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un hombre blanco y Mildred, su novia negra están sentados en un porche por la noche cuando
ella le anuncia que está embarazada. Él sonríe contento y le dice que está muy bien. Acuden
juntos a una carrera de coches en la que Richard ha participado mejorando el coche en que
corren los negros, y con el que consiguen vencer a los blancos. Lo celebran con una fiesta en la
Pasado el fin de semana Richard vuelve a su trabajo como albañil. Lleva a su novia a un
prado y le pregunta si le gusta. Un prado cercano a su casa que le dice que ha comprado para
construirle una casa, preguntándole si se casaría con él. Contenta, Mildred corre a contárselo a su
hermana. Se casarán en Washington, yendo con ellos solo el padre de ella que será su testigo.
Su hermana le reprocha a la vuelta que se fueran tan lejos y no las llevaran a ellas, diciéndole
Mildred que Richard prefirió hacerlo en Washington porque habría menos papeleo y sería más
sencillo, aunque la verdadera razón es que Virginia era uno de los 24 estados donde el
Un día la madre de Richard, que es partera, le dice cuando él va a su casa que está
buscándole el ayudante del sheriff, aunque ella no le dijo dónde estaba. Una noche, mientras
duermen, derriban su puerta y le preguntan qué hace en la cama con esa mujer, diciendo ella que
es su esposa, algo que el policía le dice no sirve allí, pese a ver el acta matrimonial que él colgó
en la pared. Son detenidos y llevados al calabozo, donde les mantienen en celdas separadas.
Richard es liberado al día siguiente gracias a que pagaron su fianza, pero no la de ella, que le
dicen deberá esperar hasta el lunes para hablar con el juez. Mientras él ayuda a su madre en los
partos, debe aguantar sin poder hacer nada por su mujer, embarazada y encarcelada,
preguntándose cómo se enteró la policía. Decide ir a la prisión pese a que no es aún lunes,
señalando que buscará un abogado, pero le insisten en que debe esperar al lunes. A la salida le
llama el sheriff Brooks que le aconseja que envíe a su gente a pagar la fianza, pues a él no se la
trabajaba para un negro, viviendo en un barrio donde todos están mezclados, algo que a nadie le
importaría si no se hubiesen casado, pues debe cumplirse la ley de Dios, recordándole que si el
Y en efecto el lunes Mildred consigue su libertad cuando su padre paga su fianza, aunque
cuando llega a su casa ve que no están ni Richard ni sus cosas, pues amenazaron con detenerlo si
le volvían a ver con ella, por lo que no se ven hasta la noche, cuando él se acerca a su casa a
escondidas. Le cuenta entonces que ha contratado al mejor abogado del condado y que bastará
con que sean discretos por un tiempo hasta que todo pase. Pero el abogado les explica que deben
declararse culpables, pues ha pactado con el juez que si lo hacen suspenderá la condena a prisión,
debiendo dejar el estado o divorciarse, no pudiendo estar juntos en ese estado hasta pasados 25
años, o en caso contrario serán condenados a un año de prisión. En el juicio recuerda que
Ellos se declaran dicen culpable, tal como habían acordado, quedando suspendida la
sentencia de un año de prisión durante 25 años a cambio de que se marchen de Caroline y del
estado. Cuando se despiden de la familia de ella, Garnet, la hermana de Mildred acusa a Richard
de ser el culpable, diciendo que él sabía lo que hacía cuando se casaron. Les acogerán en
Washington Laura y Alex, unos familiares, comenzando él a trabajar allí en una obra. Pero les
cuesta adaptarse a la vida de la ciudad y Mildred se muestra muy triste, pues siempre creyó que
Loving en su parto, quedando a mitad de camino con el hermano de Mildred que la recoge y la
lleva hasta el pueblo, al que él irá más tarde para evitar que les vean juntos. Así Mildred dará a
luz con la ayuda de la madre de Richard, asistida, como en otras muchas ocasiones por este. Su
madre le dice pese a todo le dice que no debería haberse casado con ella. Pero el bebé es la
alegría de la familia, disfrutando toda la familia de su llegada. Pero mientras lo hacen ven que
llegan dos coches de policía, pidiendo Richard que llamen al abogado mientras él sale a recibir a
los agentes a los que les dice que Mildred no está allí, aunque el sheriff le asegura que si no salen
lo machacará y detendrá a todos los que están en la casa, por lo que Mildred deja al niño en
manos de su hermana y decide salir, siendo nuevamente encarcelados. Les llevan directamente
ante el juez, que les señala que deberán pagar 200 dólares por violar la condicional, citándolos
para comparecer de nuevo. Llega entonces Frank Beazly, su abogado que le dice al juez que todo
se debe a un error suyo, que les dijo a los Loving que podían volver a casa para dar a luz,
pidiendo por ello indulgencia, consiguiendo que el juez les deje en libertad, aunque a la salida el
abogado les pide que no regresen o irán a prisión, pues no volverá hacer algo así.
Deben regresar a Washington, donde tendrán dos hijos más, otro niño y una niña.
Los vivista su hermana Garnet, a la que Mildred le cuenta que no soporta eso, pues sus hijos viven
como enjaulados sin hierba donde correr.Empiezan las marchas por los derechos civiles,
recomendándole Laura que le escriba a Robert Kennedy, pues ella necesita sus propios derechos
civiles, decidiendo ella hacerlo. Un día Mildred recibe una llamada. Le dicen que el fiscal Kennedy
recibió su carta y se la remitió a la Unión Americana por las Libertades Civiles que se encargará
en Virginia, que les indica que deben apelar la condena para acudir a un tribunal federal. Richard
piensa que sería más fácil y rápido hablar con el juez que les condenó que elevar su caso a nivel
federal, pese a que Cohen piensa que su batalla puede llegar al Tribunal Supremo, pero dado que
pasaron 5 años desde que fueron condenados, deben buscar el modo de volver a llevar el tema a
juicio, aconsejándoles que regresen a Virginia para volver a ser detenidos, asegurándoles que él
les pagaría la fianza, aunque Richard no está dispuesto a hacerlo, por lo que el abogado le dice
que se replanteará el asunto para buscar otro modo de conseguirles ayuda. Una vez fuera Mildred
le dice a Richard que si eso les permite volver a casa lo aceptarán. Un día, mientras juegan en un
descampado junto a la carretera, Donald, su hijo es arrollado por un coche, y aunque solo tiene
rasguños y moratones su madre está tan asustada que le dice a su marido que desea volver al
campo sin importarle lo que les hagan, pues no está dispuesta a criar allí a sus hijos. Hacen su
Se instalan en un apartamento, pero Richard ve que hay demasiada gente y teme que
puedan delatarlos, por lo que cuando el hermano de ella les dice que un primo suyo alquila una
granja en el condado de King and Queen, una casa aislada donde no podrán encontrarles, se van.
Pero Mildred no está contenta y escribe de nuevo al señor Cohen, lamentando haber estado tanto
tiempo sin tener noticias suyas y han perdido casi la esperanza. Este, reconociendo su
inexperiencia, se reúne con Chet Antieau, uno de sus antiguos profesores en Georgetown, que le
pone en contacto con otro abogado, Paul Hirschkop, especialista en derechos civiles, al que le
explica el caso, contando que pidió al juez que dictó la sentencia que la anulara, pero este ni
siquiera le contestó, siendo un caso que les permitiría abolir las leyes antimestizaje en todo el
país. Este le dice que redacte un formulario para obligar al juez a pronunciarse y poder ir a un
tribunal federal, asegurando Paul que redactará un borrador para ayudarle, ya que Bernie
reconoce que no tiene apenas experiencia en Derecho Constitucional y el caso podría hacer que
cambiara la Constitución. Un día, mientras Richard hace unos arreglos en la casa y su madre está
en la cocina con Mildred, ve que se acerca un automóvil a toda velocidad, lo que le hace
asustarse, aunque cuando llega ve que se trata del hermano de Mildred, debiendo reconocer que
está paranoico, pues este siempre conduce así, habiendo ido para decirles que llamó el abogado
Se reúnen con Cohen y Hirschkop que les leen el fallo del juez Bazile que argumenta que
Dios creó las razas y las colocó en continentes separados y esos matrimonios quebrantan su
voluntad para negarse a modificar su fallo, lo que les permitirá recurrir ante Virginia y
posteriormente al Supremo. Para hacer más mediático el caso y elevar su perfil les envían a un
fotógrafo de Life, que convive con ellos unos días y toma fotografías de su día a día. Como
preveían, el tribunal superior de Virginia falla en su contra, siendo entrevistados a la salida por
una cadena televisiva, a la que Mildred dice que tienen esperanzas. Un día Richard ve que le
siguen y se pone nervioso, decidiendo instalar el teléfono. Al llegar a casa ve que están
entrevistando de la televisión a su mujer, contando que si pierden el caso tendrán que volver a
Washington, y aunque Richard le dice que está harto de tanta cámara, Mildred le dice que cree
que es importante y quieren ayudarlos. También sus abogados creen que si les va bien a ellos le
Richard se sentía major porque había vuelto a las carreras y a estar con sus antiguos
amigos, la mayoría negros, diciéndole uno de ellos que ahora él sabe lo que padecen, y que ellos
preferirían ser él, pues le bastaría con divorciarse para recuperar todos sus privilegios de blanco.
Cuando llega a casa dice que llevan hablando con abogados casi 10 años y no lo entiende y le
dice que él puede cuidar de ella. Van a verlos de nuevo los dos abogados que le dicen que su
caso irá al Tribunal Supremo, asegurándoles que los acusarán de haber cometido la injusticia de
haber traído al mundo hijos bastardos, aunque ellos se valdrán también de ellos en su favor. Les
invitan a acudir al Supremo para ser testigos de un juicio histórico, recordándoles que este
tribunal solo examina uno de cada 400 casos que se le plantean, pero lo rechazan, pidiéndoles
Richard que digan al Tribunal que ama a su esposa. Los abogados plantean que la ley
legitimidad de los hijos, etcétera, preguntando qué peligro produce al estado el matrimonio
interracial. Unos días más tarde Cohen la llama para darle la noticia de que el tribunal falló a su
favor. Multiples medios de prensa los entrevistan, al ser su fallo histórico. Algún tiempo después
Richard sigue trabajando en la construcción, aunque ahora en la de su propia casa, pudiendo así
prohibir el matrimonio interracial. Siete años después Richard murió en un accidente de tráfico
provocado por un conductor ebrio. Mildred siguió toda su vida viviendo en la casa que él
construyó.