¡COPA AMÉRICA EN COLOMBIA!, ¿UNA CORTINA DE HUMO?
El 09 de Abril, Colombia despierta con la
noticia de que se realizará
mancomunadamente y por primera vez
una Copa América con dos países como
sedes. Argentina en sus avances por ser
sede conjunta del mundial de fútbol en el
año 2030 junto a Uruguay y Paraguay, ha
promovido la idea del fortalecimiento de su
estructura deportiva para realizar de los
mejores y anecdóticos mundiales en la
historia del balompié.
En esta ocasión el presidente gaucho
Mauricio Macri, hombre futbolero y “viejo
zorro” de este deporte realizó un par de
llamadas arreglando todo para que junto a
los vecinos no tan cercanos de la parte
norte (Colombia) realizarán algo sin
precedentes en la mayoría de los
aspectos. Pero en este caso hay un leve
detalle que no convence a la prensa
cafetera: como una secuela de una historia
en la que regresando a un lugar se reviven
cosas. Es la constante de la prensa
colombiana quienes recuerdan a un
presidente del partido contrario al
tradicional en este país, quien por estas
fechas hace casi 20 años promovía la
candidatura de Colombia como sede del
evento más antiguo del futbol a nivel de
selecciones...
¡Claro que sí!, nada más y nada menos
que Andrés Pastrana. El presidente que
con un país bañado en sangre, corrupción,
injusticia y desastre sacó de la manga
como aquel mago de un solo truco en la
fiesta donde los espectadores dormían,
pero con el revuelo fueron cautivados por
la sorpresiva noticia.
Fue un evento atípico lleno de sorpresas y
detalles que aún carecen de un argumento
válido. Casualmente, la sede conjunta de
esta edición no quiso participar en aquella
época alegando que Colombia no ofrecía
las garantías para proteger la integridad de
los integrantes en dicha selección. Brasil
como subcampeona del mundo y
campeona no superó la primera ronda
eliminada por una modesta selección
hondureña (debutante de relleno). Y para
poner la cereza en el pastel, la gran
anfitriona se coronó campeona con
detalles como; vaya menos vencida (Oscar
Córdoba), goleador (Víctor Hugo
Aristizábal) y premio al Fair Play que
empezaba a ponerse de moda como ítem
integral de la FIFA (Federación
Internacional de Fútbol Asociado). Sin
embargo, ahí no terminan las sorpresas
porque esa misma nómina campeona del
evento continental no se pudo clasificar a
la cita orbital del siguiente año (Mundial de
Japón y Corea 2002).
Esta vez surgen grandes preguntas que
marcan la realidad de los países de la
zona. La distancia entre las capitales
Bogotá y Buenos Aires es de 6800
kilómetros que traducido en vuelo y sin
contar escalas muestra 6 horas de
duración, sin contar sedes y traslados
internos de más de 500 kilómetros entre
las ciudades de cada país. No se cuenta
con la logística suficiente para atender un
clásico como Argentina Brasil; cabe
resaltar el bochornoso hecho de la final de
la Copa Libertadores en su versión 2018
donde la llamada Superfinal demoró más
de 28 días y en conclusión se jugó en
Madrid como campo neutral.
Las sedes contempladas por la
CONMEBOL son: En Colombia;
(Metropolitano de Barranquilla, Campín de
Bogotá, Atanasio Girardot de Medellín y
Pascual Guerrero de Cali, el Hernán
Ramírez Villegas de Pereira está
planteado como reserva.) En Argentina;
(La Bombonera de Buenos Aires,
Presidente Perón o más conocido como “El
Cilindro” en Avellaneda, Nuevo Gasómetro
de Almagro, Gigante de Arroyito en
Rosario y como reserva el estadio de Las
Malvinas.
El sorteo arrojó un formato nuevo con seis
selecciones en cada grupo distribuidos así:
Zona Norte: Brasil, Colombia, Venezuela,
Ecuador y Perú, más una de las
selecciones invitadas.
Zona Sur: Las selecciones de Chile,
Uruguay, Argentina, Paraguay, Bolivia y un
invitado.
Queda en vilo el acompañamiento de la
población para la cita continental. Pero
como buenos colombianos, de seguro los
estadios se llenarán con el tricolor
apoyando a su selección y bueno…
¡También a las otras que vengan a
Colombia!