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Para esta tesis que aborda el tema de la identidad como un fenómeno que permite
apropiar normas de comportamiento para tratar con el medio ambiente y con quienes lo
habitan, el concepto de olvido se vuelve fundamental, ya que éste implica un cambio de
instituciones sociales que resultan en formas específicas de tratar con lo natural y la
sociedad.
Para que suceda el olvido antes debieron suceder experiencias o hechos, dentro de las
instituciones de una sociedad, que formaran parte de los recuerdos personales y sociales.
Shotter dice que el recuerdo es la expresión de “nuestras experiencias [que] sirven,
primordialmente, no para representar la naturaleza de dichas experiencias en sí mismas,
sino para representarlas de tal forma que constituyan y mantengan una u otra modalidad
del orden social” (1990: 140-141); es decir, la acumulación de experiencias (memoria) sirve
para hacer un ordenamiento del mundo social y con ello el individuo puede explicarse a sí
mismo dentro de él y a su sociedad, podríamos decir que los recuerdos son la interiorización
de las instituciones conforme se conviven con ellas.
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El concepto institución se retoma para este texto de Cornelius Castoriadis, debido a que lo concibe más allá
de las definiciones economistas, estructuralistas o funcionalistas, y permite explicar que la institución son
todos esas formas de manifestación de una sociedad. Castoriadis dice que la institución debe entenderse
como las normas, valores, lenguaje, instrumentos, procedimientos y métodos para tratar con las cosas y hacer
con las cosas (1986) y esto es resultado del desbordamiento constante de lo social-histórico, René Lourau
(2008) añade a lo anterior que la institución es el proceso mediante el cual nacen fuerzas sociales instituyentes
que, a menudo, terminan por constituir formas sociales codificadas, fijadas e instituidas jurídicamente (p. 75)
y además escribe que la institución es el resultado de las fuerzas históricas; formada por tres momentos
universalidad-instituido, particularidad-instituyente y singularidad-institucionalización (p. 80) que estarán
moviéndose constantemente para conformar la institución de la sociedad.
instituciones forman parte de los recuerdos que ayudan a explicar momentos en la historia
de la comunidad misma.
Uno de los fenómeno que se interpretaron en Sta. Rita del Rucio y del cual parte la idea
general de esta tesis, es que las nuevas generaciones de habitantes en la localidad expresan
no conocer el proceso de tallado de ixtle, se dicen ajenos al mismo y no se consideran
tallanderos; sin embargo, la memoria colectiva sobre el tema de la tallandería no se ha
perdido, sólo se ha adaptado por diversos factores (entre los que está el proceso histórico,
la migración, el trabajo y el cambio de la ecología) debido a que permiten un ordenamiento
social y el ser tallandero se ha usado menos como un referente de identidad, pero sigue
presente en el imaginario2 tanto de jóvenes como adultos debido a que explica su origen y
sigue permitiendo una diferenciación en su universo social donde en la actualidad para
muchos habitantes los tallanderos representan a la clase más marginada en la localidad.
Es por ello que el titulo Cuando se olvidan las plantas: el caso de los tallanderos de Sta.
Rita del Rucio, puede ser un referente para explicar el hecho, donde miembros de la
localidad expresan desconocer el tallado, pero sigue presente al menos en el discurso. Ya
que en los habitantes implica la nostalgia de los viejos y el desconocimiento consciente de
los jóvenes sobre el tallado de ixtle.
Para conocer el proceso de formación de identidad y las repercusiones que puede tener
en el poblado de Sta. Rita del Rucio el dejar los referentes identitarios locales por otros, es
importante conocer su propia historia (memoria) y cómo se ha dado el cambio de
actividades realizadas en la misma (olvido) y con ello interpretar sí estos cambios implican
una nueva apropiación del espacio geográfico.
2
Castoriadis distingue varios tipos de imaginario, el imaginario radical, el imaginario efectivo y el imaginario
social. Para él imaginario es una representación de símbolos resultado de una realidad social histórica y
concebido dentro de un conjunto de instituciones específicas que conforman a una sociedad. Para esta tesis
se usara la palabra imaginario como referencia al imaginario efectivo o imaginario central de una cultura, ya
que éste se da a partir de la relación entre la función de las instituciones y el orden social (Revisar en
Castoriadis 1997 y 2008).
Identidad
Para Hegel identidad es “la unidad de la consciencia consigo misma” (1985: 108) y
Abbagnano añade que la consciencia no es más que la esencia del individuo (su propia
existencia) y escribe que identidad es “la unidad de la esencia consigo misma” (1986: 641).
Podría decirse que la identidad es una imagen (representación) que un individuo tiene de sí
mismo y de su contexto, en su consciente y subconsciente. También se podría decir que, la
identidad es la consciencia (conocimiento) y autoconsciencia3(conocimiento de sí) donde se
engendra la imagen del individuo social, pues el sujeto se explica a sí mismo y a su contexto
(a partir de la experiencia sensible y la reflexión) conforme interioriza un conjunto de
instituciones sociales que le permiten sobrevivir en una sociedad específica.
3
Revisar en Hegel (1985) Fenomenología del espíritu. Fondo de Cultura Económica, México pp. 63-139
4
Se retoma el trabajo de Erik H. Erickson debido a que explica que la identidad se construye a partir de la
interacción del individuo con la sociedad, es decir la socialización, y también porque explica que hay una
mutualidad entre un individuo y otros, que estarán moldeando la personalidad de los sujetos en sociedad e
introduce el termino de crisis de identidad que marca las rupturas en el desarrollo del sujeto social, sin
embargo no se asumen las etapas del ciclo vital del individuo como únicas y correctas.
Para Erikson la identidad es un proceso de construcción de individuos a través de las
relaciones que se establecen a niveles personales y sociales. En su libro Sociedad y
Adolescencia (1972), explica que la socialización permite aprender normas de
comportamiento que dejaran a un individuo desenvolverse correctamente y sobrevivir en
su sociedad y territorio.
Gilberto Giménez entiende por identidad “la representación que tienen los agentes
(individuos o grupos) de su posición en el espacio social y de sus relaciones con otros
agentes que ocupan la misma posición o posiciones diferenciadas en el mismo espacio”
(1995:42), es decir es un conjunto de elementos culturales interiorizados, los cuales
permiten la reproducción social y una apropiación del territorio; respecto a éste último
escribe que “es el espacio apropiado, ocupado y dominado por un grupo social en vista de
asegurar su reproducción y satisfacer sus necesidades vitales” (Giménez, 2007: 11). Y agrega
que la “apropiación del espacio…, puede generar un sentimiento de pertenencia que
adquiera la forma de una relación de esencia afectiva con el territorio. En este caso…se
convierte en un espacio de identidad” (2007:12).
Para Giménez la identidad es la amalgama de significados y hábitos dados por una cultura
y apropiados por el sujeto; además, expone que la identidad genera una distinción de un
individuo o grupo con otros y escribe; “no basta que las personas se perciban como
distintas…también tienen que ser percibidas y reconocidas como tales…toda identidad
requiere…del reconocimiento social para que exista” (Giménez 1997: 3).
Pero el individuo que realiza la actividad del tallado de ixtle, también es agricultor,
ganadero, asalariado, entre otras y al respecto Camou y Pérez (2011) escriben en “Micro
Historia de un Campesinado Tenaz. Los recolectores y cultivadores del desierto: guayule,
ixtle y candelilla”, que el campesinado es una transición de identidades que además son
acumulativas, pues han pasado de campesinos a obreros, albañiles y ejidatarios,
reconfigurándose en su propio esquema social y esto ayuda al desarrollo y manutención
básica del campesino.
Asumiendo lo anterior con lo que expone Giménez de que la cultura, que también son
las formas de trabajo, es resultado de “un proceso activo y complejo históricamente situado
y resultante de conflictos y luchas” (1994: 173), podemos decir que cada institución que
forma parte de la identidad, es efecto de las actividades de cada sociedad a través de la
historia, y el tallandero en la localidad de Sta. Rita del Rucio es resultado de un proceso
complejo de lucha por la tierra y las formas de aprovechamiento del medio ambiente para
logar la manutención familiar.
En la localidad al ser mencionado la palabra “tallandero”, ésta siempre sirve para hacer
hincapié a un contexto económico y se explican las causas por las que se ha tenido que
recurrir al tallado de ixtle a lo largo de su propia historia individual y social. Además de
narrar las causas del porque se talla, también sirve como una dicotomía entre pobreza y
trabajo del imaginario local que permite a los habitantes ubicarse dentro de su universo
social y reconocen con ello las instituciones sociales de las cuales forman parte:
Don Aurelio dijo: cuando fuimos tallanderos fueron momentos difíciles… contó,
que cuando era más de antes fueron pobres y tuvieron que tallar lechuguilla porque
no había de otra (Extracto de Diario de Campo 2013).
Durante varias décadas del siglo XX, la actividad que permitió satisfacer las necesidades
básicas de muchas familias fue el tallado de lechuguilla (la cual será descrita en el capítulo
4 y con mayor detalle en el 5) y los habitantes a partir del ejercicio del tallado generaron
una idea sobre su propia condición social y les permitió identificarse como diferentes de los
terratenientes, ganaderos, políticos y demás actores sociales, y fue en ese contexto donde
se autodenominaron tallanderos.
5
Revisar en A. Lomnitz, Larissa (1975) Como sobreviven los marginados. Siglo XXI Editores, México pp. 15-30
y cordelería), la distribución geográfica de la misma, trabajo e historia. Y todos estos
elementos han sido heredados de generación a generación.
En las entrevistas, se preguntó sobre lo que desean para su futuro y todos mencionaron
el deseo de morir y ser sepultados en Sta. Rita del Rucio, explicando que es debido a que en
la localidad siempre tuvieron lo necesario para sobrevivir a pesar de los conflictos que
mantuvieron por años (revisar Historia en capítulo 4) y aunado a que fueron ellos mismos
los que construyeron lo que hoy es el ejido.
Pero además la imagen del tallandero no sólo está asociada a la idea de marginación,
pobreza y trabajo; también se usa como elemento subversivo, debido a que identifica a
aquellos miembros de la localidad que iniciaron los trámites para la dotación y restitución
de tierras en la década de 1930, enfrentándose a los apoderados de las tierras locales.
Además, implica recordar a los individuos que por diversas motivaciones han recurrido al
tallado de ixtle para la manutención familiar y que a través de diversos esfuerzos lograron
el reconocimiento de su derecho sobre la tierra como en el siguiente comentario:
Don Joaquín dijo, aquí siempre hemos sido tallanderos… mi papa a pesar de que
fue hijo adoptivo de Ignacio Cuellar (terrateniente local), él nunca quiso aprovecharse
de los que menos tenían… él le dijo (a su papa) que sólo quería un pedacito de tierra
para sembrar maíz y poder llevar sus chivas… aprendió del tallado y se hizo muy
bueno y de ahí nos mantuvo a todos mis hermanos y a mí. (Extracto de entrevista
2013)
Con este tipo de transmisión de experiencias de generación a generación, se ha logrado
que la identidad del tallandero sobreviva, pues es “la vivencia común de experiencias,
visiones e historia” (León 2007: 350), las que conforman la imagen que un sujeto tiene de
sí mismo y que se manifiesta a través del lenguaje. En comentarios como el de Don Joaquín,
se hace visible un espacio de identidad, ya que existe una apropiación del territorio ligado
con el trabajo y su propia autoconsciencia como sociedad.
Sin embargo, para los jóvenes el tallandero es algo diferente, para ellos la actividad no
es una opción viable para su subsistencia, debido a que han encontrado en los trabajos
asalariados una forma más sencilla que permita la satisfacción de necesidades y en ellos el
tallado se ha vuelto un referente para describir una condición económica y social, la cual no
desean compartir con sus padres y abuelos. Esto puede observarse en los discursos de
jóvenes, así como se ejemplifica en el siguiente extracto de entrevista.
Paco tiene 19 años y vive la mayor parte del año en Monterrey… dijo, yo sé de la
tallandería, pero no quiero hacerlo, prefiero ser albañil o cualquier otra cosa. Me
gusta vivir en Sta. Rita, tengo mi buen caballo y vivo bien, pero eso del tallado es para
los que no tienen nada, yo por eso me fui a Monterrey a trabajar y estudiar, para no
tener que hacer eso como los viejos, ahora eso sólo lo hacen los que no tienen de
otra porque no hay dinero. (Extracto de diario de campo 2013)
Pero pese a que los jóvenes no se asuman como tallanderos, sus referentes sobre la
tallandería permiten identificar los elementos que conforman dicha identidad. Entre las
características que la población expresa está el conocimiento de la planta y el territorio
donde crece, la condición de campesino-agricultor, la condición de pobreza y el trabajo
pesado al cual se tiene que recurrir para ganar algunos pesos con la venta del ixtle.
Pierre Bourdieu escribe que “lo que existe no son clases sociales… sino más bien un
espacio social en el verdadero sentido del término, si admitimos…que la propiedad
fundamental de un espacio es la recíproca externalidad de los objetos que encierra” (2000:
105), es decir lo que existe es la relación que se mantiene con el medio ambiente y la
sociedad en aras de la supervivencia de un grupo, pero este grupo que también podemos
definir como clase tienen formas específicas de relacionarse con el medio ambiente,
generando en consecuencia una cultura especifica que permite explicar el mayor número
posible de diferencias observadas entre los individuos y Bourdieu añade:
Si bien Bourdieu expone que una clase social o grupo social se puede definir a partir de
los hechos observables, es decir de sus relaciones; los referentes o información aportados
por la población de estudio son de suma importancia para describir los elementos
subjetivos que permiten denominar a un grupo o clase social como tal, pues son estas
percepciones individuales las que permiten conocer cómo se apropia una identidad y en
relación a este trabajo afirmar que existen los tallanderos de Sta. Rita del Rucio, pues al
describir su propia historia y organización interna, donde ellos se explican a sí mismos
(consciencia) y les permite diferenciarse de otros grupos (identidad) podemos conocer el
conjunto de elementos que forman parte de la identidad del tallandero y entenderlo no
sólo como una forma de trabajo adecuada al medio natural para la subsistencia familiar.
En el caso del tallandero los elementos que lo identifican y diferencian de otros como los
ganaderos, políticos, entre otros son pobreza, marginación, sin derecho a la tierra y el
trabajo al cual pueden acceder por estas condiciones es el tallado de ixtle. El trabajo como
elemento de identidad podría verse como toda actividad realizable dentro de una cultura
definida y un territorio para la supervivencia, pero también en la reproducción de una
actividad el sujeto interioriza elementos de su condición social que le permiten
diferenciarse de los otros.
Sí bien Marx explica que el trabajo es “un gasto de fuerza humana, es decir, un desgaste
del organismo del hombre, sin relación con la forma particular en que se ha gastado esa
fuerza” (2009:6), el trabajo también se vuelve un modo de ordenamiento del mundo, pues
conforme se reproduce este, se legitiman las instituciones imperantes. Holloway escribe
respecto al trabajo tomando como eje a Marx, y dice que este último hace una
diferenciación sobre el trabajo, primero retoma el trabajo alineado donde dice que este es
cuando la persona que efectúa el trabajo es ajeno a su producto y en consecuencia “el
trabajador produce al amo” (2011:100), en otras palabras el resultado final del trabajo no
le pertenece al individuo que lo realiza y reproduce y reafirma un sistema capitalista.
Pero también Holloway plantea el trabajo útil, que es el trabajo para la satisfacción de
una necesidad, y el trabajo abstracto, este último refiere a la producción de mercancías
(productos de trabajo para intercambio) y estas solo representan cuantitativamente la
posibilidad de satisfacción de necesidades. Holloway escribe que en el trabajo abstracto
hay una enajenación del sujeto con su trabajo y solo lo reproduce para adquirir bienes a
través del intercambio, escribiendo que se pasa de la alienación a la abstracción, pero para
él, éste último nos enfrenta a una cuestión central, que es la relación de un trabajo con
otras actividades, generando una idea de cohesión social a partir del intercambio
(2011:105) y esto reproduce una idea de orden del mundo imperante es decir se reafirman
las instituciones que conforman el universo social.
El tallado de ixtle en Sta. Rita del Rucio, desde el inicio de s. XX al ser mal remunerado
por los acaparadores7 fue perdiendo su preponderancia en las actividades locales; en el
informe realizado por el Ing. Elías Castro Q. de la Comisión Agraria Local para la dotación y
restitución de tierras en el año de 1930, escribe: “la fuente principal de vida es la talla de
lechuguilla, llegando a tallar de 6 a 12 kilogramos por día” (Archivo de Restitución de tierras
para el ejido de Sta. Rita del Rucio, 1930: 38), pero al paso del tiempo en la localidad, la
sociedad se reorganizo en su propio esquema de posibilidades de trabajo y las personas
fueron realizando con menos frecuencia el tallado, siendo en la actualidad sólo un habitante
quien talla Lechuguilla constantemente.
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Esta idea se plantea a partir de las charlas con los habitantes de Sta. Rita del Rucio de la tercera edad, debido
a que al mencionar la tallandería hacen alusión que era la única forma de sobrevivir sin tener que deberle algo
a los apoderados de las tierras.
7
Afirmación realizada a partir de diversas entrevistas realizadas con la población y la información presentada
en esta tesis en los capítulos de Contexto histórico y Cuando fuimos tallanderos.
como campesinos de la región, fueron cambiando hasta denominar a la actividad como
negativa y marginal.
Kottak expone que, podemos entender al trabajo como un medio de producción que
permite a una sociedad satisfacer sus necesidades (Kottak 1994:174) y Martínez Saldaña
dice que además es “…un sistema basado en el aprovechamiento del medio ambiente
mediante la utilización de la mano de obra…y la relación al éxito de sus adaptaciones”
(Martínez 1987:397), diríamos que el trabajo del tallado de ixtle es una actividad regulada
por la capacidad de satisfacción de necesidades sociales e individuales y clasificada en un
esquema de valores heredados, que sirven para crear referentes identitarios, pues implica
una serie de premisas que forman parte de la imagen del tallandero.
A partir de lo que ellos observaron a mediados del siglo pasado, podemos hacer una
referencia de lo sucedido en Sta. Rita del Rucio entre las décadas de 1930 y 1960, donde las
familias que se vieron marginadas por la baja remuneración económica por el ixtle, la
incapacidad de mantener sus cultivos íntegros y las pocas posibilidades de desarrollo, les
impulsaron a emigrar e incluso a establecerse fuera de la localidad, donde el caso más
significativo fue la formación de la localidad de El Jaujal (anexo actual al ejido de Sta. Rita
del Rucio), e impulsando a la población para la búsqueda de integración a trabajos
asalariados.
La emigración de retorno fue uno de los fenómenos sociales locales que incentivó un
cambio interno en Sta. Rita del Rucio, principalmente en la importancia de las actividades
laborales locales, que se fueron dejando a un lado frente a las que se podían obtener en el
exterior. Si bien en las entrevistas con la población durante las estancias en campo se
constató en los relatos que muchos de los habitantes que salían para buscar trabajo
asalariado no regresaban a la localidad, los que hacían el retorno estaban “cambiados”,
pues ya no veían las cosas de la misma manera.
En la localidad hay miembros que han regresado después de obtener experiencias
laborales fuera de la localidad; pero en estos habitantes, eran y son visibles diferencias
significativas que los distinguen con el resto de la población, en principio debido al proceso
de aculturación8 en los lugares destino a los cuales se vieron expuestos. La población había
cambiado principalmente sus referentes de consumo y sus posibilidades de trabajo eran
distintas a la población que no ha o había experimentado la emigración. Conforme se dio la
interacción de ambas poblaciones migrantes y no migrante, hubo un intercambio de
experiencias que han motivado a los más jóvenes a emigrar, como se expone en el siguiente
fragmento de entrevista.
José hijo de Don José, platicó como Enrique, otro joven de la localidad que emigró
a Matehuala para entrar a protección civil, le contó todas las cosas que había
aprendido y vivido mientras estudiaba para ser rescatista. Y cuando viene de visita a
Sta. Rita le trae obsequios y le muestra fotos. José dice que ver todo lo que se hace
afuera lo motivan para querer estudiar lo mismo y cuando termine la secundaria él
también se ira para ser igual que Enrique (extracto de diario de campo 2013)
En los cuadros de situación laboral-social de Sta. Rita del Rucio (Esquemas situación
social-laboral, capitulo 4) puede observarse que conforme la migración de retorno se volvió
más importante respecto a las actividades locales (principalmente agrícolas), empezó a ser
visible el cambio de referentes laborales y en el caso de la tallandería implicó, la pérdida o
el dejar de lado (olvido) los usos que se le daban a la planta de lechuguilla, pues gracias a
las experiencias migratorias se habían introducido a la localidad una serie de productos
8
Aguirre Beltrán (1957) dice que el termino aculturación refiere al contacto de culturas y que “el mecanismo
en la transmisión cultural y las resultantes de las influencias reciprocas, originadas por el contacto de una
cultura altamente industrializada con otras tecnológicamente sencillas, fueron los focos de interés que
propiciaron los estudios de aculturación” (1957: 13) y la escuela americana culturalista define el término
como “aquellos fenómenos que resultan cuando grupos de individuos de culturas diferentes entran en
contacto, continuo y de primera mano, con cambios subsecuentes en los patrones culturales originales de uno
o de ambos grupos” (1957: 14) y Fábregas Puig (2012) aúna al tema que “la cultura dominante tiende a
imponer sus rasgos que, a la larga, hegemonizaran el proceso de aculturación…[y] terminara imponiendo un
mestizaje ampliamente dominado por la cultura colonizadora…[además] dentro de la teoría de
aculturación…no se prevé la aceptación de la pluralidad cultural” es decir se rechazan las prácticas de las
culturas no dominantes (2012: 1-2)
industrializados que sustituyeron a los locales y además mantenían costos accesibles para
la población y posteriormente comenzó una comercialización constante de estos por
algunos de los habitantes que habían emigrado.
9
Estimado a partir de las entrevistas con diversos miembros de la localidad
donde los individuos dejaron de aprovechar su medio natural pues ya no representa una
fuente económica para ellos.
Núñez (2011), en su tesis de maestría “Hombres del Cerro y el Bajío: Ixtleros candelilleros
de Ramos Arizpe, Coahuila y Mina, Nuevo León”, menciona que en su investigación observó
una disminución del tallado, describiendo entre las muchas causas probables que él
identifica, el aumento de la comercialización de productos sintéticos, pues al ser más
baratos que el ixtle la actividad del tallado comenzó a ser menos redituable hasta
convertirse en una actividad complementaria y escribe que la realidad ixtlera-candelillera
es la misma en los ejidos donde todavía se realiza, además prevé al lector de que hay
localidades donde estas ya no se realizan.
Explica en reiteradas ocasiones que las familias que antes eran exclusivamente
tallanderas, comenzaron a adentrarse en otras actividades laborales que les permitieran la
satisfacción de sus necesidades. Y escribe que el sujeto dedicado al tallado de fibras
naturales… [Es decir] la extracción [de ixtle,] satisface una necesidad familiar o personal y
la plusvalía ’no existe’” (Núñez, 2011: 36), dejando claro que no hay un interés o posibilidad
para generar un excedente y es preferible la realización de otras actividades.
Lo que Núñez –a mi parecer- describe es una situación similar a la vivida en Sta. Rita del
Rucio en las décadas posteriores a 1970, donde al no lograr la subsistencia familiar a través
de la compra-venta del ixtle, en donde los acaparadores locales al mantener un control
respecto a la demanda de la fibra (en la actualidad el principal acaparador es Sedesol,
manejando precios de compra de $10 pesos a $16 pesos por kilo de fibra, pagando la mitad
en moneda nacional y la otra mitad en mercancía de la canasta básica) fueron propiciando
que el tallado de ixtle haya dejado de producirse en algunas localidades a causa de que no
es una fuente económica para la subsistencia de las familias y Núñez escribe que “donde se
ha dejado de tallar ha ocurrido un cambio paradigmático relativo a raíces económicas,
sociales y hasta políticas que han debilitado a esta cultura del trabajo” (Núñez, 2011: 118)
es decir ha provocado un cambio sustancial en la organización interna e identidad de cada
comunidad.
Larissa A. Lomnitz dice que un territorio en todas sus características constituye un
ecosistema “es decir, un sistema global de recursos y condiciones de vida para todos sus
habitantes”. (Lomnitz 1975: 29) que logran mantener en equilibrio una sociedad, pero
cuando este no puede asegurar la sobrevivencia de un grupo de individuos, estos buscaran
en otro nicho ecológico satisfacer sus necesidades, abandonando el anterior.
Las estimaciones de Cabrera (1969) para la década 1960 eran de cuatro a seis kilos por
persona, teniendo Sta. Rita del Rucio una población estimada de 500 habitantes. Si bien el
tallado pasó a ser una actividad complementaria después de 1975, no sólo fue a causa del
bajo precio de compra-venta y los problemas por el derecho a la tierra a los cuales se
enfrentaron, también se generó una huella ecológica en las proximidades del ejido que
obligaron una nueva búsqueda de zonas para la explotación de la planta. El estimado de
producción de ixtle entre las décadas de 1930 a 1960 es de 5,913 toneladas cortando un
estimado de cogollos de 39,420 toneladas10.
Con la deforestación de la planta cambió la dinámica con el medio ambiente, pues como
expone Lezama “las actividades son el resultado de la naturaleza en relación con lo humano,
un producto de su intervención, resultado último del impacto de la acción del hombre sobre
el medio natural pero al mismo tiempo movimiento de vuelta, acción de la naturaleza sobre
la vida social” (Lezama, 2010: 24-25). Es decir implicó mayor esfuerzo físico para la
recolección de la cantidad de fibra necesaria para seguir generando el ingreso económico
para la manutención de la unidad familiar.
10
El estimado de producción fue obtenido con la suma de las medias de producción por individuo de la década
de 1930 y 1960, divididos entre las cuatro décadas y multiplicadas por los 135 individuos censados por el
ingeniero de la Comisión Agraria Local, a los que describe como mayores de 16 años. Y el estimado de
recolección de cogollos fue sacado por la multiplicación de la cantidad promedio que se obtiene de fibra seca
por kilo de cogollo que la SAGARPA (2009) expone.
Reygadas (2002) dice que “al trabajar, los sujetos producen, reproducen y se apropian
de significados [instituciones]…Las tradiciones culturales de los agentes…se entrelazan y
confrontan con las concepciones del mundo y con los sistemas de valores” (2002: 116). Es
decir, con la práctica constante de una actividad como la tallandería, en la localidad se
generaron elementos que fueron apropiados por los sujetos (como la condición social, la
pobreza, etc.) permitiendo llamarse a sí mismos tallanderos.
Pero al romper con el ciclo del trabajo del tallado, se sustituyeron instituciones (olvido)
de los referentes sociales locales y se adoptaron otras como el trabajo asalariado y los
atributos que se les adjudicaron a las personas que tallaban ixtle también se modificaron.
La idea de trabajo digno se cambió por la idea de trabajo marginal, además el conocimiento
del espacio natural dejo de ser relevante para las nuevas generaciones, pues era asociado
a la tallandería y poco a poco los más jóvenes dejaron de aprender sobre su espacio natural
y su aprovechamiento potencial, como es la rotación de zonas para talla o la corta de puntas
de las pencas de la lechuguilla para la generación de una fibra más dura, esto en lo que
expone Giménez cambió la apropiación del territorio y con ello la identidad.
Para esta tesis los aportes de Castoriadis sobre las instituciones han sido un bastión
importante, debido a que él hace una crítica a la forma en como se ha venido entendiendo
a la instituciones, partiendo desde el aspecto económico-funcional. Él hace un
cuestionamiento a Malinowski y Radcliffe-Brown; del primero menciona que su idea de que
en todo tipo de civilización, cada costumbre, cada objeto material, cada idea y cada creencia
cumple una función vital (2013:184) y del segundo hace alusión a la definición de institución
en la que escribe que “es un sistema establecido o reconocido socialmente de normas o
pautas de conducta referentes a determinado aspecto de la vida social” (Radcliffe-Brown
1982:189).
El autor muestra que las instituciones están ligadas a lo simbólico11, ya que el mundo
social-histórico está indisolublemente tejido con símbolos que permiten ordenar y explicar
11
El texto continúa: “las instituciones no se reducen a lo simbólico, pero no pueden existir más que en lo
simbólico, son imposibles sin un simbólico en segundo grado y constituyen cada una su red simbólica. Una
la realidad social. Castoriadis, deja claro que la sociedad constituye su simbolismo, pero no
en total libertad; si no que se adhiere a lo natural y a lo histórico, es decir a lo que ya estaba
ahí, y la institución funciona como una red simbólica, socialmente sancionada, en la que se
combinan, en proporción y relación variables, un componente funcional y un componente
imaginario (p. 211).
La identidad no solo es la respuesta a las preguntas ¿Qué somos? ¿Qué hacemos? y ¿Por
qué estamos aquí?, sino que puede entenderse en la manifestación de un conjunto de
conductas reproducidas en la cotidianidad, de las cuales depende la supervivencia de una
sociedad y además han sido heredadas por una historia compartida e instituida y una
específica forma de apropiación del medio ambiente.
organización dada de la economía, un sistema de derecho, un poder instituido, una religión, existen
socialmente como sistemas simbólicos sancionados. Consisten en ligar a símbolos a unos significados y en
hacerlos vales como tales, es decir hacer este vínculo más o menos forzado para la sociedad o el grupo
considerado… El mismo trabajo… aunque eminentemente real para su sujeto y en sus resultados, es, claro
está, constantemente recorrido por unas operaciones simbólicas (en el pensamiento del que trabaja, en las
instrucciones que recibe, etc.). Y se convierte en símbolo él mismo...” (2013: 187)
dimensiones podemos de cierta forma cifrar (Esquema 9 interacción de las dimensiones de
identidad) las instituciones que conforman la identidad de la sociedad de Sta. Rita del Rucio
y con ello intentar ordenar los procesos de cambio en la misma y desde ahí, intentar explicar
cómo podría relacionarse la identidad con los procesos de reproducción social.
Identidad individual-afectiva
Identidad dinámica-productiva
Esta sería una segunda dimensión, donde se da la interacción del sujeto con la sociedad;
esta dimensión se da fuera de la familia propiamente, ya que los sujetos interactúan con
otros individuos de diferentes unidades domesticas pares (del mismo universo social)
donde comparten actividades en espacios definidos como el aprendizaje de hechos o
actividades específicas y la realización de trabajos.
Aquí los sujetos desarrollan al máximo sus habilidades adquiridas en el primer nivel y
generan un arraigo con un espacio mayor que permite la subsistencia de una sociedad. En
esta dimensión se genera la identidad con el terruño, con un grupo específico y se podría
dar la autoconciencia de clase y se producen las estructuras estructurantes12 ya que esta
dimensión permite la acumulación de capital. A partir del desarrollo de esta dimensión de
la identidad el sujeto apropia su realidad y algunos aspectos de lo social-históricos dados
por su universo social como podría ser la idea de clase, la idea de marginación y se genera
un ordenamiento del mundo a partir de cómo se logra satisfacer las necesidades familiares
e individuales.
Pueden avistarse en esta dimensión todas las instituciones productivas, donde el trabajo
y el proceso de aprendizaje de la educación de una sociedad son ejes primordiales, es aquí
donde se ubican la tallandería y la emigración. El desarrollo de esta dimensión es de suma
importancia para que el sujeto decida que elementos de su identidad mantiene o desecha,
pudiendo adoptar otras instituciones de otros universos sociales, aquí se legitiman las
creencias, se generan las actividades productivas de una sociedad, se produce un
conocimiento práctico sobre las cosas y se reproducen los valores aportados por la sociedad
al sujeto.
Identidad ideológica-nacional/regional
Esta dimensión de identidad, es algo más abstracto e intangible, aquí los sujetos tratan
de generar alguna explicación de su existencia, aparecen historias sobre el origen
primigenio y además aquí está el ideal de sujeto de cada sociedad, es decir se marca hacia
donde tienen que encaminarse los esfuerzos individuales para ser un miembro de una
sociedad.
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Pierre Bourdieu dice que “el habitus es un principio generador y unificador que retraduce las características
intrínsecas y relacionales de una posesión con un estilo de vida unitario, es decir, un conjunto unitario de
elección de personas, de bienes y de prácticas. Al igual que las posiciones de las cuales ellos son producto (los
individuos de una sociedad), los habitus están diferenciados, pero también son diferenciantes… son
estructuras estructurantes, esquemas clasificatorios, principios de clasificación, principios de visión y división,
de gustos, diferentes. Producen diferencias, operan distinciones entre lo que es bueno o lo que es malo…,
entre lo que es distinguido y lo que es vulgar” (2011: 31-2).
Aquí se ubican propiamente todas las instituciones sociales heterónomas y el sujeto las
asumirá conforme se realiza su socialización con el resto de su comunidad, sin embargo,
cada sujeto que las interioriza puede cuestionarlas de diversas maneras. Este nivel puede
conformarse por aquellos elementos identitarios que le permiten al sujeto definirse como
parte de un universo social especifico distinto del resto de universos, como por ejemplo la
idea de ser mexicano, potosino y santariciense.
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En esta situación podemos mencionar a la identidad de Chicanos, que es un grupo social que se encuentra
en proceso de adopción de la identidad estadounidense pero sigue teniendo alusiones a su identidad
mexicana, Rodríguez (2001) menciona que “los símbolos que los chicanos adoptaron estaban asociados con
México y sus momentos revolucionarios” (p. 51), pero como ella misma menciona el ser chicano es una forma
de apropiación del espacio social y satisface necesidades diferentes, pues para algunos es una forma de
apropiación de las instituciones americanas, sin embargo el chicano al final es una identidad transitoria entre
el mexicano y el americano.
la interacción con el medio ambiente que satisface las carestías de la comunidad, son
generados a partir de los parámetros de la cultura dominante; debido a que ésta es la que
instituye cuales deben ser las necesidades sociales de los sujetos como el uso de ciertas
modas y mercancías, con este cambio las instituciones de cada sociedad se trastocan pues
serán depuradas aquellas que no permitan esta nueva forma de reproducción social.
Don Aurelio dijo los jóvenes (cholos) como el esposo de Elsa, Marcelo y Mike no
hacen nada, solo están ahí, sentados viendo quien entra y sale de aquí, buscan pleito,
consumen drogas, andan con ropas flojas, ellos ya no saben de los lugares donde hay
lechuguilla, ni siquiera donde hay plantas como la árnica, ellos sólo saben de juegos
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García Peña (2009) escribe que los cholos son jóvenes que usan una vestimenta distintiva como “las camisas
de futbol americano, los bermudas anchos y tenis blancos… gorras de L.A. sobre cabezas rapadas” (p. 60), y
aclara que ella observa que se diferencian “de otros varones, [porque] han materializado y simbolizado una
apropiación diferencial de sus cuerpos, con la cual han encarnado ciertas paradojas que marcan importantes
rupturas en los diversos ordenes sociales en los que participan… buscando distinguirse de sus padres, abuelos
e, incluso de otros varones de su misma edad” (p. 63) y son “catalogados como echados a perder” o jóvenes
sin nada que hacer.
y pleitos, son tranquilos porque si no, así les fuera con sus papas y además ya hay uno
en la cárcel (Entrevista 2013, Sta. Rita del Rucio).
Don Jacinto dijo que el comisario ejidal ya no es tallandero, que no sabe cuáles son
los límites de la localidad, pues aunque conozca del tallado, el vivió muchos años
fuera de la localidad. Es flojo, siempre pide prestado y tiene mañas que aprendió
afuera, siempre se pone borracho y sus hijos no tienen educación. Para él lo
importante es el tener dinero, yo por eso no les presto porque no pagan, el apenas
conoce los lugares importantes porque su papa se los contó y los puede encontrar
con un mapa, pero ya no conoce de lo que se puede hacer aquí (Extracto de diario de
campo 2013).
Don Jorge platicó que los tallanderos de verdad, como él y don Aurelio conocen
bien la localidad, donde se da la mayor cantidad de yerba y cuando tenían ganado ahí
lo llevaban, saben cuáles son los límites de la localidad y donde está el primer bordo
que lo delimitó, ellos saben de trabajo y respeto, además todavía se acuerdan de que
plantas pueden usarse para remedios caseros (Extracto de diario de campo 2014).
Alejandra nieta de don Aurelio platicó que se fue cuando cumplió 15 años, ya tiene
una década viviendo en Matehuala. Dice que ella tiene muchos recuerdos bonitos de
la localidad porque aún vivía en ese entonces su mama, pero cuando viene de visita
lo único que hace es ayudar a sus abuelos, ella ya no sabe dónde buscar los huevos
para el desayuno, no se hace sin una estufa de gas, y pues para ella lo único que
recuerda son a las personas, algunas historias, pero ya no conoce todo el ejido y
cuenta que para todos los jóvenes que migraron a Matehuala como ella, es igual.
Todos se conocen y siempre coinciden que ya no tienen nada en la localidad (Extracto
de diario de campo 2014).
Cuando la emigración de retorno pasó a formar parte de los trabajos primarios de los
habitantes de Santa Rita del Rucio, se comenzaron a generar rupturas en la forma en cómo
los habitantes se veían así mismos, algunos de los que emigraron en la primera etapa
migratoria después de 1950 y aún viven en la localidad, han expresado que el haber salido
a trabajar, les permitió ver que podían vivir sin ser acosados y despojados de sus bienes por
las familias de terratenientes. Pero también implicó dejar de realizar sus actividades
agrícolas, el trabajo en la localidad necesario para la agricultura de autoconsumo era
abandonado y sólo cuando había varios miembros en la familia o se ahorraba lo suficiente
con los salarios conseguidos en las ciudades para pagar a otros habitantes, se realizaba el
cuidado de las milpas.
Javier, tengo dos hijos y mi esposa es más joven por lo que me ayuda mucho, yo
crecí con una hermana que vivía en Monterrey para poder estudiar, sólo venía a ver
a mis papas durante las vacaciones y cuando lo hacia lo único en lo que podía ayudar
era cuidando la milpa y algunas veces las chivitas de mi papa, pero no sabía nada de
como sembrar y cosechar, cuando cumplí quince años me vine por tiempos más
largos para ir aprendiendo de mi papa todo lo que el sabia, pero no podía estar
siempre aquí, fue cuando el falleció que me vine y tuve que aprender todo, hasta
hacer adobes para hacer mi casita. Pero me ha gustado mucho la agricultura y ahora
se de todo y no me pienso ir (Extracto de entrevista 2014).
El esquema siete, permite proponer que al ser sustituida una institución generadora
identidad local por otra (de una cultura diferente), la idea de arraigo con el terruño, la idea
de clase, la relación con el medio ambiente y la reproducción de otras actividades propias
de la cultura local, se trastocan generando una identidad nueva con elementos de ambos
universos sociales.
Así muchos de los habitantes que siguen viviendo en la localidad se asumen como
santariciences pero no tallanderos, además este cambio ha implicado que los sujetos no
apropien su territorio como sus predecesores y el aprovechamiento potencial de sus
recursos naturales no sea el mismo. Esto se visibiliza en el orden de importancia de las
actividades locales ya que las agrícolas están en el nivel más bajo. Posibilitando incluso que
el ingreso monetario de programas de gobierno sustituya al trabajo local y se encuentre
actualmente como un eje primordial para la reproducción familiar.
El principio de identidad es dado por el reconocimiento del objeto-sujeto, sin embargo, Commented [ارتورو1]: Explicar, me parece buena opción a
pie de nota que es el principio de identidad.
ese reconocimiento no es del objeto en sí, más bien, refiere a las instituciones sociales que
componen al objeto-sujeto, por ejemplo un mexicano no es el humano en sí, es todos esos
elementos sociales que lo componen (símbolos, historia, etc.) y que lo distinguen del resto
de sujetos de otros universos sociales.
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Derrida, inicia su ensayo Sobre el Nombre (2011) con una advertencia en el cual comienza con un
cuestionamiento sobre el nombre. Escribe “el nombre: ¿a qué llamamos así? ¿qué escuchamos bajo el nombre
de <<nombre>>? ¿y qué pasa cuando damos un nombre? ¿qué damos entonces? No ofrecemos una cosa, no
entregamos nada, sucede algo que equivale a dar… lo que no tenemos ¿qué pasa cuando damos un
sobrenombre, renombrando donde, justamente, el nombre viene a faltar?... ¿qué es un SobreNombre, lo que
vale más que el nombre, pero también lo que ocupa el lugar del nombre? (pp. 9-12) y parte de estos
dice que el nombre es la verdad sobre las cosas y el sobrenombre, viene siendo una
manifestación de las ideas que tenemos sobre las cosas. Seria así que, mexicano y tallandero
no son la verdad del objeto natural, son en realidad la manifestación social del sujeto y su
forma de apropiación de lo natural.
La identidad como fenómeno (E. Husserl) se da a través de la cultura material, pues son Commented [ارتورو2]: Se vuelve a definir la identidad y no
queda claro cual de todas las definiciones es mas
estos elementos heredados por la cultura (revisar wagner) que podemos observar y importante o si las veo todas como parte de lo mismo
distinguir a un grupo en específico; además, los sujetos que los reproducen deciden cuales
son más útiles o no para su subsistencia manteniéndolas o abandonándolas. Y la
condensación de instituciones (símbolos, lo social histórico) que se reproducen en la cultura
material, está dadas por el imaginario efectivo y lo social-histórico y son determinadas por
ellos. Por ello la única forma de conocerla es a través de la descripción de lo observable y
partir de ello para conocer los elementos determinados por lo histórico que permiten la
conformación de una identidad especifica como la de los tallanderos de Sta. Rita del Rucio.
¿qué signifcaba ser tallandero? Hay que profundizar mas en eso y qué actividades ya
no se hacen y que valores se perdieron o surgieron a raíz de la perdida de la identidad del
tallander, es decir, que valores o ideas se asocian con la tallandería?, el arraigo es uno?,
hay que aclarar bien los elementos y hay que explicitarlos., creo esto podría ir tambien en
el primer capitulo, ya que ahí si se explica que veo como identidad del tallandero y los
valores que creo forman parte del universo social.
cuestionamientos para plantear el cómo y porque llamamos a las cosas, sin nombrar lo sustancial y
nombramos a través de ellos lo esencial.
La identidad es, todos los elementos que se reproducen en una sociedad; como la forma
en cómo se preparan los alimentos, el tipo de agricultura, las herramientas que se usan, los
trabajos a los cuales se acceden y la organización interna de un grupo; pero también, hay
elementos de ésta que no son observables como los valores (respeto, lucha, esfuerzo) o las
propias utopías a las cuales una sociedad aspira.
En principio la búsqueda de trabajo fuera de la localidad, fue una forma efectiva que los
santariciences optaron para satisfacer sus necesidades vitales y asegurar su reproducción
social; sin embargo, el paulatino ejercicio de la emigración de retorno por estancias cada
vez más largas y en la actualidad la emigración sin retorno, lograron que las personas
pudieran obtener un ingreso monetario mayor al que ofrecía la localidad y conforme las
generaciones más jóvenes se fueron introduciendo a esa lógica distinta a la local e
incrementaron su interacción con los puntos destino, iniciaron un cuestionamiento de su
realidad en Sta. Rita del Rucio, generando en consecuencia que las instituciones17 que
conforman su identidad se vieran trastocadas por otras y muchos de los individuos que han
pasado por esta etapa, deciden en muchos de los casos no regresar a Sta. Rita.
Lo anterior es evidente en los diversos comentarios donde ellos (los que salen), hacen Commented [ارتورو4]: Mariana dice que sería bueno
leerse estos comentarios tendría que ponerse uno o algunos
una diferenciación con sus antecesores o pares que aún viven en la localidad18. Son estos de los comentarios, pero tienen que ir en anexos
16
Revisar en contexto monográfico
17
Castoriadis (2013) escribe que la “institución de la sociedad es institución del hacer social y del
representar/decir social” y ambos aspectos forman parte de una dimensión identitario-conjuntista, que se
manifiesta en el legein y en el teukhein (p. 558)
18
Comentario de Paco revisar pagina Jr capitulo uno
desapareciendo paulatinamente actividades locales, propiamente rurales, como lo es la
tallandería.
El caso de los tallanderos de Sta. Rita del Rucio, muestra cómo con la perdida de una
identidad, también cambia el arraigo con la tierra y las actividades productivas locales se
trastocan, dejándose de practicar algunas de ellas.
Los tallanderos de Santa Rita del Rucio, como se ha descrito a lo largo del texto, muestran
elementos de su propio universo social que están relacionados con la existencia de una
cultura material heredada. Las familias de los tallanderos, poseen en sus hogares la
herramienta necesaria para efectuar la actividad y aunque en muchos casos esta es parte
de los objetos históricos, aún hay referentes que permiten que la identidad no desaparezca
de su universo social específico.
Una segunda etapa, sería la pérdida de la reproducción de la cultura material, es decir, Commented [ارتورو6]: Explicar porque hago la separación
de esta etapa a la primera que parecieran lo mismo, hay
las personas dejan de efectuar actividades específicas referentes a su identidad, en el caso que explicar a detalle porque veo esta etapa
de tallado primero fueron los usos domésticos de la lechuguilla y después el propio tallado.
La tercera etapa seria la eliminación del ciclo de transferencia de información histórica
respecto a dicha identidad (instituciones sociales que la componen), aquí las nuevas
generaciones de una sociedad desconocen parcial o totalmente las instituciones que
formaron parte de esa identidad, como la relación con el medio ambiente, el trabajo, la
organización familiar, etc.
Y una cuarta y última etapa, sucede cuando hay una eliminación de toda información y
cultura material del universo social. Es decir, es cuando ya no existe ningún referente social
a las instituciones que componían una identidad y tampoco existen restos de la cultura
material dentro del universo social de un grupo.
Los tallanderos actualmente existen como aquellos hombres que a pesar de que en la
localidad no existían las condiciones mínimas para que todos los sujetos se desarrollen de
forma equitativa, pudieron conseguir a partir de su esfuerzo sobrevivir de forma digna. Es
decir los elementos de esta institución social ahora se reproducen en la dimensión
ideológica-nacional/regional, pues permiten una explicación histórica de sus procesos
sociales a lo largo del tiempo y justificar el por qué algunos habitantes han abandonado el
territorio santariciense.
la identidad, sirve no solo como una imagen o representación del sujeto de sí mismo y su Commented [te_jodo887]: Es mejor eliminar inicios
rolleros
posición en el mundo, también sirve como elemento de apropiación del espacio natural y
es generadora de utopías que permiten a los sujetos que las poseen, buscar un mejor
desarrollo personal y social a partir de sus propios referentes, sin embargo, cuando las
culturas conviven con otras que podrían denominarse dominantes, estarán
constantemente generando prestamos culturales, que depuraran instituciones sociales de
los sujetos receptores. Pero mientras se sigan teniendo alusiones a la primera identidad
(instituciones sociales) en algún lugar de su universo social (historia, cultura material, etc.)
se podrán retomar aspectos que para ellos sean significativos y que les permitan una
nueva apropiación de su espacio social y natural, tomando lo más útil de ambos universos. Commented [ارتورو8]: Mariana pregunta si esto les
permite sobrevivir a un contexto regional-nacional e
internacional que pretende dejarlos al margen?