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La nueva escuela clásica culminó en la teoría del ciclo económico real (RBC). Al igual que
en los modelos clásicos tempranos, los modelos RBC asumían que los mercados se
compensaban y que los ciclos económicos eran dirigidos por los cambios en la tecnología y
en la oferta, y no por la demanda. Los nuevos keynesianos intentaron direccionar una gran
cantidad de las críticas hechas por Lucas y otros economistas neoclásicos en contra de los
neokeynesianos. Los neokeynesianos adoptaron las expectativas racionales y crearon
modelos con microfundaciones de precios rígidos que indicaban que las recesiones podían
seguirse explicando por los factores de la demanda, ya que la rigidez detendría la caída de
los precios debido a la compensación del mercado, dejando un superávit de bienes y mano
de obra. La nueva síntesis neoclásica combinaba elementos de los neoclásicos y los
neokeynesianos en un consenso. Otros economistas evitaron el debate entre los neoclásicos
y los neokeynesianos y crearon las nuevas teorías de crecimiento de un crecimiento
económico a largo plazo.7 La Gran recesión provocó una retrospectiva al estado de esta
materia y una parte de la atención popular se enfocó en las economías heterodoxas.
Orígenes
La teoría monetaria
La teoría cuantitativa del dinero dominó la teoría macroeconómica hasta 1930. Dos versiones
fueron particularmente influyentes, una desarrollada por Irving Fisher en trabajos que
incluían su escrito de 1991 El poder de compra del dinero y otra por economistas de
Cambridge en el transcurso del inicio del siglo .La versión de Fisher acerca de la teoría
cuantitativa puede expresarse por la posesión de la velocidad del dinero (la frecuencia a la
que un precio dado de divisa es usado en las transacciones) (V) y la constante de ingreso real
(Q), y permitiendo la oferta de dinero (M) y el nivel de precio (P) para variar en la ecuación
de cambio:
Los economistas clásicos tuvieron dificultades para explicar el desempleo involuntario y las
recesiones, ya que ellos aplicaron la ley de Say al mercado de mano de obra y esperaron que
todas las personas dispuestas a trabajar por el salario predominante serían contratadas. En el
modelo de Keynes, el empleo y la producción eran impulsados por la demanda agregada, la
suma del consumo y la inversión. Ya que el consumo permanecía estable, la mayoría de las
fluctuaciones en la demanda agregada provienen de la inversión, la cual es impulsada por
varios factores, incluyendo expectativas, "Espíritus animales" y las tasas de interés. Keynes
argumentaba que la política fiscal podía compensar esta volatilidad. Durante la recesiones,
el gobierno podía incrementar el gasto para comprar el exceso de bienes y emplear a la mano
de obra ociosa. Además, un Efecto multiplicador incrementaría el efecto de este gasto directo
ya que los nuevos empleados gastarían su ingreso, lo que fluiría a través de la economía,
mientas que las empresas invertirían para responder al incremento en la demanda.
La recata de Keynes para la fuerte inversión pública tenía vínculos con la incertidumbre.
Keynes había dado una perspectiva única en la inferencia estadística en su escrito de 1921
llamado Un tratado sobre la probabilidad, el cual fue escrito años antes de sus trabajos
económicos más importantes. Keynes pensaba que una inversión pública fuerte y una política
fiscal podrían contrarrestar el impacto negativo que las fluctuaciones económicas podrían
tener en la economía. Mientras los sucesores de Keynes prestaron poca atención a las partes
probabilísticas de su trabajo, la incertidumbre pudo haber tenido una parte central en los
aspectos de la inversión y de la preferencia por la liquidez de la teoría general.
El significado exacto del trabajo de Keynes ha sido debatido por un gran periodo de tiempo.
Incluso la interpretación de la receta política de Keynes para el desempleo, una de las partes
más explícitas de la teoría general, ha sido sujeta a debates. Economistas y eruditos debaten
acerca de si Keynes generaba su consejo para hacer un cambio en las políticas, o para indicar
un problema serio o una solución moderadamente conservativa para lidiar con un problema
menor.