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La problemática del desarrollo curricular durante los últimos años, reside en las

controversias que se han dado en el sistema educativo tratando de dejar aún lado el

tradicionalismo y fortaleciendo una educación de carácter más humano. La recopilación

que se tiene acerca de lo que significa el “currículo” ha generado el surgimiento de nuevas

expectativas distintas hacia el contenido y las categorías previstas hasta el día de hoy.

Según la autora Marisa Cazares en su artículo “Una reflexión teórica del curriculum y los

diferentes enfoques curriculares” sustenta la realidad histórica por la cual se sobrelleva el

termino en su dimensión y evolución aplicado de una astuta manera en su práctica, al igual

que en la forma como lo entendemos y lo concebimos. Desde los tiempos más remotos el

termino currículum o currículo “es derivado del latin “curriculum” que significa carrera,

corrido, también del verbo curro, currere, correr, recorrer, rodar, además significa una pista

circular de atletismo.” (Cazares, 2008, pág 31). Lo más importante que se puede obtener de

este apartado, es que el currículo históricamente ha llevado una transcendencia muy

significativa que va desde la Edad Media, pasando por la Edad Moderna, y estableciendo

sus puntos fundamentales en la actualidad, incluso estableciendo puntos de debate sobre lo

que el currículo significa verdaderamente. Esto nos da a entender que el currículo tiene una

delimitación y en términos más vulgares una mirada en la que la escuela y las fases

escolares, ven este como una pista de carrera que siempre tendrá un inicio y un final en su

proceso educativo; en esencia el proceso formativo que acorde a unas políticas instauradas

desde el currículo oficial y acorde a los intereses económicos, sociales y políticos actuales

modifican y transforman el qué, el cómo y el para qué se debe enseñar en la educación

formal (Escuela. Colegio. Por consiguiente el currículo está a disposición de las ideologías

del mercado para transformar la visión de desarrollo, preparando y planeando el

aprendizaje y por ende a los estudiantes a ser miembros útiles en nuestra cultura y sociedad.
Cada disciplina contribuye desde sus diferentes enfoques al desarrollo mental, social y

emocional. Las Ciencias Sociales, por sus características y objetivos cumple con todos los

requisitos para estimular y desarrollar habilidades de pensamiento, cognitivas, y de carácter

emocional, teniendo en cuenta que las demás ciencias que integran los planes de estudio

generan pensamiento crítico, razonamiento lógico, y destrezas socio-afectivas. “Un objetivo

del aprendizaje de las Ciencias Sociales es comprender la realidad del mundo en el que se

vive para transformarlo en pro del bienestar de todos. Sin embargo, lo único que se logra es

memorizar por un tiempo muy corto los contenidos que expone el maestro y los que se leen

en los textos; además, se forma una actitud despectiva en torno a la historia nacional e

internacional y de indiferencia respecto al espacio geográfico en el que se vive o se visita.”

(Rodríguez de Moreno, 2010, pág 29).

Desde la segunda mitad del siglo XIX, y durante la primera mitad del siglo XX, hay una

caracterización por la relación directa que ha existido entre el currículo y el estado, en este

caso, el estado como un promotor de infraestructura educativa y calidad de financiación de

estas mismas para una mejor disposición educativa, sobre todo con el fin de tener una mejor

población futura para el desarrollo del país. La interacción del estado no solo en nuestro

país, ha sido y es muy importante porque de este modo se cumple con la administración de

las comunidades y el marco de competencias para fijar al tipo de comunidad que se desea

formar, dependiendo también en el contexto en que se interponga, porque el estado muchas

veces debe respetar las poblaciones que interactúan allí, como comunidades étnicas

(indígenas), comunidades afro, entre otras, y como se menciona “un paso más en la

adecuación curricular es que supone las características de cada uno de los alumnos y al

propio contexto socioeducativo.” (Cantón Mayo, Pino Juste, 2011, pág 83).
“Neste contexto foram configuradas Orientações Curriculares de Geografia em que se dá

ênfase à metodologia de ensino desta ciência, às experiências educativas a serem

propiciadas aos alunos e às competências específicas a serem desenvolvidas por

estes.”(Martins, 2011, pág119).

Este estudo nos ajuda a entender como as inovações curriculares de seus próprios discursos,

aplicados e práticas conduzem à condução de uma mesma faculdade e, da mesma forma, a

pouca inovação que é preciso levar da geografia para uma nova educação efetiva.

Sem sombra de dúvida, este processo implica uma situação atual que tem no currículo e

na realidade educacional para a qual o ensino da geografia está acontecendo como

efetivamente novos modelos, passando por um revés onde o modelo pode afetar

diretamente as emoções dos jovens em formação. “E esta forma de conceber o Currículo

Nacional como um conjunto de competências e experiências educativas a serem

proporcionadas aos alunos, leva-nos a pensar que se verificou uma mudança nos discursos

que se centrava inicialmente nos conteúdos programáticos a saber e posteriormente nos

objectivos a atingir.”(Martins, 2011, pág 121).

Desta forma, queremos focar os regulamentos do currículo do estado nacional e colocálo

em conta para ver o que é o similitus ou, ao contrário, se as congruências são estabelecidas,

se é certo que elas afetam ou não esses regulamentos. aluno e, portanto, seu

desenvolvimento cognitivo e emocional, contrapondo-se ao que é pensado localmente. As

vicissitudes que surgem para assimilar estes textos podem ser maiores ou menores, mas

algo que o professor Felisbela Martins associa bem, é descobrir se o currículo pode ser uma

alternativa política à sociedade que se quer formar e como deve ser praticada.
“Igualmente contribuye a la consolidación y a la profundización de saberes que les

permite comprender su entorno social, cultural y económico e interactuar con ellos de

manera libre y responsable, y a la vez aporta a la construcción de trayectorias de vida

satisfactorias para sí, mismos, para sus familias y para la sociedad. (Plan sectorial, 2016-

2020, pág 115).

De acuerdo con la anterior, se puede decir que el currículo se concentra por mostrar dos

puntos de vista: el currículo abierto (el cual permite la flexibilidad y diversificación, de

acuerdo con los intereses y perceptivas de cada realidad educativa) y el currículo flexible

(el cual organiza su enseñanza desde su realidad social y cultural sobre el proceso de

aprendizaje de cada uno de estudiantes). La investigación acerca de la importancia del

currículo en las socioemociones de los estudiantes ocupa gran parte de a qué población y en

qué posición debemos agrupar la población para el aprendizaje que se debe aplicar,

respetando la conducta y los puntos de vista de ambas comunidades que no están en el

contexto y panorama, por esta razón es que esto se debe considerar para no jugar

emocionalmente con las realidades de aquellas personas y la comunidad educativa.

La problemática se concentra en que las Ciencias Sociales en las últimas décadas

comenzaron a agrupar ramas como la geografía, la historia, la economía, la política y las

problemáticas sociales en conjunto, creando una interdisciplinariedad en la que cada una de

las ciencias se fortalece de las demás. Aun así, durante los procesos formativos se sigue

enseñando las Ciencias Sociales en conjunto por causas tan simples como la prioridad

formativa que se tiene en ciencias exactas e idiomas y no en humanidades. Por

consiguiente es de gran importancia entender la función que cumple el currículo dentro de

los PI (Plan institucional) de acuerdo a su sistema pedagógico y los campos disciplinares de


las competencias básicas. Para enseñar la geografía u otra área es necesario partir del

concepto clave de enseñanza que sin medida posibilita el pensamiento y acontecimiento del

saber. Según el texto “la didáctica de la geografía conceptual” “define por educación, las

múltiples relaciones posibles con el conocimiento, las ciencias, el lenguaje, el aprender, con

una ética y es el momento de materialización y de transformación de los conocimientos en

saberes, en virtud de intermediación de la cultura.” (Rodríguez de Moreno, 2010, pág 101).

Sin duda lo más importante que se puede conseguir para nuestra investigación, es que las

ideas sobre la formación y las orientaciones para promover el aprendizaje de los alumnos,

reside en el actor principal que es el profesor o maestro, que corresponde a sus dos

relaciones, la primera, la que tiene en cuanto a su relación maestro- alumno (llamado

ambiente educativo de confianza) y por otra parte la relación maestro- entorno, es decir que

el profesor debe estar siempre actualizado sobre temas de su entorno para poder posibilitar

mejores herramientas para que el contexto cohesione directamente con la enseñanza en el

aula; de ahí, el inconveniente que se hace notar, es que si deberíamos considerar al profesor

como una aparato encargado de llevar consecuentemente las modalidades que el currículo

pone y solo serán esas las que se deban cumplir, o tener el profesor como un intermediario

para entender el contexto y la actualidad en donde se vive como un actor social de

conocimiento y pensamiento de nuestro medio.

Se considera que el currículo establece secuencias de la enseñanza que articula, organiza

e imparte los contenidos de modo que sean una buena manera para comunicarlos e

interpretarlos de una manera simple en el aprendizaje, pero la relación por las cuales el área

de geografía se vuelve tan importante en este proceso es porque se deben relacionar esos

contenidos con el contexto en el que se vive, para facilitar la complejidad que se tiene sobre
la relación sociedad- espacio para el manejo de las habilidades del estudiante de un modo

en que comprenda los espacios, territorios y lugares de un modo personal y así en sociedad.

No obstante, se debe formar y educar al estudiante, y no llenarlo de información, evitando

también que la fragmentación de contenidos entre el aprendizaje memorístico se

interpongan entre los autores y las fechas, “por tanto es necesario caracterizar desde lo

cognoscitivo, lo social y lo afectivo al grupo que vamos a enseñar para seleccionar los

contenidos geográficos pertinentes.” (Rodríguez de Moreno, 2010, pág 106).

“No es posible la existencia de la educación sin la participación de la familia. Al menos

no en la sociedad democrática. Se trata de un tema central en la consideración de la

educación como fenómeno social en cualquier comunidad de personas libres.” (Gaviria,

2014, pág 13)(Citado de Alcaldía Mayor de Bogotá, 2018, pág 11). En consonancia a lo

anterior, los aspectos que se relacionan para nuestra investigación recaen en el papel que

sobrelleva la familia y de igual modo su alianza con la escuela, de esta manera como lo

asegura la ley general de educación (ley 115 de 1994) establecida por el estado para

contrastar el papel fundamental que tiene la familia y la escuela en torno a la “sociedad”,

se busca promover la participación y por último el fortalecimiento y la convivencia de los

estudiantes en el ambiente escolar.

No obstante podemos asegurar que el papel de la familia juega un rol fundamental en la

construcción y desarrollo de habilidades cognitivas y en este sentido también emocionales

en los niños y niñas que están en el proceso educativo formal, promoviendo la relación

afectiva en el desarrollo integral y fortaleciendo la enseñanza de los estudiantes.

De la misma manera algo que podemos introducir que no se encuentra en las categorías

de trabajo pero que lleva algo fundamental para nuestra investigación es el término
“involucramiento parental” que se refiere a las creencias y expectativas que tienen los

padres de familia frente a la educación que reciben los niños, niñas y adolescentes, teniendo

en cuenta el aprendizaje y el desarrollo personal. Esta categoría también se refiere a la

dedicación e involucramiento que tiene la familia en cuanto a los recursos, tiempo, dinero

y compromiso que se tiene. Esto nos quiere decir, que el involucramiento parental y la

relación de familias- escuelas es clave para el desarrollo personal (socioemocional y

social), cumpliendo el rol activo de la enseñanza para el apoyo que ellos mismos necesiten

en cuando a temas de clase, tareas que se les asignen o ideas que puedan ayudar desde el

hogar hacia el contexto escolar.

Sin duda el desarrollo personal es uno de los factores más trascendentales en los

estudiantes y así mismo en las habilidades y competencias socioemocionales de ellos

mismos. “Según el SED (Secretaria de educación del distrito) estas competencias son un

conjunto de habilidades, actitudes y competencias aprendidas que permiten a las personas

gestionar situaciones personales y sociales que contribuyen al bienestar individual y

colectivo. Estas competencias socioemocionales corresponden a la capacidad que tienen las

personas de manejar sus propios comportamientos y emociones y, así, alcanzar las metas en

diferentes ámbitos de sus vidas.” (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2018, pág 17).

Como resultado para evaluar los procesos que se derivan del aprendizaje con enfoque

socioemocional, se espera de una toma de decisiones en relación con el bienestar de la

comunidad educativa y la sociedad en general, esto se logra a través de la valoración del

desarrollo de cada niño y niña en los contextos educativos y familiares, para consolidar los

perfiles de capacidades y potencialidades que ayuden a monitorear su proceso y definir


gestiones pedagógicas puntuales y personalizadas acorde a los contextos para garantizar su

desarrollo.

“Las competencias socioemocionales responden a la capacidad que tienen las personas

de manejar sus propios comportamientos y emociones y así alcanzar las metas en diferentes

ámbitos de sus vidas (National Research Counsiol, 2012; OCDE, 2015). (Sistema de

valoración del desarrollo infantil una apuesta de ciudad, 2018 pág 23).

Muchos de los currículos y sistemas educativos se empeñan en valorar el coeficiente

intelectual dejando a un lado la inteligencia emocional. Según Goleman

“la inteligencia académica no ofrece prácticamente ninguna preparación para los trastornos

o las oportunidades que acarrea la vida. Sin embargo, aunque un CI (Coeficiente

intelectual) elevado no es garantía de prosperidad, prestigio no felicidad en la vida nuestras

escuelas y nuestra cultura se concentra en las actividades académicas e ignoran la

inteligencia emocional. La actitud emocional es una habilidad y determina lo bien que

podemos utilizar cualquier otro talento incluido el intelecto puro.”(Goleman, 1995, pág 56).

Lo mencionado anteriormente es de suma importancia para poder entender y comprender

cuales son las habilidades que se quieren evaluar, haciendo énfasis en las contradicciones

que evidenciamos durante nuestros procesos formativos, entre lo que busca la inteligencia

emocional y lo que se puede evidenciar en los currículos, no solo escolares (Educación

primaria y secundaria), sino también universitarios (Educación Superior).

El aprovechamiento de la geografía pasa a ser un área fundamental en el proceso

educativo, con intensiones hacia unas dimensiones sociales que corresponden a la lucha de

adquisición de aprendizaje del alumno, en el ámbito escolar y como un pilar clave y


esencial durante toda su vida. De este modo la geografía se convierte en una ciencia social,

“con una clara proyección territorial en la que el gran protagonista es el hombre. El

desarrollo de un territorio es el resultado de la interacción hombre-medio.” (Lárazo y

Torres, 2011, pág 11)

Según Kevin Linch “por más que estas capacidades puedan parecernos carentes de

importancia en la actualidad, vemos las cosas bajo una luz diferente cuando tomamos en

consideración los casos de aquellos seres humanos que debido a lesiones cerebrales han

perdido la facultad de organizar su entorno, esos individuos pueden ser capaces de hablar y

pensar racionalmente, pero no puedes estructurar sus imágenes ni desenvolverse en un

espacio determinado.”(Lynch, 2006, 150).

Al abordar todos estos geógrafos a la perspectiva educativo que es lo que

verdaderamente interesa, allí nos damos cuenta que este tipo de posiciones y argumentos

propios tomados, datan que la geografía es la relación que tiene el medio, entre ello lo que

son terrenos, paisajes, lugares, espacios y sitios con la relación directa con el hombre y las

actividades que en ella se realizan; sin embargo, lo que se quiere conseguir es que la

geografía pueda ser un aspecto fundamental para el aprendizaje y la formación del

estudiante, ello implica reflexionar sobre los modelos educativos que queremos en nuestras

aulas, la metodología que se utiliza y como integrar de una buena manera para las

socioemociones de los estudiantes; si realmente con ello se puede generar un ambiente de

armonía y felicidad o por el contrario de tristeza y vacío.

Ciertamente el profesor trabaja desde unos enfoques tradicionalistas, sin tener en cuenta

que su labor debe estar encaminada en indagar sobre la realidad, sin duda, como lo expresa

Iraola “su propio pensamiento es una constante evaluación, donde al final su práctica
docente y su transferencia de conocimiento será recogida por su alumnado, que de una

manera informal o formal, cuestionando su transferencia de conocimiento.” (Iraola, 2011,

pág 503).

Infaliblemente el profesor o docente deberá siempre obedecer a las normas curriculares,

que a su vez programan y contextualizan la actividad de un hecho didáctico. Esto genera un

riesgo indiscutible, el cual por someterse a las normas curriculares se hace una mala

transposición didáctica, porque estaremos pasando información de fechas, hechos y autores

que no tendrán relevancia para el proceso de formación del alumno.

Para la enseñanza de la geografía, es necesario establecer unidades didácticas de trabajo

en el aula, de manera que haya un entendimiento y una relación con los elementos básicos

del currículo; es decir, el profesor en este caso tendrá que idear maneras que se relacionen a

los modos de evaluación que agrupa el currículo, para poder entender los temas y que en

realidad se genera un verdadero conocimiento y aun así para no jugar con las emociones de

los alumnos. “Desde el Departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales, desde nuestros

conocimientos de la Geografía y la Historia, debíamos utilizar una multitud de contenidos;

eso significaba primeramente una selección escrupulosa de los mismos por la limitación

temporal y para no abrumar a nuestros jóvenes estudiantes.” (Iraola, 2011, pág504).

En este caso el actor principal de la enseñanza es el profesor, el cual se ha tratado de

simplificar su cuestión en entender que hay que darle solución a la problemática entre lo

competente que a su vez se camufla bajo el concepto de competencia; de este modo se trata

formar a las nuevas generaciones en virtud de ser competente, y no de competir.


Cuando hablamos en el aula de clase de la evaluación podemos generar un ambiente

intranquilo e inseguro para todos los estudiantes, de ahí que el profesor tenga nuevas

modalidades para evaluar, acorde como ya se mencionó a las normas curriculares, y que de

este modo puedan obtener buen conocimiento y aprendizaje, para que tan solo la nota no

apueste con sus valores cognitivos, emocionales, y éticos.

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