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Hipercalciuria
Las manifestaciones clínicas de la hipercalciuria idiopática pueden ser variadas;
Hematuria macroscópica, esto significa que la orina es de color rojizo.
Dolor abdominal, litiasis renal (piedras o cálculos renales).
A la hora de orinar sentir ardor, así como un aumento importante de micciones diarias,
urgencia en las micciones, e incluso infecciones urinarias.
Disminución de la densidad ósea que puede llevar a un retraso en el crecimiento, pero que
con un tratamiento adecuado, se puede mejorar el ritmo de crecimiento para aumentar la
talla.
El diagnóstico de la
Hipercalciuria
El diagnóstico de la hipercalciuria se realiza a partir de la excreción de calcio en orina que
se haya obtenido en las últimas 24 horas.
Para llegar a un diagnóstico adecuado, es muy importante conocer otros factores como son
los antecedentes familiares si hubiera habido casos de de litiasis renal y enfermedades
metabólicas y los antecedentes personales.
Por otro lado es fundamental llevar a cabo un examen físico completo donde se tomen los
valores de peso y talla, a partir de las cuales se puede llegar a determinar el estado
nutricional, ya que puede existir malnutrición, ya que en ocasiones, situaciones como la
talla baja se pueden tratar a través de un tratamiento enfocado en la nutrición.
Hay algunos medicamentos que se han asociado con la aparición de la hipercalciuria, entre
ellos nos podemos encontrar los corticosteroides, furosemida, vitamina D y metilxantinas.
Exámenes complementarios
Hay que realizar otros exámenes complementarios para poder diagnosticar con exactitud
esta enfermedad.
Análisis en sangre de calcio, fósforo, magnesio, electrolitos y fosfatasa alcalina
Análisis de orina donde comprobar los niveles de sodio, en el caso de que haya sospechas
de consumo alto de sodio, se ha de repetir el análisis cuatro semanas más tarde, habiéndose
restringido el consumo de sodio.
También en orina, se van a comprobar los niveles de citrato, potasio, cloro, ácido úrico y
oxalato.
Por último, en caso de ser necesaria, se llevará a cabo una densitometría ósea (para
determinar la densidad mineral ósea).
Con una alimentación correcta se puede prevenir la aparición de piedras o cálculos renales,
y evitar problemas con la talla del menor.
Una de las primeras cosas que se ha de hacer es aumentar la ingesta de líquido, una
proporción adecuada sería 45ml por cada kg de peso del niño/a.
Hay que reducir la ingesta de sodio y calcio a las recomendaciones del pediatra
dependiendo tanto de la edad, peso y sexo.
Introducir en la dieta alimentos ricos en omega 3, también conviene utilizar aceite de oliva
para cocinar.
Es importante tener una dieta rica en potasio, en caso de que se incluya citrato de potasio,
las cantidades tienen que especificarse de acuerdo al peso y al tiempo que deba ser
administrado, estos valores se obtendrán por la respuesta clínica y los parámetros del
laboratorio.
Frutas y vegetales son muy recomendados, porque entre otros beneficios, aportan mucho
agua, magnesio, potasio, y son de bajo contenido tanto en sodio como en proteína.
Los alimentos ricos en fibra son también muy beneficiosos, como por ejemplo los
cereales integrales.
Todo el proceso de diagnóstico, exámenes y tratamiento debe ser llevado a cabo por un
médico especialista, un nutricionista y un pediatra, pues mejor que ellos no va a haber nadie
para cuidar de la salud de tus hijos.