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EL RATONCITO JUGUETÓN…

NICOLAS ESTIVEN SAAVEDRA

GRADO 302

SEDE VICTOR MANUEL MENESES

2019
EL RATONCITO JUGUETÓN…

Había una vez un ratoncito que vivía con mama ratona y sus otros hermanitos, era una
casa pequeña donde había mucho queso y maíz y por eso él era feliz. Era flaco, alto y
tenía una larga cola, con la que jugueteaba por ahí. Le gustaba el futbol también escribir.

Hasta que un día llegó el mundo del internet y la computadora, entonces ya el ratoncito no jugaba con
sus hermanitos, no escribía, no corría, solo pasaba horas y horas jugando en línea.

El creía que estos eran sus amiguitos y hasta su humor cambiaba cuando mamá ratona no lo dejaba
jugar, decía que esto era importante, ya no quería estudiar, no quería disfrutar.

Su madre le explicaba el peligro de las redes, de no confiar en nadie y de no compartir cosas intimas con nadie, pero su inocencia no le permitía
dudar.

Sin embargo, un día uno de sus amigos, le escribió por la red: Oye amigo ratoncito, queréis que nos conozcamos y jugar conmigo en persona? y el
ratoncito ingenuo, pensando que era su amiguito le dijo: claro eso es fabuloso! Cuando nos veremos? y el amigo le respondió, será en el próximo
verano y nos veremos en el parque.

Llegó el verano y se pusieron de acuerdo verse a la 1 en el parque de la ciudad; el ratoncito de traje y corbata se vistió y a la 1 llegó muy
puntual. Pero él que se acomoda y oh sorpresa se llevó, pues su malvado amigo no era un ratoncito, solo era un gato hambriento que una trampa le
tendió y de la cola lo agarró. Solo quería almorzárselo y a poco que lo logra.
El dolor era fuerte en su cola. pero así corrió, sacó sus más grandes habilidades para correr y en un hueco
se escondió. Grandes gritos lanzaba: auxilio! auxilio! y nadie le ayudó.

Solo horas más tarde un perro policía pasó y lo ayudó, lo sacó de aquel
terrible susto y a su casa lo llevó. Le explicó que no hay que confiar en nadie que no conozca y mucho menos en
personas con las que se habla en internet, porque no sabemos quiénes son. Le dijo que hay que ser responsables en el
manejo del internet y que hay que obedecer a los padres sobre sus recomendaciones.

Por tanto, al llegar a casa a su madre perdón le pidió y con un fuerte abrazo, él le prometió, obedecerle y ser más
responsable con los juegos de internet.

FIN.

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