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INFORMACIÓN ASIMETRICA EN EL MERCADO DE TRABAJO

JOSÉ V. MASSIÁ Y Mª LUCIA CABAÑES Universidad San Pablo –Ceu, Madrid

I. Introducción

La información asimétrica surge cuando una parte del mercado tiene una mayor
información que la otra y la parte menos informada trata de hacer inferencias en las acciones del
lado más informado. La falta de información puede ser de dos tipos; es decir, al tomador de
decisiones, la falta de información le puede venir por:

- Acciones ocultas, o

- Características ocultas

En el caso de las acciones ocultas, una parte realiza una acción que no puede ser observada
ni controlada por el otro lado de la transacción y la parte que tiene la información puede realizar la
acción equivocada e incurre en riesgo moral. Para evitarlo se utilizan incentivos, de tal forma que
la parte informada que realiza las acciones actúe movido por su propio interés y a su vez, beneficie
a la otra parte no informada. En el mercado de trabajo, el modelo que explica esta situación es el
de la relación principal – agente ( patrón – empleado ) que desarrollamos a continuación.

Si la falta de información es debida a características ocultas es porque una parte conoce algo de
sí misma que la otra desconoce, pero que desearía conocer porque le resulta relevante en la
transacción. El lado no informado obtiene una selección adversa, al terminar tratando con quien no
debe. La solución a este problema es la transmisión de señales que se emiten para conocer esas
características ocultas e indirectamente averiguar que esta pasando, ya que la parte más informada
señala a través de sus acciones aquello que conoce, En el mercado de trabajo que es el objeto del
análisis, se utiliza la educación como señal, asociándose la educación universitaria a trabajadores
de alta calidad, puesto que el asistir a la universidad supone un esfuerzo; así mismo, el pagar
salarios altos, aumenta la productividad, ya que atrae a los trabajadores de alta cualificación. En el
apartado III se desarrolla este tipo de modelos

II. Riesgo Moral

II.1 MODELO PRINCIPAL - AGENTE

En la relación principal - agente, el principal contrata a una segunda parte, el agente, para
desempeñar alguna tarea para el principal y puede ocurrir que ambos tengan objetivos e intereses
distintos. El principal pretende inducir al agente a realizar algo que le resulta costoso y el principal
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no puede observar directamente el comportamiento del agente, pero a través de lo que produce,
deduce lo que hace. El problema del principal es preocuparse de lo que hará el agente y buscar un
sistema de incentivos remunerados que induzcan al agente a actuar de la mejor forma posible
desde la óptica del principal, asegurándose que la parte informada tiene los incentivos apropiados
para la acción.

El esfuerzo del agente (o trabajador) es una acción oculta. A la empresa o principal le gustaría
que los agentes se esforzaran al máximo, pero los agentes pueden tomarse las cosas con
tranquilidad. La empresa o principal puede observar el trabajo de sus empleados o agentes,
repercutiendo las acciones de los agentes en el valor de la empresa y en el nivel de producción que
se obtenga.

Al agente se le incentiva para que se esfuerce y la solución al problema del riesgo moral consiste
en maximizar la función de utilidad del principal sujeto a las restricciones impuestas por la
optimización del agente. El agente pretende maximizar su función de utilidad, dados los incentivos
fijados por el principal.

La función de utilidad del principal es igual a la producción menos los incentivos remunerados
que ha fijado. La función de utilidad del agente es la diferencia entre los incentivos que recibe y la
desutilidad (o coste) de realizar la acción que se le fije.

El principal elegirá una función de incentivos que maximice su utilidad y las restricciones que le
impone el agente son:

- restricción de participación (o de racionalidad individual), por la que el principal le asegura el


nivel de utilidad denominado, de reserva, que obtendría con otro trabajo alternativo.

- restricción de compatibilidad de incentivos. (o de incentivos relativos), por la que el principal


influye indirectamente en la acción del agente a través de los incentivos; ya que el agente, de
acuerdo con los incentivos, decide la acción que más le conviene. El principal no puede elegir de
forma directa la acción del trabajador o agente, pero sí indirectamente a través de los incentivos.

El agente realizará la tarea que se le encomiende siempre que la utilidad neta que recibe por
realizarla sea como mínimo igual a la que obtendría en su mejor tarea alternativa, es decir, sea
como mínimo igual a su utilidad de reserva. Si es contratado, el agente tiene que decidir si se
esfuerza mucho o poco en este trabajo, pero el esforzarse mucho no forma parte de su función de
preferencia y preferirá esforzarse poco.

Sin embargo, el valor para el principal por darle el trabajo depende del esfuerzo del agente. Si el
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agente se esfuerza poco, el principal obtiene poco de esa relación de transacción o contrato y
puede no compensarle pagarle el salario de reserva que consiste en un salario alto que
combinado con un esfuerzo bajo, le proporciona al agente un nivel de utilidad neta mayor que la
utilidad de reserva. Si el agente se esfuerza mucho, la transacción contractual será beneficiosa
para ambas partes.

Supongamos que un agente consume ocio (contrario al esfuerzo) y el resto de los otros bienes o
dinero de Hicks. El ocio es un bien económico que le reporta utilidad y se computa tanto el que
disfruta fuera de las horas de trabajo, como el que obtiene quitando horas a su trabajo
interrumpiendo su jornada laboral siempre que le es posible (por ejemplo: tomar café). Aplicando
la cláusula caeteris páribus, cuánto más horas de trabajo destina al ocio, mayor es su utilidad. Sin
embargo, los beneficios del principal descienden al aumentar el ocio, pues dedica menos esfuerzo a
la empresa y a maximizar beneficios, siendo la función de beneficio decreciente con el ocio.

II.1.1 Esfuerzo observable

Se inicia el análisis suponiendo que el esfuerzo es observable, lo que servirá de base para analizar
el caso en que no es observable y es una acción oculta que conduce al riesgo moral. ¿Qué cantidad
de esfuerzo decidirá realizar el agente? En este caso, el principal puede observar el tiempo
dedicado al ocio y al trabajo, fijando el nivel de trabajo y pudiendo despedirle si no cumple. La
o
restricción impuesta al dueño es que debe pagarle lo suficiente para alcanzar el nivel de utilidad U
que obtendría en el mejor empleo alternativo y no renuncie a su trabajo (restricción de
participación). Si el principal es monopolista, la utilidad de reserva es exógena, será la utilidad que
reporte otra actividad; pero si es una situación de competencia, en la que hay muchos principales
o
rivales, U es endógena, se obtiene por contratos que ofrecen los otros principales.

o
El principal le pagará lo justo para que se sitúe en U , ya que cuanto más le pague, menos
ingresos tendrá él. El ingreso del principal es la diferencia entre los beneficios que obtiene y lo que
le paga al agente. Para maximizar beneficios, el principal elegirá la cantidad de ocio para el cual, la
o
distancia vertical entre la función de beneficio y la curva de indiferencia U es máxima (Figura 1).

Con el nivel de ocio z1, el principal debe pagarle Y1 y el beneficio para el principal es Y2 -Y1.
Obsérvese que, a pesar que puede ser observado y controlado por el dueño, en equilibrio dedica
z1 horas al ocio y el dueño se lo permite, lo cual es perfectamente racional. Los incentivos en este
caso, consisten en fijar un objetivo respecto al nivel de producción a alcanzar y se le paga al
agente el
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Fig. 1

precio de reserva si lo alcanza, de lo contrario se le penaliza e incluso se le puede despedir.

II.1.2 Esfuerzo no observable

Si el principal no puede observar cuánto trabaja el agente, o sea, el ocio no es observable, no


puede fijar la retribución en función del ocio y no puede amenazarlo con despedirlo si no cumple.
¿Qué tipo de incentivos puede fijar el dueño?. Se consideran dos soluciones: a) Fijar un salario; b)
Compensarle según su actuación.

El modelo general que se plantea es: n


max
si , a
∑(x
i =1
i − s i ) Π i a → ( Beneficio esperado del principal)

Sujeto a:
n
1ª ) ∑U ( s ) Π
i =1
i ia − d (a ) ≥ U 0

( restricción de participación)

n n
2ª ) ∑U ( s ) Π
i =1
i ia − d ( a ) ≥ ∑U ( s i ) Π ia ′ − d (a ′)
i =1

( restricción de compatibilidad de incentivos)

Πia y Πia´ es la probabilidad de obtener el nivel de producción xi eligiendo la acción (esfuerzo) a


o las alternativas a' . U(si) Πia es la utilidad esperada de los incentivos. (Función de Utilidad Von
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Neumann-Morgenstern); s i = s (xi ) son los incentivos o retribución que recibe el agente si produce

xi.

En este caso, la maximización se produce con respecto a la acción a y a los incentivos si que
constituyen la retribución del agente. El agente elige la acción (o esfuerzo) que maximice su
utilidad, dado el sistema de incentivos. El principal, al elegir el sistema de incentivos tiene en
cuenta lo que hace el agente y estructura los incentivos para que la acción que él desea coincida
con la del agente.

- Sistema de incentivos en función de la acción del agente

Si los incentivos se basan en la acción del agente y no en el nivel de producción que es aleatorio,
el principal maximiza el beneficio esperado que obtendría induciendo al agente a elegir una acción.
Al agente se le fija un salario o retribución por su trabajo (YF), lo cual conducirá a que el agente
pueda consumir YF de los otros bienes, independientemente del nivel de producción y del ocio que
consuma. Es decir, el coste de oportunidad del ocio en términos del consumo de otros bienes que
tiene que disminuir es igual a cero y la única restricción es el tiempo dedicado a su trabajo o
jornada laboral que es una línea horizontal (Figura 2).
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El equilibrio se da en E2, (Figura 2) alcanzando el agente el nivel de utilidad más alto posible U y
dedicando todo el tiempo de la jornada laboral al ocio, realizando el esfuerzo mínimo.

Fig. 2

El principal puede aumentar sus ingresos pagándole menos Ym, lo necesario para que se sitúe en
E3.Comparando este equilibrio con el obtenido cuando el esfuerzo es observable, E1, de la figura
1, el beneficio es mayor y el ocio menor, fundamentándose este resultado en la ausencia de coste
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para el agente al recibir un salario fijo y no asumir la pérdida de beneficio que produce sus horas
dedicadas al ocio, coste que sí asume el principal.

Al recibir el agente una retribución segura s(a), la utilidad esperada del agente es igual a la
utilidad de la retribución segura.

- Sistema de incentivos basado en el nivel de producción

Se remunera al agente según cual sea la producción. El principal podrá pagar al agente en
función de los beneficios de la empresa, por lo que la retribución es aleatoria y el sistema óptimo
de incentivos implica un reparto del riesgo entre el principal y el agente. El agente al asumir riesgo
se convierte en demandante residual. El sistema de incentivos podría consistir en:

- o bien pagar el agente una cantidad fija al principal y él quedarse con el resto de los beneficios
(beneficios residuales). Así, si el dueño fija la cantidad k1 que ha de recibir, la remuneración del
agente sería Bº- k1. El agente es el demandante o perceptor residual de la producción y de los
beneficios que quedan. Ejemplo: las franquicias que están tan de actualidad y en las que el agente
paga una cantidad fija por el derecho de producir y vender un bien de una marca determinada y se
queda con los beneficios restantes. Los incentivos son iguales a Bº - k1.

- o bien, vender la empresa al agente. El agente compra la empresa, le paga una cantidad fija al
propietario por sus acciones y los beneficios restantes que quedan son para el demandante
residual. En este caso, el agente asume todo el riesgo porque es neutral al riesgo.

El equilibrio se dará en un nivel de utilidad superior al de reserva, por lo que el agente aceptará
este tipo de ofertas (Figura 3).

El nivel de ocio es menor y la remuneración que recibe el agente mayor que cuando recibe una

Fig. 3
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remuneración fija. El beneficio del principal es k1, por lo que pretenderá que sea lo mayor posible,
pero de tal forma que el agente alcance el nivel de utilidad de reserva y no deje el trabajo. Por lo
tanto, el principal elegirá un valor de k máximo y el equilibrio se producirá en la curva de
indiferencia Uº.

Para el principal el resultado es similar al equilibrio cuando el esfuerzo es observable. En los dos
casos, esfuerzo observable y demandante residual, el principal elige el nivel de ocio que le
maximiza el beneficio sujeto a la restricción de participación. Sin embargo, si se le paga un sueldo
fijo, el ocio aumenta y los beneficios disminuyen.

El sistema óptimo de incentivos cuando éstos se basan en el nivel de producción y la retribución


es aleatoria, implica un reparto del riesgo entre el principal y el agente. Suponiendo que no hay
ningún problema de incentivos y el único problema que hay que resolver es el reparto del riesgo,

n
max
( si )
∑ (x
i =1
i − s i ) Π ia ( Beneficio esperado )

consiste en:

Restricción:

n
1ª ) ∑U ( s ) Πi ia − d (a ) ≥ U 0
La función Lagrangiana i =1 es:

[ ]
n
L = ∑ ( x i − si )Π ia − λ U ( s i )Π ia − d (a ) − U 0
i =1
er
La condición de 1 orden:

∂L
= −Π ia − λU ′( si )Π ia = 0
∂s i
− 1 = λU ′( s i )
1
U ′( s i ) = − = cte.
λ

que es la utilidad marginal de los incentivos y es un precio sombra. Al ser U'(si) constante, implica
que si es constante.

El principal asegura totalmente al agente contra todo riesgo, lo cual es natural, ya que el principal
es neutral al riesgo y el agente es aversor al riesgo, siendo ésta una distribución del riesgo
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eficiente. Pero esta solución no es buena, ya que al agente le da igual cuál sea el resultado y no
tiene incentivo alguno para elegir la acción que desea el principal.

Si se tiene en cuenta la restricción de incentivos, la determinación del contrato óptimo, es decir,


el sistema de incentivos óptimos se obtiene en dos pasos: 1º) Se determina cuál es el sistema
óptimo de incentivos necesario para conseguir que el agente elija una de las acciones posibles. 2º)
Se compara la utilidad que reportan estos sistemas al principal para que elija el de menor coste.

Pero este modelo tiene el inconveniente que la función objetivo es lineal y las restricciones no son
lineales, por lo que conviene transformarlo y establecer la función objetivo no lineal y las
restricciones lineales.

Para evitar el problema de la función objetivo lineal, se puede plantear la siguiente forma
alternativa para determinar el sistema óptimo de incentivos: 1º) Se minimiza el coste (salario) para
inducir al agente a aceptar el trabajo y elegir una de las acciones posibles a∈A (conjunto finito de
aciones viables). 2º) Se elige la acción a óptima que maximiza la diferencia entre los beneficios y
los costes, Bº (a) – C (a)

El salario o retribución pagada depende de la señal que se traduce en producción. La señal, a su


vez, depende de la acción elegida por el agente.

Los incentivos son los niveles "salario-utilidad" que el agente recibe en función de la producción
si = U [ w (xi) ]

La función inversa de U se denomina V, de tal forma que: U [w( x i )] = s i ; V ( s i ) = w( x i )

La solución al modelo nos da el coste mínimo esperado C(a) de inducir al agente para que
seleccione alguna acción a de las posibles. El segundo paso consiste en determinar para qué a ∈
A se maximiza la diferencia entre Bº(a) - C(a); es decir se elige el curso de acción óptimo
comparando beneficios y costes.

Aplicando las condiciones de primer orden de Kuhn – Tucker (diferenciando la función


Langrangiana respecto a si e igualando acero) se obtiene:

m
 Π 
V ′( s i ) = λ + ∑ µ i′ 1 − ia ′ 
i ′ =1  Π ia 

derivada de la función inversa de U, que es la ecuación fundamental que determina la forma del
sistema de incentivos. Si se le da al agente un salario base (medido en términos de utilidad) según
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la ecuación V'(si) = λ (multiplicador de Lagrange aplicado a la restricción de participación), se


obtiene que si es constante para el resultado i. Las restricciones de incentivos son inactivas y el
acuerdo óptimo proporciona un salario constante cuando el agente es aversor al riesgo. λ es la
utilidad marginal del salario básico y si la restricción de participación es efectiva λ>0.

Si existen restricciones de incentivos activas, los salarios no son constantes y el multiplicador de


Lagrange aplicado a la restricción de compatibilidad es positivo y el sumatorio de estos
multiplicadores en la expresión anterior son los multiplicadores de esfuerzo. Si la razón entre las
probabilidades de obtener el nivel de producción xi eligiendo la acción a, y a’ es mayor que la
unidad, el termino de la derecha (salarios del agente) disminuye, y si esa razón de las
probabilidades es menor que la unidad, aumenta; es decir, los salarios disminuyen o aumentan. La
interpretación es la siguiente:

- Si la razón entre las probabilidades es mayor que uno, el obtener la producción siguiendo la
acción a es menos probable que eligiendo la acción a’ y el agente resulta penalizado.

- Si la razón entre las probabilidades es menor que uno, es más probable seguir la acción a que la
a’, por lo que se le debería pagar más para que eligiera la acción a con preferencia a la a’.

Si el agente es neutral al riesgo, se trata de un caso especial en el que el agente carga con todo
el riesgo, ya que le es indiferente rechazar el contrato y obtener el nivel de utilidad de reserva, o
aceptar el contrato y esforzarse. Si el principal le mejora un poco el contrato, lo incentiva y el
agente elige aceptar el contrato y esforzarse. Es como si el principal vendiera su empresa al
agente que se convierte en propietario y trabaja como autónomo, eligiendo el curso de acción
óptimo en función de sus únicos y exclusivos intereses. En este caso, el principal ha conseguido
que el agente internalice el efecto de su decisión de esfuerzo.

III. Selección Adversa

III.1 SEÑALES EN EL MERCADO COMPETITIVO DE TRABAJO

En el mercado competitivo, el uso de señales puede tener importancia. Por ejemplo, en el mercado
de trabajo en el que hay trabajadores de baja capacidad o baja cualificación con un valor del
producto marginal bajo (150.000 pts. mensuales) y, por otra parte, trabajadores de alta capacidad
o alta cualificación con un valor del producto marginal alto (500.000 pts. mensuales). Si la
información es simétrica, a cada trabajador se le pagará de acuerdo con su valor del producto
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marginal de equilibrio. Pero si la empresa no puede distinguir un trabajador de otro en el momento


de contratarle, suponiendo que el número de trabajadores de alta cualificación es igual al número
de trabajadores de baja cualificación, tendrá una probabilidad 0,5 que sea de baja cualificación y
0,5 que sea de alta cualificación, y calculará el valor del producto marginal esperado del trabajador

W = 0,5· (150.000) + 0,5 · (500.000) = 325.000

que será lo que pague a cada trabajador, saliendo beneficiados los trabajadores de baja
cualificación y perjudicados los de alta cualificación. Aunque a la empresa le resulta indiferente,
pues paga en promedio su valor del producto marginal.

III.1.1 La educación como señal

¿Cómo demuestra su capacidad cada trabajador?. Mediante una señal que puede ser la asistencia a
la Universidad. El asistir a la Universidad supone, aparte de un coste monetario, un esfuerzo que
será mayor para los trabajadores de baja cualificación, aunque el asistir a la Universidad tiene para
el trabajador beneficios que le compensan, ganará un salario más alto. La función de preferencia es
distinta para cada individuo y es función del nivel de educación y del salario: U = U (w , e)

Como los estudios universitarios suponen un esfuerzo y para los trabajadores de baja
cualificación no es divertido, el estudiar supone un mal que disminuye la utilidad para el individuo,
y las curvas de indiferencia tienen pendiente positiva. El que estudia lo hace pensando en su futuro
sueldo y al individuo que estudie más tiempo se le tiene que compensar con un salario mayor que
se puede expresar en cantidad de los otros bienes.

Por otra parte, la desutilidad que reporta estudiar es mayor para los individuos de menor
cualificación, por lo que necesitarán mayor cantidad de los otros bienes para compensarle por
estudiar, por lo que las curvas de indiferencia tienen mayor pendiente para los individuos de menor
cualificación que para los que tienen cualificación alta.

¿Cuál es la restricción presupuestaria de un individuo que piensa que el ir a la Universidad le va a


reportar solamente un sueldo mayor?. Se supone un salario constante para cada nivel de educación
y consideramos solamente dos niveles, tener licenciatura o no.

La restricción presupuestaria es la misma para los dos tipos de individuos, ya que los empresarios
ofrecen los mismos salarios a todos; pero como la educación es observable, el salario depende del
nivel de educación y éste a su vez sirve como señal para distinguir la cualificación. Si todos los
individuos tuvieran los mismos gustos por la educación o ésta no se relacionara con la
cualificación, la educación no podría servir como señal.
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Cada individuo elige el nivel de educación que le maximiza la utilidad, dada la restricción
presupuestaria (Figura 4).

Fig. 4

Si la educación actúa como señal, los trabajadores de baja cualificación están peor, pues su salario
baja del salario esperado 325.000 a 150.000 y los de alta cualificación mejoran, pues pasan d
325.000 a 500.000. Pero los costes de escolaridad son mayores que las 175.000 pos. de ganancia
para el individuo de alta cualificación, por lo que prefiere estar en A con un nivel de utilidad mayor
que en E2, por lo que este individuo también empeora, aunque asista a la Universidad, ya que A no
está disponible y no quiere bajar a un salario de 150.000 pts.

En competencia, los beneficios de los empresarios obtenidos de los trabajadores son cero y no se
ven afectados, ni mejoran ni empeoran. Los trabajadores empeoran. Por consiguiente, el excedente
total del mercado disminuye como consecuencia de la señal, en la cuantía del coste de la
educación. Los trabajadores reciben un salario promedio de 325.000 ptas., haya o no señales. La
señal lo que hace es redistribuir la renta entre los trabajadores. A nivel agregado ganan lo mismo
que cuando nadie obtiene educación. Según este análisis, la educación representa un coste social,
pero no aporta beneficios sociales. Esta conclusión es desconcertante, pero hay que tener en
cuenta las objeciones al modelo:

- Los individuos no van a la Universidad como señal, simplemente asocian que se les paga más.
Los empresarios tampoco asocian a la Universidad como señal, pero saben que los
trabajadores con formación universitaria son más productivos.

- - Los estudiantes algo aprenden en la Universidad, aunque no aumenten directamente su valor


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del producto marginal. En realidad algo aumenta, aunque obtienen grandes cantidades de
educación de forma ineficiente.

- La educación para muchos individuos es una forma de consumo o inversión y disfrutan


asistiendo a la Universidad.

- Reporta beneficios sociales potenciales. Un beneficio social es que asigna trabajadores a


empleos diferentes, aumentando la eficiencia en la asignación.

Concluyendo, se puede decir que sería ridículo pensar que los costes de educación constituyen
una pérdida social. Según el modelo de capital humano se invierte en educación; aunque debido a
la asimetría en la información, se tiende a obtener demasiada educación, ya que la educación
como señal tiene un efecto negativo sobre el ingreso de los demás, por lo que el individuo realiza
una excesiva señalización, de ahí la masificación actual de la Universidad.

III.1.2 Modelo de Spence (1.974) (Modelo tradicional de transmisión de señales)

Las empresas actúan en un mercado de competencia perfecta, por lo que el beneficio de sus
trabajadores es igual a cero. Supone dos tipos de trabajadores

- Trabajadores con baja cualificación, tipo A

- Trabajadores con alta cualificación, tipo B

Se supone que para cualquier nivel de educación, un trabajador más cualificado se valora el doble
que un trabajador menos cualificado. Al de alta cualificación se le paga 2e y al de baja
cualificación e. La función de utilidad de un trabajador es estrictamente creciente con el salario y
Ut = U ( w, e) estrictamente decreciente con el nivel de educación (les disgusta la educación).

Si el nivel de cualificación es observable, los niveles de educación que maximizan su utilidad son

Fig. 5
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e1* e2* (Fig. 5).

Las funciones w = e y w = 2 e son los salarios anticipados que calculan o anticipan que serán
pagados para cada nivel de educación. Los trabajadores de los dos tipos, en este equilibrio, están
separados. Es un equilibrio separador. Las empresas al observar el nivel de educación e1, saben
que el trabajador pertenece al tipo A (baja cualificación) y pagan e1. Lo mismo para el tipo B.

Un equilibrio de Spence consiste en: 1º) Una función de salarios anticipados que proporciona los
salarios w(e) que los trabajadores anticipan que serán pagados a quien tenga el nivel de educación
e. 2º) Una distribución de probabilidad Π t sobre el conjunto de niveles de educación para cada
tipo de trabajador, que indica o muestra la proporción de trabajadores de cada tipo que
seleccionan el nivel de educación e en equilibrio. Han de cumplir las condiciones siguientes:

a) Para cada tipo de trabajador y nivel de educación e, Π t > 0 sólo si Ut [ w(e), e] alcanza el valor
máximo para algún nivel de educación. Es decir, es una condición de autoselección, según los salarios
anticipados por los trabajadores, eligen el nivel de educación que maximiza su utilidad.

b) Para cada nivel de educación, tal que Π1(e) + Π2 (e) >0, el salario es igual a la suma de las
probabilidades condicionadas de que el trabajador sea de baja o alta cualificación, de acuerdo con la regla
de Bayes.

0,5 Π 1 (e ) 0,5Π 2 ( e)
w( e) = e+ 2e
0,5 Π 1 (e) + 0,5Π 2 (e) 0,5Π 1 (e) + 0,5Π 2 (e)

Se supone que todos los trabajadores del mismo tipo, eligen el mismo nivel de educación. Para
que se de un equilibrio separador es necesario que los trabajadores estén satisfechos de que se les
separe de esa forma ya que esas situaciones maximizan su utilidad.

La función w(e) indica las conjeturas de los trabajadores respecto a los salarios que recibirán en
función del nivel de educación que elijan. Esta función w(e) debe estar siempre por debajo o
coincidir con las curvas de indiferencia en los puntos que seleccionan del nivel de educación
(condición de autoselección). Es única, todos los trabajadores se supone que tienen las mismas
conjeturas. La función w(e) debe cumplir:

a) es no negativa, ya que no hay esclavitud.

b) debe estar comprenda entre e y 2e, es decir, e ≤ w(e) ≤ 2e; ya que a un trabajador se le paga e ó 2e,
pero ni menos de e, ni más de 2e.

c) w( e ) / e debe ser no decreciente, ya que α(e) es constante por lo que w( e ) / e al aumentar e, se


mantiene constante; es decir w(e) y e varían en la misma proporción
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Si todos los trabajadores se agrupan en un único nivel de educación (e*) se trata de un equilibrio
agrupador. Suponiendo que el número de trabajadores de cualificación alta y baja son iguales, la
probabilidad que sea de baja cualificación y elija e* es α(e*)=0,5 y los salarios ofrecidos:

w(e*)=e*[2-α(e)] = e* (2-0,5)=1,5 e*.

Para representarlo gráficamente, w(e), la línea discontinua debe ser quebrada en el punto e* para que sea
tangente a las curvas de indiferencia en el punto e* y vaya por debajo de las mismas. (Fig. 6). En todos los

Fig. 6

equilibrios del modelo de Spence, los trabajadores anticipan los salarios que las empresas les van a ofrecer
y eligen los niveles de educación, de acuerdo con esas expectativas.

CONCLUSIONES

Como conclusión se puede decir que el modelo del perceptor residual lleva consigo una mejora de
Pareto si se compara con el sueldo fijo, ya que el beneficio del principal aumenta y el del agente
no empeora. ¿Por qué, los contratos no son todos de este tipo? La respuesta la da la actitud del
agente ante el riesgo. Al pagarle una retribución como demandante residual se le expone a un gran
riesgo.

Si el principal es neutral al riesgo o tiene menos aversión que el agente, el asumir el riesgo no
disminuye su utilidad y la solución eficiente es compartir el riesgo. Si el agente es aversor al
riesgo, el principal desea pagarle al agente lo indispensable para que acepte el contrato y quiere
que se esfuerce mucho con el menor riesgo, ya que supone un coste para él, para lo cual le
intercambia incentivos por riesgo; es decir, el agente asume parte del riesgo, pero es
recompensado. En este caso, el mejor contrato contingente sería una pequeña cantidad si se
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esfuerza poco y un poco más que su utilidad de reserva si se esfuerza mucho. Pero hay dos fuerzas
contradictorias:

- El acuerdo más eficiente es cuando el salario se conoce con certeza. El principal neutral al riesgo
soporta todo el riesgo. En efecto, si el principal paga un salario aleatorio, el agente evalúa su
salario de acuerdo con su utilidad esperada y como es aversor al riesgo lo valora menos que su
valor esperado. Pero para el principal neutral al riesgo, el coste de los salarios los evalúa según el
salario esperado que le reporta una utilidad es mayor que la utilidad esperada, sin embargo, para el
agente su ingreso es menor que el salario esperado.

- Si se le da un salario sin riesgo, el agente no tiene ningún incentivo para esforzarse mucho y el
principal no tiene ningún interés en participar en la transacción o contrato.

Por lo tanto, para inducir al agente a realizar un esfuerzo alto, se tiene que ceder parte de la
eficiencia que se obtiene asumiendo todo el riesgo por parte del principal y darle al agente los
incentivos adecuados, haciéndole asumir parte del riesgo y recompensándole si realiza el nivel de
esfuerzo alto y se da el resultado más probable.

Si el mercado es competitivo, hay muchos principales que compiten con respecto a la estructura
de sus sistemas de incentivos, se eliminan los beneficios y los contratos de equilibrio no tiene ni
ganancias ni pérdidas: La restricción de participación no es efectiva, el agente capta todo su
producto marginal y las rentas del monopolista tienden a cero, a no ser que tenga algún coste fijo
y la renta pagada al principal, para que se de el equilibrio y el beneficio sea cero, tiene que ser
igual al coste fijo. Esta situación implica rendimientos constantes a escala.

En el modelo de Spence, los trabajadores anticipan salarios que las empresas les van a ofrecer y
eligen los niveles de educación, de acuerdo con esas expectativas que se suponen correctas.En
este modelo, por definición se cumple siempre que el Bº = 0

¿Debe el Estado intervenir regulando estas situaciones? ¿Puede mejorar y conducir a que se
alcance un equilibrio eficiente? El equilibrio con información asimétrica siempre será ineficiente en
relación con el equilibrio con información perfecta y si el recabar información por parte de las
empresas tiene un coste, también lo tiene para el Estado. Además la intervención del Estado
también tiene costes y las decisiones económicas que se toman por decreto pueden ser menos
eficaces que las que toman las empresas a través de los mecanismos del mercado. Es cierto que el
Estado tiene a su alcance medidas correctoras sancionadoras que no disponen las empresas. Pero
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en general, los problemas planteados por la falta de información en el mercado de trabajo pueden
tener soluciones estrictamente privadas

Referencias Bibliográficas

Fundenberg, D. – Holmstrom, B. – Milgrom, P. (1988): “Short-term and Long-term Agency Relationships” Journal of
Economics Theory, Yale University

Grossman, S. y O. Hart (1.983): “ An Analisys of the Principal –Agent Problem” Econometrica, Vol 51

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