Macario

Macario era un niño que se encontraba sentado en una alcantarilla, porque su madrina le había
ordenado matar unas que ranas, que una noche antes no la dejaron dormir y ella quería conciliar el
sueño por un momento, Macario cuenta que el comía ranas y sapos y que sabían muy bien, pero su
madrina tenía una muchacha llamada Felipa que era la encargada de preparar la comida de todos,
una de las tareas de Macario era prender el fogón, Macario quería mucho a Felipa porque lo
amamantaba por la noches cuando entraba a su cuarto, cuenta Macario que la leche de Felipa era
tan dulce como las flores de obelisco, el peor miedo de Macario era saber que algún día él se iba a
morir e iría al infierno, era tan comelón que al alimentar a los puercos se comía el garbanzo con que
les daba de comer, finalmente siguió sentando en la alcantarilla esperando a que salieran las ranas
para matarlas, pero al ver que no salía ninguna le empezó a dar sueño y mejor siguió contando de
lo que más le gustaba que era probar la leche dulce de Felipa.