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El ser humano es inevitablemente moral, pues tiene que hacer su vida ejecutando

unos actos absteniéndose de otros. Tiene la obligación de conducir su propia


existencia y buscarle sentido a través del hacer o dejar de hacer cosas.

Los seres humano han hecho y hacen su vida, se han conducido y se conducen
conforme a determinadas formas de vida, conforme a reglas morales.

Todo ser humano es inevitablemente moral, pues es el responsable de su vida, la


hace y haciéndola responde con ella y de ella.

Cada persona se hace a sí misma a lo largo de su vida y la humanidad a lo largo de


su historia.

La moral consiste en un conjunto de comportamientos vigentes en un mundo


histórico social determinado, reglas procedentes de la religión, del ethos o idea de
perfección propia de este mundo, de la conciencia común y la experiencia.

En el interior de nuestra conciencia experimentamos una sensación de


responsabilidad sobre cada una de las cosas que hacemos libre y voluntariamente.
De alguna forma nos sentimos responsables, obligados.

La conciencia de responsabilidad respecto al bien nos persigue insistentemente,


haciendo valer sus exigencias, sin otra justificación que ella misma y sin que
muestre señales de dependencia.

La autèntica moralidad brota del corazón del ser humano, de sus más ìntimas
estructuras personales y le lleva a actuar acorde con su vocación humana.

La Ètica surge, como disciplina filosofìca, con las escuelas socràticas, donde lo que
más importaba era la obtención de la sabiduría, entendida esta como conducta en
el mundo y no como simple saber acerca de él.

Los socràticos, al igual que su maestro, estaban consciente de quien conoce tiene
mayores posibilidades que el ignorante para gobernar y dirigir su vida con rectitud.

La palabra Ètica deriva del griego ethos, que significa caràcter, modo de ser.La
expresion moral deriva del latìn mos, moris que significa costumbre, comprtamiento.

Existe una relación de criterios de orígenes griego y latino, a tal punto, que los
filósofos emplean la Ètica como sinònimo de moral.

El modo de ser o forma de vida se va adquiriendo, apropiando, incorporando, a lo


largo de la existencia. El carácter se logra mediante hábitos.

El carácter es la personalidad que hemos conquistado a través de la vida, lo que


hemos hecho de nosotros mismo, viviendo.
El carácter no es estàtico, sino cambiante. Nadie nace con una personalidad moral
definida, sino que la va adquiriendo a medida que va viviendo.

Quien se habitúa a realizar actividades que empeñar su propia dignidad, se conduce


deficientemente; pero si, por el contrario, se habitúa a hacer el bien y a rechazar el
mal, se conduce positivamente.

Una de las características fundamentales de la Ètica es su obligatoriedad, la cual


encierra el concepto de saber de dar cumplimiento a los principios del bien .

Cada persona adquiere, a través de su experiencia, una serie de deberes a los


cuales no debe renunciar jamás. Esos deberes son mayores o menores
dependiendo de su preparación. Se exige más al que puede dar más.

Solo un ser que actúe con libertad y voluntariedad puede ser considerado como
moral o inmoral. Actua con moralidad aquel que ajusta su comportamiento a los
principios rectores del bien; es inmoral quien comprendiendo lo que debe de hacer
no lo hace, aquel que incuplen con sus deberes.

La Ètica es una ciencia especulativa y práctica, pues intenta conocer para dirigir la
acción.

La Ètica tiene un carácter normativo, pues establece normas de conductas para que
el ser humano pueda gobernar y dirigir su comportamiento con rectitud.

La existencia de normas permite a la conciencia moral medir y valorar el grado de


comportamiento existentes entre las actividades que realizamos y los principios
éticos fundamentales.

Cada ser humano descubre las verdades éticas fundamentales a medida que va
madurando su capacidad de razonar. La experiencia como un hecho de experiencia
interna.

La Ètica debe ser considerada como constante disciplina para la vida. Ella nos
obliga a realizar nuestras labores con eficacia y a mantener una actitud de rechazo
frente a todo lo que significa degradación de la propia dignidad.

El objeto material de la Ètica son los actos humanos, los hábitos o costumbres, el
carácter de la persona. Mientras que el objeto formal está constituido por el aspecto
moral de esos actos.

La Ètica es importante para el profesional porque le obliga a amar la verdad, a


dedicarse plenamente a la investigación científica y a practicar el bien de todos sus
gradaciones. Le marca el camino a seguir para mantener en alto su propia dignidad
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El ser humano es inevitablemente moral, pues tiene que hacer su vida ejecutando
unos actos absteniéndose de otros. Tiene la obligación de conducir su propia
existencia y buscarle sentido a través del hacer o dejar de hacer cosas.

Los seres humano han hecho y hacen su vida, se han conducido y se conducen
conforme a determinadas formas de vida, conforme a reglas morales.

Todo ser humano es inevitablemente moral, pues es el responsable de su vida, la


hace y haciéndola responde con ella y de ella.

Cada persona se hace a sí misma a lo largo de su vida y la humanidad a lo largo de


su historia.

La moral consiste en un conjunto de comportamientos vigentes en un mundo


histórico social determinado, reglas procedentes de la religión, del ethos o idea de
perfección propia de este mundo, de la conciencia común y la experiencia.

En el interior de nuestra conciencia experimentamos una sensación de


responsabilidad sobre cada una de las cosas que hacemos libre y voluntariamente.
De alguna forma nos sentimos responsables, obligados.

La conciencia de responsabilidad respecto al bien nos persigue insistentemente,


haciendo valer sus exigencias, sin otra justificación que ella misma y sin que
muestre señales de dependencia.

La autèntica moralidad brota del corazón del ser humano, de sus más ìntimas
estructuras personales y le lleva a actuar acorde con su vocación humana.

La Ètica surge, como disciplina filosofìca, con las escuelas socràticas, donde lo que
más importaba era la obtención de la sabiduría, entendida esta como conducta en
el mundo y no como simple saber acerca de él.

Los socràticos, al igual que su maestro, estaban consciente de quien conoce tiene
mayores posibilidades que el ignorante para gobernar y dirigir su vida con rectitud.

La palabra Ètica deriva del griego ethos, que significa caràcter, modo de ser.La
expresion moral deriva del latìn mos, moris que significa costumbre, comprtamiento.

Existe una relación de criterios de orígenes griego y latino, a tal punto, que los
filósofos emplean la Ètica como sinònimo de moral.

El modo de ser o forma de vida se va adquiriendo, apropiando, incorporando, a lo


largo de la existencia. El carácter se logra mediante hábitos.
El carácter es la personalidad que hemos conquistado a través de la vida, lo que
hemos hecho de nosotros mismo, viviendo.

El carácter no es estàtico, sino cambiante. Nadie nace con una personalidad moral
definida, sino que la va adquiriendo a medida que va viviendo.

Quien se habitúa a realizar actividades que empeñar su propia dignidad, se conduce


deficientemente; pero si, por el contrario, se habitúa a hacer el bien y a rechazar el
mal, se conduce positivamente.

Una de las características fundamentales de la Ètica es su obligatoriedad, la cual


encierra el concepto de saber de dar cumplimiento a los principios del bien .

Cada persona adquiere, a través de su experiencia, una serie de deberes a los


cuales no debe renunciar jamás. Esos deberes son mayores o menores
dependiendo de su preparación. Se exige más al que puede dar más.

Solo un ser que actúe con libertad y voluntariedad puede ser considerado como
moral o inmoral. Actua con moralidad aquel que ajusta su comportamiento a los
principios rectores del bien; es inmoral quien comprendiendo lo que debe de hacer
no lo hace, aquel que incuplen con sus deberes.

La Ètica es una ciencia especulativa y práctica, pues intenta conocer para dirigir la
acción.

La Ètica tiene un carácter normativo, pues establece normas de conductas para que
el ser humano pueda gobernar y dirigir su comportamiento con rectitud.

La existencia de normas permite a la conciencia moral medir y valorar el grado de


comportamiento existentes entre las actividades que realizamos y los principios
éticos fundamentales.

Cada ser humano descubre las verdades éticas fundamentales a medida que va
madurando su capacidad de razonar. La experiencia como un hecho de experiencia
interna.

La Ètica debe ser considerada como constante disciplina para la vida. Ella nos
obliga a realizar nuestras labores con eficacia y a mantener una actitud de rechazo
frente a todo lo que significa degradación de la propia dignidad.

El objeto material de la Ètica son los actos humanos, los hábitos o costumbres, el
carácter de la persona. Mientras que el objeto formal está constituido por el aspecto
moral de esos actos.

La Ètica es importante para el profesional porque le obliga a amar la verdad, a


dedicarse plenamente a la investigación científica y a practicar el bien de todos sus
gradaciones. Le marca el camino a seguir para mantener en alto su propia dignidad

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