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DERECHO CANONICO

UNICIENCIA

CORPORACION UNIVERSITARIA DE CIENCIA Y DESARROLLO

Asignatura:

HISTORIA DEL DERECHO Y DE LAS IDEAS POLITICAS

DERECHO CANONICO

Presentado por:

WILSON ARDILA PARRA

LUIS CARLOS GUTIERREZ PUENTSES

Docente:

EMIRO ARIAS BUENO

Bucaramanga, Santander Abril, 06 de 2019


DERECHO CANONICO

TABLA DE CONTENIDO

PAGINA

1. INTRODUCCION ……………………………………………………… 1
DERECHO CANONICO

INTRODUCCION
1

1. CONCEPTO DE DERECHO CANONICO

El derecho canónico desde un punto de vista restringido lo podemos tomar como el derecho de la

iglesia católica; la cual realiza un rígido sistema jurídico que rige la conducta externa de los

miembros de esta. Aunque algunos autores dicen que también se refiere al sistema jurídico de

cualquier corporación religiosa- no católica pero si cristiana.

Proviene del (del griego kanon/κανον, para regla, norma o medida)1 es una ciencia jurídica que

conforma una rama dentro del derecho cuya finalidad es estudiar y desarrollar la regulación

jurídica de la Iglesia católica. Bajo esta definición se engloban tres conceptos que han

conformado controversia acerca de su consideración a lo largo de la historia hasta nuestros días:

 SU FINALIDAD

 SU CARÁCTER JURÍDICO

 SU AUTONOMÍA CIENTÍFICA

Refiriéndose cada uno a lo siguiente:

SU FINALIDAD

Mons. Francesco Coccopalmerio, Presidente del Consejo Pontificio para la interpretación de los

Textos Legislativos ha recordado recientemente que el fin del Código de Derecho Canónico (es

decir, el fin de la legislación eclesiástica) es la "salvación de las almas".

Bienvenida la vieja y querida fórmula: Salvación de las almas. Es más, la ley suprema de la

Iglesia, que por cierto puede en caso de necesidad omitir la legislación eclesiástica (que no tenga

un fundamento directo en la ley divina) es la salvación de las almas.

Así, un sacerdote puede confesar en otra jurisdicción a un moribundo o a alguien en peligro

cierto de muerte aunque no tenga las licencias que dispone el CDC. Este es el fundamento del
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"estado de necesidad" que hace lícito cierto comportamiento, excepcionalmente, contrario a las

disposiciones canónicas.

Y recuerda también el Arzobispo que el cumplimiento de la ley eclesiástica, olímpicamente

ignorada por muchos pastores y sacerdotes, no es facultativo, porque su fin es la salvación de las

almas.

SU CARÁCTER JURÍDICO

El orden canónico puede, pues, considerarse con jurídico si se estima que la regla normativa

canónica se dirige a los miembros de la Iglesia determinando su conducta a fin de que en el

orden eclesiástico den lo que les corresponde (ese "suyo" de que hemos hablado) a los demás

miembros de Ia Iglesia y a Ia Iglesia misma y haciendo nacer en estos últimos Ia facultad de

exigirlo. Por un doble camino puede venir negado al Ordenamiento canónico el carácter

jurídico. Por un lado, si se afirma Ia identidad entre Derecho y Estado; por otro, si se sostiene Ia

incompatibilidad entre Iglesia y Derecho. La primera posición niega que el Ordenamiento

canónico sea Derecho, fundándose en Ia pretendida naturaleza del Derecho; Ia segunda postura

no admite su carácter jurídico, queriendo apoyarse en Ia naturaleza de Ia Iglesia. En general, los

materialistas y panteístas de todas las épocas han llegado a afirmar que el Estado, por sus medios

de fuerza, era Ia única o última, al menos, fuente del Derecho; HARTMANN (12) sostuvo que el

orden jurídico presupone el Estado y sólo en el Estado es posible.

En otras palabras la iglesia se encarga de las almas así que carácter jurídico es muy discutido y

solo se aplica a los miembros de la propia iglesia y no a sus fieles.


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SU AUTONOMÍA CIENTÍFICA

- Autonomía científica del Derecho eclesiástico: dos conceptos

Se distinguen dos conceptos:

+ El Derecho Eclesiástico carece de autonomía legislativa ya que la legislación de la materia

eclesiástica se encuentra repartida por todo el ordenamiento jurídico

No existe un código eclesiástico. Dicho derecho se compone de un conglomerado heterogéneo de

nociones, instituciones y normas.

Debido a esta dispersión normativa algunos autores piensan que este derecho no es una rama del

ordenamiento sino una especialidad de otras ramas que, sin embargo, puede estudiarse por

separado.

+ La mayor parte de la doctrina defiende una autonomía científica del derecho eclesiástico desde

distintas ópticas

. Debido a la existencia de unos principios constitucionales vinculados con la regulación jurídica

del factor religioso.

. Por la teoría de la relación jurídica religiosa o por razón de la religión.

https://es.wikipedia.org/wiki/Derecho_can%C3%B3nico

https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/7/3263/9.pdf

https://www.derecho-canonico.com/2013/03/autonomia-cientifica-derecho-eclesiastico.html
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2- FUENTES DEL DERECHO CANONICO

En el derecho canónico, así como en cualquier área del derecho existen diversos tipos de fuentes,

como lo son:

A).- FUENTES GENERALES: Son las reglas que determinan situaciones jurídicas aplicables

tanto para la Iglesia en su conjunto como para algunas Iglesias en lo particular o comunidades.

Las fuentes generales son: la Ley, la Costumbre, la Jurisprudencia y las Fuentes particulares.

B).- FUENTES ESPECIALES: Son las que surgen en casos específicos y de manera

excepcional.

C).- FUENTES DIVINAS: Son las que provienen directamente de Dios (Las sagradas

escrituras).

D).- FUENTES HUAMANAS: Son las que emanan de las autoridades competentes

(Constitución, Normas, Reglamentos, etc.)


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 FUENTES GENERALES

 ¿QUÉ ES LA LEY?

Son las normas dictadas por las autoridades eclesiásticas competentes. Si son leyes universales se

publican en el Boletín Oficial denominado “Acta Apostolicae Sedis”. Si se trata de leyes

particulares, se promulgan a modo determinado por el legislador.

El Sujeto activo lo será el Sumo Pontífice y los Concilios Ecuménicos.

El sujeto pasivo lo serán los bautizados mayores de siete años.

Dentro del Código Internacional Canónico, se encuentran regladas en los cánones 7 al 22.

Los cánones parecen ser sinónimos a los artículos de cualquier norma.

 ¿QUÉ ES LA COSTUMBRE?

De acuerdo con Jaime Vela, la costumbre es “el medio primario que inicia la configuración de

un orden social justo del Pueblo de Dios, pues es como dice la Constitución Apostólica Lumen

Gentium 32 “la acción común a todos los fieles en orden a la edificación del Cuerpo de Cristo”

(27) ya que es el instrumento idóneo para adecuar el ordenamiento jurídico a las necesidades de

las distintas comunidades, cada una de las cuales tiene sus propias circunstancias geográficas,

sociales, culturales, etc.; por ello, los obispos han de dimensionar su papel para armonizar el

derecho universal y el derecho particular.”

(Jaime A. Vela del Río. Manual de Derecho Canónico. Editorial Porrúa. Año 2011. Página 32.)
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De acuerdo con el Código Internacional Canónico en su canon 23, se establece que “Tiene

fuerza de ley tan sólo aquella costumbre que, introducida por una comunidad de fieles, haya sido

aprobada por el legislador, conforme a los cánones que siguen.”

Asimismo, en el canon 24, se señala que “Ninguna costumbre puede alcanzar fuerza de ley si es

contraria al derecho divino.”

 ¿QUÉ ES LA JURISPRUDENCIA?

De acuerdo con el Código Internacional Canónico en su canon 27, consiste en “atender al valor

normativo que, sobre una determinada cuestión no prevista por la ley.”

Por su parte, Jaime Vela señala que “cuando sobre una determinada materia, no exista una

prescripción expresa de la ley universal o particular o una costumbre, la causa, salvo que sea

penal, se ha de decidir atendiendo a las leyes dadas para los casos semejantes, a los principios

generales del derecho aplicados con equidad canónica, a la jurisprudencia y práctica de la Curia

Romana.”

(Jaime A. Vela del Río. Manual de Derecho Canónico. Editorial Porrúa. Año 2011. Página 33.)
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 ¿CUÁLES SON LAS FUENTES PARTICULARES?

Las fuentes particulares son fuentes específicas y admitidas por el Código Internacional

Canónico, son las 3 siguientes:

1).- CONCORDATOS: También llamada legislación externa o internacional de la Iglesia, son

los acuerdos que la iglesia tiene con otras naciones o Estados Internacionales.

2).- DECRETOS GENERALES E INSTRUCCIONES: Los decretos generales son los que

establecen principios comunes aplicables para todos los sujetos pasivos (bautizados).

Por otro lado, las instrucciones son las formas en que la Iglesia aclara la prescripción de leyes,

desarrollo y determinación de las formas en las que ha de ejecutarse una nueva Ley.

3).- ACTOS ADMINSITRATIVOS SINGULARES: Tienen diversas formas: decreto,

rescripto, privilegio o dispensa, y son otorgados por aquellos que tienen potestad

ejecutiva. Jaime Vela, los define de la siguiente manera:

A).- DECRETO SINGULAR: Es “… el acto administrativo de la autoridad ejecutiva

competente, por el cual, según las normas del derecho y para un caso particular, se toma una

decisión o se hace una provisión que, por su naturaleza, no presuponen la petición de un

interesado. Es un decreto por el que directa y legítimamente se impone a una persona o personas

determinadas obligaciones de hacer u omitir algo, sobre todo para urgir la observancia de la ley y

se ha de dar por escrito, y se trata de una decisión, deberá hacer constar los motivos.”

B).- RESCRIPTOS: “es un acto administrativo que la autoridad competente ejecutiva emite por

escrito, y que por su propia naturaleza concede un privilegio, una dispensa o una gracia, o

petición al interesado.”
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C.- PRIVILEGIOS: “Es la gracia otorgada por acto particular a favor de determinadas

personas, tanto físicas, como jurídicas, puede ser concedido por el legislador y también por la

autoridad ejecutiva a la que el legislador haya otorgado esa potestad.”

D).- DISPENSA: También llamada “relajación de una ley meramente eclesiástica en un caso

particular, puede ser concedida dentro de los límites de su competencia, por quienes tienen

potestad ejecutiva, así como por aquellos a los que compete explícita o implícitamente la

potestad de dispensar, sea por propio derecho, sea por legítima delegación.”

http://tareasjuridicas.com/2017/02/06/cuales-son-las-fuentes-del-derecho-canonico/
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3 HISTORIA DEL DERECHO CANONICO

Ha continuación realizaremos un viaje a lo largo de la historia del derecho canónico

La cual puntualizare en cinco ítems fundamentales para hacer este estudio a lo largo de la

historia desde el siglo I hasta el aporte realizado por el papa juan pablo II.

a) Edad apostólica

b) Colecciones anteriores al corpus iuris canonici

c) Formación del corpus iuris canonici

d) corpus iuris canonici

e) Codex (código de 1917)

 EDAD APOSTOLICA

Al empezar el cristianismo y con el todo lo que se puede ver como el nuevo testamento y la

conformación de la iglesia primitiva y la expansión que tuvieron los apóstoles en su

evangelización por todo el basto y grande imperio y la cuenca del Mediterráneo se formaron

células del cristianismo las cuales no tenía un poder central pero si una comunicación entre ellas

que se pueden encontrar en las epístolas de los apóstoles ; Algunos de los primeros registros que

tenemos acerca de la vida de estas Iglesias son canónicos. Entre los siglos I al IV se pueden

observar diversos tratados que llegaron hacer canónicos. Y estos se denominan colecciones

pseudoapostolicas:

1- Siglo I-II : DIDACHE

2- Siglos III DIDASCALIA.

3- AÑO 220 (TRADICION APOSTOLICA).


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4- SIGLO IV – V: CONSTITUCIONES APOSTOLICAE.

5- SIGLO IV: CANONES 85 APOSTOLICI.

COLECCIONES PSEUDOAPOSTOLICAS.

1- SIGLO I-II : DIDACHE:

Esta obra es uno de los más antiguos documentos cristianos no canónico y es fundamental para la

comprensión de cómo los primeros cristianos ofrecían culto a Dios. Se estima que fue escrita

entre los años 65 y 80, no conociéndose el nombre de su autor. Diversos autores creen, que con

mucha probabilidad, fue escrita en Siria. El académico y filósofo canadiense, Jean-Paul Audet1

(1918–93), dominico, ha estudiado en profundidad esta obra, comenzando por su titulo. A la

Didaché (instrucción en griego) se le asignan dos títulos, uno corto, “Instrucciones de los

Apóstoles”, preferido por Audet, y otro más largo “La instrucción del Señor a los gentiles por

medio de los doce Apóstoles" que es por el que se inclina el teólogo luterano alemán Adolf Von

Harnack (1851-1930).

Fue un texto que gozó de una gran influencia en aquellos tiempos, hasta el punto que Eusebio de

Cesárea (275-339), en su Historia Eclesiástica (H. E.), tiene que advertir que es un texto no

canónico: “Hay que considerar como espurios los siguientes: Los hechos de Pablo, el llamado

Pastor, el Apocalipsis de Pedro, la que dicen que es Epístola de Bernabé, el escrito llamado

Enseñanza de los Apóstoles y, como dije, si se desea, el Apocalipsis de Juan. Este escrito es

rechazado por algunos y considerado entre los reconocidos por otros.” (H. E. 3, 25, 4). No

obstante, en un texto atribuido a San Atanasio (297-373), obispo de Alejandría, se aconseja como

libro muy útil para la instrucción de los catecúmenos. A partir del siglo XII no se encuentra
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ninguna cita de la Didaché en la literatura cristiana, hasta que en el año 1873, un monje ortodoxo

llamado Filoteo Bryennios, que llego a ser metropolita griego de Nicomedia, descubrió, cerca de

Constantinopla, un códice griego del año 1057, denominado Codex Hierosolymitanus, que

contenía, entre otros textos la Didaché. El códice se conserva actualmente en la biblioteca del

Patriarcado de Jerusalén. El texto de la Didaché se publicó en el año 1883. La Didaché ha sido

un texto exhaustivamente estudiado desde su redescubrimiento, consta de dieciséis capítulos que

se dividen claramente en tres partes, la primera ofrece una serie de instrucciones morales y

abarca los seis primeros capítulos; la segunda, del capitulo siete al décimo, que contiene

instrucciones litúrgicas; y la tercera, que expone instrucciones disciplinares. El último capitulo es

una invitación a la vigilante espera de la segunda venida del Señor o Parusía. La forma de

expresar las instrucciones morales de los seis primeros capítulos es mediante la misma

metodología utilizada en los capítulos.

del 18 al 20 de la “Epístola de Bernabé”, la doctrina de las dos vías, por esta razón se ha querido

ver una relación entre ambos escritos; opinión que no es compartida por Aubert. También

algunos autores han querido ver influencias del “Pastor de Hermas” e incluso del “Diatessaron”

de Taciano, pero no se ha llegado a ninguna conclusión definitiva. Las dos vías propuestas y con

las que comienza el texto son: “Existen dos caminos, entre los cuales, hay gran diferencia; el que

conduce a la vida y el que lleva a la muerte.” El camino de la vida se concreta en “Amarás a Dios

que te ha creado; y en segundo lugar, amarás a tu prójimo como a ti mismo; es decir, que no

harás a otro, lo que no quisieras que se hiciera contigo”. El capitulo V se dedica a describir el

camino que conduce a la muerte. “Su término es el asesinato, los adulterios, la codicia, la

fornicación, el robo, la idolatría, la práctica de la magia y de la brujería. El rapto, el falso

testimonio, la hipocresía, la doblez, el fraude; la arrogancia, la maldad, la desvergüenza; la


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concupiscencia, el lenguaje obsceno, la envidia, la presunción, el orgullo, la fanfarronería.” Bajo

el punto de vista de la liturgia los capítulos del VII al X son muy importantes, tratan del

bautismo, del ayuno, de la oración y de la eucaristía. La Didaché es el primer texto cristiano no

canónico que incluye el Padrenuestro, con la indicación de la obligación que tienen los fieles de

rezarlo tres veces al día, en clara similitud con la obligación judaica de rezar la Shemá. Así

mismo contiene las preces eucarísticas más antiguas que poseemos.

TEXTOS CRISTIANOS NO CANONICOS

En el capitulo cuarto se refiere a la confesión de las culpas, quizás mas en el sentido de oración

penitencial que como sacramento, cuando dice “Confesarás tus faltas a la iglesia y te guardarás

de ir a la oración con mala conciencia.” Sin embargo en el capitulo catorce habla de penitencia

sacramental necesaria antes de recibir la Eucaristía, “Cuando os reuniereis en el domingo del

Señor, partid el pan, y para que el sacrificio sea puro, dad gracias después de haber confesado

vuestros pecados”. Obsérvese como la práctica dominical ya estaba implantada. La Didaché fue

el modelo de otros textos litúrgicos y a escritos de derecho posteriores, como, por ejemplo, la

Didascalía Siríaca, conocida también como la Doctrina católica de los Doce Apóstoles y de los

santos discípulos de nuestro Salvador, de autor desconocido, escrita en los primeros decenios del

siglo III, para una comunidad de cristianos convertidos del paganismo de la Siria septentrional, o

la Tradición apostólica de San Hipólito, discípulo de San Irineo, muerto en el año 325 y último

escritor romano que emplea el griego.


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 CONTENIDO DEL DIDACHE.

PRIMERA PARTE

El Catecismo o los «Dos caminos» Enseñanza del Señor transmitida a las naciones por los Doce

Apóstoles

Lo componen VI capítulos. Del I al VI

SEGUNDA PARTE

De la Liturgia y de la Disciplina

Lo componen

Lo componen X capítulos. Del VII al XVI

http://www.origenescristianos.es/didache.pdf

2- SIGLOS III DIDASCALIA.

El ordenamiento de la Iglesia conocido en su versión siriaca como la Didascalia, que es la

doctrina católica, de los apóstoles y discípulos santos de nuestro Salvador, fue escrita

originalmente en griego, por una secta de judíos cristianos en la mitad del tercer siglo,

probablemente en Siria. Al igual que la Didaché afirmó que su autoridad derivó de los apóstoles,

con los que el autor anónimo se identificó, para hacer frente a diversas prácticas que habían

aparecido en la comunidad respecto a la ley judía. Algunos de los miembros habían estado

observando prácticas de santidad como la abstención del vino y de la carne, el cumplimiento de

las leyes de purificación y las prescripciones del antiguo testamento. Al igual que la epístola a

los Gálatas y la epístola de Bernabé, la Didascalia estaba inmersa en clasificar la relación entre la

ley que ya no era relevante, porque había sido cumplida en Cristo, y la ley que continuaba para

formar la vida de la comunidad. La Didascalia hizo explícita la distensión entre la moral y la ley

ritual. La ley que seguía era no solo el mandamiento del amor, sino también el Decálogo, los
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Diez Mandamientos que reveló Moisés al pueblo antes de que este retorne a la idolatría. Esta se

identificó como la ley simple, la ley de vida que estaba libre de las cargas impuestas sobre el

pueblo, como aquellas referentes al cumplimiento de las dietas, del sacrificio y de los

holocaustos y las leyes de pureza. Solo las prescripciones legales de esta segunda legislación, a

la cual se suscribían algunos miembros de la comunidad, habían sido cumplidas y además

abolidas con el advenimiento de Cristo. (Pennington y Hartmann, 2012, p. 11).

Según la Didascalia, entre las muchas cualidades que se esperaba cultive un obispo estaban: la

fragilidad, la prudencia, la sobriedad, la fuerza, la generosidad, la abstinencia, la paciencia y la

diligencia, así como una estudiada indiferencia a las peticiones frecuentes hechas por los ricos,

sin embargo, entre las más importantes virtudes a poseer, estaban la justicia y la caridad, los

obispos nunca iban a impartir justicia de modo que se descuide la compasión. Esto significa que

la disciplina penitencial para la comunidad era generalmente flexible. Es así que aquellos

encontrados culpables de idolatría, adulterio y asesinato podían ser readmitidos a la comunión.

En esto operaban principios profundos como el que la rigurosa observancia de la norma no fuese

a superar a la justicia y que nadie fuera restringido de su lugar en la sociedad, de modo que esta

fuera más allá del logro de la justicia. Por ejemplo una mujer, no siendo viuda, podía calificar,

según la determinación del obispo, a recibir ayuda financiera, si su necesidad era más grande que

el de una viuda. (Pennington y Hartmann, 2012, pp. 11-12).

Este punto de vista acerca de lo que es la justicia nos demuestra que, quizás en aquellos tiempos,

había una mejor, más amplia y más acertada comprensión del concepto de lo que es justicia. Hoy

en día, en cambio, la justicia es el clamor de muchos pueblos en este mundo, tecnológicamente

muy adelantado, pero que con frecuencia no valoriza a lo antiguo, a los valores que se tenían en

aquel entonces. El mundo moderno muestra una gran mezquindad en lo que se refiere a hacer
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justicia. Sobre todo por el lado de los estados y de las instituciones financieras, que están

dedicadas a oprimir constantemente a los ciudadanos con sus normas que solo les favorecen a

ellos. Tienen una actitud que no incentiva la solidaridad que debe haber entre los miembros de

una sociedad, sino que más bien fomentan el egoísmo y una busca desenfrenada por el placer y el

cultivo de los vicios morales, despreciando a las virtudes que deberían ser alentadas. Es por ello

que existe el caos que hay y es por ello que vemos frecuentemente en las noticias solo muestras

de violencia y degeneración humanas. Es cierto que, a través de la historia, frecuentemente han

existido esas muestras, pero hay una sensación de que no se hace lo suficiente para revertir esa

tendencia.

https://www.monografias.com/trabajos97/historia-del-derecho-canonico/historia-del-derecho-

canonico.shtml

3- AÑO 220 (TRADICION APOSTOLICA).

Escrita por san Hipólito de roma:

El autor más destacado de esta época en Roma es San Hipólito. No se sabe con precisión el

tiempo ni el lugar de su nacimiento. De sus escritos se puede deducir que era de procedencia

oriental –escribió en griego– y se había formado en la filosofía griega y, sobre todo, en la

teología alejandrina. Fue un hombre culto, con gran amplitud de intereses. Su producción

literaria es muy extensa, aunque el tiempo nos ha conservado una escasa parte.

En el 212 se encontraba en Roma en calidad de presbítero. Su prestigio entre los cristianos era

grande por sus dotes intelectuales y su vida ascética. Se enfrentó con el Papa San Calixto, cuando

éste mitigó la disciplina para los penitentes. Hipólito se hizo elegir Papa por un círculo pequeño,
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pero muy influyente; es considerado por eso el primer antipapa. Estuvo en enemistad con los

pontífices romanos desde el 220 al 235, año en que Hipólito y el Papa Ponciano fueron

desterrados en la persecución de Maximino el Tracio. Hipólito, estando en el destierro, depuso su

actitud y pidió a sus seguidores que volvieses a la Iglesia. Murió mártir en el 235. En Roma le

hicieron honrosos funerales y le levantaron una estatua en la que grabaron un elenco de sus

obras.

La tradición apostólica: esta es la obra de Hipólito que más interés ha despertado en nuestro

siglo. Después de la Didaché, es la fuente litúrgica más antigua y la más importante. En el

prólogo, explica que se propone poner coto a las innovaciones, instruyendo y fijando por escrito

todo lo que se refiere a la tradición custodiada por la Iglesia. Hipólito trata de la consagración de

obispos, de las ordenaciones de presbíteros, diáconos y demás órdenes; describe la

administración de los sacramentos y, en especial, de la Eucaristía; reseña brevemente las

obligaciones de los cristianos relativas a la actividad profesional, la oración, el ayuno, etc. En

esta obra se conserva el modelo más antiguo de anáfora o plegaria eucarística. La Traditio

apostolica fue escrita en torno al 215.

Además de las dos obras mencionadas, han llegado hasta nosotros escritos de menor interés.

Entre otros cabe señalar: Syntagma (Contra las herejías), el anticristo, diversos tratados

exegéticos, Homilías y tratados cronológico–históricos. Algunos especialistas le atribuyen el

Fragmento Muratoriano, del que ya se habló

http://textoshistoriadelaiglesia.blogspot.com/2008/04/san-hiplito-de-roma.html
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4- SIGLO IV – V: CONSTITUCIONES APOSTOLICAE.

Constituciones apostólicas es el nombre de una obra cristiana del siglo IV supuestamente

redactada por los apóstoles1 y transmitida a través de Clemente de Roma. Está compuesta de

ocho libros de propósito diverso, entre los que se encuentran la Didascalia apostolorum (los

primeros seis libros) y la Didaché.

Tiene una gran importancia para conocer aspectos, en especial de naturaleza disciplinar o

litúrgica, del cristianismo primitivo y su evolución. Por ejemplo, uno de los elementos que

menciona y que no están recogidos en la Didascalia es la recomendación del bautismo de niños.2

El libro séptimo además de algunas partes de la Didaché ofrece una serie de oraciones y ritos

usados en ceremonias litúrgicas así como para la catequesis de catecúmenos.

En el libro octavo se usa la Tradición apostólica de Hipólito de Roma para introducir nuevos y

preciosos ritos litúrgicos, como el primer ordo missae completo que se conserva. También añade

algunas normativas disciplinares para las vírgenes, las viudas y para algunas órdenes como los

exorcistas. Concluye con los Cánones apostólicos.

Las investigaciones sobre el texto permiten afirmar que el autor o recopilador fue único y que

vivían en Constantinopla o en Siria. Además, que era semi-arriano. El texto fue condenado por

el Concilio Quinisexto, lo cual redujo su uso e influencia.

https://es.wikipedia.org/wiki/Constituciones_apost%C3%B3licas
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 CONSTITUCIONES APOSTOLICAS.

Es el nombre de una obra cristiana del siglo IV transmitida a través de Clemente de Roma. Una

colección en ocho libros, independientes, aunque estrechamente relacionados, sobre disciplina

cristiana, el culto y la doctrina, destinados a servir como un manual de orientación para el clero.

Tuvieron no pequeño influjo en su tiempo. Hay de ellas textos en siríaco, griego, latín, copto,

árabe y etiópico.

Está compuesta de ocho libros de propósito diverso, entre los que se encuentran:

- La Didascalia Apostolorum (los primeros seis libros):

Libro I, los laicos. El primer libro trata sobre los deberes de los laicos cristianos, sobre todo en

vista de los peligros resultantes de la asociación con los no creyentes. Entre otras cosas se

condena la vanidad en el vestir, los baños promiscuos, la curiosidad sobre la vida y los libros de

los impíos.

El segundo libro se refiere principalmente al clero. Se exponen en detalle las prerrogativas y

deberes de los obispos (ancianos entre ancianos), sacerdotes (presbíteros o ancianos) y diáconos

(siervos ministeriales), y se provee para su dependencia y sustento. En otros lugares el tratado se

ocupa detenidamente de las diaconisas (por necesidad), los profetas y los carismas.

Santidad. El pastor ha de ser irreprochable, y así sus discípulos serán imitadores suyos (1Co

4:16; 11:1; 1Tes 1:6; 2:14). «“Tal como el sacerdote, así será el pueblo” (Os 4:9). Nuestro Señor

y maestro Jesucristo, el Hijo de Dios, se puso primero a obrar y después a enseñar: “lo que Jesús

hizo y enseñó” (Hch 1:1). Vosotros, obispos, debéis ser guardianes para el pueblo, así como

también tenéis a quien os guarda, Cristo» (II,6,5). «Por eso tú, obispo, preocúpate de ser puro en

tus actos, ten presente tu cargo y tu dignidad: tú ocupas el lugar de Dios entre los hombres»

(II,11,1).
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Guardar la santidad de la Iglesia. «Tenedlo muy presente, carísimos, “los que han sido

bautizados en la muerte del Señor Jesús” (Rm 6:3) no deben pecar más. Así como los muertos

son incapaces de pecar, igualmente los que han muerto en Cristo se han hecho ineptos al

pecado… Si el obispo se muestra leve con el pecador que ha hecho el mal, permitiéndole

permanecer en la Iglesia [no aplicándole la disciplina penitencial], escarnece la voz divina del

maestro: “apartarás al malvado de en medio de ti” (Dt 17:7)» (II,7,1; 9,1).

Este libro trata en detalle de la regulación de la práctica penitencial:

Caridad con los pecadores. Obispo, «si no acoges al que se arrepiente, lo entregas a las redes del

adversario. Al que se arrepiente, recíbelo, pues, sin que te detengan aquellos que no tienen

piedad alguna y dicen que no debemos mancharnos con el contacto de estos pecadores, ni

relacionarnos con ellos de palabra. Semejantes consejos vienen de personas que desconocen a

Dios y a su providencia, y que son como bestias feroces implacables» (II,14,1-3). «Es preciso

que consoléis a los pecadores, los exhortéis a la conversión y les deis buenas esperanzas, sin que

penséis que sois cómplices de sus faltas por el hecho de que los amáis» (II,15,2).

Corrección eficaz de los cristianos infieles. «Cuando adviertas que hay alguno que ha pecado,

indígnate y manda que se le eche fuera. Una vez haya salido, que los diáconos le amonesten y le

interroguen manteniéndole fuera de la Iglesia. Después, que entren a fin de suplicarte en favor

del mismo» (II,16,1).

«Si el pecador no es condenado, el pecado empeora y se propaga a otros. Si un hombre contrae la

peste, toda la gente debe evitarle. Si nosotros, pues, no excluimos de la Iglesia de Dios a un

hombre de mal, haremos de la Casa del Señor “una cueva de ladrones” (Mt 21:13). Ante los

pecadores es preciso no permanecer mudos, sino reprenderlos, amonestarlos, exhortarlos,

imponerles ayunos, a fin de inspirar el temor de Dios a los demás (1Tim 5:20). El Obispo, pues,
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debe velar por todos, tanto de los que no han pecado, para que se mantengan sin pecado, como

de los que se encuentran en pecado, para que se arrepientan» (II,17,4-6).

De la precaución que se debe observar respecto a los acusadores y los acusados, de las disputas

de los fieles y la forma de zanjar las diferencias.

Aquí hay también un número de detalles ceremoniales en relación con la asamblea de culto

cristiana: Sobre el bautismo: Uno de los elementos que menciona es la recomendación del

bautismo de niños (6, 15, 3).

El tercer libro trata de las viudas.

El cuarto libro trata de las obras de caridad, la provisión para los pobres y huérfanos, y el espíritu

con el que se debe recibir y distribuir las ofrendas hechas a la Iglesia.

Libro V, Los mártires. El quinto libro trata de los que sufren persecución por amor a Cristo y de

los deberes de los cristianos hacia ellos. Esto lleva a una consideración del martirio y de la

idolatría.

Luego siguen detalles sobre las fiestas y el ayuno. El ayuno es dos veces a la semana, los

miércoles y los viernes.

Se celebran las siguientes fiestas: Navidad, Epifanía (nacimiento de Jesús), Viernes y Sábado

santos, Pascua, Ascensión, Pentecostés y la semana siguiente a Pentecostés, que es festiva pero

incluye el ayuno.

No hay ayunos, por supuesto, durante la cincuentena de la Pascua, pero al terminarla, «ayunad

durante una semana, porque es justo alegrarse por el don de Dios y ayunar después un tiempo.

Os prescribimos, por tanto, que después de esta semana de ayuno, ayunéis los miércoles y

viernes de cada semana y entreguéis a los pobres el sobrante economizado por vuestros ayunos.

En cambio, cada sábado y cada domingo llevad a cabo vuestras asambleas en el gozo. Será
21

culpable de pecado el que ayunara el domingo, día de la resurrección, o en cualquier otra fiesta

del Señor, porque estos días son días en lo que debéis estar alegres y no son días para llorar»

(V,20,14.18-19).

Nota: la referencia a la Navidad en el catálogo de las fiestas (V, 13; VIII, 33) parece postular

una fecha posterior a 376, cuando Epifanio, que conocía la Didascalia, en la enumeración de

las fiestas que se haya en su obra contra las herejías, no menciona la fiesta de diciembre, que

de hecho no se celebró en Siria hasta cerca de 378.

El sexto libro trata de la historia y las doctrinas de los primeros cismas y herejías; y sobre "La

Ley", un tratado contra la superstición e impureza judía y pagana.

- Libro VII. Los dos caminos y la iniciación cristiana. El séptimo libro, que consta de dos partes

bien diferenciadas, la primera una instrucción moral (I-XXXII) y la segunda, litúrgica, (XXXIII-

XLIX), cuya primera parte depende del Didajé (Didaché) o "Enseñanza de los Doce Apóstoles ",

de la primera parte del siglo II.

El libro séptimo además de algunas partes de la Didaché ofrece una serie de oraciones y ritos

usados en ceremonias litúrgicas, así como para la catequesis de catecúmenos.

- Libro VIII. Carismas, vida litúrgica y disciplina eclesiástica. El octavo libro de las

Constituciones Apostólicas se puede dividir en tres partes como sigue:

a) Los capítulos introductorios (I-II) tienen por fundamento un tratado titulado: "La enseñanza de

los Santos Apóstoles acerca de los Dones". Se usa la “Tradición Apostólica” de Hipólito de

Roma, de comienzos del siglo III, para introducir nuevos ritos litúrgicos, como el primer ordo

missae (orden de la misa) completo que se conserva, dan muchos ejemplos de oraciones y

bendiciones.
22

Los capítulos (III-XXVII) tratan de la otorgación de todas las órdenes; y, respecto a la

consagración de un obispo (anciano entre ancianos).

En los capítulos V-XV se da la llamada Liturgia Clementina, el orden completo de los ritos de la

Misa más antiguo existente.

Es central en estas oraciones la anamnésis (o rememoración), es decir, la evocación, más o

menos breve, de la obra divina de la creación y la redención. La petición a Dios viene en tercer

lugar, después de una invocación, a veces elaborada, y de la anamnésis; no obstante, a veces hay

bendiciones sin súplica.

El verbo eucharistein (plegaria eucarística) se usa con frecuencia en las oraciones de alabanza y

de acción de gracias.

La mayoría de las oraciones acaban con una doxología en la que Cristo es el mediador; y

algunas, como la que sirve de conclusión a toda la obra:

«Que él os dé vida eterna con nosotros a través de la mediación de su amado siervo Jesucristo,

nuestro Dios y Salvador, por quien sea la gloria al Dios y Padre que está por encima de todo, en

el Espíritu Santo Paráclito, por los siglos de los siglos. Amén».

La imposición de manos tiene particular importancia como gesto litúrgico.

b) Los capítulos XXVIII-XLVI contienen una colección de cánones, morales y litúrgicos, que se

atribuyen a varios Apóstoles.

c) El último capítulo (XLVII) contiene los "Cánones Apostólicos", una versión del siglo IV de

los 85 cánones apostólicos/conciliares.

http://forodelpez.foroactivo.com/t888-constituciones-apostolicas
23

5- SIGLO IV: CANONES 85 APOSTOLICI.

 COLECCIONES ANTERIORES AL CORPUS IURIS CANONICI

1. Colecciones pseudoapostólicas (ss.II-V)

Doctrina Duodecim Apostolorum o Didaché (ss. I-II): con tiene preceptos morales, normas

litúrgico-sacramentales y normas sobre la jerarquía.

Didascalia (s. 111): su contenido es similar al de la Didaché, pero ofreciendo el testimonio de

una disciplina más articulada en el episcopado.

Traditio Apostolica S. Hippolyti (220 aprox.): contiene el ritual romano de la ordenación de

todos los grados y ministerios en la Iglesia primitiva y trata de varias instituciones eclesiásticas.

Constitutiones Apostolicae (ss. IV-V): es una colección de normas relativas a las costumbres y a

la liturgia; depende de las recopilaciones anteriores, pero contiene también algunas herejías.

Canones 85 Apostolici (s. IV): forman la última parte de las Constitutiones Apostolicae y tratan

de las obligaciones, de las cualidades de la ordenación de los clérigos, de los delitos y de las

penas. Hay varios cánones que provienen de los sínodos orientales de los cuatro primeros siglos.

2. Colecciones de la unidad católica-regional (ss. V-VI)

Del siglo y en Oriente proceden las colecciones de leyes eclesiásticas y de leyes civiles

juntamente.

 También en África existen colecciones de concilios regionales y provinciales.

 En España se recogen también los cánones de los concilios orientales, los cánones de

Galia, de Afrecha y de Roma.

 En Francia se recogen a su vez los cánones de Oriente, de España y de Roma.


24

 En Italia aparece el llamado renacimiento gelasiano, que va de Gelasio I (492-496) al

papa Hormisdas (5 14-523). Es un hecho muy importante porque confluyen en Roma

todas las recopilaciones regionales. Las recopilaciones más importantes son:

 la Versio Hispano: anterior al renacimiento gelasiano, contiene los cánones de los

primeros concilios;

 la Versio Prisca, parecida a la anterior;

 la Collectio Dionysiana: recopilada en Roma en el siglo VI por el monje escita Dionisio;

contiene los cánones de los primeros concilios, a los que se añade una serie de decretales;

tuvo mucha importancia y autoridad; se redactaron tres ediciones entre el 497 y el 523;

Adriano 1 se la ofreció completa a Carlomagno y llegó a tener un carácter oficial; se la

llamó Collectio Dionysio-Hadriana en Francia se conoció con el nombre de Liber

canonuni

3. Colecciones de la diversidad nacional-regional (ss. VI-VIII)

En el siglo VI, debido a la formación y consolidación de los reinos germánicos, se cae en un

fuerte particularismo regional-nacional. La jerarquía eclesiástica se debilita y en algunas partes

ya casi no funciona.

Donde funciona todavía sigue influyendo la Dionvsiana. En el siglo VII se agudiza el

particularismo, en cuanto que en el derecho eclesiástico entran cada vez más los diversos

derechos germánicos, muy diferentes a veces entre sí.

En Italia se producen recopilaciones menos importantes, pero que añaden nuevos textos, o bien

recopilaciones de Formulae, según las cuales se escribían las actas de los papas o de la curia
25

romana. En Oriente se observa una omisión sistemática de los cánones occidentales y se recogen

sólo los africanos. Las decretales de los papas no se traducen ni se divulgan. Es importante la

Collectio Truhana del siglo VII, ya que fija las fuentes del derecho.

En este período es notable la función que desempeñó la Iglesia de España. A pesar de la invasión

y de la persecución por parte de los visigodos arrianos, se conservó la disciplina antigua romana,

universal, mediante todas las colecciones anteriores al regionalismo. En el 586 se produce la

conversión de los visigodos al catolicismo; y así pues, se vio favorecida la unidad legislativa por

el restablecimiento de la jerarquía.

Este fenómeno de España es importante, ya que en las demás naciones el influjo de los derechos

germánicos, que tuvo como consecuencia el fraccionamiento de la disciplina eclesiástica, llevó a

un debilitamiento de la autoridad de la jerarquía eclesiástica, y por tanto a una sumisión

progresiva de la Iglesia a la autoridad civil. El concilio Toledano IV (633) tuvo como resultado

la redacción de la Collectio Hispana, que es una colección tácitamente oficial, ya que tiene como

autor a la misma jerarquía. Luego fue reconocida por Alejandro III (1159-1181) como Corpus

canonum authenticum Ecclesiae Hispanae. Este reconocimiento fue confirmado luego por

Inocencio III (1198-1216).

Al mismo tiempo se desarrolló el derecho de la Iglesia en las islas célticas y en Bretaña. Es un

derecho consuetudinario, basado en una disciplina contraria a la de la Iglesia romana por falta de

relaciones y en una rígida conservación de tradiciones locales en oposición a los sajones, que

habían invadido las islas célticas. Los monasterios son el centro de la vida religiosa y civil del

país, y esto aumenta la confusión, el fraccionamiento y el subjetivismo del derecho en aquellas

zonas.
26

Son de este período los Libri paenitentiales, que tanto influjo tendrán en toda la Iglesia en lo que

atañe a la disciplina de la penitencia con la venida de los monjes celtas al continente después de

la invasión de los sajones y de los vikingos.

En Galia se consigue la unidad política con el reino de los francos. pero se observa un

debilitamiento de la autoridad eclesiástica; por eso los vínculos entre las mismas Iglesias de la

Galia son muy lábiles. Las relaciones con Roma son escasísimas. Se conserva el ius antiquum

como sustrato, pero queda corrompido por el añadido de leyes, con lo que se llega a tal

particularismo que cada Iglesia tiene su liber canonum.

4. Colecciones del renacimiento franco (ss. VIII-IX)

Con la aparición del feudalismo se tiene una fuerte instrumentalización de la Iglesia por parte de

los primeros príncipes carolingios. Por causa de esto la jerarquía se debilita cada vez más el

clero, en general, cae en una depravación cada vez mayor.

Se observa un conflicto estridente entre la confusión y la anarquía que reina en el ámbito

eclesiástico y la exigencia por parte va de Pipino el Breve de dar mayor unidad y orden a todo el

reino. Se ve que un medio para realizar este intento sería la reforma de la disciplina y de las

costumbres, tanto del clero como de los fieles, por medio de una unificación del derecho y de las

colecciones. Por esto se quiere volver al derecho auténtico, antiguo, universal, pontificio.

añadiendo los elementos de la sana tradición gálica y de la insular que se había introducido con

la venida de los monjes celtas.

 En el 742 comienza una serie de concilios reformatorios.


27

 De este período es la Dionysio-Hadriana, de la que ya hemos hablado; otra colección es la

Dacheriana: expresa el espíritu de la reforma carolingia, que se expone en el prefacio de la

misma. Indica además la autenticidad de los textos. Utiliza textos universales, y particulares

sólo cuando faltan los primeros.

 Sin embargo, la reforma carolingia obtiene sólo en parte sus efectos. En realidad, la jerarquía,

debido al sistema patrimonial que se había establecido con las iglesias privadas y con las

investiduras laicas, estaba demasiado radicalmente secularizada y corrompida, sometida por

completo al arbitrio del poder secular.

 Resulta insuficiente recurrir al ius antiquum por la oposición de los príncipes feudales a la

reforma. Los papas de entonces, demasiado débiles, no supieron intervenir con nuevas

normas.

 Dada esta situación y dada la finalidad que se quiere alcanzar, se desarrolla la llamada

recopilación espuria. Se forma en Francia una oficina, no sabemos en qué lugar, con muchos

empleados, con la finalidad de recoger de todos los monasterios y los archivos de Francia

documentos que pudieran desatar los vínculos que sometían a la Iglesia a la potestad secular,

establecer sólidamente la jerarquía y la organización eclesiástica, obligar a los clérigos a la

estricta observancia de su sagrado oficio, reformar las costumbres de los laicos.

 Se recurre entonces a aquellas normas que restauran la disciplina antigua: los antiguos

concilios de Oriente y de Occidente, las decretales de los papas, el derecho romano, las

capitulares, la Sagrada Escritura, los santos padres. En este sentido se puede llamar reforma

romana, ya que de manera particular propugna y transmite la disciplina de la Iglesia

occidental. Sin embargo, cuando no se encuentran documentos auténticos útiles para la


28

consecución de los fines que se proponen, se alteran algunos de los documentos encontrados

o se hacen ex novo.

 Toda esta actividad se desarrolla entre el 845 y el 857 o, todo lo más, entre el 847 y el 852.

Pero hay que reconocer que con este fenómeno se tiene un nuevo período de la historia de las

fuentes del derecho eclesiástico, ya que a través de estos documentos falsos se subrayan

precisamente algunas de las instituciones ya afirmadas por colecciones anteriores.

 Recordemos los Capitularia Benedicti Levtiae y las Decretales pseudo-Isidorianae que

contienen el famoso espúreo de la Donatio Constantini.

5. Colecciones entre la reforma carolingia y la reforma gregoriana (ss. IX-X1)

Aumentan los apócrifos y con ellos aumenta la confusión, dado que el recurso a los mismos

no logró sanar los males por los que se utilizaban.

 Los monjes de Cluny se hacen promotores de una reacción contra la incertidumbre de la

disciplina eclesiástica y la depravación generalizada.

 Es el comienzo de la reforma gregoriana el que promoverá la potestad suprema universal de

los papas como solución a los problemas de la época, junto con un vivo renacimiento

espiritual.

 Es importante el Decretum Burchardi Wormatiensis: asienta los principios básicos de la

nueva reforma. De hecho es obra de la reforma episcopal en Alemania. Es una colección

universal, bien ordenada, práctica.


29

6. Colecciones de la reforma gregoriana (s. x)

Los principios fundamentales de la reforma gregoriana son abolición de las investiduras laicas,

lucha contra la simonía, con carácter universal, reivindicación de la autoridad suprema universal,

retorno a la antigua disciplina y a la tradición, uso solamente de textos antiguos auténticos (pero

entre ellos están tambiém las decretales pseudo-lsidorianas, que se consideraban entonces

genuinas), lucha contra los textos espúreos, rechazo de los textos de la autoridad inferior

contrarios a los de la autoridad suprema, juicio de la Santa Sede sobre la autoridad de los textos,

lucha c injerencia de la autoridad civil.

De este período son:

 El Dietatus Papae Gregorii VII: es un índice de los derechos de la Santa Sede, con la

indicación de los textos probatorios

 La Collectio 74 titulorum: fue el Liber annualis de la curia romana y de los papas. Es la

segunda colección oficial de la Sede, a pesar de que no es auténtica.

7. Colecciones de la reforma gregoriana evolucionada (s.XI)

 A pesar de la actividad de la reforma, siguen teniendo vigor las colecciones antiguas en lo

que no se refiere a materias que contienen directamente la reforma. Además, muchos textos

de la reforma son considerados como demasiado rígidos y sufren progresivas modificaciones.

Esto se verifica también porque los papas que suedieron a Gregorio VII prosiguieron la lucha

de forma más diplomática (especialmente Urbano II) y, una vez ganada la batalla principal, la
30

que se dio contra las investiduras laicas, se inclinaron por un arreglo y una transacción del

conflicto.

 Se introducen entonces nuevas colecciones que siguen con menor rigor los principios de

selección de los textos. Vuelven a aparecer textos espúreos o alterados.

De este período son las Collectiones Ivonis Carnuiensis: Tripartita; Decretum: Panormia.

8. Escritos y colecciones que preparan el Decreto de Graciano (ss. XI-XII)

Frente a las muchas discordancias entre las colecciones que corrían y lasdiscordancias dentro de

las mismas colecciones, surgen algunos intentos de conciliación de los textos.Los criterios que

empiezan a seguirse son los de escoger los textos más genuinos, más perfectos y más aceptados

por los papas. La misma interpretación de los textos empieza a hacerse más atenta y científica.

Respecto a la conciliación de los textos se sigue el criterio de la distinción entre leyes necesarias

e inmutables y leyes contingen tes y mudables, entre leyes de autoridades superiores y de

autorida des inferiores, y sobre todo entre ley y dispensa.

La ciencia canónica empieza a utilizar el método escolástico introducido por Abelardo, que se

aplica también para el estudio del derecho romano, que vuelve a florecer con la escuela de

Bolonia. Se establece un vínculo entre el derecho canónico y la teología.

http://www.mscperu.org/biblioteca/1magisterio/codex/blcodex_historia.html#_Toc11660520
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d) FORMACIÓN DEL CORPUS IURIS CANONICI

A ejemplo de las Pandectas de la Codificación de Justiniano, que acababa de recuperarse, se

siente la necesidad de una unificación de la disciplina eclesiástica para poner fin a la

incertidumbre de la misma y a no pocos abusos. Esa unificación tenía que ser interna:

conciliación de las normas diversas y en parte opuestas; y también externa: unidad de

recopilación de la masa de normas dispersas por las varias colecciones.

1. “Decreto” de Graciano (1140)

Esta obra fue realizada por el monje Graciano, maestro de teología en Bolonia (muerto antes del

1160). Utiliza la ayuda de sus discípulos en el monasterio de los santos Félix y Nabor en donde

vivía —especialmente de Paucapalea—, que continuarían su obra, añadiéndole incluso las

llamadas Paleae.

La intención de Graciano es la de recoger los textos que en diversos tiempos y regiones

determinaron la disciplina eclesiástica y darles a todos unidad según reglas de selección, de

interpretación y de conciliación elaboradas sistemáticamente mediante una aplicación universal,

general, sistemática, homogénea, total, de forma que se obtenga un cuerpo coherente y orgánico

de normas que puedan aplicarse siempre y en todas partes.

De aquí nace la Concordia discordantium canonum o Decretum, que marca el verdadero

comienzo de la ciencia canónica. Conviene, sin embargo, tener muy en cuenta que el derecho

canónico no surge con Graciano, sino su estudio científico: enseña a deducir de los textos

antiguos su sentido genuino, a aplicar las normas antiguas a las exigencias contemporáneas, a

resolver las controversias y a suplir las lagunas.


32

Pero el Decretum tiene que considerarse como obra privada, ya que nunca fue aprobado como

Codex authenticus.

2. Colecciones entre el “Decreto” y las “Decretales” de Gregorio IX (1191-1226)

Después del Decreto se produjo un gran florecimiento de la ciencia y de las instituciones de

derecho canónico, bien sea por el ejercicio efectivo del primado de jurisdicción por parte de los

papas, bien por la gran autoridad doctrinal que va asumiendo cada vez más la escuela de Bolonia.

En ella se desarrollan las Glossae al Decreto y a las nuevas Decretales pontificias que van

saliendo.

Empiezan a aparecer las llamadas Collectiones Exiravagantium:

colecciones de decretales pontificias.

Entre ellas tenemos:

Compilatio I antiqua (1191): recoge las normas omitidas por Graciano y las emanadas después

del Decreto.

Compilatio II antiqua (1210-1212): recoge las decretales anteriores a Inocencio III.

Compilatio III antiqua (1210): decretales de Inocencio III. Es la primera colección redactada por

orden del papa y promulgada auténticamente por él a través de la comunicación a la escuela de

Bolonia. Quedan derogadas las colecciones privadas de las decretales de Inocencio III.

Compilatio IV antiqua (1215-1216): es una recopilación que sigue siendo privada.

Compilatio V antiqua (l226): es una recopilación auténtica; el papa Honorio III mandó incluso

que se utilizara en las escuelas y en los juicios.


33

3. “Decretales” de Gregorio IX (1234)

Se desarrolla mucho el ius decretalium, pero con numerosas repeticiones, abrogaciones,

derogaciones, con perjuicio de la aplicación del derecho y del estudio en las escuelas. Además

aumenta más aún la confusión del uso, todavía vigente, de las viejas recopilaciones.

Se siente entonces la necesidad de una recopilación universal, única, exclusiva, auténtica, que

ofrezca de forma compendiada todo el ius decretalium y que proceda de la autoridad legislativa,

no ya de las escuelas.

Con esta intención nace el Liber Extra, llamado actualmente Decretales de Gregorio IX: no es

una mera recopilación, sino una nueva redacción del derecho.

4. “Liber VI Bonifacii VIII” (1298)

Debido a la invasión en los tribunales y en las escuelas de colecciones auténticas y privadas de

las decretales posteriores al Liber Extra, se hizo necesaria esta nueva recopilación. Es una

recopilación universal, única, exclusiva, auténtica, en cuanto que fue promulgada a través de la

comunicación a las escuelas de Bolonia, París y Salamanca. Tiene una índole más abstracta y

general; por eso mismo es más parecida a las codificaciones modernas.

5. “Clementinae” (1317)

En este período se hizo necesaria una intensa actividad legislativa por la evolución y la

incertidumbre en que se movían varias instituciones canónicas, por la defensa de la libertad de la

Iglesia y de las personas en la Iglesia, por la reforma de las costumbres, etc.


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Clemente V promueve esta recopilación, pero muere antes de su promulgación, que fue hecha

por Juan XXII con el envío de la misma a Bolonia, París y Salamanca. Es auténtica, única,

universal, pero no exclusiva.

Es la última colección auténtica hasta el Liber primus Bullarum de Benedicto XIV, en el siglo

XVIII, pues una vez asentado el fundamento auténtico del derecho puede dejarse la iniciativa a

los privados.

6. “Collectiones extravagantes” (fin s. XV)

Sucesivamente se fueron añadiendo a lo que es considera do como el Corpus Juris Canonici

todas las decretales posteriores a las Clementinae: Extravagantes Ioannis XXII; Extravagantes

communes. Estas colecciones son privadas y cada una conserva su propio valor.

d) CORPUS IURIS CANONICI

Después de la formación del Corpus luris Canonici no hace ninguna otra colección comprensiva

de las fuentes legislativas de la Iglesia. Las colecciones posteriores al Corpus tienen una índole

no sistemática. Entre ellas recordamos:

Los Bullaria, que por iniciativa privada y en varias ediciones recogen las constituciones y las

decretales pontificias. De las actas de algunos pontífices se hacen también ediciones oficiales

(Benedicto XIV, Gregorio XVI, Pío IX, León XIII, Pío X).
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Las colecciones de los cánones de los concilios, ecuménicos o particulares. Entre éstas tiene

especial importancia la relativa del concilio de Trento.

Las colecciones de decreta, responsa, decisiones de las congregaciones romanas, de los

tribunales y de los oficios de la curia romana. Entre estas colecciones es especialmente

importante la 1a. Congregación del concilio, que tenía la facultad de interpretar auténticamente

los cánones del concilio de Trento. También serán importantes las colecciones de la

Congregación de Ritos y de las decisiones de la Rota Romana.

—- Las Acta Sanctae Sedis: son el periódico —-oficial desde 23 de mayo de 1904— que de

1865 al 1908 publica, como medio promulgación, las actas pontificias y de la curia romana.

Las Acta Apostolicae Sedis: son el Commentarium officiale de la Santa Sede, que desde 1909

sustituyó a las Acta Sane Sedis.

e) CODEX (CÓDIGO DE 1917)

1. El Código de 1917 (CIC 1917)

La multiplicidad de las leyes canónicas y la dificultad su consulta y aplicación hacían necesaria

una revisión y una reordenación de toda la materia.

Ya en el concilio Vaticano I se habían hecho algunas peticiones en este sentido.

Más tarde, Pío IX y León XIII habían reordenado íntegramente algunas materias e instituciones.

Pío X, con el motu proprio, Arduum Sane, del 19 de marzo de 1904, instituyó una comisión para

la redacción del Código. Los trabajos duraron doce años, y el día de Pentecostés de 1917 (27 de

mayo) Benedicto XV promulgó con la bula Providentissima Mater el Codex luris Canonici, que

entró en vigor para toda la Iglesia el día de Pentecostés de 1918 (19 de mayo).

El Codex tuvo una larga y compleja elaboración, que se des arrolló bajo la guía de un insigne

jurista como el cardenal Pedro Gasparri, que fue primer secretario y luego presidente de la
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comisión cardenalicia nombrada por Pío X para la preparación y redacción del Codex. Esta

comisión, dividida en subcomisiones, examinó los postulados que en carta del 25 de marzo de

1904 se habían pedido a todos los obispos, y teniendo presentes los esquemas pro puestos por

varios redactores sobre los diversos temas formulados en breves cánones, que comprendían

solamente la parte dispositiva (tal como se podía deducir de las leyes vigentes contenidas en el

Corpus luris Canonici, en las actas del concilio de Trento, de los sumos pontífices, de las

congregaciones romanas y también de los tribunales eclesiásticos, con las innovaciones que se

consideraban oportunas), trazó un primer esquema completo de las disposiciones, discutidas en

cada caso y determinadas estructuralmente. Este es quema fue enviado luego a los obispos, a los

abades nullius, a los superiores de las órdenes religiosas, a los peritos, con una invitación para

que sugirieran enmiendas. Estas enmiendas fueron valoradas por la comisión, que elaboró un

nuevo esquema predefinitivo, que fue una vez más revisado y discutido en cada una de sus partes

hasta llegar a la aprobación de la redacción definitiva.

El Codex es sólo para la Iglesia latina y no obliga a la Iglesia oriental, a excepción de aquellas

materias que por su naturaleza se, refieren también a esta última (can. 1).

El Codex es ley única, auténtica, exclusiva, estable y universal. Benedicto XV, con el motu

proprio Cum iuris, del 15 de septiembre de 1917, instituyó una comisión para la interpretación

auténtica del Código. Las responsa de esta Comisión, publicadas en las “AAS”, tienen el mismo

valor jurídico que las normas contenidas en el Codex.

2. El Código de 1983 (CIC 1983)


37

Pertenece a la naturaleza misma del derecho canónico evolucionar y adaptarse a las nuevas

exigencias pastorales; incluso después de la codificación continúa una rica producción de

normas.

El 25 de enero de 1959 Juan XXIII anuncia el sínodo y el concilio ecuménico como un punto de

partida para la del Código. En 1963 el mismo Papa anuncia la creación de la comisión de la

reforma del Código, que debería comenzar sus trabajos del concilio. En 1964 Pablo VI nombró

consultores.

Desde la primera sesión de los consultores en 1965 5 problema de si había que redactar dos

Códigos (uno para la Iglesia latina y otro para las Iglesias orientales), junto con un fundamental,

o uno solo. Se optó por la primera solución.

En el sínodo de los obispos de 1967 se expusieron los principios directivos para el trabajo de la

comisión

La reforma del Código se había hecho todavía más y necesaria después del Vaticano II, para

lograr que la Iglesia reflexionase, incluso en su dimensión jurídica, el espíritu eminentemente

pastoral del concilio y mostrase más visiblemente la imagen que en el presente período de la

historia tiene la Iglesia de sí misma y que ha intentado expresar en los decretos conciliares.

Después del concilio hubo una rica producción de normas transitorias para aplicar los decretos

conciliares, que abrogaron cánones del CIC 1917 y que fueron la base para la redacción del

nuevo Código.

Después de los primeros esbozos de esquemas entre el 1963 y el 1972, las subcomisiones

redactaron tres esquemas (1977, 1980 y 1982), de los que los dos primeros fueron enviados a

estudio de los obispos, abades nullius, superiores religiosos, peritos, etc. El tercero (1982) fue
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redactado después de la sesión plenaria de 1981, compuesta de cardenales y obispos de todo el

mundo.

Al mismo tiempo se extendió la Lex Ecclesiae Fundamentalis.

El texto A de 1966 fue rechazado por la comisión centra. El texto B fue aprobado

sustancialmente en 1967.

La elaboración de la LEE fue aprobada además por el sínodo de los obispos en 1967 y por la

comisión para la revisión del Código en 1968. En 1969 el texto C o textus prior fue sometido al

parecer de la comisión para la reforma del Código, al de la Congregación para la doctrina dé la fe

y al de la comisión teológica. Tomando nota de las observaciones recibidas, se redactó en 1970

el textus emendatus, que se sometió al examen de todo el episcopado. En 1971 se hizo público al

sínodo de los obispos. De 1.313 respuestas a la pregunta de si los obispos creían oportuna la

redacción de una LEE, hubo 593 placet, 462 placet iuxta modum y 251 non placet; al contrario, a

la pregunta de si gustaba el esquema redactado, hubo 61 placet, 798 placet iuxta modum y 422

non placet. Finalmente, el papa Juan Pablo II decidió no promulgar la LEF y que parte de ella se

integrara en el Código, cuya promulgación se tuvo el 25 de enero de 1983 con la constitución

apostólica Sacrae disciplinae leges. Después de diez meses de vacatio legis, el Código entró en

vigor el 27 de noviembre de 1983. Al año siguiente se nombró la comisión de interpretación

auténtica 3, que se convirtió luego en el Pontificio Consejo para la interpretación del texto de las

leyes (Cf. n. 738)

El Código de Derecho Canónico se refiere sólo a la Iglesia latina (can. 1). En general, no define

los ritos que hay que observar en las celebraciones litúrgicas; por tanto, las normas litúrgicas,

emanadas antes de la promulgación del mismo, siguen en vigor, a no ser que sean contrarias a los
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cánones (can. 2). Finalmente, los cánones del Código no abrogan los pactos estipulados entre la

Santa Sede y las naciones u otras sociedades políticas ni las derogan (can. 3).

f) CONCILIOS DE LA IGLESIA CATOLICA

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