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HISTORIA Y LA GEOGRAFÍA
Conceptos Integradores de la Historia y la
Geografía y su
Tratamiento Didáctico
2
[ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
Esta
forma
de
enseñar
la
historia
permaneció
durante
casi
todo
el
siglo
XX,
con
matices
y
pequeños
cambios
que
respondieron
a
los
principales
sucesos
del
siglo.
Es
decir,
la
historia
en
la
escuela
siempre
respondió
al
modelo
tradicional
de
enseñanza,
memorístico
y
al
servicio
de
la
historia
oficial.
En
las
reformas
educativas
de
la
década
de
1990,
apareció
el
debate
sobre
la
conveniencia
de
la
enseñanza
de
la
historia
en
la
escuela
y
se
inicia
la
integración
de
ésta
al
área
de
las
Ciencias
Sociales.
Con
este
debate
se
introduce
la
noción
de
utilidad
de
la
enseñanza
de
la
historia.
Se
plantea
entonces
que
los
contenidos
de
Historia
son
útiles
en
la
medida
que
sean
susceptibles
de
ser
manipulados
por
los
estudiantes.
Como
se
explicaba
en
la
unidad
1
y
2,
se
debe
tener
en
cuenta
el
grado
de
desarrollo
cognitivo
propio
de
cada
grupo
de
edad
y,
al
tiempo,
subordinar
la
selección
de
contenidos
y
los
enfoques
didácticos
a
las
necesidades
educativas
y
capacidades
cognitivas
de
los
estudiantes.
Se
deberá
proceder
partiendo
de
trabajos
que
traten
sobre
capacidades
de
dominio
de
nociones
de
tiempo
convencional,
pasando
a
dominio
de
la
situación
espacial
de
objetos,
localidades
o
unidades
geográficas
más
amplias,
hasta
llegar,
al
final
de
los
ciclos
educativos,
a
formular
análisis
y
caracterizaciones
sobre
épocas
históricas
o
análisis
de
paisajes
y
realidades
sociales.
Aún
hoy,
utilizamos
la
Historia
para
legitimar
las
acciones
políticas,
culturales
y
sociales,
aunque
con
propósitos
diferentes,
ya
no
es
el
Estado
Nación
o
la
identidad
nacional,
buscamos
a
partir
de
la
historia
comprender
el
pasado
para
entender
el
presente.
La
principal
utilidad
de
la
enseñanza
de
la
historia
es
desarrollar
la
capacidad
crítica
de
los
estudiantes,
construyendo
identidades
pluriculturales,
ciudadanos
en
una
sociedad
globalizada
donde
la
información
fluye
a
gran
velocidad
y
es
necesario
ser
crítico
de
las
fuentes
y
comprender
y
ser
respetuoso
de
la
diversidad.
La
Historia
ofrece
un
marco
de
referencia
para
entender
los
problemas
sociales,
para
situar
la
importancia
de
los
acontecimientos
diarios,
para
usar
críticamente
la
información,
en
definitiva,
para
vivir
con
la
plena
conciencia
ciudadana.
objetivo
de
enseñar
a
comprender
cuáles
son
las
claves
que
residen
detrás
de
los
hechos,
de
los
fenómenos
históricos
y
de
los
procesos
que
explican
lo
ocurrido
y
sus
causas.”1,
todo
esto,
para
formar
ciudadanos
conscientes
de
su
pasado,
con
una
visión
de
futuro
democrática,
respetuosa
de
su
herencia
cultural
y
de
la
diversidad
en
un
mundo
globalizado.
LOS
OBJETIVOS
DIDÁCTICOS
DE
LA
HISTORIA
A
partir
de
los
retos
mencionados
anteriormente,
con
el
propósito
de
formar
ciudadanos
críticos,
reflexivos
y
propositivos
a
partir
del
estudio
de
la
historia,
y
teniendo
en
cuenta
los
criterios
de
evaluación
planteados
en
la
unidad
pasada,
buscando
que
los
estudiantes
puedan
interpretar,
argumentar
y
proponer,
se
podría
plantear
que
los
principales
objetivos
didácticos
de
la
enseñanza
de
la
historia,
son
los
siguientes:
1. Comprender
los
hechos
ocurridos
en
el
pasado
y
saber
situarlos
en
su
contexto:
Esto
implica
que
los
estudiantes
puedan
responder
al
qué,
cómo
y
dónde
de
los
acontecimientos
históricos.
Se
requiere
que
sepan
reconocer
convenciones
temporales
cotidianas,
que
van
desde
el
“antes
de”
o
el
“después
de”,
hasta
las
clásicas
divisiones
de
la
Historia.
Igualmente,
es
importante
que
los
estudiantes
puedan
ubicar
los
acontecimientos
de
forma
cronológica,
utilizando
convenciones
cronológicas
adecuadas
mediante
el
uso
de
líneas
u
otras
representaciones
gráficas.
Igualmente,
los
estudiantes
deberían
comprender
el
concepto
de
causalidad,
comprender
que
los
acontecimientos
son
fruto
de
múltiples
causas
y
que
también
tienen
múltiples
consecuencias.
Además,
debería
ser
consciente
de
una
serie
de
cambios
en
un
periodo
de
tiempo.
Ello
pasa
por
contextualizar
históricamente
los
hechos.
Para
poderlos
contextualizar
deberán
considerarse
los
rasgos
de
las
formaciones
sociales:
“Precisamente
es
en
torno
al
concepto
de
cambio
en
donde
se
nucleariza
este
objetivo
de
la
Enseñanza
de
la
Historia.
Es
preciso
que
los
alumnos
y
alumnas
lleguen
a
demostrar
una
comprensión
clara
del
concepto
de
cambio
en
diferentes
periodos
temporales
y
reconocer
algunas
de
las
complejidades
inherentes
a
la
idea
de
cambio
en
el
momento
de
explicar
problemas
históricos.
Ello
supone
darse
cuenta
de
la
importancia
de
determinados
cambios
y
de
los
diferentes
ritmos
de
cambio:
rápidos
y
acelerados
o
periodos
o
elementos
de
larga
continuidad
histórica.”
2
1
PRAST,
Joaquín.;
TREPAT,
Cristòfol-‐A;
SANTACANA,
Joan;
SOUTO,
Xosé
M.
&
PRIETO-‐PUGA,
Rafael.
Didáctica
de
la
Geografía
y
la
Historia,
Ed.
Grao,
pág.
13,
2011
2
PRATS,
Joaquin.
Enseñar
historia.
Notas
para
una
didáctica
renovadora.
Junta
De
Extremadura,
Mérida
–
España,
2001,
P.
11.
4
[ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
[ ELEMENTOS DIDÁCTICOS DE LA HISTORIA Y LA GEOGRAFÍA] 5
6
[ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
3
TREPAT,
Cristòfol-‐A;
COMES,
Pilar.
El
tiempo
y
el
espacio
en
la
Didáctica
de
las
ciencias
sociales,
Ed.
Grao,
pág.
48,
2000.
[ ELEMENTOS DIDÁCTICOS DE LA HISTORIA Y LA GEOGRAFÍA] 7
4
HERNÁNDEZ
CARDONA,
Xavier.
Didáctica
de
las
ciencias
sociales,
geografía
e
historia.
Barcelona:
Editorial
Grao,
2007,
P.
42.
8
[ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
En
la
enseñanza
de
la
historia,
establecer
las
causas
y
consecuencias
de
los
hechos
históricos
y
explicar
correctamente
un
acontecimiento
o
periodo
debe
ser
la
parte
final
del
proceso
formativo,
a
partir
del
octavo
grado
se
podrá
abordar
de
una
manera
más
global.
Para
conseguir
este
propósito
resulta
útil
iniciarse
en
la
investigación
histórica
a
partir
de
juegos
de
simulación
o
“trabajos
de
detective”.
A
partir
de
edades
superiores
a
los
15
o
16
años
es
cuando
el
estudiante
será
capaz
de
atribuir
un
fenómeno
a
varias
causas
que
actúan
conjuntamente
y
a
tratar
cada
causa
como
una
variable
que,
pese
a
que
puede
actuar
interrelacionadamente
con
otra
variable,
debe
poder
ser
analizada
independientemente
del
resto.
Finalmente,
es
importante
diferenciar
los
motivos
de
las
causas.
Entendemos
por
motivos
las
razones
que
los
hombres
y
mujeres
tenemos
para
para
hacer
o
no
hacer
las
cosas;
también
en
este
caso
no
actuamos
por
un
sólo
motivo.
Tanto
las
causas
como
los
motivos
son
susceptibles
de
ser
clasificados
en
económicos,
sociales,
políticos,
ideológicos,
etc.
Es
importante
tener
en
cuenta
que
es
en
los
grados
superiores,
a
partir
de
octavo,
que
se
pueden
diferenciar
las
explicaciones
causales,
o
sea,
las
que
se
refieren
a
las
circunstancias
que
causaron
el
acontecimiento,
de
las
explicaciones
intencionales
que
se
refieren
a
las
motivaciones
que
tuvieron
las
personas
para
intervenir
en
los
hechos.
Cómo
acercar
al
estudiante
al
concepto
de
causalidad
La
enseñanza-‐aprendizaje
de
la
noción
de
causalidad
e
intencionalidad
se
suele
plantear
en
tres
niveles
de
comprensión5.
El
primero
es
el
más
sencillo:
trata
de
identificar
el
“por
qué”
ocurrieron
los
hechos.
En
un
primer
nivel
de
comprensión,
el
propósito
consiste
en
pasar
de
la
noción
intuitiva
de
la
causalidad
a
una
noción
científica
de
la
misma,
mediante
la
comprensión
de
la
ley
general
de
causalidad.
Se
explica
el
concepto
de
causalidad
lineal
en
su
relación
de
causa-‐efecto.
El
segundo
nivel
de
comprensión
introduce
la
acción
intencional
y
se
inicia
con
la
identificación
de
diferentes
tipos
de
factores
causales
y
acciones
intencionales.
El
segundo
nivel
tiene
por
objetivo
comprender
la
noción
de
intencionalidad
y
su
tipificación
en
económica,
social,
jurídico-‐política
e
ideológica.
Cuando
las
preguntas
sobre
las
causas
comienzan
a
responderse
de
manera
racional
y
satisfactoria,
deben
comenzarse
a
introducir
temas
explícitamente
históricos:
las
causas
y
motivos
de
un
hecho
concreto
(por
ejemplo,
los
5
PRATS,
Joaquín.
Enseñar
historia.
Notas
para
una
didáctica
renovadora.
Junta
De
Extremadura,
Mérida
–
España,
2001,
P.
32.
[ ELEMENTOS DIDÁCTICOS DE LA HISTORIA Y LA GEOGRAFÍA] 9
motivos
que
hacían
que
los
conquistadores
españoles
se
dirigieran
a
América
y
las
causas
del
llamado
descubrimiento).
El
tercer
nivel
es
el
más
complejo,
ya
que
se
articulan
la
explicación
intencional
y
la
causal,
y
se
elaboran
teorías
explicativas
más
o
menos
complejas.
Se
supone
que
para
abordar
este
aprendizaje
el
niño
debe
haberse
familiarizado
ya
con
algunos
aspectos
del
trabajo
del
historiador,
tales
como
el
planteamiento
de
las
hipótesis,
clasificar
y
analizar
las
fuentes,
evidenciar
las
contradicciones
de
los
testimonios,
etc.
En
un
tercer
nivel
de
comprensión,
el
objetivo
ya
puede
ser
la
multicausalidad,
utilizando
las
leyes
de
la
inferencia
y
elaboración
de
teorías
explicativas.
En
los
trabajos
de
investigación
didáctica
más
recientes
se
analizan
determinadas
experiencias
entre
adolescentes
y
adultos,
referidas
a
la
causalidad
histórica,
los
resultados
parece
que
indicaron
que
el
dominio
de
la
causalidad
dista
de
ser
completo
en
los
estudiantes
no
expertos
en
Historia.
Sin
embargo,
parece
obvio
que
la
causalidad
histórica
compleja
es
de
difícil
adquisición
tanto
para
niños
como
para
adolescentes
y,
incluso,
para
los
mismos
adultos.
LAS
FUENTES
EN
HISTORIA
El
fundamento
del
proceso
de
construcción
del
relato
histórico
es
la
fuente.
Uno
de
los
elementos
principales
del
proceso
de
enseñanza
de
la
historia
es
buscar
que
el
estudiante
aprenda
a
conocer
la
naturaleza
de
las
fuentes,
el
tipo
de
fuentes
y
saber
buscarlas,
ordenarlas
y
clasificarlas.
Para
lograr
este
propósito
es
necesario
que
el
estudiante
esté
en
contacto
directo
con
fuentes
muy
diversas,
bien
sean
orales
o
escritas;
plantear
también
que
las
fuentes
históricas
pueden
ser
materiales,
con
soportes
de
papel,
de
piedra,
de
metal,
etc.
Para
comenzar
es
necesario
que
el
estudiante
identifique
los
tipos
de
fuentes,
que
pueden
ser
primarias
o
secundarias.
Las
fuentes
primarias
son
aquellas
que
fueron
producidas
en
el
período
o
momento
en
el
que
se
desarrollan
los
acontecimientos
o
que
vienen
directamente
de
los
protagonistas.
Las
fuentes
primarias
pueden
ser
escritas
(cartas,
documentos
legales,
tratados,
libros,
periódicos,
etc.),
pueden
ser
orales,
de
personas
que
vivieron
en
el
momento
y
lugar
de
los
hechos,
iconográficas
(pinturas,
fotografías,
dibujos,
murales,
entre
otros)
y
materiales
(edificios,
monumentos,
caminos,
vestidos,
armas,
etc.).
Las
fuentes
secundarías
son
aquellas
que
dan
cuenta
de
un
acontecimiento,
pero
a
través
de
una
interpretación
de
un
tercero.
Por
ejemplo,
un
texto
escrito
en
el
siglo
XX
que
habla
de
la
independencia
de
Colombia
es
una
fuente
secundaria
de
dicho
acontecimiento.
10
[ POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO]
6
Ibídem,
P.
28.
[ ELEMENTOS DIDÁCTICOS DE LA HISTORIA Y LA GEOGRAFÍA] 11