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MITO

La palabra Mito viene del griego mythos, que significa relato o historia; es una narración que
presenta explicaciones fantásticas de hechos reales o fenómenos de la naturaleza. Suele
hablar de dioses, héroes y personajes que hacen cosas imposibles de hacer en la realidad.

En otras palabras, es un tipo de creación literaria primitivo-popular que trata de explicar por un
camino pseudo-científico y pseudo-religioso ciertos fenómenos de la naturaleza mediante
narraciones inverosímiles.

Los mitos son relatos legendarios y simbólicos que tratan de las relaciones entre la divinidad y
los seres humanos, desvelan el sentido del mundo y de la vida o explican el origen de ciertos
fenómenos, instituciones y prácticas humanas. Ejemplos de mitos, tenemos a el padre de los
dioses, el dios Zeus o los relatos de la creación de Adán y Eva y de su vida en el paraíso.

Muchas veces los mitos formaban parte de la religión de un determinado pueblo. Casi todas
las culturas poseen o poseyeron alguna vez mitos y vivieron en relación con ellos. El estudio
de esos relatos y narraciones míticas es conocido como mitología.

MAGIA
La palabra magia proviene del latín magia, que a su vez se deriva de un vocablo griego, cuyo
significado principal es “hecho contrario a las leyes naturales”. Éste es un arte cuyo objetivo
principal es sorprender a las personas manipulando la percepción de las cosas, valiéndose de
palabras o movimientos que logran confundir al cerebro humano y da la sensación de actos
sobrenaturales. Las personas que practican este arte se les denomina magos. Así como la
magia suele asociarse a los actos que se realizan para impresionar a un público, ésta tiene un
concepto más amplio y complejo en el que se encuentran inmersas muchas creencias.

Desde muchos siglos a.C. en el mundo existía la magia y muchos de los magos que la
practicaban se encontraban en Roma, Grecia y en casi todo el mundo oriental y occidental,
estos últimos eran muy conocidos por realizar ritos de fertilidad, especialmente en China.
Aunque la magia y la hechicería estaban estrechamente ligadas a los pueblos orientales,
países como Grecia o Roma ganaban gran reconocimiento, pues allí sus magos practicaban
el arte de la adivinación, por lo que eran consultados por personas de todo el mundo. Fueron
estos quienes crearon e impulsaron las lecturas del futuro mediante las cartas del tarot. Esta
actividad era muy frecuente en la Era Moderna.

RELIGIÓN
La religión es una práctica humana de creencias existenciales, morales y sobrenaturales.
Cuando se habla de religión se hace referencia a los cuerpos sociales que se ocupan de la
sistematización de esta práctica, tal como hoy conocemos el catolicismo, el judaísmo, el
islamismo y muchas otras.

Todas las culturas y civilizaciones descritas en la historia de la humanidad se han caracterizado


por la práctica religiosa, e incluso algunos expertos han advertido que la búsqueda de
instancias superiores a la existencia material es una característica privativa del ser humano,
que lo distingue del resto de los seres vivientes. Incluso las sociedades formalmente ateas se
fundamentan en una suerte de orden religioso, al excluir de su concepción a la existencia de
un dios.
ARTE MEXICA
El arte mexica reúne un sinfín de expresiones artísticas tales como escultura, arquitectura,
pintura, talla en madera, mosaicos, orfebrería, talla en madera, literatura, poesía, danza,
música, entre muchas otras. Gran parte de todas estas expresiones se conservan hasta hoy
en día a comparación de las de las otras culturas porque la cultura seguía viva y en pleno
apogeo a la llegada de los conquistadores, que, así como recopilaron y guardaron muchas
obras, también destruyeron muchísima obra, sobre todo por cuestiones religiosas e imponer
su cultura, además muchas cosas permanecen perdidas. Sin embargo, a comparación de
muchas otras culturas mesoamericanas donde sólo quedaron vestigios arquitectónicos o en
casos extremos en los que solo se conoce de su existencia, la cultura mexica no desapareció
del todo y aún se preservan muchos vestigios y costumbres que aún siguen influenciando
hasta hoy en día. Una de las riquezas más grandes del arte mexica fue que al ser un imperio
enorme que abarcaba varias culturas, los mexicas tomaban artesanos de diferentes partes de
su imperio y retoban técnicas, estilos y temáticas, para enriquecer su arte en sí.

Escultura
El arte mexica en general estuvo enfocado fuertemente en la talla en piedra, la cual realizaban
en bulto redondo. Los artistas de Tenochtitlán retomaron la antigua tradición escultórica
olmeca, dándole más síntesis, proponiendo soluciones nuevas, pero a su vez manteniendo
técnicas, formas y texturas tradicionales. El tipo de escultura más representativo de la escultura
mexica son las esculturas colosales confeccionadas para decorar los templos. La mayoría de
las veces son de carácter religioso, y por medio de ellas se narran cualidades o acciones de
carácter mítico, escenas de dioses o tlatoanis elaboradas en grandes bloques de piedra.
Ejemplos de esto son: la impresionante estatua de Coatlicue, la madre de los dioses, la tierra
y el hombre; la Piedra del Sol; la Coyolxauhqui, hermana de Huitzilopochtli y patrona de la
luna, por mencionar algunas. Otras, colocadas en edificios de función política y administrativa,
documentan acontecimientos históricos, como por ejemplo la Piedra de Tízoc, que está tallada
en estilo códice de influenciado por los mixtecos o del Monumento de la Guerra Sagrada.
Ambos grupos se consideran representativos del arte imperial mexica. A demás de estas, son
incontables las tallas de tamaño más pequeño que retratan imágenes de dioses que
personifican espíritus, objetos y conceptos sagrados de gran aceptación en la sociedad
mexica. Por ejemplo, las imágenes de Xipe Totec, Huehueteotl, Xiuhtecuhtli, Teteoinan y otras
divinidades, se acompañan de figuras de animales como saltamontes, serpientes, coyotes,
conchas y plantas sagradas llenas de realismo donde los artistas aztecas alcanzan una gran
perfección técnica. A este tipo de esculturas, talladas por lo general en bulto redondo,
pertenecen un sinfín de tallas que representan al ser humano en diferentes facetas de su vida.
La característica fundamental de este conjunto es el realismo, que contrasta con la abstracción
necesaria para comunicar los complejos mensajes simbólicos emitidos por el arte mexica.
Algunos de estos trabajos en piedra ponen la influencia de la cultura tolteca en la cultura
mexica, y revitalizan atlantes, portaestandartes, caballeros de órdenes militares y, sobre todo,
Chac mool, imágen tomada de los mayas. La mayoría de estas esculturas fueron pintadas, y
las combinaciones de colores, así como la forma en que eran empleados hacían referencia a
los dioses: el azul con líneas amarillas hizo referencia a Huitzilopochtli; el negro con líneas
horizontales a Tezcatlipoca; líneas verticales sobre los ojos a Xipe Totec y a Ehecatl; el azul y
verde claro a Tlaloc. La variedad temática, la fuerza plástica, la economía de formas y la
abstracción en el conjunto escultórico contrastado con el gran realismo obtenido en los
detalles, hacen del arte escultórico

mexica uno de los más evolucionados de Mesoamérica. Completan el panorama del arte
escultórico monumental mexica las grandes esculturas en arcilla, muchas de ellas
confeccionadas siguiendo patrones veracruzanos. Imágenes de caballeros águila, quizás
haciendo referencia al dios del sol, efigies de Xipe Totec y otros elementos que recibieron gran
culto en regiones de la Costa del Golfo, se integraron en el arte mexica, poniendo de manifiesto
el eclecticismo alcanzado por una sociedad que recurrió a los artistas procedentes de muy
alejados y diversos territorios del Imperio.

Códices
Los códices se escribieron desde mucho antes de la conquista española y se continuaron
escribiendo hasta el s.XVIII. Hoy en día prevalecen muchos de ellos, pero la mayoría están
perdidos o destruidos, en parte gracias a las guerras que se daban entre los señoríos y en otra
parte por los españoles, pues los curas destruyeron muchos códices, a los que llamaban
“papeles dibujados por el demonio” al considerar las creencias indígenas como paganas. De
los códices que aún prevalecen, solo dos están en México, los demás están en Europa, pues
los conquistadores los mandaban como regalo a la corona española. Los códices incluían
ilustraciones y estaban escritos con serie de signos jeroglíficos, que eran en su mayoría
abstracciones de acciones, animales, objetos y elementos de la naturaleza. Eran escritos e
ilustrados con pincel. Los códices se escribían sobre papel amate, el cual se extraía del árbol
del higo; papel hecho de fibras de maguey, técnica desarrollada por los mayas; o bien piel de
venado, normalmente usada por los mexicas. Los colores eran extraídos de la naturaleza: el
negro era sacado del hollín, el rojo era extraído de la grana cochinilla, insecto que vivía en
cierto tipo de nopal; el azul lo sacaban de la planta de del añil y el amarillo de las flores. Todo
esto lo combinaban con agua hervida, cal y celulosa para hacer sus pinturas. Una vez
terminados, se cocían en cuadernos o bien se doblaban en forma de acordeón, en el caso del
papel amate. De estos últimos llegaron a haberlos hasta de 14 metros de largo completa-mente
desplegados. Los códices establecían un universo de asociaciones entre personas, animales,
plantas y colores, por lo que indispensable conocer cada símbolo, para fundamentar una
relación, que luego podía leerse en todas las direcciones. Los manuscritos se guardaban en
lugares llamados amoxcalli, palabra que proviene de la conjunción de las palabras amoxtli que
significa “libro” y calli que significa “casa”. Los amoxcalli eran como su nombre lo indica,
bibliotecas, a las que podía acceder casi todo mundo, excepto por los esclavos. La posesión y
manejo de los códices por la clase gobernante: señores y sacerdotes, aseguraba la
conservación y el control exclusivo de todo el saber alcanzado, lo cual contribuía a su
afirmación en el poder. Sin embargo, aunque solamente los tlacuilos escribían códices, existían
muchas personas que podían leerlos, como los egresados de las escuelas superiores, la
burocracia estatal y aun la gente del pueblo que conociera suficientes signos en las
inscripciones de los edificios públicos como para diferenciarlos. El pueblo identificaba por
ejemplo los nombres de los dioses y los números. De los aztecas se conservan cuatro códices:
el Códice Tonalamát Aubit, el Códice Borbónico, la Tira de Peregrinaje y la Matrícula de
Tributos. Los códices aztecas contenían dibujos y signos descriptivos, y tenían un marcado
contenido religioso. Los códices aztecas hablan de un pueblo muy activo y duro. Los describen
cosechando en los campos, vendiendo sus mercancías en el mercado, cuidando de sus
enfermos y llevando cargas; muestran también las diferentes clases sociales: los esclavos con
bastones amarrados al cuello, los guerreros con trajes de tigre o águila, los sacerdotes con
adornos especiales, etc…

Plumería
La plumería fue una de las expresiones más originales y características de los aztecas,
especial-mente en la elaboración de mosaicos. Las aves utilizadas para estos trabajos
procedían de los bosques tropicales del sur de México y Guatemala, o bien, eran criadas en
cautiverio y cazadas con técnicas refinadas que no dañaban el plumaje de la presa. Eran
clasificadas de acuerdo con el tamaño, calidad y color, siendo las más apreciadas las verdes
de quetzal (entre más largas más valiosas); las rojas del tlauquecholli, parecido al flamenco, y
las azules turquesa del xiuhtótotl. Con estas plumas realizaban tapices y adornaban mantas,
máscaras de rituales, escudos o trajes de guerreros.

Música y Poesía
La música y la poesía estaban íntimamente vinculadas. Casi siempre acompañadas por
instrumentos, danzas y escenarios, la música era de carácter religioso. En los rituales eran
importantísima la música, interpretada a través de instrumentos musicales como flautas,
ocarinas, trompetas, y en particular los tambores longitudinales, teponaztlis, y los tambores
verticales, huéhuetls, que fueron profusamente decorados mediante imágenes esculpidas de
naturaleza simbólica e histórica.

Arte en Madera
Para los mexicas, la madera no era un simple sustituto de la piedra, muchos de los íconos en
los más importantes templos aztecas, estaban hechos de madera y vestidos con hermosas
ropas y joyería. Sin embargo, la importancia simbólica de la madera para los aztecas todavía
no está del todo clara. Muchos textos mexicas se refieren a la superioridad de las figuras de
piedra sobre las de madera, debido a su durabilidad y resistencia. Pero, en cuanto a peso,
flexibilidad y resonancia, la madera constituía el material perfecto para objetos tales como los
tambores, lanzaderas, escudos y máscaras. Otros objetos también eran elaborados en madera
para luego ser quemados en rituales a forma de ofrenda.

Arquitectura
La arquitectura mexica refleja los valores y la civilización de un imperio, pues era
principalmente monumental. Su propósito radicaba en manifestar poder, y a su vez, se
apegaba a fuertes creencias religiosas. Esto se pone en evidencia en el diseño de los templos,
los adoratorios, los palacios, y las casas de la gente común. La arquitectura mexica estaba
fuertemente influida por los toltecas de Culhuacán, los tepanecas de Atzcapotzalco, y los
acolhuas de Texcoco. Debido a que el imperio mexica fue construido a través de la conquista,
tenían que encontrar la manera de integrar los diversos grupos étnicos bajo su dominio. De
este modo, recurrieron a su arquitectura y a los materiales gráficos para promover su visión
del mundo. Las estructuras gigantescas reflejaban el poderío militar del imperio. La
arquitectura estaba fuertemente marcada por el simbolismo. Los puntos cardinales constituyen
símbolos religiosos de las cuatro direcciones y esquinas de la tierra. Son entidades religiosas
que tienen patronos divinos, colores, días, y signos del año que varían según las distintas
versiones históricas. La arquitectura religiosa se desarrolló siguiendo las pautas de la tradición
mesoamericana, aun-que existen aportaciones importantes. El tipo de construcción más
original es el de los templos gemelos, con doble escalinata de acceso.

Metalurgia y Joyería
En cuanto a los metales, los mexicas no tenían conocimiento en el manejo de metales pesados
para elaborar herramientas, si no que manejaban metales preciosos. Debido a sus
conocimientos de física, los aztecas emplearon varias técnicas como fundir el oro con la plata
y demás. Normalmente el metal se combinaba con piedras preciosas como la turquesa, la
amatista, el jade o el cristal de roca o con conchas. Además, elaboraban todo tipo de figuras y
adornos para sus cuerpos como pulseras, collares, pendientes, etc. Con el paso del tiempo,
los mexicas pasaron a ser una sociedad dividida en distintas y muy marcadas clases sociales.
La riqueza, el poder y el lujo era únicamente de los pipiltin (la nobleza). Los metalurgistas y
orfebres aztecas creaban para los pipiltin objetos de oro, costosos y muy bellos. Si bien el oro
no era tan valorado como la piedra verde o la turquesa, sí era un símbolo de estatus.
Tenochtitlán era el centro cosmopolita del arte azteca, y se alentaba a las personas de origen
mixteca a que se establecieran allí, pues eran renombrados por sus trabajos en oro, que se
distribuían a lo largo y ancho de la ciudad y del imperio.
Cerámica
Los mexicas o hicieron varios objetos funcionales y ceremoniales de arcilla: incensarios, platos,
vasijas rituales, urnas funerarias, sellos, y malacates. A veces, ciertos incensarios de gran
tamaño en forma de vasos tenían más de tres pies de altura, con una figura en altorrelieve en
un costado, o algún ornamento con proyecciones o rebordes. A menudo se hacían copas de
cerámica roja para beber pulque en los festines. Muchos de estos objetos de arcilla estaban
decorados, pero por lo general no mostraban el elaborado significado iconográfico que
caracterizó a la escultura monumental y a los manuscritos pintados. Una de las obras más
extraordinarias del arte azteca es una urna de barro que descansa sobre tres patas cilíndricas
inclinadas, y que fue hallada en Tlatelolco

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