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Bacterias resistentes a

antibióticos
R O S AS G L E AS O N CI T L AL I PAU LI N A
Palabras clave:

Abstracto

Resumen

Introducción
La resistencia a los antibióticos plantea un riesgo urgente para la salud pública. La
Organización Mundial de la Salud ha observado altas tasas de resistencia a antibióticos en
todas las regiones del mundo. (1) En Latinoamérica, con respecto a las infecciones por
bacterias resistentes, la resistencia antimicrobiana es generalizada y es una limitación para el
tratamiento adecuado de pacientes infectados tanto en área hospitalaria como en la
comunidad. Las altas tasas de resistencia a los antibióticos reportadas son una creciente
amenaza. América Latina presentó niveles de resistencia antimicrobiana más altos que otras
regiones como Estados Unidos de América y Europa. Entre los factores relacionados con
infecciones por bacterias multirresistentes, se reportan la hospitalización prolongada,
enfermedades crónicas, intervenciones quirúrgicas, internación en UCI, inserción de
dispositivos invasivos, incumplimiento de las normas de aislamiento y de las medidas de
bioseguridad, y el uso inadecuado de antibióticos.

Método

Desarrollo del tema


El propio Alexander Fleming, el descubridor de la penicilina, advirtió proféticamente, en su
discurso de recepción del Premio Nobel de Medicina en 1945, que las bacterias «podrían
llegar a ser resistentes» a estos maravillosos fármacos. Así se entiende que el desarrollo de
la resistencia antibiótica es un proceso evolutivo normal en los microorganismos, pero se
acelera con la presión ejercida por el uso amplio, y muchas veces incorrecto, de
medicamentos antibacterianos en seres humanos. Los niños, especialmente los lactantes y
preescolares, son más vulnerables a las infecciones bacterianas que los adultos, ya sea por su
falta de madurez inmunológica, por algunas situaciones anatómicas predisponentes y por una
mayor tendencia a exponerse a enfermedades infecciosas en relación con sus hábitos y
lugares de permanencia. Se debe agregar que muchos de los antibióticos no han sido
aprobados para su uso en niños; esto, en parte, debido a las diferencias metabólicas con los
adultos, lo que hace que no sean seguros para este grupo etario

Desde el descubrimiento de los antibióticos en los años treinta y hasta los años ochenta era
generalizada la creencia de que dichos fármacos eran capaces de curar casi la totalidad de las
infecciones bacterianas; al poco de introducirse la penicilina en la práctica clínica la gran
mayoría de las cepas de Staphylococcus aureus eran sensibles, actualmente lo son menos del
5-10%; cuando se introdujo en la clínica la cefotaxima a principios de la década de los
ochenta del siglo XX todas la cepas de Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae eran
sensibles; hoy son resistentes el 13 y el 16%, respectivamente, y cuando se comercializaron
las fluoroquinolonas a mediados-finales de la década de los ochenta del siglo XX
prácticamente todas las cepas de E. Coli eran sensibles; hoy son resistentes el 34%
(aislamientos de hemocultivos españoles).

Los antibióticos han salvado millones de vidas; estos han contribuido de forma muy
significativa al progreso en campos como los trasplantes de órganos y de progenitores
hematopoyéticos, la supervivencia de prematuros e inmunodeprimidos, la cirugía de material
protésico y los catéteres vasculares, donde las infecciones son especialmente prevalentes e
importantes, y además han supuesto una revolución en la medicina. Sin embargo, una
amenaza creciente deteriora la eficacia de estos fármacos: la resistencia bacteriana a los
antibióticos, que es la capacidad de una bacteria para sobrevivir en concentraciones de
antibiótico que inhiben/matan a otras de la misma especie. Debido a esta situación de uso
inapropiado, especialmente en infecciones que no requieren fármacos antibacterianos
(infecciones virales), en terapias antibióticas incompletas, o con el antibiótico equivocado
para la sensibilidad del microorganismo, se ha favorecido la aparición, la selección y, por
último, la diseminación de cepas bacterianas resistentes a estas terapias. Desde entonces, la
aparición y el incremento de resistencias a los antimicrobianos y la constatación de la
emergencia de microorganismos multirresistentes están generando entre los médicos una
preocupación creciente, que empieza a trascender a la sociedad.

Desde el uso masivo de los antibióticos se ha constatado a nivel mundial un aumento muy
importante de la prevalencia de la resistencia; Se define como multirresistencia a la
desarrollada a un antibiótico en 3 o más categorías distintas. En Europa en 2007 se calcularon
400.000 infecciones por bacterias multirresistentes y 25.000 muertes atribuibles, en Estados
Unidos las bacterias multirresistentes infectan a unos 2 millones de personas al año, de las
que al menos 23.000 mueren; aunque América Latina presentó niveles de resistencia
antimicrobiana más altos que otras regiones como Estados Unidos de América y Europa.

Ahora enfrentamos un desafío dramático como resultado de dos problemas combinados.


Primero, los microorganismos se están volviendo extremadamente resistentes a los
antibióticos existentes, en particular a los bacilos gramnegativos (por ejemplo, Escherichia
coli, Salmonella spp, Klebsiella spp, Pseudomonas aeruginosa, Acinetobacter spp), que son
resistentes a casi todos los antibióticos actualmente disponibles en algunos entornos.

¿A qué se debe esta resistencia bacteriana?

La causa más importante es que ha habido un uso excesivo de antibióticos en todo el mundo
en todos los ecosistemas en las últimas décadas, incluidos los seres humanos, los animales,
la acuicultura y la agricultura.

Cuando se seleccionan silenciosamente por antibióticos, se produce diariamente una


transmisión cruzada oculta de bacterias resistentes, tanto en hospitales como en
comunidades. El cumplimiento de las prácticas de higiene de las manos dista mucho de ser
óptimo en muchos entornos de atención médica, incluidos hospitales e instalaciones de
atención a largo plazo, lo que da como resultado una sucesión continua de eventos de
transmisión de pequeño tamaño difíciles de detectar, así como brotes importantes.

La aparición de bacterias con resistencia antibiótica puede resultar de mutaciones


cromosómicas espontáneas que ofrecen ventajas selectivas, y permiten que los organismos
cambien el sitio de acción (target) del fármaco, aumenten su eliminación o limiten su
disposición dentro del mismo organismo. Esta resistencia también puede ser adquirida de
información genética foránea a través de transposones y plásmidos, que se transfieren entre
organismos de igual o distinta especie. Estos plásmidos pueden llevar, en forma concurrente,
genes de resistencia a distintos antibióticos, creando así resistencia múltiple. En ambos casos
se consigue eliminar uno o más de los mecanismos de ataque del fármaco antibacteriano. La
resistencia se puede combinar con la virulencia, actuando como un dúo potencialmente
mortal. Aunque es difícil de imaginar, la realidad es que muchos médicos pronto enfrentarán
un callejón sin salida terapéutico en el tratamiento de ciertos tipos de infecciones bacterianas
graves. Esta situación preocupante nos remite a la era pre-antibiótica de la década de 1930 y
principios de la década de 1940.

La transmisión cruzada también se produce en entornos comunitarios (por ejemplo, escuelas,


familias, guarderías infantiles). Finalmente, los sistemas de aguas residuales de hospitales y
comunidades son una fuente adicional para la diseminación de bacterias resistentes.

El intercambio de bacterias resistentes a través de las actividades de viaje y las transferencias


de pacientes ha llevado a una "globalización de la resistencia" en rápido crecimiento
En particular, la propagación de enterobacterias resistentes a los antibióticos insensibles a las
cefalosporinas y carbamacepinas de tercera generación representa una grave amenaza para
la salud pública. La resistencia a estos betalactámicos se atribuye principalmente a la
producción de betalactamasas, BLEE1 y carbapenemasas, respectivamente, y sus genes de
codificación ubicados en elementos genéticos móviles (por ejemplo, plásmidos) facilitan la
transferencia intra e interespecies.

Los antibióticos continúan siendo considerados como medicamentos "comunes" y son


recetados libremente por muchos médicos diferentes, tanto en la comunidad como en los
hospitales. Estos médicos carecen de una formación adecuada y rigurosa en enfermedades
infecciosas y prescriben sin ningún tipo de control o ayuda.

La automedicación, un importante impulsor del uso excesivo de antibióticos, es común,


particularmente en países en desarrollo donde los antibióticos se pueden comprar sin receta
en farmacias o en mercados locales, pero también ocurre en Europa, principalmente en los
países del sur y del este. Los antibióticos se usan en exceso, en particular para los resfriados
comunes y los síndromes del tracto respiratorio que son en su mayoría de origen viral. Las
ventas directas a través de Internet también están aumentando y difíciles de controlar,
incluidas las ventas en algunos países de antibióticos de venta libre ilegales y medicamentos
falsificados que pueden contener concentraciones de antibióticos activos subóptimas.

Simultáneamente, el flujo de antibióticos se está secando por dos razones:

1) Es intrínsecamente difícil encontrar nuevos antibióticos con nuevos mecanismos de


acción
2) Una alta relación costo / beneficio y riesgo / beneficio (duración del desarrollo,
precios de venta bajos y tratamientos cortos) desalientan a las compañías
farmacéuticas de la inversión.
Teniendo esto en mente, se deben desarrollar nuevos modelos de negocios para alentar a las
empresas de investigación y desarrollo a participar en el descubrimiento de nuevos
antibióticos, pero esto ha resultado ser muy difícil. Además, la crisis financiera
probablemente aumentará la carga de los contribuyentes y la industria para invertir en este
campo.

1
betalactamasas de espectro extendido
Las infecciones causadas por bacterias resistentes se asocian a una mayor morbilidad,
mortalidad y coste del tratamiento que las causadas por bacterias sensibles de la misma
especie.

Discusión

Conclusión
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