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Maestranda: ​MARÍA PAULA GAITAN

DNI: 25.608.339
LIC. EN TRABAJO SOCIAL
Cohorte: 2018-2019

Fecha de entrega: julio 2019


JUDITH BUTLER

Conceptos y prácticas en disputa

Dar por hecho verdades, resulta opresivo

(J.Butler)
Introducción
Desde una primera y necesaria aproximación a la obra de Judith Butler, en tanto autora que ha
aportado a desestabilizar al movimiento feminista del que ella es parte, posicionándose en la
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tradición de la crítica inherente , me propongo reflexionar sobre algunas de mis preocupaciones
teóricas y de intervención, a luz de algunos de sus conceptos y argumentos políticos.
Particularmente acerca de las violencias de género en el ámbito de la Universidad Nacional de
Córdoba.
Esta autora que escribe desde la academia y la militancia ha contribuido a la desnaturalización de
conceptos clave para el feminismo como: género, así como la reflexión acerca de las identidades
que este movimiento pretende representar. Plantea en su libro “El género en disputa” publicado en
1990, en el cual buscó “abrir las posibilidades para el género sin precisar qué tipos de posibilidades
debías realizarse”. En este sentido, su apuesta resulta emancipatoria al alejarse de la pretensión de
establecer a través de cualquier “discurso de verdad” nuevas normas prescriptivas y violentas.
Butler (2018) pone en tensión aquel postulado de la segunda ola del feminismo, que aseveraba la
determinación cultural del género, por tanto modificable y biológica de sexo, inmóvil. Y en este
sentido, afirma que “No es posible ninguna revolución política sin que se produzca un cambio
radical en nuestra propia concepción de lo posible y lo real” (p.28). Cuestionar las bases en las que
se edificado buena parte de la acción política de un movimiento, resulta a la vez necesario e
inquietante. Incluso si, como propone Mattio (2012) tanto la postura de la 2º ola, como los de la 3º,
pueden resultar estratégicos de considerar, más en el contexto actual de nuestra América Latina,
ante los embates del neoconservadurismo político y religioso.
En este trabajo me centraré en la reformulación al concepto de género propuesto por Butler y las
posibles relaciones entre la idea de performatividad y precariedad. ¿Qué ocurre con quienes no son
nombradxs, y con quienes aún no tienen existencia en esta institución universitaria, como las
personas con identidades disidentes? ¿Quiénes, a pesar de contar con normativas de reconocimineto

1
Esta tradición consiste en la revisión crítica del vocabulario básico del movimiento de pensamiento de cual se es parte.
de su identidad autopercibida, tienen actualmente escasas posibilidades de acceso a la educación
superior, como la población trans?¿Cómo se podrían generar políticas “sin sujeto”, por ejemplo ante
las violencias?
Entiendo que el vínculo que propone Butler entre la performatividad y la precariedad puede
iluminar en este sentido. Pensar la invisibilidad de quienes son inintelegibles, pero a la vez su
presencia “de hecho” en la institución, ejerciendo el derecho a estudiar. Y a la vez preguntarnos por
quienes no están en la universidad, porque hay derechos previos al acceso a la educación superior,
incluso el derecho a la vida misma, que no está garantizados, como en el caso de la población trans.

Sexo, Género y performatividad


La performatividad no es un acto único, sino una repetición y un ritual que consigue su efecto a
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través de su naturalización . Mattio (2012) por su parte, explica que este término debe entenderse
como la práctica reiterativa y referencial mediante la cual el discurso produce los efectos que
nombra. Con esta definición Butler (2018) pretende explicar que el género se construye a través de
un conjunto sostenido de actos, en lugar de ser una esencia interna, [ya que] “Se presuponía que era
una expresión natural del sexo o una constante cultural que ninguna acción humana era capaz de
modificar” (p.24). Butler refuta el carácter invariable del sexo diciendo que la construcción
denominada “sexo” está tan culturalmente construida como la del género. Incluso, pone en
discusión la distinción entre sexo y género, denunciando la operación política para garantizar la
estabilidad del marco binario del sexo, la cual consiste en situar a este último en el campo de lo
prediscursivo, por tanto “natural” e inmodificable, como “una superficie políticamente neutral s​obre
la cual​ actúal la cultura” (p.56) .
La autora busca cuestionar la heterosexualidad obligatoria, derivada de ciertas morfologías ideales
de los sexo, que hacen ininteligibles los cuerpos e identidades que se despegan de la heteronorma y
que con su existencia ponen en duda “la realidad de género”, el orden instituido binario y
heteronormado, que organiza nuestras categorías y construyen lo real y legítimo. Como toda
institución, el género puede cambiar y replantearse, en tanto se desnaturalicen sus marcos de
comprensión, los discursos y normas que lo rigen. En ello radica la posibilidad de extensión de la
legitimidad para existir, para ser intelegibles a todos los cuerpos que han sido vistos hasta ahora
como falsos, irreales e inintelegibles (Butler, 2018).

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Explica la autora que la dimensión ritual de la performatividad encuentra similitudes con el concepto de habitus de P.
Bourdie, quien define este término como “lo social hecho cuerpo”, para referirse a aquellas disposiciones durables de
percepción, evaluación y acción que orientan las prácticas sociales, sin necesidad de reflexión, y que estas resulten
“razonables” para la posición que ocupamos en determorainado campo.
Butler retoma de la obra teórica de Monique Wittig la “desintegración” que esta ofrece de los
cuerpos construidos culturalmente, cuando sugiere que la morfología es de por sí el resultado de un
esquema conceptual hegemónico. Así llega a la premisa de que “el límite y la superficie de los
cuerpos están construidos políticamente” (Butler,J., 2018, p.40). En este sentido es posible subvertir
el género, el sexo, el cuerpo y la sexualidad mediante una teoría performativa de los actos de
género, que hacen que estas adquieran nuevos significados, más allá del marco binario.
En un texto posterior, la autora vuelve sobre el concepto de performatividad para aclarar que el
mismo es una explicación de la agencia. Si bien el género está condicionado por normas
obligatorias, que lo hacen definirse dentro de un marco binario, siempre su reproducción es una
negociación de poder. Es decir, la reproducción misma de las normas pone en riego su
cumplimiento, lo que “abre la posibilidad de una reelaboración de la realidad de género por medio
de nuevas formas” (Butler, J., 2009, p.322). La performatividad no remite sólo a actos de discurso,
sino también a la reproducción de normas que hacen intelegibles los cuerpos en un espacio y
tiempo. Estas normas actúan sobre nosotros antes de que actuemos, y cuando lo hacemos,
remarcamos las normas que actúan sobre nosotros, aunque siempre existe la posibilidad de que
nuestra acción abra nuevos caminos (Butler, 2009). Entonces, Butler va a sostener el fuerte
condicionamiento de las normas sobre nosotros, normas que nos preceden y exceden, que actúan
sobre nosotros y nos “trabajan”. Pero también el carácter negociado de las mismas, que da lugar, en
ciertas condiciones a su subversión. Al respecto Butler (2009) explica:
Cuando actuamos, en caso de que sea posible, a través de la subversión o resistencia, no lo
hacemos porque seamos sujetos soberanos, sino porque hay una serie de normas históricas
que convergen hacia el lugar de nuestra personalidad corporizada y que permite posibilidades
de actuación. (p.334)
Si tomamos la fecha oficial de fundación de la UNC, allá por 1613, de mano de la orden jesuita,
podemos ver que después de casi 400 años esta institución generó una investigación para mirarse a
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sí misma y reconocer (algunas) de sus prácticas violentas y reglamentó el reconocimiento de
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(algunas) identidades no binarias . Difícilmente y con altos costos, que aún seguimos pagando , se

3
​Me refiero a la investigación publicada en el libro de la autoras Maite Rodigou Nocetti, Paola Blanes, Jacinta Burijovich
y Alejandra Domínguez (2012) ​Trabajar en la Universidad: (Des) Igualdades de género por transformar. ​Córdoba.
UNC.
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​Resolución HCSUNC Nº 09/2011 Declarar a la Universidad Nacional de Córdoba una institución libre de discriminación
por expresión e identidad de género.
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​Baste mencionar como muestra la denuncia sobre los chats misóginos entre docentes de la Facultad de Medicina o las
múltiples situaciones de acoso sexual y violencias simbólicas hacia mujeres que se han traducido en denuncias (como
muestra el informe del Plan de acciones para prevenir, atender y sancionar las violencias de género en la UNC, disponible
en:
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han incorporado las mujeres a la UNC desde mediados de 1880 . El registro de la primera mujer
egresada de la UNC data de 1884, cuando ​Ángela Sertini de Camponovo se recibió de partera. Es
interesante el dato de que para ingresar a estudiar a las mujeres se les solicitaba demostrar sus
capacidades intelectuales, cosa que se daba por hecho en sus pares varones (Oliva, E., 2018). Esta
asociación entre los “masculino” y la mente, la libertad y lo universal vs. lo “femenino” asociado al
cuerpo y lo natural continúa operando aún hoy y se manifiesta en las violencias simbólicas hacia las
mujeres que “osan” ocupar espacios académicos típicamente masculinos como las ciencias duras o
de prestigio, como el derecho y la medicina. ¿Cuánto más tiempo y costos implicarán para
identidades no binarias?
Al respecto, Maite Rodigou, consultada acerca del lugar de mujeres y disidencias en la UNC, en el
marco de los 100 años de la Reforma, expresa que “​La universidad se presenta como una ficción
democrática ya dada, pero que haya lugar a procesos democráticos en esta institución no quiere
decir que la democracia y la igualdad estén instaladas, y menos en cuestiones de género. La norma
escrita no garantiza las prácticas» (Oliva, E., 2018).
En una institución patriarcal como la universidad, las luchas de los feminismos han impulsado
cuestionamientos y logros en relación a normativas, visibilización de desigualdades y violencias,
institucionalización de espacios y programas. Largos años de insistencias que en los últimos
tiempos gozan de la legitimidad social de un cambio de época, difícil de calificar, pero reconocible
en discursos y prácticas que trae la “marea verde”. Aún así, como bien señala Rodigou, no podemos
descansar en la ficción de que las normas de género se vayan a subvertir de una vez. Se trata de
negociaciones de poder donde, a veces de formas sutiles y otras explícitas, quienes han detentado
lugares de privilegio históricamente, intentarán resistir los movimientos subversivos de ampliación
de derechos y libertades. Pero los feminismos, no sólo pondrán en cuestión las desigualaciones de
género, sino todas aquellas derivadas de la lógica capitalista neoliberal.

Precariedad y Derechos
Yo, reinvindico mi derecho a ser un monstruo

http://www.unciencia.unc.edu.ar/2019/marzo/se-triplicaron-las-denuncias-por-violencia-de-genero-en-la-unc/se-triplicaro
n-las-denuncias-por-violencia-de-genero-​en-la-unc
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​El rol de las mujeres en la Reforma. UNCiencia 06-06-2018 Disponible en:
https://centenariodelareforma.unc.edu.ar/2018/06/05/el-rol-de-las-mujeres-en-la-reforma-universitaria/
ni varón ni mujer
ni XXI ni H2o
yo monstruo de mi deseo
carne de cada una de mis pinceladas
lienzo azul de mi cuerpo
pintora de mi andar
no quiero más títulos que cargar
no quiero más cargos ni casilleros a donde encajar
ni el nombre justo que me reserve ninguna Ciencia.
(Susi Shock)

Tomando a Foucault, Butler señala que los sistemas jurídicos tienen una doble función: la jurídica y
la productiva. Es decir que los sistemas jurídicos de poder “producen” a los sujetos que van a
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representar. Recién en el año 2011 en Honorable Consejo Superior de la UNC dictó una resolución
para el reconocimiento de algunas de las múltiples identidades sexo-genéricas con que las personas
podrían identificarse. Esta normativa recalca a necesidad de realizar las modificaciones
administrativas e informáticas que sean necesarias a fin de respetar la identidad de género
autopercibida por las personas trans. Ahora bien… ¿por qué esa institución necesita una
clasificación en función de sexo-género de quienes la integran? Si pensamos en la indefinición y
multiplicidad de posibilidades de los sexos y los géneros ¿cuántos serán los casilleros necesarios?
¿Cuántos casilleros serían necesarios para albergar la pluralidad de identidades reconocibles desde
una perspectiva interseccional? Y fundamentalmente… ¿para qué? ¿Es que no basta, como expresa
Arendt pertenecer a la humanidad para tener derechos? O en sus palabras, que cita Butler: “el
derecho de tener derecho o el derecho de cada individuo a pertenecer a la humanidad debería estar
garantizado por la propia humanidad” (Arendt 1966:298, citado por Butler 2009, p.328).
Aquí Butler (2018) explica que la matriz cultural mediante la que se hace intelegible la identidad de
género, exige que algunos tipos de identidades no puedan existir, como aquellas donde el género no
es consecuencia del sexo, o aquellas que no pueden ser clasificadas como “femeninas” o
“masculinas”. Entonces ¿qué ocurre con las identidades disidentes? De hecho, las personas que no
se avienen a esta norma y no se identifican de ninguna de estas maneras estudian en la UNC, aún
sin que sus derechos estén garantizados por ninguna norma escrita. Entonces este ser y estar,
expresarse sexo genéricamente sin el corset del binarismo, y aún sin reconocimiento explícito y
reglamentado, ¿sería un ejercicio de libertad? ¿puede haber libertad sin reconocimiento? Por ello, y
sin renunciar a la política de representación, la autora sostiene que la tarea desde los feminismos es

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Resolución HCSUNC Nº 09/2011
la de “elaborar dentros del marco constituido, una crítica de las categorías de identidad, que
generan, naturalizan e inmovilizan las estructuras jurídicas actuales” (Butler, 2018, p.52).
El desarrollo sobre la precariedad que aporta la autora remite a “un pequeño número de
condicionantes en los que se ven concebidos los seres vivos. Cualquier elemento vivo puede ser
suprimido por voluntad o por accidente, y su pervivencia no está garantizada de forma alguna”
(Butler, 2009, p.322). Pero si todo ser humano tiene una vida precaria, existen condiciones
desigualmente distribuidas, que construyen y aumentan la precarización de algunas vidas. Y en
relación al género, quienes no se avienen a las normas impuestas y viven sus géneros de manera
inintelegible, son pasibles de sufrir acosos y violencias. Butler detalla que estas normas de género
serán las que prescriban cómo y de qué manera podemos aparecer en el espacio público, las
distinciones entre público y privado, las criminalizaciones por la apariencia pública, a quiénes
protege la ley, a quienes se nombra en las reglamentaciones institucionales… Por ello, afirmará:
“estas normas no son sólo instancias de poder, y no sólo reflejan relaciones más amplias de poder,
sino que son una manera a través de la cual opera el poder” (Butler, 2009, p. 323).
Ahora bien, como Butler nos señala, no es posible cambiar las normas por fuera de los marcos que
las generan. En ese sentido, la posibilidad de existencia de los sujetos en tanto tales, de que sean
representados, va a depender de que cumplan previamente con los requisitos para ser sujetos.
Volviendo al concepto de performatividad, Butler (2009) señala que este tiene que ver con quien
puede ser producido como un sujeto reconocible, cuya vida es necesario proteger y cuya muerte es
dable lamentar. “La vida precaria caracteriza aquellas vidas que no están cualificadas como
reconocibles,legibles o dignas de despertar sentimiento. Y de esta forma, la precariedad es la rúbrica
que une a las mujeres, los queers,los transsexuales, los pobres y las personas sin estado” (p.335).
Para ser ciudadanx universitarix, es necesario, obviamente, haber podido ingresar a esta institución.
Si pensamos en personas trans, se presenta una imposibilidad de acceder a derechos, porque existen
derechos previos que no se tienen. Por ejemplificar, podemos citar un estudio realizado desde la
organización AMMAR-Córdoba donde del 8% de encuetadas que inició estudios universitarios,
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sólo el 3% los concluyó . Y otro estudio con mujeres trans de la ciudad de Córdoba que en sus
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resultados preliminares muestra que solo un 10% ha concluido en ese nivel. Antes de la posibilidad
de ingresar a la Universidad, estas poblaciones deberán, primero vivir, luego sortear los obstáculos
que se presentan, mediante violencias de diverso tipo, en cada ámbito educativo, de salud, laboral,

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Melania Sánchez, Alejandro Behrens, y Mariana Ferreyra (2019) Frente a la realidad negada, la resistencia organizada:
Recuperando las voces de las trabajadoras sexuales de Córdoba. Tesis de grado de a Licenciatura en Trabajo Social,
facultad de Ciencias Sociales, UNC.
9
Féde Ghibaudo, Noelia Ghione y Florencia González, presentación de datos preliminares del “Primer Relevamiento de
Mujeres trans y travestis de la Ciudad de Córdoba”. Facultad de Ciencias Sociales, 17 de mayo de 2019.
familiar y social. Basta mencionar que la expectativa de vida para la población trans es de menos de
40 años y que las principales causas de muerte son: transfemicidio, enfermedades como el HIV y las
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consecunecias de la implantación de siliconas industriales .
En este marco, Butler se pregunta y se responde:
¿qué significa reivindicar derechos cuando no se tiene ninguno? Significa traducir al lenguaje
dominante, pero no para ratificar su poder, sino para ponerlo en evidencia y resistir a su
violencia diaria y para encontrar el lenguaje a través del cual reivindicar los derechos a los
que uno no tiene todavía derecho (Butler, 2009, p. 332)
Poner en evidencia quienes existen de manera silenciada en una institución, quienes lo hacen de
manera precaria, quienes no forman parte de la misma por cuestiones de género, clase, etnia,
procedencia, es decir las actuales desigualdades en términos de acceso, permanencia y egreso de la
universidad resulta un primer paso de reconocimiento, de desnaturalización y visibilización en la
búsqueda de la igualdad. Igualdad que no impllica “uniformidad”, ya que como expresa la autora:
El género no siempre se constituye de forma coherente y consistente en contextos históricos
distintos, y porque se entrecruza con modalidades raciales, de clase, étnicas, sexuales y
regionales de identidades discursivamente constituidas. Así es imposible separar “género” de
las intersecciones políticas y culturales en las que constantemente se produce y se mantiene.
(Butler, 2018, p.49)
Entonces, para la construcción de estrategias políticas, será necesario apelar a la universalidad en
términos de derechos humanos, por capacidad performativa de esta afirmación (Butle, 2018), pero a
la vez, reconocer e identificar las particulares necesidades y condiciones de cada población desde
una perspectiva interseccional, que permita situar las demandas y reivindicaciones. En esta línea,
Butler (2009) rotoma los aportes de Arendt cuando expresa que la igualdad es una condición previa
para hacer y cambiar el mundo, pero que sólo existe mientras la gente, de hecho, actue para cambiar
el mundo, lógica performativa sin la cual no puede haber política. La política en tanto acción
concertada y colectiva, implica la constitución de un “nosotros” que actue en términos de igualdad
con otros seres humanos. Estos términos complementan la idea que la autora expresara en los ‘90
respecto a las dificultades para pensar en la unidad como objetivo previo a la acción política de un
movimiento como el feminismo, bajo el riesgo de acudir a prácticas colonizadoras y de
subordinación de identidades. Allí planteaba la necesidad de recnocer las divergencias, rupturas y
fragmentaciones como parte de un proceso de democratización. Pero a la vez la posibilidad de

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Sánchez, L. (2018) Ser trans en Argentina. Revista La Tinta. 19 de marzo de 2018. Disponible en:
https://latinta.com.ar/2018/03/ser-trans-argentina/​ Consultada: 20/05/2019
pensar unidades provicionales en el contexto de acciones específicas, cuyos propoósitos no son la
organización de la identidad; pero sí podrían poner en tensión las “comodidades” institucionales.

Cierre provisorio
Resulta imprescinidble poner en cuestión la matriz heterosexual, en tanto matriz de inteligibilidad
hegemónica que impone una “rejilla normativa” para ver, sentir y actuar en relación a los géneros y
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los cuerpos, en particular ante quienes no “encajan” en las espectativas y por tanto, son
sancionados y/o expulsados. Cuando Susi Shock nos interpela desde sus poemas diciendo
“reivindico mi derecho a ser un monstruo” y “que lo normal sean otros”, desbarata desde su arte las
“verdades de género”, nos empuja al pensamiento acerca de un orden heteronormativo que resulta
en sí mismo violento, cuando determina quienes pueden existir y quienes no.
Para intervenir ante las violencias de género, será necesario reflexionar acerca de las
interseccionalidades que generan condiciones de precarización de ciertas vidas y de qué manera esta
se plasma en instituciones particulares como la universidad. Esto resulta na posibilidad de pensar y
generar políticas situadas dirigidas a revertirlas, tomando en cuenta que una “buena vida” requiere
de diversos soportes, en relación a y con otros, sujeta a normas y en entornos concretos.
El desafío para los feminismos de cambiar el mundo, pensando cosas nuevas, pero reconociendo
que nunca serán creaciones “de la nada”, sino que estas rejillas instituidas nos constituyen como
sujetos, por lo que la autocrítica dentro del movimiento resulta en un imperativo, a fin de no
reproducir opresiones e invisibilizaciones. Así como las violencias de género resultan
“pedagógicas”, nos enseñan quiénes pueden o no expresarse, ser parte, vivir, necesitamos construir
nuevas contra-pedagogías que nos permitan pensar y actuar desde las pluralidades, en la búsqueda
de una igualdad humanizante.

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​Apunte de clase del Prof. E. Mattio en el marco de la MIIPS, julio 2018.
Bibliografía
Butler, J. (2018) ​El género en disputa. ​2a ed. 2ª reimp. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ed.
Paidós.

Butler, J. (2009) ​Performatividad, precariedad y políticas sexuales. ​AIBR. Revista de


Antropología Iberoamericana​, [S.l.], v. 4, n. 3, p. 321-336, sep. 2009. ISSN 1578-9705.
Disponible en: ​https://recyt.fecyt.es/index.php/AIBR/article/view/32682/17422 Consultado:
01/03/2019

Mattio, E. (2012) ​¿De qué hablamos cuando hablamos de género? Una introducción. ​Disponible
en:
https://programaddssrr.files.wordpress.com/2013/05/de-quc3a9-hablamos-cuando-hablamos
-de-gc3a9nero-una-introduccic3b3n-conceptual.pdf​ Consultado: 15/06/2018

Oliva, Eloisa (2018) ​El rol de las mujeres en la Reforma. UNCiencia 06-06-2018 Disponible en:
https://centenariodelareforma.unc.edu.ar/2018/06/05/el-rol-de-las-mujeres-en-la-reforma-un
iversitaria/

Sánchez, L. (2018) ​Ser trans en Argentina. Revista La Tinta. 19 de marzo de 2018. Disponible en:
https://latinta.com.ar/2018/03/ser-trans-argentina/​ Consultada: 20/05/2019

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