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de la Infancia (informe anual que publica UNICEF) los niños y niñas con
discapacidad y sus comunidades, podrían beneficiarse si la sociedad se enfocara en
lo que ellos pueden hacer, en lugar de lo que no pueden hacer
UNICEF Colombia
Da Nang, Viet Nam, Montevideo, Uruguay, 30 May 2013 Según el Estado
Mundial de la Infancia (informe anual que publica UNICEF) los niños y niñas con
discapacidad y sus comunidades, podrían beneficiarse si la sociedad se enfocara en
lo que ellos pueden hacer, en lugar de lo que no pueden hacer. Concentrarse en sus
habilidades y potencial, significaría también beneficios para el mundo entero.
“Cuando se ve la discapacidad antes que al niño o niña, no sólo es un error para y
con ellos, sino que priva a la sociedad de todo lo que nos pueden ofrecer” dijo el
Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake. “Ellos pierden y la sociedad pierde;
ellos se benefician y también se beneficia la sociedad”.
El informe presenta cómo las sociedades pueden ser más incluyentes con los niños y
niñas con discapacidad, partiendo de que ellos pueden jugar un rol activo beneficioso
para todos, como en el caso de la educación inclusiva, la cual les abre nuevos
horizontes y les presenta oportunidades para llegar a sus metas.
Para muchos niños y niñas con discapacidad, la exclusión empieza con el primer día
de sus vidas: al no contar con un registro de nacimiento, no son reconocidos y no
pueden acceder a la seguridad social que requieren para crecer y desarrollarse.
“Para que los niños y niñas con discapacidad cuenten, es necesario tenerlos en
cuenta al nacer, en la escuela y en la vida”, dijo el Sr. Lake.
El Estado Mundial de la Infancia de 2013: Niñas y niños con discapacidad dice que
estos niños tienen menos probabilidades de recibir atención médica o de ir a la
escuela y se encuentran más vulnerables frente a la violencia, el abuso, la explotación
y el abandono, sobre todo si se les oculta o se les ingresa en instituciones, algo que
ocurre con frecuencia debido al estigma social y el costo económico que implica su
crianza.
Puntos relevantes del Informe:
El resultado es: niños y niñas con discapacidad se encuentran entre las
personas más marginadas del mundo. Aquellos que viven en la pobreza son
quienes menos posibilidades tienen de asistir a la escuela o a una clínica, pero
para quienes además tienen una discapacidad es aún menos probable.
El género es un factor clave, ya que las niñas con discapacidad tienen menos
probabilidades que los niños de recibir alimentos y atención.
Hay pocos datos precisos sobre el número de niños y niñas con discapacidad,
qué discapacidades tienen y la forma como estas afectan sus vidas. Como
resultado, pocos gobiernos disponen de una orientación fiable para la
asignación de recursos a fin de apoyar y ayudar a estos niños y sus familias.
Alrededor de un tercio de los países del mundo no han ratificado hasta el
momento la Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad. En el informe se insta a todos los gobiernos a que cumplan sus
promesas de garantizar la igualdad de derechos de todos sus ciudadanos,
incluidos los niños y niñas más excluidos y vulnerables. Sin embargo, se está
avanzando hacia la inclusión y el Estado Mundial de la Infancia de 2013
establece un programa para la acción en el futuro.
Insta a los gobiernos a ratificar y aplicar la Convención sobre los Derechos de
las Personas con Discapacidad y la Convención sobre los Derechos de los
niños y las niñas, y a apoyar a las familias para que puedan cubrir los costos
más elevados que suponen sus cuidados en situación de discapacidad.
Pide medidas para combatir la discriminación que impera en el público
general, los responsables de tomar decisiones y los proveedores generales de
servicios esenciales como la educación y la atención sanitaria.
Sugiere que los organismos internacionales deberían asegurarse de que el
asesoramiento y la asistencia que prestan a los países en desarrollo sean
compatibles con la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y promover un
programa mundial concertado de investigación sobre la discapacidad, con el
fin de generar datos y análisis que orienten la planificación y asignación de
recursos, dice el informe.
Menciona que es importante involucrar a los niños, niñas y adolescentes con
discapacidad consultándoles sobre el diseño y la evaluación de los programas
y servicios destinados a ellos.
Aclara que todos se benefician cuando los enfoques inclusivos tienen en
cuenta la accesibilidad y el diseño universal (que puedan ser utilizados por
todos en la mayor medida posible, sin necesidad de adaptación).
“El camino que queda es un reto”, dijo el Sr. Lake en Da Nang, Vietnam, durante la
presentación del informe. “Pero así como los niños no aceptan límites innecesarios,
nosotros tampoco deberíamos aceptarlos.”
Una oportunidad única para América Latina y el Caribe
El Decenio de las Américas por los Derechos y la Dignidad de las Personas con
Discapacidad (2006-2016) establece entre otros objetivos que para el año 2016 las
personas con discapacidades sean reconocidas y valoradas por sus contribuciones
actuales y potenciales al bienestar general y a la diversidad de sus comunidades,
tanto en zonas urbanas como rurales.
“Esta región tiene una oportunidad única para reconocer, promover, y proteger los
derechos de los niños y niñas con discapacidades y aliviar el efecto perjudicial de la
pobreza, la cual frecuentemente los sitúa en una situación de vulnerabilidad,
discriminación y exclusión”, dijo el director regional de UNICEF para América
Latina y el Caribe, Bernt Aasen, en torno a la presentación del informe para la región
realizada en Montevideo, Uruguay.
Agregó, además, que: “Nuestra visión es que, para el año 2016, cada niño con
discapacidad en la región nazca sin VIH, tenga registro de nacimiento, no esté
internado en una institución y tenga acceso a servicios de salud y de educación
primaria y secundaria que sean inclusivos, gratuitos, de alta calidad y
culturalmente aceptados”.
Los niños y niñas con discapacidad figuran entre los miembros más
vulnerables de la sociedad. Son los que más pueden beneficiarse de
las medidas orientadas a incluirles, a protegerles contra los malos
tratos y a asegurar su acceso a la justicia. En las sociedades en que
se estigmatiza a estos niños y niñas y se expone a sus familias a la
exclusión social o económica, muchos niños y niñas con
discapacidad no pueden ni siquiera obtener un documento de
identidad. Esto constituye una violación flagrante de los derechos
humanos de estos niños y niñas, y una barrera fundamental a su
participación en la sociedad. Puede condenare a la invisibilidad e
incrementar su vulnerabilidad a las múltiples formas de
explotación que dimanan del hecho de no tener una identidad
oficial.
De acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), los menores con
discapacidad poseen los mismos derechos que cualquier otro niño, pero a pesar de
esto y de que se ha pedido medidas para combatir la exclusión , se les ha seguido
vulnerando sus derechos, desde la discriminación la cual es la principal causa que
afecta a estos niños y niñas, ya que partiendo de aquí se genera la violencia física,
psicológica y emocional que por ende sufren a menudo en el entorno familiar,
institucional y social.