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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES


ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN Y CONTADURÍA
CÁTEDRA: DERECHO FINANCIERO

EFECTOS DEL GASTO PÚBLICO


EN PROCESOS DE INFLACIÓN

Profesor: Estudiante:
Rafael Godoy Antonietta Villalba C.I: V 27.223.188

Caracas, 15 de diciembre de 2019


¿Qué es el gasto público?
El gasto público representa el costo de las actividades del sector público que
comprenden la producción y el suministro de bienes y servicios y el de
transferencias de ingresos.
Cabe recalcar un aporte importante del economista Ibarra M., Alberto (2010)
acerca de la definición del gasto público que:
“El gasto público es la cantidad de recursos financieros, materiales y
humanos que el sector público representado por el gobierno emplea para el
cumplimiento de sus funciones, entre las que se encuentran de manera primordial
la de satisfacer los servicios públicos de la sociedad. Así mismo el gasto público es
un instrumento importante de la política económica de cualquier país pues por
medio de este, el gobierno influye en los niveles de consumo, inversión, empleo,
etc. Así el gasto público es considerado la devolución a la sociedad de algunos
recursos económicos que el gobierno captó vía ingresos públicos, por medio de un
sistema tributario principalmente”...
La forma de estructurar el gasto público es de gran importancia para la
economía en general, pues siendo un instrumento poderoso que afecta la
economía, su manejo causa u origina diversos fenómenos que algunas veces son
positivos y otras veces son negativas para un país e incluso otros países que estén
fuertemente correlacionados económicamente. Del análisis de la estructuración y
aplicación del gasto público se pueden predecir ciertos comportamientos de la
economía así como los fines que persigue el sector público.
Igualmente, “El gasto público constituye un conjunto de erogaciones públicas,
que realizan las distintas instancias de gobiernos a fin de hacer frente a sus
compromisos relacionados con el ejercicio de sus funciones”. El gasto público juega
un papel fundamental en el desarrollo de la economías aún más cuando a
distribución del ingreso se refiere de acuerdo a ello el gobierno es el único ente
capaz de captar una proporción de la renta nacional mediante las distintas tasas
impositivas y revertirlo a su economía mediante sus erogaciones (Aguilar Neilan,
Octubre 2011).
En vista de las opiniones de los autores anteriormente mencionados, puedo
agregar que el gasto público viene siendo uno de los elementos más importantes
en la política económica de un país, que le permite moldearla según los objetivos
que se quieran alcanzar, y estos mismos dependerán de las políticas económicas
ejecutadas o planificadas por el gobierno de turno.
Características del gasto público
El gasto público cuanta con las siguientes características:
 Debe ser ejecutado por una entidad pública.
 La inclusión, como crédito presupuestario, necesita una autorización
de las cortes generales para utilizar los recursos públicos en la
obtención de los objetivos expuestos en los distintos programas
presupuestarios.
 Es de carácter vinculante y limitativo, pues no se puede exceder el
total de gasto público que ha autorizado el poder legislativo.
 Su finalidad debe ser de utilidad pública.
 Debe solventar y satisfacer las necesidades de la comunidad.
 Clasificación del gasto público

Clasificación del gasto público


Administrativo: Los gastos los efectúa dependencias y entidades públicas,
para servicios públicos, seguridad, servicios comunitarios, viviendas, sanidad,
transporte y otros servicios económicos.
Económico: Consiste en identificar y agrupar los egresos del sector público
en categorías similares, determinadas según las características económicas de la
transacción. Permite hacer la diferencia del gasto según su finalidad económica, en
gastos corrientes, de capital, aplicaciones financieras y transferencias.
Funcional: Muestra el gasto público de acuerdo a la naturaleza de los
servicios que brindan las entidades públicas a la comunidad. Permite establecer los
objetivos generales y los medios por los cuales se pretenden lograr.

Los principios del Gasto Públicos


1. Debe estar destinados a satisfacer necesidades colectivas.
2. Deben estar en relación a la capacidad económica del país.
3. Debe hacerse dentro de una correcta y adecuada ordenación, de acuerdo
con la importancia efectiva de las necesidades.
4. Deben erogarse en cuantía suficiente para atender cabalmente las
necesidades colectivas.
5. Los gastos deben estar destinados a satisfacer aquellas necesidades que
sólo el Estado puede prestar.
Ejemplos del gasto público
Entre los gastos que pudiera incurrir el estado están:
 La educación, seguridad, salud pública, sueldo de funcionarios.
 Construcción de carreteras, puentes, alcantarillado, drenajes,
pavimentar calles, etc.
 Gastos de oficina del gobierno.
 Alumbrado público y subsidios de luz.
 Salarios de empleados estatales.

En Venezuela los principales gastos públicos están destinados para los


salarios de los empleados públicos, así como para obras y servicios, de los cuales
podemos discutir su calidad y eficiencia; así mismo el gobierno se ha dedicado a
comprar al pueblo con bonos, emitiendo una gran cantidad de dinero inorgánico, el
cual no está respaldado en el Banco Central de Venezuela- BCV; lo que conlleva a
la devaluación de la moneda local (el bolívar).

Como influye el gasto público en los siguientes sub-niveles macro-


económicos
Para darse cuenta de los efectos que produce el gasto público, debe partirse
de la base de lo importante que resulta el volumen de los gastos en relación a la
renta nacional.
En Estados modernos, el gasto público excede largamente el 30 % del
producto interno bruto (PBI). La sola existencia de un gasto de semejante magnitud
tiene considerable influencia sobre la economía. Cualquier modificación en su
cuantía (tanto si se trata de un aumento como de una disminución) tiene un
inevitable efecto económico. También la tiene cualquier modificación de los diversos
elementos que integran el gasto.
Así, los gastos públicos producen efectos en el volumen de las rentas
individuales y en su nivel relativo. El incremento de los gastos influye rápidamente
en el ingreso nacional, el producto nacional bruto, el ahorro y la inversión.
Los efectos de los gastos públicos no se limitan al impulso momentáneo que
presenta inmediatamente a la economía en forma de una disminución de la
desocupación o de un aumento de la actividad industrial. Tienen efectos
secundarios que multiplican su acción económica creando en la misma medida
gastos y producciones, y los ingresos que originan son objetos de ulteriores
acciones de intercambios. En vista de que el aumento de los ingresos acarrea una
expansión proporcional de las actividades de cambios y producción, y esta
expansión, por su parte, origina la formación de nuevos ingresos, se produce, por
efecto propulsor de los gastos públicos, un nuevo ciclo económico que puede ser
suficiente para poner en movimiento una recuperación económica o al menos para
detener o retardar el proceso de contracción.
Sin embargo, estas consecuencias dependerán en gran medida de la
naturaleza de los gastos que se aumentan: realizar inversiones productivas es más
eficaz que desarrollar los armamentos; acrecentar el poder de compra de las clases
pobres es más eficaz que aumentar aún más el de las clases ricas.

DEVALUACÓN-
EMPLEO AHORRO INVERSIÓN INFLACIÒN REVALUACIÓN DE LA DÉFICIT FISCAL
MONEDA
El gasto publico puede
El Estado está en la influir en el
obligación de garantizar comportamiento de la
El gasto público puede la inversión en los moneda frente a otra
afectar el nivel de diferentes ámbitos divisas, en la medida
Al existir un incremento
Es una fuente ahorro de la nación, ya sociales (educación, que éste sea financiado
de la demanda a un
importante de que éste está financiado tecnología, salud, etc); con crédito externo. El El gasto público es
ritmo superior que la
generación de empleo, por lo general por pues de lo contrario ingreso de divisa responsable del
oferta, se sufre una
tanto así que el primer ingresos provenientes conllevaría a: producto de la incremento o
tendencia inflacionaria ;
empleador en el país, es de los impuestos. Al malversación de fondo, adquisición de crédito disminución del déficit
el gasto público tiene la
el Estado. La economía incrementar los que no haya capacidad puede conducir que la fiscal de un país, en la
capacidad de
se puede acelerar o impuestos se deja a la para invertir debido a un moneda local se medida que se gasta
incrementar la demanda
desacelerar, según los población con una déficit fiscal, por fortalezca puesto que al más o menos de los
de bienes y servicios, es
gatos incurridos por el menor parte de sus devaluación de la incrementarse la oferta ingresos obtenidos.
decir, producir más
Estado. utilidades lo que moneda o por no de una determinada
inflación
disminuye su capacidad implementar políticas divisa el efecto de la ley
de ahorro. económicas adecuadas y demanda, conlleva a
que conlleva al que el precio de la
bienestar social. moneda local se
revaluo.

Estos pueden ser algunos de los efectos que puede tener el gasto público en
la economía, algunos de ellos con negativos y otros positivos, por lo que se puede
concluir que el gasto público es una herramienta muy importante a la hora de
implementar ciertas políticas macroeconómicas.

¿Cuáles son los efectos del gasto público cunado todo el mundo
hecha dinero a la calle?
Para explicar este caso, usaré un artículo escrito por el economista José Toro
Hardy, donde pronostica que para enero y febrero del 2020 se acabe la explotación
de dólares que hay en Venezuela, una vez analizado esto, lo asociaremos con los
posibles efectos que pudiera tener sobre el gasto público.
“Mucho me temo que entre enero y febrero se producirá una gran resaca
económica cuando el país despierte del mini boom comercial producto de una
dolarización atípica”.
Igualmente el economista sostiene, que ese mini boom comercial es evidente
en zonas de alto poder adquisitivo como es en los sectores de Baruta, Chacao y el
Norte de Valencia entre otras ciudades. Sostiene igualmente “Este fenómeno es
consecuencia de que se está utilizando el dólar, de la cantidad de productos que se
está importando y que se venden en bodegones y automercados. Eso ha movilizado
un poco la economía respecto años anteriores”.
Toro Hardy alertó que para el mes de febrero podría generarse una resaca
económica como resultado de dicha situación, manifestando que no sabe la
sustentabilidad de dicha economía ya que, primeramente no está determinado el
origen de los dólares que la promueve. En virtud que en Venezuela el 97% de los
dólares que entraba a la economía provenían del sector petrolero y es sabido que
actualmente no está aportando divisas al país. El referido economista sostiene que
hay dólares que provienen de las exportaciones no tradicionales y que son
totalmente legítimos así como los que vienen por vías de las remesas. Sin embargo,
destacó que la mayoría de eso giros no llegan en dólares, sino mediante una
persona con cuenta en el exterior que los compra y da a cambio los bolívares.
Muchas personas, asocian la cantidad de efectivo en dólares que existe
actualmente en los mercados venezolanos, con el lavado de dineros, o el
narcotráfico, otros se refieren al mecanismo de contrabando de gasolina a
Colombia, que genera gran ingreso en divisas; estos dólares al no ser contabilizados
se ponen a circular.
El experto si esa masa monetaria sea suficiente para reemplazar los ingresos
de divisas que provenían de la economía formal, recordando que estacionalmente
los meses de enero y febrero son los meses más lentos de la economía, por lo que
piensa que se pude generar un cabio o bien que se demande una situación diferente
hacia una dolarización completa de la economía, forzada a la circunstancias que
actualmente tenemos en el país. Restándole al Banco Central de Venezuela la
capacidad de llevar a cambio esa dolarización formal, en viste de las pocas reservas
líquidas que posee la entidad.
Actualmente en Venezuela, y en viste de lo afirmado por Toro Hardy, puedo
inferir que actualmente no se sabe de donde provienen los fondos en divisas, como
se alimentan los mercados, como participan los diferentes actores, y como es la
actuación del Banco Central de Venezuela ante el control de la masa monetaria
que circula en la Nación.
Indicó que existe una total contradicción en la economía que se desarrolla en
el país aproximadamente hace seis años, y que dicha economía sea asfixiante. Por
cuanto en Venezuela solo está dolarizado el gasto, y la mayoría de las personas
siguen persiguiendo sus ingresos en bolívares; es por lo que sostiene que la gran
mayoría de los venezolanos no pueden participar en ese “mini boom” comercial, lo
que genera gran tensión en el ámbito social.
Con este artículo podemos concluir que en Venezuela a pesar que la
economía siga en constante movimiento, y halla entrada de divisas (por el motivo
que fuese) a los hogares venezolanos no significa que esté habiendo un
crecimiento económico, por el contrario, pudiéramos inferir que existe una recesión
económica. Produciendo el empobrecimiento de la población y dificulta la salida de
la recesión.
El gasto público también se ve afectado por este “mini boom” del que habla
el economista Hardy; de la mayoría de las divisas que entran en el país, no se tiene
un control, interno, por lo que probablemente tampoco el Estado perciba ningún
beneficio producto de esas operaciones. Otra de las actividades que afecta el gasto
público, es la evasión de impuestos por parte de las empresas privadas, es bien
sabido que dejan de facturar los que ingresa en divisas, por tanto el fisco nacional
deja de percibir ingresos producto de los impuestos. Estas actividades afectan el
gasto público, ya que, si el Estado no percibe ingresos, no tendrá como cubrir los
gastos, los cuales son cada vez más crecientes, de igual forma, no tendrá como
invertir la nación.
En todos los países, el Estado estructura un presupuesto anual de gastos
para llevar adelante las funciones básicas que le son inherentes. El financiamiento
de dicho gasto es imprescindible y la forma de ese financiamiento tiene efectos
sobre la economía del país. En este sentido, el gasto público se puede financiar con
impuestos internos, con endeudamiento o con mecanismos de devaluación de la
moneda, así como con una combinación de los anteriores.
La forma idónea de mantenimiento de una sana gestión fiscal es por la vía
del cobro de impuestos: en el mejor de los casos, la mayor cantidad de gasto público
debe ser financiada por impuestos generados por la propia economía. Cuando el
gasto público supera a los ingresos fiscales, estamos en presencia de un déficit
fiscal.
Ahora bien, cuando un gobierno posee el control de las reservas
internacionales (incluyéndolas del Banco Central y otros fondos), porque es
propietario controla la mayor actividad generadora de divisas del país, los déficit
fiscales pueden ser cubiertos inmediatamente con una devaluación de la moneda.
La otra forma de financiar el gasto público es mediante la emisión de deuda interna
o externa. En el primer caso se produce un efecto de alza en las tasas de interés
domésticas del mercado financiero de deuda, producto de la colocación de estas
nuevas emisiones, afectando el costo oferta de dinero para los agentes que
participan en el mercado. En caso de financiamiento externo del gasto público, no
hay impacto sobre las tasas de interés internas ni un impacto importante sobre las
tasas de interés internas ni un impacto importantes sobre la inflación; sin embargo,
los poténciales acreedores exigen un menú de medidas que garanticen el pago
oportuno futuro de los montos solicitados, es decir un plan que garantice la
estabilidad macroeconómica.
En Venezuela el Estado ha mantenido una política fiscal irresponsable,
derrochadora, en la medida que mayor gasto público deficitario se traduce en mayor
deuda con acreedores en el exterior (principalmente China) y a lo interno con el
Banco Central de Venezuela. El problema del gasto público venezolano, radica en
que es improductivo, acompañado de transferencia de rentas a grupos particulares
con mecanismos poco trasparentes o poco legítimos; así como los subsidios
generalizados como el del combustible y la electricidad, entre otros bienes y
servicios básicos, implican un mayor gasto público, con una disminución es los
ingresos nacionales.

¿Qué es inflación?
Según el economista y escritor venezolano José Guerra, define la inflación
como el alza sostenida del nivel de precio de una economía. Para que exista
inflación no basta que se incremente el precio de un bien o servicio en particular,
sino que los aumentos sean generalizados”.
En Venezuela, la medición oficial de la inflación la realizaba el Banco Central
de Venezuela, mediante la estimación del Índice de Precios al Consumidor (IPC)
para el Área Metropolitana de Caracas, usando para ello una canasta de bienes y
servicio que representaba el consumo promedio de una familia típica de esa región.
A partir de enero de 2008, el BCV y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE)
comenzaron a elaborar y divulgar el INPC, el cual cubre las diez principales
ciudades más una muestra de cincuenta y cuatro localidades y el cual el IPC de
Caracas es un componente fundamental.

Cómo afecta la inflación a la economía. Consecuencias de la inflación


Una vez resuelta la incógnita sobre qué es la inflación, llega el momento de
conocer cuáles son los efectos de la misma en las empresas y ciudadanos de una
nación:
 Depreciación de la moneda: Con la inflación los precios de los
productos suben y es la moneda del país la más afectada al perder
valor. Logrando que el poder adquisitivo de la población se reduzca y
que las personas necesiten de más dinero para enfrentar los gastos
habituales.
 Alza de salarios: Es normal que los salarios sean ajustados a nuevos
precios cuando hay inflación. Pero esto no ocurre con los trabajadores
de sueldo fijo, desempleados o pensionistas.
 Acreedores pierden dinero mientras que los deudores ganan:
Porque el dinero que recibe el acreedor es la misma cantidad anterior
pero con menos valor.
 Los préstamos reducen su precio real: Al no aumentar los intereses
los préstamos son más baratos. Pero el poder adquisitivo ha bajado
por igual.
En el caso venezolano, la hiperinflación originada en la monetización del
déficit es una manera de apropiarse de la riqueza de los ciudadanos por parte de
los gobernantes, ya que hace que hace que el dinero en las manos del consumidor
compre menos bienes y servicios, mientras que el gobierno cumple con los
compromisos adquiridos.
Es importante para todos vigilar que los presupuestos del Estado estén
equilibrados y también contralar en qué se gasta nuestro dinero. A la larga, es del
bolsillo de los ciudadanos de donde sale el dinero para presupuestar el gasto
público, bien sea con impuestos o con inflación.

Tipos de inflación
La inflación en la economía es, por norma general, un aumento generalizado
de precios de los bienes y servicios. Pero tampoco debe pasarse por alto que al
igual que los precios pueden aumentar por varios motivos, también pueden
disminuir o mantenerse estables. Existen, por tanto, varios tipos de inflación.
 Deflación: Es cuando los precios disminuyen, siendo lo contrario a la
inflación.
 Desinflación: Se refiere al descenso en la tasa de inflación. Los
precios suben pero menos que antes.
 Reflación: Es cuando se intenta aumentar la inflación ante presiones
deflacionarias.
 Estanflación: Ocurre en épocas de crisis económicas y produce un
aumento en la inflación y el desempleo, al mismo tiempo que realza
un estancamiento del PIB.
 Inflación subyacente: Se trata de un indicador que muestra la
variabilidad de los precios de consumo en un corto plazo porque no
incluye los precios energéticos ni los alimentos no elaborados.
Así mismo, la inflación puede ser denominada según el porcentaje de
aumento en:
 Deflación: Es la inflación negativa, la disminución de los precios.
 Inflación moderada: Es cuando se da una elevación lenta de los
precios, son precios estables con aumentos que no llegan anualmente
al 10%
 Inflación galopante: Son niveles de inflación de dos o tres dígitos en
un plazo de un año. Con esto un producto puede triplicar su precio en
apenas un año.
 Hiperinflación: Consisten en aumentos del más del 1000% anual. Y
son causantes de graves crisis económicas.

Países que han sufrido de inflación e hiperinflación


Como referencia usaremos un artículo presentado por la revista BBC mundo,
titulado como las 5 mayores hiperinflaciones de la historia y como se resolvieron. Al
mismo tiempo, utilizaremos para extender y profundizar en el caso venezolano, otro
artículo de revista Alainet, titulado como crisis de inflación en Venezuela.

Caso venezolano:
Venezuela vive uno de los peores episodios de hiperinflación registrados en
todo el planeta desde la Segunda Guerra Mundial. Los precios alcanzaron un nuevo
máximo en agosto (2019), por encima del 65.000% anual, según Steve Hanke,
profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore
(Estados Unidos), y uno de los mayores expertos en hiperinflación.
Hanke es uno de los autores de la "Tabla de Hiperinflación Mundial", a la que
el país sudamericano ingresó en noviembre de 2016. Entonces, los precios subían
a un ritmo mensual del 219% y se duplicaban cada 18 días. La situación, sin
embargo, empeoró todavía más y, en un contexto de grave escasez de comida y
medicina, los ciudadanos se vieron forzados a usar pilas de billetes para pagar sus
necesidades básicas y diarias.
Y la introducción de una nueva moneda, el bolívar soberano, que le quitó 5
ceros a su antecesor, el bolívar fuerte, no ha solucionado el problema
hiperinflacionario. La situación económica de Venezuela, en la actualidad es
calificada por expertos de diversas corrientes, como una nueva experiencia de crisis
de hiperinflación en el mundo. Steve Hanke, una referencia mundial en la materia
(de tendencia neoliberal), asegura que existe hiperinflación cuando la tasa de
inflación supera el 50% mensual. De acuerdo con el autor, una inflación de 50%
mensual, proyectada de forma anualizada, se calcularía aproximadamente en
13.000%.

Según estimaciones del FMI, para 2017 la inflación venezolana superó el


1000%, y su proyección para 2018 ubicó al indicador inflación en 14.000%. Más
recientemente, el organismo financiero multinacional publicó nuevos pronósticos,
los cuales plantean una inflación superior al 1.000.000% para 2018. Sin embargo,
el mismo Hanke cuestionó y calificó de deslumbrantes, imposibles y falsas tales
proyecciones, además de señalar como imprecisa cualquier tentativa de predicción
de esa naturaleza.

Causas de la hiperinflación en Venezuela


La posiciones neoliberales en Venezuela, (cuyos voceros principales son el
diputado a la Asamblea Nacional José Guerra y los analistas Luis Vicente León y
Asdrúbal Oliveros), argumentan que el fenómeno es producto de la combinación de
una crisis dada por dos errores sustantivos del gobierno: la emisión de dinero
circulante (la denominada masa monetaria) para satisfacer el gasto público, así
como una caída abrupta de la confianza en el marco normativo y las instituciones
que regentan la economía del país, especialmente por políticas como las
expropiaciones de modos de producción, el control de cambio y la inseguridad para
la inversión y el flujo de capitales
Las corrientes liberales de economía argumentan que los fenómenos de
hiperinflación son producto de dos fenómenos:
1. La emisión desproporcionada de dinero inorgánico, según esta tesis,
ocurre cuando hay un aumento vertiginoso en la cantidad de dinero
circulante que no está correspondido por un aumento similar en la
cantidad de bienes y servicios existentes en la economía. Esta
variable está relacionada con las políticas fiscales de gasto público, el
cual según los postulados neoliberales debe reducirse al mínimo.
2. La pérdida de confianza de los sistemas financieros de los Estados
nacionales.
Estas corrientes, incluso postulan modelos de desarrollo o evolución del
fenómeno que en teoría explicarían los procesos de hiperinflación, pero dichos
patrones no son aplicables a todas las experiencias por dos razones esenciales. En
primer lugar, porque existe gran diversidad en las causas estructurales y las
condiciones económicas-políticas que producen estas crisis, las cuales han estado
regularmente vinculadas a situaciones de corrupción, de conmoción social y política,
de crisis de endeudamiento, de profundos déficits fiscales y/o de devaluaciones; y
en segundo lugar porque sus formas de evolución también han sido heterogéneas.
Las corrientes del pensamiento crítico por su parte, plantean que cada
fenómeno de hiperinflación es expresión de circunstancias históricas y sociales
concretas. Esas generalizaciones resultan arbitrarias y reduccionistas ya que se
limitan a reconocer las variables monetaria y fiscal, y desconocen elementos e
indicadores vinculados orgánicamente con la producción tangible no especulativa y
la capacidad de reserva de valor en la economía de un país.
Analistas de izquierda proclives a las tesis que ha postulado el gobierno hasta
ahora (Pasqualina Curcio, Luis Salas, Juan Carlos Valdez y Andrés Giussepe, entre
otros), plantean que la inflación venezolana es consecuencia de una devaluación
inducida por la presión de agentes económico-financieros transnacionales dirigidos
por los Estados Unidos, por tanto, según sus postulados, la emisión de dinero no es
una causa de la inflación y la devaluación sino una consecuencia de las mismas.
Según esta corriente, el control de cambio es fundamental para mantener la
estabilidad económica del país y contener una nueva oleada de fuga de capitales5.
Mientras tanto, una corriente heterogénea de analistas de izquierda (con la
cual nos identificamos en la presente reflexión), tales como Rodrigo Cabezas, Jesús
Faría, Oscar Forero y Manuel Sutherland, coinciden en afirmar que la hiperinflación
venezolana es un fenómeno multidimensional y multifactorial, producido por una
carga histórica de problemas económicos estructurales y coyunturales, tales como:
la dependencia al ingreso petrolero, la sobrevaluación del tipo de cambio y la fuga
de capitales, la emisión desproporcionada de circulante monetario, la crisis de
endeudamiento y el déficit fiscal, la caída abrupta del PIB desde hace 17 trimestres,
las distorsiones en las estructuras de costos de producción y distribución que
afectan el mercado interno, por mencionar las más significativas.

Perspectivas concretas para solucionar el caso de hiperinflación en


Venezuela

Desde las corrientes neoliberales internacionales se plantea como receta


única la desaparición de la moneda nacional (con lo cual se reitera la visión
monetarista del problema), la moneda nacional sería sustituida por el dólar
americano, esa es la recomendación explícita del citado experto Steve Hanke, quien
sugirió y dirigió una política de ese tipo en Ecuador y Bulgaria.

Por su parte los neoliberales venezolanos, afirman que la única, instantánea


e infalible solución es un ajuste estructural: Según estas posiciones, se requiere de
un plan de estabilización económica que consiste en una liberalización total de la
economía en los ámbitos monetario y de inversiones, la privatización de activos
públicos, el congelamiento de los salarios, la reducción al mínimo del gasto público,
así como una política de incentivos fiscales para el capital (la terapia de shock
utilizada por Pinochet en Chile y por Fujimori en Perú).
Desde el espectro del chavismo, las soluciones planteadas son diversas y en
ocasiones expresan notables contradicciones en temas sustantivos como el control
de cambio (mantenerlo, flexibilizarlo o eliminarlo), las políticas monetarias, las
estrategias para la promoción de inversión extranjera, el pago de la deuda
internacional (el dilema entre cancelar los compromisos para no perder más
confianza o llevar a cabo una moratoria de pagos con una auditoría integral de la
deuda), los mecanismos para la determinación de baremos de precios, salarios y
ganancias, entre otras variables.

Lo cierto del caso es que en Venezuela no se han asumido medidas


correctivas de signo estructural, ni en los términos de las tendencias planteadas, ni
en términos de políticas innovadoras. Por el contrario, hasta ahora la política
económica se había caracterizado por mantener una acción inerte y de omisión ante
la hiperinflación (muy similar a la implementada en Zimbabue). Tal situación se
agravó con la imposición de sanciones financieras impuestas por el gobierno de
Estados Unidos en agosto de 2017 desde la llegada de Hugo Chávez al gobierno
en 1999).

La combinación de múltiples variables en el sistema financiero y el mercado


internacional (especialmente el de los hidrocarburos), las hostilidades de origen
internacional y la inercia mencionada, han desencadenado en una descapitalización
del país, cuyos indicadores más notables son la mega devaluación de la moneda
nacional, la fuga de capitales astronómica, el estancamiento de la producción
nacional (con un despilfarro escandaloso de fuerzas productivas y de potenciales
de renta), así como el aniquilamiento del valor de la fuerza de trabajo y con ello de
las capacidades de satisfacción de necesidades básicas de las clases asalariadas.

Medidas económicas tomadas por el gobierno Venezuela en el año 2019

A partir de las medidas anunciadas de manera superficial el 26 de julio 2019,


se puede afirmar que el gobierno de Venezuela ha asumido la intervención de la
situación actual a través de una nueva política económica. Todo parece indicar que
el modelo formulado tiene afinidades de forma y contenido con la política de
Alemania en 1923 (emisión de una nueva moneda: anclada y respaldada en
commodities transables en el mercado de valores), acompañada de una maniobra
de certificación de reservas en oro (en convenio con Turquía), esto último con la
intención de proyectar confianza y ofrecer garantías para obtener nuevas fuentes
de financiamiento.
La política esbozada por el presidente Nicolás Maduro el referido 26 de julio del
2019, tiende a demostrar audacia táctica, pero además de estar condicionada por
la capacidad de valorización del Petro en el mercado internacional (tema de gran
complejidad a menos que se concrete con éxito una necesaria acción diplomática
que permita anular las sanciones impuestas por el gobierno de los EE.UU.), resulta
insuficiente para enfrentar de manera integral la crisis, si no se implementan
enérgicas medidas de carácter estructural, tales como:

- El diseño de una estrategia para la recuperación de la industria petrolera


nacional (fuente fundamental de divisas) más allá de la retórica ingenua de
superación del modelo rentista petrolero; y la proyección en el mediano plazo
de un reimpulso de la industria petroquímica.

- Una política de emergencia para la coordinación de planes y acciones


orientados hacia la reactivación de las fuerzas productivas en los ámbitos
industrial y agrícola, así como a las capacidades logísticas y tecnológicas
para la distribución de bienes y servicios.

- La recuperación de los servicios públicos fundamentales (agua potable,


energía eléctrica, telecomunicaciones, saneamiento ambiental), los cuales
son vitales para el desarrollo de las fuerzas productivas industriales y
agroindustriales, para el funcionamiento del tejido institucional, y para la
satisfacción de necesidades esenciales de la población.
- Una política macroeconómica multidimensional para el fortalecimiento de las
reservas internacionales.

- Una moratoria de pagos y una auditoría de la deuda internacional (que


incluye una evaluación exhaustiva de los denominados bonos soberanos) y
de las condiciones de pago del servicio de deuda.

- Una reforma fiscal drástica que revierta la tendencia regresiva del actual
régimen tributario.

- El diseño de una estrategia para contener la fuga de capitales (el control de


cambio ha demostrado que no controla y no cambia), así como una auditoría
de los capitales exportados durante los últimos años (como primera medida
para estimar la factibilidad de repatriación de los mismos).

- Un plan rector de las inversiones internacionales sin menoscabo de los


intereses estratégicos de la República.
- Una política de inversión de los ingresos en divisas (los cuales se deben
recuperar de manera paulatina), en áreas prioritarias de la economía
nacional, así como en la satisfacción de necesidades básicas de la población,
primordialmente de alimentación, salud y servicios públicos.

- Una política de amplio espectro para mitigar las distorsiones del mercado
nacional.

- Por último y no por ello menos importante, de crear y materializar una política
para recuperar el poder adquisitivo de la clase asalariada, lo cual estimularía
el mercado interno y potenciaría de manera objetiva y subjetiva un factor
esencial para la capitalización (la fuerza de trabajo, o talento humano).

La economía y la política se encuentran interrelacionadas entre sí, es por ello


que no podemos dejar a un lado que estas son solo recomendaciones, y deben ser
puestas en práctica no haciendo solo un estudio desde el ámbito económico, sino
involucrando también niveles políticos, culturales y sociales.

En mi opinión la crisis económica actual o la crisis hiperinflacionaria por la cual


está atravesando Venezuela, está compuesta por diferentes factores, los cuales se
han ido agravando y acumulando durante largos años, entre esos factores se
encuentra la disminución del precio del crudo, la comercialización de nuevos
proveedores petroleros (con un petróleo más liviano que el venezolano), la fuga de
barriles de petróleos por parte del gobierno venezolano, es decir, destinan gran
cantidad del crudo a otros países, a un precio por debajo del mercado internacional,
a cambio de créditos u otros recursos, que no equivalen a lo entregado. Así mismo
es importante destacar las cantidades de bienes y saldos en cuentas bancarias, con
la que cuentan los gobernantes, que existe y persiste hurto de los recursos de la
población, para satisfacer necesidades propias.

La constante corrupción del gobierno venezolano, se ha notado en las calles del


país, sobre todo en los servicios públicos, donde se destinó gran cantidad de dinero
para obras y mantenimiento públicos, visiblemente se puede notar que el
presupuesto para dichas obras fueron destinadas para otras cosas.

1. Hungría, 1946
Datos:
 Tasa de inflación diaria: 207%
 Los precios se duplicaban cada: 15 horas
En julio de 1946, la inflación en Hungría alcanzó un nivel impactante: 41,9%
trillones. Es el peor caso de hiperinflación que haya quedado registrado.
Los precios se duplicaban cada 15 horas. El valor del dinero que los
húngaros tenían en la cartera cada mañana quedaba reducido a la mitad por la
noche, sin importar cuánto fuera. El billete más alto era de 100 trillones de pengos
(moneda local).
La Segunda Guerra Mundial había borrado el 40% de la riqueza de Hungría;
el 80% de su capital, Budapest, estaba destruida; las vías férreas y las carreteras
habían sido bombardeadas y el gobierno tuvo que pagar una indemnización
millonaria después del conflicto.
El país realizó varios intentos de reanimar la divisa que llevaron a que los
ciudadanos dejaran de referirse a los billetes según su valor y pasaran
a diferenciarlos por su color.
El 1 de agosto de 1946, el gobierno adoptó un programa de estabilización
radical que incluyó una reforma tributaria drástica, la recuperación de
las reservas de oro que habían sido trasladadas al extranjero y la introducción de
una nueva moneda, el florín húngaro, respaldado por sus reservas de oro y divisas
extranjeras. El florín se estrenó con un valor de 400.000 cuatrillones de pengos cada
uno.

2. Zimbabue, 2008
Datos:
 Tasa de inflación diaria: 98%
 Los precios se duplicaban cada: 25 horas
Tras aplicar a finales de los 90 una reforma agraria polémica que incluía
la expropiación de tierras que pertenecían a hacendados blancos, Zimbabue sufrió
un agudo declive agrícola. La situación empeoró debido a una costosa intervención
en la Guerra del Congo en 1998 y a los efectos de las sanciones que Estados Unidos
y la Unión Europea le impusieron en 2002 al gobierno del entonces
presidente Robert Mugabe.
En los años siguientes, los precios empezaron a subir. En noviembre de
2008, la inflación había alcanzado una tasa mensual de 79.000.000.000%. Las
tiendas incrementaban los precios varias veces al día. Esta caída económica se
tradujo para la población en frecuentes recortes de agua y energía, colas en los
bancos y gasolineras, y una grave escasez de comida en los supermercados.
Muchos cruzaban la frontera a Sudáfrica o Botsuana para comprar bienes de
primera necesidad y el dólar estadounidense y el rand sudafricano se convirtieron
en divisas de facto. En 2009, el Banco de la Reserva de Zimbabue dejó de usar la
moneda nacional y adoptó la estadounidense y la sudafricana.

Zimbabue, no aplicó ninguna política estructural para enfrentar la


hiperinflación (se limitó a llevar a cabo continuas reconversiones monetarias con
cambios nominales en el signo, con los cuales alcanzaron a utilizar un billete de cien
billones de dólares de Zimbabue; y posteriormente se eliminó el signo monetario
nacional y en ese país circula el dólar americano y otras monedas de la región, tales
como el Rand sudafricano), hasta que la inercia produjo la llegada a una especie de
punto mínimo o rebote que derivó en una deflación.

En caso de Zimbabue es usado frecuentemente como ejemplo de las


hipótesis neoliberales, pues según esas versiones, la hiperinflación de ese país se
desató por la emisión desproporcionada de circulante monetario para cubrir el déficit
interno. Sin embargo estos análisis resultan sesgados y reduccionistas porque
desconocen una carga histórica de problemas y distorsiones que prefiguraron la
emisión monetaria referida, tales como la condición de colonia británica de ese país
hasta 1980, cuya independencia formal como Estado nacional determinó la
imposición de una deuda astronómica y de una economía atrasada y primaria
(concentrada en una élite ligada a los intereses ingleses), orientada a la exportación
de capitales.

Además omiten el proceso de endeudamiento con el FMI (Fondo Monetario


Internacional, con su respectivo paquete de medidas) asumido por el gobierno de
ese país a finales de los noventa, hasta su calificación de default. Las condiciones
mencionadas fueron el caldo de cultivo de la crisis que inició en 2001, cuando el
gobierno de Robert Mugabe decidió la confiscación por la fuerza de unidades
productivas agrícolas, medida que agravó la depresión de la economía de ese país
porque afectó la tasa de desempleo y precipitó mayores niveles de pobreza.

3. República Federal de Yugoslavia, 1994


Datos:
 Tasa de inflación diaria: 65%
 Los precios se duplicaban cada: 34 horas
Yugoslavia era un país formado tras la Primera Guerra Mundial por la unión
de Bosnia y Herzegovina, Croacia, Macedonia, Montenegro, Serbia y Eslovenia.
La crisis económica y política de la década de 1980 degeneró en guerras que
acabaron dividiendo este Estado de vuelta a las naciones originarias. En 1992, solo
Serbia y Montenegro quedaban unidas en la República federal de Yugoslavia.
Drenado por el conflicto y la pérdida de mercado interno, el gobierno empezó
a imprimir dinero para llenar sus arcas. El gasto público descontrolado, la
ineficiencia, la corrupción y las sanciones de Naciones Unidas en 1992 y 1993
empeoraron el problema.
A inicios de 1994, los precios subían un 313% millones al mes. La gente se
apresuraba a gastar su dinero en cuanto recibían sus salarios; muchos en Serbia
compraban sus suministros en la vecina Hungría. Desanimados por varios intentos
de control de los precios, los agricultores paralizaron la producción.
El comercio en el mercado negro de marcos alemanes y dólares
estadounidenses despegó. Como forma de detener el descontento social y negociar
el final de las sanciones de Naciones Unidas, el líder serbio Slobodan Milosevic,
aceptó finalmente adoptar una nueva moneda -el nuevo dinar-, sustentada en las
reservas de oro y divisas fuertes.

4. Alemania 1923
Datos:
 Tasa de inflación diaria: 21%
 Los precios se duplicaban cada 3 días, 17 horas
Tras la Primera Guerra Mundial (1914-18), Alemania se quedó con grandes
deudas y costes de reparación. El gobierno empezó a imprimir moneda en la divisa
nacional, el marco, para comprar monedas fuertes y pagar las deudas.
A medida que se imprimían nuevos marcos, estos iban perdiendo valor. Pero
lo peor de la crisis se produjo cuando Alemania no realizó los pagos que debía en
1923, lo que provocó la ocupación del valle del Ruhr -el corazón industrial alemán-
por parte de las tropas francesas y belgas para exigir el pago en activos fuertes.
Esto provocó huelgas y detuvo la producción.
En octubre de 1923, la inflación se había disparado hasta el 29.500%
mensual, con los precios duplicándose cada 3 o 4 días. Una rebanada de pan, que
costaba 250 marcos en enero de ese año, subía hasta los 200.000 millones de
marcos en noviembre. Las personas recogían sus salarios en maletas. En 1923
retiró del mercado su moneda nacional y mediante el Banco Central (El Reichsbank)
ejecutó la emisión y circulación de una nueva moneda (respaldada en su capital fijo:
tierras e industrias).
Más tarde ese año, el gobierno introdujo una nueva moneda, el "marco
seguro" o rentenmark, sustentado con las tierras agrarias. Los precios se
estabilizaron y posteriormente los acreedores de Alemania acordaron reestructurar
los pagos de la guerra.
5. Grecia, 1944
Datos:
 Tasa de inflación diaria: 18%
 Los precios se duplicaban cada 4 días, 6 horas

La economía griega sufrió mucho durante la ocupación por parte de los


países del Eje en la Segunda Guerra Mundial. Ya había sentido el impacto de varios
ataques a finales de 1940, que se convirtieron en abrumadores en la primavera de
1941. Los ocupantes se llevaron materias primas, ganado y alimentos, y el gobierno
títere fue obligado a asumir los costes de la ocupación.
Una caída de la producción agrícola provocó una escasez severa de
alimentos en las principales ciudades y un periodo conocido como la Gran
Hambruna. Los decrecientes ingresos impositivos contribuyeron al aumento de la
inflación, que alcanzó el pico del 13.800% al mes en noviembre de 1944.
Aunque los aumentos de precios no eran tan intensos como en la Hungría o
Alemania de postguerra, los esfuerzos de estabilización de Grecia duraron más.
Tras la liberación del país, en octubre de 1944, el gobierno hizo tres intentos a lo
largo de 18 meses antes de lograr cierta estabilidad a través de una reforma fiscal,
préstamos y la introducción de una nueva moneda.
Conclusión

En Venezuela el Estado ha mantenido una política fiscal irresponsable y


derrochadora, en la medida que mayor gasto público deficitario se traduce en mayor
deuda con acreedores en el exterior y a lo interno con el Banco Central de
Venezuela. El problema del gasto público venezolano, radica en que es
improductivo, acompañado de transferencia de rentas a grupos particulares con
mecanismos poco trasparentes o poco legítimos; así como los subsidios
generalizados como el del combustible y la electricidad, entre otros bienes y
servicios básicos, implican un mayor gasto público, con una disminución es los
ingresos nacionales.
El Banco Central de Venezuela crea dinero para financiar a las empresas
públicas. Estas compañías transfieren recursos al Gobierno para que cubran sus
gastos. Personas y empresas disponen de más bolívares gracias a esa inyección,
pero los bienes ofertados disminuyen por las importaciones y controles de precios.
Esta dinámica aviva la inflación.
En Venezuela se acrecienta el problema fiscal, para cubrir el impacto de la
inflación en la recaudación tributaria las autoridades recurren al dinero creado por
el BCV. Esa inyección de bolívares impulsa el aumento de los precios. La situación
fiscal ha empeorado debido al descenso de los precios del petróleo. A ello se suma
la dificultad de acceso a los mercados internacionales debido a la percepción de
riesgo y a las sanciones impuestas por EEUU desde el 2017.
En años anteriores existían menos bienes provenientes del exterior y las
empresas nacionales trabajan en media máquina por la falta de materia prima e
insumos. En el año 2019, por el contrario se han abierto bodegones y automercados
con productos del exterior, con lo cual nos hace pensar que se importa más de lo
que se producen dentro del país.
El Gobierno mantienes un control cambiario (que no controla) y dólar paralelo
el cual no es real. La falta de acceso de la moneda extranjera a tasas preferenciales
fomenta la existencia de un mercado paralelo. Las divisas de este mercado
financian hoy la mitad de las importaciones privadas.
Los procesos hiperinflacionarios se alimentan también de la desconfianza en
las instituciones económicas. Si los actores creen que el Banco Central seguirá
financiando el gasto público, o sí el gasto público aumenta sin que los actores
económicos tengan claridad en cuanto o de dónde saldrá el dinero para financiar
este gasto, se generará un círculo vicioso; donde los precios altos alimentan
expectativas de precios más altos y en consecuencia se sigan elevando los precios.
Es un proceso que destruye el valor de la moneda.
Las características de la economía venezolana, dependiente del ingreso
petrolero, y por ende regida por el mercado y el sistema financiero mundial, cuyo
mercado interno está supeditado a las variaciones de ese ingreso para satisfacer
sus necesidades mediante el flujo de sus importaciones, han determinado una
tendencia inflacionaria marcada y sostenida, por encima de dos dígitos desde la
década de los setenta, e incluso de los tres dígitos en los noventa del siglo XX. Por
tal motivo, se puede afirmar que se trata de un problema sistémico de nuestra
economía.
El análisis documental realizado permite establecer que Venezuela entró en
una crisis de hiperinflación desde noviembre de 2017. Por tanto, hasta ahora ha
transitado nueve meses en tal condición. La hiperinflación es finita en el tiempo y
existe una tendencia a alcanzar un punto mínimo que deriva en un rebote de la
misma (incluso sin intervenciones del Estado, tal y como sucedió en Zimbabue), y
las fórmulas para superar la misma han demostrado ser diversas a lo largo de la
historia. Lo más importante para determinar el método, es definir cuál es el objetivo
estratégico, cuáles son los intereses que median y quiénes son los sujetos que
deben ser el centro del plan de estabilización.
Los fenómenos de hiperinflación desarrollados en América Latina y el
Caribe, de obligatoria referencia para Venezuela, fueron estabilizados mediante
políticas de shock de signo neoliberal (los denominados paquetes o programas de
ajuste estructural tan propugnados por los sectores liberales del país), los cuales
frenaron la hiperinflación pero derivaron en daños severos para las clases
trabajadoras.
Se requiere de un programa integral de recuperación económica, con
objetivos estratégicos y tácticos, procedimientos claros, plazos, metas y
responsables explícitos, para detener la hiperinflación, así como sus nefastas
repercusiones, y primordialmente para corregir los factores estructurales y
coyunturales que le determinaron, de manera de lograr la estabilización y el
reimpulso de la economía venezolana sobre la base del desarrollo de sus fuerzas
productivas.
Los casos de hiperinflación registrados han presentado una extensión
temporal variable, la cual ha fluctuado entre los seis y los veinticuatro meses, es
decir, se trata de situaciones coyunturales finitas en el tiempo. Hay ocasiones, que
las lesiones de la hiperinflación no han sido superadas, como ha sucedido en los
casos de Zimbabue y Grecia.
Con todo ello podemos concluir que el gasto público, representa para todos
los ciudadanos, una herramienta que fortalece o destroza a la nación, y por ende
debemos saber de donde provienen los fondos utilizados para financiar dicho gasto,
y a que va dirigido el presupuesto público. Como bien se ha podido ver en el
presente trabajo, que dependiendo de la estructura que tenga el gasto público,
puede acrecentar los problemas económicos de un país (inflación - Hiperinflación).
Bibliografía
 Revista BBC. Mundo, Crisis en Venezuela: cuáles fueron las 5 mayores
hiperinflaciones de la historia y cómo se resolvieron, 29 de agosto de 2018,
https://www.google.com/amp/s/www.bbc.com/mendo/amp/noticias-
453449938.
 CESLA.com (Circuito de Estudios Latinoamericanos), Pronostican resaca
económica para febrero de 2020 cuando se acabe la explotación de dólares,
13 de diciembre de 2019, Fuente: El nacional (Ve).
 Revista Prodavinci.com, Hiperinflación en Venezuela: causas y soluciones,
13 de diciembre de 2017, http://especiales.prodavinci.com/hiperinflación/.
 Observatorio Gasto Público, Inflación y Gasto Público en Venezuela,
cedice.org.ve, https://cedice.org.ve/observatoriogp/inflación-gasto-público-
venezuela/.
 Enciclopedia económica, https://enciclopediaeconomica.com/gasto-publico/
 José Guerra, Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales, La
Influencia en Venezuela: propuestas para su entretenimiento, Caracas Julio
de 2008.
 Aguilar Hernández, Neila Carolina, Análisis de la Eficiencia del Gasto Público
Social en Venezuela en el periodo 1999-2009, Caracas octubre 2011.

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