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German Santacruz - El Acceso Al Agua en Localidades Rurales de La Huasteca Potosina PDF
German Santacruz - El Acceso Al Agua en Localidades Rurales de La Huasteca Potosina PDF
Resumen
El objetivo de este ensayo es demostrar que, a pesar de la riqueza hídrica en la
Huasteca Potosina, existen localidades, sobre todo rurales, que no tienen acceso al
agua en cantidad y calidad adecuada. Para ello se realizaron encuestas y recorridos
de campo, en cuatro comunidades de la Huasteca Potosina, a través de las cuales
se muestra que la riqueza hídrica de dicha región no se traduce en el cumplimiento
del elemental acceso al agua en calidad y cantidad suficiente en dichas comuni-
dades. Por otro lado, a partir de datos de calidad del agua se muestra que ella está
contaminada con metales pesados y coliformes fecales en niveles que superan las
normas mexicanas de salud, lo que pone en riesgo a los habitantes de las mismas
y devela la permisividad gubernamental. Se concluye que la supuesta escasez de
recursos financieros es usada para argumentar la inaccesibilidad al agua y que ello
genera las condiciones para el despojo y privatización del acceso al vital líquido.
1
Profesor-Investigador del Programa “Agua y Sociedad” El Colegio de San Luis, A.C. gsantacruz@colsan.edu.mx
2
Profesor-Investigador del Área de Ciencias Sociales del Departamento de Preparatoria Agrícola de la Universidad
Autónoma Chapingo, integrante del Grupo de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias Ambientales (GIICA) del
CIESTAAM, línea de investigación: Agricultura y Cambio Climático Global. eesantacruz@gmail.com.
Introducción
El acceso al agua, en cantidad y calidad suficiente, es considerado cada vez más como
un derecho humano de primer orden. A pesar de ello, actualmente 1,400 millones de
personas carecen de instalaciones necesarias para abastecerse de agua. De manera
que abrir la llave y ver cómo sale el agua puede ser considerado como un milagro
por millones de ciudadanos en el planeta (Gallego, 2002). La pregunta que no pocos
autores se hacen es si ¿la carencia de agua de suficiente calidad es la próxima crisis?
Para algunos la crisis del agua se relaciona con la llamada escasez del agua; para
otros, se relaciona con una carencia de acceso al recurso (Patrick, 1994; Rijsberman
y Scott, 2005). Es indudable, que el discurso de la crisis del agua, al igual que el
de escasez de agua, se emplea para establecer políticas públicas tendientes, sobre
todo, a la privatización de los servicios relacionados con el uso del vital líquido,
fundamentalmente el acceso al agua de calidad potable. En contraste, otra perspec-
tiva sostiene que el acceso al agua es un derecho fundamental del ser humano, por
lo que dicho acceso debe ser gratuito (Le Marchand, 2003), considerando que los
activos naturales no se deben proporcionan a los agentes mediante un mecanismo
de mercado ya que tienen un carácter de bien público (Amigues et al., 1995). Por
otro lado, existe disparidad, así lo muestran las cifras oficiales a nivel mundial, entre
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el abastecimiento de agua a las zonas rurales versus las urbanas. En las primeras la
cobertura es del 78% y en las segundas es de 96 % (OMS-UNICEF, 2010)
En América Latina y el Caribe el acceso al agua potable sigue siendo un pro-
blema importante. En ese sentido, en los primeros años del siglo XXI se decía que
cerca del 70% de su población contaba con agua entubada (Banco Mundial, 1997;
PNUMA, 2000). Para la segunda década del siglo XXI, las cifras reconocidas por
agencias internacionales indican que cuenta con una población de 588 millones de
habitantes (CEPAL, 2010), el 20 % de los cuales no tiene acceso a agua potable a
través de una red de suministro y el 8 % carece de agua potable (Anónimo, 2012).
En adición a lo anterior, se menciona que la calidad del agua que se suministra a
los hogares latinoamericanos es “baja”, lo que se suma a la falta de regularidad
en el servicio durante los 7 días de la semana y las 24 horas del día (Anónimo,
2012). Con respecto al abastecimiento a las zonas rurales, las cifras muestran que
en 1990 la región latinoamericana tenía una cobertura de 63% y para el 2008 se
incrementó a 80%.
En México, al igual que otros países de la región latinoamericana, el derecho
humano al agua se ha elevado a rango constitucional, ese derecho está establecido
en el artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. La
Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), que es una dependencia del gobier-
no mexicano, considera que la cobertura de agua potable incluye a las personas
que tienen agua entubada dentro de la vivienda; fuera de la vivienda, pero dentro
del terreno; de la llave pública; o bien de otra vivienda. Además sostiene que los
habitantes con cobertura no necesariamente disponen de agua con calidad para
consumo humano; considerando lo anterior ese organismo público indica que en
el año 2010 el 90.9 % de la población mexicana tenía cobertura de agua potable
(CONAGUA, 2012a). Para las zonas rurales se pasó de 64% de cobertura en 1990
a 87% en 2008 (Carrasco, 2011).
La inversión pública en México para el abastecimiento de agua entubada en
el 2009 fue de 10,375 millones de pesos (1USD equivale a 12.5 pesos mexicanos
aproximadamente), en el 2010 disminuyó a 9,159 millones de pesos (CONAGUA,
2012b). Otras cifras indican que México requiere de 3,000 millones de dólares
anuales para revertir el rezago en la infraestructura de agua potable y saneamiento
(Carabias y Landa 2005), compárese esta cifra con los 6,287 millones de dólares
que invirtió el gobierno mexicano en asuntos de defensa en 2012 (RESDAL, 2012).
Esto permite concluir que el dinero de las tributaciones de los mexicanos no está
siendo usado para la solución de problemas prioritarios. Entonces, ¿escasea el
agua o escasea la inversión pública en el sector agua potable?
Para justificar la carencia de agua en las zonas rurales mexicana, aunque también
algunos de esos argumentos se emplean para las áreas urbanas que padecen de lo
mismo, se dice que ello se debe a la falta de gobernabilidad, a la migración que afecta
la sostenibilidad financiera y que ello, sumado a la alta dispersión de las localidades
rurales, encarece la provisión del servicio; otra causa es la falta de transparencia y efi-
ciencia en su ejecución y la existencia de prácticas no éticas (Carrasco, 2011), es decir
la corrupción. Los argumentos anteriores se suman a la introducción de tecnologías
inapropiadas. En algunos casos el discurso político alcanza para decir que la inacce-
sibilidad de agua potable en las localidades rurales tiene sus causas en la naturaleza,
es decir, como ocurre sobre todo en las zonas áridas, que el agua es insuficiente y
que la naturaleza es la culpable de ello; sin embargo, lo que no se indica de manera
clara y categórica es que el Estado poco invierte para revertir la carencia del líquido.
El Estado mexicano favorece básicamente dos mecanismos para “revertir” o
“solucionar” la carencia de agua en las localidades rurales; por un lado, impulsa,
más por la presión de la sociedad civil, reformas constitucionales en materia de
agua y, aunque no lo cumpla, permite la inclusión del derecho humano al agua en
las leyes nacionales. Pero, por otro lado impulsa la introducción del capital privado,
so pretexto de la búsqueda de transparencia y la eficiencia, mediante mecanismos
de mercado, para la prestación del servicio. Sin embargo, ese discurso, hoy muy
en boga, no es tan actual, desde los años 1970 se decía que la escasez del agua
sería cada vez más familiar a un público que tradicionalmente ha percibido al agua
como un recurso infinito y libre de las fuerzas económicas del mercado; empero, se
decía, que el conocimiento puede ser el catalizador para que el agua se vea como
un recurso y se modifiquen los patrones de asignación y uso del mismo. Se pre-
guntaba entonces ¿qué cambios se requerían para un uso más racional y eficiente
de las limitadas fuentes de agua? A esto se respondía diciendo que con una mejor
planeación y mejores instituciones, así como con una mejor asignación y uso efi-
ciente se podría resolver esta problemática, además de que era necesario confiar en
los principios económicos de los costos de oportunidad, mecanismos de precios y
las fuerzas del mercado para la asignación del agua (Berry, 1977). Hoy en el ámbito
gubernamental mexicano se sigue sosteniendo que la incursión del capital privado
permitiría financiar los sistemas de distribución y saneamiento en los países pobres,
por lo que se impulsan políticas de privatización del servicio público de agua potable.
Considerando lo anterior, los objetivos de este ensayo son demostrar que, a
pesar de la riqueza hídrica en la Huasteca Potosina, existen localidades, sobre todo
rurales, que no tienen acceso al agua en cantidad y calidad adecuada; y, que ello
se debe, entre otras cosas, fundamentalmente a la “escasez financiera” guberna-
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Fuente: Elaboración propia con base en información del Extractor Rápido de Información Climática III.
se han registrado caudales mínimos de 2.53 m3⋅s-1 y máximos de 479 m3⋅s-1. Esta
corriente ya con el nombre de río Valles confluye al río Tampaón por la margen
izquierda, en las proximidades de la localidad El Pujal. Las aguas del río Mesillas
son retenidas en la presa La Lajilla, que tiene una capacidad de almacenamiento
de aproximadamente 40 millones de metros cúbicos (40 Mm3).
Después de recibir las aportaciones del río Gallinas y del río Valles, el río Tam-
paón sigue se curso en dirección oeste-este y antes de confluir con el río Moctezuma,
se le suman por la margen izquierda el río Choy; esta corriente nace en la Sierra
El Abra Tanchipa a 11 kilómetros al oriente de Tamuín, tiene un curso irregular
y drena una cuenca de aproximadamente 12 km2, su caudal máximo y mínimo
registrado es de 171.4 m3⋅s y 1.193 m3⋅s, respectivamente. Por la margen derecha
recibe las aportaciones del río Coy, que corre de suroeste a noroeste atravesando
el municipio de Tanlajas, su cuenca es pequeña, nace a 6 km al sur de Aquismón
y sus escurrimientos se alimentan en gran medida de manantiales.
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En la zona conocida como Las Adjuntas, muy próxima a los límites de San Luis
Potosí con Veracruz, confluyen el río Tampaón y el Moctezuma para dar origen al
río Pánuco. El Moctezuma se origina en la cuenca de México, recibe por la margen
derecha, muy cerca de Matlapa, las aportaciones del río Amajac, que aguas arriba
recoge los escurrimiento del río Claro, una vez unidas estas corrientes atraviesan
Matlapa y Tamazunchale, posteriormente corre hacia al norte sobre los límites de
Axtla y Tampacán, aguas abajo de estos recibe, por la margen izquierda, los escu-
rrimientos del río Axtla, posteriormente sigue su curso hacia el noreste y antes de
unirse al Tampaón recibe las aguas del río Tempoal, que proviene de Veracruz. De
acuerdo a cifras oficiales el río Moctezuma presenta caudales máximos y mínimos
de 5,560 m3⋅s-1 y 13.5 m3⋅s-1, respectivamente.
Los principales afluentes del río Moctezuma en el estado de San Luis Potosí
son los ríos Amajac y Axtla. Este último en su parte inicial recibe el nombre de
río Tancuilín, nace en la Sierra Madre Oriental, drena una superficie de 321 km2
de topografía accidentada, por la margen izquierda se le une el río Huichihuayán
y posteriormente recibe el nombre de río Axtla, el cual confluye al río Moctezuma
aguas abajo de la localidad Alfredo M. Terrazas.
El río Pánuco drena los escurrimientos de un área de aproximadamente 61,063
km , los mismos son registrados en la estación hidrométrica “Las Adjuntas”, ellos
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dan una idea, en conjunto con los cuerpos de agua descritos aquí, de la notable
riqueza hídrica de la huasteca potosina, la cual, como se verá adelante, ya es motivo
de estudios para el trasvase de agua a zonas remotas y, como consecuencia, y por
ello actualmente es motivo de disputas. El caudal máximo maximorum registrado
en “Las Adjuntas” es de 11,205.1 m3⋅s-1, el mínimo minimorum es 17.3 m3⋅s-1 y el
medio es 398.7 m3⋅s-1 (Gráfica 2).
Fuente: Elaboración propia con base en Banco Nacional de Datos de Aguas Superficiales
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Las cifras mencionados son valores promedio ya que quienes viven en países
pobres disponen de 10 litros de agua al día por persona; en el otro extremo, los
que viven en países desarrollados disponen de 250 litros al día por habitante
(Gallego, 2002). Por ejemplo, en los Estados Unidos los individuos utilizan, en
promedio, entre 400 y 700 litros por día para usos domésticos, comparado con un
promedio de 30 a 50 litros por cabeza utilizada en Senegal (Davis y Hirji, 2005).
En adición a lo anterior, se sostiene que el uso anual de agua en Estados Unidos
es de 1,677 m3⋅hab-1 (Postel y Wolf, 2001), cantidad que confirma la inequidad
en el acceso al agua cuando se compara con el valor de Nigeria (46 m3⋅hab-1), o
el de Etiopía (50 m3⋅hab-1), el de Bolivia (210 m3⋅hab-1) y, finalmente, con el de
México (812 m3⋅hab-1⋅año-1).
La cifra de 17,493.8 m3/hab/año mostraría que todo es miel sobre hojuelas,
cuando menos en términos de cantidad, en relación con el acceso al agua en las
localidades rurales de la Huasteca Potosina; sin embargo, como se muestra aquí,
la realidad es otra. De manera que en el mejor de los casos existen localidades
con sistemas de abasto de agua, pero ella es suministrada por “tandeo” y regu-
larmente el agua que sale de la llave es de baja calidad, por lo que se ven en la
“necesidad” de comprar agua embotellada. En el otro extremo están lo que no
tienen agua entubada dentro de la vivienda y tienen que desplazarse a diversos
cuerpos de agua para abastecerse del líquido y cubrir medianamente sus nece-
sidades hídricas.
Para documentar lo anterior en lo que sigue se expone el caso de cuatro loca-
lidades asentadas en la huasteca potosina. Laguna del Mante, es una población
mestiza localizada en el municipio de Ciudad Valles; Las Palmas también es una
población mestiza localizada en el municipio de Tamuín; en las dos localidades
restantes los habitantes son hablantes de la lengua Teének, una de ellas, Pokchich,
se localiza en el municipio de San Antonio, su nombre significa “árbol grueso”; la
cuarta denomina El May, cuyo significado es “Piedra Caliza” (Avila, 2006), per-
tenece al municipio de Tanlajas, la distribución espacial de las cuatro localidades
puede verse en la Figura 4.
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Fuente: Elaboración propia con base en los Censos de Población y Vivienda, 1990, 2000 y 2010.
INEGI.
Fuente: Elaboración propia con base en los Censos de Población y Vivienda, 1990, 2000 y 2010.
INEGI.
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no son suficientes. Los habitantes de El May señalan que el agua que se les llega
mediante una red de tuberías y que es extraída del río Coy, no es adecuada para
consumo humano, de manera que hacen uso de una noria. La localidad de Pokchich
se abastece mediante la extracción de agua de un manantial, que la perciben como
no adecuada para su uso doméstico (Figura 5).
Pokchich El May
NOM-127-
Parámetro Noria "El Noria "Don Noria Tubería SSA1-1994
Manantial El Zapote
Arroyo" Tomas" pública río Coy
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Tanlajas, al interior del cual se localiza El May y para el municipio de San An-
tonio, en el cual se localiza Pokchich, se argumenta que los rezagos en materia
de abasto de agua entubada en los mismos, se abatirían en un lapso de 35 años,
sobre todo considerando el ritmo y la distribución de las inversiones (ese periodo
se comienza a contar del año 2000). En ese mismo programa se señala que para
cubrir las necesidades de infraestructura de agua (aunque también incluye el al-
cantarillado) en todo el municipio de Tanlajas se requería invertir 15.1 millones
de pesos mexicanos (aproximadamente 1.16 millones de dólares norteamerica-
nos), de los cuales el municipio tenía que aportar 796 mil pesos mexicanos por
año entre el 2000 y el 2005. En el caso de San Antonio se requería una inversión
de 16.6 millones de pesos mexicanos (incluyendo el alcantarillado) para en un
lapso de 5 años (del 2000 al 2005) poder avanzar de 26.6 al 35.3% de cobertura
de agua entubada.
En el Programa de Inversiones en Infraestructura Hidráulica se enuncia que
las causas del bajo porcentaje de acceso a una red de agua entubada son la alta
dispersión de las comunidades lo que dificulta el abastecimiento, lo reducido que
resultan los recursos a invertir en relación con los requerimientos de las locali-
dades rurales; que de los recursos asignados, una parte considerable se destina a
la rehabilitación y mantenimiento de los sistemas existentes y además que no se
tiene una programación sistematizada de las obras requeridas, lo que restringe
la aplicación de recursos (CONAGUA, 2000b). Para contrarrestar lo anterior se
propone, en el citado programa de inversiones, la instalación de hidrantes públicos
con agua desinfectada para localidades entre 19 y 499 habitantes; poner tomas
domiciliares a localidades con población entre 500 a 2,500 habitantes; construir
tanques de almacenamiento y construcción de bordos, rehabilitación de fugas en
las redes de distribución e impulsar sistemas regionales para hacer eficiente la
infraestructura.
Comentarios finales
Las medidas para revertir el rezago en el acceso al agua potable en la Huasteca
Potosina parecen ser sólo buenas intenciones y contrasta con los 2 millones 473
mil dólares (aproximadamente 32 millones de pesos mexicanos) destinados para
los estudios previos (Manifestación de Impacto Ambiental), que “avalan” el tras-
vase de agua de esta región, para incrementar los volúmenes de agua que se le
suministran a la ciudad de Monterrey (Figura 6).
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Véase: http://www.amanecerhuasteco.com/index.php?option=com_content&view=article&id=914:no-al-proyecto-
monterrey-vi-se-llevara-el-vital-liquido-&catid=37:inicio&Itemid=54
http://www.agua.org.mx/h2o/index.php?option=com_content&view=article&id=26787:alcaldesa-de-tampico-pide-a-
diputados-rechazar-acueducto-monterrey-vi&catid=1268:cuenca-del-panuco&Itemid=110
http://agua.org.mx/h2o/index.php?option=com_content&view=article&id=26802:sacan-vuelta-a-monterrey-
vi&catid=61:noticias-nacionales&Itemid=300054
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