0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
23 vistas1 página
Erisicton no respetó a los dioses al talar un roble sagrado a Ceres. Como castigo, Ceres envió al Hambre para que poseyera a Erisicton y sintiera un hambre insaciable que lo llevó a vender todo lo que tenía e incluso a su hija para comprar comida, pero que finalmente no pudo saciar y terminó devorándose a sí mismo.
Erisicton no respetó a los dioses al talar un roble sagrado a Ceres. Como castigo, Ceres envió al Hambre para que poseyera a Erisicton y sintiera un hambre insaciable que lo llevó a vender todo lo que tenía e incluso a su hija para comprar comida, pero que finalmente no pudo saciar y terminó devorándose a sí mismo.
Erisicton no respetó a los dioses al talar un roble sagrado a Ceres. Como castigo, Ceres envió al Hambre para que poseyera a Erisicton y sintiera un hambre insaciable que lo llevó a vender todo lo que tenía e incluso a su hija para comprar comida, pero que finalmente no pudo saciar y terminó devorándose a sí mismo.
la autoridad de los dioses. Un día vio a las dríades hacerle ofrendas a una encina que estaba consagrada a Ceres y Erisicton decidió talarla. Tras matar a uno de sus esclavos que se oponía a la tala, temeroso de los dioses, Erisicton taló la encina. Cuando Ceres se enteró, el castigo que le impuso fue terrible: envió al Hambre, un ser monstruoso, para que se apoderara del cuerpo del hombre. Al día siguiente, Erisicton se levantó con un hambre voraz, que resultaba imposible de saciar. Vendió todas sus pertenencias para comprar comida (hasta a su hija como esclava), pero no fue suficiente y acabó por devorarse a sí mismo.