administradores para asegurarse de que las actividades realizadas se corresponden con los planes, el control también puede utilizarse para evaluar la eficacia del resto de las funciones administrativas: la planeación, la organización y la dirección.
El proceso de control consiste en
Establecer estándares y métodos para medir el rendimiento.
Medir el rendimiento. Determinar si el rendimiento se corresponde con los estándares trazados y en caso necesario. Tomar medidas correctivas.
Pasos para el funcionamiento del control
Determinar el objetivo del control.
Precisar los objetivos del control. Definir las normas. Conocer la realidad. Comparación de lo real contra el plan. Análisis de desviaciones. Adopción de medidas.
Precisar los tipos de control
Control previo. Control directivo o de dirección. Control a corriente. Controla posterior.
Controles previos a la acción (precontroles). Garantizan que antes de emprender
una acción se haya hecho el presupuesto de los recursos humanos, materiales y financieros que se necesitarán. Los presupuestos financieros son los más comunes de este tipo de control (anticipar los gastos), aunque también lo es la calendarización (identificar actividades a realizar y el tiempo que llevará cada una). El concepto de estos controles es evitar que se presenten problemas y no arreglarlos una vez ocurridos.
Controles directivos o de dirección: Llamados también de avance o cibernéticos,
tienen por objeto descubrir las desviaciones respecto a alguna norma o meta y permitir que se realicen acciones correctivas antes de terminar las acciones. Los controles directivos dan resultado sólo si el administrador tiene información precisa y oportuna de los cambios del entorno o en el avance hacia la meta deseada. Control a corriente: Este tipo de control se realiza a lo largo de todo el proceso de producción y/o servicio. Lo pueden realizar los directivos o administradores o los mismos obreros.
Controles posteriores a la acción: Miden los resultados de una acción que ha
concluido. Así establecen las causas de cualquier desviación que se aleja del plan o el estándar y los resultados que se aplican a actividades futuras similares. Se usan también como base para recompensar o alentar a los trabajadores que prestan servicios. Por ejemplo, sobre cumplir una norma puede conllevar un estímulo salarial.