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COMO PROTEGERSE DE LAS INFLUENCIAS ENGAÑOSAS

Satanás con frecuencia encuentra un instrumento poderoso para el mal en el poder


que una mente es capaz de ejercer sobre otra mente. Esta influencia es tan
seductora, que la persona que está siendo moldeada por ella a menudo no tiene
conciencia de su poder. Dios me ha pedido que pronuncie advertencias contra este
mal, para que sus siervos no caigan bajo el poder engañoso de Satanás. El enemigo
es un obrero maestro, y si el pueblo de Dios no es guiado constantemente por el
Espíritu de Dios, será entrampado y llevado cautivo.

Satanás ha estado experimentando durante miles de años con las propiedades de la


mente humana, y ha aprendido a conocerla bien. Mediante su obra sutil, en estos
últimos días está vinculando la mente humana con la suya propia y está
introduciendo en ella sus propios pensamientos; está llevando a cabo su obra en
una forma tan engañosa, que los que aceptan su dirección no saben que están
siendo guiados por él según su voluntad. El gran engañador espera confundir de tal
modo las mentes de los seres humanos, que éstos no escuchen ninguna otra voz
fuera de la suya.

Cuando Cristo le reveló a Pedro el tiempo de prueba y de sufrimiento que estaba por
sobrevenirle [a Jesús], y Pedro replicó: "Señor, ten compasión de ti; en ninguna
manera esto te acontezca" (Mat. 16: 22), el Salvador le ordenó: "¡Quítate de delante
de mí, Satanás!" (Mat. 16: 23). Satanás estaba hablando mediante Pedro y le hacía
desempeñar la parte del tentador. Pedro no sospechaba de la presencia de Satanás,
pero Cristo podía detectar la presencia del engañador, y al reprochar a Pedro se
dirigía al verdadero enemigo.

En cierta ocasión, al hablar a los doce y al referirse a Judas, Cristo declaró: "Uno de
vosotros es diablo" (Juan 6: 70). 405 El Salvador, en los días de su ministerio
terrenal, con frecuencia enfrentó a su adversario en la forma humana, cuando
Satanás se posesionaba de los hombres como un espíritu inmundo. Satanás se
posesiona de las mentes de los hombres en la actualidad. En mi trabajo en la causa
de Dios, una vez tras otra me he encontrado con personas posesas, y he
reprochado en el nombre del Señor al espíritu maligno.

Satanás no se posesiona de la mente humana por la fuerza. Mientras los hombres


duermen, el enemigo siembra la cizaña en la iglesia. Mientras los hombres duermen
espiritualmente, el espíritu lleva a cabo su obra de iniquidad. Cuando una persona
"no. . . entiende" (Mat. 13: 19), él arrebata la buena semilla que fue sembrada en el
corazón. Cuando los seres humanos están en esta condición, cuando su vida
espiritual no está siendo alimentada constantemente por el Espíritu de Dios, Satanás
puede infundirle su espíritu, y hacerle llevar a cabo sus obras. . .

Os insto a que alejéis de vuestra vida toda acción que no tenga la aprobación de
Dios. Estamos aproximándonos al final de la historia terrena, y cada día la batalla
cobra mayor intensidad (Carta 244, 1907).

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