 06-2209 ............ 103

Sentencia N° 2208 de 01-11-07. Exp. 07-591 .............. 107

Sentencia N° 1887 de 21-09-07. Exp. 07-495 .............. 111

Sentencia N° 1646 de 26-07-07. Exp. 07-190 .............. 115

Sentencia N° 1746 de 07-08-07. Exp. 07-413 .............. 117

Sentencia N°1773 de 09-08-07. Exp. 06-2264 ............. 119

Sentencia N°1891 de 25-09-07. Exp. 07-706 ............... 122

Sentencia N°2196 de 01-11-07. Exp. 07-481 ............... 125

Sentencia Nº 2243 de 06-11-07. Exp. 07-034 ............... 127


DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 2 1

Sentencia N° 1771 de 07-08-07. Exp. 07-403 .............. 132

Sentencia N° 1940 de 02-10-07. Exp. 07-934 .............. 138

Sentencia N° 1643 de 25-07-07. Exp. 07-253 .............. 143

Sentencia N° 1670 de 31-07-07. Exp. 07-359 .............. 147

Sentencia N° 2177 de 30-10-07. Exp. 07-366 .............. 150

Sentencia N° 2067 de 18-10-07. Exp. 07-628 .............. 152

Sentencia N° 2304 de 14-11-07. Exp. 07-838 .............. 153

Sentencia N° 2132 de 23-10-07. Exp. 07-709 .............. 157

Sentencia Nº 2104 de 18-10-07. Exp. 07-624 .............. 161

Sentencia Nº 2243 de 06-11-07. Exp. 07-034 ............... 163

Sentencia Nº 2155 de 25-10-07. Exp. 07-677 .............. 167, 169

Sentencia Nº 1447 de 03-07-07. Exp. 07-027 .............. 170

Sentencia Nº 1740 de 07-08-07. Exp. 07-472 .............. 177

Sentencia Nº 2086 de 18-10-07. Exp. 07-1125 ............. 180

Sentencia Nº 2068 de 18-10-07. Exp. 07-765 .............. 181, 184

Sentencia Nº 2193 de 30-10-07. Exp. 07-685 .............. 185

Sentencia Nº 2227 de 01-11-07. Exp. 07-1083 ............. 189

Sentencia Nº 2209 de 01-11-07. Exp. 07-1441 ............. 193

Sentencia Nº 2243 de 06-11-07. Exp. 07-034 ............... 197


2 2 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 2 3

Abreviaturas

CC: Código Civil

CCOM: Código de Comercio

CPC: Código de Procedimiento Civil

CRBV: Constitución de la República Bolivariana de Ve-


nezuela

DFLOPGR Decreto con Fuerza de Ley Orgánica de la Pro-


curaduría General de la República

LEM: Ley de Extranjería y Migración

LRSRT: Ley de Responsabilidad Social en Radio y Tele-


visión (2004)

LINCE: Ley sobre el Instituto Nacional de Cooperación


Educativa (1970)

LOPCYMAT (der): Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y


Medio Ambiente de Trabajo (1986)
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 25

Capítulo I

Accidentes y enfermedades profesionales

1. INCOMPETENCIA DE LOS TRIBUNALES LABORALES


PARA CONOCER DEMANDAS DE COBRO DE
INDEMNIZACIÓN POR ACCIDENTE LABORAL DONDE
ESTÉN INVOLUCRADOS NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Omar Mora Díaz


Partes: Ana Lucía Cárdenas Ramírez en su propio nombre
y en representación de su menor hijo Segundo José
Alvarado Cárdenas contra Transporte E.J., C.A.
Sentencia: N° 1.774 de 09-08-07. Exp. 07-435
Motivo: Cobro de indemnización derivada de accidente
de trabajo
Reitera: Doctrina establecida por Sala de Casación Social
en las sentencias Nos 1367 de fecha 11 de octubre
de 2005, y 44 de fecha 1° de febrero de 2006,
donde consideró necesario abandonar el anterior
criterio respecto a la interpretación del Parágrafo
Segundo del artículo 177 de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente
26 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Normas citadas: LOPNA: artículo 177.


Referencia
Jurisprudencial: Sentencia N° 44 emitida por la Sala Plena en fe-
cha 16 de noviembre de 2006

Observa la Sala, que el presente juicio por indemnización por accidente


de trabajo, que inició con introducción de la demanda el 16 de mayo de
2006, fue sustanciado y decidido por Tribunales Laborales en Primera y
Segunda Instancia, siendo que el mismo fue intentado por la ciudadana
ANA LUCÍA CÁRDENAS DE ALVARADO, en su propio nombre,
así como también en representación de su menor hijo, SEGUNDO JOSÉ
ALVARADO CÁRDENAS, cónyuge e hijo, respectivamente, del ciu-
dadano JOSÉ RAMÓN ALVARADO ROMERO, quienes figuran
en el expediente como sus únicos y universales herederos.

La anterior acotación tiene lugar, pues, el criterio imperante es que son


los Tribunales de Protección del Niño y del Adolescente los que tienen
la competencia para conocer de los asuntos de carácter patrimonial y
del trabajo, en los que figuren niñas, niños y adolescentes, independien-
temente del carácter con que éstos actúen.

A los efectos se explica, que en el pasado, según criterios abandonados,


la protección judicial de niños y adolescentes, no podía ser interpretada
en el sentido genérico, sino que, por el contrario, cuando un niño o ado-
lescente figurase como actor o formase parte de un litisconsorcio activo
necesario o voluntario, el Tribunal competente debía ser el de la juris-
dicción ordinaria y no los de Protección del Niño y del Adolescente.

Sobre el particular, esta Sala de Casación Social (sentencias Nos 1367


de fecha 11 de octubre de 2005, y 44 de fecha 1° de febrero de 2006),
consideró necesario abandonar el anterior criterio respecto a la inter-
pretación del Parágrafo Segundo del artículo 177 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, situación a la que tam-
bién se pronunció posteriormente la Sala Plena de este Máximo Tribu-
nal, bajo los argumentos que a continuación se transcriben: (Omissis)
(consultar Sentencia N° 44 emitida por la Sala Plena en fecha 16 de no-
viembre de 2006)

Expuesto lo anterior, ahora es de puntualizar que, la competencia es un


requisito de validez de la sentencia, por lo que, es posible que un proce-
dimiento sea tramitado ante un juez incompetente con tal que éste no se
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 27

pronuncie sobre el fondo de la controversia, y que cuando un Tribunal


conoce indebidamente de un proceso que no le corresponde, la decisión
que éste pronuncie se considera procesalmente inexistente.

Así las cosas, y dadas las circunstancias del caso, la Sala se ve forzada
a declarar, en primer lugar, la incompetencia de los Juzgados Laborales
en el conocimiento del presente juicio en el que se encuentra involucra-
do un niño. En segundo lugar, la nulidad de las sentencias de mérito
emitidas en fechas 12 de diciembre de 2006 y 8 de febrero de 2007, por
el Juzgado Primero de Primera Instancia de Juicio del Circuito del Tra-
bajo y el Juzgado Superior del Trabajo de la Coordinación Laboral de la
Circunscripción Judicial del Estado Yaracuy, respectivamente, y en vir-
tud de la incompetencia expresada, declarar en definitiva que no existe
sentencia válida que pueda ser examinada por esta Sala bajo el alcance
del recurso de casación ejercido.

Finalmente, a los fines de restablecer el orden jurídico, se repone la


causa al estado de que el Tribunal de Protección del Niño y del Adoles-
cente que resulte competente para el conocimiento en primer grado del
asunto, dicte el fallo correspondiente. Así se decide.

2. CARGA DE LA PRUEBA DE LA RESPONSABILIDAD


SUBJETIVA O HECHO ILÍCITO DEL PATRONO
CAUSANTE DEL ACCIDENTE O ENFERMEDAD
PROFESIONAL

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Luis Eduardo Franceschi Gutiérrez


Partes: Gloria del Carmen Aguilar Medina contra Ferre-
tería La Lucha, C.A. y otra
Sentencia: N° 2.134 de 25-10-07. Exp. 07-805
Motivo: Cobro de indemnización por enfermedad profesional
Reitera: Criterio establecido en sentencia N° 11 del 25 de
enero de 2007 (caso: Gustavo Javier Campos
Madrid contra Basurven Zulia, C.A. y otros)
Norma citada: CPC: artículos 12 y 509; LOPT: artículo 168 nu-
meral 3°

(...) Señala la impugnante que el juez de Alzada atribuyó al trabajador la


carga de la prueba en cuanto a la culpabilidad del patrono, no obstante
28 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

que –según afirma– corresponde a éste demostrar el cumplimiento de


las obligaciones establecidas en la Ley Orgánica de Prevención, Condi-
ciones y Medio Ambiente de Trabajo.

Como se observa, en el caso de autos el juzgador ad quem determinó,


aplicando lo dispuesto en el artículo 1.354 del Código Civil, que la veri-
ficación de los elementos de la responsabilidad subjetiva incumben a la
parte que la alega, es decir, el trabajador demandante, considerando que
los mismos no habían quedado demostrados en autos.

Se aprecia que lo sostenido por el sentenciador de la recurrida se ajusta


al criterio reiterado de esta Sala; en este sentido, en sentencia N° 116
del 17 de mayo de 2000 (caso: José Francisco Tesorero Yánez contra
Hilados Flexilón S.A.), se afirmó que, si el trabajador demanda la in-
demnización de daños materiales superiores a los establecidos en las
leyes especiales, por hecho ilícito del patrón causante del accidente o
enfermedad profesional, deberá probar los extremos que conforman tal
hecho ilícito, de conformidad con el artículo 1.354 del Código Civil.

Asimismo, para declarar procedentes las indemnizaciones establecidas


en el artículo 33 de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Me-
dio Ambiente del Trabajo, es necesario, además de la constatación de la
enfermedad o incapacidad, la demostración del incumplimiento o inob-
servancia por parte del patrono de las condiciones de seguridad e higie-
ne en el trabajo, correspondiendo al accionante la carga de acreditar la
responsabilidad patronal subjetiva (al respecto, véanse entre otras, sen-
tencias Nos 11, 1.248 y 1.945 del 25 de enero, 12 de junio y 3 de octubre
de 2007, casos: Gustavo Javier Campos Madrid contra Basurven
Zulia, C.A. y otros; Adán Caniumilla Reumay contra C.V.G. Side-
rúrgica del Orinoco, C.A.; y Carlos José Díaz Ríos contra Expresos
Caribe C.A., en su orden). En este caso, el empleador responde por
haber actuado en forma culposa, con negligencia, imprudencia o imperi-
cia, y siempre será preciso que en caso de reclamación de la indemniza-
ción correspondiente, el trabajador demuestre que el patrono conocía
de las condiciones riesgosas (decisión Nº 722 del 2 de julio de 2004,
caso: José Gregorio Quintero Hernández contra Costa Norte Cons-
trucciones, C.A. y otra, reiterada en sentencia Nº 1.668 del 19 de oc-
tubre de 2006, caso: Andreína Magalys Perozo y otro contra PDVSA
Petróleo y Gas, S.A.).

Así las cosas, después de haberse constatado que el sentenciador de


Alzada adecuó su decisión a la jurisprudencia reiterada de esta Sala de
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 29

Casación Social, con respecto a la atribución al trabajador demandante


de la carga de la prueba de la responsabilidad subjetiva o hecho ilícito
del patrono, se desestima la denuncia planteada, y así se establece.

3. ACCIDENTE DE TRABAJO

3.1 PARIENTES BENEFICIARIOS DE LA INDEMNIZACIÓN POR


MUERTE O ACCIDENTE DE TRABAJO QUE CAUSE LA MUERTE

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: Dionisia Barboza de Pachano contra Petróleos de
Venezuela, S.A.
Sentencia: N° 1.716 de 02-08-07. Exp. 07-0362
Motivo: Cobro de indemnización por accidente de trabajo
Normas citadas: LOT: artículos 567, 568 y 570

El artículo 567 de la Ley Orgánica del Trabajo establece que en caso de


accidente o enfermedad profesional que ocasione la muerte, los parien-
tes del difunto tendrán derecho a una indemnización igual al salario de
dos (2) años, la cual no excederá de la cantidad de veinticinco (25)
salarios mínimos, sea cual fuere la cuantía del salario, en caso de acci-
dente o enfermedad profesional que genere la muerte del trabajador, a
los parientes del difunto los cuales ella misma determina.

Por su parte, el artículo 568 eiusdem, señala que tendrán derecho a


reclamar las indemnizaciones a que se refiere el artículo anterior, taxa-
tivamente, los siguientes parientes del difunto:

a) Los hijos menores de dieciocho (18) años, o mayores, cuan-


do padezcan de defectos físicos permanentes que los incapa-
citen para ganarse la vida.

b) La viuda o el viudo que no hubiere solicitado u obtenido la


separación de cuerpos, o la concubina o el concubino que hu-
biere vivido en concubinato con el difunto hasta su fallecimiento.

c) Los ascendientes que hubieren estado a cargo del difunto


para la época de la muerte; y
30 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

d) Los nietos menores de dieciocho (18) años cuando sean


huérfanos, y cuando sin serlo, el padre o la madre de ellos no
tengan derecho a la indemnización y sean incapaces de subve-
nir a la subsistencia de aquéllos.

Parágrafo Único: Los beneficiarios determinados en este ar-


tículo no se considerarán sucesores para los efectos fiscales
relativos a las sucesiones hereditarias.

Asimismo, el artículo 570 de la misma Ley, dispone un plazo de tres (3)


meses, contados a partir de la muerte del trabajador, para que los bene-
ficiarios de dicha indemnización reclamen al patrono, pues, una vez trans-
currido dicho plazo el patrono queda liberado mediante el pago que haya
efectuado a los beneficiarios que hayan exigido dicha reclamación, en
los siguientes términos:

El patrono quedará exento de toda responsabilidad mediante el


pago de la indemnización a los parientes de la víctima que la
hubieren reclamado dentro de los tres (3) meses siguientes a
la muerte de aquélla.

Transcurrido este lapso, los demás parientes sólo tendrán ac-


ción para reclamar su parte contra los que hubieren recibido la
indemnización.

Así pues, de acuerdo con las normas señaladas, quien alegue ser bene-
ficiario de la indemnización por muerte del trabajador, debe demostrar
no sólo el vínculo o parentesco afectivo, con respecto al trabajador fa-
llecido, sino también demostrar la condición o requisito exigido en cada
uno de los supuestos a que se refieren los literales a), b), c) y d) del
artículo 568 de la Ley Sustantiva del Trabajo, pues, ello determina la
cualidad de beneficiario o no de dicha indemnización.

Pues bien, al haberse atribuido, la madre, la cualidad de beneficiaria de


la indemnización por muerte del trabajador fallecido, ésta debe enton-
ces alegar y demostrar, además del parentesco o vínculo afectivo, que
ha estado a cargo del difunto, esto es, que ha dependido del trabajador
hasta el momento de su fallecimiento.

En el caso concreto, advierte la Sala que, ciertamente, la recurrida es-


tableció que la concubina reclamó, en su propio nombre y en represen-
tación de sus dos menores hijos, dentro de los tres meses siguientes al
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 31

fallecimiento del trabajador, llegando a un acuerdo con la empresa, y la


ciudadana Dionisia Barboza de Pachano, madre del trabajador falleci-
do, se presentó, mucho tiempo después, ante la instalaciones de PDV-
SA a reclamar los montos correspondientes a la indemnización por muerte
de su hijo, sin señalar el medio probatorio que lo condujo a su estableci-
miento, con lo cual incurrió efectivamente en inmotivación en el esta-
blecimiento de un hecho, pues no señaló la prueba en la cual se
fundamentó para dar por demostrado que la concubina presentó el re-
clamo de la indemnización dentro del plazo de tres (3) meses a que se
refiere el artículo 570 de la Ley Orgánica del Trabajo.

A pesar del vicio señalado, ello no resulta determinante de lo dispositivo


del fallo, toda vez que, al no haber alegado ni demostrado la recurrente
que estuvo a cargo de su hijo, esto es, que dependió del trabajador hasta
el momento de su fallecimiento, no demostró la cualidad que le exige la
ley para solicitar las indemnizaciones por muerte del trabajador, así lo
estableció la recurrida al señalar que no consta en autos prueba alguna
que la ascendiente reclamante hubiese estado a cargo del difunto para
la época de la muerte, sino por el contrario, la propia parte actora mani-
festó en la audiencia de juicio que trabajaba y por tanto se provee su
sustento, lo cual aunado a la falta de reclamo oportuno, llevó a declarar
con lugar la defensa opuesta por la demandada respecto a la falta de
cualidad de la ciudadana Dionisia Barboza de Pachano para sostener el
presente juicio, de conformidad con lo previsto en los artículos 568 y
570 de la Ley Sustantiva Laboral.
32 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

4. ENFERMEDAD PROFESIONAL

4.1 COMIENZO DEL LAPSO DE PRESCRIPCIÓN

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Luis Eduardo Franceschi


Partes: Luis Alberto Blanca Martínez contra Operacio-
nes RDI, C.A.
Sentencia: N° 1.937 de 01-10-07. Exp. 07-532
Motivo: Cobro de prestaciones sociales e indemnización
por enfermedad profesional
Confirma: Criterio establecido en decisión Nº 1.680, de fe-
cha 18 de noviembre de 2005, (caso: Luis Rafael
Pugarita contra Siderúrgica del Turbio S.A.
SIDETUR)
Normas citadas: LOT: artículo 62

(...) es evidente que la denuncia versa sobre el error de interpretación


del artículo 62 de la Ley Orgánica del Trabajo, el cual dispone que la
acción para reclamar la indemnización por accidentes de trabajo o en-
fermedades profesionales prescribe a los dos (2) años “contados a partir
de la fecha del accidente o constatación de la enfermedad”.

En el caso concreto, la Sala aprecia que efectivamente tal y como alega


la recurrente, al trabajador le diagnosticaron la enfermedad el 22 de
julio de 1996, ello se desprende de los alegatos esgrimidos por éste en el
propio libelo de la demanda y de las pruebas cursantes en autos. Sin
embargo, la Alzada al igual que el a quo, estableció que es a partir de la
declaración de incapacidad emanada del médico legista expedida el 22
de octubre de 1998, que se da inicio al cómputo del lapso de prescrip-
ción previsto en la citada norma, con lo cual ciertamente incurrió en el
error de interpretación que se delata, toda vez que a pesar de reconocer
la existencia y validez de la norma adecuada para la resolución de la
controversia, equivocó la determinación de su verdadero alcance, deri-
vando de ella consecuencias que no resultan de su contenido, siendo
ello determinante para el dispositivo del fallo, pues de haberla interpre-
tado correctamente, hubiera llegado a otra conclusión.

En tal sentido, la doctrina reiterada de esta Sala se ha pronunciado en


torno a este aspecto en casos análogos, entre otras, en decisión Nº
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 33

1.680, de fecha 18 de noviembre de 2005 (caso: Luis Rafael Pugari-


ta contra Siderúrgica del Turbio S.A. SIDETUR), en la cual se ex-
presó lo siguiente:

(...) la recurrida estableció que es a partir de la declaración de


incapacidad del trabajador que se da inicio al cómputo de pres-
cripción previsto en la citada norma, desechando el criterio del
Tribunal a quo que consideró que dicho lapso debía computar-
se desde que se diagnosticó la enfermedad del trabajador.

Sobre el particular, la Sala considera que la Alzada al no esta-


blecer que es a partir de la fecha de la constatación de la
enfermedad, o lo que es lo mismo, desde que se diagnosticó la
misma (11 de noviembre de 1999), que se comienza a compu-
tar el lapso de prescripción sino desde la incapacidad declara-
da (20 de junio de 2002), infringió, por error de interpretación,
el artículo 62 de la Ley Orgánica del Trabajo (...).

Es preciso señalar, que a la Ley debe atribuírsele el sentido que apa-


rece del significado propio de las palabras, según la conexión de ellas
entre sí, tal y como lo preceptúa el artículo 4 del Código Civil. En tal
sentido, el término “constatar”, verbo transitivo proveniente del fran-
cés “constater”, según el Diccionario de la Real Academia Española
significa: “Comprobar un hecho, establecer su veracidad, dar constan-
cia de él”. La norma cuya interpretación es objeto del presente recur-
so establece que “La acción para reclamar la indemnización por
accidentes o enfermedades profesionales prescribe a los dos (2)
años, contados a partir de la fecha del accidente o constatación
de la enfermedad”; por lo que forzoso es concluir que para el su-
puesto de la enfermedad, su constatación ocurre desde la fecha en
que la misma se manifiesta o se tiene conocimiento de que se le pade-
ce y a partir de ese momento comienza a computarse el referido lap-
so. Lógicamente dicha manifestación requiere una prueba en derecho
más allá de la afirmación de quien supone o dice padecer una enfer-
medad, lo que hace pertinente el diagnóstico médico, el cual es sufi-
ciente, cubiertas todas las garantías probatorias, para dejar constancia
de la existencia de la misma.

En el presente caso cursa diagnóstico médico traído a los autos por el


propio actor del cual se desprende que tuvo conocimiento de su enfer-
medad por lo menos desde el 22 de julio de 1996 y así expresamente lo
reconoce en el libelo de la demanda por él interpuesto, siendo por ende
34 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

a partir de dicha fecha cuando debió computarse el lapso para la pres-


cripción de la acción.

De lo antes expuesto deviene forzoso declarar con lugar la presente


denuncia. Así se decide.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 35

Capítulo II

Casación Presupuestos
de Admisibilidad del Recurso

1. CUANTÍA PARA RECURSO DE CASACIÓN

RECURSO DE CONTROL DE LA LEGALIDAD

Ponente: Luis Eduardo Franceschi


Partes: Alejandro Antonio Sequera contra Aguas de Por-
tuguesa, C.A. y otra
Sentencia: N° 1.658 de 26-07-07. Exp. 06-2197
Motivo: Cobro de prestaciones sociales
Norma citada: LOPT: artículos 167 y 178; CPC: artículos 3°, 9°
y 312; CRBV: artículo 24; LOTSJ: artículo 18
Reitera: Doctrina establecida por la Sala de Casación So-
cial, en la decisión Nº 580 del 4 de abril de 2006
(caso: Fernando Leal y otros contra Servicios
Técnicos Mecánicos, C.A.)
Referencia
jurisprudencial: Véase al final doctrina establecida por la Sala
Constitucional en sentencia Nº 1573 de fecha 12
de julio de 2005 (caso: Carbonell Thielsen, C.A.),
36 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

no citada en el texto, respecto a la cuantía para la


admisión del recurso de casación.

Ahora bien, la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal, en senten-


cia Nº 1573 de fecha 12 de julio de 2005 (caso: Carbonell Thielsen,
C.A.), determinó que la cuantía para acceder a casación debe exami-
narse conforme a la que regía para el momento de interposición de la
demanda, y si la misma está expresada en unidades tributarias, deberá
considerarse el valor de éstas para la fecha de presentación del escrito
libelar. Dicho criterio fue establecido con carácter vinculante, a partir
del 12 de agosto del mismo año, fecha de publicación del fallo en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 38.249.

Asimismo, esta Sala de Casación Social, en la decisión Nº 580 del 4 de


abril de 2006 (caso: Fernando Leal y otros contra Servicios Técni-
cos Mecánicos, C.A.), adaptó los parámetros establecidos por la men-
cionada Sala Constitucional de acuerdo con las vías recursivas previstas
en el proceso laboral, esto es, los recursos de casación y de control de
la legalidad; al respecto, se determinó que:

(...) el nuevo criterio sobre la cuantía que ha de examinarse


para admitir o no el recurso de casación, debe aplicarse de
acuerdo con la fecha en que se ejerza el medio recursivo co-
rrespondiente, de tal manera que los recursos que hayan sido
interpuestos antes del 12 de agosto de 2005 –fecha de publica-
ción en Gaceta Oficial de la citada sentencia de la Sala Cons-
titucional–, deberán decidirse conforme con el criterio entonces
imperante; por el contrario, el nuevo criterio será aplicable para
aquellos interpuestos con posterioridad a la fecha supra indi-
cada (12 de agosto de 2005) (...).

Visto que en el presente caso, la sentencia impugnada fue publicada en


fecha 20 de noviembre de 2006, y el recurso de control de la legalidad
fue ejercido el día 28 de ese mismo mes y año, la cuantía para acceder
a la sede casacional debe ser establecida de acuerdo con la exigida
para el momento de interposición de la demanda, lo que ocurrió el 22 de
noviembre de 2005 bajo la vigencia de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo. Para esa fecha, el valor de la unidad tributaria era de veinti-
nueve mil cuatrocientos bolívares (Bs. 29.400,00), según Gaceta Ofi-
cial Nº 38.116, cantidad que al ser multiplicada por tres mil unidades
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 37

tributarias (3.000 U.T.), asciende a la suma de ochenta y ocho millones


doscientos mil bolívares (Bs. 88.200.000,00).

Así las cosas, del escrito libelar se desprende que la demanda fue esti-
mada en noventa y dos millones doscientos sesenta y ocho mil cuatro-
cientos sesenta y tres bolívares con cuarenta céntimos (Bs.
92.268.473,40), lo que permite concluir que en el caso bajo examen está
satisfecho el requisito de la cuantía para acceder al recurso de casa-
ción, de conformidad con lo pautado en el artículo 167 de la Ley Orgá-
nica Procesal del Trabajo.

Por lo tanto, resulta forzoso para esta Sala declarar la inadmisibilidad


del recurso de control de la legalidad ejercido, en virtud del incumpli-
miento de los requisitos establecidos en el citado artículo 178 de la ley
adjetiva laboral. Así se decide.

Referencia jurisprudencial:
OBITER DICTUM

En resguardo de los derechos constitucionales al debido proceso, a la


defensa, a la igualdad, a la tutela judicial efectiva y al acceso a la justi-
cia, consagrados en la Carta Magna, esta Sala en aras de garantizar la
supremacía y efectividad de normas y principios constitucionales, así
como su uniforme interpretación y aplicación, estima necesario realizar
las siguientes consideraciones:

Entre los requisitos de admisibilidad del recurso de casación, es de


impretermitible cumplimiento el de la cuantía. Así, según lo dispuesto
en el artículo 312 del Código de Procedimiento Civil, el monto que se
exigía en un primer momento era el que excediera de doscientos cin-
cuenta mil bolívares (Bs. 250.000,00); posteriormente, a partir del 22
de abril de 1996 por Decreto Presidencial N° 1.029, se modificó dicha
cuantía aumentándola en la cantidad que excediera de cinco millones
de bolívares (Bs. 5.000.000,00). Ahora bien, con la entrada en vigen-
cia de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la Repúbli-
ca Bolivariana de Venezuela, dicha cuantía se volvió a modificar,
exigiéndose ahora que el interés principal del juicio exceda de tres mil
unidades tributarias (3.000 U.T.); en tal sentido, visto que la Ley Or-
gánica del Tribunal Supremo de Justicia omitió establecer a partir de
cuál momento se aplica la nueva cuantía a los juicios en curso para
38 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

determinar la admisibilidad del recurso de casación, se hace necesario


realizar las siguientes precisiones:

En primer lugar, de acuerdo con el requisito de la cuantía para acceder


a la sede casacional según el criterio sostenido por la Sala de Casación
Civil del Tribunal Supremo de Justicia el 31 de marzo de 2005 (caso:
“Turalca Viajes y Turismo, C.A.”), los Tribunales de la República de-
berán tomar en cuenta la fecha en que precluya la primera oportunidad
que tenga el Juez respectivo para dictar sentencia y verificar la cuantía
vigente rationae temporis para acceder a la sede casacional, es decir,
que si para la fecha en que el Juzgado respectivo debió decidir y no lo
hizo, el juicio tenía casación de acuerdo con la cuantía, entonces deberá
oírse el anuncio de casación interpuesto por el recurrente.

No obstante, el artículo 3 del Código de Procedimiento Civil, establece


lo siguiente:

La jurisdicción y la competencia se determinan conforme a


la situación de hecho existente para el momento de la
presentación de la demanda, y no tienen efecto respecto
de ellas los cambios posteriores de dicha situación, salvo que
la ley disponga otra cosa. (Subrayado y negrillas de la Sala).

En tal sentido, es el actor quien determina con la presentación de su


demanda la competencia y jurisdicción en su demanda, todo en base
con al principio de la perpetuatio fori.

Señalado lo anterior, las leyes no rigen las relaciones jurídicas cuyo


decurso ha sido en tiempos anteriores, especialmente, cuando han ori-
ginado derechos adquiridos, por ello, las leyes intertemporales toman
evidente relevancia en consideración de su aplicación inmediata, in-
cluso a nivel constitucional y en preservación del principio de la irre-
troactividad de las leyes.

En efecto, el artículo 24 de la Constitución de la República Bolivariana


de Venezuela, señala lo siguiente:

Ninguna disposición legislativa tendrá efecto retroactivo, ex-


cepto cuando imponga menor pena. Las leyes de procedimien-
to se aplicarán desde el momento mismo de entrar en vigencia,
aun en los procesos que se hallaren en curso; pero en los pro-
cesos penales, las pruebas ya evacuadas se estimarán en cuanto
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 39

beneficien al reo o rea, conforme a la ley vigente para la fecha


en que se promovieron.

Cuando haya dudas se aplicará la norma que beneficie al reo o


a la rea.

Por otra parte, el artículo 9 del Código de Procedimiento Civil, dispone


lo siguiente:

La ley procesal se aplicará desde que entre en vigencia, aun


en los procesos que se hallen en curso; pero en este caso, los
actos y hechos ya cumplidos y sus efectos procesales no veri-
ficados todavía, se regularán por la ley anterior.

De manera que, aun cuando las leyes procesales son de aplicación


inmediata, las mismas no pueden tener efecto retroactivo respecto a
los actos y hechos ya cumplidos, y sus efectos procesales no verifica-
dos todavía; es decir, la ley no debe establecer correcciones en el iter
procedimental, salvo que sólo sean aplicables a futuro, pues de acep-
tarse así, las partes estarían expuestas a sufrir las consecuencias de
los cambios sobrevenidos durante el desarrollo del mismo, más aún,
cuando el artículo 24 de la Carta Magna prevé que las leyes de proce-
dimiento son de aplicación inmediata a los procesos en curso, no así
deben ceder en su aplicación ante el supremo derecho a la justicia y
de la tutela judicial efectiva, cuando la cuantía fue estimada bajo la
vigencia de una ley anterior.

Al respecto, siendo uno de los pilares fundamentales de la justicia la


confianza que tienen los particulares que un órgano del Poder Público
actúe de manera semejante a la que ha venido actuando, frente a cir-
cunstancias similares o parecidas, considera la Sala que las modifica-
ciones posteriores que determinen el quantum necesario para acceder
a la sede casacional, pueden afectar eventualmente a las partes, pues
no están en capacidad de prever las alteraciones que en el futuro pue-
dan ocurrir en relación con esa situación y en caso de ser previsible, no
tienen la seguridad que sucedan.

En tal sentido, esta Sala, en aras de preservar la seguridad jurídica, la


tutela judicial efectiva y el debido proceso, establece que la cuantía
necesaria para acceder a casación, debe ser la misma que impe-
raba para el momento en que se interpuso la demanda, pues es en
ese momento en el cual el actor determina el derecho a la jurisdicción y
40 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

la competencia por la cuantía y por ello considera cumplido el quantum


requerido por el legislador para acceder en sede casacional, pues las
partes no están en disposición de prever las modificaciones de la cuan-
tía a que hubiere lugar durante la tramitación del proceso para acceder
en casación. Así se decide.

Por otra parte, con la entrada en vigencia de la Ley Orgánica del Tribu-
nal Supremo de Justicia, la cuantía para acceder en casación quedó
modificada, en efecto el artículo 18 lo siguiente:

(...) El Tribunal Supremo de Justicia conocerá y tramitará, en la


Sala que corresponda, los recursos o acciones, que deban cono-
cer de acuerdo con las leyes, cuando la cuantía exceda de tres
mil unidades tributarias (3.000 U.T.) (...).

De lo anterior se colige que para acceder a la sede casaciona de acuer-


do con la referida ley, la cuantía del juicio deberá exceder a las tres mil
unidades tributarias (3.000 U.T.). Sin embargo, ante los incrementos
anuales que sufre la unidad tributaria pudiera estar afectándose o limi-
tándose la posibilidad de los administrados de acceder en casación ante
las respectivas Salas del Tribunal Supremo de Justicia; en tal sentido, el
Juzgador correspondiente deberá determinar –con base a los paráme-
tros anteriormente expuestos– la cuantía exigida para el momento en
que fue presentada la demanda, y en caso que la cuantía exigida sea la
establecida en la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, debe-
rá calcularse la unidad tributaria vigente para el momento en el cual fue
interpuesta la referida demanda.

En segundo lugar, resulta perentorio precisar el supuesto de admisibili-


dad del recurso de casación interpuesto contra las sentencias dictadas
por los Tribunales de reenvío, en torno al requisito aquí analizado. Al
respecto, no deberá tomarse en consideración la cuantía para recurrir
de una sentencia de reenvío, pues asiste a la parte interesada un dere-
cho adquirido a la revisión del fallo por la sede casacional; lo contrario
implicaría la violación de los derechos constitucionales al debido proce-
so, a la defensa, de acceso a la justicia y a la igualdad procesal.

Ahora bien, el presente criterio no se aplica en el caso objeto de la


presente solicitud de revisión en salvaguarda a la tutela judicial efectiva
y a la confianza legítima que tienen los particulares en la estabilidad de
las decisiones judiciales, pues la decisión contra la cual se recurre en
revisión fue dictada en el año 2002, momento para el cual el criterio
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 41

vigente para acceder en casación era distinto al que hoy se establece en


el presente obiter dictum.

En tal sentido, sólo se aplicará este criterio a las nuevas demandas que
se inicien con posterioridad a la publicación en la Gaceta Oficial del
presente fallo y para las causas que se encuentren en trámite siempre
que el tribunal correspondiente aun no hubiere emitido pronunciamiento
sobre la admisibilidad del recurso de casación. Así se declara.

En consecuencia, se ordena la publicación del presente fallo en la Gaceta


Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, en virtud del carácter
vinculante del presente caso para todos los Tribunales de la República.

2. CUANTÍA EN CASOS DE CONEXIÓN IMPROPIA

RECURSO DE HECHO

Ponente: Omar Mora Díaz


Partes: Silvano Carrasco y Otros contra Central La Pas-
tora, C.A.
Sentencia: N° 2.268 de 13-11-07. Exp. 07-1913
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Norma citada: LOPT: artículo 167

El artículo 167 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, dispone que


“El recurso de casación puede interponerse: 1. Contra las senten-
cias de segunda instancia que pongan fin al proceso, cuyo interés
principal exceda de tres mil unidades tributarias (3.000 U.T.).”

En consonancia con la norma parcialmente citada, verifica esta Sala


que la parte actora, según consta en el escrito libelar de fecha 19 de
septiembre de 2005, estimó su demanda en la cantidad de ciento ocho
millones setecientos cuarenta y dos mil ciento un bolívares (Bs.
108.742.101,00). Sin embargo, en el caso sub examine se configura lo
que se ha denominado conexión impropia o intelectual; por tanto, al existir
una acumulación de pretensiones se debe examinar cada una de éstas
por separado con el fin de determinar si alguna de ellas cumple con el
quantum que la Ley Adjetiva Laboral exige para ejercer los recursos
correspondientes, siendo estimadas en la presente causa de la forma
siguiente: José Luis López, José Alberto Oviedo, Jhonn Oropeza, Gau-
dys Arroyo y Juan D. Boraure, la suma de ocho millones novecientos
42 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

treinta mil setecientos treinta y seis bolívares, cada uno (Bs. 8.930.736,
00). Por su parte, Silvano Carrasco, la cantidad de siete millones treinta
y siete mil cuarenta bolívares (Bs. 7.037.040,00) y Rafael Boraure esti-
mó su pretensión en cincuenta y siete millones cincuenta y un mil tres-
cientos ochenta y un bolívares (Bs. 57.051.381,00).

Así pues, advierte esta Sala que en el momento de interposición de la


demanda, la cuantía exigida para recurrir en casación era de ochenta y
ocho millones doscientos mil bolívares (Bs. 88.200.000,00). Siendo así,
se constata que ninguna de las sumas individualmente consideradas su-
pera el mínimo legal exigido; por lo tanto, la decisión proferida por la
Alzada no puede ser recurrida en casación, debiendo declararse sin lu-
gar el recurso de hecho interpuesto. Así se decide.

3. DECISIONES RECURRIBLES

3.1 INADMISIBLE EL RECURSO DE CASACIÓN EJERCIDO


CONTRA AUTOS EN EJECUCIÓN DE SENTENCIA

RECURSO DE HECHO

Ponente: Alfonso Valbuena Cordero


Partes: Guillermo José Esteva Fuenmayor contra Grupo
de Empresas Óptimus
Sentencia: N° 1.595 de 19-07-07. Exp. 07-583
Motivo: Cobro de prestaciones sociales
Norma citada: LOPT: artículos 167 y 186; CPC: artículo 312

De la decisión antes transcrita se observa que el Tribunal ad quem al


manifestar su negativa lo hizo basándose en que la sentencia que pre-
tende recurrirse en casación se encuentra en fase de ejecución y, de
conformidad con lo establecido en el artículo 186 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, no se admitirá recurso de casación anunciado con-
tra el auto que resuelva la apelación por el Juzgado Superior.

En relación con las decisiones en materia laboral recurribles en casación,


la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en su artículo 167, dispone que:
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 43

El recurso de casación puede proponerse:

1. Contra las sentencias de segunda instancia que pongan fin


al proceso, cuyo interés principal exceda de tres mil unidades
tributarias (3.000 U.T.).

2. Contra los laudos arbitrales, cuando el interés principal de la


controversia exceda de tres mil unidades tributarias (3.000 U.T.).

Al proponerse el recurso contra la sentencia que puso fin al


juicio, quedan comprendidas en él las interlocutorias que hu-
bieren producido un gravamen no reparado por ella.

De la norma antes transcrita, se desprende que el legislador se aparta


del contenido del ordinal 3º del artículo 312 del Código de Procedimien-
to Civil, que establecía que el recurso de casación puede proponerse
contra los autos dictados en ejecución de sentencia, pero sólo en dos
casos excepcionales: a) cuando resuelvan puntos esenciales no contro-
vertidos en el juicio ni decididos en él; o b) cuando provean contra lo
ejecutoriado o lo modifican de manera sustancial.

En tal sentido, el artículo 186 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo


establece: “Contra las decisiones del Juez en la fase de ejecución,
se admitirá recurso de apelación a un solo efecto, dentro de los
tres (3) días hábiles siguientes, contados a partir del acto que se
impugna, la misma será decidida en forma oral e inmediata, previa
audiencia de parte, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes,
por el Tribunal Superior del Trabajo; contra dicho fallo no se ad-
mitirá recurso de casación”.

En el caso bajo estudio, la Sala de Casación Social conoce del recurso


de hecho interpuesto contra el auto dictado por el Juzgado Superior
que negó la admisión del recurso de casación propuesto contra el fallo
que declaró con lugar el recurso de apelación interpuesto por la parte
actora y sin lugar la apelación ejercida por la parte demandada, contra
el fallo del a quo que ordenó practicar una experticia a los fines de
determinar la indexación e intereses causados, lo cual es un auto dic-
tado en ejecución de sentencia.

En consecuencia, al estar expresamente prohibido en el artículo 186 de


la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la petición extraordinaria de im-
pugnación contra los autos dictados en ejecución de sentencia, resulta
44 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

inadmisible el recurso de casación e improcedente el recurso de hecho


presentado. Así se decide.

3.2 SENTENCIAS INTERLOCUTORIAS RECURRIBLES CON LA


DEFINITIVA

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Omar Mora Díaz


Partes: Nancy Aristizábal Merchán de Di Gennaro contra
C.A. Serenos Asociados
Sentencia: N° 2.067 de 18-10-07. Exp. 07-628
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales

En cuanto a la citación por cartel en discusión, la Sala verificó la exis-


tencia de una sentencia interlocutoria de fecha 13 de mayo de 2003
(folios 420 al 426 de la segunda pieza), emitida por el Juzgado Superior
del Tránsito y del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Zu-
lia, el cual, conociendo de la apelación que ejerciere la parte demanda-
da contra el auto dictado el 21 de mayo de 2001, por el Juzgado Segundo
de Primera Instancia del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Es-
tado Zulia, declaró la existencia de graves vicios e incumplimiento de
formalidades esenciales, por lo que declaró nula la citación por cartel
practicada, y consideró como inútil reponer la causa al estado de prac-
ticar una nueva citación a la demandada por cuanto constaba en el ex-
pediente que en fecha 14 de mayo de 2001, el Presidente de la misma
compareció por ante el Juzgado Segundo de Primera Instancia del Tra-
bajo, por lo que decidió ordenar al Tribunal a quo fijar la causa para la
contestación de la demanda interpuesta, como así ocurrió.

Así las cosas, la Alzada al decidir el fondo, indicó que siendo que la
sentencia de apelación de fecha 13 de mayo de 2003 declaró la nulidad
de la citación cartelaria realizada por el Juzgado comisionado por incu-
rrir en graves vicios, y siendo que dicha sentencia quedó definitivamen-
te firme en todos sus efectos legales, tuvo como no practicada la citación
realizada cuyas resultas corren insertas a los folios que van del 48 al 74.

Luego de verificar la nulidad de la citación en cuestión, el Superior con-


sideró necesario revisar si el actor había producido algún medio capaz
de interrumpir la prescripción.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 45

Visto el criterio del Superior, cabe acotar que tal como lo afirmó la parte
formalizante, erradamente sostuvo la Alzada que la sentencia interlocu-
toria, de fecha 13 de mayo de 2003, era una sentencia que había queda-
do definitivamente firme, cuando lo cierto es que en el momento en que
el Superior conoce del fondo del asunto, todavía contra aquélla existía
recurso, pues tratándose de una interlocutoria resuelta hasta la Segunda
Instancia, aún quedaba la posibilidad que la parte formalizante formali-
zara casación contra la incidental.

A tal efecto, es menester aclarar que las interlocutorias que no tienen


casación de inmediato y cuyo gravamen no es reparado en la definitiva,
quedan comprendidas en el anuncio que se hace contra aquélla que
pone fin al juicio –siempre que contra dichos fallos se hubieren agotado
oportunamente todos los recursos ordinarios–. De ser el supuesto, aun
comprendida la interlocutoria en el anuncio contra la definitiva, el recu-
rrente soporta la obligación de formalizar del mismo modo el recurso de
casación contra la interlocutoria.

Ahora, pese a la existencia del error detectado, el cual es haber seña-


lado el Superior que la interlocutoria había quedado definitivamente
firme, el mismo no es capaz de producir nulidad alguna, por cuanto la
Alzada en todo caso debía atenerse a lo decidido en la discutida inter-
locutoria, en virtud a que la misma era un fallo incidental ya decidido
en Alzada.

En otras palabras, tal como lo afirma la parte impugnante del recurso de


casación, no correspondía al Superior reparar el agravio que sostiene la
formalizante, dado que la interlocutoria en cuestión había sido decidida
en Alzada, y que fue precisamente aquella que declaró la nulidad de los
carteles, de manera que correspondía al recurrente formalizar en casa-
ción contra ésta, lo cual no hizo.

Las consideraciones señaladas explican las razones que llevaron al Su-


perior para acoger la sentencia interlocutoria que decidió la nulidad de
la citación cartelaria, lo cual considera esta Sala ajustado a derecho.
46 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

4. INTERÉS PARA RECURRIR

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Alfonso Valbuena Cordero


Partes: Pedro José Gutiérrez Otero contra Consorcio Fap-
co-Pichardo integrado por Fapco, C.A. y Trans-
porte Pichardo, C.A.
Sentencia: N° 2.200 de 01-11-07. Exp. 07-592
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales

Vista la solicitud de la parte actora en cuanto a que el presente recurso


extraordinario de casación debe ser declarado inadmisible, pues el re-
currente no agotó el recurso ordinario de apelación contra la sentencia
de primera instancia que le fue parcialmente adversa, conformándose
con lo allí decidido, esta Sala de Casación Social pasa a pronunciarse de
la siguiente manera:

Nuestro sistema del doble grado de jurisdicción está regido por el prin-
cipio dispositivo y por el principio de la personalidad del recurso de ape-
lación, según los cuales el juez superior sólo puede conocer de aquellas
cuestiones que le sean sometidas por las partes mediante la apelación
(nemo judex sine actore) y en la medida del agravio sufrido en la sen-
tencia de primer grado (tantum devolutum quantum appellatum), que-
dando en consecuencia firmes los puntos no apelados.

En sintonía con lo anterior, ciertamente como señala el impugnante, si la


parte acepta la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable o
parcialmente adversa, pues no ejerce el recurso de apelación en su opor-
tunidad y este fallo es confirmado en la Alzada, no puede luego ejercer
el recurso extraordinario de casación, pues se entiende que hubo pérdi-
da de interés procesal para ello.

Empero, si la parte se conforma con un fallo parcialmente adverso, en


primera instancia, y el superior agrava su situación, sí existirá interés
para recurrir en casación.

Consecuente con lo anteriormente expuesto, se observa que la senten-


cia recurrida agravó la situación de la parte demandada, hoy recurrente,
por lo que a pesar de no haber ejercido el recurso de apelación contra la
sentencia de primera instancia que le fue parcialmente adversa, en esta
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 47

oportunidad la accionada sí tiene interés para recurrir en casación, por


lo que puede perfectamente impugnar el fallo emanado por la Alzada a
través de este medio extraordinario. En consecuencia, pasa esta Sala
de Casación Social de seguidas a conocer el presente recurso de casa-
ción. Así se decide.

5. TÉCNICA DE FORMALIZACIÓN

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Carmen Elvigia Porras de Roa


Partes: Blas Eloy Peña Rodríguez contra Pirelli de Vene-
zuela, C.A.
Sentencia: N° 2.202 de 01-11-07. Exp. 07-397
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Confirma: Criterio establecido en sentencia de esta Sala de
Casación Social Nº 1141 del 7 de octubre de 2004,
caso: Tomás Revai y otra
Noma citada: LOPT: artículo 168

Con el recurso de casación se pretende la nulidad del fallo dictado en


contravención de la ley. Sus efectos anulatorios ponen de manifiesto la
importancia de este medio de impugnación, que sólo procede en materia
laboral por los motivos señalados en los numerales 1, 2 y 3 del artículo
168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

En este orden de ideas, se requiere que la formalización del recurso de casa-


ción cumpla con los siguientes requisitos: 1) la indicación de los supuestos de
casación contenidos en el artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Tra-
bajo; 2) la cita o el señalamiento de los artículos que se consideren infringidos;
3) las razones o fundamentos en que se apoya la denuncia, para así eviden-
ciar en forma precisa dónde se localiza el vicio que se delata.

Del estudio de la denuncia que nos ocupa, se puede constatar que el


recurrente no se fundamenta en ninguno de los numerales del artículo
168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, lo que constituye falta de
técnica en la formalización.

En efecto, la técnica de formalización es necesaria para garantizar que


no se desnaturalice el carácter extraordinario de este medio de impug-
nación, y no de gravamen, que tiene el recurso de casación, de allí que
48 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

se exige al recurrente como carga que cumpla un mínimo de requisitos


para considerar formalizado el recurso de casación, y sólo en casos
muy excepcionales, en aplicación de normas de rango constitucional,
podrá la Sala entrar a conocer y decidir un recurso deficiente, por pri-
var razones de justicia cuidadosamente ponderadas por ésta (véase sen-
tencia Nº 1141 del 7 de octubre de 2004, caso: Tomás Revai y otra).
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 49

Capítulo III

Casación de Oficio

1. NOCIÓN DE ORDEN PÚBLICO

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Luis Eduardo Franceschi


Partes: Luis Fernando Marín Betancourd contra Interna-
cional Logging Servicios, S.A.
Sentencia: N° 1.666 de 30-07-07. Exp. 07-193
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Confirma: Criterio de la Sala de Casación Social en decisión
N° 22 del 11 de julio de 2002 que acoge la senten-
cia de fecha 22 de mayo del 2001, de la Sala de
Casación Civil.
Normas citadas: LOPT: artículo 175; LOT: artículo 10.
Referencia
Jurisprudencial: Sentencia de la Sala Constitucional en decisión N°
877 del 5 de mayo de 2006, citada en el texto.

Fundamentado en el tercer aparte del artículo 175 de la Ley Orgánica


Procesal del Trabajo, este Supremo Tribunal tiene la potestad de casar
50 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

de oficio el fallo recurrido con base en las infracciones de orden público


y/o constitucional que en su criterio estuvieren plasmadas en el texto de
la recurrida.

Con el propósito de construir la base argumental que a criterio de esta


Sala motiva la revisión ex oficio del fallo recurrido, es necesario recor-
dar el carácter de orden público del que están investidas las normas a
las que se contrae el artículo 10 de la Ley Orgánica del Trabajo.

En relación a la noción de orden público, es necesario esbozar algunas


consideraciones previas, partiendo para ello del criterio sostenido a este
respecto por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en
decisión N° 877 del 05/05/2006, así:

El orden público está integrado por todas aquellas normas de


interés público, que son de cumplimiento incondicional, que no
pueden ser derogadas por las partes y, en las cuales el interés
general de la sociedad y del Estado supedita el interés particu-
lar, para la protección de ciertas instituciones que tienen ele-
vada importancia para el mantenimiento de la seguridad jurídica,
tales como la oportunidad para la contestación de la demanda,
la apertura del lapso probatorio, y la preclusión de los actos
procesales, entre otras.

Por su parte, para esta Sala de Casación Social la noción de orden público
está recogida, entre otras, en decisión N° 22 del 11/07/2002, la cual aco-
giendo la sentencia de fecha 22 de mayo del 2001, de la Sala de Casación
Civil dejó indicado que “representa una noción que cristaliza todas
aquellas normas de interés público que exijan observancia incondi-
cional, y que no son derogables por disposición privada”.

Ahora bien, especial mención merece la situación que se presenta cuando


la consideración de orden público emana del propio texto legal, verbi-
gratia, tal como ya se dejó indicado sucede con las normas sustantivas
laborales, en virtud que el artículo 10 eiusdem le concede esta especial
naturaleza, por lo que esta simple mención configura la satisfacción del
extremo requerido para la procedencia de la casación de oficio, ante la
eventual infracción de alguna de sus normas, más aún, como en el caso
de marras, se realiza en función de la protección de derechos irrenun-
ciables del débil jurídico.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 51

Capítulo IV

Casación por Defectos


de forma de la Sentencia

1. VICIOS DE LA SENTENCIA

1.1 INDEFENSIÓN

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Alfonso Valbuena Cordero


Partes: José Gregorio Hurtado Cáceres contra Aceros
Laminados, C.A.
Sentencia: N° 1.786 de 09-08-07. Exp. 07-433
Motivo: Cobro de indemnizaciones derivadas de accidente
de trabajo
Voto Salvado: Juan Rafael Perdomo
Ratifica: Sentencias de la Sala de Casación Social Nº 6 y
762 de 2003 y N° 869 de 2006, referidas a que
cuando los tribunales de instancia desestiman equi-
vocadamente la prescripción opuesta se trata de
un error de juzgamiento que le impone al juez el
deber de resolver todo el mérito del asunto, sin
52 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

que la declaratoria del error sobre tal excepción


por el superior pueda dar lugar a la reposición de
la causa
Normas citadas: LOPT: artículos 59 y 175

Como consecuencia de lo expuesto, debe concluirse que el sentencia-


dor superior infringió el artículo 59 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, por falsa aplicación, por lo que la presente denuncia debe ser
declarada procedente y, en consecuencia, con lugar el recurso de casa-
ción propuesto.

No obstante lo establecido precedentemente, de la lectura del fallo im-


pugnado, la Sala evidenció un vicio de mayor entidad que el alegado por
el formalizante, sobre el cual considera necesario emitir pronunciamien-
to de oficio, de conformidad con lo establecido en el artículo 175 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, por lo siguiente:

El tribunal de primera instancia declaró la prescripción de la acción


intentada. Apelada dicha decisión, el Juzgador Superior resolvió que
no resultaba procedente tal defensa de prescripción opuesta y, en con-
secuencia, repuso la causa al estado en el que el Juzgado de Primera
Instancia que resultara competente, dictara sentencia en cuanto al fondo
del asunto.

En este sentido, resulta para la Sala evidente la violación por parte del
juzgador de Alzada del orden público procesal laboral, ya que, al consi-
derar que la causa no se encontraba prescrita, debió dictar sentencia
pronunciándose en cuanto al mérito de la misma, siendo éste un Juez de
Instancia, que decide previo pronunciamiento la defensa de prescrip-
ción opuesta, la cual, al resultar improcedente, conserva plena facultad
y elementos para conocer el fondo del asunto discutido.

De tal manera, que en el caso objeto de estudio, resulta evidente la


violación del orden público procesal laboral, al incurrir en una reposi-
ción inútil, que quebranta el debido proceso, vulnerando la celeridad pro-
cesal como principio fundamental.

Por tal razón, debe anularse el fallo recurrido, debiendo ordenarse la


reposición de la causa al estado de que el juzgado superior que resulte
competente dicte nueva sentencia sobre el fondo del asunto debatido.
Así se resuelve.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 53

VOTO SALVADO:

Data venia del ilustre criterio de la mayoría sentenciadora, el Magistra-


do Juan Rafael Perdomo salva su voto por las razones siguientes:

Esta Sala ha decidido en forma pacífica y reiterada (Vid. Sentencias


Nos 6 y 762 de 2003 y N° 869 de 2006, entre otros), que cuando los
tribunales de instancia desestiman equivocadamente la prescripción
opuesta se trata de un error de juzgamiento que le impone al juez el
deber de resolver todo el mérito del asunto, sin que la declaratoria del
error sobre tal excepción por el superior pueda dar lugar a la reposición
de la causa, pues en tal caso el sentenciador incurriría en un error que
la doctrina y la jurisprudencia de la Sala han calificado como indefen-
sión por reposición mal decretada.

En el caso concreto la Alzada desestimó la prescripción y repuso la


causa al estado en que el a quo decidiera todo el fondo, con lo cual
incurrió en indefensión por reposición mal decretada que ameritaba –
para corregir el error– que la Sala casara de oficio el fallo impugnado y
repusiera la causa al estado en que el Juzgado Superior decidiera toda
la controversia, pero en lugar de ello la mayoría sentenciadora examinó
una denuncia por error de juzgamiento relativa a la falsa aplicación de
una norma de derecho adjetivo, concretamente de costas procesales, y
al estimarla procedente declaró la nulidad y reposición de la causa al
estado en que la Alzada decida el mérito del asunto, a fin de garantizar
el principio de la doble instancia, en lugar de advertir que una denuncia
de esta naturaleza de resultar procedente, como en el caso de autos, no
permitiría corregir el error, pues acarrea la nulidad y decisión del fondo
por parte de la Sala, en acatamiento del artículo 175 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo y conforme a la jurisprudencia pacífica y reiterada
de la Sala, que establece en forma categórica el deber de examinar el
mérito en todos aquellos casos en los cuales se declare la nulidad del
fallo por error de juzgamiento, limitando la reposición de la causa sólo a
los supuestos de indefensión.

Queda así expresado el criterio del Magistrado que disiente.


54 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

1.2 INMOTIVACIÓN

1.2.1 Concepto

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Luis Eduardo Franceschi


Partes: Yulexis Josefina González Lunar contra Credisa-
lud C.A.
Sentencia: Nº 2.307 del 15-11-07, Exp. 07-883
Motivo: Cobro de Prestaciones Sociales
Normas citadas: LOPT: artículo 168 numeral 3°

En cuanto al vicio de inmotivación, se ha reiterado que en el sistema de


la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la falta de motivos debe enten-
derse literalmente, aun cuando no lo precisa la norma, como la falta
absoluta de motivos, que se da cuando no se expresa motivo alguno, es
decir, cuando la sentencia no contiene materialmente ningún razona-
miento de hecho ni de derecho en que pueda sustentarse el dispositivo,
de modo que la motivación exigua, breve, lacónica, no es inmotivación,
pues en tal caso la Sala podrá controlar la legalidad de la decisión tanto
en el establecimiento de los hechos como en la aplicación del derecho;
la contradicción en los motivos, cuando las razones del fallo se destru-
yen entre sí; el error en los motivos, no se refiere a que los motivos sean
errados o equivocados sino cuando los motivos expresados no guardan
ninguna relación con la pretensión deducida y con las excepciones o
defensas opuestas, caso en el cual los motivos aducidos, a causa de su
manifiesta incongruencia con los términos en que quedó circunscrita la
litis, deben ser tenidos como jurídicamente inexistentes; y la falsedad o
manifiesta ilogicidad de la motivación, cuando los motivos son tan va-
gos, generales, inocuos o absurdos que se desconoce el criterio jurídico
que siguió el juez para dictar su decisión.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 55

1.2.2 Contradicción

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: Ángel Enrique Quintero Gómez contra Industria
Venezolana de Aluminio, C.A. y otras
Sentencia: N° 1.668 de 31-07-07. Exp. 07-283
Motivo: Cobro de indemnización por enfermedad profesional
Normas citadas: LOPT: artículo 168 numeral 3°

Con fundamento en el ordinal 3° del artículo 168 de la Ley Orgánica


Procesal del Trabajo, se denuncia la falta absoluta e incorrecta aprecia-
ción de la valoración de prueba.

Señala el formalizante, que a pesar que el fallo recurrido menciona ex-


presamente las instrumentales aportadas por el actor, las mismas según
criterio del juzgador son insuficientes para demostrar el infortunio ocu-
rrido, además omitió por completo valorar la prueba instrumental pre-
sentada por la co-demandada C.V.G., Carbonorca, referida al informe
médico emanado de la División de Salud ocupacional de esa empresa,
donde señala con fecha anterior a la terminación de la relación de tra-
bajo que el actor padecía de sinusitis, lumbalgia crónica, hernia umbili-
cal e inguinal, hipertensión arterial sistémica, alcoholismo y un cuadro
de bronquitis crónica.

La Sala observa:

La Sala supone que la parte actora lo que quiso denunciar fue una inmo-
tivación por contradicción en los motivos expuestos a propósito de la
valoración de la prueba de informe marcada “A2” promovida por C.V.G.,
Carbonorca, y así la examinará.

En el caso concreto, la parte actora señala que el Juez de la recurrida


se contradijo al omitir valorar por completo la prueba de informe mé-
dico ocupacional que emanó de la Gerencia de Ambiente y Salud Ocu-
pacional de la empresa C.V.G., Carbonorca y que fue presentada junto
al escrito de contestación por la misma empresa co-demandada C.V.G.,
Carbonorca.
56 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Ahora bien, se examinó el fallo impugnado y se encontró que el Tribu-


nal de alzada específicamente en el folio 327 de la sentencia, desechó
la prueba en forma contradictoria pues señala “...que emana de la
misma co-demandada, no le es oponible al accionante...”, no obs-
tante que se evidencia que obra contra ella, es decir, hace prueba en
su contra, por lo tanto el Juez de la recurrida no debió desecharla del
debate probatorio con tal fundamento y al hacerlo incurrió por inmoti-
vación en contradicción.

Por las razones anteriores se declara procedente esta denuncia.

1.3 INDETERMINACIÓN OBJETIVA

1.3.1 Concepto

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Alfonso Valbuena Cordero


Partes: Pedro José Gutiérrez Otero contra Consorcio Fap-
co-Pichardo integrado por Fapco, C.A. y Trans-
porte Pichardo, C.A.
Sentencia: N° 2.200 de 01-11-07. Exp. 07-592
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Normas citadas: LOPT: artículos 159, 160 y 168; CPC: artículo 243

Aduce quien recurre, que la sentencia de Alzada incurrió en el vicio de


indeterminación objetiva, infringiendo por consiguiente los artículos 159
y 160 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, pues la misma no iden-
tifica la cosa u objeto sobre el cual recae la decisión.

Pues bien, es constante y pacífica la jurisprudencia de este Alto Tribu-


nal en señalar, que todo fallo debe indicar el objeto en el cual recae la
condena. En efecto, el artículo 159 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo señala que toda sentencia debe contener la determinación de la
cosa u objeto sobre la cual recaiga la decisión y el incumplimiento de
este requisito constituye el vicio de indeterminación objetiva.

El requerimiento legal consagrado en dicha disposición tiene estrecha


relación con dos principios esenciales del proceso: la autosuficiencia y
la unidad procesal del fallo; así, según el primero, la sentencia debe
bastarse así misma, sin que la prueba de su legalidad dependa de otros
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 57

elementos extraños que la complementen o la perfeccionen, por ello


es la exigencia de mencionar en el fallo el objeto sobre el que recae la
decisión, para así cumplir la necesidad de precisar los límites objetivos
de la controversia, a fin de conocer y facilitar la recta ejecución de la
misma; de conformidad con el segundo, el fallo en todas sus partes
(narrativa, motiva y dispositiva) constituye un todo indisoluble vincu-
lado por enlaces de necesaria lógica, por lo que el requisito que con-
tiene el artículo 159 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo se
encuentra cumplido no sólo en el dispositivo de la decisión, sino en
cualquier parte de la misma.

Al respecto, considera oportuno esta Sala de Casación Social, con fines


pedagógicos, realizar algunos señalamientos con relación al vicio de in-
determinación objetiva en los siguientes términos:

El Código de Procedimiento Civil consagra en su artículo 243 lo que


debe contener una sentencia. Entre ellos, el ordinal 6° hace referencia
a la determinación de la cosa u objeto sobre el que recaiga la decisión.
La doctrina y jurisprudencia reiterada de este Alto Tribunal ha conside-
rado que el incumplimiento de alguno de los ordinales del artículo en
referencia, constituye vicios de forma de la sentencia, llamados también
errores in procedendo, como así lo viene sosteniendo hasta el momen-
to la Sala de Casación Civil.

Ahora bien, con la entrada en vigencia de la Ley Orgánica Procesal del


Trabajo, la cual no hace distinción entre los vicios de forma o de fondo
que puede adolecer la sentencia que se impugna, esta Sala de Casación
Social así lo ha manifestado implícitamente en sus fallos cuando no hace
tal distinción de los vicios que se delatan. Así, el artículo 168 eiusdem,
consagra en tres ordinales tres vicios distintos sin diferenciación alguna
que pueden dar lugar a la procedencia del recurso de casación cuando
se incurra en su infracción, éstos son: cuando se quebranten formas
sustanciales del proceso que menoscaben el derecho a la defensa, cuando
se incurra en error de interpretación, falsa aplicación o falta de aplica-
ción de alguna norma jurídica o cuando se haya violado una máxima de
experiencia y cuando se incurra en el vicio de inmotivación en sus dife-
rentes modalidades ya explicado con anterioridad por esta Sala. Adicio-
nal a estos vicios, los artículos 159 y 160 ibídem, mencionan de igual
forma otros que pueden dar lugar a la nulidad de la sentencia como son
que el fallo sea redactado en términos claros, debe contener la identifi-
cación de las partes y sus apoderados, los motivos de hecho y de dere-
cho, la determinación de la cosa u objeto sobre la cual recaiga la decisión,
58 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

por haber absuelto de la instancia, por resultar contradictoria que no


pueda ejecutarse y cuando sea condicional o contenga ultrapetita, todos
éstos sin especificar ni hacer diferenciación alguna si se tratan de vi-
cios de forma o fondo. Por lo tanto, consideramos inútil y desacertada
hoy día hacer la división –como lo solicitó el recurrente en la audiencia
oral de casación– de los vicios que pueden dar lugar a la nulidad de fallo
recurrido en motivos in iudicando e in procedendo. A propósito de
ello, especial atención merece el estudio que al respecto ha realizado el
profesor Jordi Nieva Fenoll, el cual consideramos necesario transcribir
en los siguientes términos:

La división dogmática entre el fondo y la forma en el proceso


constituye una de las categorizaciones dogmáticas que más
absurdos problemas jurisprudenciales y doctrinales le han traí-
do al Derecho Procesal.

Dicha división se hizo patente en los primeros procesalistas


científicos de finales del XIX y principios del XX, en su afán
por sistematizar, por dotar de conceptos a un Derecho, el pro-
cesal, que se hallaba aún falto de ellos, así como por trazar las
fronteras de lo que había de ser objeto de estudio “exclusivo”
de esa rama del Derecho. Desde luego, las fuentes del dere-
cho medieval habían distinguido entre la “absolutio ad ins-
tantia”, la que acaecía prematuramente por motivos
supuestamente procesales de la “absolutio ab actione”, deri-
vada de motivos de fondo. Aunque debe decirse a renglón se-
guido que la razón de dicha división fue, fundamentalmente, la
creación de esa absolutio ab instancia. Dicha absolutio pre-
tendía el descubrimiento de pretextos que permitieran inadmi-
tir una demanda en la fase más temprana posible del proceso,
con la finalidad de siempre: descargar de asuntos al órgano
jurisdiccional.

Sin embargo, descubierto ese innoble origen que priorizaba la


comodidad de los tribunales a la tutela judicial efectiva del ciu-
dadano, y que además acabó siendo contraproducente, estimo
que quizás no hubiera debido incidirse más en una distinción
demasiado problemática a efectos prácticos.

Pero no fue así, Savigny revitalizó inconscientemente ese es-


tudio cuando en su análisis sobre el concepto de “acción” dis-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 59

tingue dos sentidos de esa expresión: el material, de contenido


civilista, y el formal, de contenido procesalista, equiparando la
“acción” en este segundo sentido a la noción de “demanda” o
“libelo”. Ese fue uno de los primeros embriones, muy poco
destacado, del nacimiento científico del ProzeBrecht o Dere-
cho Procesal. Pero al margen de esa utilidad, aunque parezca
increíble también surgió de ahí posteriormente, en el fondo, la
inútil distinción entre la teoría material y la teoría procesal de
la cosa juzgada, o su exacerbado dogmatismo en los conceptos
de “cosa juzgada formal” y “cosa juzgada material”. También
se ha utilizado la distinción para discernir entre pretensión
material y procesal (conceptos de finales del XIX), o entre
excepciones procesales y excepciones materiales, o entre le-
gitimación ad processum y ad causam, entre otros puntos.

Pero, como decía, la doctrina cada vez fue separando más los
conceptos de fondo y forma, aunque curiosamente sin estudiar
monográficamente el problema. Se trata de una distinción que
se da sistemáticamente por supuesta en los manuales al uso, y
son excepcionales las declaraciones de autores que se arries-
gan a proclamar esa distinción de manera estricta. Bien al con-
trario, la mayoría de la doctrina que se ha ocupado del tema ha
acabado sosteniendo que se trata de una división engañosa y
artificial del ordenamiento jurídico. Incluso un autor clásico
como Prieto-Castro Ferrándiz, tras un detallado elenco de ejem-
plos en que la distinción fondo-forma carece de sentido, afir-
mó que “el derecho procesal, es sencillamente, “derecho
procesal”, y en su cualidad no admite, como término abso-
luto de antagonismo conceptual, una separación y menos
oposición a “derecho material”.

Pues bien, si puede concluirse, por tanto, que la división fondo-


forma no tiene sentido práctico en el estudio del proceso, ha-
brá de afirmarse también que la aplicación de esa distinción a
la casación no resulta operativa, a pesar de lo mucho que la ha
utilizado la doctrina, también quien estas líneas escribe. Y por
ello, la distinción entre motivos in iudicando e in proceden-
do, tan afirmada por Calamandrei a lo largo de toda su magna
obra como derivación, no tanto de las fuentes romanas como
del Derecho y Doctrina medievales, no puede ser un buen
método de sistematización de los motivos de casación, porque
está viciado de origen incluso en el plano teórico.
60 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Además, reconozcamos que dicho método no ha hecho más


que provocar conflictos desde que Calamandrei lo utilizara en
su obra, intentando menospreciar los errores in procedendo
como si los mismos fueran meros vicios de actividad adminis-
trativa del juez no merecedores de auténtica casación. Ello
condujo a la doctrina a afirmar erróneamente con gran reitera-
ción –se afirma aun hoy en día recurrentemente– que la casa-
ción originaria no habría conocido de errores in procedendo,
cuando resulta más que obvio de la lectura de la introducción
de este trabajo que no fue así. Me pregunto, de lo contrario,
qué habrían de ser esas “formes de procédure prescrites sous
peine de nullité” de la Ley francesa de 27 noviembre – 1°
diciembre de 1790, frase que hasta fue copiada por un proyec-
to de ley español, como vimos. Y no sólo eso fue copiado, como
ya se indicó...

Pero el efecto de esa lectura sesgada de Calamandrei debo


decir que ha sido, en ocasiones, devastador. Limitando la cues-
tión a mi país, el Tribunal Supremo mantuvo durante decenios
una postura extremadamente divagante sobre si el ataque a la
cosa juzgada, o la infracción de las reglas de carga de la prue-
ba, eran cuestiones de fondo o de forma, materia que la juris-
prudencia actual ha determinado erróneamente en el segundo
sentido. Tan erróneamente como si se hubiera inclinado estric-
tamente por la primera opción, por el error de planteamiento –
falsa distinción entre fondo y forma– de que parte cualquiera
de las opciones. Y además, con las dificultades enormes que
se derivan de tratar a la cosa juzgada como un simple defecto
de procedimiento, cuando es obvio que el ataque a la cosa
juzgada no puede ser sencillamente eso. Y que si estuviéramos
forzados a distinguir falsamente entre fondo y la forma, entre
el enjuiciamiento y el procedimiento, es obvio que la cosa juz-
gada afecta a esa categoría ideal de “enjuiciamiento” más que
al mero procedimiento. No hablemos ya de las normas de car-
ga de la prueba, que es obvio que no sirven sino para asistir al
juez en ese enjuiciamiento, en caso de duda sobre el resultado
de una actividad que menos procedimental no puede ser: la
valoración de la prueba.

Y eso por la parte del Tribunal Supremo español. En el terreno


legislativo, el mantenimiento a ultranza de la distinción fondo-
forma determinó que en la reciente Ley 1/2000 de Enjuicia-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 61

miento civil, de 7 de enero de 2000, se dividiera el recurso de


casación en dos recursos, uno llamado ampulosamente “recur-
so extraordinario por infracción procesal”, y otro denominado
“recurso de casación”, centrando sus objetos en la forma y en
el fondo respectivamente, y pretendiendo incluso que fueran
excluyentes, obligando a que el Letrado que interpusiera uno
no pudiera interponer el otro, cuando cualquier abogado con
una mínima experiencia sabe que prácticamente siempre se
recurren las sentencias por defectos de uno y otro tipo. Por
fortuna, toda la doctrina –salvo el sector que había influido en
la elaboración de la ley– criticó unánimemente el desacierto
legislativo, que confío en que sea corregido en una próxima
reforma que ya se halla en curso.

Llegados a este punto, me pregunto qué sentido tiene, aparte


del originario de inadmitir demandas, distinguir entre fondo y
forma, entre procedimiento y enjuiciamiento, como si sobre el
procedimiento no se enjuiciara también, y con frecuencia. Lle-
vadas las cosas al extremo, podríamos hasta llegar a discutir
sobre si la incongruencia de las resoluciones judiciales, pacífi-
camente tratada como una cuestión de forma, no sería tam-
bién una cuestión de fondo al afectar, sin duda, el denominado
enjuiciamiento, especialmente cuando se trata –siguiendo la
terminología de la jurisprudencia española– de la incongruen-
cia por los casos o por los modos, es decir, cuando el juez
modifica el objeto del juicio que le ha sido sometido por las
partes. Pero no creo que tenga sentido alguno discurrir por ese
camino, puesto que aplicando la problemática distinción a la
casación, dividiendo entre motivos in iudicando e in proce-
dendo, no obtenemos más que problemas de ubicación de los
diferentes vicios. (III Congreso Internacional de Derecho del
Trabajo y la Seguridad Social, 2006. La enunciación de los
motivos de Casación en las leyes procesales con especial aten-
ción al artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo).

Consecuente con lo anterior y como ya se dijo precedentemente, consi-


deramos inútil y desacertada hoy día la división de los vicios en que
puede incurrir algún fallo en motivos de forma y de fondo, no obstante,
seguimos compartiendo el criterio de mantener el listado de los supues-
tos de casación dentro de la ley, entendiéndose que todos y cada uno de
ellos parten de un único origen, como lo es, la vulneración de la nor-
ma jurídica.
62 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Establecido lo anterior, en el caso que nos ocupa, se puede apreciar que


ciertamente como lo señala el recurrente, la sentencia recurrida no in-
dica en su parte motiva ni en la dispositiva el objeto sobre el cual recae
la condena cuando declaró parcialmente con lugar la demanda, limitán-
dose a señalar lo siguiente:

Terminado el examen conjunto de todo el material probatorio


que fue aportado a los autos y en aplicación del principio de
unidad de la prueba, y más aun la confesión de la parte de-
mandada por la incomparecencia a la audiencia de juicio y de
lo alegado por la parte actora en la audiencia de apelación,
este sentenciador es del criterio que todos los conceptos re-
clamados por el actor apelante son procedente en derecho,
hecha la excepción relativa al preaviso omitido, pues confor-
me a los (sic) establecido en el Artículo 104 de la Ley Orgáni-
ca del Trabajo, el mismo no es procedente, por cuanto en esta
causa se ha alegado que el actor fue despedido injustificada-
mente, planteada así las cosas, lo que resultan procedentes
son las indemnizaciones contempladas en el artículo 125 de la
Ley Orgánica del Trabajo, y que ya han sido solicitadas y acor-
dadas por el sentenciador de la causa.

Ahora bien, planteadas así las cosas y conforme a lo expresa-


do por el propio recurrente, de que la demandada ante el tribu-
nal había sostenido “que no otorgó vivienda al trabajador
actor”, es decir, que siendo así, esta declaración realizada por
la empresa resulta una confesión sobre hechos, no de opinio-
nes y el demandado al confesar de no haberle otorgado vi-
vienda en la zona de Gurí al ciudadano PEDRO JOSÉ
GUTIÉRREZ, sin lugar a dudas que admitió el hecho y conse-
cuencialmente debió valorarse esta confesión voluntaria sin
pregunta alguna, sin apremio y sin juramento. Consecuencial-
mente, de lo antes expuesto es criterio de este Superior Des-
pacho, que los conceptos reclamados por el actor recurrente
son procedentes, salvo el preaviso omitido, el cual no resulta
procedente y así expresamente se declara.

Siendo así y en virtud de la aplicación del principio de la unidad del


fallo que impera en nuestro derecho procesal que postula que la parte
narrativa junto con la motiva y la dispositiva de una sentencia, forman
un todo indivisible vinculadas por un enlace necesario de lógica y por
cuanto la sentencia recurrida no indica los conceptos o el monto obje-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 63

to de la condena, pues sólo se limita a señalar que “todos los concep-


tos reclamados por el actor apelante son procedentes en derecho,
hecha la excepción relativa al preaviso omitido”, es obvio enton-
ces concluir que la sentencia impugnada incurrió en el vicio de inde-
terminación objetiva.

Es importante resaltar que la determinación del objeto debe aparecer


directamente en el fallo y no por referencia a otro documento como
pretendió hacer el juez de la recurrida, pues como antes se indicó, la
sentencia debe bastarse a sí misma y contener todos los requisitos que
la Ley exige sin acudir a otros elementos que la complementen.

1.3.2 Principio de autosuficiencia del fallo

RECURSO DE CONTROL DE LA LEGALIDAD

Ponente: Luis Eduardo Franceschi Gutiérrez


Partes: Edih Ramón Báez contra Trattoría L’ancora C.A.
Sentencia: Nº 2.469 del 11-12-07, Exp. 06-1936
Motivo: Cobro de prestaciones sociales

Así lo entendió el Juez de Alzada en el caso de marras, ya que indepen-


dientemente del asunto de la oportunidad al que se hizo referencia ut
supra, la Juzgadora consideró delimitados los puntos objeto de apela-
ción, y conforme a ello profirió su decisión con apego a la máxima tan-
tum devolutum quantum appellatum. Tal razonamiento se observa con
considerable frecuencia en las decisiones de segunda instancia, razón
por la cual es propicia la oportunidad para fijar posición en torno al tema
del principio devolutivo y su vinculación con el principio de autosufi-
ciencia del fallo según el cual la sentencia debe bastarse a sí misma, sin
que la prueba de su legalidad dependa de otros elementos extraños que
la complementen o la perfeccionen.

En torno a este particular, se ha señalado en múltiples oportunidades


que toda sentencia debe contener la determinación de la cosa u objeto
sobre el que recae la decisión, toda vez que de ello depende la ejecución
del fallo y el alcance de la cosa juzgada, de allí que el incumplimiento de
este requisito constituye el vicio de indeterminación objetiva.

El fallo cuya legalidad se somete en esta ocasión al control de esta Sala,


sin lugar a dudas también se encuentra afectado del mencionado vicio,
64 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

ya que bajo la premisa de circunscribir su decisión a los puntos objeto


de apelación, la Juez omite reproducir conceptos que fueron demanda-
dos por el actor y condenados por el sentenciador de primera instancia,
tales como intereses sobre prestaciones sociales, intereses moratorios e
indexación. Silenciar tales aspectos, sustentando tal conducta en que se
decide con apego al principio devolutivo de la apelación, acarrea como
consecuencia que conceptos que fueron condenados en primera instan-
cia, al no ser delimitados en la oportunidad correspondiente dentro del
ámbito de la apelación, no se reflejen en el fallo de Alzada a ejecutar y
para ello éste tendría que acudir obligatoriamente a la decisión de pri-
mera instancia. Esto, evidentemente pone de manifiesto la insuficiencia
del fallo para lograr su objetivo que no es otro que lograr la efectiva
resolución de la controversia, lo cual no se obtiene si el fallo depende
del auxilio de otro documento distinto al mismo para determinar el al-
cance de la cosa juzgada y materializar su ejecución.

Como corolario de lo anterior debe concluirse lo siguiente, si el objeto


de la apelación se encuentra delimitado, se produce un efecto devoluti-
vo parcial, pero ello no puede constituirse en óbice para que el Juez de
Alzada cumpla con el principio de autosuficiencia del fallo, razón por la
cual su pronunciamiento versará en primer término sólo sobre las cues-
tiones sometidas a su dictamen, pero para garantizar la autosuficiencia
del fallo y su adecuada ejecución, en el dispositivo deberá reproducir
todos los conceptos condenados con inclusión de aquellos que no fueron
apelados y que por ende quedaron firmes con la decisión del a quo,
cuidando de no desnaturalizar la misma.

1.4 INCONGRUENCIA

1.4.1 Incongruencia negativa

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Luis Eduardo Franceschi Gutiérrez


Partes: Gloria del Carmen Aguilar Medina contra Ferre-
tería La Lucha, C.A. y otra
Sentencia: N° 2.134 de 25-10-07. Exp. 07-805
Motivo: Cobro de indemnización por enfermedad profesional
Reitera: Criterio establecido en sentencia Nº 572 del 4 de
abril de 2006 (caso: Eva Victoria Faría Zaldívar
contra Banco Provincial, S.A. Banco Univer-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 65

sal), en la cual se acogió el criterio sostenido por


la Sala Constitucional de este Alto Tribunal, en
decisión N° 3.706 del 6 de diciembre de 2005 (caso:
Ramón Napoleón Llovera Macuare)
Norma citada: CPC: artículo 243 ordinal 5°; LOPT: artículo 11;
CRBV: artículo 26

Denuncia la formalizante que el sentenciador de la recurrida incurrió en


el vicio de incongruencia negativa, al no emitir pronunciamiento alguno
sobre el alegato relativo a la admisión tácita de los hechos por parte de
las accionadas, en virtud de la forma en que contestaron la demanda.

En efecto, establece el artículo 243, ordinal 5° del Código de Procedi-


miento Civil, que toda sentencia debe contener “decisión expresa,
positiva y precisa con arreglo a la pretensión deducida y a las
excepciones o defensas opuestas, sin que en ningún caso pueda
absolverse de la instancia”, norma que resulta aplicable por analo-
gía en el proceso laboral, con base en el artículo 11 de la Ley Orgáni-
ca Procesal del Trabajo, conteste con lo establecido en sentencia Nº
572 del 4 de abril de 2006 (caso: Eva Victoria Faría Zaldivar contra
Banco Provincial, S.A. Banco Universal), en la cual se acogió el
criterio sostenido por la Sala Constitucional de este Alto Tribunal, en
decisión N° 3.706 del 6 de diciembre de 2005 (caso: Ramón Napo-
león Llovera Macuare).

La Sala constata, después del análisis exhaustivo de la sentencia recu-


rrida, que ciertamente el Juzgador de Alzada omitió todo pronuncia-
miento respecto al alegato referido, no obstante que una de las denuncias
planteadas por la parte apelante estaba referida al vicio de incongruen-
cia cometido por el juez a quo al abstenerse de analizar lo atinente a la
confesión ficta de la parte accionada en virtud de la forma en que dio
contestación a la demanda.

Sin embargo, advierte la Sala que tal omisión de pronunciamiento no


tiene trascendencia en el dispositivo del fallo, por las siguientes razones:

Aduce la parte formalizante que el escrito de contestación contiene


“negativas contradictorias, argumentos elusivos para excusar res-
ponsabilidad, desarrollos con admisión implícita de hechos previa-
mente negados, incoherencia en la exposición sobre los hechos”.
Ciertamente, se evidencia una contradicción al haberse admitido en un
66 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

inicio que la actora trabajó para Ferretería La Lucha C.A. y en el año


1995 pasó como expendedora a Agropecuaria La Candelaria C.A.,
manteniéndose en la nómina de la primera de dichas empresas y, poste-
riormente, haberse negado que el representante legal de ambas empre-
sas dispusiera que la demandante continuara atendiendo el expendio de
los agroquímicos en la nueva sede de Agropecuaria La Candelaria C.A.,
manteniéndola en la nómina de Ferretería La Lucha C.A.

Pero, con respecto a la enfermedad profesional alegada por la actora, la


parte demandada fundamentó el motivo del rechazo al sostener la impo-
sibilidad de contraer alguna enfermedad por manipular agroquímicos,
por cuanto la labor desempeñada por la demandante no implicaba el
contacto directo con los productos, y porque la empresa Agropecuaria
La Candelaria C.A. sólo comercializa los productos agrícolas, previa-
mente envasados y etiquetados por las fábricas, que a su vez han debi-
do cumplir con las normativas del ministerio del ramo, en la producción
y presentación final de producto.

Por lo tanto, visto que del examen de la contestación de la demanda no


puede concluirse la admisión de los hechos por incumplimiento de lo
preceptuado en el artículo 68 de la Ley Orgánica de Tribunales y de
Procedimiento del Trabajo, aplicable ratione temporis, la omisión de la
recurrida en cuanto al análisis de dicho alegato no es determinante del
dispositivo del fallo; en consecuencia, anular la decisión recurrida por
tal causa sólo llevaría a una reposición inútil, contraria a lo preceptuado
en el artículo 26 constitucional.

Por las razones anteriores, esta Sala desestima la denuncia bajo exa-
men, y así se establece.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 67

1.5 SILENCIO DE PRUEBAS

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Luis Eduardo Franceschi Gutiérrez


Partes: Gloria del Carmen Aguilar Medina contra Ferre-
tería La Lucha, C.A. y otra
Sentencia: N° 2.134 de 25-10-07. Exp. 07-805
Motivo: Cobro de indemnización por enfermedad profesional
Norma citada: CPC: artículo 398

Delata la formalizante que el juez no examinó el contenido de las decla-


raciones de cuatro testigos promovidos por ella, y, sin hacer referencia
a las preguntas y repreguntas formuladas, concluyó que los mismos no
eran pertinentes al esclarecimiento del hecho controvertido, por ser sus
dichos genéricos y no aportar al Tribunal la convicción necesaria para
declarar la procedencia de las indemnizaciones reclamadas.

Cabe destacar que la errada apreciación del testigo escapa del ámbito
de la denuncia de inmotivación por silencio de pruebas, toda vez que,
conteste con la jurisprudencia de la Sala, ello es de la soberanía de los
jueces de instancia y trasciende al control de la casación, a menos que
la presunta falta sea denunciada invocando uno de los casos excepcio-
nales de suposición falsa. Así, si la parte impugnante considera que la
apreciación dada por el juez es incorrecta, ello debe denunciarse como
una infracción de ley y no como un defecto de actividad.

Ahora bien, en el presente caso, el juez de la recurrida no analizó el


contenido de las declaraciones de los testigos Luis Enrique Vivas Esca-
lante, Yhony Omar Barillas Roa, Luis Alberto Barillas Roa y Luz Elena
Rangel Argüello, a fin de fundamentar su conclusión, a saber, que eran
impertinentes porque sus dichos eran genéricos y no aportaban la con-
vicción necesaria para declarar la procedencia de las indemnizaciones
reclamadas con base en la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y
Medio Ambiente de Trabajo y por lucro cesante.

No obstante, el vicio de silencio parcial de pruebas en que incurrió el


sentenciador no influyó, en definitiva, en el dispositivo del fallo. Por
una parte, a pesar de haber señalado que los testigos no eran perti-
68 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

nentes –lo cual llevaría a la inadmisibilidad de la prueba, conteste con


el artículo 398 del Código de Procedimiento Civil–, el juez sí apreció la
prueba. Así, después de valorarla, estimó que la misma no aportaba
elementos de convicción suficientes con relación al hecho ilícito del
patrono. En este sentido, destaca la Sala la relevancia de otras prue-
bas referidas por el juzgador, consistentes en las constancias emitidas
por el Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria del Ministerio de
la Producción y el Comercio, según las cuales la empresa Agropecua-
ria La Candelaria C.A. contaba con la permisología para almacenar y
expender plaguicidas de uso agrícola y/o forestal; en efecto, se obser-
va que, según inspecciones técnicas realizadas por funcionarios del
Departamento de Sanidad Vegetal del prenombrado Servicio Autóno-
mo –antes de la terminación de la relación de trabajo–, el local donde
funcionaba la empresa cumplía con lo establecido en el Reglamento
General de Plaguicidas y con las normas COVENIN sobre aplicación,
manejo y transporte de plaguicidas, y medidas de seguridad pública e
higiene ocupacional. Ello, unido a la insuficiencia de la inspección ju-
dicial para demostrar si el local donde funcionaba la empresa era ade-
cuado para expender agroquímicos –por requerirse del auxilio de un
experto que diese una opinión calificada–, lo que también fue señala-
do por el juzgador, constituye un sustento sólido en cuanto a la falta de
demostración del hecho ilícito del empleador.

Por lo tanto, visto que el vicio delatado no tiene una incidencia deter-
minante del dispositivo del fallo, se desecha la denuncia formulada.
Así se establece.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 69

1.5.1 Obligación de la recurrida de valorar todas las pruebas

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Luis Eduardo Franceschi Gutiérrez


Partes: Gloria del Carmen Aguilar Medina contra Ferre-
tería La Lucha, C.A. y otra
Sentencia: N° 2.134 de 25-10-07. Exp. 07-805
Motivo: Cobro de indemnización por enfermedad profesional
Reitera: Criterio establecido en sentencia N° 11 del 25 de
enero de 2007 (caso: Gustavo Javier Campos
Madrid contra Basurven Zulia, C.A. y otros)
Norma citada: CPC: artículos 12 y 509; LOPT: artículo 168 nu-
meral 3

Denuncia la formalizante la infracción, por falta de aplicación, de los


artículos 12 y 509 del Código de Procedimiento Civil, por cuanto el sen-
tenciador de la recurrida analizó las pruebas de testigos, inspección ju-
dicial y documental, de forma aislada, descontextualizada.

Con relación a la técnica de formalización, visto que la delación se fun-


damentó en el numeral 3 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, se aprecia que, en efecto, en sentencia N° 11 del 25 de
enero de 2007 (caso: Gustavo Javier Campos Madrid contra Basur-
ven Zulia, C.A. y otros), se indicó que la infracción del artículo 509 del
Código de Procedimiento Civil debe ser denunciada como defecto de
actividad o quebrantamiento de forma previsto en el numeral citado,
puesto que su contenido está referido a la obligación de la recurrida de
valorar todas las pruebas que hayan promovido las partes en el juicio
para sustentar la motiva del fallo.

Conteste con el artículo 12 del Código de Procedimiento Civil, el juez


debe atenerse a lo alegado y probado en autos, sin poder sacar elemen-
tos de convicción fuera de éstos, y según el artículo 509 eiusdem, debe
extender su análisis a todas las pruebas, incluso a aquellas que a su
juicio no sean idóneas o no ofrezcan algún elemento de convicción, de-
biendo expresar siempre su criterio al respecto. En este orden de ideas,
analizar y juzgar todas las pruebas que se hayan producido en juicio,
comporta que el juzgador establezca mediante la aplicación de las re-
glas de valoración probatoria desarrolladas en la Ley Orgánica Proce-
sal del Trabajo, aquellos hechos que a su juicio quedan demostrados.
70 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

1.5.2 Silencio parcial de pruebas

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Alfonso Valbuena Cordero


Partes: Isaac Enrique Mosquera Sánchez contra Asocia-
ción Civil Centro Médico Docente La Trinidad
Sentencia: N° 1.895 de 25-09-07. Exp. 06-2254
Motivo: Cobro de prestaciones sociales
Norma citada: CPC: artículo 509

Alegan las formalizantes que el Juzgador de Alzada valoró parcialmen-


te los memoranda marcados con los números 3 al 13 (folios 180 al 190
de la primera pieza del expediente), los cuales fueron dirigidos por el
actor al Departamento de Control de Citas de la demandada, al simple-
mente declarar que de ellos se evidencia “indicio de laboralidad”, sin
hacer referencia al contenido íntegro de dichos instrumentos.

Aduce la parte recurrente que esos once (11) memoranda, cuyo conte-
nido son distintos, trajeron al proceso hechos trascendentales, puesto
que allí están contenidas instrucciones del actor para que no se fijaran
citas en determinados días, así como el cambio de dichas citas, algunas
con la añadidura de que asistiría a congresos y otras, indicando que
estaría de vacaciones.

Ahora bien, uno de los supuestos que sustenta el vicio de silencio de


prueba está fundamentado en el hecho de que en la recurrida se omita
de manera total el pronunciamiento sobre una o todas las pruebas pro-
movidas. En tal sentido, los jueces tienen el deber impretermitible de
examinar cuantas pruebas se hayan aportado a los autos, para de esta
manera no incurrir en la violación del artículo 509 del Código de Proce-
dimiento Civil, el cual establece:

Los Jueces deben analizar y juzgar todas cuantas pruebas se hayan


producido, aun aquellas que a su juicio no fueren idóneas para ofrecer
algún elemento de convicción, expresando siempre cuál sea el criterio
del Juez respecto de ellas.

En este orden de ideas, la Sala reafirma su posición en cuanto a que la


omisión en que se incurre en el debido análisis de las pruebas afecta la
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 71

constitución de una de las premisas del silogismo judicial, al punto que


éste se ve deformado, pudiendo llegarse a conclusiones indeseadas o
erradas, por estar desajustadas con la realidad o con la legalidad. La
construcción del silogismo judicial la realiza el Juez con base en las
pruebas y demostraciones de los hechos alegados por las partes.

Así pues, de la lectura de la sentencia impugnada queda evidenciado


que el juzgador le otorgó valor probatorio a los memoranda marcados
con los números 3 al 13, señalando que de ellos se evidencia “indicio de
laboralidad”; no obstante, no realiza un análisis exhaustivo y profundo
de tales instrumentos que lo llevaran a determinar el verdadero valor de
los mismos, para obtener de esta forma un elemento de convicción al
momento de emitir el fallo recurrido, puesto que la Alzada sólo afirma
que de los documentos referidos se evidencia un indicio de laboralidad,
pero no plasma en el fallo el contenido de ellos y, por tanto, no resulta
factible controlar la legalidad de su pronunciamiento, por cuanto no es
posible saber de cuáles hechos ciertos se obtuvo tal indicio, todo lo cual
se subsume, a juicio de esta Sala, dentro de los presupuestos del vicio
de inmotivación por silencio parcial de pruebas. Por tal razón, la presen-
te denuncia analizada resulta procedente. Así se decide.
72 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 73

Capítulo V

Casación por Infracción de Ley

1. MÁXIMAS DE EXPERIENCIA

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Luis Eduardo Franceschi


Partes: Pablo Fidel Laya Martínez contra Compañía Anó-
nima Electricidad de Oriente (ELEORIENTE)
Sentencia: N° 2.257 de 09-11-07. Exp. 07-376
Motivo: Cobro de indemnización por accidente de trabajo

Denuncia el recurrente la violación de una máxima de experiencia, rela-


tiva a “las necesidades de una persona que queda con la visión
parcial por la pérdida de un órgano”, al acordar el juzgador de la
recurrida una indemnización por el daño moral de Bs. 5.000.000,00, can-
tidad insuficiente para emprender “un pequeño negocio propio”.

Las máximas de experiencia son juicios hipotéticos de contenido gene-


ral, sacados de la experiencia, sean leyes tomadas de las distintas ra-
mas de la ciencia, o de simples observaciones de la vida cotidiana; se
trata de reglas de la vida y de la cultura general formadas por inducción,
74 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

inferencias del juzgador, aunque no de su libre arbitrio –pues deben co-


rresponder a lo que se deriva lógicamente de la experiencia común–,
que le permiten establecer determinados hechos, pese a que en el expe-
diente no haya alguna prueba particular al respecto. Así, las mismas no
precisan ser probadas, por ser un conocimiento común de lo que gene-
ralmente acontece y, por tanto, el juez tiene la facultad de integrarlas, al
ser parte de su experiencia de vida, a las normas jurídicas adecuadas
para resolver la controversia.

Ahora bien, las máximas de experiencia no sólo sirven al juez para esta-
blecer la procedencia del daño moral, sino además en el momento de
establecer cada uno de los hechos objetivos que, de acuerdo con la
jurisprudencia pacífica de esta Sala, deben ser analizados en el caso
concreto para determinar el quantum de la indemnización por el daño
de tal naturaleza, a saber:

a) la entidad (importancia) del daño, tanto físico como psíquico


(la llamada escala de los sufrimientos morales); b) el grado de
culpabilidad del accionado o su participación en el accidente o
acto ilícito que causó el daño (según sea responsabilidad obje-
tiva o subjetiva); c) la conducta de la víctima; d) grado de
educación y cultura del reclamante; e) posición social y eco-
nómica del reclamante; f) capacidad económica de la parte
accionada; g) los posibles atenuantes a favor del responsable;
h) el tipo de retribución satisfactoria que necesitaría la víctima
para ocupar una situación similar a la anterior al accidente o
enfermedad; y, por último; i) referencias pecuniarias estima-
das por el Juez para tasar la indemnización que considera equi-
tativa y justa para el caso concreto (Sentencia N° 144 del 7 de
marzo de 2002, caso: José Francisco Tesorero Yánez contra
Hilados Flexilón, S.A.).

Al respecto, cabe destacar que si bien el juez está autorizado para obrar
discrecionalmente al estimar el daño moral, debe exponer el proceso
lógico que lo llevó a establecer una indemnización razonable, que repre-
sente una satisfacción al agraviado, y ello supone determinar cada uno
de los aspectos precisados por la reiterada jurisprudencia de la Sala.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 75

Capítulo VI

Competencia

1. NULIDAD DE ACTOS ADMINISTRATIVOS EMANADOS


DE INPSASEL

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Omar Mora Díaz


Partes: Estación de Servicio Sabaneta, C.A. contra Insti-
tuto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad
Laborales, Dirección Estadal de Salud de los Tra-
bajadores Táchira, Mérida, Trujillo y Barinas
Sentencia: N° 1.770 de 07-08-07. Exp. 07-1067
Motivo: Recurso contencioso administrativo de nulidad
Igual criterio: En sentencia N° 1772 de 07-08-07. Exp. 07-971;
Motivo: Recurso contencioso administrativo de
nulidad. Ponente: Alfonso Valbuena Cordero. Voto
salvado: Juan Rafael Perdomo
Normas citadas: LOPCYMAT: Disposición Transitoria Séptima.
Voto Salvado: Juan Rafael Perdomo
Referencia
Jurisprudencial: Criterio establecido por la Sala Constitucional en
sentencia Nº 1.318 de fecha 02 de agosto de 2001;
76 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

y, de la Sala Plena, en sentencia Nº 9 de fecha 05


de abril.
Normas citadas: LOPCYMAT: Disposición Transitoria Séptima;
CRBV: artículo 259.

Al ser la competencia materia de orden público y por tanto revisable en


todo estado y grado del proceso, esta Sala pasa a pronunciarse al res-
pecto, en los siguientes términos:

En el presente caso, se intentó un recurso contencioso administrativo


de nulidad por la sociedad mercantil Estación de Servicios Sabaneta,
C.A. en contra de la providencia administrativa N° 004-2006, de fe-
cha 31 de marzo de 2006, emanada de la Dirección de Salud de los
Trabajadores, Táchira, Mérida, Trujillo y Barinas del Instituto Nacio-
nal de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL), me-
diante la cual se impuso a dicha empresa una multa de quince millones
doscientos veintinueve mil ochocientos bolívares (Bs. 15.229.800,00),
por no cumplir con el requerimiento de ajustar la jornada máxima se-
manal de 44 horas de trabajo al personal isleño que cumple con el
primer turno de seis de la mañana (06:00 a.m.) a dos de la tarde (02:00
p.m.) de lunes a lunes, por no conceder un día de descanso a dicho
personal y por no dotarlos de uniformes.

En este orden de ideas, cabe mencionar que la Disposición Transitoria


Séptima de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Am-
biente de Trabajo, le otorga a los Juzgados Superiores Laborales ca-
pacidad objetiva para conocer del recurso inicial, y a esta Sala de
Casación Social para decidir los medios de impugnación propuestos
contra sus fallos. Sin embargo, la Sala Constitucional de este Supremo
Tribunal –en un caso similar–, atribuyó a la jurisdicción contencioso
administrativa la competencia para resolver los recursos contenciosos
administrativos de nulidad contemplados expresamente en la aludida
Ley especial, en primer grado de jurisdicción, a los Juzgados Superio-
res Contenciosos Administrativos regionales y, en apelación, a las Cortes
de lo Contencioso Administrativo, criterio que esta Sala adopta en ra-
zón del carácter temporal de la aludida norma y mientras se crea,
como así dispone la referida Ley, la Jurisdicción Especial del Sistema
de Seguridad Social.

De allí que resulta forzoso declarar manifiestamente incompetente a


la jurisdicción laboral para asumir el conocimiento del presente juicio;
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 77

en consecuencia, se anula la decisión proferida el 11 de marzo 2007


por el Juzgado Primero Superior del Trabajo de la Circunscripción Ju-
dicial del Estado Táchira, con sede en la ciudad de San Cristóbal, y se
declina la competencia en la jurisdicción contencioso administrativa,
acordándose –por razones de celeridad– el envío del expediente al
Tribunal declarado competente en la parte dispositiva de la presente
decisión. Así se resuelve.

VOTO SALVADO

Quien suscribe, Magistrado Juan Rafael Perdomo, salva su voto –no


obstante su conformidad en casos anteriores– por disentir del criterio
sostenido por la mayoría sentenciadora según el cual la jurisdicción la-
boral es manifiestamente incompetente para asumir el conocimiento del
presente juicio en razón del carácter temporal de la norma contenida en
la Disposición Transitoria Séptima de la Ley Orgánica de Prevención
Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo.

Sostiene la mayoría sentenciadora que la Sala Constitucional de este


Supremo Tribunal –en un caso similar–, atribuyó a la jurisdicción con-
tencioso administrativa la competencia para resolver los recursos con-
tenciosos administrativos de nulidad contemplados expresamente en la
aludida Ley Especial, en primer grado de jurisdicción, a los Juzgados
Superiores Contenciosos Administrativos regionales, y en apelación, a
las Cortes de lo Contencioso Administrativo, criterio que esta Sala adopta
en razón del carácter temporal de la aludida norma y mientras se crea,
como así dispone la referida Ley, la Jurisdicción Especial del Sistema
de Seguridad Social; sin embargo, al asumir este criterio obvió el con-
texto jurídico en el cual se ha venido desarrollando la doctrina a que se
refiere la sentencia de la Sala Constitucional aludida.

Así, la sentencia de la Sala Constitucional está referida a un caso en el


que el Juzgado Segundo Superior del Trabajo de la Circunscripción Ju-
dicial del Estado Bolívar desaplicó por vía de control difuso la mencio-
nada Disposición Transitoria Séptima; allí dicha Sala, sin emitir
pronunciamiento expreso y directo sobre la regla de competencia esta-
blecida a favor de la jurisdicción laboral, se limita a señalar que el Juez
Superior del Trabajo no debió desaplicar por control difuso la Disposi-
ción Transitoria Séptima de la Ley Orgánica de Prevención, Condicio-
nes y Medio Ambiente de Trabajo, para declinar el conocimiento de la
causa sometida a su examen en la jurisdicción contencioso administrati-
78 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

va, sino aplicar la doctrina imperante para el caso sentada por la Sala
Constitucional.

Ahora bien, un análisis de la doctrina desarrollada tanto por la Sala Cons-


titucional como por la Sala Plena de este Supremo Tribunal, nos lleva a
sostener que el criterio imperante es del siguiente postulado: la compe-
tencia para el control judicial de actos administrativos por órga-
nos que no formen parte de la jurisdicción contencioso
administrativa ordinaria debe apoyarse en una norma de rango
legal que expresamente así lo establezca.

En efecto, la Sala Constitucional de este Supremo Tribunal en relación


con la competencia de los tribunales del trabajo para conocer de accio-
nes de nulidad contra actos administrativos, específicamente, contra actos
dictados por las inspectorías del trabajo, en sentencia Nº 1.318 de fecha
02 de agosto de 2001, sostuvo:

En este sentido, se observa que la jurisdicción laboral ha veni-


do conociendo de los juicios de nulidad de estas resoluciones,
siguiendo el criterio sostenido en decisión dictada por la Sala
Político Administrativa de la antes denominada Corte Suprema
de Justicia, el 13 de febrero de 1992, en el juicio conocido
como caso: Corporación Bamundi, C.A., sin que en realidad
exista en la Ley Orgánica del Trabajo una norma que expresa-
mente le asigne a los juzgados laborales el conocimiento de
este tipo de juicios. Es preciso al respecto advertir, que la com-
petencia de los órganos del Estado, viene determinada por una
norma jurídica que de manera formal le atribuya competencia.
De allí que, siendo que en los casos de los juicios de nulidad, a
que se refiere la Ley Orgánica del Trabajo, ésta no le atribuyó
dicha competencia de manera expresa a esta jurisdicción es-
pecial, sino que se limitó a señalar que contra estas decisiones
se podían ejercer los recursos correspondientes ante los Tribu-
nales, sin que indicara a cuáles se estaba refiriendo.

La expresada omisión no autoriza a interpretar que la juris-


dicción laboral es entonces la competente para conocer de
dichos juicios, con base en lo dispuesto en los artículos 5 y
655 eiusdem, sino que lo razonable era establecer que como
quiera que, la decisión provenía de un órgano de carácter
administrativo, inserto en el Poder Ejecutivo, esto es, de las
Inspectorías del Trabajo, los órganos jurisdiccionales compe-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 79

tentes para conocer y decidir este tipo de controversias era


la jurisdicción contencioso administrativa, siendo consecuen-
te con el principio del juez natural. De lo expuesto se colige,
que el criterio sostenido en la sentencia anteriormente cita-
da, dictada por la Sala Político Administrativa, debe ser aban-
donado. En consecuencia, deberá prevalecer el presente
criterio, lo que implica que, en el futuro, los Juzgados con
competencia en materia laboral deberán declinar en los órga-
nos de la jurisdicción contencioso administrativa el conoci-
miento y decisión de los recursos interpuestos contra las
providencias administrativas, dictadas por las Inspectorías del
Trabajo, por ser éstos los órganos judiciales a los cuales les
incumbe conocer de este tipo de juicios.

Por su parte la Sala Plena, en sentencia Nº 9 de fecha 05 de abril de


2005, sostuvo:

(...) una tesis que pretenda que el control judicial de tales actos
corresponde a órganos que no forman parte de la jurisdicción
contencioso administrativa ordinaria, sino de tribunales de la ju-
risdicción laboral (que en esos procesos actuarían como conten-
cioso administrativos especiales), debe necesariamente apoyarse
en una norma jurídica que expresamente establezca tal excep-
ción al principio general, y en modo alguno cabe derivarse la
misma de una norma que no existe en el presente caso.

De las sentencias parcialmente transcritas se interpreta que los tribuna-


les del trabajo son incompetentes para conocer de las acciones de nuli-
dad contra los actos administrativos dictados por las inspectorías del
trabajo, no porque los órganos de la jurisdicción contencioso administra-
tiva son sólo aquellos que ostentan esa denominación, sino porque no
existe una norma que expresamente les asigne esa competencia, pues
la competencia de los órganos jurisdiccionales debe siempre estar atri-
buida por norma legal expresa.

De manera que, pueden los demás tribunales de la República conocer


de impugnaciones contra determinado tipo de actos administrativos
cuando una norma legal expresa así lo establezca, actuando en esos
casos como órganos de la jurisdicción contencioso administrativa –tal
es el caso de los tribunales superiores agrarios, por ejemplo–. Y ello
no contraría lo dispuesto en el artículo 259 de la Constitución de la
República, sino que obedece en todo caso, a que por razones de polí-
80 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

tica judicial –afinidad de la materia, especialidad del órgano jurisdic-


cional, etc.–, se haya optado por la decisión de asignar una competen-
cia específica y de esencia contencioso administrativa, a tribunales
cuya competencia fundamental se inscriba dentro de otra jurisdicción.
Todo lo contrario, una disposición legal en ese sentido es expresión
fidedigna de la fórmula recogida en el citado artículo “y los demás
tribunales que determine la ley”.

De este modo, es al legislador, en ejercicio de su libertad de configura-


ción, a quien le corresponde en definitiva determinar qué tribunales con-
forman la jurisdicción contencioso administrativa.

Es así como en la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio


Ambiente del Trabajo existe una declaración expresa por parte del legis-
lador de cuáles son los tribunales competentes para conocer de los recur-
sos de nulidad interpuestos contra los actos administrativos dictados con
ocasión de su aplicación. Efectivamente, la Disposición Transitoria Sépti-
ma dispone que: “Mientras se crea la Jurisdicción Especial del Siste-
ma de Seguridad Social, son competentes para decidir los recursos
contenciosos administrativos contenidos en la presente Ley, los Tri-
bunales Superiores con competencia en materia de Trabajo de la
circunscripción judicial en donde se encuentre el ente que haya dic-
tado el acto administrativo que dio origen al recurso inicial.

De estas decisiones se oirá recurso ante la Sala de Casación Social del


Tribunal Supremo de Justicia”.

Así las cosas, no existe ninguna duda de que los tribunales superiores
del trabajo y esta Sala de Casación Social, por disposición expresa de la
ley, forman parte de la llamada jurisdicción contencioso administrativa
eventual. Es tan evidente la intención del legislador de querer sustraer
esta materia de la competencia de los tribunales que conforman la juris-
dicción contencioso administrativa ordinaria, que según la Disposición
Transitoria transcrita, existe la intención de crear una jurisdicción del
sistema de seguridad social a la que le competerá conocer todo lo con-
cerniente a la misma.

Queda así expuesto el criterio del Magistrado disidente.


DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 81

Capítulo VII

Condiciones de Trabajo

1. JORNADA EFECTIVA DE TRABAJO (PILOTOS Y


AUXILIARES DE CABINA-PERSONAL DE TRIPULACIÓN)

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Carmen Elvigia Porras de Roa


Partes: Yennifer Carolina Ficarra contra Aeropostal Alas
de Venezuela
Sentencia: Nº 2.326 del 20-11-07, Exp. 07-180
Motivo: Cobro de prestaciones sociales y otros conceptos
laborales derivados de la relación de trabajo
Reitera: Doctrina establecida en sentencia Nº 832 de fe-
cha 21 de julio de 2004 (caso: Fernando Lloren-
te Maldonado y otros, contra la sociedad mercantil
Aeropostal Alas de Venezuela)
Normas citadas: LOT: artículos 189 y 370

Respecto a la definición de jornada de trabajo para los trabajadores


de regímenes especiales –transporte aéreo–, esta Sala en sentencia
Nº 832 de fecha 21 de julio de 2004 (caso: Fernando Llorente Mal-
82 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

donado y otros, contra la sociedad mercantil Aeropostal Alas de


Venezuela), estableció:

Considera la Sala que es necesario establecer que de confor-


midad con lo dispuesto en el artículo 189 de la Ley Orgánica
del Trabajo, se entiende por jornada de trabajo efectiva el
tiempo durante el cual el personal está a disposición del patro-
no y no puede disponer libremente de su tiempo y realizar sus
actividades personales. La frase legal el trabajador está a
disposición del patrono debe interpretarse en el sentido de
que el trabajador debe estar en la oficina, taller, hospital o sitio
donde normalmente cumple su jornada ordinaria de trabajo. En
este caso la hora de trabajo debe remunerarse como se remu-
nera la jornada efectiva de trabajo, y si está fuera de los lími-
tes legales o convencionales de la jornada, debe remunerarse
como hora extraordinaria de trabajo.

(Omissis)

En relación con el pago de la hora de llegada con antelación al


vuelo fijado, aprecia la Sala que los literales a) y b) del 370 de
la Ley Orgánica del Trabajo, imponen a los tripulantes de avio-
nes obligaciones que deben cumplir antes de cada vuelo, por lo
que debe considerarse que, aun cuando dichas obligaciones
responden a un interés público, el piloto en dichos momentos,
con dicha hora de antelación, está a disposición del patrono y
no puede disponer libremente de su tiempo, actividad o movili-
dad. Entonces dicha hora de antelación al vuelo que debían
cumplir los demandantes en el aeropuerto de Maiquetía debía
ser considerada como parte efectiva de la jornada de trabajo.

Debe entenderse que cuando el contrato de trabajo establece


que la remuneración será por sesenta (60) horas de vuelo men-
suales, en el cálculo de cumplimiento de las mismas no debe
incluirse únicamente el tiempo comprendido entre los despe-
gues y aterrizajes, sino aunarse las horas de antelación que el
piloto debe tener en la base de Maiquetía y en la cual realiza
los trabajos preparatorios y está a disposición del patrono. Así,
por ejemplo, si entre el despegue y el aterrizaje transcurrió dos
(2) horas, deben computarse tres (3) horas de vuelo, por cuan-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 83

to la hora de antelación, reiteramos, también debe computarse


como hora de vuelo al ser parte de la jornada de trabajo.

Entonces, la hora de antelación que los pilotos debían tener en


el aeropuerto de Maiquetía era parte de la jornada ordinaria de
trabajo, salvo que se prestase después de haberse cumplido el
límite convenido de sesenta (60) horas de vuelo, caso en el
cual se debía pagar como hora extraordinaria.

Del extracto jurisprudencial transcrito, se establece que las horas de


antelación a los vuelos efectuadas por los pilotos en el sitio de trabajo,
deben ser consideradas como parte de su jornada ordinaria de trabajo,
por lo que el trabajador tiene el derecho al pago del salario correspon-
diente; en caso de que dicho servicio sea prestado luego de las horas
pactadas en el contrato de trabajo, el trabajador tiene derecho al recar-
go bajo el concepto de jornada extraordinaria.

En ese mismo sentido, se colige que las horas de antelación al vuelo cum-
plidas por los auxiliares de cabina “azafatas” –caso sub examine–, de-
ben recibir igual tratamiento, que las horas de antelación realizadas por
los pilotos de las aeronaves de líneas civiles, en virtud de que ambos
trabajadores forman parte de la tripulación del transporte aéreo, los cuales
generalmente son contratados para 60 horas de vuelo mensual.

2. SALARIO BASE PARA EL CÁLCULO DE PRESTACIÓN DE


ANTIGÜEDAD, CASO DE TRABAJADORES CON SUELDO
VARIABLE

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: Manuel Alejandro Masso y otros contra L’Oreal
Venezuela C.A.
Sentencia: Nº 2.376 del 21-11-07. Exp. 07-758
Motivo: Cobro de prestaciones sociales y otros conceptos
laborales derivados de la relación de trabajo
Normas citadas: LOT: artículos 108, 133 y 146

Lo importante es determinar el salario base para el cálculo de esta pres-


tación de antigüedad, siendo pacífico y reiterado el criterio de esta Sala
84 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

que el salario base para el cálculo de las prestaciones sociales es el


salario normal, más la alícuota de bono vacacional y utilidades.

Como en el caso concreto el salario es un salario mixto, con una parte


fija y otra variable, debe tomarse en cuenta el salario en su totalidad, es
decir, tomando en cuenta la parte fija, la parte variable, los días de des-
canso y feriados, y todos aquellos componentes del salario que se pa-
guen regularmente.

Adicionalmente, el salario normal sirve de base para calcular el bono


vacacional y las utilidades, por lo que se debe tomar en cuenta la inci-
dencia de todos sus componentes en estos conceptos a efectos de de-
terminar el salario que sirve de base para la prestación de antigüedad.

En el caso concreto, la recurrida en el folio 321 ordenó el cálculo de la


prestación de antigüedad sobre el salario de cada mes sin señalar que
este salario base debía incluir los días de descanso y feriados, y la inci-
dencia de los mismos en el bono vacacional y las utilidades, razón por la
cual incurrió en error de interpretación de los artículos 108, 133 y 146
de la Ley Orgánica del Trabajo.

3. SALARIO MENSUAL (FERIADOS Y DÍAS DE DESCANSO)

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: Manuel Alejandro Masso y otros contra L’Oreal
Venezuela C.A.
Sentencia: Nº 2.376 del 21-11-07. Exp. 07-758
Motivo: Cobro de prestaciones sociales y otros conceptos
laborales derivados de la relación de trabajo
Normas citadas: LOT: artículos 216 y 217

El artículo 217 de la Ley Orgánica del Trabajo establece que cuando se


haya convenido un salario mensual, el pago de los días feriados y de
descanso obligatorio estará comprendido en la remuneración.

El artículo 216 eiusdem dispone que el descanso semanal será remune-


rado con el pago del salario de un día de trabajo; y, cuando se trate de
trabajadores a destajo o con remuneración variable, el salario del día
feriado será el promedio de lo devengado en la respectiva semana.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 85

Estas normas hacen una distinción entre los trabajadores que reciben
un salario mensual y los que tienen un salario a destajo o variable, pues
el salario de estos últimos depende de la cantidad de trabajo realizado; y
es por todos conocido que los días feriados no son hábiles para el traba-
jo. De esta forma, la Ley protege a los trabajadores de salario variable
previendo que los días en que ellos no realizan la actividad que genera
su salario, como son los días de descanso y feriados, reciban una remu-
neración calculada como el promedio de lo generado durante la semana,
para que así su situación se equipare a la de los trabajadores que reci-
ben salario mensual, pues su remuneración comprende los días feriados
y de descanso.
86 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 87

Capítulo VIII

Contestación de la Demanda

1. CARGA DE LA PRUEBA

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Alfonso Valbuena Cordero


Partes: Armando Ron Alí contra Unilever Andina, S.A.
Sentencia: N° 2.193 de 30-10-07. Exp. 07-685
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Reitera: Doctrina establecida en sentencia de la Sala de
Casación Social de fecha 15 de febrero de 2000,
en el asunto Jesús Enrique Henríquez Estrada con-
tra Administradora Yuruary C.A.
Normas citadas: LOTPT: artículo 68

Alega el formalizante que en la sentencia recurrida se infringió, por


falta de aplicación, el artículo 68 de la Ley Orgánica de Tribunales y
de Procedimiento del Trabajo, por cuanto, a su decir, la accionada no
negó expresamente la afirmación del actor referida a que “a partir del
30 de abril de 2000 con motivo de la fusión la empresa le pagaba por
concepto de asignación de vehículos una cantidad fija de bolívares un
88 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

millón ochenta y cinco mil novecientos dieciséis... anual” y no obstan-


te ello, en dicho fallo el sentenciador con fundamento en el análisis de
los documentos de reporte de gastos correspondientes a los meses de
mayo, junio y agosto del año 2001, concluyó que tal pago era en cali-
dad de reembolso por los gastos sufridos por éste y por tanto carecían
de carácter salarial, sin tomar en consideración que la empresa quedó
confesa respecto a ese punto por no haberlo negado expresamente,
en su contestación a la demanda.

Ahora bien, esta Sala se ha pronunciado reiteradamente respecto al


artículo 68 de la Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimiento del
Trabajo. En este sentido, en sentencia de fecha 08 de marzo del año
2001, se estableció lo siguiente:

El contenido del artículo señalado ut supra ha sido objeto de


interpretación por parte de esta Sala de Casación Social, y es
así como en fallo de fecha 15 de febrero de 2000, en el asun-
to Jesús Enrique Henríquez Estrada contra Administradora
Yuruary C.A., se asentó el siguiente criterio: ‘(...) el artículo
68 de la Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimiento del
Trabajo establece la forma y el momento en que debe ser
contestada la demanda en el proceso laboral, y también, cuán-
do se invierte la carga de la prueba y cuáles de los hechos
alegados por el actor se tendrán por admitidos. Es por lo ex-
puesto en el párrafo anterior, que esta Sala de Casación So-
cial debe esclarecer que la contestación de la demanda en
materia laboral debe hacerse en forma clara y determi-
nada, estableciendo cuáles de los hechos alegados por
el actor se admiten y cuáles se rechazan, estando obliga-
da la parte demandada a fundamentar el motivo del rechazo
o de la admisión de los hechos. Lo antes precisado, tiene su
asidero en la circunstancia de que según como el accionado
dé contestación a la demanda, se fijará la distribución de la
carga de la prueba en el proceso laboral. Por lo tanto, el de-
mandado en el proceso laboral tiene la carga de probar todos
aquellos alegatos nuevos que le sirvan de fundamento para
rechazar las pretensiones del actor.

Conforme al criterio jurisprudencial anteriormente transcrito, de con-


formidad con el artículo 68 de la Ley Orgánica Tribunales y de Proce-
dimiento del Trabajo, el demandado al contestar la demanda laboral,
debe especificar cuáles de los hechos alegados por el actor, admite o
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 89

rechaza y el motivo de su fundamento, como también deberá probar


sólo aquellos hechos nuevos que sirvan de base al rechazo de lo pre-
tendido por el actor.

En el presente caso, se observa que en el libelo de la demanda, el actor


señala que “a partir del 30 de abril de 2000, con motivo de la fusión la
empresa le pagaba por concepto de asignación para vehículos una can-
tidad fija de un millón ochenta y cinco mil novecientos dieciséis bolíva-
res (Bs. 1.085.916,00) anual, pagaderos en los doce meses del año, a
razón de noventa y un mil trescientos veintiséis bolívares con treinta y
tres céntimos...”; respecto a este aspecto, en la contestación de la de-
manda, la accionada negó tal hecho al alegar que “en el caso de autos la
‘asignación por vehículo’ no encaja en el concepto salario, ya que no
era una cantidad fija de dinero que recibiera RON, sino cantidades va-
riables destinadas a la satisfacción de gastos necesarios para el normal
mantenimiento y funcionamiento del vehículo que utilizaba en el desem-
peño de sus labores... El monto de los gastos causados se le reponía
semanalmente, previa presentación de las respectivas facturas y ‘Re-
porte de Gastos’”. Vistos los alegatos de ambas partes, debe concluir-
se, como así lo hizo el Sentenciador de Alzada, que el carácter salarial
de la asignación por vehículo alegado por el demandante fue negado por
la accionada, negativa ésta que fue, además, debidamente fundamenta-
da, razón por la cual mal puede considerarse como un hecho admitido.

De manera que, al considerar el sentenciador superior el carácter sala-


rial de la asignación por vehículo, como un hecho controvertido y por
tanto sujeto a prueba, con tal proceder, no incurrió en la infracción del
artículo 68 de la Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimiento del
Trabajo por falta de aplicación, razón por la que se declara la improce-
dencia de la presente denuncia analizada. Así se resuelve.
90 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 91

Capítulo IX

Control de la Legalidad

1. LAPSO PARA INTERPONER EL RECURSO

RECURSO DE CONTROL DE LA LEGALIDAD

Ponente: Luis Eduardo Franceschi


Partes: José Enrique Mirabal contra Universidad Central
de Venezuela
Sentencia: N° 1.657 de 26-07-07. Exp. 06-2021
Motivo: Calificación de Despido
Reitera: Doctrina establecida en sentencia de la Sala de
Casación Social N° 609 de fecha 04 de junio del
año 2004, caso Marcial Gerardo Orozco Or-
dóñez contra Kilómetro O, C.A., sobre el cóm-
puto del lapso para interponer el recurso de control
de la legalidad
Normas citadas: LOPT: artículo 178

El artículo 178 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo establece el


control de la legalidad, como la vía recursiva para impugnar ante la
Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia aquellas
92 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

decisiones emanadas de los Tribunales Superiores del Trabajo que no


sean recurribles en casación y que violenten o amenacen con violen-
tar normas de orden público y/o cuando la sentencia recurrida sea
contraria a la reiterada doctrina de esta Sala, ello, a fin de restablecer
el orden jurídico infringido. Asimismo, se encuentra limitada la oportu-
nidad para interponer el referido recurso, a un lapso preclusivo de
cinco (5) días hábiles siguientes a la fecha en que sea publicada la
sentencia sujeta a revisión, y a través de escrito, el cual no podrá
exceder de tres (3) folios útiles y sus vueltos, pues tal inobservancia
acarrearía la inadmisibilidad de éste.

En la presente causa observa esta Sala que, según auto de fecha 6 de


noviembre del año 2006 –constante al folio 244–, el Juzgado Superior,
de conformidad con el artículo 178 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, ordena la remisión del expediente a esta Sala de Casación
Social y deja constancia de los cinco (5) días hábiles de despacho
transcurridos desde la publicación del fallo, así como también del ven-
cimiento del lapso para publicar sentencia y de los cinco días hábiles
siguientes a esa fecha.

(...)

Ahora bien, esta Sala de Casación Social se ha pronunciado según sen-


tencia N° 609 de fecha 04 de junio del año 2004, caso Marcial Gerar-
do Orozco Ordóñez contra Kilómetro O, C.A., sobre el cómputo del
lapso para interponer el recurso de control de la legalidad, en los si-
guientes términos:

Al respecto, cabe dejar establecido, dado lo ocurrido en el pre-


sente caso, que el lapso para la interposición del recurso de
control de la legalidad de conformidad con el artículo 178 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo se computa a partir de la
publicación del fallo, independientemente que la decisión haya
sido dictada antes del vencimiento del lapso que consagra la
ley para sentenciar.

Distinto es el lapso a computar para el recurso extraordinario


de casación, el cual de conformidad con el artículo 169 eius-
dem, es “a partir del vencimiento del término que se da
para la publicación de la sentencia”; por lo tanto, se le
advierte al Juzgado Superior Primero del Trabajo de la Cir-
cunscripción Judicial del Estado Carabobo, que el lapso a
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 93

computar el especialísimo recurso de control de la legalidad


es a partir de la publicación del fallo y no a partir del venci-
miento del término que se da para la publicación, tal como
fue señalado mediante auto de esta Sala de Casación Social
de fecha 29 de abril del año 2004, en el que se le ordenó
oficiar nuevo cómputo para verificar la tempestividad del pre-
sente medio de impugnación.

Evidencia esta Sala que el lapso de cinco (05) días hábiles de despacho,
contados a partir de la publicación del fallo recurrido, venció el día 1° de
noviembre del año 2006, y visto que consta en autos que la demandada
interpuso el presente recurso de control de la legalidad el día 2 de no-
viembre del año 2006, es decir, con posterioridad al lapso señalado ut
supra, dicho recurso resulta evidentemente extemporáneo, por lo que
debe esta Sala declararlo inadmisible. Así se resuelve.

2. SENTENCIAS EN PROCEDIMIENTOS DE ESTIMACIÓN


E INTIMACIÓN DE HONORARIOS PROFESIONALES

RECURSO DE CONTROL DE LA LEGALIDAD

Ponente: Omar Mora Díaz


Partes: Jorge Luis Mogollón contra Hotel Bonifran, C.A.
Sentencia: N° 2.083 de 18-10-07. Exp. 07-1674
Motivo: Estimación e intimación de honorarios profesio-
nales
Reitera: Doctrina establecida en sentencia de la Sala de
Casación Social N° 818, de fecha 15 de julio de
2004
Normas citadas: LOPT: artículo 178

Establece el artículo 178 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo:

“Artículo 178: El Tribunal Supremo de Justicia en Sala de


Casación Social podrá, a solicitud de parte, conocer de aque-
llos fallos emanados de los Tribunales Superiores del Traba-
jo, que aun y cuando no fueran recurribles en casación, sin
embargo, violenten o amenacen con violentar las nor-
mas de orden público o cuando la sentencia recurrida
sea contraria a la reiterada doctrina jurisprudencial de
dicha Sala de Casación.
94 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

En estos casos, la parte recurrente podrá, dentro de los cinco


(5) días hábiles siguientes a la publicación del fallo ante el Tri-
bunal Superior del Trabajo correspondiente, solicitar el control
de la legalidad del asunto, mediante escrito, que en ningún caso
excederá de tres (3) folios útiles y sus vueltos.

El Tribunal Superior del Trabajo deberá remitir el expediente a


la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia de
manera inmediata; la cual, una vez recibido el expediente, de-
cidirá sumariamente con relación a dicha solicitud. En el su-
puesto que el Tribunal Supremo de Justicia en Sala de Casación
Social decida conocer del asunto, fijará la audiencia, siguiendo
el procedimiento establecido en el Capítulo anterior. La decla-
ración de inadmisibilidad del recurso se hará constar en forma
escrita por auto del Tribunal, sin necesidad de motivar su deci-
sión. De igual manera, estará sujeto a multa el recurrente que
interponga el recurso maliciosamente, hasta un monto máximo
equivalente a ciento veinticinco unidades tributarias (125 U.T.).
En este último caso, el auto será motivado. Si el recurrente no
pagare la multa dentro del lapso de tres (3) días, sufrirá arres-
to en jefatura civil de quince (15) días”. (Resaltado de la Sala).

Ahora bien, en virtud a que el recurso de control de la legalidad es un


medio de impugnación excepcional, se deben cumplir, para poder garan-
tizar su admisibilidad, con los requerimientos formulados en la norma de
la Ley Adjetiva Laboral reproducida en el párrafo precedente; a saber:
1) Que se trate de sentencias proferidas por Juzgados Superiores Labo-
rales; 2) que éstas no sean impugnables en casación; 3) que violen o
amenacen con violentar normas de estricto orden público laboral o pro-
cesal; y/o 4) que resulten contrarias a la jurisprudencia reiterada de
esta Sala de Casación Social.

Asimismo, es oportuno dejar sentado, que tratándose como antes se


expresó de un recurso de naturaleza extraordinaria, corresponde a esta
Sala de Casación Social restringir, atendiendo a la potestad discrecional
conferida por el artículo 178 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
la admisibilidad del mismo, especialmente en aquellas circunstancias
donde se pretenda la violación de disposiciones de orden público o de la
jurisprudencia reiterada de la Sala.

En tal sentido, debe entenderse que tales quebrantamientos o amenazas


irrumpen las instituciones fundamentales del derecho sustantivo del tra-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 95

bajo, derechos indisponibles o reglas adjetivas que menoscaban el debi-


do proceso y derecho a la defensa.

Sin embargo, esta Sala de Casación Social mediante sentencia N° 818,


de fecha 15 de julio de 2004, expresó lo siguiente: “...resulta inadmisi-
ble el presente recurso de control de la legalidad, por ser éste un
recurso consagrado especialmente para la protección de las insti-
tuciones fundamentales del derecho del trabajo, acotándose que
contra este tipo de fallos recaídos en un procedimiento incidental
de estimación e intimación de honorarios profesionales el medio de
impugnación a proponer es el extraordinario recurso de casación
civil, el cual deberá ser conocido por esta Sala, de manera excep-
cional, por emanar las sentencias de instancia de juzgados con
competencia laboral, dejándose sentado que a partir de la publi-
cación del presente fallo, dicho recurso deberá fundamentarse evi-
dentemente de acuerdo a lo dispuesto en el Código de Procedimiento
Civil y no de conformidad con la novísima Ley Orgánica Procesal
Laboral. Así se decide...”. (Cursiva y Resaltado de la Sala)

En el caso objeto de estudio, se aprecia que el mismo se trata de un


procedimiento de estimación e intimación que surgió como consecuen-
cia de los honorarios profesionales causados con ocasión de la defen-
sa que hiciera el intimante, abogado Jorge Luis Mogollón, en el juicio
de naturaleza laboral que interpuso el ciudadano José Alexander Lo-
zada Pineda en contra de la sociedad mercantil Hotel Bonifran, C.A.
–parte intimada–, situación ésta que conlleva a concluir que la deci-
sión recurrida se pronunció sobre un juicio de estimación e intimación
de honorarios profesionales, que conforme al criterio sostenido por
esta Sala, en la sentencia Nº 818, parcialmente transcrita, no es sus-
ceptible de este medio de impugnación excepcional, por estar consa-
grado el mismo especialmente para la protección de las instituciones
fundamentales del derecho laboral.

En consecuencia, se declara inadmisible el presente recurso de control


de la legalidad. Así se decide.
96 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 97

Capítulo X

Efectos del Proceso

1. COSTAS EN EL RECURSO DE APELACIÓN

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Alfonso Rafael Valbuena Cordero


Partes: José Gregorio Hurtado Cáceres contra Aceros
Laminados, C.A.
Sentencia: N° 1.786 de 09-08-07. Exp. 07-433
Motivo: Cobro de indemnizaciones derivadas de accidente
de trabajo
Reitera: Doctrina establecida por la Sala en sentencia de
03 de noviembre del año 2005, (caso P.J. Figuere-
do contra Estación de Servicios Nirgua 2, C.A.)
Normas citadas: LOPT: artículos 59 y 60;

Alegan los formalizantes en su única delación formulada que el ar-


tículo 59 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo fue aplicado falsa-
mente por el sentenciador superior, por cuanto la parte actora fue la
única que ejerció recurso de apelación contra la sentencia dictada por
el juez a quo, resultando victoriosa, por lo que no debió la recurrida
98 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

condenar en costas del recurso a la accionada, que no lo intentó. Se-


ñala que no se estaba en presencia de los supuestos previstos en la
norma, puesto que no hubo vencimiento total, por cuanto no fue re-
suelto el fondo del recurso ni tampoco el fallo de Alzada fue producto
de un medio de defensa o ataque de la demandada, por lo cual no
debía habérsele condenado en costas.

Ahora bien, el artículo 59 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,


dispone:

A la parte que fuere vencida totalmente en un proceso o en


una incidencia, se le condenará al pago de las costas.

Ciertamente, en la sentencia recurrida no hubo vencimiento total, por


cuanto no fue resuelto el fondo del asunto debatido y tampoco la parte
accionada fue vencida totalmente en una incidencia, por cuanto no in-
tentó ningún medio de ataque o defensa; en consecuencia, no procedía
la condenatoria en costas de ninguna de las partes.

En este sentido, ya se ha pronunciado esta Sala, al analizar los artículos


59 y 60 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, así, entre otras, en
sentencia del 03 de noviembre del año 2005, caso P.J. Figueredo contra
Estación de Servicios Nirgüa 2, C.A., se estableció lo siguiente:

De las normas citadas supra se desprende que, en principio,


cuando los Jueces Superiores conocen del recurso de apela-
ción empleado por alguna de las partes y del mismo resulta
que se confirma la decisión de primera instancia, deben impo-
ner las costas como sanción, aun y cuando el accionante del
recurso haya resultado ser la vencedora en el proceso. No
procede entonces tal condenatoria si el incidente no surge de
un medio de ataque o de defensa del litigante que resultó per-
didoso en la Alzada, como en el caso bajo análisis; por lo tanto,
el juez ad quem actuó ajustado a derecho al abstenerse de
condenar en costas al actor. Así se decide.

Como consecuencia de lo expuesto, debe concluirse que el sentencia-


dor superior infringió el artículo 59 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, por falsa aplicación, por lo que la presente denuncia debe ser
declarada procedente y, en consecuencia, con lugar el recurso de casa-
ción propuesto.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 99

2. OPORTUNIDAD PARA INTIMAR COSTAS Y HONORARIOS


DE INCIDENCIAS

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Alfonso Rafael Valbuena Cordero


Partes: José Rosario Torres Ramos contra Costa Norte
Construcciones, C.A.
Sentencia: N° 1.543 de 17-07-07. Exp. 07-747
Motivo: Cobro de indemnización derivada de enfermedad
profesional y de diferencia de prestaciones so-
ciales
Reitera: Doctrina establecida por la Sala en sentencia de
03 de noviembre del año 2005, (caso P.J. Figuere-
do contra Estación de Servicios Nirgua 2, C.A.)
Normas citadas: CPC: artículo 284

En el caso sub examen, la empresa Costa Norte Construcciones, C.A.,


en la oportunidad de dar contestación a la demanda por indemnización
derivada de enfermedad profesional y cobro de diferencia de prestacio-
nes sociales iniciada en su contra por el ciudadano Ildemaro José To-
rres Ramos, opuso cuestiones previas que fueron declaradas sin lugar
por el Juzgado de Primera Instancia del Tránsito y del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, con sede en la ciudad
de Barcelona, condenándola en costas en el juicio principal.

Ante tal declaratoria, el abogado José Rosario Torres Ramos –apode-


rado judicial del actor–, intima a la referida sociedad mercantil por
los honorarios profesionales derivados de dicha incidencia, demanda que
fue admitida por el mismo Juzgado de Primera Instancia del Tránsito y
del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, con
sede en la ciudad de Barcelona, en fecha 07 de marzo del año 2002 –
folio 3, tercera pieza del expediente–.

En este orden de ideas, la doctrina más calificada ha sostenido que las


incidencias suscitadas entre las partes durante la tramitación de un pro-
cedimiento y que se resuelven mediante decisiones interlocutorias, no
pueden considerarse como juicios independientes por formar parte inte-
gral de la causa, por cuanto todos los actos procesales cumplidos tienen
por finalidad producir una sentencia sobre la existencia o inexistencia
100 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

del derecho reclamado. Ello explica que las costas incidentales, por
mandato expreso del artículo 284 del Código de Procedimiento Civil,
sean exigibles a la parte vencida al quedar firme la sentencia definitiva,
con el objeto de determinar si opera o no la compensación de éstas con
las condenadas a pagar en el asunto principal.

Es por lo indicado en el párrafo anterior que el Juez de Alzada debió


declarar inadmisible la demanda en cuestión, pues los honorarios causa-
dos en una incidencia sólo podrán ser intimados a quien corresponda
pagarlos una vez terminado el juicio principal, es decir, cuando haya
quedado definitivamente sentenciado, condición que no se había mate-
rializado a la fecha en que ésta fue admitida, transgrediendo flagrante-
mente el citado artículo 284 del Código de Procedimiento Civil, al no
aplicarlo al presente caso; por consiguiente, se declara procedente la
denuncia propuesta por la parte recurrente, al haberse constatado el
vicio delatado, resultando inoficioso pronunciarse sobre el recurso de
casación ejercido contra el fallo interlocutorio dictado el 03 de abril del
año 2003. Así se resuelve.

3. CARÁCTER DE COSA JUZGADA DE LA SENTENCIA DE


SEGUNDA INSTANCIA DEFINITIVAMENTE FIRME

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: Benjamín Antonio Cedeño Reyes contra Manufac-
turas Olimpíadas Maracay, C.A. (M.O.N.C.A.)
Sentencia: N° 2.148 de 25-10-07. Exp. 06-2040
Motivo: Cobro de prestaciones sociales
Reitera: Doctrina establecida por la Sala de Casación Social
en sentencia N° 559 de 18 de septiembre de 2003
Normas citadas: CPC: artículos 272 y 249; LOPT: artículos 57,
159 y 177

La parte recurrente señala que el auto impugnado no se ajustó a los


parámetros establecidos por la decisión de última instancia que resolvió
la controversia, la cual adquirió carácter de sentencia definitivamente
firme y con autoridad de cosa juzgada, al ordenar una experticia para
calcular nuevos intereses de mora e indexación sobre una cantidad ya
calculada, en infracción de los artículos 57 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo y 272 del Código de Procedimiento Civil, que prohíbe decidir
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 101

nuevamente una controversia ya resuelta en última instancia, y en viola-


ción de la doctrina de esta Sala establecida en sentencia N° 559 de
fecha 18 de septiembre de 2003, referida, igualmente, a la cosa juzgada.

La Sala observa:

El artículo 57 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo dispone que


ningún juez podrá volver a decidir la controversia ya decidida por una
sentencia, a menos que haya recurso contra ella o que la ley expresa-
mente lo permita.

En el caso concreto, se aprecia que el Juez Superior Primero para el


Régimen Procesal Transitorio del Trabajo de la Circunscripción Judicial
del Estado Aragua, en sentencia publicada el 7 de julio de 2004, declaró
parcialmente con lugar la demanda y ordenó la realización de la exper-
ticia complementaria del fallo, conforme a lo indicado en el artículo 159
de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, decisión que quedó firme al
intentarse contra ella recurso de casación, por ambas partes, los cuales
fueron declarados por esta Sala perecidos.

Recibido el expediente en el Juzgado Tercero de Primera Instancia de


Sustanciación, Mediación y Ejecución para el Régimen Procesal Tran-
sitorio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Aragua, se
nombró experto contable, quien consignó informe pericial, el cual se
impugnó por la parte actora, por lo que la Juez procedió al nombramien-
to de otros dos expertos conforme al artículo 249 del Código de Proce-
dimiento Civil, quienes presentaron informe, el cual ratificó el primer
informe pericial consignado.

(...)

Contra ese auto que ratificó el primer informe pericial, la parte actora
apeló y al respecto expresó que las experticias no se basaron en el
dispositivo del fallo de la sentencia que quedó definitivamente firme,
porque si bien era cierto que la empresa demandada durante el juicio
pagó al trabajador la cantidad de dieciocho millones de bolívares (Bs.
18.000.000,00), no obstante, a esa cantidad, en aquella oportunidad, no
le fueron calculados los intereses moratorios ni indexación.

Conforme a la citada decisión, la Sala aprecia que la sentencia recurrida,


al ordenar el cálculo de nuevos intereses de mora e indexación sobre una
cantidad ya pagada, lo cual no fue ordenado por el Tribunal Superior,
102 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

infringe el contenido del artículo 57 de la Ley Orgánica Procesal del Tra-


bajo, así como la doctrina de este Máximo Tribunal contenida en múltiples
sentencias de esta Sala, tales como la N° 559 de 18 de septiembre de
2003, que hoy se reitera, referida a la cosa juzgada como una institución
jurídica que tiene por objeto fundamental garantizar el Estado de Dere-
cho, la paz social, y su autoridad es una manifestación evidente del poder
del Estado, cuando se concreta en ella la jurisdicción.

Por tanto, la Sala concluye que el Tribunal ad quem incurrió en la in-


fracción del artículo 57 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, así
como de la citada doctrina de la Sala, en violación, igualmente, del ar-
tículo 177 eiusdem, por lo que, en consecuencia, se anula la decisión
recurrida y se ordena remitir el expediente al Juzgado Tercero de Pri-
mera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución para el Régi-
men Procesal Transitorio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del
Estado Aragua, para que continúe la ejecución de la causa en el estado
en que se encuentre. Así se establece.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 103

Capítulo XI

Estabilidad

1. PARTICIPACIÓN DE DESPIDO. REQUISITOS Y EFECTOS

RECURSO DE CONTROL DE LA LEGALIDAD

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: Carlos César Prieto Izarra contra Pepsi Cola Ve-
nezuela, C.A.
Sentencia: N° 1.806 de 09-08-07. Exp. 06-2209
Motivo: Calificación de Despido
Normas citadas: LOT: artículos 102 y 116; RLOT (2002): artículo 47
Referencia
Jurisprudencial: Ver al final, sentencia de la Sala Constitucional
N° 370, caso: Mazzios Pizzas Restaurant, del 27
de marzo de 2001, no citada en el texto

En relación con la causa del despido, se desprende del análisis de la


participación hecha por la demandada al Tribunal Laboral que la misma
no cumple con los requisitos exigidos por el artículo 47 del Reglamento
de la Ley Orgánica del Trabajo, por lo que de conformidad con el mismo
artículo debe considerarse como no presentada, lo que significa que
104 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

debe tenerse a la demandada por confesa en el reconocimiento de que


el despido fue injustificado, por aplicación de lo dispuesto en el artículo
116 de la Ley Orgánica del Trabajo.

En reiteradas sentencias (entre otras Mazzios Pizzas Restaurant, del 27


de marzo de 2001) la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal ha
señalado que la presunción creada por el artículo 116 de la Ley Orgáni-
ca del Trabajo no es una presunción iuris et de iure sino iuris tantum
que puede ser desvirtuada por prueba en contrario.

En este sentido, se observa que la demandada alega la falta de probidad


o conducta inmoral en el trabajo como causa del despido, lo cual se
manifiesta, según su decir, en la conducta del actor al sustituir el dinero
en efectivo recibido como pago de ventas a crédito, por cheques libra-
dos por terceras personas que luego resultaron inconformes por falta de
provisión de fondos. Con la finalidad de demostrar su afirmación, pro-
mueve experticia de cuyo informe se desprende que los cheques rela-
cionados en el escrito de promoción de pruebas, efectivamente fueron
depositados en las diferentes cuentas bancarias que posee la demanda-
da y posteriormente devueltos por los bancos; que el titular de la cuenta
sobre la cual ha sido girado cada uno de esos cheques no se correspon-
de con el titular de la factura cuyo pago se pretende hacer; y que algu-
nos de esos cheques fueron emitidos para pagar parte de la factura a la
cual se le aplica.

Asimismo, concluye el informe señalando: “con fundamento en las ope-


raciones y documentación revisadas y en nuestro criterio, se presume
que sí hubo sustitución de efectivo por cheques que luego resultaron ser
inconformes”.

Empero, también señala el informe:

Responsabilizar a algún individuo o señalar si se cumplieron o


no deberes o atribuciones imputables a alguien en particular,
no está a nuestro alcance y tampoco es nuestra competencia,
por cuanto desconocemos en su totalidad las normas, métodos
y procedimientos internos de la institución; por tanto, no emiti-
mos opinión al respecto.

No obstante, se observa que el actor, en su escrito de demanda, recono-


ce haber incurrido en dicha práctica de consignar cheques librados con-
tra cuentas de terceros para el pago de facturas de ventas a crédito,
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 105

cheques que, desde luego, resultaron después inconformes; pero afirma


que esto lo hizo por instrucciones y con la anuencia del Gerente de la
Agencia Mérida, y que, además, tal práctica constituye un uso y cos-
tumbre dentro de la empresa. Sin embargo, no se desprende de autos
prueba alguna de las instrucciones recibidas ni de que se trate de una
costumbre dentro de la empresa.

Así las cosas, las conclusiones del informe de la experticia promovida


por la demandada adminiculadas con el reconocimiento hecho por el
actor en el libelo, crean en la Sala la convicción de que el actor incurrió
en la práctica de sustitución de dinero en efectivo por cheques, que le
imputa la demandada.

Ahora bien, la falta de probidad alude a la falta de honradez, de recti-


tud y honestidad, y la conducta inmoral en el trabajo es todo compor-
tamiento contrario a los principios éticos que permiten el desarrollo
armónico de la actividad productiva; de este modo, esta Sala de Casa-
ción Social considera que la conducta imputada al actor por la deman-
dada, configura la causal de despido prevista en el literal a) del artículo
102 de la Ley Orgánica del Trabajo; por tanto, al quedar desvirtuada
la presunción, forzoso es concluir que el despido se hizo con causa
justificada. Así se decide.

Referencia Jurisprudencial: sentencia de la Sala Constitucional N° 370,


caso: Mazzios Pizzas Restaurant, del 27 de marzo de 2001.

El artículo 116 de la Ley Orgánica del Trabajo, fuera del proceso, crea
una “pena” al patrono que incumpla un deber de participar al juez de
estabilidad laboral de su jurisdicción, el despido de uno o más trabajado-
res, en el lapso allí indicado, y de no hacerlo se le tendrá por confeso en
el reconocimiento de que el despido lo hizo sin justa causa.

Se trata de una norma proyectable hacia el proceso de estabilidad, la


cual, por incumplimiento de una formalidad, hace que para el caso de
un juicio se tenga por confeso al patrono de que despidió sin justa
causa al trabajador.

A diferencia de los artículos 362 y 412 del Código de Procedimiento


Civil, que requieren que sea en la sentencia definitiva donde se fijen los
hechos alegados por una parte (actora o formulante de las posiciones
juradas) por las confesiones, la Ley Orgánica del Trabajo, de una vez
atribuye una presunción de confesión al incumplimiento de una formali-
106 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

dad extrajuicio, lo que conlleva a que sea el patrono quien tenga que
desvirtuar la presunción nacida de inmediato por mandato legal, rele-
vando de prueba al trabajador.

Ahora bien, esta presunción no es iuris et de iure, no sólo porque el


artículo 116 de la Ley Orgánica del Trabajo no le da ese trato, sino
porque si la confesión expresa puede ser revocada, con mucha mayor
razón lo podrá ser la proveniente de ficciones de la ley, ya que de no
ser así, no sólo se violaría la estructura de la prueba de confesión, sino
se transgredería el derecho de defensa del patrono, o de cualquiera
que se vea afectado por el incumplimiento de formalidades, que impe-
dirían la búsqueda de la verdad. De aceptarse esto, no se estaría ante
un Estado de Derecho y de Justicia como el que preconiza el artículo
2 de la vigente Constitución, sino ante un Estado de ficciones legales,
que devendría en la negación de la Justicia, ya que la ficción obraría
contra la realidad.

Por estas razones, no puede ser iuris et de iure la presunción que hace
el artículo 116 comentado, y ella debe admitir prueba plena en contrario,
que desvirtúe la presunción que nace del incumplimiento de la participa-
ción. La carga de la prueba corresponderá al patrono. Además, la pre-
sunción iuris tantum que nace del artículo 116 de la Ley Orgánica del
Trabajo, se refiere al despido sin justa causa, pero no a ningún otro
elemento de la relación laboral, el cual debe dilucidarse judicialmente si
es controvertido.

El salario, por ejemplo, puede ser objeto de litigio y los hechos contro-
vertidos de tal elemento necesitarán de prueba, sin que ninguna presun-
ción obre a favor del trabajador en ese sentido.

En el caso de autos, erró el Juez Superior al considerar no sólo que el


artículo 116 de la Ley Orgánica del Trabajo establecía una presunción
iuris et de iure sobre la injusta causa del despido, sino el ir más allá y
considerar que la presunción abarcaba el salario que hubiese señalado
el trabajador, vulnerándose así los derechos constitucionales de defensa
y de debido proceso del accionante, y así se declara.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 107

2. LAPSO PARA EL CÓMPUTO DE LOS SALARIOS CAÍDOS

RECURSO DE CONTROL DE LA LEGALIDAD

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: Reinaldo José González Quintero contra PDVSA
Petróleo, S.A.
Sentencia: N° 2.208 de 01-11-07. Exp. 07-591
Motivo: Calificación de Despido
Confirma: Criterio establecido en las sentencias N° 742 de
2003 (caso: José Ángel Barrientos contra Cebra,
S.A.); y, N° 1.026 de 2004 (caso: Efraín Páez
Gutiérrez contra Koll, Gomas Industriales, C.A.)
Normas citadas: LOT: artículo 126; LOPT: artículos 179 y 190

Señala el recurrente que la sentencia recurrida violó normas de orden


público contraviniendo lo establecido en el artículo 126 de la Ley Orgá-
nica del Trabajo y en el artículo 190 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, al considerar inexistente la consignación y no dar por termina-
do el procedimiento de calificación de despido, ordenando el pago de los
salarios caídos desde la notificación de la demanda hasta el pago efec-
tivo de los mismos.

Asimismo señala el recurrente la violación de la jurisprudencia reitera-


da de la Sala de Casación Social contenida en las sentencias N° 675 y
N° 1026 de 2004 referidas al lapso que debe tomarse en cuenta para el
pago de los salarios caídos.

La Sala observa:

En el caso concreto, la demandada el 6 de marzo de 2006 consignó el


monto correspondiente a la prestación de antigüedad y la indemnización
por despido injustificado, explicando expresamente que como la juris-
prudencia de la Sala ha establecido que los salarios caídos se pagan a
partir de la contestación de la demanda, no consignaba los salarios caí-
dos pues al haber realizado la consignación antes de la contestación de
la demanda, los mismos no proceden.

El actor impugnó la consignación y el Juez de Sustanciación, Mediación


y Ejecución del Trabajo de conformidad con el artículo 190 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, llamó a las partes para mediar la solu-
108 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

ción del conflicto en la cual el actor aceptó el monto consignado por


prestaciones sociales e indemnización por despido injustificado e insis-
tió en su inconformidad por la falta de pago de los salarios caídos.

Se remitió el expediente al Juzgado de Juicio para que decidiera la im-


pugnación, el cual declaró sin lugar la impugnación en sentencia publi-
cada el 22 de junio de 2006. Apeló el actor y el Juzgado Segundo Superior
del Trabajo declaró con lugar la apelación, con lugar la impugnación y
ordenó el pago de los salarios caídos desde la notificación de la deman-
da hasta el pago efectivo de los mismos.

Es así que de conformidad con lo hasta aquí expuesto, la Alzada declaró


con lugar la impugnación del actor y ordenó el pago de los salarios caí-
dos desde la notificación de la demandada hasta el cumplimiento volun-
tario o ejecución definitiva de la decisión, evidenciándose la violación
de la jurisprudencia contenida en la sentencia N° 1.026 de 2004 que
estableció que los salarios caídos se pagan hasta la fecha de la consig-
nación y no proceden durante el lapso en el que transcurra la impugna-
ción, razón por la cual se declara con lugar el recurso de control de la
legalidad interpuesto y, en consecuencia, se anula la decisión recurrida.
Así se decide.

Ahora bien, como consecuencia de lo antes establecido y a tenor de lo


dispuesto en el mismo artículo 179 de la Ley Adjetiva Laboral, esta Sala
desciende a las actas del expediente, y pasa a decidir la controversia
bajo las siguientes consideraciones:

Tal y como se señaló anteriormente, la demandada el 6 de marzo de


2006 consignó el monto correspondiente a la prestación de antigüedad y
la indemnización por despido injustificado, explicando expresamente que
como la jurisprudencia de la Sala ha establecido que los salarios caídos
se pagan a partir de la contestación de la demanda, no consignaba los
salarios caídos, pues los mismos no proceden al haber realizado la con-
signación antes de la contestación de la demanda.

De conformidad con la doctrina reiterada de esta Sala de Casación So-


cial respecto al lapso para el pago de los salarios caídos (sentencia N°
742 de 2003 (caso: José Ángel Barrientos contra Cebra, S.A.), el lapso
computable para el pago de los salarios caídos es a partir de la citación,
hoy notificación, hasta la fecha de insistencia en el despido o, en su
defecto, hasta la fecha del reenganche del trabajador.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 109

Adicionalmente la sentencia N° 1.026 de 2004 (caso: Efraín Páez Gutié-


rrez contra Koll, Gomas Industriales, C.A.) antes transcrita estableció
que en caso de impugnación del monto consignado por el patrono al
persistir en el despido durante el juicio de estabilidad laboral, no es
computable al pago de los salarios caídos, el lapso en el que transcu-
rra la impugnación.

En el caso concreto, de conformidad con el actual criterio sobre el lapso


para el pago de los salarios caídos, antes explicado, considera la Sala
que sí procede el pago de los salarios caídos, pues éstos se generan a
partir de la notificación de la demanda y no a partir de la contestación,
como fue alegado por la demandada, razón por la cual se declara con
lugar la impugnación y se ordena el pago de los salarios caídos desde la
notificación de la demanda hasta el 6 de marzo de 2006, fecha de la
persistencia en el despido y consignación de las prestaciones sociales e
indemnización por despido injustificado.
110 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 111

Capítulo XII

Normas Fundamentales

1. PRINCIPIOS Y DERECHOS CONSTITUCIONALES Y


LEGALES

1.1 DERECHO A LA DEFENSA, AL DEBIDO PROCESO Y LA TUTELA


JUDICIAL EFECTIVA

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Luis Eduardo Franceschi


Partes: José Ramón Perdomo contra Gobernación del Dis-
trito Federal
Sentencia: N° 1.887 de 21-09-07. Exp. 07-495
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Normas citadas: CRBV: artículo 257
Referencia
jurisprudencial: Véase doctrina establecida por la Sala Constitu-
cional en sentencia del 15 de marzo de 2000 (caso:
“Petra Laura Lorenzo”), citada en el texto, res-
pecto a la falta de notificación del abocamiento
del Juez a la causa. Igualmente las sentencias de
112 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

la Sala Constitucional Nº 569 de fecha 20 de mar-


zo de 2006, y Nº 2333 de fecha 14 de diciembre
de 2006, respecto a la paralización de las causas
y la reanudación de las causas que se encuen-
tran paralizadas, respectivamente, también cita-
das en el texto.

En términos generales la presente delación está enmarcada en la falta de


notificación del abocamiento del juez, así como de la fijación de la audien-
cia de apelación en la presente causa, lo cual trajo como consecuencia a
entender de los recurrentes, la violación del derecho a la defensa.

En este orden de ideas, es menester destacar el criterio sostenido por la


Sala Constitucional de este Máximo Tribunal, en sentencia del 15 de
marzo de 2000 (caso: “Petra Laura Lorenzo”), en la cual se sostiene
que para que la falta de notificación del abocamiento del Juez a la causa
constituya una flagrante violación al derecho a la defensa, es necesario
que el juez abocado esté incurso en una causal de recusación de las
señaladas en la norma adjetiva procesal; a tenor de lo siguiente:

(...) el avocamiento de un nuevo juez sea ordinario, acciden-


tal o especial, al conocimiento de una causa ya iniciada, debe
ser notificado a las partes, aunque no lo diga la ley expresa-
mente, para permitirle a éstas, en presencia de alguna de las
causales taxativamente establecidas, ejercer la recusación
oportuna, y de proceder ésta, con la designación del nuevo
juzgador, garantizar a las partes su derecho a ser oídas por
un tribunal competente, independiente e imparcial estableci-
do de acuerdo a la ley, derecho éste comprendido en el con-
cepto más amplio de derecho de defensa, a la tutela judicial
efectiva y al debido proceso.

Siendo ello así, la falta de notificación a las partes del avoca-


miento de un nuevo juez al conocimiento de una causa en
curso, podría constituir una violación de la garantía constitu-
cional del derecho de defensa; no obstante, considera esta
Sala que, para configurarse tal violación, es necesario que,
efectivamente, el nuevo Juez se encuentre incurso en alguno
de los supuestos contenidos en alguna de las causales de re-
cusación taxativamente establecidas, porque, de no ser así,
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 113

el recurso ejercido resultaría inútil y la situación procesal


permanecería siendo la misma (...).

Ahora bien, en el caso sub examine, se observa que desde el 17 de


marzo de 2005, fecha en la cual la Coordinación Judicial para el Régi-
men Procesal Transitorio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas, efectuado el sorteo de la causa co-
rrespondiente, remite el expediente al Juzgado Tercero Superior para el
Régimen Procesal Transitorio del Trabajo de la referida Circunscrip-
ción Judicial (f. 116), hasta el 18 de diciembre de 2006, fecha en la cual
se da cuenta al Juzgado Superior de la presente causa, no hubo actos
procesales del juez a quien correspondió el conocimiento de la misma, y
es en fecha 10 de enero de 2007, cuando dicho juzgado se aboca. Tal
situación planteada, aun cuando existan actuaciones por parte de la par-
te apelante, podría conducir a señalar que la causa durante ese lapso se
encontraba paralizada, conteste con lo que al respecto ha sostenido la
Sala Constitucional de este Máximo Tribunal, en sentencia Nº 569 de
fecha 20 de marzo de 2006, la cual es del siguiente tenor:

En sentido general, quiere la Sala puntualizar lo siguiente: La


estadía a derecho de las partes no es infinita, ni por tiempo
determinado.

La falta de actividad de los sujetos procesales durante un pro-


longado período de tiempo paraliza la causa y rompe la estadía
a derecho de las partes, ya que incluso resulta violatorio de
derechos y garantías constitucionales, mantener indefinidamente
arraigadas las partes al proceso, sujetas a que éste continúe
sin previo aviso, cuando no se encuentran en el país o en la
sede del Tribunal de la causa, lo que viene a constituir una
infracción al derecho de defensa, e indirectamente puede con-
vertirse en una infracción al derecho al libre tránsito debido al
arraigo inseguro de las partes en el lugar del juicio.

Esta característica de la paralización la distinguen de la figura


de la suspensión, donde cesa la actividad procesal hasta una
fecha predeterminada, por lo que las partes conocen cuándo
continúa el proceso y por ello no pierden la estadía a derecho.

Visto lo anterior, la Sala estima que en el presente caso se


violó los derechos al debido proceso y a la seguridad jurídica
del actor, toda vez que el mismo debió ser notificado del abo-
114 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

camiento de la causa por parte del Juez que conoció la apela-


ción por él ejercida, ello para poder enterarse de la oportuni-
dad de la audiencia y presentarse a la misma, puesto que como
se desprende de autos al no ser notificado se le causó el per-
juicio de declararle desistida la apelación por él ejercida y fir-
me el auto impugnado.

Asimismo, la referida Sala en sentencia Nº 2333 de fecha 14 de diciem-


bre de 2006, se pronunció sobre la reanudación de las causas que se
encuentran paralizadas, y resaltó que cuando la misma se encuentre en
dicho estado, la reanudación debe ser notificada. En tal sentido, señaló:

Sin embargo, observa esta Sala que el caso sub examine la


causa primigenia se encontraba desde hacía más de cinco me-
ses paralizada, ya que la antigua jueza del tribunal de la causa
había ordenado librar el cartel de notificación de la audiencia
preliminar dirigido al demandante y no fue sino hasta el 8 de
marzo de 2004 cuando el representante judicial del demandante
compareció a los fines de darse por notificado, por lo cual se
evidencia que la nueva juzgadora debió ordenar otra notifica-
ción a las partes, a los fines de informarles sobre la reanudación
del juicio en cuestión; en tal sentido, aun cuando en materia la-
boral existe el principio de la notificación única, en el caso con-
creto, resultaba imperioso notificar a las partes respecto a la
reanudación del proceso debido al cambio de juez, a los fines de
establecer una certeza sobre el estado y grado de la causa vista
la paralización del juicio, y así se decide.

Todo lo cual conduce a concluir a esta Sala que, si ciertamente la falta


de notificación del abocamiento del juez no llega a constituir per se una
violación al derecho a la defensa, sino sólo tal, como reiteradamente lo
ha sostenido la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal, en el caso
de marras, al haber transcurrido desde el sorteo de la causa (17 de
marzo de 2005) hasta que se dio cuenta de la misma en el juzgado supe-
rior a quien le correspondió conocerla (18 de diciembre de 2006-f.147),
un año, nueve meses y un día, resultaba imperioso conteste con los prin-
cipios de seguridad jurídica y el debido proceso, constitucionalmente
consagrados, y que constituyen la expresión del Estado de Derecho, así
como los criterios antes citados, en virtud de que la causa se encontra-
ba paralizada, notificar a las partes respecto a la reanudación de la mis-
ma, para la consecuencial celebración de la audiencia de parte.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 115

Por tanto, sobre la base de los presupuestos fácticos y de derecho seña-


lados, corresponde a esta Sala como garante del debido proceso y la
tutela judicial efectiva, y en su carácter de contralor de la legalidad de
las actuaciones procesales de los Tribunales de Instancia, restablecer el
equilibrio procesal; en consecuencia, se anula la sentencia proferida por
el Juzgado Tercero Superior para el Régimen Procesal Transitorio del
Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Cara-
cas, de fecha 30 de enero de 2007, y se repone la causa al estado en
que se notifique a la parte demandada, visto que la parte actora se en-
cuentra a derecho, y se fije la oportunidad procesal para la celebración
de la audiencia de apelación, todo en pro del derecho de la defensa,
siendo que la reposición en el caso de autos cumple con el requisito de
la utilidad y necesidad prevista en el artículo 257 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, al no haberse logrado una justa
resolución con suficiente garantía para las partes. Así se decide.

1.1.1 Desorden Procesal

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Omar Mora Díaz


Partes: Rosángela Pino y otra contra Supercable, ALK
Internacional, S.A. y otra
Sentencia: N° 1.646 de 26-07-07. Exp. 07-190
Motivo: Cobro de prestaciones sociales
Normas citadas: CRBV: artículos 26 y 49; LOPT: artículo 11; CPC:
artículos 51 y 52

Falta de aplicación del artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del Tra-


bajo y de los artículos 51 y 52 del Código de Procedimiento Civil.

Las normas denunciadas como infringidas por falta de aplicación se


refieren a la obligación del sentenciador de acumular los tres expedien-
tes que se abrieron como consecuencia de las apelaciones hechas en
contra de la sentencia del Superior.

En efecto, la Juzgadora de Alzada, a pesar de que se le solicitó formal-


mente la acumulación de los expedientes, ésta se abstuvo y omitió pro-
nunciamiento al respecto, causando de esta manera la confusión que
perjudicó a la parte demandante, quienes no se enteraron de la fijación
de la audiencia oral celebrada en un expediente distinto al de la causa.
116 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Para decidir, la Sala observa:

La Ley Orgánica Procesal del Trabajo está orientada por los principios
de uniformidad, brevedad, oralidad, publicidad, gratuidad, celeridad, in-
mediatez, concentración, prioridad de la realidad de los hechos y la equi-
dad, principios éstos que hacen efectivo los derechos constitucionales
de acceso a la justicia, debido proceso y el derecho a la defensa.

En este mismo sentido, la Ley Procesal del Trabajo consagra al Juez


como el rector del proceso, quien deberá impulsarlo y llevarlo a cabo,
cumpliendo con los principios que lo rigen, dándole vida a la letra
constitucional.

De esta forma, el justiciable, sentirá que sus derechos serán discutidos


en un proceso transparente, claro y sin complicaciones formales que
puedan afectar su seguridad jurídica, situación que se presenta cuando
existe un desorden procesal.

Ahora bien, ha dicho la Sala Constitucional, criterio que ha sido repro-


ducido por esta Sala, que “...el desorden procesal consiste en la sub-
versión de los actos procesales, lo que produce la nulidad de las
actuaciones, al desestabilizar el proceso, y que en sentido amplio
es un tipo de anarquía procesal, que se subsume en la teoría de las
nulidades procesales.

Stricto sensu, uno de los tipos de desorden procesal no se refiere a una


subversión de actos procesales, sino a la forma como ellos se documen-
ten. Los actos no son nulos, cumplen todas las exigencias de ley, pero
su documentación en el expediente o su interconexión con la infraes-
tructura del proceso, es contradictoria, ambigua, inexacta cronológica-
mente, lo que atenta contra la transparencia que debe regir la
administración de justicia, y perjudica el derecho de defensa de las par-
tes, al permitir que al menos a uno de ellos se le sorprenda (artículos 26
y 49 constitucionales).

En otras palabras, la confianza legítima que genere la documentación del


proceso y la publicidad que ofrece la organización tribunalicia, queda
menoscabada en detrimento del Estado social de derecho y de justicia”.

Desde esta orientación, observa la Sala en el caso objeto de estudio,


que efectivamente el Juez Superior, como rector del proceso y en apego
a los principios constitucionales, ante la existencia del evidente desor-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 117

den procesal, en virtud de tres apelaciones ejercidas por una misma


parte, en contra de una misma sentencia (Primera Instancia), las cuales
dieron origen a la errada creación de tres expedientes como si se trata-
ran de tres recursos distintos, debió ordenar la creación de un único
expediente, y así evitar la subversión del proceso, la cual atenta contra
la seguridad jurídica de las partes, velando de esta manera por el dere-
cho a la defensa y el acceso a la justicia.

En virtud de todo lo anteriormente expuesto, esta Sala declara con lugar


la denuncia expuesta, y observando que resulta inútil el desarrollo de las
denuncias restantes, declara con lugar el recurso de casación interpuesto
por la parte demandante, y ordena la reposición de la causa al estado en
el que el Juez Superior que resulte competente, acumule los expedien-
tes suscitados en virtud de la apelación ejercida por el demandante, y
ordene, en consecuencia, la fijación de una nueva audiencia de apela-
ción. Así se decide.

1.1.2 Reposición Inútil

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: William Enrique Vera contra Servicios Eléctricos
J.G., C.A. y otra
Sentencia: N° 1.746 de 07-08-07. Exp. 07-413
Motivo: Cobro de prestaciones sociales
Normas citadas: CRBV: artículo 26; LOPT: artículos 129 y 168
numeral 1°; LOPGR: artículo 38

Con fundamento en lo dispuesto en el artículo 168 ordinal 1º de la Ley


Orgánica Procesal del Trabajo, el recurrente denuncia la omisión de
formas sustanciales de los actos que menoscaban el derecho a la de-
fensa y la violación del orden público.

Expone el recurrente que se quebrantó una forma sustancial del proce-


so cuando no se tomó en cuenta el pedimento del Procurador General
de la República, violando el artículo 38 de la Ley Orgánica de la Procu-
raduría General de la República, vigente para el momento de interposi-
ción de la demanda.
118 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Señala que sólo se ordenó la notificación de la sentencia definitiva, omi-


tiendo la comunicación de la Procuraduría General de la República que
cursa en los folios 25 al 28 del expediente, donde solicitó la reposición
de la causa al estado de admitir nuevamente la demanda, violando de
esta forma la tutela judicial efectiva consagrada en el artículo 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

La Sala observa:

La decisión recurrida está basada en una razón jurídica que relevó al juez
de decidir el mérito del asunto, por lo cual el recurrente debía en su de-
nuncia, combatir esa decisión, lo cual no hizo y es suficiente para des-
echarla. No obstante esto, la Sala examinará la denuncia a continuación:

El artículo 38 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la Re-


pública establece que:

Los funcionarios judiciales están obligados a notificar al Procurador


General de la República de toda demanda, oposición, excepción, provi-
dencia, sentencia o solicitud de cualquier naturaleza que directa o indi-
rectamente obre contra los intereses patrimoniales de la República.
Dichas notificaciones se harán por oficio y deberán ser acompañadas
de copia certificada de todo lo que sea conducente para formar criterio
del asunto. El Procurador General de la República deberá contestarlas
en un término de noventa (90) días, vencido el cual se tendrá por notifi-
cado ... La falta de notificación será causal de reposición a instancia
del Procurador General de la República.

El artículo 129 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo establece la


obligatoriedad de la presencia de las partes en la audiencia preliminar y
que ésta será privada y en presencia del juez.

En el caso concreto, el auto de admisión de la demanda ordena la noti-


ficación al Procurador General de la República con remisión de copia
certificada de la demanda y del auto de admisión; consta en autos la
notificación realizada; el 18 de octubre de 2000 se recibió escrito de la
Procuraduría General de la República solicitando se reponga la causa al
estado de admisión porque el auto de admisión no menciona la suspen-
sión del proceso por noventa (90) días.

Las demandadas se dieron por citadas el 27 de marzo y el 28 de mayo


de 2001, contestaron la demanda y promovieron pruebas; y, el Juzgado
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 119

de Primera Instancia negó la solicitud de la Procuraduría General de la


República por considerar inoficiosa la reposición.

Considera la Sala que se cumplieron las formalidades de notificación y


remisión de copia certificada de la demanda a la Procuraduría General
de la República; y, aun cuando el auto de admisión no menciona la sus-
pensión del proceso por noventa (90) días es acertado el pronuncia-
miento del Tribunal de Primera Instancia, pues la reposición sería inútil
tomando en cuenta que las partes no tuvieron incertidumbre respecto a
los lapsos procesales y ejercieron oportunamente sus defensas, razón
por lo cual no quebrantó el orden público ni violó formas procesales en
menoscabo del derecho a la defensa.

Por los motivos precedentes, considera esta Sala que la recurrida no


incurrió en quebrantamiento de formas procesales que violenten el de-
recho a la defensa y en consecuencia se declara improcedente esta
denuncia.

1.2 PRINCIPIOS DE DERECHO A LA DEFENSA Y AL DEBIDO


PROCESO

1.2.1 Falta de representación de la parte apelante

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Omar Mora Díaz


Partes: Wilfredo Rafael Theis Lara contra Citrade, C.A.
Sentencia: N° 1.773 de 09-08-07. Exp. 06-2264
Motivo: Cobro de prestaciones sociales y otros conceptos
laborales
Normas citadas: LOPT: artículos 62, 164 y 168; CPC: artículos 15,
150, 152, 154 y 173

1.- El juez ad quem se extralimitó en sus funciones, vulnerando el dere-


cho a la defensa de la parte demandada y el principio dispositivo, por
omitir pronunciamiento sobre el objeto de la apelación, al declarar de
oficio la falta de representación de la parte demandada.

2.- Para el momento de comparecer a la audiencia de apelación, no


portaba consigo sus documentos de identificación
120 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

De conformidad con el ordinal 1° del artículo 168 de la Ley Orgánica


Procesal del Trabajo, delata el recurrente la violación de los artículos
15, 150, 152, 154 y 173 del Código de Procedimiento Civil, por cuanto la
recurrida quebrantó una forma sustancial en el proceso que vulnera el
derecho a la defensa.

En este sentido, señala el formalizante que ciertamente consta en la


sentencia recurrida que la apoderada del actor estuvo presente en la
audiencia de apelación, demostrando su obligación a seguir en todas las
instancias y actos del proceso, tal y como lo establecen los artículos 154
y 173 del Código de Procedimiento Civil. De esta forma, consta en au-
tos que actuó como apoderada del actor, según poder apud acta de
fecha 25 de febrero de 1999, folio 52 de la primera Pieza de este expe-
diente, información que también consta en la sentencia de fecha 31 de
marzo de 2005, dictada por el Juzgado de Primera Instancia y en la
sentencia recurrida, lo cual evidencia la violación al debido proceso, al
declarar desistida la apelación interpuesta, no presentándose el supues-
to del artículo 164 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

Explica el recurrente que en la audiencia de apelación no portaba las


credenciales que acreditaban su identificación, por cuanto se le extra-
viaron momentáneamente, y por la importancia del caso de forma inme-
diata tuvo la necesidad de tener que probar por cualquier medio su
identidad, por lo que solicitó insistentemente al ciudadano Juez de Alza-
da, subsanar la omisión, con un diferimiento de la audiencia de apela-
ción en resguardo del derecho de la defensa del apelante.

Así pues, que declarar el desistimiento de la acción en el presente


caso, además de constituir un exceso de formalismos, violenta la ga-
rantía de la tutela judicial efectiva, causando un gravamen irreparable
al actor apelante.

Para decidir, la Sala observa:

Corresponde a las partes, como obligación y carga, el identificarse en


cualquier acto del proceso.

En el proceso laboral, caracterizado por las audiencias, las partes debe-


rán identificarse para confirmar su asistencia, tanto en la audiencia pre-
liminar como en la audiencia de juicio y de apelación, asistencia que
impedirá aplicar las consecuencias jurídicas derivadas de la incompare-
cencia de las partes al juicio.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 121

En este sentido, el artículo 164 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo


establece que se declarará desistido el recurso de apelación, cuando la
parte apelante no compareciera a la audiencia de apelación.

Ahora bien, en el caso objeto de estudio se constata de las actas que


conforman el presente expediente que la abogada Raiza Vallera León,
representación judicial de la parte actora, comienza actuar en la reforma
del libelo de demanda intentada por el actor, una vez que mediante dili-
gencia de fecha 25 de febrero de 1999, la abogada Theis Lugo, sustituye
en la abogada mencionada, el poder a ella otorgado y, de esta forma, ha
sido quien ha sostenido el juicio hasta la audiencia de apelación.

Sin embargo, tal y como lo expresa la representación de la parte de-


mandante, tanto en su formalización como en la audiencia oral de casa-
ción, para el momento en el que se encontraba presente, es decir,
compareciente a la audiencia de apelación, no portaba consigo sus do-
cumentos de identificación.

Ante esta situación, el Juez de Alzada, erradamente declaró desistida la


apelación, debiendo éste como rector del proceso y en resguardo al
derecho a la defensa del trabajador, agotar todoas las vías necesarias y
existentes para corroborar la identificación de la parte o bien ofrecerle
la oportunidad de identificarse debidamente, actuación que hubiese es-
tado apegada a los principios rectores del nuevo proceso laboral, los
cuales buscan no sacrificar la justicia por formalismos excesivos, que
lejos de ajustarse a derecho, quebrantan el debido proceso y el derecho
a la defensa de las partes.

De tal manera, encuentra la Sala que la decisión objeto del recurso de


casación incurre en los vicios que le imputa la presente denuncia, por lo
que se declara procedente. Así se decide.
122 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

1.2.2 Lapso para recurrir

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Omar Mora Díaz


Partes: José Felipe Guevara Reyes contra Servicios de
Vigilancia Nacional, C.A. (SERVINACA)
Sentencia: N° 1.891 de 25-09-07. Exp. 07-706
Motivo: Cobro de indemnizaciones derivadas de accidente
de trabajo
Normas citadas: LOPT: artículos 6°, 11, 168 y 197; CPC: artículos
15, 208 y 212; CRBV: artículo 49

Al amparo del ordinal 1° del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal


del Trabajo, se delata la infracción de los artículos 49 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela; 6, 11 y 197, numeral 4 de la
Ley adjetiva laboral; 15, 208 y 212 del Código de Procedimiento Civil,
por el vicio de reposición no decretada en flagrante la violación del de-
recho a la defensa y del debido proceso.

Para decidir, la Sala observa:

Previo a la resolución de la única denuncia del presente recurso de


casación, considera la Sala oportuno efectuar una síntesis de las actua-
ciones realizadas en el proceso a partir del auto de fecha 30 de noviem-
bre de 2006, dictado por el juzgado de Primera Instancia de Juicio que
fijó el lapso de treinta días para proferir su fallo definitivo.

Así tenemos que:

El Juzgado Cuarto de Primera Instancia de Juicio del Trabajo del Cir-


cuito Judicial Laboral de la Circunscripción Judicial del Estado Carabo-
bo, extensión Puerto Cabello, estando la causa en régimen de transición,
por auto de fecha 30 de noviembre de 2006, fijó un lapso de treinta (30)
días continuos para dictar el fallo definitivo, conteste con lo previsto en
el artículo 197 numeral 4 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

En fecha 19 de diciembre de 2006, se dicta y publica la sentencia de


mérito, declarándose parcialmente con lugar la demanda y se condena a
la empresa accionada a cancelar la cantidad de 108 millones de bolíva-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 123

res por concepto de daños materiales y morales, en virtud del accidente


de trabajo padecido por el actor el 20 de agosto de 2000.

El 16 de enero de 2007, el Tribunal de la causa dicta un auto mediante el


cual declara firme la sentencia definitiva antes referida, toda vez que,
habiendo transcurrido el lapso legal, no se ejerció recurso alguno contra
dicho fallo y, en consecuencia, se ordena la remisión del expediente a la
U.R.D.D. a los fines de su distribución entre los juzgados de Ejecución.

El 18 de enero de 2007, el Juzgado Décimo de Primera Instancia de


Sustanciación, Mediación y Ejecución de la Circunscripción Judicial del
Estado Carabobo, recibe y le da entrada al expediente.

Por diligencia de fecha 24 de enero de 2007, la parte demandada ejerce


ante el Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución el recurso de
apelación en contra del auto de fecha 16 de enero de 2007, dictado por
el Juzgado de Juicio declarando firme la sentencia definitiva.

El 5 de febrero de 2007, el Juzgado Décimo de Sustanciación, Media-


ción y Ejecución oye la apelación en ambos efectos y remite al Tribunal
Superior el expediente para el conocimiento del recurso.

El Juzgado Superior Cuarto del Trabajo de la Circunscripción Judicial


antes identificada, dicta la sentencia recurrida en casación, mediante
la cual declara sin lugar el recurso de apelación ejercido por la de-
mandada en contra del auto de fecha 16 de enero de 2007, dictado por
el Juzgado de Juicio, por estimar que el mismo se interpuso extempo-
ráneamente, es decir, que desde el 16 de enero de 2007, fecha en que
se dicta el auto que declaró firme la sentencia definitiva y ordena la
remisión del expediente a los juzgados de ejecución, hasta el 24 de
enero del mismo año, cuando se recurre en contra de dicho auto, trans-
currieron más de los cinco (5 días) que concede la Ley para ejercer la
apelación correspondiente.

Al efectuar el análisis de la motivación expuesta por la recurrida se


observa que la misma confunde y entremezcla los lapsos para ejercer el
recurso de apelación en contra de la sentencia de mérito y el previsto
para impugnar por vía ordinaria el auto que declaró firme dicha senten-
cia, resolviendo confusamente ambos asuntos, cuando el que efectiva-
mente fue sometido a su conocimiento y para el cual tenía fuero de
competencia conteste con los límites que le otorgaba la apelación ejer-
124 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

cida por el demandado no era más que la impugnación del auto que
declaró firme la decisión de mérito.

Así, el Juez de Alzada declara la extemporaneidad del recurso ejercido el


24 de enero de 2007, pues a su entender, transcurrieron más de los cinco
(5) días que concede la Ley, realizando el cálculo desde el día 16 de enero
de 2006 inclusive, hasta el 22 del mismo mes y año, cuando lo cierto es
que, en primer lugar, si el auto apelado fue proferido el día 16 de enero de
2007, el lapso se debía computar a partir del día de despacho hábil si-
guiente, es decir, el 17 de enero de 2007 y en segundo término, no podía
estimarse la tempestividad o no del recurso ejercido cuando existió una
flagrante violación del derecho a la defensa y del debido proceso por el
juez de la causa al desprenderse del expediente, remitiéndolo a la U.R.D.D.,
a los fines de la ejecución sin dejar transcurrir íntegro el lapso legal para
que las partes pudieran ejercer su derecho de impugnación.

Adicionalmente, dejó establecido la recurrida que en la oportunidad para


interponer el recurso ordinario de apelación en contra del fallo definiti-
vo dictado por el juez de juicio, el cual se comenzaba a computar a
partir del día 16 de enero de 2007, no se ejerció dicho recurso, actua-
ción que a criterio del Juez de Alzada debió realizarse con independen-
cia del auto dictado por el tribunal de la causa que declaró firme la
sentencia y ordenó el envío del expediente a los juzgados de ejecución.
Tal declaratoria de la recurrida omite tomar en consideración, como se
indicó en el párrafo que antecede, que no dejar transcurrir el lapso de
ley para el ejercicio de los recursos pertinentes acarrea inexorablemen-
te la violación del derecho a la defensa y al debido proceso, por cuanto
el tribunal de juicio debía conservar en su sede el expediente hasta el
vencimiento del tiempo concedido en las normas de procedimiento para
que las partes ejercieran su derecho de impugnación.

Así pues, sostiene la recurrida que el vencimiento del lapso de 30 días


para dictar la sentencia definitiva vencía en fecha 15 de enero de 2007,
por cuanto el mismo debía dejarse transcurrir en su integridad a los
fines de comenzar a contar los cinco (5) días que otorga la ley para la
interposición el recurso de apelación, criterio con el cual comulga ple-
namente la Sala, aun cuando la sentencia se hubiese dictado el 19 de
diciembre de 2006, es decir, dentro de dicho de lapso.

Por lo expuesto, concluye la Sala, que el Juzgado de Primera Instancia


de Juicio con la actuación realizada el día 16 de enero de 2007, violentó
el derecho a la defensa de las partes y el debido proceso y, tal situación
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 125

no fue corregida por la sentencia recurrida en casación, de conformidad


con la facultad que le concede el artículo 208 del Código de Procedi-
miento Civil, aplicable por remisión directa del artículo 11 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, de restituir a través de la reposición de
la causa la situación jurídica infringida.

1.3 INTERESES MORATORIOS

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: Luis Enrique Grisanti Sáez contra C.A. Editorial
La Prensa
Sentencia: N° 2.196 de 01-11-07. Exp. 07-481
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales y
otros conceptos laborales
Confirma: Criterio reiterado en sentencia de 18 de octubre
de 2001 (N° 249), 21 de mayo de 2003 (N° 355),
10 de julio de 2003 (N° 434), y 16 de octubre de
2003 (N° 961)
Normas citadas: CRBV: artículo 92; LOPT: artículos 159, 168 y 185;
CC: artículos 1.277 y 1.746; LOT: artículo 108

Con fundamento en el ordinal 2° del artículo 168 de la Ley Orgánica


Procesal del Trabajo, la parte formalizante señala que la recurrida incu-
rrió en error de interpretación del artículo 185 de la Ley Orgánica Pro-
cesal del Trabajo y falta de aplicación del artículo 92 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela y del artículo 108 de la Ley
Orgánica del Trabajo.

Señala el formalizante que la recurrida negó la procedencia de los


intereses de mora y ordenó aplicar el artículo 185 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, obviando que los intereses moratorios son la con-
secuencia de la falta de pago oportuno, del retardo o mora en que
incurre el patrono en pagar al trabajador sus prestaciones sociales al
finalizar la relación laboral, usando el patrono un capital perteneciente
al trabajador, el cual generará intereses, a la tasa fijada por el Banco
Central de Venezuela, pues la relación de trabajo terminó después de
la entrada en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela.
126 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Alega el formalizante que después de establecida la relación laboral,


su duración, el salario y la condenatoria parcial al pago de las cantida-
des reclamadas por el actor por concepto de prestaciones sociales, la
recurrida debió ordenar el pago de los intereses de mora calculados a
partir de la terminación de la relación laboral hasta que la sentencia
quedara definitivamente firme; y, en caso de ejecución forzosa, el Juez
de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo ordenaría nueva
experticia complementaria del fallo para calcular los intereses mora-
torios a partir del decreto de ejecución hasta la oportunidad del pago
efectivo, todo de conformidad con el artículo 185 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo.

La Sala observa:

El artículo 92 de la Constitución de la República Bolivariana de Vene-


zuela establece que toda mora en el pago de las prestaciones sociales
genera intereses.

Ha sido doctrina reiterada de esta Sala sostenida, entre otros, en fallos


de 18 de octubre de 2001 (N° 249), 21 de mayo de 2003 (N° 355), 10 de
julio de 2003 (N° 434), y 16 de octubre de 2003 (N° 961), que la proce-
dencia de los intereses moratorios es consecuencia de la falta de pago
oportuno de las prestaciones sociales, del retardo o la mora en pagarlas
al finalizar la relación laboral, dado el uso por el empleador de un capital
perteneciente al trabajador, el cual generará intereses a favor de éste,
los que se calcularán a la tasa del tres por ciento (3%) anual, en confor-
midad con lo dispuesto en los artículos 1.277 y 1.746 del Código Civil, si
son causados antes de la entrada en vigencia de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela; en tanto que se calcularán a las
tasas fijadas por el Banco Central de Venezuela, en conformidad con lo
establecido en el artículo 108 de la Ley Orgánica del Trabajo, si son
causados después de la entrada en vigencia de la Carta Magna.

En el caso concreto, la recurrida sin motivación alguna, no acordó los


intereses de mora consecuencia del retraso en el pago de los concep-
tos laborales reclamados, con lo cual, incurrió en falta absoluta de
motivación, requisito indispensable y de orden público de toda senten-
cia, de conformidad con los artículos 159 y 168 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo.

Asimismo, considera la Sala que al no acordar los intereses de mora,


la recurrida incurrió en falta de aplicación del artículo 92 de la Cons-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 127

titución de la República Bolivariana de Venezuela y violación de la


jurisprudencia reiterada de esta Sala referida a la procedencia de los
intereses moratorios.

Por las razones anteriores se declara procedente esta denuncia.

2. DE LAS PERSONAS EN EL DERECHO DEL TRABAJO

2.1 TRABAJADOR DE DIRECCIÓN

2.1.1 Concepto

RECURSO DE CONTROL DE LA LEGALIDAD

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: María Teresa Rangel contra Puertos del Litoral
Central P.L.C., S.A.
Sentencia: Nº 2.243 de 06-11-07. Exp. 07-034
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Confirma: Criterio de sentencia N° 542 de 18 de diciembre
de 2000, expediente 99-398, caso: JOSÉ RAFAEL
FERNÁNDEZ ALFONZO, contra I.B.M. DE
VENEZUELA, S.A., ratificada en sentencia N°
294 de 2001, sentencia N° 465 de 2004, sentencia
N° 1.685 de 2006, entre otras
Normas citadas: LOT: artículos 42 y 47

De conformidad con el establecimiento de la carga de la prueba y el


análisis concatenado de los aportes probatorios antes señalados, con-
cluye la Sala que la actora no es funcionario público, de conformidad
con el Informe de la Oficina Central de Personal y los Estatutos de la
empresa; que la empresa es dirigida por el Presidente y la Junta Direc-
tiva, de conformidad con los estatutos de la empresa; la actora era la
Consultora Jurídica de la empresa y que sus funciones eran planificar,
dirigir, coordinar y controlar, de conformidad con políticas, normas jurí-
dicas y regulaciones técnicas, las actividades de asesoría en materia
jurídica de la empresa y las relativas a su representación en procedi-
mientos administrativos y jurisdiccionales en los que sea parte la em-
presa, como se desprende del manual de cargos consignado por la
demandada; que la actora tenía firma autorizada tipo “B” en la cuenta
de la empresa en el Banco Exterior, según carta dirigida al Banco Exte-
128 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

rior; que tenía poder especial de la empresa para, otorgar finiquitos de


fianzas, en su representación, según el poder consignado por la deman-
dada; y, que en fecha 27 de febrero de 2003, reunidos el Presidente, la
Consultora Jurídica, los Coordinadores de Procesos y la Auditora Inter-
na, acordaron el pago, de un bono trimestral sin carácter salarial por la
suma de Bs. 2.250.000,00 a los titulares de los cargos de Coordinadores
de Proceso, el Presidente, la Consultora Jurídica y la Auditora Interna
de la empresa; y no a los Coordinadores de Unidad ni los encargados o
suplentes, como se desprende del Acta Convenio de fecha 27 de febre-
ro de 2003 y sus Alcances posteriores.

En primer lugar se resolverá lo referido a si la actora es un trabajador


de dirección.

El artículo 42 de la Ley Orgánica del Trabajo establece que se entiende


por empleado de dirección el que interviene en la toma de decisiones u
orientaciones de la empresa, así como el que tiene el carácter de repre-
sentante del patrono frente a otros trabajadores o terceros y puede sus-
tituirlo, en todo o en parte en sus funciones.

El artículo 47 eiusdem dispone que la calificación de un trabajador como


de dirección, confianza, inspección o vigilancia, dependerá de la natura-
leza real de los servicios prestados, independientemente de la denomi-
nación que haya sido convenida por las partes o de la que unilateralmente
hubiese establecido el patrono.

De los artículos transcritos se observa que imperará el principio de


primacía de la realidad y no la denominación del cargo; y, que hay tres
condiciones a examinar para establecer que un trabajador es un em-
pleado de confianza, a saber, que intervenga en las decisiones u orien-
taciones de la empresa; o que tenga el carácter de representante del
patrono ante otros trabajadores o terceros; o que pueda sustituir, en
todo o en parte, al patrono.

En la sentencia N° 542, de 18 de diciembre de 2000, expediente 99-398,


caso: JOSÉ RAFAEL FERNÁNDEZ ALFONZO, contra I.B.M. DE
VENEZUELA, S.A., ratificada en sentencia N° 294 de 2001, sentencia
N° 465 de 2004, sentencia N° 1.685 de 2006, entre otras, se interpretó
exhaustivamente el alcance del artículo 42 mencionado, que define lo
que se entiende por empleado de dirección, de la siguiente manera:
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 129

La definición de empleado de dirección contenida en el artícu-


lo 42 de la Ley Orgánica del Trabajo es de naturaleza genérica
y los criterios en ella mencionados son meramente orientado-
res para determinar cuáles trabajadores están incluidos en di-
cha categoría, dependiendo siempre, la calificación de un
empleado como de dirección de la naturaleza real de los servi-
cios prestados, antes que de la denominación que acuerden las
partes para el cargo ocupado o que unilateralmente imponga el
empleador. Ello en aplicación de los principios de irrenunciabi-
lidad de los derechos del trabajador y de primacía del contrato
realidad, contenidos en los artículos 3° y 47 de la Ley Orgáni-
ca del Trabajo, respectivamente.

Así, pues, los empleados de dirección conforman una catego-


ría que no disfruta de algunos beneficios que sí son percibidos
por la mayor parte de los trabajadores, y visto que uno de los
principios que informa la Ley Orgánica del Trabajo vigente es
el de proporcionar estabilidad al mayor número de trabajado-
res, debe considerarse que la condición de empleado de direc-
ción es de carácter excepcional y por tanto restringida; en este
sentido, la noción de empleado de dirección es aplicable única-
mente a los altos ejecutivos o gerentes de las empresas, que
participan en lo que se conoce como “las grandes decisiones”,
es decir, en la planificación de la estrategia de producción, en
la selección, contratación, remuneración o movimiento de per-
sonal, en la representación de la empresa y en la realización
de actos de disposición de su patrimonio.

(Omissis)

Es evidente que por la intervención decisiva en el resultado


económico de la empresa o en el cumplimiento de sus fines de
producción, los empleados de dirección se encuentran de tal
manera ligados a la figura del empleador, que llegan a confun-
dirse con él o a sustituirlo en la expresión de voluntad.

Para que un trabajador pueda ser calificado como empleado


de dirección, debe quedar claro que éste participa en la toma
de decisiones y no sólo ejecuta y realiza los actos administrati-
vos necesarios para cumplir con las órdenes, objetivos y políti-
cas que han sido determinadas previamente por el patrono y
los verdaderos empleados de dirección.
130 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Cuando el empleado de dirección representa al patrono frente a


terceros o a los demás trabajadores, debe entenderse que tal
acto de representación es resultado de las apreciaciones y deci-
siones que él ha tomado o en cuya toma participó, y no que
actúa como un mero mandatario, pues, si bien la condición de
empleado de dirección implica un mandato del patrono, aun táci-
to, no necesariamente todo mandato implica que detrás del mis-
mo subyace la condición de empleado de dirección.

En el caso concreto, respecto a la intervención en la toma de decisiones


u orientaciones de la empresa, quedó demostrado que la actora desem-
peñaba el cargo de Consultora Jurídica, que su función era coordinar la
actividad de asesoría jurídica de la empresa y la relacionada con la re-
presentación en procedimientos administrativos y jurisdiccionales en los
que sea parte la empresa; y, que las decisiones eran tomadas por el
Presidente y la Junta Directiva; por lo cual considera la Sala que aun-
que se probó que la actora era firma autorizada tipo “B” en la cuenta
del patrono en el Banco Exterior, esto no desvirtúa que las decisiones
sobre el rumbo de la empresa eran tomadas por el Presidente y la Junta
Directiva; y, que la Consultora Jurídica cumplía funciones de asesoría
en materia legal, razón por la cual no está cumplido este requisito.

Respecto a la representación del patrono frente a otros trabajadores o


terceros, quedó demostrado que la actora tenía un poder especial para
otorgar finiquitos de fianzas en representación de la empresa y que te-
nía firma autorizada tipo “B” en la cuenta del patrono en el Banco Ex-
terior, pero ello no es suficiente para establecer que los trabajadores o
terceros la consideraban una representante del patrono, razón por la
cual tampoco se cumple con este requisito.

En relación con la sustitución total o parcial del patrono en sus funcio-


nes, no quedó demostrado que las actividades de la actora intervinieran
en forma decisiva en el resultado económico de la empresa o en el
cumplimiento de su fines de producción, que por su profunda vincula-
ción con la figura del empleador, pudiera llegar a confundirse con él o a
sustituirlo en la expresión de su voluntad, razón por la cual tampoco se
cumple con este requisito.

Por las razones anteriores, concluye la Sala que la actora no puede ser
considerada como un empleado de dirección, pues su actuación es prin-
cipalmente de asesoría en materia legal, por lo cual no toma decisiones
de administración ni de disposición; no representa ni sustituye al patro-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 131

no; pero no cabe duda de que se trata de un trabajador de confianza que


conoce todos los secretos industriales y comerciales de la empresa.

2.2 TRABAJADOR DE CONFIANZA

2.2.1 Concepto

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Luis Eduardo Franceschi


Partes: Luis Fernando Marín Betancourd contra Interna-
cional Logging Servicios, S.A.
Sentencia: N° 1.666 de 30-07-07. Exp. 07-193
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales y otros
conceptos derivados de la relación de trabajo
Confirma: Criterio de la Sala de Casación Social en decisión
N° 294 del 13 de noviembre de 2001
Normas citadas: LOT: artículos 45, 47 y 509

Conforme a la situación analizada, y de acuerdo con el planteamiento


hecho por la recurrida se hace imperioso que esta Sala de Casación
Social descienda a las actas conformantes de este expediente y exami-
ne cómo fueron apreciados los hechos por el juzgador, en virtud que
dada la naturaleza e importancia del punto controvertido, lo verdadera-
mente trascendente se ubica en verificar la condición del demandante
como trabajador de confianza, por cuanto tal categorización es en defi-
nitiva lo que permitirá concluir, si efectivamente al actor le era extensi-
ble la aplicación de la convención colectiva de trabajo del sector petrolero.

Para ello es forzoso citar previamente la base legal que permita diluci-
dar y resolver este tipo de situación, así el artículo 45 del cuerpo norma-
tivo sustantivo laboral establece:

Se entiende por trabajador de confianza aquel cuya labor im-


plica el conocimiento personal de secretos industriales o co-
merciales del patrono, o su participación en la administración
del negocio, o en la supervisión de otros trabajadores.

En estrecha vinculación con esta norma está el artículo 47 de este mis-


mo cuerpo legal, así:
132 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

La calificación de un cargo como de dirección, confianza, ins-


pección o vigilancia, dependerá de la naturaleza real de los
servicios prestados, independientemente de la denominación
que haya sido convenida por las partes o de la que unilateral-
mente hubiese establecido el patrono.

En esta dirección, conteste con el alcance y contenido de las normas


precedentemente transcritas, debe concluirse que la distinción de un
trabajador como de confianza está determinada conforme a las funcio-
nes y/o actividades que éste desarrolla, como del cargo que ejerce, y
que de manera explícita aparecen enunciados en las referidas normas.

No obstante, el quid del asunto se circunscribe en determinar, cuáles


son las tareas o actividades que se puedan catalogar como propias de
trabajadores de confianza y quiénes realmente las desarrollan.

Para su plena comprensión se torna conveniente reproducir el criterio


que a este respecto ha sostenido esta Sala contenido, entre otras, en
decisión N° 294 del 13 de noviembre de 2001, que a la letra indica:

Tal categorización, sin duda alguna obedece a una situación de


hecho, mas no de derecho. En efecto, es la Ley Orgánica del
Trabajo la que instruye en este sentido, cuando en su Artículo
47, contempla:

La calificación de un trabajador como de dirección, confianza,


inspección o vigilancia, dependerá de la naturaleza real de
los servicios prestados, independientemente de la de-
nominación que haya sido convenida por las partes o de
la que unilateralmente hubiese establecido el patrono.

Como se podrá entender, es el principio de la realidad de los


hechos el que opera al momento de verificar la condición de
un trabajador como de dirección o confianza, y no la califica-
ción que convencional o unilateralmente se le confiera.

Ante tal postulado, será en definitiva la naturaleza real del


servicio prestado, lo que determine la condición de dichos
trabajadores, y esto sólo se podrá verificar adminiculando las
funciones, actividades y atribuciones que legalmente definen
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 133

a los mismos, con las que efectivamente éstos desarrollan,


independientemente de la denominación del cargo o puesto
de trabajo.

Las reflexiones antes expuestas adquieren pleno asidero, con-


forme al principio constitucional de la irrenunciablidad de los
derechos laborales, por cuanto no puede pretenderse que un
trabajador decline a ciertos beneficios que son excluidos por la
legislación laboral para los empleados de dirección y trabaja-
dores de confianza, por el solo hecho de que así se haya acor-
dado al vincularse jurídicamente con el patrono, o por la
calificación que se le diere al puesto de trabajo o cargo del
trabajador, cuando en realidad dicho trabajador por las funcio-
nes que ejerce no ostenta tal condición. Así se establece.

Ha quedado suficientemente claro para esta Sala, el que la


valoración para calificar a un trabajador como de dirección o
confianza, es una situación estrictamente de hecho, orientado
por el principio de la primacía de los hechos; por lo cual, no
puede una convención colectiva de trabajo estipular, conforme
al cargo que nominativamente desempeñe un trabajador, su
exclusión del ámbito de aplicación de la misma, bajo el amparo
del Artículo 509 de la Ley Orgánica del Trabajo.

Se observa que la recurrida concluye que el accionante encuadra den-


tro de la categoría de empleado de confianza; no obstante, a criterio de
esta Sala, después del examen y valoración razonada y concordada de
los medios de prueba e indicios, y en atención a las máximas de expe-
riencia, del establecimiento de las funciones convenidas y por él desem-
peñadas, independientemente de la denominación de “geólogo” de su
cargo, esto es, en aplicación del principio de la realidad consagrado cons-
titucional y legalmente en nuestro ordenamiento jurídico, emergen so-
brados indicativos que conducen a la convicción de clasificar al actor
como un trabajador que no ostenta tal condición ni ninguna otra que lo
excluya del ámbito personal de la convención colectiva de trabajo pe-
trolera, indicada en su Cláusula Tercera. Así se deja establecido.
134 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

2.3 PORCENTAJE DE TRABAJADORES EXTRANJEROS

RECURSO DE INTERPRETACIÓN

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: Urdaneta Gazprom-2, S.A.
Sentencia: N° 1.771 de 07-08-07. Exp. 07-403
Motivo: Interpretación del artículo 27 de la Ley Orgánica
del Trabajo
Normas citadas: LOT: artículos 20 y 27; RLOT (2006): artículos 12
y 13; CRBV: artículos 87 y 89; LT (1936): artículo
18; RLT (1973): Título I Disposiciones Fundamen-
tales y artículo 27; LOT (1990): artículos 27 y 28;
LEM: artículos 13 y 18; Código Civil: artículo 4.

Expone el solicitante que el presente recurso de interpretación tiene por


objeto determinar el contenido y alcance del artículo 27 de la Ley Orgá-
nica del Trabajo, en relación con el porcentaje de empleados y obreros
que deban ser contratados por empresas o patronos cuya nómina sea
menor de diez (10) trabajadores, pues aun cuando la norma establece
que el noventa por ciento (90%), por lo menos, tanto de los empleados
como de los obreros al servicio de un patrono que ocupe menos de diez
(10) trabajadores o más deben ser venezolanos, nada dice sobre el por-
centaje que debe ser observado por las empresas o patronos cuya nómi-
na sea menor a diez trabajadores, razón por la cual desconoce si a tales
empresas debe aplicarse una proporción porcentual diferente, o simple-
mente sería apropiado entender que la norma citada autoriza de forma
tácita a patronos con una nómina pequeña (menor de diez trabajadores)
para contratar el número de extranjeros que estimen necesarios.

Afirma el recurrente que Gazprom es una empresa con menos de diez


(10) trabajadores, a la que el Ministerio de Energía y Petróleo le ha
adjudicado la Licencia N° 371 para la exploración y explotación de gas
natural no asociado dentro del Área Urumaco II ubicada en el Golfo de
Venezuela, la cual de acuerdo con los términos de la Licencia, debe
llevar a cabo un programa mínimo exploratorio en costa afuera durante
un período aproximado de 4 años, y en caso de encontrar los recursos
energéticos esperados, procedería a su explotación y comercialización.

Que a los fines de cumplir con la fase exploratoria, en la que se encuen-


tra actualmente y, considerando que las actividades costa afuera son
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 135

relativamente novedosas en nuestro país, requiere de un altísimo nivel


técnico del personal contratado, razón por la cual se ve forzada a em-
plear a ciertos trabajadores extranjeros por sus calificaciones técnicas.

En razón de ello, a pesar del contenido del artículo 27 de la Ley Orgáni-


ca del Trabajo, considera que subsiste una duda en torno al régimen que
gobierna a los patronos que emplean menos de diez (10) trabajadores,
como es el caso de Gazprom, al no poder determinar con claridad cuál
es el alcance de la mencionada norma y si la proporción en él enunciada
le sería aplicable a pesar de tener una nómina inferior a diez (10) traba-
jadores, pues esa situación jurídica particular no se encuentra regulada
expresamente en la Ley ni en su Reglamento.

La Sala para decidir observa:

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece en


el artículo 87 que toda persona tiene derecho al trabajo y el deber de
trabajar. Para ello el Estado debe garantizar la adopción de las medidas
necesarias a los fines de que toda persona pueda obtener ocupación
productiva, que le proporcione una existencia digna y decorosa, y le
garantice el pleno ejercicio de este derecho. Es fin del Estado fomentar
el empleo. La libertad de trabajo no será sometida a otras restricciones
que las que la Ley establezca.

De igual forma consagra que el trabajo es un hecho social y gozará de


la protección del Estado. Para el cumplimiento de esta obligación, el
constituyente recogió un catálogo de principios de derecho del trabajo
entre los cuales, destaca, en el artículo 89 numeral 5, el principio de no
discriminación, al prohibir todo tipo de discriminación por razones de
política, edad, raza, sexo o credo o por cualquier otra condición. Dicho
principio está desarrollado en el Reglamento de la Ley Orgánica del
Trabajo, en los artículos 12 y 13, este último por razones de nacionali-
dad, al señalar que el principio de no discriminación arbitraria en el ámbito
de las relaciones laborales, regirá plenamente en el supuesto del traba-
jador extranjero o trabajadora extranjera que hubieren transgredido el
régimen jurídico sobre inmigración, o en caso de inobservancia de las
restricciones a la libertad patronal de contratación prevista en los ar-
tículos 20 y 27 de la Ley Orgánica del Trabajo.

Ahora bien, por cuanto toda persona tiene el derecho y el deber de


trabajar, en igualdad de condiciones, salvo las restricciones que la ley
136 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

establezca, se hace necesario determinar el contenido y alcance del


artículo 27 de la Ley Orgánica del Trabajo.

El artículo 27 de la Ley Orgánica del Trabajo, establece:

El noventa por ciento (90%) por lo menos, tanto de los em-


pleados como de los obreros al servicio de un patrono que ocu-
pe diez (10) trabajadores o más, debe ser venezolano. Además,
las remuneraciones del personal extranjero, tanto de los obre-
ros como de los empleados, no excederá del veinte por ciento
(20) del total de las remuneraciones pagado a los trabajadores
de una u otra categoría.

Del análisis precedente podemos inferir que el legislador aumentó de


75% a 90% el porcentaje obligatorio de trabajadores venezolanos al
servicio de un patrono que ocupe diez (10) o más trabajadores, em-
pleados y obreros, de manera que la duda se presenta para los casos
de los patronos que ocupen menos de diez (10) trabajadores, es decir,
de 1 a 9 trabajadores.

Si atendemos a una interpretación apegada al encabezamiento del ar-


tículo 4° del Código Civil “a la ley debe atribuírsele el sentido que
aparece evidente del significado propio de las palabras, según la
conexión de ellas entre sí y la intención del legislador” debemos
plantearnos en primer lugar que de una interpretación literal pueden
surgir varias hipótesis, a saber, si el porcentaje de trabajadores en
aquellos patronos que ocupen 10 o más trabajadores, debe ser de un
90% de venezolanos, puede sostenerse entonces que en aquellos que
ocupen menos de 10 trabajadores, de 1 a 9, pueden ser todos extran-
jeros, pero también puede sostenerse lo contrario, que pueden o deben
ser todos venezolanos, ninguna de las cuales fue prevista por la norma
ni se desprende de su texto, de manera que esa primera vía no resuel-
ve el problema.

Cuando nos adentramos más allá en la ruta que marca el señalado ar-
tículo 4° del Código Civil, debemos ir al siguiente paso, a determinar
cuál es la intención del legislador, entonces cabe señalar que no hay
ninguna evidencia de que el legislador haya querido alguna de las dos
hipótesis anteriores, es decir, si un patrono tiene menos de 10 trabajado-
res, no parece desprenderse que todos los trabajadores pueden ser ex-
tranjeros y si sostenemos que todos deben ser venezolanos, dónde queda
el derecho de los extranjeros.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 137

Para determinar entonces la intención del legislador, recurrimos al mé-


todo histórico y atendemos al desarrollo de estas normas protectoras de
la mano de obra nacional.

Desde la Ley del Trabajo de 1936 hasta la Ley Orgánica del Trabajo
de 1990, el porcentaje obligatorio de trabajadores venezolanos, em-
pleados y obreros debía ser de un 75%, y desde 1990 en adelante, del
90%, lo cual quiere decir que el legislador quiso aumentar la protec-
ción a los trabajadores venezolanos y estableció la posibilidad de mo-
dificar el señalado porcentaje obligatorio, en forma temporal y
excepcional por autorización del Inspector del Trabajo, siempre que
se cumplan los requisitos exigidos para cada caso particular, debiendo
estudiar las condiciones generales de la oferta de mano de obra y de
las circunstancias del caso concreto, cuando se trate de: actividades
que requieren de conocimientos técnicos especiales y no exista perso-
nal, venezolano disponible; cuando exista demanda de mano de obra y
el respectivo organismo del ministerio del ramo compruebe no poder
satisfacerla con personal venezolano; cuando se trate de inmigrantes
que ingresen al país contratados directamente por el Gobierno Nacio-
nal o controlados por éste; cuando se trate de refugiados; y cuando se
trate de pequeñas y medianas empresas.

La Ley Orgánica del Trabajo de 1990 recogió en los artículos 27 y 28 los


artículos 18 de la Ley del Trabajo anterior y 27 del Reglamento. Desde
1936 hasta 1990 se mantuvo en la Ley el porcentaje obligatorio de traba-
jadores venezolanos en un 75%, sea cual fuere el número de trabajadores
de un patrono, siendo el Reglamento de la Ley del Trabajo de 1973 el que
estableció en su artículo 27 que ese porcentaje podía ser mayor que el
previsto en el artículo 18 de la Ley del Trabajo antes comentada, en aque-
llas empresas o actividades cuyo número de trabajadores fuera de 10 o
menos por resolución especial del Ministerio del Trabajo.

De tal manera que, considerando la legislación como un sistema, to-


mando en cuenta que actualmente el ministerio del ramo, tal como
ocurría hasta el año 1990, está facultado para ello, lo que reafirma el
artículo 18 de la Ley de Extranjería y Migración, que debe respetarse
el derecho de venezolanos y extranjeros a trabajar sin discriminación,
con las limitaciones que establezca la ley; en los casos de patronos
que ocupen menos de 10 trabajadores, el ministerio del ramo de con-
formidad con lo establecido el artículo 28 de la Ley Orgánica del Tra-
bajo, podrá autorizar expresamente a aquellos patronos que requieran
contratar a trabajadores extranjeros en un porcentaje mayor al esta-
138 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

blecido en el artículo 27 de la Ley Orgánica del Trabajo, atendiendo a


las necesidades que justifiquen esa situación y a las circunstancias del
caso concreto. Así se establece.

2.4 CONTRATISTAS. INHERENCIA Y CONEXIDAD

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Carmen Elvigia Porras de Roa


Partes: Énder Leonardo Perea Ferrer contra Federal Car
Services, C.A. (FEDECAR, C.A.) y otras
Sentencia: N° 1.940 de 02-10-07. Exp. 07-934
Motivo: Cobro de prestaciones sociales
Cita: Sentencia Nº 201 del 13 de febrero de 2007 (caso:
Hernando Felipe Méndez Martínez contra BP
Venezuela Holding Limited)
Normas citadas: LOT: artículos 55, 56, 57; LOPT: artículo 168;
RLOT: artículo 22

La recurrente delata la infracción por falsa aplicación del artículo 56


de la Ley Orgánica del Trabajo, según el cual se entiende que existe
conexidad, a los efectos de establecer la responsabilidad solidaria del
dueño de la obra o beneficiario del servicio, cuando la actividad reali-
zada por el contratista está en relación íntima y se produce con oca-
sión de la actividad a la que se dedica el contratante.

Aduce quien recurre que el Sentenciador de Alzada aplicó falsamente


el artículo denunciado, por cuanto en los hechos del caso no existe una
relación de conexidad entre las actividades desplegadas por la empresa
contratista y la beneficiaria, en cuanto a que la empresa no tendría que
proveer necesariamente el servicio de transporte a sus trabajadores,
dado que éstos prestan sus servicios en un lugar cercano de los sitios
urbanos en los cuales residen, por lo que podrían satisfacer esta necesi-
dad por medios alternativos –como el transporte público–.

Agrega, la recurrente que no existió concurrencia de los trabajadores


de Fedecar C.A. y de la empresa Bp Venezuela Holdings Ltd. en la
ejecución del trabajo, ya que mientras el actor realizaba el transporte
de los trabajadores de la impugnante a su lugar de trabajo, éstos per-
manecían “en una total pasividad” y no ejecutaban sus servicios
concurrentemente con los trabajadores de Fedecar C.A.; a lo cual
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 139

añadió, que el transporte de los trabajadores de la empresa no consti-


tuye una fase indispensable del proceso productivo desarrollado por
Bp Venezuela Holdings Ltd., sino un servicio periférico o de apoyo, y
que la actividad desarrollada por la contratista (transporte de perso-
nas), no guarda una relación “íntima” con el negocio de los hidrocar-
buros –que constituye el objeto económico de la empresa Bp Venezuela
Holdings Ltd.–, ni se produce como consecuencia de éste, sino por la
necesidad que tienen las personas de trasladarse de un lugar a otro
por diferentes razones, en virtud de lo cual tampoco existiría relación
de causalidad entre las actividades realizadas por Fedecar C.A. y la
empresa recurrente.

Se observa que el artículo 55 de la Ley Orgánica del Trabajo establece


que las obras o servicios ejecutados por contratistas para empresas
mineras y de hidrocarburos, se presumirán inherentes o conexas con la
actividad del patrono beneficiario, y asimismo, el artículo 57 eiusdem
dispone que cuando un contratista realice habitualmente obras o servi-
cios para una empresa en un volumen que constituya su mayor fuente
de lucro, se presumirá que su actividad es inherente o conexa con la de
la empresa que se beneficia con ella.

Tomando en consideración los hechos establecidos soberanamente por


el Juez de instancia, la empresa beneficiaria del servicio de transporte
que realizaba Fedecar C.A. –que era el patrono del actor–, es una em-
presa que se dedica al negocio de los hidrocarburos –como lo afirma la
representación judicial de Bp Venezuela Holdings Ltd.–, lo cual hace
aplicable al caso de autos la presunción de inherencia o conexidad esta-
blecida en el artículo 55 de la ley sustantiva del trabajo. Asimismo, el ad
quem estableció que el servicio de transporte realizado por la contratis-
ta para la beneficiaria, era habitual y en un volumen que constituía su
mayor fuente de lucro, por lo que también resulta aplicable la presun-
ción establecida en el artículo 57 de la Ley Orgánica del Trabajo y 22
del Reglamento de dicha ley, además de lo cual, el Juez de Alzada veri-
ficó ciertas circunstancias de hecho que le llevaron a la convicción de
que existió conexidad entre las actividades del contratante y del contra-
tista, como el hecho de que el transporte prestado tenía por finalidad
trasladar a los trabajadores de la beneficiaria al campo petrolero en el
cual debían prestar sus servicios; que el servicio de transporte se reali-
zaba en forma exclusiva para la beneficiaria; que el actor trabajaba
como chofer en el transporte de los trabajadores de la contratante, por
lo que participaba directamente en el desenvolvimiento de la actividad
140 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

económica de ésta; y, finalmente, tomó en consideración que en el tabu-


lador de puestos de trabajo que aparece en el contrato colectivo de la
empresa beneficiaria, figura el cargo de chofer, que era la actividad que
el actor realizaba para tal empresa.

Esencialmente, se observa que el Superior fundamenta su decisión en la


similitud que tiene el caso de autos con el que fue resuelto por esta Sala
mediante sentencia Nº 201 del 13 de febrero de 2007 (caso: Hernando
Felipe Méndez Martínez contra BP Venezuela Holding Limited), en
la cual se estableció lo siguiente:

De tal manera que la recurrida en su decisión estableció que


entre las actividades que realiza BP Venezuela Holding Limi-
ted, explotación de hidrocarburos y las actividades de Inver-
siones Procodeca, que es, prestar servicios de cocina, existe
conexidad, es decir, que tienen relación íntima ambas empre-
sas y que por lo tanto al trabajador se le debe aplicar la Con-
venci ón Col ect i va Pet r ol er a par a el cál culo de sus
prestaciones sociales.

A los fines de determinar la responsabilidad solidaria de la


empresa BP Venezuela Holding Limited en el cumplimiento de
las obligaciones reclamadas por el actor, se hace necesario
determinar, la definición de contratista y la responsabilidad del
beneficiario de la obra o servicio.

De conformidad con el artículo 55 de la Ley Orgánica del Tra-


bajo, contratista es la persona natural o jurídica que mediante
contrato se encargue de ejecutar obras o servicios, con sus
propios elementos.

En principio, el contratista es responsable frente a los trabajado-


res por él contratados, pudiendo el beneficiario de la obra res-
ponder solidariamente de las obligaciones contraídas por éste
ante los trabajadores que el contratista haya contratado, cuando
la obra ejecutada sea inherente o conexa con la actividad desa-
rrollada por el dueño de la obra o beneficiario del servicio.

Para ello, el artículo 56 eiusdem, y el artículo 22 del Regla-


mento de la Ley Orgánica del Trabajo, establecen los crite-
rios que deben tomarse en cuenta para determinar cuándo la
actividad del contratista es inherente o conexa con la del con-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 141

tratante, siendo inherente la obra que participa de la misma


naturaleza de la actividad a que se dedica el contratante y
conexa, la que está en relación íntima y se produce con oca-
sión de ella.

De manera que, cuando la obra o servicio sea inherente o co-


nexa, entonces sí opera la responsabilidad de carácter solida-
rio entre el contratante y el contratista, y como consecuencia
de esa solidaridad, los trabajadores de la contratista deben dis-
frutar de los mismos beneficios y condiciones de trabajo esta-
blecidas para los trabajadores de la contratante.

No obstante, la Ley Orgánica del Trabajo, en el artículo 55,


establece una presunción de inherencia o conexidad –iuris
tantum–, respecto de las obras o servicios ejecutados por con-
tratistas para empresas mineras o de hidrocarburos, al señalar
que las obras o servicios ejecutados por contratistas para em-
presas mineras y de hidrocarburos, se presumirán inherentes o
conexas con la actividad del patrono beneficiario.

De igual forma el artículo 56 eiusdem, consagra la responsa-


bilidad solidaria del beneficiario de la obra o servicio, cuando
el contratista, aun sin haber sido autorizado por el contratan-
te, haya subcontratado. En tal caso, los trabajadores subcon-
tratados gozarán de los mismos beneficios y condiciones que
corresponda a los trabajadores empleados en la respectiva
obra o servicio.

Ahora bien, en el presente caso, y con vista de las circunstan-


cias señaladas, considera esta Sala de Casación Social que la
recurrida empleó correctamente el término conexidad, al con-
siderar que la actividad que realiza la empresa Inversiones
Procodeca es conexa con las actividades que hace BP Vene-
zuela Holding Limited, y concluir que existe responsabilidad
solidaria, porque la actividad conexa es la que está en relación
íntima y se produce con ocasión de ella, es decir, que está
ligada, unida, vinculada tan estrechamente con la desarrollada
por la contratante que sin su concurso no podría desarrollar la
actividad, por lo que la actividad conexa del contratista o sub-
contratista se presenta como necesaria, indispensable, para
ejecutar las obras o servicios de que se trate, de tal manera
142 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

que si no fuera realizada por la contratista tendría necesaria-


mente que ser realizada por la contratante, pero nunca podría
prescindirse de la actividad en cuestión, pues de hacerlo la
ejecución de la obra o la prestación del servicio se paralizaría,
tales son los casos de las viviendas o habitaciones para los
trabajadores, construcción de carreteras o vías de comunica-
ción, transporte, alimentación, servicio médico, entre otras,
siendo el criterio espacial, es decir, el lugar donde se está eje-
cutando la obra o prestando el servicio determinante y luce
totalmente distinto el servicio de alimentación para unos traba-
jadores en un campo o pozo petrolero lejos de los núcleos ur-
banos que el servicio de alimentación en los poblados, donde
los trabajadores pueden satisfacer su necesidad de otra mane-
ra, razón por la cual, no incurre el sentenciador en falsa aplica-
ción del artículo 56 de la Ley Orgánica del Trabajo.

Se hace necesario señalar que, en un caso prácticamente idéntico al de


autos, la Sala declaró inadmisible un control de legalidad ejercido por la
empresa BP Venezuela Holding Limited, mediante sentencia Nº 1293
del 12 de junio de 2007 (caso: Deudy Enrique Sulbarán Briceño con-
tra Federal Car Service Compañía Anónima (FEDECAR C.A.), y BP
Venezuela Holdings Limited).

Finalmente, se observa que en virtud de la aplicabilidad al caso exami-


nado, de las presunciones sobre conexidad que establece la Ley Or-
gánica del Trabajo, la carga probatoria de desvirtuar tales presunciones
recaía sobre la empresa demandada, y no se constata mediante los
hechos establecidos por el Juzgador de Alzada que se haya desvirtua-
do tal presunción, por lo que no se verifica el vicio delatado. En razón
de las anteriores consideraciones, se desecha la presente denuncia.
Así se decide.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 143

3. PRESCRIPCIÓN

3.1 INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN POR


IMPLEMENTACIÓN DE LA LEY ORGÁNICA PROCESAL DEL
TRABAJO

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Carmen Elvigia Porras de Roa


Partes: Cira Leocadia Zambrano de Chacón contra Go-
bernación del Estado Táchira
Sentencia: N° 1.643 de 25-07-07. Exp. 07-253
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Ratifica: Criterio establecido por la Sala de Casación So-
cial, en sentencia N° 1367 de fecha 29 de octubre
de 2004 (caso: Ramón Alonso Montoya contra
Servicios Halliburton de Venezuela, S.R.L.)
Normas citadas: Código Civil: artículos 1.964 y 1.965; LOT: artícu-
los 61 y 64

En el caso concreto señala el recurrente que la sentencia recurrida vio-


ló la jurisprudencia contenida en la sentencia de la Sala de Casación
Social N° 1.367 de 2004; las sentencias de la Sala Constitucional de
fecha 9 de marzo de 2006 (expediente 05-1319) y de fecha 10 de agosto
de 2006 (caso: Gary Coa León y Ámbar Vivas Amador); y, el artículo
89 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, al no
considerar la suspensión de la prescripción por la entrada en vigencia
del Régimen Procesal Transitorio en la Circunscripción Judicial del Es-
tado Táchira.

De lo precedente se observa que el Juez de Alzada descontó del lapso


de prescripción el tiempo transcurrido entre la suspensión de la causa
en el extinto Tribunal Primero de Primera Instancia del Trabajo y Agra-
rio y el inicio del despacho en los nuevos Tribunales Laborales, que se
produjo entre los días 5 de agosto de 2004 (según Resolución de la Juez
Rectora de esa Circunscripción Judicial) al 31 de agosto de 2004, por
cuanto dicho lapso no es imputable a las partes. No así, el período trans-
currido desde la apertura de los nuevos Tribunales hasta la notificación
del abocamiento del Juez, puesto que durante ese lapso la parte actora
pudo interrumpir el curso de la prescripción a través de las distintas
144 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

formas que contempla el derecho común, siendo que ésta no obró con la
debida diligencia para lograr tal fin, concluyendo finalmente el Juzgador
que entre el último pago de prestaciones sociales realizado por la Go-
bernación del Estado Táchira y la notificación, exceptuando el lapso en
que la causa estuvo suspendida, producto de la implementación de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, había transcurrido un (1) año, siete
(7) meses y quince (15) días, encontrándose, en consecuencia, prescri-
ta la acción.

Respecto a la suspensión de la prescripción esta Sala de Casación So-


cial, en sentencia N° 1.367 de fecha 29 de octubre de 2004 (caso: Ra-
món Alonso Montoya contra Servicios Halliburton de Venezuela,
S.R.L.), estableció lo siguiente:

Así las cosas, si bien es cierto que la doctrina venezolana


confinó la suspensión de la prescripción en fuerza del princi-
pio agere non valenti non currit praescriptio, sólo a los
impedimentos legales, no permitiendo la aplicación de la máxi-
ma para pretender que se suspenda la prescripción, cuando
alguna dificultad o imposibilidad de hecho haya sido obstácu-
lo temporal para el ejercicio del derecho; sin embargo, en la
práctica jurídica actual venezolana se han venido sucediendo
situaciones de hecho que han impedido, en muchos casos,
ejercer válidamente el derecho a los particulares o que han
paralizado las causas donde se ventila el derecho válidamen-
te ejercido. Tales causas extrañas no imputables a las partes
se adminicula a la fuerza mayor. Dicha imposibilidad por fuer-
za mayor, necesariamente debe instaurarse como sobreveni-
da, imprevisible, inevitable e independiente de la voluntad del
titular del derecho, es decir, tiene que derivar de una causa
extraña que él no haya podido remover y a cuya influencia no
haya podido subsanar. Asimismo, tales hechos, obstáculos o
circunstancia no imputable, que impida o limiten el ejercicio
del derecho, deben necesariamente probarse, a menos que
se trate, obviamente de hechos notorios.

En este sentido, es sensato y acorde con los principios constitu-


cionales que hoy imperan, que a través de la jurisprudencia se
admitan como una nueva causa de suspensión de la prescrip-
ción, la imposibilidad de hecho derivada de una fuerza mayor,
pero condicionada a que se haga valer el derecho afectado por
la prescripción cumplida, inmediatamente después de haber ce-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 145

sado el impedimento. En otras palabras, para que la suspensión


de la prescripción extintiva pueda declararse, es necesario que,
en primer lugar sea a causa de una fuerza mayor que haga im-
posible el ejercicio de la acción respectiva, o a causa de una
fuerza mayor que haya sobrevenido estando ya en curso la pres-
cripción; en segundo lugar que la prescripción se haya cumplido
durante el impedimento; en tercer lugar que el derecho se haga
valer sin demora después de desaparecido el impedimento y por
último, que la imposibilidad por fuerza mayor de impedir el cum-
plimiento de la prescripción, sea probada, lógicamente por la
parte quien la invoca para excusar su inacción. Tales requisitos
deben ser, por demás concurrentes, es decir, si falta alguno, no
debe declararse la suspensión de la prescripción, corriendo ésta
inexorablemente. Así se establece.

Como se aprecia de la jurisprudencia parcialmente transcrita, el curso


de la prescripción puede ser suspendido además de las hipótesis con-
templadas en los artículos 1.964 y 1.965 del Código Civil, por causas de
fuerza mayor que hagan imposible interrumpirla, siendo que tal suspen-
sión opera bajo este supuesto, siempre y cuando se cumplan de manera
concurrente los siguientes requisitos: 1) que el impedimento sea a causa
de una fuerza mayor que haga imposible el ejercicio de la acción o que
esa causa haya sobrevenido estando en curso la prescripción; 2) que la
prescripción se haya cumplido durante el impedimento; 3) que el dere-
cho se haga valer sin demora después de desaparecido el impedimento
(fuerza mayor), y 4) que la imposibilidad por fuerza mayor de impedir el
curso de la prescripción, sea probada.

Ahora bien, de los autos que conforman el expediente se evidencia que,


en efecto, el último pago a la trabajadora se efectuó el 31 de agosto de
2003 (vto. Folio 15), la demanda fue interpuesta el 21 de junio de 2004,
es decir, dentro del lapso anual de prescripción establecido en el artícu-
lo 61 de la Ley Orgánica del Trabajo, y fue admitida por el extinto Juz-
gado Primero de Primera Instancia del Trabajo y Agrario de la
Circunscripción Judicial del Estado Táchira el 12 de julio del mismo
año. Consta de autos que el mencionado Tribunal dejó de despachar,
producto de la implementación de la Ley Orgánica Procesal del Traba-
jo, el día 5 de agosto de 2004; el 31 de agosto 2004 se dio apertura los
Tribunales Laborales del Régimen de Transición; el 3 de septiembre de
2004 la parte actora solicita el abocamiento del Juez; el 20 de enero de
2005, se llevó a efecto el acto de distribución del expediente, quedando
asignada la causa al Tribunal de Transición Primero de Primera Instan-
146 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

cia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo de la Circuns-


cripción Judicial del Estado Táchira (folio 26) y posteriormente el día 31
de enero de 2005, fue cuando la Juez se abocó a su conocimiento (folio
27) y el 12 de mayo de 2005 se practica la notificación de la demanda-
da, es decir, no se efectuó dentro del referido lapso de un año, ni dentro
del lapso de los dos (2) meses adicionales establecidos en el artículo 64
de la misma Ley.

De lo antes narrado, se aprecia que si bien en fecha 31 de enero de


2005 fue cuando efectivamente la Juez de Primera Instancia que resul-
tó competente se abocó al conocimiento de la presente causa, ello no
constituía un impedimento para que la parte actora interrumpiera la pres-
cripción a través de alguno de los medios previstos tanto en la legisla-
ción laboral como en el Derecho Civil, más aún, cuando con anterioridad
a dicha fecha ya se encontraban funcionando los Tribunales Laborales
del Régimen Procesal Transitorio y se había llevado a efecto la distribu-
ción del expediente, lográndose definitivamente la notificación del ente
demandado el día 12 de mayo de 2005, esto es, luego de haber transcu-
rrido cuatro (4) meses desde que el expediente fuese asignado por dis-
tribución al Tribunal respectivo.

Por otra parte, de la revisión de las actas del expediente no se percibe


ningún acto realizado por la parte actora tendente a hacer valer su de-
recho, una vez que cesó el impedimento originado por la implementa-
ción de la Ley Adjetiva Laboral en el Estado Táchira, por lo que en el
caso de autos no se cubren los extremos expuestos para que opere la
suspensión de la prescripción por motivos de fuerza mayor.

De allí que es forzoso concluir que el ad quem aplicó correctamente los


criterios de la Sala de Casación Social al considerar la interrupción de
la prescripción por el último pago recibido por el trabajador y por la
suspensión del proceso por la implementación de la Ley Orgánica Pro-
cesal del Trabajo en el Estado Táchira, integrando su decisión con los
principios y requisitos legales que rigen la prescripción. En consecuen-
cia, se desecha la denuncia planteada por la recurrente. Así se decide.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 147

3.2 RENUNCIA A LA PRESCRIPCIÓN

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Alfonso Valbuena Cordero


Partes: José Rosalino Velásquez contra Gobernación del
Estado Apure
sss
Sentencia: N° 1.670 de 31-07-07. Exp. 07-359
Motivo: Cobro de prestaciones sociales y otros conceptos
laborales
Normas citadas: Código Civil: artículos 1.954 y 1.957; LOT: ar-
tículo 61

Respecto a la denuncia analizada, lo primero que debe señalar la Sala


es la manifiesta falta de técnica en la cual incurre el formalizante, al no
enmarcarla en algunos de los ordinales del artículo 168 de la Ley Orgá-
nica Procesal del Trabajo. No obstante ello, se extrae de la delación
planteada que la parte formalizante esgrime como sustento de la misma,
que la recurrida incurre en falsa aplicación del artículo 61 de la Ley
Orgánica del Trabajo y falta de aplicación de los artículos 1.954 y 1.957
del Código Civil, al declarar la prescripción de la acción, sin estimarse
que la Gobernación del Estado Apure –parte demandada–, a través del
oficio dirigido al ciudadano Marcos Goitía –apoderado judicial del ac-
cionante–, mediante el cual la Secretaria de Personal del Ejecutivo Re-
gional le informa sobre el estado en que se encuentran las prestaciones
sociales del hoy demandante, renunció tácitamente al derecho de alegar
tal defensa perentoria, luego de haberse consumado la misma.

En efecto, como lo alega el formalizante, la recurrida señaló que desde


la fecha de culminación de la relación laboral hasta la fecha en que se
interpuso la presente demanda, había transcurrido el lapso de prescrip-
ción de un (1) año establecido en el artículo 61 de la Ley Orgánica del
Trabajo, sin que en autos conste algún acto capaz de interrumpirlo.

Ahora bien, con respecto a la renuncia de la prescripción, establecen


los artículos 1.954 y 1.957 del Código Civil, lo siguiente:

Artículo 1.954: No se puede renunciar a la prescripción sino


después de adquirida.
148 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Artículo 1.957: La renuncia de la prescripción puede ser ex-


presa o tácita. La tácita resulta de todo hecho incompatible
con la voluntad de hacer uso de la prescripción.

Sobre este particular, la jurisprudencia y la doctrina han señalado lo que


se indica a continuación:

La renuncia de la prescripción es el acto mediante el cual el deudor ma-


nifiesta expresa o tácitamente su voluntad de no hacer uso de la misma.

Como puede observarse, la renuncia puede ser expresa o tácita, siendo


esta última resultante de todo hecho incompatible con la voluntad de
hacer uso de la prescripción. Son renuncias las compensaciones volun-
tarias, las peticiones de dilación, la oferta de un fiador o de cualquier
deudor y, en general, todo acto que haga suponer seriamente la voluntad
de no hacer uso de la prescripción.

(...) La renuncia a la prescripción hace perder al renunciante


los beneficios del ejercicio de un derecho (el derecho a alegar
dicha prescripción). La renuncia no requiere formalidades o re-
glas sustanciales o solemnes, pero para poderse efectuar debe
haberse consumado previamente la prescripción. (Maduro Lu-
yando, Eloy; Curso de Obligaciones, Ob. Cit., pp. 368 y 369).

La prescripción no es de orden público. No puede el Juez, en


consecuencia, suplirla de oficio, si la parte a quien aprovecha
no la hace valer oportunamente en juicio. (...) En la otra ver-
tiente, la propia facultad atribuida al destinatario de la pres-
cripción, le permite renunciar, expresa o tácitamente, a la
prescripción consumada, siempre que el abdicante pueda dis-
poner válidamente del derecho a que se refiere la prescrip-
ción. (...) La renuncia tácita resulta de todo hecho incompatible
con la voluntad de hacer uso de la prescripción (Arcaya, Ma-
riano; Código Civil, Tomo IV, Caracas, 1968, p. 444).

La renuncia debe resultar de un hecho voluntario del deudor


del que aparezca a la vez su voluntad de no aprovecharse de la
prescripción que tenga a su favor. Menciona la doctrina, como
modos de renuncia tácita, los pagos totales o parciales, las com-
pensaciones voluntarias, las peticiones de dilación, la oferta
del fiador, de una prenda o de una hipoteca y otros análogos.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 149

En el caso de autos, como bien, lo asienta el fallo recurrido, la


manifestación del apelante contenida en el Memorial Informa-
tivo a que se ha hecho referencia, constituye un acto de renun-
cia tácita de la prescripción que existía a su favor, por cuanto
en ella se expresó su conformidad con los datos contenidos en
dicho Memorial. (Gaceta Forense N° 28, pp. 11 y 12, senten-
cia de fecha 28 de abril de 1960). (Sentencia N° 116 de fecha
17 de mayo de 2000).

Conforme a lo anterior, para que opere la renuncia de la prescripción


debe existir un reconocimiento voluntario por parte del demandado
respecto a la acreencia que tenga con el demandante, el cual trae
como consecuencia la pérdida del derecho a oponer la prescripción de
la acción.

Tal reconocimiento voluntario puede ser expreso o tácito, siendo que


este último deviene de todo hecho incompatible con la voluntad de ha-
cer uso de la prescripción.

En el caso de autos, se verifica que tal y como lo alega el formalizan-


te, cursa en el expediente a los folios 125 al 129 oficio de fecha 21 de
diciembre del año 2001, emanado de la Secretaría de Personal del
Ejecutivo del Estado Apure, mediante el cual se le informa al ciudada-
no Marcos Goitía sobre el estado en que se encuentran las prestacio-
nes sociales del accionante entre otros trabajadores más, señalándose
en esa oportunidad que el mismo “no ha consignado por ante esta
secretaría los documentos necesarios para el cálculo de sus pres-
taciones”, por lo que conforme a la reiterada doctrina jurisprudencial
de esta Sala, tal manifestación de la parte demandada constituye indu-
dablemente un reconocimiento de la acreencia que tiene con el traba-
jador, y a su vez, denota la voluntad del patrono de cumplir con la
obligación que se le reclama, cuyo contenido se traduce en una renun-
cia tácita a la prescripción de la acción por parte de la Gobernación
del Estado Apure que le hace automáticamente perder el derecho de
oponer dicha defensa perentoria, según lo disponen los artículos 1.954
y 1.957, delatados como infringidos.

Como quiera que la manifestación de la parte demandada, antes refleja-


da, constituye una renuncia tácita de la prescripción consumada, cuyo
efecto legal es impedirle a ésta alegar en juicio tal defensa perentoria,
debe esta Sala concluir que efectivamente el Sentenciador de Alzada
150 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

aplicó falsamente el artículo 61 de la Ley Orgánica del Trabajo, cuando


declaró procedente la prescripción de la presente acción y, en conse-
cuencia, dejó de aplicar lo dispuesto en los artículos 1.954 y 1.957 del
Código Civil.

En virtud de lo precedentemente expuesto, resulta forzoso para esta


Sala declarar la procedencia de la presente denuncia, lo que acarrea
la declaratoria con lugar del recurso interpuesto y la anulación del
fallo recurrido, con la consecuente reposición de la causa al estado de
que el Juzgado Superior dicte sentencia en cuanto al mérito del asun-
to, tal y como así se establecerá en la parte dispositiva del presente
fallo. Así se resuelve.

3.3 INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN EN LOS PROCESOS


LABORALES

RECURSO DE CONTROL DE LA LEGALIDAD

Ponente: Omar Mora Díaz


Partes: Angélica del Carmen Mendoza Valenzuela contra
Agencia de Festejos, Licorería y Abastos Full 24
Horas, C.A. y otra
Sentencia: N° 2.177 de 30-10-07. Exp. 07-366
Motivo: Cobro de prestaciones sociales y otros conceptos
laborales
Reitera: Criterio establecido en Sentencia de la Sala de
Casación Social, N° 199, de fecha 7 de febrero de
2006
Normas citadas: Código Civil: artículo 1.972; LOPT: artículo 203

En el caso de marras, tal como lo sostiene la parte recurrente, la Alza-


da, tomando como fundamento jurídico el artículo 1.972 del Código Ci-
vil, señaló que al extinguirse la instancia por desistimiento, los actos
procesales efectuados con motivo del procedimiento extinto no pueden
ser considerados como interruptivos de prescripción.

En consecuencia, el Superior sólo consideró como única interrupción


efectuada por la parte demandante, la citación realizada en el procedi-
miento administrativo ante la Inspectoría del Trabajo.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 151

Ahora, visto que la denuncia va dirigida a impugnar lo dicho por la Alza-


da al declarar la prescripción alegada sobre la base de que los actos
procesales efectuados con motivo del procedimiento extinto no pueden
ser considerados como interruptivos de prescripción, a continuación, se
reproduce el criterio que maneja actualmente la Sala, y mediante el cual
se deja claro que las consecuencias de la perención y el desistimiento
del procedimiento no pueden ser las mismas que en el procedimiento
civil ordinario, en el cual por aplicación de la norma 1.972 del Código
Civil, la extinción de la instancia y desistimiento de la demanda, impide
los efectos de la citación del accionado para interrumpir la prescripción
y, por tanto, si el demandante quisiera reclamar su derecho en un proce-
so futuro, el tiempo transcurrido bajo la pendencia del juicio extinguido
debe computarse al tiempo de prescripción.

Contrario al criterio que se maneja en el procedimiento civil ordinario, la


Sala de Casación Social es del criterio siguiente: (Ver Sentencia de la
Sala de Casación Social, N° 199, de fecha 7 de febrero de 2006).

Conforme a la transcripción jurisprudencial antes realizada, en los ca-


sos en que se extingue el proceso, por interpretación extensiva del
artículo 203 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, el nuevo proce-
so laboral impide que se desconozca la eficacia de la notificación judi-
cial practicada en el procedimiento declarado desistido, de manera
que así las cosas, es evidente que el Juez ad quem fue contrario al
criterio ya reiterado por esta Sala de Casación Social sobre el tema,
siendo esto determinante en el caso, pues la falta trajo como conse-
cuencia la errada declaratoria con lugar de la defensa de prescripción
opuesta por la accionada mediante escrito de promoción de pruebas,
ya que habiendo terminado la relación de trabajo el 10 de junio de
2004 (hecho reconocido), se evidencia de las actas que dicho lapso
fue interrumpido por la actora en varias oportunidades, cuestión que
se desprende al analizarse el escrito de promoción de pruebas presen-
tado por la parte demandada, donde ésta reconoce no sólo el acto inte-
rruptivo de fecha 9 de julio de 2004, consistente en notificación
practicada en procedimiento administrativo intentado ante la Inspec-
toría del Trabajo, sino también por el reconocimiento que hace la em-
presa sobre lo alegado por la demandante mediante escrito libelar,
respecto al juicio declarado desistido y aquél cuya admisión fue revo-
cada por contrario imperio en la oportunidad de la audiencia prelimi-
nar, aunado a que en ese mismo escrito de pruebas la accionada se
acoge al argumento que “la citación judicial preserva los efectos
152 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

interruptivos de la prescripción, a menos que el acreedor hubiere


desistido de la demanda o dejare perecer la instancia”.

Así las cosas, resulta procedente el presente recurso de control de la


legalidad interpuesto por la parte demandante contra la sentencia de
Alzada, que como antes se explicara, decidió con un criterio contrario a
la doctrina jurisprudencial de esta Sala de Casación Social, generando
consecuencias determinantes en la dispositiva del fallo, y por esta razón
se anula el fallo recurrido.

En aras de preservar el principio de la doble instancia, se decreta la


reposición de la causa al estado que el Juez Superior competente dicte
nueva sentencia pronunciándose en cuanto al fondo del asunto, previa
notificación de la parte demandada quien no asistió a la audiencia cele-
brada para la decisión del presente recurso recontrol de la legalidad.

3.4 CITACIÓN ANULADA NO CAUSA INTERRUPCIÓN DE LA


PRESCRIPCIÓN

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Omar Mora Díaz


Partes: Nancy Aristizábal Merchán de Di Gennaro contra
C.A. Serenos Asociados
Sentencia: N° 2.067 de 18-10-07. Exp. 07-628
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Normas citadas: Código Civil: artículo 1.972; LOPT: artículos 11 y 168

De conformidad con el artículo 168, ordinal 2° de la Ley Orgánica Pro-


cesal del Trabajo, invoca la formalizante que en la recurrida se infringió
lo dispuesto en el artículo 1972 del Código Civil, en concordancia con lo
dispuesto en el artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, por
falta de aplicación.

Señala, que al haber obrado de esta forma el Juez de la recurrida dejó


de aplicar lo dispuesto en el artículo 1972 y 11 antes mencionados, por-
que de haber aplicado las mismas no hubiera declarado sin lugar la de-
manda por prescripción al no haber un acto interruptivo cuando sí lo
hubo, consistente en la citación cartelaria, la cual no podía perder sus
efectos, pues sólo puede ocurrir ello, de conformidad con lo establecido
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 153

en el señalado artículo 1.972 del Código Civil, el cual señala: que “la
citación se considerará como no hecha y no causará interrupción: 1°.-
Si el acreedor desistiere de la demanda o dejare extinguir la instancia,
con arreglo a lo dispuesto en el Código de Procedimiento Civil; 2°.- Si el
deudor demandado fuere absuelto en la demanda”.

Para decidir, la Sala observa:

Considera la Sala, que la recurrida no incurrió en los vicios que


se le imputan en la presente delación, dado que en el caso fue
declarada nula la citación por carteles por existir graves vicios
e incumplimientos de formalidades esenciales para su validez,
lo que por vía de consecuencia hizo que dicha actuación que-
dara procesalmente inexistente, de manera que carece de sen-
tido que el formalizante pretenda hacerla valer, buscando la
aplicación de la norma jurídica denunciada como infringida –
artículo 1.972 eiusdem–, siendo que su contenido rige para los
supuestos de una citación judicial válidamente practicada, pero
que se considerará como no hecha y no causará interrupción
en los casos que el acreedor haya desistido de la demanda, o
dejare extinguir la instancia con arreglo a lo dispuesto en el
Código de Procedimiento Civil, o cuando el deudor demandado
fuere absuelto en la demanda.

En consecuencia, se declara improcedente la denuncia. Así se decide.

3.5 INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN MEDIANTE CARTAS


MISIVAS

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: Erasmo Alexi Marín Silva contra Consejo Legis-
lativo del Estado Miranda
Sentencia: N° 2.304 de 14-11-07. Exp. 07-838
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Normas citadas: Código Civil: artículos 1.269, 1.363, 1.371. 1.374
y 1.969; LOPT: artículos 78 y 168; CPC: artículo
320; LOT: artículos 61 y 64
154 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

Ciertamente como lo afirma el recurrente, el Juez de Alzada declaró


con lugar la prescripción de la acción, de conformidad con lo previsto
en el artículo 61 de la Ley Orgánica del Trabajo, al considerar que el
último acto interruptivo de prescripción ocurrió el día 4 de septiembre
de 2003, pues, a su entender, las cartas misivas remitidas con posterio-
ridad por el actor al Consejo Legislativo del Estado Miranda, al ser re-
cibidas mas no aceptadas en su contenido, no son suficientes para
constituir en mora al demandado.

Así lo estableció la recurrida al señalar, en la parte motiva del fallo, lo


siguiente:

De los folios 593 al 600, existen misivas dirigidas al director de


Recursos Humanos, Presidente del Consejo Legislativo del
Estado Miranda con acuse de recibo con sello húmedo de reci-
bido por el ente demandado, cuyas fechas en orden cronológi-
co ascendente, desde el 10-06-2002, 30-06-2002, 28-01-2003,
06-02-2003 y 13-06-2004, por reclamación de prestaciones
sociales, dichas misivas son objeto de análisis en el presente
juicio de las cuales se puede determinar que las mismas no
fueron desconocidas por la demandada, por lo tanto se tienen
como hechas, aun cuando en ningún momento fueron recono-
cidas o aceptadas por el organismo a quien se dirigió, por ello
no puede constituirse en mora al ser simplemente recibidas sin
que conste de su conocimiento por parte del órgano, conside-
rando que no fueron atendidos ni aceptados, debemos dejar
destacado el hecho de que no se da aceptación al contenido,
con lo cual no puede ser válida al tener una condición de vo-
luntad del receptor de no tener valor alguno dicha comunica-
ción, y así se decide.

El artículo 61 de la Ley Orgánica del Trabajo, establece que todas las


acciones provenientes de la relación de trabajo prescribirán al cumplirse
un (1) año contado desde la terminación de la prestación de los servicios.

Por su parte, el artículo 64 eiusdem, dispone la formas de interrumpir la


prescripción de las acciones provenientes de la relación de trabajo, se-
ñalando, entre otras, en el literal d) Por las otras causas señaladas en el
Código Civil.

El artículo 1.969 del Código Civil establece que la prescripción se inte-


rrumpe mediante a) una demanda judicial, aunque se haga ante un Juez
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 155

incompetente, siempre que se protocolice por ante la Oficina de Regis-


tro correspondiente y antes de expirar el lapso de prescripción, la copia
certificada del libelo de la demanda con la orden de comparecencia del
demandado, a menos que se le haya citado dentro de dicho lapso; b) con
la notificación al deudor, respecto del cual se quiere interrumpir la pres-
cripción de un decreto o de un acto de embargo; y, c) con cualquier acto
capaz de constituir al deudor en mora, bastando el simple cobro extraju-
dicial para interrumpir la prescripción del crédito.

Por su parte, el artículo 1.371 del Código Civil señala que pueden ha-
cerse valer en juicio como prueba o principio de prueba por escrito, las
cartas misivas dirigidas por una de las partes a la otra, siempre que en
ellas se trate de la existencia de una obligación o de su extinción, así
como de cualquier otro hecho jurídico relacionado con los puntos que se
controviertan. El autor de la carta puede exigir la presentación de ésta a
la persona a quien fue destinada, o ésta producirla en juicio para los
efectos mencionados.

Respecto al valor probatorio de las cartas misivas producidas en juicio,


el artículo 1.374 eiusdem señala que se determinará conforme a las
reglas establecidas en la ley respecto a los instrumentos privados y del
principio de prueba por escrito; pero carecerán de valor las que no es-
tén firmadas por la persona a quien se atribuyan, salvo que hubieren
sido escritas de puño y letra, y remitidas a su destino.

Ahora bien, de acuerdo con las distintas formas de interrupción de los


créditos laborales, previstos tanto en la Ley Orgánica del Trabajo como
en el Código Civil, este último, como medio general de interrupción civil
de la prescripción, para interrumpir la prescripción de las acciones deri-
vadas de la relación de trabajo basta que el trabajador realice, dentro
del lapso previsto en el artículo 61 de la Ley Orgánica del Trabajo, un
acto capaz de poner en mora al patrono, exigiéndole el cumplimiento de
las obligaciones derivadas de las leyes laborales.

En el caso concreto la Sala aprecia que el actor, a los fines de interrum-


pir el lapso de la prescripción que comenzó a transcurrir nuevamente a
partir del 4 de septiembre de 2003, dirigió, entre otras, una carta al
Presidente del Consejo Legislativo del Estado Miranda, en fecha 15 de
julio de 2004 –folio 600 del cuaderno de recaudos– reclamando el pago
de la diferencia de prestaciones sociales debidas durante la relación de
trabajo; y, al mismo tiempo, solicitó una reunión conciliatoria para lograr
la solución del asunto. Dicha comunicación fue recibida por la deman-
156 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

dada en la misma fecha, según consta del sello húmedo, en la parte


inferior derecha, siendo reconocida, además, en la audiencia de juicio.

Ahora bien de acuerdo con los artículos 1.363 y 1.371 del Código Civil
referidos, las cartas misivas pueden hacerse valer como un medio de
prueba, cuando en ellas se trate de la existencia de una obligación o de
su extinción, razón por la cual la carta misiva de fecha 15 de julio de
2004, dirigida por el actor a la demandada, constituye un medio de prue-
ba suficiente para poner en mora a la demandada de conformidad con lo
previsto en el artículo 1.969 eiusdem, toda vez que de ella se desprende
la intención del actor de querer cobrar, fue dirigida a la persona obliga-
da, y la demandada tuvo conocimiento del reclamo del actor, esto es, el
cobro de la diferencia de prestaciones sociales y otros conceptos debi-
dos. De manera que, no se requiere, como lo indicó la recurrida, del
reconocimiento de la obligación ni aceptación del contenido de la carta,
para que pueda constituirse en mora a la demandada, pues resulta sufi-
ciente, a esos fines, el simple conocimiento del demandado del reclamo,
de la obligación existente.

Así pues, y como quiera que a través de la carta misiva fechada 15-7-
2004, el actor constituyó en mora al Consejo Legislativo del Estado
Miranda, a través de un cobro extrajudicial, debe tenerse el mismo como
un acto interruptivo de la prescripción de conformidad con el literal d)
del artículo 64 de la Ley Orgánica del Trabajo, en concordancia con el
artículo 1.969 del Código Civil, fecha en la cual comenzó a correr un
nuevo año para demandar la diferencia de las prestaciones sociales.

Habiéndose interrumpido la prescripción alegada, con la referida carta


misiva de fecha 15 de julio de 2004, e interpuesta la demanda en fecha
el 27 de septiembre de 2004, no resulta aplicable el artículo 61 de la Ley
Orgánica del Trabajo por cuanto no se había cumplido el lapso para
declarar prescrita la acción.

En este sentido, y tomando en consideración los argumentos expuestos,


considera la Sala que la recurrida incurrió en falta de aplicación de los
artículos 64 de la Ley Orgánica del Trabajo, 1.363, 1.371 y 1.969 del
Código Civil y, el artículo 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, y
en falsa aplicación del artículo 61 de la Ley Orgánica del Trabajo, al no
considerar la carta misiva como un acto interruptivo de la prescripción,
y declarar prescrita la acción.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 157

Por las razones anteriores, y al quebrantar la recurrida las mencionadas


disposiciones legales, lo cual resulta determinante del dispositivo, se
declara procedente esta denuncia. En consecuencia, la Sala considera
inoficioso entrar a analizar la otra denuncia formulada.

3.6 EL LAPSO DE PRESCRIPCIÓN NO CORRE DURANTE LA


PENDENCIA DEL PROCESO

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Alfonso Valbuena Cordero


Partes: Julio Vargas Medina y otros contra C.V.G. Elec-
trificación de Caroní, C.A. (C.V.G. EDELCA)
Sentencia: N° 2.132 de 23-10-07. Exp. 07-709
Motivo: Cobro de prestaciones sociales
Confirma: Criterio establecido en sentencia N° 199 de fecha
07 de febrero del año 2006
Normas citadas: Código Civil: artículos 1.969 y 1.972; LOT: artícu-
los 61 y 64

(...) el sentenciador de Alzada declaró sin lugar la defensa de


fondo opuesta sobre la prescripción de la acción, pues consi-
deró que desde el día 23 de agosto de 1997, fecha de culmina-
ción de la relación laboral por efecto de la decisión en sede
administrativa, hasta la fecha de interposición de la demanda
el día 04 de junio del año 2003, habían ocurridos ciertos y de-
terminados actos capaces de interrumpir la prescripción anual
contenida en el artículo 61 de la Ley Orgánica del Trabajo.

Consecuente con lo anterior, uno de los actos que consideró la recurrida


como interruptivo de la prescripción fue la interposición de una primera
demanda en fecha 14 de agosto de 1996 y la posterior notificación que
se le hiciera a la parte demandada de la misma, a pesar de que dicha
causa se declaró extinguida mediante sucesivas actuaciones jurisdic-
cionales, que aunque irregulares, mantuvieron activo el proceso hasta el
día 10 de febrero del año 2003.

Expuesto lo anterior, consideramos necesario transcribir textualmente


el contenido de la norma delata como infringida, es decir, el artículo
1972 del Código Civil, lo cual hacemos de la siguiente:
158 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

La citación judicial se considerará como no hecha y no causará inte-


rrupción:

1° Si el acreedor desistiere de la demanda, o dejare extinguir


la instancia, con arreglo a lo dispuesto en el Código de Proce-
dimiento Civil.

2° Si el deudor demandado fuere absuelto en la demanda.

Según la norma precedentemente transcrita, la citación judicial pierde el


efecto interruptivo de prescripción cuando el actor desiste de la demanda
o deja extinguir la instancia; y cuando el demandado resulta absuelto.

Entonces, subsumiendo lo anterior al caso que nos ocupa, es obvio con-


cluir que al extinguirse el proceso en una primera oportunidad obvia-
mente que la notificación realizada en dicho proceso perdió el efecto
que se requería para interrumpir la prescripción contenida en el artículo
61 de la Ley Orgánica del Trabajo.

No obstante lo anterior, esta Sala de Casación Social considera que el


error en que pudo incurrir el juez de la recurrida no fue determinante del
dispositivo del fallo, pues dicha sentencia sobrevive al examen de casa-
ción, cuando del estudio exhaustivo de las actas procesales se logró
determinar que la parte actora en fecha 8 de febrero del año 2000 logró
interrumpir la prescripción con el registro de la demanda, del auto de
admisión y la orden de comparecencia (folios 111 al 174 de la 5a pieza
del expediente), fecha ésta en la que aún existía la primera causa inter-
puesta en fecha 14 de agosto de 1996, pues la última decisión sobre la
extinción del proceso fue tomada en fecha 10 de febrero del año 2003,
por lo que a pesar de las irregularidades existentes en dicha causa pri-
mogénita, tales errores no pueden ser atribuibles a las partes, ya que
declarar consumada la prescripción por la negligencia del órgano juris-
diccional, constituiría un claro quebrantamiento del contenido esencial
de uno de los derechos fundamentales consagrados en nuestra Carta
Magna, como lo es el derecho a la defensa. Así se establece.

Por consiguiente, al ser el artículo 1972 del Código Civil una norma de
carácter sancionatorio, la misma entonces debe ser objeto de interpre-
tación restrictiva; por consiguiente, el registro de la demanda permite
presumir que el demandado conoce la existencia del juicio, debido a los
efectos erga omnes que caracterizan la publicidad registral y en caso
de que el juicio resulte extinguido, dicha declaratoria no afecta la vali-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 159

dez de dicho acto interruptivo de la prescripción. En otras palabras, la


interrupción de la prescripción por el registro de la demanda, aun decla-
rada la extinción, conserva todo su valor, por cuanto esta interrupción
se produce, precisamente, sin necesidad de que el demandado haya te-
nido conocimiento personal de la demanda o de algún acto interruptivo
de la prescripción.

En consecuencia, la presente acción efectivamente no está prescrita


como acertadamente lo estableció la recurrida, pues efectivamennte ocu-
rrieron ciertas y determinadas actuaciones que fueron capaces de inte-
rrumpir el lapso de prescripción, a tenor de lo dispuesto en los artículos
64 de la Ley Orgánica del Trabajo y 1969 del Código Civil.

Por último y a mayor abundamiento cabe señalar, como así lo indicó el


recurrente en su delación, el criterio actual al respecto por parte de esta
Sala de Casación Social. Así, mediante decisión N° 199 de fecha 07 de
febrero del año 2006, se dejó establecido que el lapso de prescripción
no podría correr durante la pendencia del proceso y habría quedado
válidamente ininterrumpida con la citación judicial verificada en el cur-
so del mismo.
160 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 161

Capítulo XIII

Oferta Real y Depósito

1. PROCEDIMIENTO

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Alfonso Valbuena Cordero


Partes: Carlos Salamanca contra Asuntos y Servicios Pe-
troleros, C.A.
Sentencia: Nº 2.104 de 18-10-07. Exp. 07-624
Motivo: Cobro de prestaciones sociales
Normas citadas: CPC: artículos 823, 824 y 825

Aduce quien recurre, que la sentencia de Alzada infringió por falta de


aplicación los artículos 824 y 825 del Código de Procedimiento Civil, al
otorgarle validez al procedimiento de oferta real intentado por la empre-
sa demanda, sin que en éste se haya cumplido debidamente con todas
las etapas procesales, lo que conllevó a que ordenara erradamente la
deducción del monto depositado a la cantidad total condenada por los
conceptos laborales debidos.

Continúa señalando el recurrente, que en el procedimiento de oferta


real y de depósito signado con el N° 11.612, no se cumplió con lo previs-
162 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

to en los artículos denunciados como infringidos, los cuales señalan ex-


presamente que una vez que se notifique al oferido sobre la cosa ofre-
cida y éste no acepte dicho ofrecimiento, debe indefectiblemente pasarse
a la etapa contenciosa. Por consiguiente, a decir del recurrente, al no
cumplirse tales etapas procedimentales, mal pudo la sentencia recurrida
darle validez al procedimiento de oferta real y como consecuencia de
ello ordenar la deducción del monto depositado al total de los conceptos
laborales condenados, evitando así el pago de los intereses de mora y de
la indexación judicial sobre la cantidad depositada.

Pues bien, de acuerdo con la jurisprudencia reiterada de esta Sala res-


pecto a la figura de la oferta real y del depósito, debe entenderse que en
materia laboral en caso de que exista un procedimiento de oferta real
instaurado por el patrono deudor, sólo debe cumplirse la etapa de juris-
dicción voluntaria contemplada en el Código de Procedimiento Civil,
obviándose por consiguiente la etapa contenciosa contenida en los ar-
tículos 823 y siguientes del citado Código, esto es, con el fin de salva-
guardar el derecho que tiene el débil jurídico de intentar por vía del
juicio ordinario laboral cualquier posible diferencia relacionada con los
elementos que integran ya sea el salario, el preaviso, la antigüedad, ho-
ras extraordinarias, pago de días feriados y domingos trabajados, etc.,
los cuales no pueden ni deben determinarse a través del procedimiento
previsto en el Código de Procedimiento Civil, por cuanto no le son pro-
pios. En consecuencia, en materia laboral, si el trabajador oferido re-
chaza la suma ofrecida, no deberá abrirse la etapa contenciosa y el
procedimiento en ese instante deberá fenecer.

Por otro lado, si el trabajador oferido acepta la suma ofrecida, la conse-


cuencia jurídica del procedimiento de oferta real no será, como sí lo es
en materia civil, la liberación del acreedor de la obligación, pues puede
el trabajador recibir el monto ofertado, sin que esto se entienda como
abandono del derecho que tiene de reclamar posteriormente las dife-
rencias que puedan originarse.

Consecuente, con lo anterior no puede el formalizante alegar que la


recurrida infringió los artículos 824 y 825 del Código de Procedimiento
Civil, pues como se dijo, en materia laboral la etapa contenciosa del
procedimiento de oferta real no debe cumplirse por las razones ante-
riormente señaladas.

Por consiguiente, se declara improcedente la denuncia. Así se decide.


DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 163

Capítulo XIV

Privilegios y Prerrogativas Procesales

1. EMPRESAS DEL ESTADO

RECURSO DE CONTROL DE LA LEGALIDAD

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: María Teresa Rangel contra Puertos del Litoral
Central P.L.C., S.A.
Sentencia: Nº 2.243 de 06-11-07. Exp. 07-034
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Normas citadas: CRBV: artículo 21; CPC: artículo 15; LOPT: ar-
tículos 59 y 64; DFLOPGR: artículos 66 y 74
Referencia
Jurisprudencial: Sentencia de la Sala Constitucional N° 2.291 de 2006

Señala el recurrente que la sentencia recurrida violó normas de orden


público contraviniendo lo establecido en el artículo 21 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela; en el artículo 15 del Código de
Procedimiento Civil; y, en los artículos 59 y 64 de la Ley Orgánica Proce-
164 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

sal del Trabajo, al crear y otorgar un privilegio a la empresa demandada


que no le corresponde, exonerándola de las costas del proceso.

Asimismo señala el recurrente que el Juez Superior entiende que la so-


ciedad mercantil demandada, en tanto que empresa cuyo capital accio-
nario pertenece al Estado venezolano, goza de privilegios procesales no
pudiendo ser condenada en costas.

Alega que los privilegios son una excepción a la garantía constitucional


de igualdad ante la ley, de allí que sólo puedan ser establecidos constitu-
cional o legalmente; y en el presente caso, ninguna norma legal dispone
que la empresa demandada, PUERTOS DEL LITORAL CENTRAL
P.L.C., S.A., goce de los privilegios de la República o del Fisco Nacio-
nal, ni ninguna norma legal exonera a dicha empresa del pago de las
costas procesales, motivo por el cual al resultar totalmente vencida, debía
ser condenada al pago de las costas de conformidad con los artículos 59
y 64 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

La Sala observa:

La sentencia de la Sala Constitucional N° 2.291 de 2006, analizando los


privilegios procesales de entes distintos a la República señaló lo siguiente:

(...) si bien es cierto que la Ley Orgánica de Administración


Pública consagró la aplicación de los privilegios procesales a
entes distintos a la República, como es el caso de los institutos
autónomos (artículo 97), tal normativa no hizo extensivo dicho
privilegio a las denominadas empresas del Estado, ya que es
menester aclarar que para que tal privilegio sea aplicable a
determinado ente público es necesario que exista expresa pre-
visión legal al respecto.

La referida ley dedica una sección a las empresas del Estado,


dirigido a establecer su forma de creación y la legislación que
las rige, pero no le otorga, como sí lo hace de forma directa a
los institutos autónomos, tales privilegios y prerrogativas.

Con base en el criterio expuesto, se observa que la demandada, PUER-


TOS DEL LITORAL CENTRAL, P.L.C., S.A., es una sociedad mer-
cantil con personalidad jurídica propia, constituida ante el Registro
Mercantil II de la Circunscripción Judicial del Distrito Federal y del
Estado Miranda el 28 de febrero de 1992, bajo el N° 5, Tomo 90-A
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 165

Sgdo., expediente N° 374612, cuyo único accionista era el Fondo de


Inversiones de Venezuela, a la cual no le son aplicables los privilegios
establecidos en los artículos 66 y 74 del Decreto con Fuerza de Ley
Orgánica de la Procuraduría General de la República, pues la Ley
Orgánica de la Administración Pública no hizo extensivo los privile-
gios y prerrogativas de la República a las empresas del Estado, las
cuales gozarán de dichos privilegios sólo cuando la ley expresamente
así lo establezca.

El artículo 59 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo establece que


se condenará al pago de las costas a la parte que resulte vencida total-
mente en un proceso.

Por su parte el artículo 64 eiusdem dispone que las costas proceden


contra los estados, municipios, institutos autónomos, empresas del Es-
tado y las personas morales de carácter público.

En el caso concreto, la demandada es una empresa del Estado, la cual


fue totalmente vencida en el proceso; y, como se explicó anteriormen-
te, de conformidad con la Ley Orgánica de la Administración Pública,
no goza de los privilegios y prerrogativas de la República, razón por la
cual, de conformidad con los artículos 59 y 64 de la Ley Orgánica Pro-
cesal del Trabajo, debe ser condenada en costas.

Es así que de conformidad con lo aquí expuesto, la recurrida consideró


que la demandada goza de las prerrogativas y privilegios procesales en
virtud de lo consagrado en la Ley Orgánica de la Hacienda Pública
Nacional y el Decreto con Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría
General de la República y, en consecuencia, no la condenó en costas,
evidenciándose la violación de los artículos 59 y 64 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, así como la Ley Orgánica de la Administración
Pública y el Decreto con Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría
General de la República, razón por la cual se declara con lugar el re-
curso de control de la legalidad interpuesto por la parte actora; y, en
consecuencia, se anula la decisión recurrida. Así se decide.
166 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 167

Capítulo XV

Procedimiento en Instancia conforme


a la Ley Orgánica Procesal del Trabajo

1. GENERALIDADES

1.1 RECTORÍA DEL JUEZ EN EL PROCESO. INICIATIVAS


PROBATORIAS

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Omar Mora Díaz


Partes: Valentino Caravelli contra Cadena de Tiendas
Venezolanas Cativen, S.A.
Sentencia: Nº 2.155 de 25-10-07. Exp. 07-677
Motivo: Cobro de indemnización por enfermedad profesional

(...) la Alzada concluyó que si bien anteriormente el Instituto Venezola-


no de los Seguros Sociales diagnosticó que la enfermedad que sufre el
actor era de origen ocupacional, sin embargo, no le evidenciaba al Sen-
tenciador, que para la conclusión del mismo se hubiere efectuado un
168 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

análisis o estudio del puesto de trabajo y de las condiciones físicas y


psicológicas preexistentes del trabajador, y si bien indicaba que era pro-
ducto del exceso de trabajo y el estrés al que estaba sometido, tampoco
se señaló cómo se obtuvo dicha información.

Ahora, acerca de la violación del principio de irretroactividad denuncia-


do en la presente delación, cabe destacar que ello fue objeto de estudio
por parte de la Alzada, al ser un punto que el demandante también alegó
en apelación, y sobre el que acertadamente indicó –el Superior– que
bajo los argumentos del apelante no había tal infracción, por cuanto el
Instituto que realizó un posterior informe médico, Instituto Nacional de
Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL), existía antes
de la reforma de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio
Ambiente de Trabajo; informando además que dicho informe tuvo lugar
con ocasión a una prueba de experticia médica ordenada por el Juez a
quo en el transcurso del proceso, al considerar que si la enfermedad
era ocupacional o no, ello era una cuestión controvertida que había que
dilucidar en el proceso.

Visto el criterio del Superior al respecto, el cual se ha considerado ajus-


tado a derecho, agrega la Sala que los Jueces, según la Ley, tienen
atribuida en su actividad de valoración probatoria, la regla que les exige
apreciar las pruebas según las reglas de la sana crítica, así como tam-
bién tienen la facultad de ordenar la evacuación de otros medios de
prueba, cuando así lo consideren conveniente al caso, para procurarse
obtener un criterio mucho más amplio en los procesos en que una prue-
ba ofrecida por alguna de las partes sea insuficiente para formarse una
convicción fehaciente.

En el presente asunto, la experticia en discusión fue solicitada por la


contraparte, pues ésta quiso demostrar con exámenes médicos que el
actor no padece de la enfermedad alegada, y que de padecerla, la
misma no era el resultado de su actividad en la empresa, fue así como
tal experticia es ordenada a realizar por el a quo, con la particularidad
que consideró que podía efectuarla el Instituto Nacional de Preven-
ción, Salud y Seguridad Laborales, tal y como así se llevó a efecto por
orden del Tribunal.

Tal actividad desplegada por el a quo, lejos de ser atentatoria, es pro-


ducto de su actuación como director del proceso, pues la instancia, por
razones de economía y mayor credibilidad, delegó la realización de la
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 169

experticia solicitada por la empresa, en cabeza de un órgano del Estado


con competencia en materia de salud en el trabajo.

Fue así, como el Superior sin pasar por alto el análisis de ninguna de
estas dos pruebas, las apreció soberanamente con atención a las reglas
de la sana crítica, y bajo la justificación de que este último contenía una
serie de elementos y estudios realizados, y la consideración de otros
factores que inciden en la enfermedad, como la obesidad, la Alzada
concluyó que efectivamente el actor padece de un enfermedad, de la
cual no se demostró que resultaba consecuencia del trabajo.

Hechas las anteriores consideraciones, la Sala concluye que no existe


el vicio denunciado en la actual delación, motivo por el cual la misma se
declara improcedente. Así se decide.

1.2 MEDIOS PROBATORIOS

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Omar Mora Díaz


Partes: Valentino Caravelli contra Cadena de Tiendas
Venezolanas Cativen, S.A.
Sentencia: Nº 2.155 de 25-10-07. Exp. 07-677
Motivo: Cobro de indemnización por enfermedad profesional
Normas citadas: LOPT: artículos 69 y 70

(...) la Sala aclara a la parte demandante formalizante, que tal como lo


contempla la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, los medios probato-
rios tienen por finalidad acreditar los hechos expuestos por las partes,
producir certeza en el órgano de decisión acerca de los puntos contro-
vertidos, a los fines de fundamentar sus fallos (artículo 69), de manera
pues, que para ello las partes pueden valerse de los medios probatorios
que determinan la ley adjetiva laboral, el Código de Procedimiento Civil,
el Código Civil y otras leyes de la República, así como de cualquier otro
no expresamente prohibido por la ley (artículo 70).
170 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

2. AUDIENCIA PRELIMINAR

2.1 DESPACHO SANEADOR Y FALTA DE CUALIDAD DEL


DEMANDADO

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Luis Eduardo Franceschi


Partes: Orlando José Zambrano Pérez contra Justiniano
Antonio Mascarreño
Sentencia: Nº 1.447 de 03-07-07. Exp. 07-027
Motivo: Cobro de prestaciones sociales
Reitera: Doctrina establecida en sentencia Nº 248, de fe-
cha 12-04-2005, en el caso Hildemaro Vera Wee-
den contra Cervecería Polar, referida al Despacho
Saneador; y, sentencia Nº 502, en el caso Virginia
López contra Indulac de fecha 20-03-2007, refe-
rida a la reforma de la demanda
Normas citadas: LOPT: artículos 123, 124, 134; CRBV: artículos
257; CPC: artículos 17 y 170
Referencia
Jurisprudencial: Sala Constitucional en decisión Nº 183, de fecha
08-02-02, en el caso Hugo Dam contra Plásticos
Ecoplast C.A.

Atiende la actual delación a la indefensión producida por la reposición


no decretada ante la falta de aplicación del artículo 134 de la ley adjeti-
va laboral que prevé la figura del despacho saneador.

En tal sentido, se constata que efectivamente el actor en la oportunidad


de presentar el libelo de la demanda, acciona expresamente contra una
persona natural y no contra una persona jurídica, pero al identificar al
que fungió como su empleador, lo hace vinculándolo como “propietario”
de la sociedad mercantil PROLAF S.A., y al describir sus funciones
deja entrever que el servicio por él prestado era en beneficio de dicha
sociedad mercantil.

Llegada la oportunidad de la audiencia preliminar, en fase de mediación,


surge el contacto del Juez con las partes y se advierte la circunstancia
de la falta de cualidad de los sujetos involucrados en la controversia.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 171

Así las cosas, el actor en esta ocasión reconoce el error cometido en


la identificación del demandado y propone enmendarlo recurriendo para
ello a la institución conocida como el despacho saneador, prevista en
el artículo 134 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, cuyo tenor es
el siguiente:

Si no fuera posible la conciliación, el Juez de Sustanciación,


Mediación y Ejecución deberá, a través del despacho sanea-
dor, resolver en forma oral todos los vicios procesales que pu-
diere detectar, sea de oficio o a petición de parte, todo lo cual
reducirá en un acta.

Sin embargo, el juzgador negó tal pedimento y posteriormente declaró


procedente la falta de cualidad opuesta por el demandado en la contes-
tación:

Ahora bien, es menester estudiar en el caso bajo análisis cuál es el


alcance de la figura del despacho saneador. Así encontramos que esta
Sala se ha pronunciado en cuanto a la naturaleza jurídica de la misma,
los momentos en que puede ordenarse y la importancia de su aplicación,
y en decisión Nº 248, de fecha 12-04-2005, en el caso Hildemaro Vera
Weeden contra Cervecería Polar, estableció lo siguiente:

La naturaleza jurídica de esta institución puede ser establecida


a partir del objeto de la misma, que es, como se dijo, depurar el
ulterior conocimiento de una demanda cuando adolece de de-
fectos en el libelo o vicios procesales. Por ello se ha atribuido
al juzgador, como director del proceso y no como espectador,
no sólo la facultad sino también la obligación, de controlar que
la demanda y la pretensión en ella contenida, sean adecuadas
para obtener una sentencia ajustada a Derecho. Comúnmente
esta actividad contralora del juez es exigida en la primera eta-
pa del proceso, dependiendo del defecto que la motive.

Cabe insistir en que el control sobre los presupuestos no debe


darse en etapas finales del juicio, sino que debe estar ligado
al despacho saneador, como una facultad y un deber del juez
competente que permita terminar el proceso, u ordenar su
depuración, en cualquier momento en que constate la ausen-
cia de un presupuesto procesal o un requisito del derecho de
acción que requiera de su fenecimiento o que por medio de
un auto de reposición que haga renovar, en casos específi-
172 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

cos, el acto al momento oportuno para aplicar el correctivo


formal del caso, sin esperar que el control sea requerido por
el opositor de una excepción. Todo ello con la finalidad de
evitar que el juez, cumplidas las etapas sustanciales, llegue a
un pronunciamiento formal en el que constate la existencia
de obstáculos o impedimentos trascendentales para emitir una
sentencia de fondo, ya por invalidez o ineficacia, pero siem-
pre buscando un control para remediarlos. Es igualmente ne-
cesario advertir que no puede caerse en una interpretación
excesiva del principio de especificidad en materia de nulida-
des, toda vez que no siempre el legislador ha de tutelar todos
los casos posibles sancionables.

Es importante rescatar, al tratar sobre el despacho saneador,


los planteamientos elaborados por la doctrina extranjera desde
principios del siglo pasado, en la que se sostenía que no puede
dejarse el control de estos defectos a las partes, sino al juez,
extendiendo tal prioridad a los presupuestos materiales para la
sentencia de fondo. El control del proceso –decía Bulöw– no
puede confiarse al opositor con prescindencia del juez. Per-
manecer arraigado a la teoría de las excepciones procesales y
mixtas, desconociendo el principio procesal del juez compe-
tente para aplicar el despacho saneador, restringiendo los de-
fectos formales a la denuncia realizada por la parte opositoria,
es relegar la eficacia del proceso a la teoría de la nulidad pro-
cesal y las normas del Derecho Procesal a una concepción
privatista sobre el proceso contractual puro.

En nuestra legislación, tal como quedó previamente estableci-


do, la institución jurídica está contemplada en la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, al establecer la potestad y obligación de
los jueces de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Traba-
jo de examinar, antes de admitir la demanda, si el libelo cumple
con los extremos exigidos en el artículo 123 de la citada Ley y
de aplicar, en un primer momento, el despacho saneador, cuan-
do el juez ordena al demandante “con apercibimiento de pe-
rención”, corregir la demanda por incumplir con los requisitos
establecidos en la Ley (artículo 124); y, en un segundo mo-
mento, la Ley establece que cuando no fuera posible la conci-
liación, los jueces deberán, a través del despacho saneador,
corregir oralmente –lo cual deberá constar en acta– los vicios
formales que puedan obstaculizar el desenvolvimiento pleno
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 173

del proceso. La citada Ley los compromete, además, con la


responsabilidad de que el proceso sea realmente un instrumento
de la justicia en los términos del vigente Texto Constitucional.

Al respecto, se reitera lo dicho en la audiencia oral y en ejerci-


cio de la función pedagógica que la Sala ha asumido, se esta-
blece que el despacho saneador es una herramienta
indispensable para la humanización del proceso laboral, por lo
que se exhorta a los jueces aplicar el despacho saneador con
probidad y diligencia, y no simplemente dejen de aplicarlo por
falta de diligencia, lo cual no debe caracterizar la conducta de
nuestros jueces, pues la Sala encontró que se desprende del
libelo una inepta acumulación de pretensiones, las cuales de-
ben ser corregidas cuando se aplique el despacho saneado.

Por otra parte, en lo que respecta al asunto de la falta de cualidad del


demandado, que es lo que realmente se deduce tras la solicitud de apli-
cación de la figura del despacho saneador, ciertamente tal y como lo
alega el recurrente, la Sala Constitucional se pronunció en decisión Nº
183, de fecha 08-02-02, en el caso Hugo Dam contra Plásticos Ecoplast
C.A., de la manera que sigue:

(...) apunta la Sala, que por notoriedad judicial conoce cómo


en materia laboral, las personas jurídicas patronales utilizan
prácticas tendentes a confundir al trabajador sobre quién es su
verdadero empleador; o cómo surgen –a veces hasta por azar–
situaciones que enmascaran al verdadero patrón. Esto último
puede ocurrir cuando el trabajador presta sus servicios en un
fondo de comercio con un nombre comercial definido, recibe
el pago y las instrucciones de una persona física, pero desco-
noce –ya que recibe información insuficiente– quién es el ver-
dadero empleador, por lo general una persona jurídica a quien
el trabajador ignora.

Los enmascaramientos y la información insuficiente son acti-


tudes violatorias del artículo 17 del Código de Procedimiento
Civil, y que contrarían el artículo 1.160 del Código Civil, que
pauta que los contratos (entre los que está el de trabajo) se
ejecutan de buena fe.

Será la actitud procesal de la persona citada que concurre al


proceso como emplazado, la clave para reconocer que, así lo
174 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

niegue, se está ante el verdadero demandado, y que es sólo su


deslealtad procesal, la que está entorpeciendo al proceso.

En materia laboral, existe la exigencia de que la demanda de


cualquier clase contenga la identificación precisa del deman-
dado, pero conforme a lo apuntado en este fallo, tal requisito
tiene que ser interpretado por el juez con laxitud, a fin de evi-
tar fraudes y deslealtades procesales, los cuales son proclives
que ocurran en el área laboral, debido al desequilibrio que pue-
de existir entre empleadores y trabajadores.

Muchas veces, el trabajador comienza a laborar en un fondo


de comercio, en una fábrica o en una empresa que exhiben
una denominación comercial muy distinta a la de la persona
jurídica efectivamente propietaria. Dentro de ese contrato de
trabajo, unas relaciones se llevan con jefes de personal, admi-
nistradores, gerentes y nunca con los reales directivos de las
sociedades, que a veces –al igual que la persona jurídica que
funge de patrono– tienen su domicilio en otra circunscripción
judicial. No es raro que hasta la papelería que se utilice en el
contrato de trabajo se refiera a la denominación del fondo de
comercio, de la fábrica, etc., sin mencionar para nada la iden-
tificación del verdadero empleador; y así va transcurriendo una
relación laboral entre un trabajador y un fantasmal patrono.

Los contratos de trabajo, como cualquier contrato, deben ser


cumplidos de buena fe, y la buena fe del trabajador se funda
en la creencia que la persona con quien mantiene la relación
es realmente el patrono, que es quien le paga y le da órdenes o
instrucciones, por lo que desconoce a la sociedad empleadora,
sus datos de registro, sus representantes, etc.

Ante esa creencia, el trabajador identifica como demandado


a quien con él mantiene la relación como subordinante, por
aparecer éste como propietario del fondo de comercio, de la
industria o de la empresa, de las cuales muchas veces no
logra obtener un dato firme sobre con quién ha contratado, ni
si se trata o no de una persona jurídica. En estos casos, hasta
suele confundirse el fondo de comercio, sin personalidad jurí-
dica, con quien lo dirige y la acción se incoa contra él, como
director del fondo.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 175

Es posible en estos supuestos, que los datos aportados


en el libelo sobre el demandado no sean tan precisos,
pero ello no puede perjudicar al accionante, si la perso-
na emplazada o citada es realmente el patrono o su re-
presentante, a pesar que lo niegue o exija correcciones
a la demanda. El juez es un tutor de la buena fe, confor-
me a los artículos 17 y 170 del Código de Procedimiento
Civil. Si la persona natural o jurídica citada como de-
mandado, no lo fuere, y a pesar de ello, suplanta al ver-
dadero patrono, traba la litis y se produce un fallo, el
verdadero demandado, contra quien se piden los efectos
del fallo, podrá solicitar la invalidación de tal proceso
donde nunca fue parte y anular la aparente citación ini-
cial que lo ponía a derecho. Es más, antes de la senten-
cia, ese verdadero demandado podría intervenir y solicitar
la nulidad de las actuaciones. Pero, nada de esto será
posible ni legal, si el “verdadero” demandado concurrió
al juicio, y fijó los límites de la litis, así su identificación
en la demanda no sea perfecta, ya que la relación jurídi-
ca procesal se formó correctamente.

Si el trabajador demanda a una persona natural como pro-


pietaria del fondo de comercio donde labora, y ésta, quien
a su vez es presidente de la persona jurídica dueña del
fondo, es citado, mal puede oponer como defensa la in-
formación insuficiente que ha dado al trabajador sobre
quién es el empleador, y aducir que la demanda ha sido
mal incoada, porque no se demandó a la persona jurídi-
ca. El reconocimiento de tal situación por parte del cita-
do, a juicio de esta Sala, convalida el error en que incurrió
el demandante y la persona jurídica queda constituida
formalmente en demandada, ya que su representante ha
sido emplazado y la pretensión se refiere a la relación
laboral que existe entre el accionante y el demandado, la
cual tiene un vicio de forma reparable, cual es una iden-
tificación incompleta o imprecisa del demandado que
queda saneada, como quedaría si una cuestión previa por
la misma causa hubiese sido opuesta. En estos casos se
ha corregido el vicio sin necesidad de la cuestión pre-
via. Tal convalidación se hace más patente cuando el ci-
tado total o parcialmente traba la litis sobre el fondo de
la causa. (Negrillas y subrayado de la Sala).
176 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

A la luz de ambas citas jurisprudenciales, puede afirmarse que quien


recurre tiene parcialmente la razón en sus planteamientos. Decimos
parcialmente, porque equivoca la denuncia al enfocarla desde el punto
de vista de que fue la falta de aplicación del artículo 134 eiusdem lo que
provoca la indefensión, cuando lo cierto es que no era ésta la figura
aplicable, pues su naturaleza está dirigida a subsanar vicios formales
que puedan obstaculizar el desenvolvimiento pleno del proceso, pero no
S
puede estar concebida como un subterfugio que permita suplir deficien-
cias de las partes y como atinadamente expresó el ad quem, en el caso
de marras, lo que pretendió el actor al solicitar corregir la identificación
de la parte demandada, excedía de la mera forma, implicaba una refor-
ma de la demanda, la cual sólo es posible antes del inicio de la audiencia
preliminar, tal y como lo señaló esta Sala en fecha 20-03-2007, senten-
cia Nº 502, en el caso Virginia López contra Indulac.

Ahora bien, independientemente de que es acertada la conclusión a la


que arriba el Juez, al negarle aplicación a la norma contentiva de la
institución del despacho saneador, por considerar que no se encontraba
presente el supuesto de hecho necesario para su procedencia, no puede
la Sala dejar pasar por alto que el actor en el sustrato de su plantea-
miento le asiste la razón. Ello es así, de acuerdo con el criterio emanado
de la Sala Constitucional al que se hizo referencia supra, según el cual
dada la forma en que el demandado contestó la demanda el Juez ha
debido dar por convalidado el error en que incurrió el actor, toda vez
que el reconocimiento por parte del citado al oponer como defensa que
el trabajador debió demandar a la empresa PROLAF S.A. y no a él en
su carácter de dueño, ya que sólo es accionista y miembro de la junta
directiva ocupando el cargo de Director Gerente de la misma, hace que
la persona jurídica quede constituida formalmente en demandada al ha-
ber comparecido a juicio su representante legal. En consecuencia, de-
bieron los juzgadores declarar sin lugar la falta de cualidad interpuesta
por el demandado en virtud de los argumentos expuestos.

Esta situación se hace palpable en el extracto de la sentencia de prime-


ra instancia que a continuación se cita:

(...) la prestación de servicios que no fue de carácter personal,


se inició y transcurrió por más de cuatro (4) años y se extin-
guió como un vínculo mercantil perfectamente aceptado por el
demandante, aun cuando no era con el demandado, sino con la
empresa procesadora de Lácteos F, S.A. (PROLAF S.A.) y
que él representa. (Resaltado de la Sala).
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 177

En mérito de las consideraciones que anteceden, esta Sala, extremando


sus funciones, estima que si bien es cierto el impugnante yerra al seña-
lar que era factible a través del despacho saneador corregir el error in
commento, tal desacierto no puede convertirse en óbice para reconocer
que el Juez de la recurrida no actuó conforme a los principios que rigen
la justicia social, al dejar de aplicar la doctrina emanada de la Sala Cons-
titucional de este Máximo Tribunal y ratificada por esta Sala en senten-
cia Nº 1170 de fecha 11 de agosto de 2005 (caso: Gilberto Jesús
Solares Sevillano contra Nunzio Basile Colosi), en torno a la materia
debatida, toda vez que de haber tomado en cuenta el criterio jurispru-
dencial en ellas contenido, hubiese declarado sin lugar la defensa de
falta de cualidad, ello ante la confesión efectuada por el demandado en
el acto de contestación de la demanda, al reconocerse como miembro
de la junta directiva y, por ende, representante legal de una empresa
que en su decir debió ser la demandada.

En virtud de las razones expuestas se declara procedente la denuncia


examinada. Así se decide.

2.2 NOTIFICACIÓN DEL DEMANDADO

2.2.1 Notificación por correo certificado

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Omar Alfredo Mora Díaz


Partes: Pedro Rafael Cortez contra Corporación de Ser-
vicios Agropecuarios S.A. (CORSERAGRO)
Sentencia: Nº 1.740 de 07-08-07. Exp. 07-472
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales e
indemnizaciones por accidente de trabajo
Normas citadas: LOPT: artículos 127 y 168; CPC: artículos 220 y
221; LOT: artículos 50 y 51

De conformidad con el ordinal 1° del artículo 168 de la Ley Orgánica


Procesal del Trabajo, se delata nuevamente el quebrantamiento de for-
mas sustanciales que menoscabaron el derecho a la defensa de la parte
demandada, por cuanto el Tribunal de Primera Instancia ordenó que se
practicara la notificación por correo certificado con aviso de recibo, y a
los autos cursa recibo de citaciones judiciales N° 117714, del cual se
178 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

evidencia que el contenido de la notificación dirigida al Gerente de la


Planta de CORSERAGRO, ciudadano Mario Riverón, fue recibida por
el ciudadano Luis Antonio Malavé, quien se desempeña según el recibo
en comento, como seguridad, es decir, dicha notificación no fue recibida
por ninguno de los representantes del patrono a que se refieren los ar-
tículos 50 y 51 de la Ley Orgánica del Trabajo, lo cual conlleva a la
violación de lo establecido en los artículos 220 y 221 del Código de
Procedimiento Civil.

Por otra parte, aduce el formalizante que siguiendo con esta cadena de
violaciones, el Tribunal de la causa modificó el auto de admisión de la
demanda, según consta de auto de fecha 21 de abril de 2006, cambiando
la hora de celebración de la audiencia preliminar, sin notificarse de tal
situación a la empresa demandada.

Para decidir, la Sala observa:

Respecto a la primera parte de la delación, se verifica que corre inserto


a los folios 32 y 33 del expediente, las resultas de la notificación por
correo certificado con aviso de recibo, practicada por el Instituto Postal
Telegráfico en la sede de la demandada, según se evidencia de acuse
de recibo de citaciones y notificaciones judiciales N° 117714, en donde
se deja constancia que la misma fue entregada al ciudadano Luis Anto-
nio Malavé, titular de la cédula de identidad N° 12.741.470, quien dijo
ocupar el cargo de “Seguridad”.

En este sentido, dispone el artículo 127 de la Ley Orgánica Procesal del


Trabajo, norma especial que regula la notificación por correo certifica-
do con aviso de recibo en el proceso laboral, lo siguiente:

Artículo 127. También podrá el demandante solicitar la notifi-


cación por correo certificado con aviso de recibo.

La notificación por correo del demandado se practicará en


su oficina o en el lugar donde ejerza su comercio o industria,
en la dirección que previamente indique el solicitante. El Al-
guacil depositará el sobre abierto conteniendo el cartel a que
hace referencia el artículo 126 de esta Ley, en la respectiva
oficina de correo.

El funcionario de correo dará un recibo con expresión de los


documentos incluidos en el sobre del remitente, del destinata-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 179

rio, la dirección de éste y la fecha de recibo del sobre y lo


cerrará en presencia del Alguacil. A vuelta de correo, el admi-
nistrador o director enviará al Tribunal remitente el aviso de
recibo firmado por el receptor del sobre indicándose, en todo
caso, el nombre, apellido y cédula de identidad de la persona
que lo firma.

El mencionado aviso de recibo será agregado al expediente


por el Secretario del Tribunal, dejando constancia de la fecha
de esta diligencia y al día siguiente comenzará a computarse el
lapso de comparecencia del demandado.

Del dispositivo legal transcrito, se observa que la Ley Orgánica Proce-


sal del Trabajo, a diferencia de lo dispuesto en los artículos 220 y 221
del Código Adjetivo Civil delatados como infringidos, no prevé que la
notificación del demandado deba ser firmada por el representante legal
o judicial de la persona jurídica en cuestión o, en su defecto, por alguno
de sus directores o gerentes, pues sólo exige que la misma debe practi-
carse en la dirección de la parte demandada que previamente indique el
solicitante, respecto de la oficina o lugar donde ésta ejerza su comercio
o industria, debiéndose devolver simplemente el recibo firmado por el
receptor, en todo caso, con la indicación del nombre, apellido y cédula
de identidad de la persona que lo firma.

En consecuencia, al no requerir la norma especial que regula la notifi-


cación por correo certificado con aviso de recibo, como requisito esen-
cial entregar la misma personalmente a cualesquiera de los representantes
del patrono a que hace referencia los artículos 50 y 51 de la Ley Orgá-
nica del Trabajo, resulta forzoso para la Sala declarar la improcedencia
de este primer supuesto planteado en la denuncia. Así se decide.

En cuanto al segundo aspecto esbozado, se aprecia que según auto de


fecha 21 de abril de 2006, el Tribunal de la causa reprogramó con antici-
pación la audiencia preliminar para el mismo día, pero en un horario pos-
terior al inicialmente pautado en el auto de admisión, lo cual en ningún
caso constituye motivo de indefensión para las partes, toda vez que éstas
tuvieron oportunidad de tener conocimiento de dicha circunstancia.
180 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

3. PROCEDIMIENTO DE SEGUNDA INSTANCIA

3.1 APELACIÓN CONTRA ACTA QUE DECLARA ADMITIDOS LOS


HECHOS

RECURSO DE CONTROL DE LA LEGALIDAD

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: María Goretty De Abreu Dos Santos contra Ali-
mentos La Integral, C.A. y otra
Sentencia: Nº 2.086 de 18-10-07. Exp. 07-1125
Motivo: Cobro de prestaciones sociales
Confirma: Criterio establecido en sentencia N° 0248 de fe-
cha 12 de abril de 2005 (caso Hildemaro Vera
Weeden contra Cervecería Polar, C.A.)
Normas citadas: LOPT: artículos 131, 158, 159 y 165.

En el caso concreto, el fallo recurrido es una decisión interlocutoria


emanada del Juzgado de Alzada que ordenó al Juzgado Segundo de Pri-
mera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo de
la Circunscripción Judicial del Estado Aragua, la publicación de la sen-
tencia, en virtud de que sólo se pronunció sobre la admisión de los he-
chos por la incomparecencia de la parte demandada. Al respecto, este
Tribunal, en acta de fecha 27 de marzo de 2007, expresó que motivaría
el fallo que resolviera el fondo de la controversia y lo publicaría dentro
de los cinco (5) días siguientes, conforme a los artículos 159 y 165 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

Ahora bien, el Juzgado Superior ,conociendo del recurso de apelación de


la parte demandada, en vez de pronunciarse sobre el motivo de incompa-
recencia de la parte demandada a la audiencia preliminar, ha debido orde-
nar la remisión del expediente al mencionado Tribunal de Sustanciación,
Mediación y Ejecución del Trabajo, a los fines de la publicación de la
sentencia que resolviera el fondo, sin más motivación, siendo que el Tri-
bunal de Sustanciación incurrió en una infracción del artículo 131 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, que dispone que al no comparecer el
demandado a la audiencia preliminar, se presumirá la admisión de los he-
chos alegados por el demandante y el tribunal sentenciará en forma oral
conforme a dicha confesión, en cuanto la petición del demandante no sea
contraria a derecho, reduciendo la sentencia a un acta que elaborará el
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 181

mismo día, la cual, conforme a la doctrina de esta Sala establecida en


sentencia N° 0248 de fecha 12 de abril de 2005 (caso Hildemaro Vera
Weeden contra Cervecería Polar, C.A.), se podrá publicar dentro de los
cinco (5) días siguientes a su pronunciamiento, pero dicha acta debe con-
tener, conforme a la citada disposición legal, el dispositivo de la decisión,
lo cual no sucedió en el presente caso, por lo que no ha debido haberse
remitido el expediente al Superior con motivo del recurso de apelación,
porque dicha acta no tiene apelación, y el Juzgado de Alzada ha debido
percatarse de tal error y no decidir el recurso.

Por tanto, la Sala advierte al Juez de Sustanciación que conoció del pre-
sente asunto, la consecuencia establecida en el Parágrafo Único de los
artículos 158 y 165 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, así como al
Juzgado de Alzada que en lo sucesivo no vuelva a incurrir en tal error.

3.2 INCOMPARECENCIA DEL APELANTE A LA AUDIENCIA DE


SEGUNDA INSTANCIA

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Alfonso Valbuena Cordero


Partes: José Gilberto Galvis Borjas contra Colectivos Ba-
rrio Sucre Libertador Administración Obrera C.A.
Sentencia: Nº 2.068 de 18-10-07. Exp. 07-765
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Confirma: Criterio establecido en sentencia N° 1.378 del 19
de octubre de 2005 (caso: Rodolfo Jesús Sala-
zar González y otro contra Federal Express
Holding S.A.)
Normas citadas: LOPT: artículos 130, 131, 151, 164, 173 y 178

Aduce la formalizante que el sentenciador de la recurrida aplicó falsa-


mente la norma contenida en el artículo 164 de la Ley Orgánica Proce-
sal del Trabajo al declarar desistido el recurso de apelación, por cuanto
el mismo había sido fundamentado y la representación de la parte ape-
lante sí compareció a la audiencia de apelación, aunque “unos minutos
más tarde”, debido a causas ajenas a su voluntad.

Ahora bien, la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, al regular el proce-


dimiento ante los tribunales laborales, y en particular el correspon-
diente a la segunda instancia, establece que, en el día y la hora señalados
182 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

por el Tribunal Superior del Trabajo para realizar la audiencia, se pro-


ducirá la vista de la causa bajo la suprema y personal dirección del
Tribunal. En el supuesto que no compareciere a dicha audiencia la
parte apelante, se declarará desistida la apelación y el expediente será
remitido al Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución corres-
pondiente (vid artículo 164).

En virtud de la norma in commento, la parte apelante tiene la carga de


comparecer a la audiencia oral y pública que fije el Tribunal de Alzada,
y su incumplimiento trae como consecuencia la declaratoria de desisti-
miento de la apelación, al presumirse que está conforme con la decisión
recurrida. El establecimiento de esta carga procesal para la parte recu-
rrente encuentra su justificación en los principios de oralidad, inmedia-
ción y concentración, que son tres pilares fundamentales del nuevo
proceso laboral.

En el caso concreto, la parte demandada apeló de la sentencia proferida


el 16 de enero del año 2007 por el Tribunal de Juicio, que declaró con
lugar la demanda. Una vez recibidas las actas procesales por el Juzga-
do Superior, éste fijó la celebración de la audiencia oral, y al constituirse
el Tribunal en la fecha y a la hora correspondientes, el 6 de marzo de
2007, a las nueve de la mañana (09:00 a.m.), se declaró desistido el
recurso de apelación debido a la incomparecencia de la recurrente, sien-
do publicada la sentencia in extenso el 12 de ese mismo mes y año.

Si bien la formalizante destaca que su representación judicial “se hizo


presente” en la audiencia de apelación “unos minutos más tarde”,
conteste con la jurisprudencia pacífica de esta Sala, la parte procesal
tiene la carga de comparecer puntualmente, a la hora pautada; así se
dejó asentado en la sentencia N° 1.378 del 19 de octubre de 2005 (caso:
Rodolfo Jesús Salazar González y otro contra Federal Express
Holding S.A.), en la cual se sostuvo que:

(...) si la parte obligada a comparecer no se apersona el día y


a la hora exacta fijada por el Tribunal, en la sede de éste
destinada para la realización de la audiencia en la oportunidad
fijada para tal efecto, la consecuencia jurídica será la declara-
toria de desistimiento del procedimiento o de admisión de los
hechos por incomparencia (sic) a la audiencia preliminar (ar-
tículos 130 y 131 LOPT), la declaratoria de desistimiento de la
acción o de admisión de los hechos por incomparencia (sic) a
la audiencia de juicio (artículo 151 LOPT), desistimiento del
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 183

recurso de apelación (artículo 164 LOPT), desistimiento del


recurso de casación (artículo 173 LOPT) y del recurso de con-
trol de la legalidad (artículo 178 LOPT), sin que sea permisible
alterar las consecuencias previstas ante el incumplimiento de
estas formalidades.

Conforme con el referido principio procesal de legalidad de los


actos procesales (...), y sin perjuicio del criterio flexibilizador
del patrón de causa extraña no imputable adoptado por esta
Sala, quiere apuntar la misma que la realización en las audien-
cias (preliminares, de juicio, de apelación, de casación o de
control de la legalidad) deben cumplir con las condiciones de
modo, lugar y tiempo establecidas por la ley, y su inobservan-
cia comporta la efectividad de las consecuencias establecidas
en la ley, por lo que el requisito de la puntualidad en las
audiencias es una obligación procesal de las partes, y
particularmente de los abogados que las representan,
constituyendo un imperativo de conducta que las partes deben
satisfacer, en virtud de ser fundamental para la consecución
de los fines para los cuales están concebidas las respectivas
audiencias que integran la estructura del juicio del trabajo (Re-
saltado añadido).

Con base en las premisas expuestas, se concluye que efectivamente


procedía aplicar el artículo 164 de la ley adjetiva laboral, y declarar así
el desistimiento del recurso de apelación interpuesto por la empresa
accionada, debido a que ésta no asistió puntualmente a la audiencia
pautada por el Tribunal Superior, independientemente de que el recurso
hubiese sido fundamentado en escrito previo.

Por las razones anteriores, se declara improcedente la denuncia bajo


examen. Así se establece.
184 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

3.3 EFECTO DEL DESISTIMIENTO DE LA APELACIÓN

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Alfonso Valbuena Cordero


Partes: José Gilberto Galvis Borjas contra Colectivos Ba-
rrio Sucre Libertador Administración Obrera C.A.
Sentencia: Nº 2.068 de 18-10-07. Exp. 07-765
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Normas citadas: LOPT: artículos 201 y 202

Afirma la formalizante que el juzgador de la recurrida infringió, por fal-


ta de aplicación, los artículos 201 y 202 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, en razón de que debió declarar de oficio la perención de la
instancia, cuyo pronunciamiento fue omitido por el juez de la causa,
pese a que la parte apelante no estuvo presente a la hora fijada para
celebrar la audiencia de apelación.

Ahora bien, advierte esta Sala que el sentenciador de la recurrida basó


su decisión en un pronunciamiento previo al mérito del asunto, al decla-
rar desistido el recurso de apelación interpuesto por la parte demandada
contra la sentencia definitiva de primera instancia, en virtud de su ina-
sistencia a la audiencia de apelación.

En efecto, el desistimiento del recurso de apelación –aun manifestado


tácitamente a través de la incomparecencia a la audiencia oral y públi-
ca– implica la renuncia a los actos del juicio en segunda instancia, lo
cual supone la aceptación del fallo emanado del tribunal de la causa. Al
ser inexistente el impulso procesal de parte, le está vedado al Juez de
Alzada revisar nuevamente la controversia, debiendo limitarse a confir-
mar la decisión del a quo.

Por lo tanto, la recurrente debe fundamentar su recurso de casación en


motivos de forma y fondo, dirigidos exclusivamente a combatir tal pro-
nunciamiento previo, relativo al desistimiento de la apelación, lo que no
fue realizado en la denuncia bajo estudio.

En consecuencia, se desecha la denuncia formulada. Así se establece.


DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 185

Capítulo XVI

Pruebas

1. VALORACIÓN DE LA PRUEBA DE TESTIGOS

RECURSO DE CASACIÓN

Ponente: Alfonso Valbuena Cordero


Partes: Armando Ron Ali contra Unilever Andina, S.A.
Sentencia: Nº 2.193 de 30-10-07. Exp. 07-685
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Confirma: Criterio establecido en sentencia N° 1158 de fe-
cha 03 de julio del año 2006
Normas citadas: LOPT: artículo 168; CPC: artículo 508;

Con fundamento en el numeral 3 del artículo 168 de la Ley Orgánica


Procesal del Trabajo, se denuncia el vicio de falso supuesto y la in-
fracción por falta de aplicación del artículo 508 del Código de Proce-
dimiento Civil.

(...)

De la lectura de la denuncia precedentemente transcrita se evidencia


que el formalizante no cumplió con la debida técnica para su formula-
186 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

ción, puesto que alegó el vicio de “falso supuesto”, sin indicar en qué
consistió el mismo. Por otra parte delató la infracción, por falta de apli-
cación, del artículo 508 del Código de Procedimiento Civil, pues, a su
decir, el Juez de Alzada no examinó si las deposiciones de los testigos
concordaban entre sí y con las demás pruebas del proceso. Al respecto
se observa que con relación a las testimoniales referidas por el formali-
zante, en la sentencia impugnada se expresó:

En cuanto a la declaración del ciudadano Oswaldo Cedeño (F-


143 al Vto. 144) el mismo se desecha por cuanto el testigo
pudiera estar parcializado, siendo que en consecuencia sus di-
chos no merecen fe, ello debido a que el deponente en las
repreguntas formuladas afirmó que también está demandando
a la empresa accionada el pago de sus prestaciones sociales y
que mantenía relaciones comerciales con el actor eventual-
mente. Así se establece.-

En cuanto a la declaración del ciudadano Víctor Corro (F-


152 al 153) el mismo se desecha por cuanto el testigo pudiera
estar parcializado, siendo que en consecuencia sus dichos no
merecen fe, ello debido que al ser repreguntado señaló que
se encuentra en proceso de cobro de sus prestaciones socia-
les a la empresa accionada, en virtud de que fue despedido
injustificadamente y tenía relaciones comerciales con el ac-
tor. Así se establece.

De la transcripción precedente de la sentencia recurrida se evidencia


que de conformidad con la sana crítica, el juzgador desechó los testigos
por considerarlos parcializados por cuanto tenían procesos pendientes
contra la parte demandada en este juicio, por cobro de diferencia de
prestaciones sociales.

La valoración de los testigos, de conformidad con los criterios jurispru-


denciales resulta facultad del Juez, al tener éste la libertad en su apre-
ciación, según la confianza que éstos le generen, por lo que en este
sentido, no se evidencia vicio alguno.

Así, resulta importante resaltar la jurisprudencia establecida por esta


Sala, en cuanto a la valoración de la prueba de testigos por parte del
Juez. Al respecto, señala la sentencia N° 1158 de fecha 03 de julio del
año 2006, entre otras, que
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 187

...el juez es soberano y libre en la apreciación de la prueba de


testigos, pudiendo acoger sus dichos cuando le merezcan fe o
confianza o, por el contrario, desecharlo cuando no estuviere
convencido de ello.

Por tanto, se considera que la apreciación de los jueces en


cuanto a la credibilidad que le merecen los testigos y las razo-
nes para desechar sus testimonios escapa del control de la
Sala, toda vez que éstos son soberanos en cuanto a la aprecia-
ción de una función o labor que le es propia dentro de la activi-
dad jurisdiccional desplegada...

De tal manera, que de conformidad con lo antes expuesto, no incurrió la


recurrida en la infracción de la norma delatada, razón por la que resulta
a todas luces improcedente la denuncia analizada. Así se resuelve.
188 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 189

Capítulo XVII

Reclamo

RECLAMO

Ponente: Carmen Elvigia Porras de Roa


Partes: José Edilberto Márquez Ávila contra Asociación
Civil Pro-viviendas El Ángel
Sentencia: Nº 2.227 de 01-11-07. Exp. 07-1083
Motivo: Invalidación
Confirma: Criterio establecido en sentencia N° 374 de 12 de
junio de 2002, ratificada en sentencia N° 310 de
14 de abril de 2005, las cuales citan la decisión N°
3 de 17 de mayo de 2001
Normas citadas: CPC: artículos 314 y 316; LOTSJ: artículo 29

La Sala observa:

El artículo 314 del Código de Procedimiento Civil dispone que


el reclamo procede contra toda intervención del tribunal que
dictó la sentencia contra la cual se recurre para frustrar u obs-
taculizar el anuncio del recurso de casación o del recurso de
hecho ejercido contra el auto denegatorio de aquél, con objeto
190 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

de que este Alto Tribunal sancione a los responsables con mul-


ta hasta de veinte mil bolívares, sin perjuicio de que declare
admitido el recurso y proceda a su tramitación.

Es doctrina pacífica, reiterada y consolidada establecida por esta Sala


de Casación Social, que es en definitiva al Tribunal Supremo de Justicia
a quien corresponde decidir sobre la admisión o no del Recurso de Ca-
sación y el Recurso de Hecho.

En relación con los requisitos de procedencia del reclamo, esta Sala en


sentencia N° 374 de 12 de junio de 2002, ratificada en sentencia N° 310
de 14 de abril de 2005, las cuales citan la decisión N° 3 de 17 de mayo
de 2001, y que en esta oportunidad se reiteran, ha indicado que “por
cuanto la negativa de admisión del recurso de casación puede dar
origen al recurso de hecho correspondiente...también el reclamo
comprende la obstaculización de este recurso”.

En el sub iudice, el Juzgado Quinto de Primera Instancia de Sustancia-


ción, Mediación y Ejecución del Trabajo de la Circunscripción Judicial
del Estado Aragua, mediante auto de fecha 1º de marzo de 2007, negó
el recurso de hecho interpuesto por la parte reclamante, señalando como
fundamento de tal decisión lo siguiente:

Vista la diligencia estampada (...) en la cual anuncio (sic) Re-


curso de Hecho contra la Sentencia que niega el Recurso de
Casación dictado por este Juzgado, en virtud de dicho anuncio
este Tribunal NIEGA, el mismo en virtud de que de acuerdo
con el artículo 305 del Código de Procedimiento Civil estable-
ce que la parte debe recurrir de hecho al Tribunal de Alzada
por tanto dicho anuncio no llena las formalidades respectivas...

Como se evidencia, el referido Juzgado de Sustanciación, Mediación y


Ejecución, abrogándose una competencia que no tiene atribuida, negó
el recurso de hecho interpuesto por la reclamante, en vez de remitir el
expediente a este Alto Tribunal, contraviniendo de esta forma lo pre-
visto en el artículo 316 del Código de Procedimiento Civil, el cual,
concatenado con lo estatuido en el artículo 19 ordinal 25 de la Ley
Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, le confiere a la Sala esa
facultad. Así se establece.

Dicha actuación por parte del Juez de Primera Instancia constituye, a


criterio de esta Sala, una flagrante violación del derecho a la defensa de
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 191

una de las partes, que amerita la revisión por parte de este Alto Tribunal
del expediente en cuestión, para verificar la procedencia o no del recur-
so de hecho interpuesto.

En virtud de lo anterior, se declara procedente el reclamo interpuesto


por la Asociación Civil Pro Viviendas El Ángel.
192 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 193

Capítulo XVIII

Relación de Trabajo

1. PRESUNCIÓN DE EXISTENCIA DE LA RELACIÓN DE


TRABAJO

1.1 PARTE DEMANDADA DEMUESTRA QUE LA RELACIÓN NO ES


LABORAL

RECURSO DE CONTROL DE LA LEGALIDAD

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: Juan Raúl Reyes Lozano contra Alcaldía del Mu-
nicipio José Ángel Lamas del Estado Aragua
Sentencia: Nº 2.209 de 01-11-07. Exp. 07-1441
Motivo: Estabilidad laboral
Confirma: Criterio establecido en sentencia N° 256 de 2007,
expediente 2006-1209
Normas citadas: LOPT: artículos 70 y 73; LOT: artículos 40 y 65;

Señala el recurrente que la recurrida erró al calificar de laboral los ser-


vicios profesionales de asesoría legal prestados por el abogado actor, y
al valorar un ejemplar de periódico consignado extemporáneamente, y
194 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

que por ello la decisión impugnada violó normas de orden público, con-
traviniendo lo establecido en los artículos 70 y 73 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo; en el artículo 40 de la Ley Orgánica del Trabajo,
así como la jurisprudencia contenida en las sentencias de la Sala de
Casación Social N° 489 de 2002, N° 419 y N° 1.031 de 2004.

Alega que el Tribunal de Alzada no valoró las instrumentales consig-


nadas en las cuales se evidencia que el actor era director y represen-
tante de un escritorio jurídico que prestaba servicios de asesoría legal
a la Alcaldía, lo cual fue ratificado por los testigos y por las documen-
tales referidas a su actuación como abogado que ejerce su profesión
en forma autónoma, lo cual lo llevó a considerar que estaban presen-
tes los elementos constitutivos de una relación de trabajo, dejando de
aplicar el artículo 40 de la Ley Orgánica del Trabajo que define al
trabajador no dependiente.

Considera el recurrente que este error es determinante del fallo porque


establece la existencia de una relación laboral cuando la relación se
limita a la prestación de servicios profesionales de un trabajador no de-
pendiente, por lo cual no procede el reenganche y pago de salarios caí-
dos acordados.

La Sala observa:

(...)

En el caso concreto, señala la recurrida que de los recibos de pago,


los informes respectivos y el escrito de prensa se evidencia que la
Alcaldía admitió la prestación de servicio y que prescindió de los mis-
mos por reducción de personal; que el actor realizaba una serie de
actividades relacionadas con la Alcaldía que ocupaban su tiempo, es-
fuerzo intelectual y físico estando a disposición de la misma; y, que los
pagos eran mensuales, reiterados y consecutivos bajo la figura de ho-
norarios profesionales.

Sin embargo, la recurrida no analizó las cartas emitidas por el Escritorio


Jurídico González-Reyes-Vásquez & Asociados y firmadas por su di-
rector Juan Reyes Lozano, dirigidas a la Alcaldía y denominadas “Rela-
ción de Honorarios”, así como las emitidas en forma personal por el
abogado Juan Reyes Lozano, especialista en derecho administrativo;
las órdenes de pago; comprobantes de pago de honorarios y copias de
cheques correspondientes a cada relación de honorarios, las testimonia-
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 195

les de Daicy Graterol Carrillo, Zaida del Carmen Silva y Luis Rojas; la
copia simple del escrito de solicitud de nulidad de las sesiones extraor-
dinarias de fechas 16 y 17 de enero de 2002 de la Cámara Municipal del
Municipio Santiago Mariño del Estado Aragua, con el sello del Juzgado
Superior en lo Civil (Bienes) y Contencioso Administrativo de la Cir-
cunscripción Judicial de la Región Central; y la copia del auto de admi-
sión de la solicitud de nulidad dictado por el mencionado tribunal.

Si la Alzada hubiera analizado en conjunto estas pruebas habría consta-


tado que se había desvirtuado la presunción de existencia de una rela-
ción laboral, habiéndose probado que los servicios eran prestados de
forma independiente y autónoma, lo cual es determinante para el dispo-
sitivo del fallo, razón por la cual incurre el fallo en inmotivación por
silencio de pruebas y por tanto no cumple con la finalidad de resolver la
controversia con suficientes garantías para las partes, en cuanto al con-
trol de su legalidad, violando con esto normas de orden público conteni-
das en el artículo 158 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

Por las razones expuestas, se declara procedente el recurso de control


de la legalidad, anulándose por ende el fallo recurrido.

(...)

Alega la parte actora en el libelo de demanda, así como en la reforma


del libelo presentada el 22 de marzo de 2004, que fue contratado por
la demandada en fecha 1° de agosto de 1997 como asesor legal del
despacho del Alcalde; que recibía un salario mensual de un millón qui-
nientos mil bolívares (Bs. 1.500.000,00); que desde el 8 de marzo de
2004 no le han asignado trabajos y el comentario en la Alcaldía es que
fue despedido, lo cual coincide con la falta de pago del mes de febrero
de ese mismo año.

Con base en estos hechos pretende la parte actora el reenganche y


pago de los salarios caídos hasta la fecha efectiva de reincorporación.

En la contestación de la demanda, la demandada admitió la prestación


de servicios pero negó que el servicio tuviera carácter laboral, alegando
que se trató de servicios profesionales independientes, prestados ini-
cialmente por un escritorio jurídico y luego por el actor en calidad de
especialista en Derecho Administrativo; que el monto de los honorarios
profesionales era variable de acuerdo con la relación de honorarios pre-
196 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

sentada por el actor en la cual detallaba los servicios prestados; que a


los pagos se le descontaba el porcentaje de retención de Impuesto so-
bre la Renta establecido para los honorarios profesionales; que el actor
ejercía libremente su profesión y asistió judicialmente a otras personas
durante el tiempo que alega trabajaba para la Alcaldía; y que no hubo
despido porque no era trabajador de la Alcaldía.

En el caso concreto, del análisis del libelo y de la contestación sólo


quedó admitido que el actor prestó servicios como asesor legal de la
Alcaldía y el asunto controvertido es la naturaleza jurídica de la presta-
ción del servicio.

(...)

Por el análisis conjunto de las pruebas arriba descritas, en especial, la


relación de honorarios profesionales, orden de pago de honorarios pro-
fesionales, comprobantes de pago de honorarios profesionales, copias
de cheques de honorarios profesionales; el informe rendido por el Juz-
gado Superior en lo Civil (Bienes) y Contencioso Administrativo de la
Circunscripción Judicial de la Región Central sobre los expedientes CA-
5691 y CA-5488; y, la declaración de los testigos, quedó demostrado
que los honorarios eran variables y relacionados con el servicio presta-
do en principio por el escritorio jurídico y luego por el actor en calidad
de especialista en Derecho Administrativo, que el servicio contratado
no estaba sujeto a supervisión, verificación o control de algún departa-
mento de la Alcaldía y estaba relacionado con sus conocimientos y ex-
periencia en la materia, que el actor no tenía horario, ni oficina y que
durante el lapso demandado de servicio personal, ejerció libremente la
profesión de abogado con otros clientes.

Los hechos establecidos por la apreciación de las pruebas demuestran


que la prestación de servicios no era de naturaleza laboral, pues no
cumple con los elementos de ajenidad, dependencia y salario, razón por
la cual quedó desvirtuada la presunción establecida en el artículo 65 de
la Ley Orgánica del Trabajo y por aplicación del artículo 40 eiusdem, el
actor debe ser considerado un trabajador no dependiente.
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 197

Capítulo XIX

Remuneración

1. CARÁCTER SALARIAL DE BONO TRIMESTRAL Y


SALARIO DE EFICACIA ATÍPICA

RECURSO DE CONTROL DE LA LEGALIDAD

Ponente: Juan Rafael Perdomo


Partes: María Teresa Rangel contra Puertos del Litoral
Central P.L.C., S.A.
Sentencia: Nº 2.243 de 06-11-07. Exp. 07-034
Motivo: Cobro de diferencia de prestaciones sociales
Confirma: Criterio establecido en sentencia N° 256 de 2007,
expediente 2006-1209
Normas citadas: LOT: artículos 3 y 133; RLOT: artículo 74

En segundo lugar, se resolverá el carácter salarial o no del bono trimestral.

En la sentencia N° 256 de 2007, expediente 2006-1209 se interpretó el


alcance y motivación del salario de eficacia atípica establecido en el
artículo 133 de la Ley Orgánica del Trabajo de la siguiente forma:
198 DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007

El artículo 133 Parágrafo Primero establece que las conven-


ciones colectivas, los acuerdos colectivos o los contratos indi-
viduales de trabajo podrán establecer que hasta un veinte por
ciento (20%) del salario se excluya de la base de cálculo de
los beneficios, prestaciones o indemnizaciones que surjan de la
relación de trabajo.

El literal c) del artículo 74 del Reglamento de la Ley Orgánica


del Trabajo establece una cuota del salario, en ningún caso
superior al veinte por ciento (20%) podrá ser excluida de la
base de cálculo de las prestaciones, beneficios e indemniza-
ciones derivados de la relación de trabajo cuando afecte una
porción del aumento salarial que se reconozca a los trabajado-
res, o al inicio de la relación de trabajo a los fines de la deter-
minación originaria del salario.

Es por todos conocido que antes de la promulgación de la Ley


Orgánica del Trabajo de 1997 la remuneración de los trabaja-
dores estaba compuesta por un salario básico y una cantidad
de bonos que no tenían carácter salarial y no eran tomados en
cuenta para el cálculo de los derechos laborales.

En la Ley Orgánica del Trabajo de 1997 se ordenó la inclusión


de todos estos bonos en el salario de los trabajadores, lo cual
automáticamente aumentó el salario; y, se autorizó en el ar-
tículo 133, la exclusión de hasta un 20% del salario para el
cálculo de los beneficios, prestaciones e indemnizaciones la-
borales, lo cual, de conformidad con el principio y derecho cons-
titucional de progresividad de los derechos laborales, no debe
desmejorar la condición del trabajador, permitiendo una exclu-
sión salarial que pudiera ser mayor que el aumento de salario
recibido, por lo cual se debe entender que la exclusión permiti-
da era sobre el aumento salarial, a menos que la relación labo-
ral estuviere iniciando, tal como lo estableció posteriormente
el artículo 74 del Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo.

En el caso concreto quedó demostrado que en el Acta de 27 de febre-


ro de 2003 se convino en otorgar un bono trimestral que no tendría
carácter salarial, lo cual fue aceptado por los beneficiarios. No obs-
tante esto, como se explicó en la sentencia transcrita, el artículo 133
de la Ley Orgánica del Trabajo en concordancia con el artículo 74 de
DOCTRINA DE LA SALA DE CASACIÓN SOCIAL AGOSTO-DICIEMBRE 2007 199

su Reglamento sólo permite excluir de la base de cálculo de los bene-


ficios, prestaciones y demás conceptos laborales, el veinte por ciento
(20%) de los aumentos de salario, razón por la cual, por el principio de
irrenunciabilidad de los derechos laborales establecido en el artículo
3° de la Ley Orgánica del Trabajo, no puede ser válido un acuerdo que
desmejore las condiciones que la ley concede a los trabajadores y, en
consecuencia, el bono trimestral sí tiene carácter salarial, excepto un
veinte por ciento (20%) del mismo.

Como quedó demostrado que el bono trimestral era de Bs. 2.250.000,00,


que equivale a Bs. 750.000,00 mensual, sólo se excluirá de la base de
cálculo de los beneficios, prestaciones y demás conceptos laborales Bs.
150.000,00 mensuales (20% de Bs. 750.000,0) y se tomará en cuenta
como parte del salario Bs. 600.000,00 mensuales.

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