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EL FALSO CONCEPTO DESARROLLISTA CREADO

POR EL CAPITAL FINANCIERO


ESPECULATIVO TRANSNACIONAL.

Jenny Alexandra Cruz Hernández


Erika Milena Cepeda Vargas
El siguiente escrito se desarrolla con respeto al estudio, comprensión y desarrollo
que se realizó a partir de la lectura de Carmen M. Reinhart y Kenneth S. Rogoff
“Esta vez es distinto: Ocho siglos de necedad financiera”, el cual desarrolla una
visón cuantitativa y cualitativa profunda y casi completa de las crisis financieras en
diferentes aspectos macroeconómicos tanto regionales, nacionales y por supuesto
globales. Dicho estudio se encuentra desarrollado a partir de una muestra que se
compone de 66 países pertenecientes de todos los continentes sin excepción
alguna, y que en su conjunto representan más del 90% del ingreso mundial en
términos de la PPA. El libro nos ofreció un lapso de tiempo de dos siglos de estudio
el cual está comprendido desde 1800 hasta el año 2007, donde se estudia cada uno
de los sucesos que vivieron dichos países en lo que tiene que ver con las diferentes
crisis financieras, es decir las causas, la duración, las implicaciones y las creencias
en cuanto a políticas económicas de cada época que en esencia trae consigo una
nueva explicación o justificación de los sucesos de cada crisis, que parecen
diferentes en cada caso pero que se concluye que a pesar de los avances tanto de
la humanidad en su conjunto como de los mismos avances financieros cada suceso
trae los mismos errores de crisis pasadas y que el sistema financiero y político nunca
podrá predecir, ya que la ciencia económica nos demuestra que la economía tiene
como base las ciencias sociales y el estudio del ser humano, el cual por naturaleza
es cambiante, permeable e impredecible, a pensar que se considere además un ser
racional. Por otra parte se piensa que gracias a las reformas estructurales, la
innovación tecnológica y las buenas políticas, las bonanzas económicas están
construidas sobre una base firme donde las economías no caerán en crisis de
confianza como en el pasado.
Las crisis financieras son impredecibles y nocivas. Por su parte la teoría económica
está en lo correcto cuando señala que los mercados financieros pueden ser frágiles
y estar sujetos a crisis de confianza que hace pesar que “esta vez es distinto”. Por
otro lado los mercados e instituciones financieras son incapaces de reconocer lo
precario y volátil que puede ser la confianza, de esa manera al disminuir dicha
confianza en los mercados los grandes prestamistas desaparecen y llega la crisis.
Pues los economistas no tenemos una idea clara sobre qué clase de eventos afecta
a la confianza. La teoría económica plantea que si un gobierno mantiene un
superávit fiscal no es presa fácil de una crisis de confianza, además sus préstamos
y endeudamientos son relativamente bajos y por ende de largo plazo. Lo anterior da
por entendido que por el contrario un país con déficit presupuestario, que manejan
deudas a corto plazo, las cuales cuentan con tasas de interés más elevadas y que
aun así mantengan bajas tasas de endeudamientos aparentemente manéjales,
están propensos a ser más vulnerables a una crisis de confianza y terminara
empeorando su déficit presupuestarios. Se resalta que los autores afirman que el
acceso limitado pero estable a los mercados de capital, ayuda a incrementar el
bienestar en comparación de la volatilidad que se desarrolla tras el alto
endeudamiento. Adicionalmente acceso permanente a los mercados de capital
induce a los gobiernos a mantener vigente sus pagos de deuda preocupados
mayormente por su reputación, obviamente el crédito internacional no tiene como
base únicamente la reputación, ya que estos los haría mucho más frágiles.
Por otro lado los países que mantienen regímenes de cambio fijo o sumamente
controlado tambien son más vulnerables a crisis de confianza, debido a que un
ataque especulativo del tipo de cambio fijo puede recentarse de la noche a la
mañana, adicionalmente las crisis cambiarias suelen tener su origen en la falta de
voluntad de los gobiernos para implementar políticas monetarias y cambiarias que
vayan acorde con el sostenimiento del tipo de cambio.
Dentro de las crisis señaladas se encuentran las crisis de impago soberano ya sea
externa o interna (que conllevan a los países a caer en un impago serial), las crisis
bancarias, los derrumbes monetarios y por supuesto la existencia de una alta
inflación (que para este caso se determinó en un porcentaje de más del 20%).
DESARROLLO
El libro de estudio desarrolla cada una de las cinco crisis financieras de manera
profunda y detallada, con el fin de dar a conocer un índice llamado por los autores
“índice de turbulencia financiera” el cual permite evaluar la profundidad de una crisis
a escala regional, nacional y global, adicionalmente permite saber cuántas crisis de
las cinco ya mencionadas se expuso un país en un momento determinado, quiere
decir que el valor del índice toma valores del uno al cinco, donde el mayor valor
significará el sufrimiento de las cinco crisis al tiempo en un país determinado. De
esa manera se concluyó que la crisis del 2007 (la segunda gran contracción) es la
única crisis financiera global sucedida después de la segunda guerra mundial y se
considera una crisis de índole global con una enorme volatilidad en los tipos de
cambio en todo el mundo. Por otra parte escapar de una crisis globales, es por
naturaleza más difícil que escapar de una crisis regional, pues un lento crecimiento
en el resto del mundo reduce la posibilidad para que la demanda externa compense
la caída de la demanda interna. En esencia cuando una crisis de verdad es global
las exportaciones dejan de servir como un medio para salvaguardar el crecimiento,
por tal razón es común que la producción, el comercio, el precio de las acciones y
otros indicadores se comporten cualitativamente casi de la misma manera tanto
para los agregados mundiales como para cada país por separado. Finalmente un
alto repentino del financiamiento no solo golpea a un país, sino que en cierta medida
afecta a una proporción importante de los sectores tanto públicos como privados de
todo el mundo. Las crisis además se transmiten de un país a otro por contagio o por
factores comunes, es decir, ya sea por vínculos transferidos o choques comunes,
en muchos casos debido a que se comparten variables macroeconómicas por
ejemplo bonanzas de flujos de capitales o mayor apalancamiento privado o público
entre otras razones. De esa manera un país que padece una crisis bancaria pronto
puede verse en medio de una crisis cambiaria y una inflacionaria a veces con un
impago interno y externo como consecuencia.
DEUDA EXTERNA
En primer lugar empezaremos reflexionando sobre las crisis de la deuda externa, la
cual es considerada por los autores como aquella a la que más se le presta atención
y la que aparentemente cuenta con datos más completos. La crisis de la deuda
externa es considerada como el incumplimiento definitivo del gobierno en los pagos
de un préstamo emitido bajo jurisdicción de otro país. Cabe resaltar que los países
nunca se van a la quiebra, es decir, no quiebran de manera definitiva, el documento
de estudio afirma que tal morosidad es casi siempre el resultado de un complejo
análisis de costo – beneficio -tomar la decisión de no pagar, dado que el sacrificio
que supone hacerlo no vale la pena correrlo -, donde intervienen tanto argumentos
políticos como sociales y no solo económicos y financieros, es decir el hecho de
que los prestamistas dependan de la voluntad de una nación para cancelar la deuda
y no solo de su capacidad de hacerlo significa que la bancarrota soberana es muy
distinta a la bancarrota empresarial. Por último el documento resalta que el poder
de los acreedores es más limitado que el de los deudores, debido a la falta de un
marco legal supranacional que obligue al cumplimiento de los contratos de deuda
a través de las fronteras. De lo anterior se puede concluir que la existencia de
sistemas y mecanismos legales internacionales bien desarrollados presupone
adicionalmente más costos relacionados con el endeudamiento externo.

La decisión de un país con respecto a endeudarse o no, resulta no ser una decisión
puramente racional, ahora, la cuestión de pagar la totalidad de la deuda puede llevar
a un lapso de tiempo donde las naciones de bajos recursos y su poblacion pueden
afrontar grandes disminuciones de bienestar. En contraste ya contraída una deuda
con los capitales extranjeros se crea una enorme presión que muchos mercados
emergentes experimentan al alcanzar niveles de deuda que desde la perspectiva
de un país desarrollado podría ser fácil de manejar, niveles que terminan creando
un círculo vicioso entre la pérdida de confianza y los aumentos desmedidos de las
tasas de interés con las que cuenta la deuda externa. Sobre lo anterior el libro nos
resalta que un impago suele ocurrir a niveles de deuda por debajo del 60% respecto
al pib en los países emergentes, y por debajo del 50% en países desarrollados.

Dos causas pueden explicar el no pago de la deuda: la liquidez y la insolvencia. Se


habla de liquidez cuando un país pasa por un problema de financiamiento de corto
plazo, y se habla de insolvencia cuando dicho país no cuenta con la capacidad ni
con la voluntad de pagar sus deudas a largo plazo. El capital financiero
transnacional por su parte asegura que los países no dejen de invertir recursos, y
aunque la mayoría de los acreedores aumenten sus riesgos con préstamos a corto
plazo, aun así los países por otro lado son obligados a seguir políticas más estrictas
que conlleven a un buen desempeño económico que les convenga a los acreedores.
Adicionalmente las deudas a corto plazo suelen tener tasas de interés más altas
que los préstamos a corto plazo, de esa manera contraída una deuda de corto plazo
los países deben financiar el pago de intereses ya sea a través de sus recursos o a
través de nuevos créditos, sino que debe además refinanciar el importe principal.
Todo lo anterior puede marchar bien para un país cuyos acreedores mantengan la
confianza, pero si por alguna razón esta se pierde entonces el préstamo se colapsa
y ningún acreedor tendrá la disposición de proveer nuevos créditos.
Tres aspectos se remarcan en cuanto a la deuda externa (la inflación, los términos
de intercambio y los flujos de capital), en primera mediada la inflación porque al ser
menor el valor del dinero, en términos reales la cantidad que se debe devolver es
menor a la deuda original, y por el contrario cuando se trate de una deflación está
por su parte aumenta el valor real de las deudas y por los tanto de los intereses. En
segundo lugar las tendencias favorables en las relaciones de intercambio entre los
países conducen a un aumento de créditos o viceversa cuando los términos de
intercambio caen, de esa manera caen los créditos y aumentan los impagos. Por
último con lo que tiene que ver con los flujos de capital los países que experimentan
repentinos ingresos de capitales corren el riesgo de caer en una serie de impagos
que terminan desencadenando una crisis de la deuda.
Finalmente se puede hablar de los pagos parciales y de las reprogramaciones de la
deuda. Por su parte los pagos parciales se dan en la mayoría de los casos, en donde
el país realizó al menos el pago de la mayor parte del capital sin ningún pago de
intereses. La reprogramación resulta ser un proceso de largas negociaciones, para
dicha reprogramación se obliga a los acreedores a aceptar calendarios de pagos
más largos y a menudo disminuciones en las tasas de interés. El FMI y los gobiernos
de países acreedores siempre que pueden intervienen en las negociaciones fallidas
de las deudas soberanas, pero se resalta que según el documento también los
acreedores por su parte en cierto sentido son insensatos, ya que saben que contraer
deudas con países morosos conlleva el pago de primas por el riesgo que oscilan
entre el 5% y el 10% anual, teniendo en cuenta que los impagos soberanos suelen
involucrar recuperaciones de gran parte de los préstamos.

IMPAGO SERIAL

Una vez un país cae en un impago serial, es decir en consecutivos incumplimientos


soberanos a la deuda pública externa por un lapso de tiempo de 5 – 50 años según
el estudio de los autores, la investigación establece que dicho país mantiene un alto
y persistente nivel de intolerancia al deuda donde los países con estructuras débiles
están condenados a seguir una trayectoria de pobre crecimiento y una alta
volatilidad macroeconómica. Se habla de países con estructuras débiles cuando
estos cuentan una pobre regulación financiera, corrupción, políticas económicas
mal diseñadas y la tenencia de deudas a muy corto plazo.
El incumplimiento serial en el pago de la deuda externa es la norma en todos los
continentes incluyendo Asia y Europa (1300 – 1799, Australia, Francia, Alemania,
Portugal y España). A partir del siglo XIX, la combinación del desarrollo de los
mercados de capital internacional y el surgimiento de nuevos Estado – Nación
Condujo a una explosión de impagos internacionales. Dichos largos y cortos
periodos de impagos fueron antecedidos en la gran mayoría de los países por crisis
financieras internacionales, estos empezaron a aumentar con el inicio de la primera
guerra mundial y siguieron escalonando con la segunda guerra mundial y la gran
depresión. Adicionalmente hacia la década de los años noventa muchos países
emergentes al igual que los países en desarrollo comenzaron a pagar tasas de
interés flotantes o de mercado sobre la deuda externa.
Como consecuencias de un impago se resalta la reducción de la producción en un
1.2% en los tres primeros años de la crisis de la deuda en promedio según el
estudio, la inflación por su parte tiende a ser alta y se ubica alrededor del 33% en
promedio

CRISIS DE LA DEUDA EXTERNA:

El origen directo del endeudamiento de América Latina que se presenta a mediados


de la década de los 70 del siglo XX con el exceso de liquidez en el sistema financiero
internacional, motivado por el rompimiento del patrón monetario oro- dólar, el
cambio del modelo de acumulación de capital y el surgimiento de poder de emisión
del capital financiero, se enfrenta con el boom de los precios del petróleo, el capital
financiero coloca el exceso de liquidez en forma de deuda en los países
latinoamericanos, los gobiernos latinoamericanos comienzan a utilizar el
endeudamiento para financiar obras de infraestructura bajo discurso desarrollista,
sin tener en cuenta los altos costos que generaba dicho endeudamiento, aumento
el exceso irracional del gasto público, lo cual incentivo la corrupción y desarrollo
sobrecostos que al final fueron respaldados con más deuda. Es así como los
acreedores de capital especulativo inundaron a la región latinoamericana a través
de una deuda que fue mucho más grande en magnitud y mucho más especulativa,
es decir, que el costo del endeudamiento es mucho más alto teniendo en cuenta la
amplitud de las tasas de interés, que combinada las anteriores dos características
la convierte en una deuda que genera más volatilidad e inestabilidad a cualquier
sistema económico. En consecuencia entre finales de la década de los setenta y
comienzos de la década de los ochenta, cuando la mayoría de contratos de deudas
se acercaban a su vencimiento, es decir, los países tenían que devolver el dinero,
el capital financiero generó escases de liquidez, debido a que los países ricos y
acreedores se enfrentaban a una alta inflación, y para disminuirla reprimieron el
sistema financiero a través del aumento de las tasas de interés de toda índole y al
reducción del crédito. De esa manera mientras que las tasa de interés aumentara
de manera excesiva tambien lo hacia la cuantía de las deudas externas de los
países latinoamericanos y algunos países de África, debido a que fueron deudas
contraídas con tasas de interés flotantes y en la mayoría de los casos a corto plazo.
Por lo anterior les fue imposible a dichos países ejecutar los pagos continuados de
la deuda y se dio comenzó a una oleada de impagos trayendo consigo la crisis de
la deuda externa. Dicha crisis obligó a los países de América latina a transformar el
modelo de desarrollo, así fueron obligándolos a implementar un modelo de
desarrollo que favorecían intereses del capital financiero, a partir de ese momento,
como la lógica de acumulación de capital es fundamentalmente especulativa
financiera, hace que se genere inestabilidad, volatilidad y en últimas crisis
económicas financieras. Esa es la razón por la cual las crisis económicas financieras
se aumentaron en frecuencia a partir de mediados de los setenta. Crisis que son
distintas a las que acontecieron en 1929, y a finales de los sesenta y comienzos de
los setenta.

DEUDA INTERNA:

Esta deuda se emite bajo la propia jurisdicción legal de un país por ciudadanos
nacionales y en la mayoría de las veces no involucran acreedores grandes y
poderosos y se consideran más importantes internacionalmente cuando estas son
emitidas por extranjeros. Dicha deuda es denominada en moneda nacional y se
rigüe conforme la legislación del país emisor. A medida que los mercados
liberalizan sus mercados de capitales, se hace más común que residentes posen
deuda pública interna. Por otro lado los gobiernos de cada país cuentan con
instituciones y políticas fuertes para que el pago de las deudas internas se
mantenga vigentes, donde los costos y beneficios concuerdan con el
funcionamiento continuado de esta. Sin embargo los gobiernos pueden incumplir
con el pago de la deuda interna a través de un inesperado aumento de la inflación,
pero un alza inflacionaria trae distorsiones para el sistema bancario y el sector
financiero, problemas que tienden a ser más costosos cuando la deuda tiende ser
a corto plazo, en cuyo caso el gobierno tiene que crear una inflación mucho más
agresiva para lograr una reducción real significativa en el pago de la deuda. Por otro
lado los gobiernos tambien encuentran un incentivo para saldar la deuda en un
mayor recaudamiento tributario y mayores impuestos al consumo. Un impago
provocaría por su parte la ruptura de un pacto social y mayores inconvenientes ya
que la deuda interna representa una reserva de valor que ayuda a mantener la
liquidez de los mercados crediticios.

IMPAGOS INTERNOS:

Según los autores se supone que la deuda interna siempre es saldada, teniendo
como base el supuesto de la equivalencia ricardiana que supone en términos
generales que cuando un gobierno elimina impuestos a través de una emisión de
deuda la gente no gasta sus nuevos ingresos netos, pues comprende que tendrá
que ahorrar para pagar impuestos más tarde. Aun así el impago de la deuda interna
es más común de lo que parece y el estudio de la muestra del documento de estudio
lo demuestra, ya que ocurrieron en más de setenta veces en los diferentes países
de la muestra, las cuales vinieron acompañadas de conversaciones forzosas, la
implementación de tasas inferiores de interés nominal y reducciones unilaterales de
crédito.
El impago por efecto de una inflación es un componente esencial para calcular un
impago interno, adicionalmente en términos generales la deuda interna es cuantiosa
sobre todo tras episodios de impago externo o alta inflación. Entre 1900 y 2007 la
proporción de la deuda interna pública total según el estudio oscilo entre 40% y el
80% en la mayoría de los países en vías desarrollo y emergentes, por otro lado para
las economías desarrolladas la dicha deuda corresponde a la proporción más
grande de los pasivos del estado. Las deudas internas para los países
latinoamericanos crecieron hasta casi la tercera parte de la deuda pública total en
los años 1989- 1990, cuando los centros financieros redujeron sus créditos al
exterior.

CRISIS BANCARIA:

Las crisis bancarias pueden ser de dos tipos de eventos: el primero se conoce como
pánicos bancarios que conducen al cierre, fusión o adquisición por parte del sector
público de una o más instituciones financieras, en segunda medida puede existir
estrés financiero en donde el gobierno apoya en gran escala a un gran número de
instituciones financieras.
Dichas crisis bancarias en los centros financieros del mundo producen un paro
repentino en la concesión mundial de préstamos de esta manera se presenta la
dificultad de conseguir préstamos y la actividad económica en los mercados
emergentes se contrae y el endeudamiento tras una mayor presión sobre los
recursos publico entra en aumento. Por otra parte las crisis bancarias en las
economías avanzadas deprimen de manera significativa el crecimiento mundial, así
tanto la desaceleración como la contracción de la actividad económica suelen
afectar las exportaciones, limitando la disponibilidad de divisas fuertes entre
gobiernos de los mercados emergentes haciendo más difícil el pago de la deuda
externa. Así mismo estas crisis casi siempre conducen a considerables bajas en el
ingreso tributario, que traen consigo el pago de intereses más altos debido a las
elevadas primas por el riesgo y las reducciones en las calificaciones crediticias.
Estas crisis son de larga duración, es decir, duran entre cuatro y seis años con
repercusiones prolongadas para los mercados de activos, en particular el precio de
la vivienda y la economía real, y un efecto negativo sobre el ingreso público.

Según los autores existen 2 tipos de crisis bancarias en el estudio, una la de los
países pobres en vías de desarrollo y otra muy diferente sucede en los países
emergentes. En primera medida en los países pobres los gobiernos tienen el
monopolio del sistema bancario y utilizan la represión financiera para obtener
mayores ingresos tributarios a costa de los ciudadanos, donde obligan a estos
últimos a depositar su dinero en los bancos al ofrecerle muy pocas alternativas, a
los bancos por su parte los obligan a entregar requerimientos de reservas mucho
más altas y otros mecanismos para permitir que los gobiernos financien su deuda
con una tasa de interés muy baja esto último hace que los bancos incumplan con
sus obligaciones provocando que los acreedores de estos pierdan una parte o la
totalidad del dinero.

El segundo tipo de crisis bancaria sucede en los mercados emergentes, en donde


los bancos son quienes transforman los vencimientos convirtiendo el financiamiento
de los depósitos a corto plazo en préstamos a largo plazo en condiciones normales
los bancos poseen una cantidad más que suficiente de recursos líquidos para hacer
frente a cualquier oleada de retiros sin embargo durante una “corrida” a un banco
los ahorradores pierden confianza en este y hacen retiros en forma masiva, una vez
el banco queda ilíquido no tiene más remedio que liquidar sus activos a precio de
remate, los bancos en general mantienen cartera de activos muy similares y en
consecuencia el valor de dichos activos cae y es así como los bancos tratan de
vender al mismo tiempo dichos activos y el mercado puede caerse por completo.
Adicionalmente ponemos énfasis en la liberalización financiera, ya que la
información agregada del estudio demostró que en periodos de alta movilidad de
capitales internacionales han producido una y otra vez crisis bancarias mundiales,
la evidencia sugiere que tanto una regulación inadecuada como una supervisión
deficiente al momento de la liberalización, pueden ser claves para tratar de explicar
el vínculo que existe entre la desregulación financiera y las crisis bancarias, ya que
en la antesala de una crisis bancaria suele caracterizarse por un incremento
sostenido de los flujos de capital.
Una vez un país padece una crisis bancaria los costos fiscales para el gobierno
central especialmente se caracterizan por una enorme acumulación de deuda, ya
que cuando se trata de los costos de rescate de la crisis bancaria éste debe
proporcionar entre el 16% y 19% del PIB, adicionalmente la mayoría de estas crisis
en especial las sistemáticas se asocian con grandes contracciones económicas lo
cual empeora el presupuesto y por ende el endeudamiento del gobierno.
En conclusión si se crea una corrida bancaria esta puede llevar al sistema completo
a la quiebra transformando un problema pernicioso en uno devastador,
adicionalmente un país no puede dejar de atender una crisis bancaria interna ya
que resulta sumamente costosa debido a su efecto paralizante sobre el comercio y
la inversión.

CONCLUSION.

Las recientes crisis mundiales han demostrado cuan equivocados estaban las
personas sobre las diversas mejoras en la ingeniería financiera y el comportamiento
de la política monetaria que estas contribuirían de manera importante a poner bajo
control el ciclo económico reduciendo cualquier riesgo de un contagio financiero,
algunos signos de alerta de dichas crisis pueden resumirse en los créditos que antes
de la crisis obtuvieron los estados unidos del extranjero, la inflación en los precios
de los activos el gran apalancamiento de la vivienda y el descenso en la producción
en la mayor parte del mundo.
Las crisis financieras son eventos de larga duración el colapso del mercado de
activos es profundo y prolongado, adicionalmente existe caídas en el desempleo y
en la producción, el monto de la deuda publica tiende a dispararse y por otro lado
muchos países sufren además una escalonada en la carga de intereses sobre la
misma. Así que variables como el mercado bursátil, el mercado inmobiliario, el
desempleo, el crecimiento y otros indicadores son claves y fundamentales para
analizar las secuelas de una crisis financiera. Por otro lado los ciclos del PIB real
per cápita de los mercados emergentes son más propensos debido a que sufren
reversiones más abruptas en la disponibilidad de crédito comparados con los países
en desarrollo. Las caídas en el ingreso y mayores egresos como resultado de los
costos de rescate, así como pagos de referencias más altos y un rápido aumento
del servicio de la deuda conducen a un significativo empeoramiento fiscal. Por otro
lado las crisis bancarias por lo general demandan una dolorosa reestructuración del
sistema financiero y en esa medida constituyen un ejemplo notable de este principio
general, así no es sorpresa que en medio de una crisis estos países vean descender
su calificación crediticia donde las economías avanzadas no resultan ilesas.
Finalmente muchos países acumularon grandes déficits en cuenta corriente y
bonanzas en los flujos de capital, a través de importantes importaciones de capital
extranjero produciendo un incremento considerado y desmedido de la inflación.

Como aprendizaje de dichas crisis financieras el documento concluye que sería útil
llevar un registro de las principales series macroeconómicas sobre deuda y el precio
de la vivienda y calibrarlas a la luz de los parámetros históricos que se desprenden
de las grandes crisis financieras del pasado. Se sabe que no se puede precisar la
fecha exacta en que estallara una crisis ni tampoco se pueden tener señales
contundentes sobre su gravedad, así que dicha información puede ser valiosa para
saber si una economía muestra o no uno o más síntomas clásicos que manifiestan
antes de que se desarrolle un fuerte contagio financiero en consecuencia los
organismos internacionales pueden desempeñar una función importante en la
reducción del riesgo promoviendo mayor transparencia en el manejo de la
información sobre la deuda pública, las bancarrotas y sobre los estados de cuenta
de los bancos y las entidades financieras, es decir que se necesita la existencia de
una institución internacional capaz de exigir lo anterior con el fin de llegar a predecir
colapsos globales e incluso prevenirlos.

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